Partida Rol por web

Caravana/Camino a Massura

El rápido paso del caballero quien,  incluso enfundado en su armadura llega pronto que todos, le permite ver el siguiente cuadro.

Un par de criaturas verdes humanoides,  pequeñas,  de orejas un poco largas y un cuchillo en mano se encuentran  terminando de desollar in situ, un trozo de pierna de uno de los caballos que yace,  agonizando aún,  en el piso,  con estertores en sus  otras tres patas. 

La pata ya ha sido cortada casi completa y mientras uno de las criaturas se esmera en despellejar, el otro ya está mordisqueando,  aún sangrienta y con algo de vapor,  la otra parte de la pata del caballo. 

Pueden ver que,  en forma paralela,  varias especies de sendas delgadas se empiezan a extender alejándose del punto donde están (algo tipo jurassik park, cuando los velociraptor se veian en el pasto largo,  con la salvedad de que estas marcas y sendas son pequeñas, similares al porte de la criaturas que tienen al frente). 

Cuando las dos criaturas se  dan cuenta que ustedes llegan,  los enfrentan,  como quien defiende su cena, cuchillo en mano.  

No era un ladrón... la carrera les había servido para alcanzar uno de los caballos, mas la escena fue ensombrecida al ver al animal siendo devorado en vida por las depravadas criaturas.

- Malditos, dejad de torturarlo...

No quería alzar la voz, prefería llegar hasta ellos para tratar de cercenar a uno de esos pequeños espantos por la mitad, a ser posible. Extrajo la espada larga de la vaina, no tuvo tiempo esta vez en fijarse en los detalles draconiles que la adornaban. Un dragón de ébano se enroscaba en la empuñadura extendiendo las alas. Un arma magnífica que demostró estar a la altura de los deseos de su dueño: Con un rápido movimiento recorrió los dos metros que necesitaba para alcanzar el fino cuello del goblin, hasta el punto de causarle una grave herida, incluso quizás darle muerte en el acto.

- A por ellos, no dejemos que habiten estos caminos por más tiempo.

Se quedó al frente, pensando que con su escudo protegiéndose más su expertía con la armadura pesada iba a resultar no un caballero cualquiera sino toda una torre de metal frente a esos enemigos.

Caravana/Camino a Massura

La sonrisa torcida de la criatura verde del cuchillo no alcanza a desdibujarse.

El caballero extrae su espada y, en un rápido movimiento,  el dragón en la empuñadura da un extraño giro en el aire,  siguiendo la muñeca del caballero. 

Como su fuera una película en cámara rápida,  la espada baja veloz y directa sobre la criatura, generando un feo crujir de huesos craneales.

La cabeza cede frente al peso de la enorme y pesada espada,  usada con habilidad por el caballero, y el cráneo se parte en dos,  dejando la espada enterrada una milesima de segundo hasta el tronco de la criatura,  mientras el caballero apoya su bota contra el cuerpo,  en un movimiento grácil y armónico para extraerla.

La criatura cae como un saco, descabezada, al piso. 

La otra criatura haciendo una rara finta, se rueda hacia atrás,  mientras grita en un idioma desconocido,  al tiempo que se percata que detrás de la fulminante torre de metal,  aparecen 2 personas más en su campo de visión. 

Echa a correr entre la hierba, dejando una especie de camino trazado levemente.

Oreg, intenta buscar al goblin con la mirada, en la noche, emite un bufido y dice:

"Maldita criatura, la perdí de vista... alguien la ve?"

Con su arma lista, el enano se ve furioso y listo para el ataque.

A pesar de haber intentado llegar cuanto antes a la grotesca escena el caballero y el enano se habían adelantado a Loli, pero le había dado tiempo a ver como la segunda de las criaturas se escabullía. Mientras Oreg refunfuña, la tiflin decide no esperar ni un segundo antes de salir en busca del ser escurridizo, adentrándose más en el caminito y aprovechando su relativa facilidad para ver en la oscuridad.

Caravana/Camino a Massura

Ven que la tiflin sale,  arma en mano,  tras la criatura y se interna varios metros en el pastizal varios pies alejados de donde están Gael y Oreg.

Mientras,  desde distintas direcciones empiezan a caer pequeñas flechas en el sector. 

Oreg ve como 2 de esas pequeñas flechas impactan en su brazo y pierna, mientras Gael, al ver la lluvia de flechas,  intenta cubrir con su escudo por lo que sólo 3 más aciertan en su armadura. 

Dos de ellas dejan abollada la armadura,  pero una de las flechas entra por una unión de la armadura,  ocasionando una ligera punción en su cuerpo. 

Oreg pega un grito,  al ver que ninguna de las criaturas se muestra y está a punto de salir corriendo a buscarlas. 

Estaba empezando a desorientarse, la mujer se había internado y resultaba que habían más de esos diablillos, lanzando flechas desde alguna posición escondida. Gael tenía la suerte de estar bien protegido.

- Sigamos, hay que rescatar al caballo.

No podían dejar sólos ni al animal ni a la tiflin, sería deshonorable hacerlo, además de dejar al enano sin carromato ya que no podrían tirar de él. El caballero sabía que había que seguir adelante.

- ¡No os saldréis con la vuestra, bribones, perderéis las cabezas por este atropello! ¡Colgarán de esas ramas sobre las que estáis ahora, ya veis que vuestras flechas nada pueden contra mi! ¡Seguid, hasta que llegue hasta vosotros!

Espetó a esos goblinoides a los que quizás su presencia terminaría por amilanar. No en vano sus pequeñas armas apenas suponían un problema para él, siendo evidente que podía destrozarlos si llegaba hasta ellos. Por su parte, les dejaría huir si tenían el sentido común suficiente pues sabía lo que era prioritario y no era perseguir a esas bestezuelas.

Ven un par de criaturas al parecer escondidas, dándose vuelta para seguir al caballo,    unos pies más allá del mismo. Se ven verdes,  para efectos prácticos les puedo decir que son goblinoides (una tirada de naturaleza cd 10, que deben lanzar).

Alcanzan a ver que vienen con arcos cortos,  y se muestran tan sorprendidos como ustedes. 

El caballo viene muy rápido,  al punto que pasa por entremedio de las dos y sigue su loca carrera había el bosque,  varios metros más atrás. 

Consiguió localizar entre las hierbas a varios seres de aspecto verde pero estaba segura de que no eran como su compañera druida. No. Aquellos eran los seres de los que Argalad le había avisado y si eran las mismas criaturas que había visto en el bosque estaba segura de que habría más. Tenía que estar preparada para lo que fuera a suceder ahora.

- Ponte a salvo en el aire, Argalad y busca más de esas criaturas.

Pastizales/Camino a Massura

Se adentran un poco en el pasto, siguiendo al caballo y los trasgoides verdes que los atacaron, cuando ven que el caballo que queda vivo, empieza una carrera derecha, pasando por encima de uno de los trasgos que se veían escondidos en el pastizal alto.

En ese instante, varias cosas pasan rápidamente y que un principio los confunde un poco.

De entre la maleza, hacia donde esta corriendo el caballo, se ve claramente una especie de gnomo de pelo verde, que musita unas palabras, lo que hace que las plantas y raíces aprisionen y se enrosquen en algunas criaturas trasgoides que estan cerca del caballo.

Detrás de la gnomo de pelo verde, una humana, vestida con una túnica viene diciendo unas palabras, y de su hombro sale volando una criatura que no se puede apreciar bien a esta distancia.

Un relampago ilumina por un momento la escena y ven como algunas criaturas (presumiblemente por el grito del guerrero) se retiran corriendo despavoridas entremedio de los altos pastizales en diferentes direcciones.

Pastizales/Camino a Massura

Un relampago nuevamente ilumina los pastizales y todos pueden darse cuenta de lo siguiente.

El caballo huyendo, pasa corriendo entre medio de una gnoma de pelo verde y una humana con tunica, mientras varias criaturas verdes se encuentran escapando por entre los pastizales.

Otras cuantas se encuentran apresadas en una marana de plantas y raices que las tienen presas en su lugar.

Desde donde venía el caballo, se ve un humano vestido con armadura, y una gran espada en mano, junto con una tiflin de piel rojo oscuro y ojos dorados, que refulgen en la oscuridad.

Mi caballo se encabrita un poco por el trueno pero logro calmarlo. Parece un buen corcel.
Debido a la lluvia no puedo seguir bien las huellas, aunque parece que se adentran en el pastizal.
De repente oimos un relincho enfrente nuestra y detengo mi caballo. Miro a Claire y veo que está pendiente de algo que yo no distingo saber lo que es.

Aramin va atento a las huellas y en un instante susurra en tono de pregunta 

- Mi tía

Loli todavía tiene el hacha de guerra en la mano y está más que dispuesta a atacar cuando ve a las nuevas figuras. Duda durante un breve instante deteniéndose, puesto que no le parece que estuvieran acompañando a las criaturas que acaban de atacar a los caballos.

Aún así, su tendencia natural es a no fiarse de nadie, así que coge firmemente su arma con ambas manos y la alza, preparándose para atacar a la primera criatura que se le acerque de modo poco amistoso.

Ver al caballo corriendo le suponía un profundo dolor, sabiendo que alcanzarlo sería imposible. Mas ahora la visión mostraba dos nuevas figuras y rodeadas también de goblins. Entre luchar por un equino o por dos personas, la razón no daba opción alguna.

Se acercó hasta uno de los pieles verdes que las amenazaba a ellas, puesto que Loli parecía más que sobrada para lidiar contra esos seres.

- Ya vengo a ayudarles.

Expresó sus intenciones a la par que la hoja de la espada larga recorría el aire sin encontrar oposición, ni pareció hallarla cuando el cuello de un goblin se interpuso en su camino. El golpe fue tan preciso que la criaturilla no tendría opciones de sobrevivir.

- Soy Sir Gael Taulo, estos malditos trataron de robar los caballos del carromato y ahora éste no podrá seguir camino.

Fue explicando, con el escudo alzado para interceptar cualquier nueva flecha, mostrando la figura del dragón negro que era la marca de su casa.

- He visto algo corriendo entre los campos, -dice Claire- humanoides, pieles verdes, creo. Pero me resulta difícil seguirlos con la vista. La lluvia y la oscuridad hacen que los ojos humanos de la paladina tengan problemas para orientarse. No se si seré capaz de localizarlos otra vez.

Ralentizando un poco a su montura, para que todos tengan una mejor oportunidad de ver lo que les rodea, empuña su escudo. Sigue sin estar muy segura de lo que ha visto, por lo que prefiere darle prioridad a la defensa, no sea que por error en la oscuridad ataque a algún inocente al confundirlo con una amenaza. 

 Por un momento,  y según lo que crees es causa de un relámpago,  tu visión parece aclararse por momentos,  y entre la lluvia y relámpagos,  te parece ver un ave volar desde un cierto punto,  al enfocar tu vista,  ves una humana que justo se mueve para ver pasar un caballo desbocado frente a ella. Además, al otro lado del caballo ves una criatura parecida a un gnomo,  que también se mueve cuando el caballo  pasa a su lado. 

Unosc pocos pies delante de ellos,  puedes ver un atisbo de 2 criaturas,  una envuelta en armadura,  que , justo cuando la ves,  deja caer su espada sobre una criatura pequeña de piel verde,  y una especie de demonio astado (un tiflin) con un hacha a su lado.

Antes de que tu atisbo de vista en la oscuridad se acabe,  alcanzas a ver múltiples criaturas verdes escondiéndose en la hierba alta. 

Al parecer no os han visto.