Partida Rol por web

Después de terminar de hablar con el hombre de los establos, Khalam sigue a sus compañeros hacía los limites externos de la ciudad.
- Bueno Atara, que hacemos aquí? Pregunta a la exploradora.
- Hemos pasado por la casa de Andros Calodra, el padre de Kara. Nos ha dicho que el joven que le gustaba no es Oral Nanzher, sino que es Elaint Marsk. Y que suele salir con otros jovenes a caballo y que los alquilaban en el establo donde los encontramos. Que han podido averiguar ustedes?

Con los datos que le había dado la doncella de la casa Bruil, a Xanaphia se le aceleró el pulso. Una vez al mes durante tres días eran los días de plenilunio, ella que vivía en contacto con la naturaleza lo sabía bien, según se contaba en su tribu esos días eran en los que los hombres lobo se transformaban en su mitad animal -Y Argens vuelve con la ropa desgarrada y con sangre seca-.

Cambió de idea y ya no se dirigó hacia la taberna, si Red y Khal querían intimidad la tendrían, sus pasos la llevaron hacia las puertas de la ciudad quizás alguno de los guardias se acordaba de haber visto salir al joven Bruil o a Oral.

-Mas o menos lo mismo, Una semielfa con un cuervo como mascota pagó por cinco caballos y un pony hace varios meses, y se los llevaba un par de días más o menos una vez al mes, dejándolos por los demás aquí, con un amplio suministro de equipo de aventureros a mano. La dama se llevó las monturas hace unos cinco días.

-Si llevaban tiempo yéndose de aventuras es fácil que alguien les haya tendido una emboscada, cinco nobles solos son un regalo para la bolsa, Fenrir ha localizado el rastro de Oral, nos conducirá hasta ellos. Dijo Atara acariciando a su amigo

-Por cierto caballeros, ¿quien es la semi elfa? Les pregunto mirando a la mujer que les acompañaba

El compañero animal de Atara miraba hacia la salida de la ciudad. Miraba hacia la puerta del norte, porque el rastro de la dama les conducía hasta allí. Preguntar a los soldados en busca de algo de información o salir sin más, esa era la decisión que debían tomar en aquel momento.

Bregor había decidido que aquella misión carecía de su importancia, y se quedó tomando algo en alguna taberna cercana, pero a quien sí que visteis fue a una semielfa que se acercaba a vosotros con curiosidad por el tema del que estabais hablando. Quizá ella también poseía algo de información sobre el tema a investigar.

Los pasos de Xanaphia la llevaron hasta la puerta norte, pues era la mas cercana, y allí se percató de la presencia de un grupo de lo que, por sus ropas, andares y porte, supuso serían aventureros. Dudó si acercarse, todos eran humanos y no sabía cómo sería recibida, si bien habitualmente no tenía problemas por su ascedencia mestiza sí había habido unas pocas ocasiones en las que había tenido 'roces'.

Tras unos instantes, en los que se quedó mirando en la distancia al lobo que acompañaba a la mujer del grupo con la cabeza ladeada, pudo escuchar el final de lo que hablaban; parecía que habían advertido su presencia, por lo que sin esperar mas tomó la decisión. Tenía un encargo bien pagado y, aunque ella fuese una mujer con muchos recursos, nunca venía mal la ayuda; además parecía que el lobo había localizado el rastro de Oral, no podía dejar escapar esa oportunidad. Se acercó con pasos largos y seguros, la mirada recorriendo las caras de los que esperaba fuesen buenos compañeros, y la confianza reflejada en su rostro.

- Cálidos días camaradas de gestas. - su mirada se quedó un momento parada en la del hombre con el pelo trenzado y luego la fué alternando entre él y la mujer, pues eran los únicos que habían hablado - Soy Xanaphia Soac, me gusta ayudar a la gente y me han encargado un cometido. Me vendrían bien mas brazos para cumplirlo, hay una suculenta recompensa por las posibles molestias por supuesto, pero si ya tenéis algo entre manos quizás podríamos aunar esfuerzos para resolver ambas misiones.

Lezard mira a la chica y sonrie, no en tono de burla sino algo contento por el hecho de que hay más personas unidas bajo la bandera del bien. Bienvenida seas, mi nombre es Lezard dice a la joven que se acaba de presentar.

Atara miro de arriba a bajo a la recién llegada, se fijo en su indumentaria, en su aspecto físico, en sus armas, quería saber que habilidades tenia esta semi elfa. 

-Saludos Xanaphia, ¿cual es el encargo que te han encomendado y como de generosa es la recompensa?

Lezard mira a Atara y sonríe, sino hubiera dicho eso me habría preocupado pensó para si...

Sí, no es que nos hayamos escondido precisamente, pero siento curiosidad por que nos expliquéis como habéis dado con nosotros.

Sonrió, empezaba a conocer a Atara, y ya podía la semielfa ofrecer una buena oferta, o acabaría con una patada en el trasero.

Khalam se dispuso a escuchar lo que tenía que decir Xanaphia, aunque muy cordial su presentación, el encargo que ellos tenían no podían difundirlo con cualquiera.
- Buenas tardes. Respondió.
- Como han dicho mis compañeros, ¿cual es tu encargo?. Y ¿que te trae para estos lados?

El primero en contestar fué el mago, educadamente le dió la bienvenida y se presentó pero no dijo nada mas, por lo que Xan hizo una leve inclinación de cabeza dando a entender que lo había oído para acto seguido volver a mirar a la mujer. Iba a contestarle cuando el menudo chico rubio le hizo una pregunta que no entendió, se encogió mentalmente de hombros, a pesar de que ninguno mas se había presentado y no se podía dirigir a ellos por su nombre, se dispuso a contestar a sus preguntas. Primero miró a la mujer -Atara creo que la han llamado- pues había sido la primera en formular sus dudas.

- Busco al hijo de uno de los grandes señores, hace varios días que su padre no sabe nada de él y está dispuesto a pagar mil piezas de platino porque se lo traiga de vuelta. Por supuesto que la recompensa será a repartir en partes iguales entre quienes lleven a cabo el trabajo. - se dirigió entonces a los dos hombres de los que no sabía su nombre - No 'os' estaba buscando, - dijo como si hacer eso fuese algo raro pues no los conocía de nada - he venido para preguntar a los guardias si habían visto salir al joven y al veros me he dicho que podíamos compartir camino.

No le gustaron las palabras de la semi elfa, ¿cuantos caza recompensas mas habría en juego? Empezaba a peligrar la recompensa, tenían que darse prisa.

-Nos disculpas un momento Xanaphia. Le dijo a la semi elfa separándose de ella con el resto de sus compañeros.

-Ese Hideputa de Nanzher ha debido de contratar a todos los caza recompensas de la ciudad- Les dijo a sus compañeros mientras daba una patada a una piedra. -No me gusta nada, hay mucho oro en juego.

Para Atara la noticia le resultó como una bofetada, creía que el anciano era un hombre de palabra y que el contrato era para ellos, no una especie de búsqueda del tesoro para todos lo piratas de la zona. Tendria que rendir cuentas mas tarde con su excelencia.

-Aunque por otro lado, Bregor se ha rajado y no sabemos lo que nos espera en el camino, quizás deberíamos aceptarla, la bolsa sera la misma, Bregor por ella. ¿Que pensais vosotros?- Les pregunto a sus amigos

Al escuchar el planteamiento de Atara Lezard responde.

Estoy de acuerdo, basicamente es 1x1 pues, quizás esta chica inclusive pueda tener mejores habilidades no se, de cualquier manera más vale uno más en el equipo...

Yo estoy de acuerdo en que se quede...

Dijo el mago sin más que agregar...

Bueno, también asegurarnos que es de fiar y si puede ayudarnos en algo, ¡no seríamos los primeros a los que un ladrón desvalija por la noche!

Aunque rió por su propio comentario, no era ninguna broma, a él mismo le había pasado por confiar demasiado.

Por lo visto el grupo iba a tener un nuevo integrante y uno de los viejos los abandonaba. La idea de que alguien se les uniese no le agradaba mucho, pues no sabía si podían confiar en ella. A el no le importa de que raza proviniese mientras no los traicionara.
- Así que estas buscando al hijo de Nanzher. ¿Que has podido averiguar al respecto? Le pregunta a la semielfa.

Fenriri continuaba nervioso mientras olisqueaba el suelo. Sabía que aquello que estaba buscando estaba más allá de aquella puerta y no comprendía porque su compañera humana se había parado allí si ese no era el objetivo.

Al ver la reacción de Fenrir Lezard se voltea hasta Atara y dice, que le sucede a tu amigo? Aún esta inquieto...