Partida Rol por web

El tesoro de Teruel

Madrid, 1631 - Escena de juego

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28/06/2019, 11:57
Director

La Taberna del Rey Fernando. Afuera nevaba copiosamente, y se os había hecho difícil vuestra llegada a Madrid. Una vez dentro, el calor de un hogar os reconfortaba, pues había buenos maderos ya prendiendo. A la izquierda había una barra de madera y, detrás de esta, Hermenegilda, la posadera generosa en carnes, montaba un plato de queso y una jarra de vino para los ahora allegados (oséase, vuesas mercedes). A la derecha, unas escaleras subían a las habitaciones que se podían alquilar. En el centro, se encontraban cuatro mesas redondas. La más cercana al fuego está siendo servida por Ramón, el posadero y marido de Hermenegilda, un tipo con cojera constante y bien orondo. Unos vinos calientes son el refugio del paladar de dos tipo, uno rubio y otro moreno. Finalmente, en el centro de la posada, otros dos tipos hablaban en voz baja (uno con sombrero ancho y el otro con barba de hacía días), y un quinto sujeto, un hombre mayor de unos cincuenta o sesenta años degusta también una bebida.

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28/06/2019, 11:58
Hermenegilda

Buenas tardes -en realidad era casi de noche-. ¿Desean vos comer y beber? Hay habitaciones en la planta de arriba -Hermenegilda decía todo esto ofreciéndos una de las mesas, y llevaba a su lado su marido Ramón la jarra de vino y el plato de queso manchego-. Entonces os sentásteis dispuestos a ser servidos.

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28/06/2019, 11:58
Ramón

El vino es de la ciudad, nada de rastrojos de fuera... -añadía Ramón con una sonrisa de oreja a oreja-. El mejor de todo Madrid.

Notas de juego

Comenzamos. Intentaremos hacer dos post semanales (esta semana, hasta el domingo, con uno basta). Ya sabéis, cualquier duda no dudéis en preguntarla.

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28/06/2019, 16:09
Julieta Manzanares

Julieta iba un par de pasos por detrás del primero de sus compañeros. Era aún bastante joven, así que es probable que pudiese pasar por la hija de Toribio, si fuera necesario.

Fuera como fuese, era una mujer, y en este año 1631 eso significaba ser alguien secundario en algunos aspectos y el centro de atención en otros. No era extraño que fuese uno de sus compañeros el que tuviese que llevar la voz cantante, y tampoco era algo que a Julieta le molestara en absoluto. Al revés, le permitía quedar en segundo plano, donde se movía mucho más cómodamente.

En el camino viajaba con una capucha echada que tapaba su melena castaña rizada, pero al entrar en aquella taberna, se había descubierto la cabeza y aquella capucha colgaba de sus hombros como el resto de la capa. Bajo la capa, un sayo holgado que ocultaba sus formas en el camino. No era la ropa habitual en las mujeres, y eso no dejaba de llamar la atención a su modo.

Mantuvo su posición tras su compañero intentando no destacar en demasía.

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30/06/2019, 02:43
Gabino Calamonte de Alveza

Gabino cerraba la comitiva de amigos. Fué el último en entrar en la posada, detrás de Julieta. Al entrar se quitó el sombrero y saludó a la concurrencia con un:

- Con Dios!!!

Miró a un lado y a otro, y vió una mesa tranquila en un rincón del salón. Le hizo una señal a Toribio, y con la mano que sostenia su sombrero, acompañó a Julieta, mostrando el lugar. Llevaba el guardapolvo encima, a si que poco o nada de su indumentaria se podía ver en ese momento..

- Parece un lugar adecuado y tranquilo, que tal cenar algo y a caso preguntar si tienen una habitación?

Notas de juego

Texto en itálica mas subrayado= Descripción de que hace Gabino.

Negrita = lo que dice Gabino en voz alta.

Itálica a solas, lo que Gabino piensa, pero no dice en voz alta

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30/06/2019, 09:15
Toribio "el Tunante"

Toribio se fija en la mesa que indica el mastuerzo de Gabino y allí que se dirige. Se quita la capucha, al igual que ha hecho la bella y a la par peligrosa Julieta. Retira la silla y le dice a Julieta con ojos golosos... 

-Cuando queráis, Julieta.

Una vez que se han sentado los tres comenta: -Me parece bien, mas no podemos hacer mucho más, ya que el viaje se está complicando. Descansemos aquí

Notas de juego

Texto normal: Descripción-narración

Texto negrita: Lo que toribio dice

Texto en cursiva: Lo que Toribio piensa

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30/06/2019, 12:08
Ramón

¿Habitación? -oye decir a Gabino el posadero Ramón-. Claro, claro. Hermenegilda, deja eso, yo los atiendo, y prepara una habitación para aquestos señores... y señorita -dijo con una sonrisilla  a Julieta-.

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30/06/2019, 12:08
Álvaro

Y mientras os acomodábais, oísteis que en otra de las mesas, de los otros cinco sujetos que atendían a sus quehaceres, dos de ellos charlaban animadamente, en alto, como si allí no hubiera nadie más.

Así pues, señor -decía uno de ellos, sacando disimuladamente de una bolsa un candelabro de oro-, ¿cree que podamos llegar a algún trato satisfactorio para ambos?

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30/06/2019, 12:09
Fabián

Pues no lo creo -decía el otro, que tenía aires más señoriales, mientras bebía del vino que tenía en la mano-. Ciertamente, parece un buen trato: siete candelabros de oro por cincuenta maravedíes no es mal negocio, pero…

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30/06/2019, 12:10
Álvaro

Quizás podría bajar a cuarenta, no más -añadió el primero-.

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30/06/2019, 12:11
Fabián

No sé yo, amigo mío. Creo que debéis dejarme un día para decidirme -entonces el tipo, que vestía una capa roja y sombrero, se levantó, se abrigó bien y procedió a marcharse por la puerta. Finalmente desapareció.

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30/06/2019, 12:11
Álvaro

No tardéis, amigo -le decía aquel vendedor alzando la voz por toda la taberna-; quizás volváis y lleguéis tarde. Entonces guardó cuidadosamente el candelabro en la bolsa de dónde lo había sacado. Después continuó bebiendo en solitario en la mesa en la que estaba sentado.

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30/06/2019, 12:12
Francisco de Avellaneda

Como si de una obra de teatro de los mejores corrales de comedia se tratara, que el tipo que estaba en solitario, el hombre orondo entrado en años, se os quedó mirando unos instantes (vosotros ya estábais sentados a la mesa). El susodicho se levantó también, y vísteis que no portaba espada ni filo alguno (tan sólo ropas anchas y pardas). Entonces se dirigió a Gabino.

¡Dichosos sean los ojos! ¿No os acordáis de mí? Soy... ¡don Francisco de Avellaneda!

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30/06/2019, 14:29
Gabino Calamonte de Alveza

Gabino se levantó de la mesa, y saludó al hombre que se le acercó.

-Perdonad, no os recuerdo. He visto a mucha gente en estos últimos dos años. Haced el favor de ayudarme a recordaros Don Francisco.

No quiero parecer descortés de forma alguna caballero, pero os soy sincero... Donde decís que nos vimos la última vez?-

Pardiez!!!, que de vividores hay en este lugar... el uno malvendiendo lo (muy posiblemente) ajeno a viva voz como si no existiera ni la Ronda, ni Dios, el otro pidiendo tiempo para pensar en el pecado y ahora este desconocido... o mucho a cambiado, a peor, o mi juicio me la está jugando.

Me guardo mucho de darle nombre alguno antes de sonsacarle yo a él, si es  cierto que me conoce y de donde.

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01/07/2019, 08:40
Toribio "el Tunante"

Toribio mira extrañado... ¿De qué nos conocerá este fulano?  Estaba claro que el tal Avellaneda les conocía, más los 3 pillos no atinaban a ubicaral señor en sus más que saturadas memorias, puesto que no tenían cerebros, sino auténticas pilas de recuerdos e historias vividas.

"El Tunante" abre sus piernas y retira un pie hacia atrás la silla. No le gustaba esta situación y si bien sigue pareciendo el más amable de toda la taberna... seguro que si se levanta... daría pocos abrazos

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02/07/2019, 12:53
Francisco de Avellaneda

Un servidor, Francisco de Avellaneda -repetía el tipo- soy amigo de vuestro padre. Vos y yo coincidimos en vuestra primera comunión. Aún recuerdo lo bien que os sentó que os regalara una plumilla.

Entonces un resorte se movió en la mente de Gabino. Recordaba ahora aquella pluma, con el tintero incluido, y la hubo de guardar cierto tiempo, aunque no sabía ya dónde podría estar. También recordaba a don Francisco mucho más joven y apuesto, y ahora era una sombra muy distante de lo que fué.

Qué bien que estés aquí -decía aún de pie, mirando también al Tunante y a Julieta-. Vos contaré algo, si me permitís ¿Véis a aquel hombre de allí? -don Francisco se giró un poco, y miró de reojo al tipo que había intentado vender unos candelabros al otro. Pues lo estoy siguiendo. Como buen servidor de Nuestro Señor intento desenmascarar a los falsos cristianos, pecadores que esconden la realidad del diablo a los demás. Y la casualidad hizo que supiera que ese hombre proviene de familia judía conversa. Sus antepasados, años atrás, vivían en Teruel. ¿Y sabéis que había en Teruel? -enseguida os dísteis cuenta que el tipo tenía una labia prodigiosa-: La sinagoga más grande de toda la península. Y claro, cuando Dios iluminó a nuestra reina con la decisión de alejarlos de nuestros infantes, desmantelaron su templo y desaparecieron todos los tesoros que albergaban. Pocos se han encontrado desde entonces. El tiempo pone todo en su lugar, y ese hombre ha estado vendiendo las piezas de oro que su familia ha escondido durante generaciones. El caso es que... -él mismo se daba cuenta de que se estaba desviando del tema-; el caso es que cuando empecé esta investigación, pensé en denunciarlo a la justicia, pero luego vi que vive cristianamente, y por un repentino empobrecimiento prefiere deshacerse del oro que podría incriminarle de algo que no es. Ahora estoy buscando algún socio para que me haga un favor con toda esta historia... ¿Puedo sentarme? -don Francisco se había dado cuenta de que había contado toda esa retahíla de pie, y que no era propio de la discreción en un mesón-.

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02/07/2019, 20:53
Gabino Calamonte de Alveza

Por la Gracia de Cristo, sois vos ese Don Francisco de mi infancia? El tiempo os ha cambiado vive Dios que si. 

Perdonadnos, coged silla y acompañadnos. No se si podremos ayudaros en lo que sea que buscais colaboración. Aqui nosotros 3, buscamos tranquilidad y lugar para pasar la noche y luego el buen Dios nos proveerá de trabajo para subsistir.

Verdad Julieta? Que opinais vos Toribio... Sois hombre de mundo y en mil jaques habeis lidiado.

Por lo que decís Don Francisco, el hombre que acusáis, no es tan perverso, pues vive cristianamente... Nada de malo veo en que venda algunas reliquias de sus antepasados, que a día de hoy no representan su verdadera religión, pues judío o no, si es converso, bajo los ojos del Altísimo, habrá hallado el perdón. Quienes somos nosotros para juzgarle?

Aunque he de reconocer que de entrada, mas bien me pareció un tratante de lo ajeno con menos tacto que que un matarife asistiendo un parto de urgencia.

Aun con cierta cautela, pues los datos son correctos, pero con reticencias a dar muchos mas datos, que los pillos saben por boca del diablo los secretos de otros, le doy cancha al recien llegado.

Maese Alvaro, una jarra de caldo para este hombre, por favor.

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02/07/2019, 23:01
Director

Notas de juego

Se me olvidó confirmarlo, Gabino: efectivamente, te acuerdas de don Francisco levemente, pero sí: era amigo de tu padre.

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04/07/2019, 13:27
Francisco de Avellaneda

No sé yo, Gabino, ese hombre, siendo converso pues -decía, mirándole desde la mesa, ya a vuestro lado-, y así supuesto, que porqué se quiere deshacer de tal que ese oro que anuncia a unos y otros si no es para evitar acusación; que ya se sabe de los judíos. Entonces el posadero se acercó y llenó un vaso de vino a don Francisco. Os cuento más: Conozco un hombre de Francia, de Avignon concretamente, donde no son tan remilgados a tratar con estos objetos mientras sean de oro y puedan sacarles un buen dinero. Se lo compraría yo, pero, claro, si alguien descubriera que una persona de noble cuna antepone al perdón la obligación de denunciarlo, estaría en un grave apuro. En cambio, ustedes podrían hacer esa simple negociación. Si compran los candelabros y yo se los recompraré por un total de cien maravedíes, tal vez más, si así lo valen.

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05/07/2019, 01:47
Gabino Calamonte de Alveza

Don Francisco, he de reconocerle que yo poco ocupo mi tiempo en sentenciar  a fulano o zutano a penas y castigos morales y físicos derivados. Le insisto, que si nuestro Señor Celestial le acusa o le perdona, es algo que ningun mortal debe de contradecir, pues no somos mas que siervos del Hacedor.

Con respecto a comprarle dichas alajas, al pobre hombre, no creo esté en mi mano... No tengo tanto dinero. Lo justo para pasar la noche y pagar comida un par de dias... Con ese oro, refundido, además quedaría en mascarada la operación, cara a evitar habladurias, Pero parace que el hombre no tiene el Don de la discreccion.