Partida Rol por web

En lo más profundo de los mares...

...un gran problema.

Aún con la aventura vivida en Cádiz en las mentes de toda la tripulación del barco de Velas Celestes, la rutina de la vida en alta mar comienza a invadirlos a todos.

En estas primeras horas de navegación Cascabel resulta ser un tipo tan nervioso en mar como en tierra. Tras una breve conversación con el capitán en el camarote para fijar el rumbo, el timonel se dedica a mirar sólo a la mar y cada vez que alguien se acerca se crispa, como si estuviera terriblemente asustado. Mientras tanto, ya por toda la cubierta se huele el guiso que prepara Malc, y que augura dolores de estómago para toda la tripulación.

Nuestros héroes, ¡Ah, nuestros héroes! El capitán ha tenido a bien dejarles descansar unas horas bajo el sueño reparador, pero bien es sabido que un héroe jamás descansa... sobretodo cuando se produce una discusión en cubierta.

Ante los crecientes gritos es inevitable que Danny, el Viejo Bill, Sancho y los hermanos de Torres acaben subiendo a cubierta, justo a punto para presenciar una discusión entre Cascabel y el capitán.

-¡No, no y no! ¡No avanzaré ni una milla más!-grita Cascabel.

-Hemos sido muy generosos contigo, y lo seremos más cuando encontremos el tesoro...

-¡Ajá!, el tesoro, ¿Eh? Bien, pues como vos mismo habéis dicho, capitán, para conseguir vuestro ansiado tesoro necesitáis un timonel capaz de navegar por esos arrecifes, y, oh casualidad, ¡Yo soy el único con vida que lo ha hecho! Pero no volveré a hacerlo, no señor, no mientras esté maldito.

Me acerco y poso una mano tranquilizadora sobre Cascabel.

Dime, Adolfo, ¿a qué temes tanto?

Vaya! A buena hora le ha dado por arrepentirse Señor Cascabel... Quizás quiera el señor que viremos y volvamos a Cadiz a charlar con la guardia del puerto... Entonces Bill se levanta y alza un poco la voz...
O quizás le pongamos COJONES al asunto, crucemos arrecifes malditos, matemos demonios marinos y seduzcamos a bellas brujas que luego nos intentarán convertir en cerdo... Para despues de todo eso y termina por gritar Oidme TODOS! Despues de todos esos avatares y aventuras, gracias y desgracias, venturas y desventuras, CONSIGAMOS UN ENORME BOTÍN Y LO GASTEMOS EN LOS MEJORES BURDELES DEL PUERTO! y con una enorme sonrisa, parece salir de su desatinada ensoñación, su cara vuelve a tomar un cariz nostalgico y baja de nuevo a tumbarse en su coy... Viejo lobo de mar, que mal te ha tratado la vida, parecen decir sus andares...

El señor Cascabel nos ha obligado a huir de Cadiz, antes de que pudiesemos disfrutar de unas horas de merecido descanso celebrando la vida que el buen Señor nos ha otorgado. Ahora se muestra reticente a ayudarnos... Me entran ganas de blasfemar al ver semejante cobarde delante de mi. - Escupo al suelo ante sus pies, y miro a los demás.- Cuando debería estar dispuesto a hacer lo que fuese por los que le salvamos del calabozo o algo peor.

Me largo dando la espalda y me pongo a rezar en la popa del barco.

Cascabel se muestra ofendido ante vuestras palabras.

-¡No entendéis nada! ¡Vosotros no estáis malditos, yo sí! Y no puedo gobernar barco alguno si deseo seguir con vida. ..

Cascabel traga saliva y luego continúa.

-Veréis, durante años serví al capitán Figueroa, del que quizás habéis oído hablar...

Durante la breve pausa, todos salvo Andrés rememoráis la leyenda que rodea a ese nombre.

-Mientras yo hacía de timonel para Figueroa, él consiguió enormes tesoros, pero como todo buen pirata sabe, unas riquezas de ese calibre no se podían guardar en cualquier parte, así que me mandó poner rumbo norte y enterró el tesoro en una pequeña isla de un archipiélago especialmente inaccesible. Después volvimos a Tortuga a gastar parte de lo obtenido y yo le pedí permiso para retirarme en Tortuga, establecerme, ya sabéis, vivir la vida un poco... Figueroa rechazó de plano la propuesta, y es más, me dijo, y aún lo recuerdo como si fuera ayer mismo...

“Cascabel, eres libre de irte cuando quieras, ahora mismo si lo deseas ...pero si vuelves a formar parte de la tripulación de un barco el mismísimo Davy Jones y sus marineros malditos vendrán a por tu alma”.

Después de aquello no sabía qué hacer. Me embarqué rumbo a España y allí estaba desde entonces hasta, bueno, hasta ahora.

Todos vosotros conocéis la historia de Figueroa. Tiene fama de ser el más fiero pirata que queda con vida, y que sólo el capitán de la Desesperanza le igualó en la crueldad que tiene Figueroa para con los suyos. Se le tiene además por un pirata muy rico y cruel, y con frecuencia recala en Tortuga.

Además, querido Bill, tú crees recordar que el tal Figueroa tuvo alguna relación con el capitán de la Desesperanza, pero tu memoria es tan esquiva... quizás más adelante lo recuerde.

Me quedo pensando en ello mientras (como ya había dicho bajo a mi coy...)
Que tenía que ver ese maldito Figueroa...Dios, endemoniado Ron, está acabando conmigo...

-¿¡Y te creiaste las palabras de tu capitán!?.Yo había oido que la tripulación de Figueroa eran los marineros más valientes y temerosos que conocía el mar,ahora veo que no hay que creer siempre lo que oyes.-
Me levanto del barril en el que estaba sentada y me acerco al timón.-Mira Adolfo,vamos a ir a por ese tesoro lleves o no el timón,peeeero todos sabemos que tú eres el mejor timonel y nuestra mejor opción.Tu maldición es tu miedo,y nos condenará a todos si no dirijes este barco.-

-Claro, claro, es fácil hablar así cuando no eres tú el que está maldito-Adolfo se santigua- Si tan valiente eres, poned rumbo a Tortuga y hablad con el mismísimo Figueroa a ver si le convencéis de que retire la maldición. Sólo entonces seguiré con este despropósito.

Y como para reforzar sus palabras, Cascabel se cruza de brazos.

En ese momento el marinero francés interrumpe.

-No, eso sí que no, de ninguna manera. Nada de maldiciones a bordo, ¿Eh capitán? es inaceptable, inaceptable... ¡y de muy mal gusto!

-Desde luego, si nos va a asaltar un barco fantasma, no contéis con mis guisos para daros fuerzas-Dice Malc con cierto temor, apoyando al francés.

Viejo Bill asoma la cabeza desconcertado por la trampilla... Con cara un poco de desconcierto, un poco de felicidad (Tortuga, esa siempre decadente pero nunca acabada).
Todos obedeceremos al Capitán, por la santísima trinidad y entonces su gesto cambia
Pero a tenor de que es un sabio Capitán, seguro que no tendrá, ante el plantón general... gran carraspeo Intentemos evitar la palabra motín... vuelve a carraspear Quizás pudieramos ir a razonar, dentro de lo que cabe, con Figueroa, sin duda un hombre racional y comedido esto último dicho con muy poca credibilidad.

-Muchos son los días que llevamos a bordo. Sinceramente, estoy deseando hacer una parada y correrme una buena juerga, pero sé que no es posible. Me refiero a lo de la juerga por supuesto, para no buscar problemas. ¿Pero meternos directamente en un problema así? No tengo ni idea de lo que hablas, y no se quién demonios es el capitán Figueroa, pero no suena nada bien, nada nada bien.- dice Andrés mientras dirige su vista al horizonte. -Pero si así lo decide, seguiré al capitán en lo que nos ordene. Deberías haber expuesto esto antes, Cascabel. ¿Hay alguna otra sorpresa?- añade pensando en que en realidad, todo el mundo tiene sorpresas, acompañadas de un pasado.

Cascabel escucha a Andrés y después dice:

-No hay más, no señor. Cascabel es un hombre de palabra, y de Fe. Nada más, por lo demás es trasparente como el aguardiente en la botella.

Andrés, ¿cómo no vas a saber quién es Figueroa? Es una leyenda viva. Seguro que no te acuerdas, eso es todo.
Figueroa es el más fiero capitán que queda con vida. Sólo el capitán de la Desesperanza le hacía frente. Rico, cruel... y recala en Tortuga.

Miro al resto.
Odio decir esto, pero me parece que acabaremos en Tortuga mezclándonos en asuntos turbios... Ya sabéis lo que opino al respecto. No creo en maldiciones o magia. Sólo en la maledicencia de los hombres, y en su credulidad. Por mi parte, sólo creo en el arte y en Dios. Pero si he de ayudaros a acabar con una supuesta "maldición", sabed que contaréis conmigo. Decidid lo que creáis necesario.

Me retiro un poco más lejos, pero suficiente para seguir oyendo la conversación; y saco pergamino y carboncillo y me pongo a dibujar.

Creed a un viejo lobo de mar noble Guillermo una mirada sombría Las maldiciones existen, el mar está plagado de cosas antinaturales que atentan contra Dios, yo he vivido no menos de cien... Y presuroso se santigua...

-¡¿Ahora eres tú el que buscas el que busca los lios Guillermo!?-Lo miro con una sonrisa y despues paso la mirada a su hermano levantando las cejas.
-Porque si vamos a buscar a Figueroa vamos a encontrar lios.Aun asi seguiré al capitán.-Termino,de hablar y me siento,algo cansada de la discusión.

El capitán ha esatdo escuchando vuestras opiniones, intercambiando miradas hacia vosotros con miradas a Cascabel. Finalmente dice:

-Maldición o no, no quiero renunciar a este timonel cuando lleguemos a nuestro destino. Pongamos rumbo a Tortuga y veamos si ese Figueroa se ha vuelto tan fiero como dicen...

Y dicho esto el capitán vuelve a su camarote. La cubierta se tranquiliza, Cascabel respira aliviado y Malc pregunta con una sonrisa:

-¿Alguien quiere gachas para desayunar?

Daniel, ¿podrías acercarte? Quiero hablar contigo.

Y me alejo con ella lo suficiente.