Gracias a la música del bardo y al valor que inspiraba sus golpes con el tambor, los aventureros se llenaron de energía para acabar con aquella bestia. La primera en actuar fue Xanaphia que le encajó un duro golpe en el pecho. Después le siguió Khalam que también le hizo bastante daño. Y por último, Atara encajó una de sus flechas en pleno entrecejo haciendo que éste cayera gravemente herido al suelo.
Aquella bestia ya no les iba a volver a molestar. La habían logrado eliminar definitivamente. La criatura no parecía poseer nada de valor.
A su alrededor había restos de un terrible combate, allí había seis orcos muertos por espadas, flechas y conjuros. Los cadáveres habían sido despojados de cualquier cosa útil. Yaciendo parcialmente tapado por uno de los cuerpos de los orcos estaba el cadáver de un enano.
Atara investigó los rastros que había allí, había huellas de cinco compañeros, de caballos y de orcos. Viajaban muy juntos, y eso solo podía significar una cosa, los desaparecidos habían sido secuestrados por los orcos que les habían atacado.
Xanaphia todavía no había acabado de clavar la lanza cuando el filo del hacha pasó silbando cerca suyo y abrió una brecha en el cuerpo emplumado de la criatura. La semielfa estiró del arma para volverla a clavar pero entonces la bestia cayó al suelo, dos flechas permanecían clavadas entre sus ojos negros, la guerrera volvió la cabeza hacia donde se había resguardado la otra mujer y una enorme sonrisa apareció en su rostro mientras remataba al animal para que no sufriese mas de lo necesario.
-Buenos disparos. ¿Estás bien Khalam? -dijo mirando la sangre que manchaba el rostro del humano mientras sus ojos volvían a adquirir su color azul.
Su postura no se relajó, seguía estando atenta a los alrededores por si el 'festín' llamaba a algún otro carroñero y por si veía algo inusual, aunque dejó lo de buscar rastros a su compañera pues estaba mucho mas capacitada que ella para la labor. El cuerpo del enano hizo que elevase una ceja pero no se acercó, para qué si no conocía a ninguno de su especie, en cambio la información de que los cinco que buscaban habían sido hechos prisioneros hizo que reaccionase.
-Estos 'niños ricos' que no saben lo que hacen... -murmuró mientras comenzaba a andar siguiendo la dirección indicada.
Atara observó como la bestia recibía el aluvión de golpes que, tras un certero disparo, acabaron con su vida. No le gustaba matar animales, pero este estaba encolerizado y al menos fue una muerte rapida.
Saludo a Xanaphia tocándose el sombrero tras su comentario y se dirigió a la bestia, le arranco una garra y colocó una de sus plumas en su sombrero. Ante todo, Atara seguía siendo una mujer y como a toda mujer le gustan los complementos.
Tras investigar el campo de batalla, Atara comunicó a sus compañeros sus conclusiones, como llevaban tiempo pensado, los nobles habían sido secuestrados.
-Debemos seguir el rastro, supongo que los nobles seguirán vivos, si son orcos medianamente listos sabrán que sus invitados valen su peso en oro.- les dijo Atara a sus compañeros. -Aunque no entiendo que hace este enano aqui.- Exclamo pensativa. -¿Khalam, había algún enano en el grupo?
Tal vez no fueran tan tontos y el enano fuera un guía, o un aventurero más experimentado... pero para lo que les ha servido.
Con tristeza, inspeccionó el cadaver del enano, aunque supuso que la muerte habría sido por acero orco.
Creo que deberíamos enterrarle.
-Mmmm..... No soy muy ducha en costumbres funerarias enanas, no se si prefieren ser incinerados o enterrados, lo que si se es que no tenemos tiempo.
Se acerco al joven Jairee que mostraba claros signos de tristeza en su rostro y le puso una mano en el hombro.
-Eres un buen hombre Jairee, pero poco podemos hacer por el enano, esta tierra es demasiado dura para ser movida sin el material adecuado, y no tenemos ni palas, ni picos ni un triste azadón.
-Pero hay algo en lo que si soy muy ducha.- Le dijo mientras acariciaba el pomo de su espada. -En la venganza, deja que te enseñe y honremos la muerte del enano.
Espero que ninguno lleve una pala, sino voy a quedar como el culo, jajajaj xD
Khalam se acerca junto a sus compañeros para inspeccionar los cuerpos que quedaron de la batalla. Al chaman le llamo la atención los cuerpos con indicios de muerte por magia, pues no sabía si alguno de los nobles poseía aptitudes mágicas o si los orcos tenían alguien que pudiera hacer magia de su lado. Por lo que ahora deberían avanzar con cautela, pues no sabían lo que se iban a encontrar adelante.
También se observo las heridas causadas por la bestia, por lo que decidió utilizar una carga de su cinturón para poder curarse. Una vez que termino se acerca a Atara y le dice.
- Me parece bien que la mejor manera de vengarlo es con la caza que le dio muerte, pero también no me parece dejarlo aquí con estas criaturas desagradable, pero si no lo enterramos o cremamos va a ser victima de alguna otra criatura carroñera como la que acabamos de matar. Por lo que yo diría de cremarlo y dejar un epitafio para que sepan quien descansa aquí.
Motivo: Cinturón curativo
Tirada: 2d8
Dificultad: 10+
Resultado: 13 (Exito)
Me curo 13 PG por lo que estoy como nuevo.
La guerrera se detuvo a los dos pasos y escuchó la conversación y el dilema que debatían sus compañeros, pensaba no intervenir pues todavía no tenía confianza con ellos pero no podía permitir que encendieran un fuego.
-Si lo quemamos el humo puede alertar a los orcos de nuestra presencia y no nos conviene. -dijo pues en su tribu se quemaba a los muertos y sabía que hacía falta un gran fuego para consumir un cuerpo -Si no queremos que se lo coman los carroñeros lo mejor sería envolverlo con algo y colgarlo en un árbol.
Colgado estaría a salvo de los animales terrestres que vendrían a por los otros cadáveres y envuelto no recibiría los picotazos de los alados, además de que el olor sería menor -Aunque nunca se está a salvo de todo-.
-Cuando volvamos lo recogemos y nos lo llevamos para que sus seres queridos sepan de él y reciba el funeral que merece.
Ningún vestigio de duda en sus palabras, estaba más que claro que volverían todos sanos y salvos, 'Si no tienes pensamientos positivos nada positivo te sucederá' era una de las frases preferidas de su madre y suya por supuesto.
Atara escucho a sus compañeros, ambos tenían razón.
A ella tampoco le gustaba la idea de dejar al enano entre los restos de los orcos, pero sabia que encender un fuego llamaría la atención. Mirando a Xanaphia y asintió a sus palabras.
-Estoy de acuerdo con Xanaphia, el fuego nos delataría. Si tenéis una cuerda yo misma atare al enano.
- Bueno, pues por el honor del enano, os dejo que sigais roleando, y el que tenga una cuerda que lo diga, y se la quite del inventario.
- Después continuaremos con la aventura.
¡Seguid roleando!
Atara tenia una cuerda, pero no sabia si iban a necesitarla en su viaje, por lo que intenta buscar alguna liana o enredadera por los alrededores que pudiese hacer la función de cuerda.
Tirada oculta
Motivo: buscar enredaderos
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+6)=24
Si no encuentra nada usa la cuerda y listo, tampoco vamos a estar con esto toda la semana xD ajajaj
En fin, supongo que si no hay más remedio lo tendremos que hacer así. Un poco decaido por no poder presentar sus respetos a un muerto se decidió a ayudar con todas sus fuerzas al menos a esto.
Xan negó con la cabeza en señal de que ella no llevaba cuerda y se dipuso a ayudar a Atara en la búsqueda de algo que pudiese hacer las mismas funciones.
Tirada oculta
Motivo: Buscar 'cuerda'
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16
Khalam observo a Atara y con un gesto de la cabeza señalo que no poseía ninguna cuerda.
Mientras sus compañeras buscan algo para suplantar la cuerda el chaman hace guardia para que no los tomen desprevenido.
El terreno es demasiado inhóspito, y no parece que haya nada suficientemente largo para que sirva de cuerda.
Si al final la usais, habrá que descontarla del inventario.
Okey, me la quito
Tras colgar al enano de uno de los árboles para tratar de evitar que los carroñeros acaben con su cuerpo, el grupo de aventureros continuó su misión. Esta vez el rastro era más claro que nunca, pues además de las huellas habituales, estaban las de los orcos que los habían secuestrado.
De vez en cuando, un cadáver de caballo salpicaba el rastro, parecía que conforme los orcos iban teniendo necesidades, se iban abasteciendo de la carne fresca del equino.
Pasadas unas cuantas horas, casi cuando el sol estaba en lo más bajo, una columna de humo llamó la atención de los aventureros. Fuera lo que fuese, no muy lejos de allí, había alguien haciendo un fuego.
¿Enemigos, aliados, ir hacia allí, evitarlo?
Humo en la distancia, un campamento que se prepara para pasar la noche y una huellas de orcos que conducen en su direccion. La probaibilidad decia que su objetivo estaba cerca y el instinto de cazadora de Atara despertaba
Estaba ansiosa por salir tras ellos, pero estaba acostumbrada a cazar sola y no en grupo, a pasar sin ser vista ni escuchada, esta vez eran muchos y disimular tantos ruidos de pisadas seria dificil.
-Muy bien caballeros, y señorita- Dijo sonriendo a Xanaphia. -Es muy posible que el orgien del humo sea nuestro objetivo, tenemos que planear que hacer. Atacarles, espiarles, intentar un rescate.....
-Yo abogo por el espionaje, puedo esconderme entre la maleza y observar como es su campamento, numero de orcos, guardias, donde tienen a los nobles.... Con esa informacion podemos planear mejor que hacer. ¿Que decis?
Y dicho esto se apoyo en un arbol a esperar la respuesta de sus compañeros.
Tras completar el trabajo de colgar al enano no acabó de estar satisfecho, pero se había dejado convencer, y además, mucho mejor lo podían hacer salvando las vidas de aquellos chavales antes que enterrando al enano. Solo esperaba que esta "pequeña" perdida de tiempo no les hiciera llegar tarde, no se lo perdonaría nunca.
Si tienes confianza en tus habilidades no me parece mal. Nos quedamos a una distancia prudente, tu avanzas sola y si hay problemas grita mientras huyes.
Como no encontraron nada útil Atara sacó la cuerda que portaba y la utilizaron para subir el cuerpo inerte del enano, Xanaphia pensó que era un desperdicio utilizar la única cuerda del grupo para algo así, pero como no era su cuerda se guardó su opinión para sí misma y ayudó en la tarea de elevarlo. El rastro se volvió mucho mas fácil de seguir -Si hasta yo puedo seguirlo- pensó la semielfa mientras pisaba sobre las huellas de los orcos que los precedían y veía los restos de un caballo al borde del sendero -muy seguros se sienten si no tratan de ocultarlo-, y ese último pensamiento le caló. El resto del camino no paró de pensar que seguro se dirigían a un gran campamento de orcos y que la 'fácil' misión de encontrar a un muchacho medio borracho se iba a convertir en toda una prueba de astucia y aguante -A lo mejor me tendría que haber quedado en la taberna con Red y Khal, no estaban mal...-.
Entre atenta a la retaguardia y metida en sus pensamientos iba cuando los pies del que caminaba delante suyo se detuvieron y ella hizo lo propio. Al fijarse en el horizonte que tenían delante, y no en el que dejaban atrás, vió lo que había suscitado la parada: una columna de humo, posiblemente del campamento de aquellos a los que seguían -De nuevo sin ningún reparo a la hora de mostrar su presencia-. Escuchó a la humana y una ceja se elevó en el rostro de la guerrera cuando se dirigió a ella como 'señorita' pero solo asintió a sus palabras y a las de Jairee.
-Si quieres algo de apoyo te acompaño -se ofreció Xan mientras dejaba descansar el peso de la parte superior de su cuerpo en la lanza apoyada en el suelo -si son el grupo al que seguimos se muestran demasiado confiados.
Al final verbalizó sus temores, además si por el contrario era cualquier otro viajero deberían convencerlo de la idoniedad de apagar la fogata y eso a ella también se le solía dar bien.
El chaman observa la columna de humo que se elevaba en la cercanía. Si llegaba a ser de los orcos, estos nunca se imaginarían de que les están siguiendo. La noche puede ser su mejor aliado para poder caerles de sorpresa si llegasen a ser ellos.
- Por mi esta bien Atara, ve a inspeccionar el lugar. El sabía que sería una molestia para su compañera el ir, pues seguramente lo escucharían mucho antes de llegar.
- Yo me quedare aquí esperando, bien quietesito para no hacer ruido.