Partida Rol por web

[ELdG] Sunny Tear Sanitarium

Capítulo 1: Tanatofobia

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19/02/2018, 11:55
Paciente

Ante la repentina pregunta por parte de Onfale ante la situación clínica del Enano, este tan solo pudo responder lo que él bien sabía con total seguridad lo que le había ocurrido dentro de aquel lugar de pesadillas, y así se lo explicó a aquella, que parecía tener poder para curarle, o al menos, parecía insinuarlo.

-Lagartos eléctricos. Me encerraron con una furiosa manada, ¿jauría?, ¿bandada?... con muchos Lagartos Eléctricos en una celda oscura, mis brazos y piernas están llenas de quemaduras y mordiscos de estos animales; la primera vez logré soportarlo y salir, dentro de lo que cabría esperar, bien. Por mi propio pie... pero la segunda vez... 

No queriendo recordar más la terapia, aquel pobre guerrero comenzó a continuar con lo que tenían enfrente de ellos, en dicho cuarto a oscuras, así que comenzó a describir lo que ahí se encontraba para su acompañante.

-Hay un gran cilindro de hierro que llegaba hasta lo alto de la habitación, tiene unos quince o veinte pies de ancho, con una portezuela a media altura, también de metal. Hay varios troncos de leña apilados, y hay una puerta de madera que da a la habitación izquierda, donde se metió el otro enmascarado.

Dicho lo cual, el enano Thimaz pensó en la opción de que quizás si hicieran un incendio podrían controlar y hacer retroceder al ser que los perseguía, e incluso lograr escapar entre el caos; o incluso usar alguna barra de hierro para doblar los barrotes y escapar del lugar en tanto lío. - Por desgracia, aún pudiendo hacer todo eso, su posibilidad de escapar era casi nula, al menos hasta que sus brazos y piernas volvieran a funcionar... y se deshiciera de la mascara.

Notas de juego

No tengo ni la más remota idea de si siente o no las piernas/brazos, supongo que no... ¿no?

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19/02/2018, 22:12
Paciente

No había ningún enemigo detrás de la puerta, lo que consoló a Aire. Mientras el enmascarado acudía a la segunda habitación, ella escuchó las palabras del enano. Su historia sobre los lagartos, en otro momento, le parecería fascinante. Pero su interés perdió energía cuando escuchó lo de los troncos. Se acercó hasta allí

¿Se pueden coger? Se acercó hasta ellos, pero no se terminó de atrever a poner un pie dentro de esa habitación. ¿No hay nadie dentro? Podemos coger esos troncos, usarlos como arma, de algo pueden servirnos se encogió de hombros. No quería entrar hasta que la aseguraran que no había nadie allí.

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19/02/2018, 22:12
Paciente

No había ningún enemigo detrás de la puerta, lo que consoló a Aire. Mientras el enmascarado acudía a la segunda habitación, ella escuchó las palabras del enano. Su historia sobre los lagartos, en otro momento, le parecería fascinante. Pero su interés perdió energía cuando escuchó lo de los troncos. Se acercó hasta allí

¿Se pueden coger? Se acercó hasta ellos, pero no se terminó de atrever a poner un pie dentro de esa habitación. ¿No hay nadie dentro? Podemos coger esos troncos, usarlos como arma, de algo pueden servirnos se encogió de hombros. No quería entrar hasta que la aseguraran que no había nadie allí.

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20/02/2018, 12:13
Paciente

Onfale escuchaba atónito las torturas recibidas por el enano y que lo habían dejado en semejante y pésimo estado.

- Entonces pasará con el tiempo.- Le dijo tratando de consolarlo, pero sin tener ni idea. Atendió a su descripción de la habitación.- Una estufa.- Había leña como para hacer un fuego y tener luz. Ahora sólo necesitaban recuperar sus cosas para encenderlo.

Aire pedía coger algún tronco para defenderse.

- No veo porqué no. Serán mejor que nada.

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20/02/2018, 20:19
Paciente

Piedmon siguió el camino de todos sin ninguna objeción. Habían optado por dirigirse hacia la pila de leños y al verlos miró a la paciente de voz aniñada que preguntaba si podrían cogerlos. Piedmon no encontraba utilidad a aquellos palos y cuando comentaron que podrían usarlos como armas, prefirió mirar su sábana y consolarse con ellas.  Después se encogió de hombros, realmente aunque tomara esos leños entre sus manos no sabría como usarlos para atacar con ellos. Él solo era un saltimbanqui capaz de dar grandes saltos e inutilizar a sus enemigos convirtiéndolos en llaveros de peluche gracias a su mágica sábana.

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20/02/2018, 21:43
Paciente

Sí... Mejor contarle a este señor tan amable que la tortura fue así-dijo Wichecca-No le hables de cómo te ataron a una plancha al rojo para que levantaras los brazos y las piernas, mientras ellos agitaban las pértigas para que los lagartos eléctricos de las jaulas lanzasen sus ra... Brrrr... Esa palabra que empieza por ra y termina por yos, y que tanto miedo nos da... Mantén la calma. Si pierdes los nervios, pueden elegir abandonarte aquí, mientras ellos huyen.

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20/02/2018, 21:48
Director

El lado malo era que Thimaz no sentía ni brazos ni piernas, ni cuando Onfale malévolamente hacía chocar la silla para comprobar si gritaba con un golpe en la canilla. El lado bueno era que no estaba verdaderamente tetraplégico. Por ejemplo, sentía el típico picor de huevos que producía la tela áspera de la túnica, pero no podía mover la mano hasta allí para rascarse. Puede que Onfale tuviese razón, y la movilidad de las extremidades las recuperaría con el tiempo.

Thimaz guió a Onfale hasta la pila de troncos y cogió uno para Aire. Bueno, él no. Pero le dijo a Onfale que lo cogiera y lo dejara en el regazo del enano.

En cuanto a Leiath, tras la nueva puerta encontró unos vestidores limpios y recogidos. Había taquillas cerradas con llave y bancos de madera, y un par de ventanucos que filtraban la luz de las estrellas que relucían en el exterior.

Notas de juego

Thimaz y Onfale están en 6 a oscuras. Leiath está en 7 en penumbras. La puerta que hay entre 6 y el pasillo continúa cerrada.

Por situaros mejor: la habitación que hay debajo del 18 es en la que estaba el loco de la mecedora. La habitación que hay encima del 7 es la de la terapia en grupo. Entre 6 y 7 está el que llamé antes como "pasillo secundario".

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20/02/2018, 22:13
Paciente

La muchacha recogió el madero del regazo del enano. ¡Gracias! dijo, ya dejando de mirar el interior de la habitación. ¿Por qué estarían esas salas tan oscuras? ¿Acaso llevarían antorchas a todos lados para moverse por allí? Aire empezaba a angustiarse un poco entre tanta negrura, y jugó con el tronco, casi agrediendo a Onfale y al enano.

¿Y ahora qué? preguntó más para sí misma que para los demás. Retrocedió lentamente hasta el principo del pasillo y miró por la puerta a ver si alguien se había acercado sin que lo hubiesen visto. Tener ese tronco parecía hacerla sentir algo más segura, aunque no mucho. Quiero encontrar a Aristóteles y a Platón reconoció. Continuemos por aquí dijo, señalando la puerta cerrada que todavía quedaba.

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21/02/2018, 10:16
Paciente

Unas taquillas! Para la bruja de Hala, desesperada como estaba, era como ver el cofre de un tesoro pirata, lleno de posibilidades. Se le encendieron los ojos con codicia y esperanza.

Corrió hacia la puerta que daba a la habitación donde pensaba que estaba Onfale con el enano.

- Por aquí, venid! He encontrado unas taquillas, ayudadme a abrirlas, de prisa!

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21/02/2018, 10:20
Paciente

Onfale había dejado sabiamente el tronco de madera en la entrepierna del enano para que la inocente Aire lo cogiera y, así, averiguar si el enano sentía o no algo. En la oscuridad el perfumista no apreciaba lo que hacía Aire con el palo y, mientras no le golpease, se quedaba tranquilo. Recordaba que la hechicera no sólo era poderosa con su magia, sino también fuerte, más fuerte que él, al menos.

-Maese enano, ¿le parece que investiguemos la sala que queda justo en frente al salir de esta?- Giró la silla de ruedas sin dar al lisiado muchas opciones. Al salir al pasillo preguntó a Leiath si había encontrado algo interesante. No hizo falta. Cuando salieron se dieron de "ruedas" con la Bruja de Hala.

- Voy.- Si Aire quería coger al enano y empujarlo hasta la siguiente habitación podía hacerlo y, si no, Onfale lo llevaría a las taquillas.

Notas de juego

Voy hacia 5, a no ser que me digan lo contrario.

¿Con el cuchillo pudo intentar abrir cerraduras, como las de las taquillas esas que están cerradas?

Justo me crucé con Leiath.

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21/02/2018, 10:36
Paciente

-Yo me ocupo del maese Thimaz mientras intentas abrir las cerraduras.

Leiath tomó los mandos de la silla para dejar a Onfale hacer su trabajo y entró de nuevo a la habitación de las taquillas.

Ese es su nombre, no es así?- preguntó al enano algo dubitativa mientras se agachaba para que le pudiese mirar a los ojos directamente.- Mi nombre es Leiath y soy una discípula de la diosa Hala. Tengo conocimientos curativos, me deja que le examine por si pudiese hacer algo para acelerar su restablecimiento?

Notas de juego

Si acepta el 'tocamiento', podría hacer alguna tirada de sanar a ver si puedo hacer algo para ayudarle?

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21/02/2018, 11:19
Paciente

Enmudecido por lo que había escuchado, decidió para sí no decir nada. Pues, era mejor para él seguir siendo útil a este grupo de desconocidos que ser descartado y apartado a una muerte segura en aquel lugar. Se molestó un poco viendo como iba pasando de manos en manos para ser usado como ojos en aquellas zonas en donde las subdesarrolladas vistas de aquellos enmascarados no alcanzaban a ver; pero aún así tampoco dijo nada. Pues era mejor tener a alguien que le ayude a moverse que quedarse parado en tal situación. Y al escuchar la propuesta de aquella discípula de Hala, respondió.

-Cualquier cosa que sea un remedio o que pueda acelerar la curación de mis extremidades será bienvenida. Así pues, haga lo que tenga que hacer, que no me resistiré. Y si por casualidad aquella diosa vuestra le da la suficiente fuerza y sabiduría para afrontar la enfermedad que padezco; no dude que habrá ganado mi eterna gratitud, y en mi podrá encontrar un aliado.

Dicho lo cual, el Enano volvió a su estado de quietud y silencio; pues sabía que en la oscuridad y en la situación en la que se encontraban, guardar la calma y tener todos los sentidos en alerta era algo primordial, pues podrían escuchar alguna amenaza acercarse, o una oportunidad para salir de aquella pesadilla. Algo que, por desgracia, parecía no concordar con los compañeros enmascarados más nerviosos.

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21/02/2018, 19:07
Paciente

Sin mucho más en lo que ayudar o sin nada que aportar, Piedmon optó por dirigirse hacia las taquillas e investigarlas. Sin saber muy bien cuán útil sería el disco se dedicó a frotarlo por todas y cada una de ellas como hacen los niños pequeños con los juguetes que llevan consigo. No sabia para qué servía el disco, pero quién sabe si por algún casual podría encajar en algún sitio o si serviría para algo más de lo que pensaban.

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21/02/2018, 20:02
Paciente

Aire, al escuchar a Leiath, regresó sobre sus pasos hasta la puerta de las taquillas. No serviría de mucha ayuda, pues no tenía ninguna habilidad para ello, así que se quedó mirando desde fuera, esperando a que Onfale hiciera "magia" con el cuchillo que había arrebatado al guardia.

¿Qué habrá pasado con el guardia? ¿Habrá dado la alerta o le habrán atrapado? preguntó. ¿Y qué puede haber en esas taquillas? Dudo que guarden armas, ¿no? Quizá algo de oro, cosas personales... La muchacha dudaba que hubiese algo allí que les pudiera servir de ayuda, pero tampoco es que perdieran algo por intentarlo.

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21/02/2018, 20:56
Paciente

La luz que entraba por uno de los ventanucos se reflejaba en las portezuelas de metal de las taquillas, iluminando la sala en la que estaban Thimaz y Onfale en cuanto Leiath abrió la puerta. Desde el pasillo se tenía una visión complementaria del enorme cilindro, ya que su volumen ocultaba para aquellos que entraran desde el corredor principal una serie de tuberías que salían del cilindro y bajaban hasta el suelo. La tubería tenía una válvula y un medidor cuya aguja marcaba el cero.

Cegada por los tesoros de las taquillas, Leiath no dió prioridad a su descubrimiento. Algunos de los locos se fueron congregando en aquel vestuario, sentándose en los bancos de madera y curioseando el trabajo de Onfale con las cerraduras. El eunuco no estaba habituado a trabajar con tanto público, y le entró un poco de miedo escénico. El filo de la daga terminó mellado, inutilizando el arma para el combate, y a pesar de ello no logró abrir ni una sola taquilla.

Puedo olerlos desde aquí-dijo uno de los pacientes, restregando su máscara contra el metal de las portezuelas haciendo un sonido similar a unas uñas en una pizarra-. Snif, snif, snif... Dentro de estas taquillas hay... ¡zapaaaaatoooos!

Y seguramente más cosas. Pero la palabra "zapatos" sonsacó un "oooooooh" general de veneración entre los otros locos, y algunos de ellos se levantaron de sus bancos para acariciar las taquillas y estar cerca de tan fabulosas reliquias. Verdaderamente, tener calzado sería todo un lujo por el que valdría la pena matar en un momento como ese.

Leiath valoró que unos masajes en las extremidades podrían mejorar la circulación y facilitar que las piernas y los brazos recuperasen su sensibilidad y movimiento, pero aún así llevaría algunas horas*.

Mientras, uno de los locos a tientas localizó y abrió la puerta que quedaba...

Era un sitio muy raro, con tuberías metálicas suspendidas del techo. Por la venta se podía ver el patio interior, pero solo la parte de la torre central de los presos peligrosos y del huerto (no se veía el cementerio o la puerta que conectaba el patio con el ala norte de celdas, por ejemplo). La puerta del ala este por el que escapó el guardia seguía abierta. No se veía al Marut en el cielo en estos momentos, pero seguro que aparecía si alguien se quedaba mirando el tiempo suficiente. Por último, la sala contaba con unos escalones que subían a la planta superior, y un gran espejo que ocupaba toda una pared.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Cada miembro paralizado impone un -2 a la destreza, y por cada 2 puntos de destreza recuperados Thimaz puede volver a usar una extremidad. Los puntos de característica perdidos de este modo se recuperan a un ritmo de 1 al día. Con cuidados a largo plazo (una prueba de sanar CD 15), puedes doblar la velocidad de recuperación (es decir, 2 puntos de destreza en 24 horas, suficiente para recuperar la movilidad en una de las cuatro extremidades). Una pierna curada permitiría a Thimaz andar a una velocidad base de 10', arrastrando su otra pierna dormida, con lo que no necesitaría de la silla para desplazarse; un brazo curado le permitiría usar un arma y atacar desde su silla de ruedas. Thimaz deberá elegir qué miembro recuperará primero, cuando el máster le diga que recupera la sensibilidad de una extremidad, que no va a ser ahora por mucho que Leiath masajee.

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22/02/2018, 10:48
Paciente

La curandera se frotó con fuerza las manos para que estuvieran templadas antes de masajear las articulaciones del lisiado enano.

- Maese Thimaz, tengo una noticia buena y otra mala... La buena es que no tiene nada irreversible. He podido comprobar que todo está en su lugar y se podrá recuperar sin secuelas. La mala es que necesita reposo y tiempo para ello. Quizás si nos concentramos en una de sus rodillas, pueda andar por sí solo aunque con dificultad. Qué le parece?

Mientras le frotaba pacientemente las articulaciones pensó en lo que había visto antes.

Qué tal llevas las cerraduras?- preguntó a Onfale, esperanzada-. La habitación en la que estabais parecía una gran caldera, no crees? Quizás para calentar el agua de los baños. No sé qué utilidad podríamos darle sin poder prenderla, no parecía encendida. Quizás debiéramos seguir explorando...

De reojo miró hacia el perfumista; su gesto y el cuchillo mellado e inútil que tenía en la mano lo decía todo. La joven bruja dejó caer los hombros al comprobar que no iban a recoger ningún tesoro de ese cuarto. Quizás podrían romper las taquillas a base de leñazos, pero eso armaría demasiado ruido y no querían llamar la atención.

Ya iba a ponerse en marcha cuando uno de los locos avisó de su hallazgo. Sí, esa debía ser la sala de los baños y la caldera llevaría hasta ahí el agua caliente. Lo que le llamó la atención era el detalle del espejo.

- Has dicho un espejo? Usemos las sábanas para romperlo sin hacer mucho ruido. Podemos utilizar los trozos como armas.

- Tiradas (1)
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22/02/2018, 13:10
Paciente

Piedmon escuchó las palabras de Leiath y le tendió la sábana para que la usara contra ese espejo. Quizá era uno de esos falsos espejos que se usaban para espiar a los que estaban allí, lo cuál era bastante pervertido. Pero fuera por la razón que fuese, efectivamente ese espejo podría servirle como armas. Armas que pudieran ser utilizadas por alguien con la capacidad suficiente para ello, que no sería el caso de Piedmon.

El saltimbanqui no podía ir más allá de dar unos cuantos saltos, hacer unas cuantas piruetas y como mucho usar su sábana para más que hacer trucos de magia, entorpecer a sus rivales. Eso era para lo único que servía Piedmon. Es decir, para amenizar la estancia a los que vieran su espectáculo.

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22/02/2018, 20:49
Paciente

El grupo parecía una jauría y así no había quién se concentrase. Estaba acostumbrado a trabajar en solitario o, al menos, en el más absoluto silencio, excepto si éste era roto por Aire. Cuando la punta del cuchillo se melló supo qu eno tenía nada que hacer. - Puta mierda...-Masculló tras la máscara.- Con mis ganzúas esto sería pan comido, pero...- Es lo único quecontestó a Leiath cuando ésta se interesó por sus avances. Se quedaban sin saber qué había en el interior de las taquillos. Sólo esperaba que no fuera su libro de conjuros. Dejó que Leaith y Piedmon se ocuparan del espejo. - Tened cuidado no os cortéis. También podemos usar troncos que hay ahí cortados.- De hecho él vlvió a acercarse a la sala a coger uno. De camino vio las extrañas instalaciones.- Esto parece una cámara de tortura. Seguramente usan la caldera para calentar agua y echarla hierviendo sobre pobres locos.

Notas de juego

Tengo una conexion malísima de internet :/

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22/02/2018, 21:07
Paciente

De un lado para otro, moviéndome dando tumbos transito de una estancia a la siguiente con una desoladora sensación de irrealidad. Mi nueva mamá me ha abandonado como la vieja y una vez más me encuentro teniendo que valerme por mí misma pese a ser demasiado pequeña como para hacerlo.

Los zumbidos siguen sonando en mi cabeza con mayor fuerza que las voces murmurantes que oigo a mi alrededor.

En mi errático vagabundeo termino chocándome con otro paciente. Nos pedimos disculpas el uno al otro y ambos retrocedemos de modo simultáneo y nos frotamos la frente a la vez. Estallo en carcajadas como una histérica cuando mi álter ego comienza a imitarme como un cómico monito de feria. Un espantoso monito enmascarado pero de lo más gracioso.

Es entonces cuando me quedo helada al darme cuenta de que realmente contra lo que he chocado ha sido contra mi propio reflejo. Un reflejo espantoso, todo sea dicho, de un cuerpo demasiado flaco, demasiado alto, demasiado sucio y demasiado maduro para ser el mío.

Comienzo a gritar que me han cambiado el cuerpo y la emprendo primero a golpes contra el espejo y después directamente a cabezazos, ansiosa por hacer añicos esa imagen monstruosa e imposible de mí misma.

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22/02/2018, 21:44
Paciente

Aire entró en la nueva sala y se quedó mirando las tuberías. No entendía muy bien para qué servía esa sala, y mucho menos ese espejo tan grande allí. Se acercó con cuidado, y vio la imagen de un enmascarado dirigiéndose a ella al mismo tiempo. Claro, su imagen. Aire se asustó hasta que lo comprendió. No se iba a ver a ella misma, sólo vería alguien con un disfraz negro y máscara. Suspiró bajo ella, y negó. Los ojos empezaron a llenársele de lágrimas, sintiendo desesperación, hasta que su hija empezó a gritar

¡No, no! ¡Ven conmigo! ¡No se grita ni se da cabezazos a nada! ¡Que así no puedes encontrar la salida! se acercó corriendo hasta ella y la agarró de la mano, apartándola del espejo para que dejar de hacerse daño

Lo bueno de todo esto es que de ahí podemos sacar trozos, y si los conseguimos clavar en la madera, será un arma más peligrosa dijo como quien hablara del tiempo mientras acariciaba dulcemente la espalda de su hija.