Partida Rol por web

El combate se desarrollaba de manera caótica, todos estaban sirviendo de tentenpié para las estirges, en medio de la desesperación el Druida lanzó un mazazo a la criatura que tenía adherida pero falló en su intento de acertar a la criatura que se alimentaba de él

Miró a sus compañeros que se encontraban en la misma situación, esperando que ellos tuvieran mejor suerte en acertar a los bichos voladores que los acosaban

Kvothe no lograba deshacerse de la estirge que le estaba absorbiendo la sangre poco a poco. 

Lideon se abalanzó contra una de las criaturas que acosaban a Maechen y logró herirla, pero no fue bastante para matarla.

Por su parte, el pequeño Saru asestó una última puñalada a la estirge que tenía encima y logró derribarla por fin.

La guerrera gritó de nuevo, dolorida y enfurecida con aquella bestia en miniatura que estaba dejándola cada vez más debilitada. Odiaba sentirse débil. Era sin duda lo que más despreciaba en el mundo.

Llena de ira, Magd agarró al Stirge y tiró con toda la fuerza que le quedaba en un intento de arrancárselo del cuerpo. Apretó los dientes y tensó sus poderosos músculos hasta que con una dolorosa punzada que le paralizaba todo el brazo, la guerrera puso arrancarse a aquella bestia infernal.

 -¡Maldito gusano!

Sin soltar al stirge, Magd empezó a apretarle, en un intento de aplastarle con su propia mano. Igual que haría con un mosquito. Ese maldito bicho chupasangres no era digno de su acero.

El fuego quema mis enemigos sin piedad,su pobres cuerpos yacen en el piso. Mientras que lo demas siguen batallabdo hacia aquellas bestia aun,faltaba todavia para eliminar toda esta plaga--¡Lanzame las criaruras para el fuego!-Grito mientras moviendo mi varita,recito las palabras magicas para despertar su furis cadente.

Magd demostró ser una chica muy fuerte y, tras arrancarse a la Estirge que le estaba chupando la sangre, apretó con fuerza con las manos desnudas hasta que le aplastó a cabeza, la cual estalló como una uva madura.

Kareen lanzó otro proyectil de fuego candente con su varita, pero esta vez no estuvo tan atinada y el proyectil se estampó contra la maleza, emitiendo un siseo al tiempo que el fuego se apagaba por la humedad.

Maechen, en un arranque de furia blandió su hacha y seccionó por la mitad a una de las dos Estirges que tenía adherida, la cual derramó sobre el suelo tanto su sangre como la sangre que le había chupado a la exploradora.

Tan solo restaban dos de estos monstruos. Uno adherido a Maechen y el otro a Kavohte, y seguían sustrayendo el líquido vital de sus víctimas, ajenas a las muertes de sus compañeras.

Por mi propia deseperacion y sed de sangre que termino agitando la varita mas de la cuente. Afectando la propia ejecución de mi hechizo mágico, y en su lugar solo salia un leve chasquido que ni siquiera tenia el suficiente calor como para quemar la piel de mis enemigos-¡Kavohte,Maechen rueden y intenten aplastarlo con todo lo que tengas!-Dijo a mis compañeros, en un intento de hacer que se liberen de tales bestias.

Lleno de sangre de mis compañeros que salta de los cuerpos mutilados de las horribles criaturas, continuo luchando apra acabar con las que quedan ...

- AAAA morir Joder ... dejar a las hermosas señoritas ... -

ataco a la criatura que sigue chupando la vida de la exploradora, notando como voy destrozandolos ...

Cansado de lo que estaba pasando, el mediano se movió todo lo rápido que pudo para atacar a la siguiente bestia voladora.

No tenia tiempo de sacar la ballesta así que uso de nuevo su daga e intento clavársela a la que estaba atacando a Kvothe.

Muere bicho.

Dijo sin confianza en que el bicho se pudiera sentir siquiera ofendido por su comentario, al fin y al cabo eran bichos.

Cuando Kareen intentó achicharrar a otra de las criaturas que les estaban atacando y no logró extraer ni un ápice de magia de su varita, Lideon y Saru reaccionaron rápidamente. El bardo felino llegó dando un brinco hasta la posición de Maechen y mutiló a la Estirge que le estaba chupando la sangre de una doble estocada que partió a la criatura en cuatro trozos.

El pequeño Saru por su parte logró llegar hasta la posición de Kvothe y hundió su daga en la espalda de la grotesca criatura. Ésta calló a los pies del dracónido, vomitando la sangre que le había robado a la par que otro chorro salpicó a Saru cuando el mediano tiró para sacar su daga del cadaver de la estrige.

- Gracias - le dijo Maechen a Lideon y seguidamente escupió sobre el cadáver de una de las estriges y le arreó una patada al mismo - Malditas sanguijuelas chupasangre... ¿Estáis todos bien? ¿Tenemos algún herido de gravedad?

Miro a todos, especialmente a las hermosas flores que nos acompañaban ... - Todas Bien ... malditas criaturas no respetan nada ..., yo creo que estoy bien, creo que he tenido suerte de que a las criaturas no les hacia mucha gracia el pelo de felino, jejeje, pero creo que ustedes habeis recibido mucho daño - digo mirando a la exploradora y a la guerrera

El mediano resoplo durante al menos un minuto entero, luego se dio cuenta de lo manchado de sangre que estaba e intento lavarse con el agua del pantano.

No sabia sí había sido peor el remedio que la enfermedad, pero algo tenia que hacer.

Bueno, este pantano acaba de intentar matarnos, no me parece ni medio normal.
¿No podríamos volver atrás?

Su tono de voz indicaba que era una pregunta retórica, pero aun así la formulo en voz alta.

Cuando Maechen pregunto si estaban bien, volvió un pulgar arriba, pero no se sentía como si estuviera bien en realidad.

Puede que no estuviera herido de gravedad, pero no le faltaba mucho. Era un ser, pequeño, su capacidad para guardar sangre dentro, era sencillamente menor que la de los demás.

Sabia que en cuanto tomaran un respiro empezarían de nuevo la caminata. Así que puso cara de disconformidad incluso antes de que se sugiriera.

Eso sí, ahora iría con la ballesta apuntando a lo alto de los arboles, no volvería a caer presa de aquellas alimañas.

Los hombros de la guerrera se relajaron y su respiración se volvió más lenta. La batalla había terminado.

 -Yo estoy bien, apenas me han tocado.

En realidad la guerrera estaba bastante más herida de lo que estaba dispuesta a admitir, pero había sido entrenada para seguir luchando a pesar de las heridas y para aguantar el dolor.

 -El pantano no nos quiere aquí, maese Logrim, pero no vamos a dejar que eso nos eche para atrás. Sigamos avanzando.

Magd miró a Maechen y le hizo un gesto con la cabeza.

 -Adelante, sigue mostrándonos el camino. Cuando encontremos un lugar seguro, descansaremos y atenderemos nuestras heridas como es debido.

El druida sabía que había estado muy cerca de desmayarse, un par de momentos más y la criatura lo habria dejado al borde de la muerte si hubiese extraído un poco más de sangre, por lo que no pudo evitar sentirse más que agradecido con el mediano.

- Muchas gracias maese Saru, eso ha estado cerca - dice mientras el mediano intentaba limpiarse la sangre draconica del cuerpo - hay una remota posibilidad de que te salgan escamas, ahora que te has bañado en sangre draconiana - le dice mientras lo mira seriamente, y luego echa a reír - jajajaja - rié mientras se aprieta la herida que había dejado la estirge.

- Dejen vendar mi herida y si todos están en condiciones de partir los atenderé cuando encontremos un lugar seguro - dijo mientras comenzaba a buscar en el morral su equipo de curandero y mira a sus compañeros - ¿alguien me hecha una mano para irnos lo más pronto posible?

Cuando veo al resto que estan heridos 

- Creo que primero deberiamos curar las heridas al menos superficialmente , pues no sabemos si encontraremos otra amenaza y buscar un lugar seguro para curarnos bien, calentarnos y recuperarnos un poco ... -

me acerco al draconico que le veo algo endeble e intento ayudarle para curarse ...

La exploradora hace una revisión rápida de las heridas que habíais sufrida y de las suyas propias. La mujer saca unas vendas de su mochila y se acerca al dracónido - Maese Kvothe, usted y Magd son los que se han llevado la peor parte. Déjeme atender sus heridas primero y después podrá encargarse usted mismo de Magd o de cualquier otro compañero. Después continuaremos. La cueva no debe quedar muy lejos de aquí.

Seguidamente se acerca comienza a tratar sus heridas. Si bien la forma en que limpia y desinfecta las heridas es algo tosca, finalmente venda las heridas de la guerrera con soltura.

La guerrera acabó por asentir y, usando su mandoble para apoyarse, se relajó un poco mientras esperaba a que fueran a atender sus heridas.

 -En cuanto terminemos con las curaciones, nos pondremos en marcha. Debemos llegar a la cueva antes de que caiga el sol. Sin un refugio no sobreviviremos a la noche.

Después de todo, alimentos llevaban, así que por esa parte podían estar tranquilos. Lo importante ahora era encontrar un lugar fácil de defender y donde poder descansar por turnos.

 -Y en cuanto lleguemos, organizaremos las guardias. Los que se encuentren muy débiles pueden descansar toda la noche.

El Druida no puede más que agradecer la curación recibida - Muchas gracias Maechen, ya me siento mucho mejor - dice elogiando las dotes curativas de la exploradora y sintiendose mucho mejor después del tratamiento.

- Ya me siento mejor, venid Lideon, ayudame a atender a Magd - dice el druida, a sabiendas de que el Felino no dejaría pasar la oportunidad de posar sus garras en la guerrera

Sorprendentemente Lideon presta ayuda y logran aplicar el tratamiento lo mejor posible a la guerrera - Ya está Magd, creo que hemos echo un buen trabajo, dadas las circunstancias, como bien dice Maechen, cuando lleguemos a un lugar y podamos descansar atenderé las heridas del resto - dice mientras se pone de pie dispuesto a continuar la marcha

Pues en marcha, no quiero quedarme en este lugar más tiempo del necesario.

Dijo el mediano que durante el proceso curativo había estado apuntando a todos los arboles con su ballesta, e incluso había estado a punto de disparar a un par de moscas que allí se encontraban.

Tenia tal cara de apuro, que resultaba casi cómodo. Aunque en estas circunstancias era improbable que nadie se riera del aspecto que presentaba.

-Menuda criaturas. Por suerte, ningun caido de nuestra parte

Decia mientra soltaba mi primer suspiro de relajacion, habiamos tenido mucha suerte. En especial mi persona, que no habia salido tan herida durante el proceso. Los demas no tanto, pero siempre el dacronico, sabe el viejo arte de curacion.

- Que desgracia por parte de mi barrita. No tanto fuego solto como esperaba, en la proxima deseo apoyarlo mas fuertemente.

- No os preocupeis hermosa hechicera ... lo importante es que hemos sobrevivido y podemos cantar y bailar otro dia, asi como de disfrutar de la vida ..., lo importante es cerrar nuestras heridas y encontrar un sitio seguro donde pasar la noche -

Digo mientras me levanto tras ayudar a cerrar las heridas de mis compañeros y otear el horizonte en busca del supuesto refugio.