Sin haberse aclarado aún los motivos de la anterior parada el tren sigue su camino con todos sus pasajeros en silencio, dormitando o mirando el paisaje. Al cabo de un par de horas más el tren vuelve a detenerse, pero en esta ocasión es la parada prevista para cargar agua. Parada que tardará unos diez minutos, por lo que no se aconseja descender del vehículo.
Cuando miraste por la ventana viste algo que te perturbó. En el momento no te fijaste en ello, pero en tu mente quedó grabado algo extraño. Más tarde, mientras descansabas volvió a tu mente la imagen y sin buscarlo descubriste lo que era. Entre los matojos había un cadáver. Imposible de reconocer por el rostro, pero sin lugar a dudas su atuendo te viene a la mente de forma clara y perfectamente definible: el de un maquinista de tren.
Perdona, no me llegó la notificación de que habías posteado las tiradas.
El conde se levanta de su asiento en el vago y comienza a caminar de manera errante para estirar un poco las piernas
ya no veo la hora de llegar de una vez a Berlin y poder comenzar mi trabajo nuevamente, estas vacaciones me han dejado muy distanciado de la realidad de mis negocios piensa mientras avanza hacia las damas del vagon y las mira con discrecion, mmm, no se acostumbra uno a ver chicas asi en vagones militares busca con la vista un lugar donde beber un trago
mi personaje lleva un arma junto con el por razones de seguiridad, es una luger alemana. ¿puedo?
Hala si, máster.. cuánto tiempo ha pasado?
Ha pasado aproximadamente 7 horas desde que el tren salió de Roma. Seis de vieja y una perdida por la parada (entre detención, investigación y arranque hasta recuperar la velocidad normal)
Si, puedes llevar la Luger, pero lee bien tu personaje. Según tu coartada no trabajas habitualmente en Alemania, vas a resolver un tema puntual.
Por otro lado, en tu vagón sois "oficialmente" todos civiles. El único militar eres tu (que sepas) y se supone que nadie lo sabe.
Ya es hora de la cena
Romina guarda sus naipes y se dirige de nuevo al vagón restaurante...
La señorita Lorena abandona el vagón en dirección al restaurante.
El conde camina estirando las piernas hasta que el tren vuelve a ponerse en marcha, ya arrancó piensa mientras se dirije a un lugar donde puede sentarse, se sienta y sin consultar si esta permitido enciende un cigarrillo
Italo Crespi decide buscar a los Kassel. Algo lo incomodaba demasiado y no quería que pasara de largo.
¿Habrá sido nuestro maquinista? Quien está ahora a cargo del tren. Y si fue otro, ¿ Que hacía ahí?, ¿por que frenamos?. No otro no podría ser, en epocas de guerra uno no frenaría por ver un cadaver, ¿ O si?. Dios, teng que encontrar a alguien que me diga que está pasando.
Los Kassel no están en el vagón. Probablemente se encuentren en el vagón restaurante, al menos Fiodor, ya que suele ser allí donde más se requieren sus servicios.
Italo crespi sintió la urgencia de encontrarlos, asi que se dirigió al vagon restaurante. Su imagen no era del todo auspiciosa. Transpirado agitado, como si hubiese visto un fantasma. Toda la porte del gran señor Italo Crespi se habia tornado en un manojo de nervios.
¿Hay un asesino en el tren?. ¿Habrá sido un acto rebelde?.
Italo Crespi, sale hacia el vagón restaurante. Parece preocupado, pero no dice nada al respecto.
El teniente Wishendal comprueba (llamando a la puerta) que los compartimientos están vacíos, después de eso reúne a todos los civiles en el pequeño salón del vagón y les dice:
Vuelvo al vagón-restaurante. Abreme la escena cuando puedas.
cuando el teniente Wishendal se da la vuelta para volver al vagón restaurante el tren pega un brusco frenazo y comienza a perder velocidad rapidamente produciendo un profundo chirrido.
Todos los que estaban en pie pierden el equilibrio y terminan en el suelo.