Partida Rol por web

[ELdG]Brumas en lo más profundo

Día 13 del Éxodo - Las Llanuras del Hambre

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05/09/2015, 07:14
Tybalt Marr

Tybalt se sentía un tanto extraño al caminar por otra ciudad que no fuese Li'Huriek. Sobre todo al ser un lugar tan diferente. Las abarrotadas, oscuras y laberínticas calles ponían a prueba la paciencia de todo transeúnte. Si bien la iluminación no era un problema para el tiflin, su tamaño sí. Más de una mala mirada o de alguna maldición lanzada en voz baja y entre dientes tenían lugar cuando el corpulento semiinfernal intentaba abrirse paso para no separarse del grupo.

Finalmente y contra todo pronóstico, llegaron hasta un establecimiento en el que podrían comerciar. Aquel sitio no era especialmente acogedor, ni siquiera agradable; pero servía a su propósito. Tybalt se limitó a hacer de observador mientras otros más diestros en el arte del regateo intentan negociar con el dependiente. Para él lo de comerciar no era algo a lo que estuviese habituado. Normalmente con ir de parte del Horror Diletante ya tenía asegurado un buen trato y el mejor precio. Por lo que el mestizo hacía más bien de recadero que de verdadero intermediaron en la operación. Así que, en silencio, prestó atención al invisible pulso que habría por sacar la mejor oferta. 

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05/09/2015, 14:30
Becky

Oh, no, cielo...-dice con voz comprensiva Becky a Aire-Nada de cantar. Sería una malísima idea. ¿Recuerdas al enano con pelo raro que tocaba el tambor? ¿Recuerdas a Tyron? Cualquier tema musical nos recordaría a la vez en la que mur... ehm... cayó por el barranco hasta desaparecer. Nos pondría todavía más tristes. No te preocupes, la gente deja de estar triste cuando se siente preparada para ello. No fuerces las cosas.

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05/09/2015, 14:36
Otto Mangleflow

El tendero adelantó a su numeroso grupo de clientes y se puso tras el mostrador.

Mi nombre es Otto Mangleflow. Mi abuelo abrió esta joyería hace más de cien años. Mi padre preservó su legado para mí. La gente salía fuera de Galendure y rebuscaba entre los escombros de Vadrian las joyas de los caídos. Poco a poco, esas joyas se fueron agotando. Yo expandí el negocio. Empecé a quedarme con otro tipo de objetos además de las gemas. Así que sí, tengo una oferta variada de objetos que les podrían interesar. Incluídos los mágicos.

¿Y bien?-dió una palmada sobre el mostrador-¿Qué es lo que tienen para mí?

Onfale sacó de la bolsa de contención tres productos: la lanza de oro, la armadura de Lord Sauvage y el diamante de la grieta. Si alguno de los objetos impresionó a Otto, sus gestos no lo reflejaron. Alice con su lupa, y Otto con un monóculo, desde puntos opuestos del mostrador, empezaron a revisar aquellos tesoros.

¿Disculpa? ¿Puedes dejar eso? Estoy intentando examinarlo, gracias-le soltó a Alice con actitud pasivo agresiva.

Alice tasó el diamante en cinco mil piezas de oro. La verdad es que de armas y armaduras no sabía nada, así que todo lo demás se le escapaba. Siguió haciendo como si supiese tasarlos, para que no les tangase con los precios.

El diamante... cinco mil piezas de oro. La lanza... os puedo dar tres mil por ella. En cuanto a la armadura... Vaya, esto es muy, pero que muy interesante. Normalmente, cuando me traen una armadura, está aplastada, agujereada y con restos de sangre reseca. Casi se puede adivinar la causa de la muerte. Pero esta armadura está intacta, como si su anterior propietario no la llevase puesta al morir. Está en muy buenas condiciones, os puedo dar un poco más por ella.

Otto enderezó su espalda y guardó el monóculo. Por un instante se les quedó mirando, mientras calibraba una cifra en su mente.

Os puedo dar catorce mil piezas de oro por las tres cosas. Si preferís mi mercancía a mi efectivo, y lo trocáis por una buena cantidad de objetos maravillosos de mi almacén, podría subir a veintiún mil. Sois siete... serían tres mil por cabeza. ¿Estáis interesados?

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Alice tasa lanza; Otto tasa lanza, armadura y diamante

Tirada: 4d20

Resultado: 3, 12, 6, 13 (Suma: 34)

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05/09/2015, 15:20
Becky

¡Sí! ¡Mami quiere unos zapatos nuevos! ¡Wuw!

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16/09/2015, 13:17
Evea la Gata

Jadewo pensó erroneamente que en el monasterio de Torm estarían a salvo. Nada más alejado de la realidad. La Red Negra los mató a todos, y esas muertes pesarían siempre en su conciencia. Solo había una conclusión: jamás estarían a salvo en Toril.

Y entonces se dió una dolorosa paradoja. Evea conocía a un tipo. Un semidrow llamado Ralf. Les puso en contacto con una secta drow en el inframundo. Aquellos contra los que su padre tanto había luchado le estaban ayudando. Y todo gracias a un favor, de alguien que le debía un favor a alguien cuyo pasado con Evea no estaba del todo claro.

Kiaransalee es el nombre de una semidiosa drow que durante mucho tiempo trató de conquistar un lugar muy lejano. Un lugar en el que sus seguidores os invitaban a entrar... Thánatos, una de las infinitas capas del abismo. Un portal en la infraoscuridad os llevó a la ciudad de hielo de Naratyr, protegida de los rasgos de energía negativa que acababan con la vida en aquel semiplano. Pero ese no era vuestro destino final. Naratyr estaba plagado de demonios y arañas, no era lugar para una pareja de enamorados. Sus contactos construyeron un capullo de telaraña en el que viajar por los páramos helados, un gólem de telaraña con forma de araña cuyo interior les protegía y les mantenía calientes. Con ese extraño método de transporte, Evea y Jadewo llegaron hasta el siguiente campo de fuerza libre de energía negativa: el que cubría la ciudadela de Galendure, en el centro de Vadrian.

Vadrian no era más que una ciudad en ruinas, y estaba fuera de la cúpula de protección. Tras unas puertas doradas, sin embargo, se hallaba la promesa de una bulliciosa ciudad de humanos. Un ojo flotante les vigiló cuando se acercaron a las impenetrables puertas. Un panel en la pared se abrió dejando ver un cuenco de cerámica. Las voces de los guardias, del otro lado de los muros, les ordenaron beber del agua bendita con ajo del cuenco, para demostrar que eran humanos de verdad. Tras superar la prueba, accedieron al fin a Galendure.

El interior era el de una ciudad abarrotada de pasajes estrechos y claustrofóbicos repartidos en tres niveles laberínticos. Las gentes llenaban las calles. Vestían ropas oscuras y tenían la mirada triste: una civilización en su apogeo. La Gata y Jadewo se alojaron en una posada llamada La Torre, un edificio privilegiado que se desplegaba en los dos niveles más altos. Las vistas de su habitación daban a una gran avenida del nivel central, considerándose gran avenida en este sitio a una deprimente y transitada callejuela de solo quince pies de ancho.

El ruido de otro cuerpo desnudo deslizándose entre las sábanas junto al suyo.

Mmmmmh... ¿en qué estás pensando?-susurró la Gata.

La cama estaba bajo una sección de techo que se podía desmontar, dejando ver a través de un muro invisible de fuerza el cielo y la luna. Sonaba muy romántico, pero lo cierto es que desde que llegaron las únicas vistas eran la de unos deprimentes nubarrones, aunque por lo menos nunca llovió en este tiempo (una vez vieron nevar, pero el muro invisible cubría toda la ciudad sin que sus calles se llenasen de nieve; al día siguiente, unos operarios despejaron la nieve del techo desde el exterior de Galendure). Además, Thánatos no tenía estrellas... ni día... Solo una luna en una noche perpétua que rara vez se dejaba ver por culpa de las nubes.

La ventana estaba abierta, pero las luces de la calle eran bastante limitadas. Una cortinilla diminuta en la pared, junto a la cama, permitía tapar y destapar a voluntad el ladrillo de luz mágica que era la única fuente de iluminación. La habitación también contaba con una mesa con dos sillas, y con un armario en desuso: desde que llegaron días atrás sus ropas y armaduras están en el suelo por culpa del ímpetu del amor. Era especialmente derrochador tener una armadura con un cristal mágico que te permite vestirla como si fuese un pijama, y no hacer uso de él porque todo el tiempo tu pijama es tu piel sudorosa.

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17/09/2015, 07:36
Becky

Claro que estaban interesados. Y se pasaron horas en la tienda (ya se sabe cómo es lo de ir con un grupo de mujeres a comprar), viendo catálogos, preguntando qué tenían... Se probaron ropa por turnos, en un cambiador minúsculo, con la ligera sensación de que aquel mago siniestro podría tener sensores mágicos ocultos para espiarlas mientras se desnudaban... Pero luego volvías al mostrador y veías a Otto con esa cara de palo frígido, y llegabas a la conclusión de que no tenía apetito sexual de ningún tipo ni ganas de ver a una chica joven desnuda.

Adiós armadura, adiós diamante y adiós lanza de oro... pero hola a un montón de chuminadas mágicas y mundanas. Otto abría miniportales dimensionales en cada estantería, metía la mano, y sacaba exactamente lo que le habías pedido. Eso sí, la ropa un poco sosa. Solo vendía prendas negras. En toda la ciudadela solo se vestían ropas negras. Una herencia cultural de los Hombres de la Ceniza que se trajeron de sus tiempos en Sigil.

Cuando al fin terminaron, y abrieron la puerta haciendo sonar la campanilla, todos volvieron al estrecho callejón de la deprimente ciudadela algo más animados.

Uaaah... estas botas nuevas me encantan. Tienen un poco de tacón por detrás, y parezco más alta... ¡Y me realzan las piernas! Bueno, ¿y ahora qué? ¿Vamos a otra tienda? Estoy segura de que si rebuscamos bien encontraremos unas botas iguales, pero en rojo. Es imposible que en todo Galendure solo vendan zapatos negros.

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17/09/2015, 09:59
Jadewo ap Janel

Jadewo acariciaba las cálidas curvas de Evea distraidamente, mientras su mirada de ojos castaños se perdía en la oscuridad que habitaba entre los nubarrones cambiantes y amenazantes. Estaban en una pausa relajada tras el último trote, y su respiración volvía a ser relajada.

La queda, pero musical, voz de la joven trajo de vuelta a Jadewo. Quien estuviera perdido en sus recuerdos, asaltado por las visiones del asalto de la Red Negra al Puño, el pequeño templo fortaleza de Torm que los acogiera. De la muerte de los guardianes y defensores que no dudaron en mantenerse firmes en sus lugares, como Gerald Holm. De la captura de algunos miembros para ser interrogados hasta el fin. De Dowita, la guerrera enana, y Racklin, el maldito mediano, que los estuvieron persiguiendo a él y a Evea junto a los otros novicios de la Red. Del rostro del mercader calishita al que él mismo mató durante la emboscada en las pruebas de acceso a la Red. Del rostro de Espadarcana, con el desdén gravada en sus rasgos élficos el día en que se enterara de todo lo acaecido, especialmente con los semidrow. De la extraña sensación que invadió todo su ser el día que Torm, tras su redención, aceptara en otorgarle su gracia.

Sólo la atención que Torm le brindara le mantenía cuerdo aún. Era una chispa de esperanza. La esperanza que alguien tenía depositada en él, acerca de la salvación de su alma; de que no todo estaba perdido.

La confusión que representaban los sucesos de las últimas semanas era grande, muy grande. Jadewo necesitaba un tiempo para asimilarlo, para tomar perspectiva y decidir la dirección de sus próximos pasos.

Cuando el joven bajó su mirada para buscar los negros ojos de ella, sintió el roce suave de los labios de ella sobre los suyos. El aroma de la muchacha embriagó de nuevo sus sentidos. Tras separarlos y tomarse unos momentos, contestó:

- En todo... y en nada... en nada y en todo. Estaba intentando dar sentido a la locura de estas últimas semanas.- Dijo reclinándose un poco y acercando el cálido cuerpo de ella al suyo.- Dime, Evea, ¿cómo es que seguimos vivos? ¿Por el destino que los dioses nos deparan? ¿o por que hemos luchado por ello? 

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17/09/2015, 10:53
Leiath

- No tendrá un gorro negro terminado en punta? Le iría fenomenal a este traje...

La bruja de Hala estaba feliz entre tantos artículos. Se había probado 100 vestidos, al parecer todos iguales, menos para ella.

Y no parecía tener intención de irse.

Notas de juego

ay!, no he podido evitarlo

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17/09/2015, 13:21
Alice

Alice miro su nueva túnica negra, había buscado por todos los medios una túnica roja, pero había sido imposible. Era una túnica negra bastante bonica con encajes, camisa negra azabache y un corsé de terciopelo negro. ¡Ahh, es tan bonita! Qué pena que antes de un año estará llena de manchurrones de azufre, quemaduras y salpicaduras de ácido. La maga era un auténtico desastre, siempre dejaba los botes de componente abiertos o se salpicaba con ellos. Tenía muy poco cuidado a la hora de cuidar su imagen, al contrario que Olfale, que parecía un gato atusándose todos los días el cabello.

Creo que esta vestimenta nos vendrá bien para pasar desapercibidos. Ahora deberíamos de descansar antes de ir a buscar a un nuevo guia

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18/09/2015, 10:19
Onfale

Onfale disfrutaba yendo con las mujeres de compras pero disimulaba su entusiasmo tras una fachada de macho primitivo. A veces elevaba la mirada al cielo y lanzaba miradas de aburrimiento a Tybalt pero en el fondo se alegraba de ver a las mujeres con ropas nuevas, aunque todas fueran negras.

Se sentía el protector de aquel rebaño de féminas y orgulloso por haberse hecho con la lanza de oro que les permitía darse unos lujos en aquel desalmado mundo. El mago supervisaba todas las transacciones llevando con un rigor digno del mejor de los administradores el intercambio de objetos.

- Esta pieza es magnífica.- Dijo mientras enseñaba a Tybalt un balanceado estoque.- Tanto tú como yo podríamos usarla sin problemas, ¿verdad?- Otra cosa sería el resultado de usarla, mucho más eficiente en manos del semi-infernal. Iba repartiendo objetos a unos y otros y guardando los que sobraban en "su" bolsa de contención.

- Si quieres puedo hacerte un turbante con un trozo de tela, Bruja.- Contestó a Leiath ya con uno hecho sobre su cabeza del que sobresalía el pelo liso y negro.

- Necesito asearme en condiciones.- Eso y poder dormir, aunque fuera apretados, bajo techo eran las siguientes necesidades básicas que quería saciar.

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18/09/2015, 13:59
Leiath

-Eh? No, no gracias Onfale.

Ella quería un sombrero puntiagudo, como había llevado su abuela, no un turbante. Pero bueno, era algo sentimental, carecía de importancia.

- Teneis razón deberíamos ir a descansar.

Como las buenas costumbres mandaban, la jóven Leiath agradeció al tendero el trato dado y lo excelente de su mercancía, y se excusó por el grupo pues estaban cansados y debían encontrar algún sitio donde pasar la noche. Antes de irse preguntó, más que nada por corroborar la información dada por los guardias:

- Nos recomienda usted algún aposento en particular?

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18/09/2015, 14:30
Evea la Gata

No lo sé... Teniendo en cuenta nuestro triste historial, puede que solo seamos un par de cabrones con suerte, pero creo que vivir en un mundo tan peligroso es algo que solo puedes lograr intentándolo con todas tus fuerzas, y no rindiéndote jamás.

Evea besó el pectoral de Jadewo, y luego usó esa misma porción de piel como almohada para su pequeña cabecita. El volumen de su hermoso y largo pelo negro acariciaba el mentón de su fiel protector como una suave caricia.

¿Sabes, Jadewo? Esta ciudad es perfecta para perderse. Quizás deberíamos pensar en vender nuestras armaduras y comprar una pequeña casa en la que vivir. No me imagino el resto de mi vida en esta habitación de posada, y no hay motivo para guardar esas pesadas antigüa...

La frase de la Gata se cortó como un maullido. Evea giró sobre sí misma para tirar del brazo de Jadewo y ladearlo. Ambos rodaron hasta caer de la cama: él aterrizó sobre su espalda, y la rodilla de ella lo hizo sobre la ingle de él. El manto de pelo de Evea cubrió ambas cabezas como el interior de una tienda de campaña.

Ssssssh...-susurró con ojos abiertos y en alerta-Alguien nos estaba mirando desde la ventana del otro lado de la calle. Puede que solo fuese un mirón, pero...

No hacía falta que terminase la frase. Ambos pensaban en la Red Negra. Y saltar sobrevolando la calle de un edificio al otro era una tarea difícil*, pero no imposible. Esa premisa era válida para atrapar al espía, pero también para que un puñado de asesinos ágiles entrasen allí en cualquier momento.

Notas de juego

*Saltar CD 15

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18/09/2015, 17:20
Becky

Otto les recomendó la posada La Torre. Cuando fue preguntado qué tenía La Torre que no tuviese el Trileón, el establecimiento recomendado por los guardias, el tendero no supo decir cual era el más barato, el más seguro, ni el de mejor calidad, simplemente porque no es usuario. Lo que sí tiene La Torre, es que cuadra más cerca de la tienda de Otto, y está más cerca de vuestra posición actual, mientras que el Trileón queda cerca de una de las entradas de la ciudadela, y tendríais que desandar todo lo callejeado hasta ahora. Realmente, no sabríais volver a las puertas doradas después de tanta vuelta, mientras que sí que es factible llegar a la Torre con un par de indicaciones.

Una vez os ponéis en movimiento, el paseo por los pasadizos se hace igual de molesto que antes. Al pasar por una de las callejuelas, se os cruza un niño que choca "accidentalmente" con Onfale y sigue su camino sin siquiera disculparse.

¡Onfale! ¡Ese niño te ha birlado la bolsa de contención de Lady Arquette!

La verdad es que Becky sigue tan exasperante como siempre. No tendría que haber dicho en voz alta que la bolsa no era una bolsa normal y corriente, sino mágica, e infinitamente más cara. Aquello era toda una llamada a los ladrones no tan niños.

El pequeño "Oliver Twist" llevaba quince pies de ventaja por un callejón de diez pies de ancho en el que la gente continuamente pasaba en ambas direcciones. Si no lo cogían ahora, posiblemente se perdería entre la multitud al llegar a la primera esquina.

- Tiradas (3)

Motivo: Juego de manos

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 16(+9)=25 (Exito)

Motivo: Avistares

Tirada: 7d20

Dificultad: 20+

Resultado: 3, 6, 3, 5, 11, 19, 19 (Suma: 66)

Motivo: Iniciativa ladrón

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+6)=15

Notas de juego

Para coger al niño:

-Superar iniciativa CD 15 (o igualarla si tienes un bono de iniciativa de +6 o superior).

-Moverte hasta el niño. Como hay mucha gente, se considera terreno difícil (no se puede cargar ni correr ni dar 5' de manera gratuita). Se mueve a mitad de velocidad: una acción de movimiento con velocidad 30' solo te desplaza 15'.

-Detener al niño. Presa, derribo, sajarle por la espalda, conjurar grasa... lo que se os ocurra.

Opcionalmente a detener al niño, los que tengan rangos en juego de manos podrían intentar recuperar la bolsa (juego de manos CD 15), pero el niño se escaparía.

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18/09/2015, 19:41
Leiath

- Maldita sabandija! Detente o la ira de Hala la Todopoderosa caerá sobre tí!

Se podría decir que la jóven bruja estaba echando espuma por la boca al ver como levantaban casi la mitad del los bienes que tanto esfuerzo les había costado conseguir.

La diosa le otorgó la destreza necesaria para actuar con rapidez ante tal ultraje. Más le valía al pillo devolver lo robado o desaparecer para siempre.

La bruja sacó su varita recién comprada y la estrenó.

- Tiradas (3)

Motivo: ini

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 20 (Exito)

Motivo: intimidar

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+2)=8

Motivo: varita proyectil M

Tirada: 2d4

Resultado: 6(+2)=8

Notas de juego

tiro intimidar por si sirve de algo (a mi personalmente me daría miedo ver a una bruja tan cabreada).

Quitada carga varita

 

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18/09/2015, 21:06
Becky

Dos proyectiles salieron de la punta de la varita antes de que el miedo pudiese hacer mella en el espíritu del niño. Su trayectoria zigzagueó entre la gente y alcanzó al pequeño por la espalda. La bolsa de contención voló por los aires y cayó entre la multitud un poco más adelante, mientras el ladronzuelo caía muerto sobre un charco de su propia sangre, que emanaba de su boca como un torrente después de que los proyectiles le hiciesen polvo todos y cada uno de sus órganos internos.

¡AAAAAAAAH!

Con la muerte del chico, cundió el pánico en el resto de la calle. La gente echó a correr huyendo de la malvada bruja mata niños y su peligrosa banda de malhechores. El joven cadáver fue pisoteado en el proceso, y alguno de los que huían también, aplastándose unos a otros por falta de espacio. Cuando la estampida avanzó medio centenar de pies, en la calle solo quedó el cuerpo de la víctima. Parece ser que uno de los que escapaban en medio del caos, se tomó la molestia de recoger la bolsa del suelo.

Ains... Leiath, ¿recuerdas que cuando los guardias nos dejaron pasar, les preguntamos qué era delito en esta ciudad? ¿Recuerdas que una de las cosas que nos dijeron que era delito era el asesinato?

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18/09/2015, 21:53
Aire

Aire salió de la tienda aburrida, no como las demás. Intentó hablar al tendero en varias ocasiones, pero éste siempre pasaba de ella. No quería saber nada de su osito, ni de canciones, ni de mariposas ni de colores bonitos y alegres. Al principio, hizo enfadar a Aire, que rápidamente quiso tirar todo al suelo. Pero una mirada de Aristóteles le bastó para recordar lo que había pasado la última vez alguien hizo algo que no debía en una tienda. Se acercó tanto a Alice como a Flame y las tocó la cabeza, contenta de que siguieran en su sitio. Pero se apartó y se quedó allí, mirando, sin hacer nada.

Al salir, y empezar a caminar, el incidente con el niño la sacó de su mundo. Rápidamente le localizó con la vista, y aplaudió

¡Podemos adoptarle! ¡Le llamaremos... No se, da igual, se escapa, co...

No terminó la frase. Los dardos luminosos de Leiath acabaron con la diversión. Con los ojos abiertos como platos, miró a su compañera. No era la primera vez que la sorprendía para mal... Y no sería la última, estaba claro.

¡Pero qué has hecho! ¡Has matado a mi hijo adoptivo! ¡Pero por qué!

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19/09/2015, 01:02
Jadewo ap Janel

Tras un primer momento de desconcierto, creyendo que Evea quería probar alguna cosa nueva, el joven se incorporó desnudo entre ella y la ventana.

- Aguarda.

Apenas masculló mientras iba a cerrar la ventana y activando el mecanismo para hacerlo. Mientras lo hacía se mantuvo atento para que no se colara nada. Una vez cerrada, comentó.

- Tal vez más adelante podamos venderlas para vivir felices y comer perdices, pero por el momento... tocará vestirlas.

Dijo mientras se empezaba a poner la ropa.

-Salgamos, vayamos a dar un paseo, y de paso miraremos si hay alguien más acechando este lugar. Con tus trucos, será coser y cantar.- Dijo con una sonrisa entre los labios, recordando como en más de una y de dos ocasiones las ilusiones de ella los habían mantenido a salvo.

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19/09/2015, 06:42
Leiath

Qué? Cómo? No podía ser. Tan sólo quería enseñarle al pequeño truhán una lección, no matarle.

Leiath salió corriendo hacía el pequeño cuerpo y comprobó sus constantes vitales.

Notas de juego

Si aun vive pues uso un conjuro nivel 0 para estabilizarle. Si realmente está muerto, uso el pergamino de resucitar.

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19/09/2015, 08:13
Onfale

- Así aprenderá a no meter la mano donde no debe.- Dijo Onfale al ver caer al chicuelo. Cuando después comprobó que estaba muerto lo único que pensó es de qué pasta tan mala estaban hechos los ciudadanos de Vadrian. No les culpaba pues la energía negativa del plano debía debilitar a los fetos desde su nacimiento.- ¡Cállate Becky!- No pudo reprimirse más antes la perorata de la maga rubia.- Ha sido un accidente.- Habló ya controlándose e imprimiendo a su voz un tono más dulce. Resgistró el cadáver del niño por si pudieran recuperar algo de la inversión perdida o encontrar algo de utilidad que les dijera a quién llevar el cadáver.

- Tiradas (3)

Motivo: Ini

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 10(+3)=13 (Fracaso)

Motivo: Juego de manos

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 3(+9)=12 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+12)=21

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20/09/2015, 03:11
Tybalt Marr

Tras adquirir sus nuevos pertrechos y saber de la localización de un lugar donde poder descansar, la ciudad les daba la bienvenida a través de un pequeño y habilidoso ladronzuelo. Pero eso no fue lo único pues a punto estuvo Tybalt de llevarse una mano al rostro al escuchar la detallada información que, gratuitamente, la maga rubia revelaba para que cualquier oído indiscreto, codicioso y amigo de lo ajeno lo escuchase. 

El tiflin enseguida se dispuso a perseguir al mocoso pero unos haces de luz se le adelantaron. Aquel ya conocido fenómeno mágico impactó de lleno sobre el niño, derribándolo y causando un tremendo alboroto. La multitud corría en tromba para escapar de la escena del crimen y Tybalt se adelantó a la vez que la bruja corría hacia el joven cadáver; para protegerla y para, de paso, buscar la bolsa aunque aquello parecía algo que se escapaba de lo posible. -Espero que hubieses guardado el cambio en otro lugar.- Le dijo al perfumista mientras inspeccionaba el cuerpo sin vida del ladronzuelo. Leiath parecía realmente consternada por lo que acababa de ocurrir. -Él se lo ha buscado. Tú solo actuaste para proteger lo que era nuestro.- Dijo para intentar tranquilizarla. Quizás la muerte era un castigo exagerado por un simple robo, pero aquello era algo que el tiflin no iba a plantearse. En su vida en Li'Huriek la vida era algo de escaso valor y, para bien o para mal, ello termina por insensibilizarte en cierta medida ante sucesos como éste.