Partida Rol por web

Olisk y Leiath bajan las escaleras. En ese momento pasa algo curioso. Cuando la sacerdotisa se llevó su luz, quedaron a oscuras. Eso era algo que Olisk no se había planteado. Sin poder ver el baile de Mariana, salen de su ensimismamiento: Alice, Azaron, Flame, Klasius, Onfale y Rufus. ¡Pero no ven absolutamente nada!

Fosco sigue inconsciente, mientras sus heridas se siguen curando, y a Babras le juega una mala pasada su capacidad de visión. ¡El enano sigue atontado!

La cosa pintaba fatal. Si no accedía a la petición del Horror Andante moriría al instante, si accedia moriría igualmente por la maldición de la gitana.

No había que apartarse de la misión, pero podría ganar tiempo y más oportunidades si le seguía el juego al Despojo no-muerto.

En qué momento había decidido salir de casa?! Tendría que haberse quedado en el pueblo como su madre quería- se lamentó la jóven bruja.

Al parecer era como ella supuso en un primer momento, la torre tenía un nuevo ocupante. Si se hubiesen quedado más tiempo antes como Ulmo y ella habían querido... ffsss, pero no era momento para más lamentaciones.

Bueno, manos a la obra. Seguramente las lanzas estaban malditas o algo asi, sino por qué no podían cogerlas gente más poderosas que ella? Acercó una mano temblorosa a una de ellas y la tocó. La agarró con fuerza y esperó las consecuencias con los ojos entrecerrados.

Poco a poco Azaron se recupera de su ensimismamiento... pero poco podía hacer sino veía nada. En cualquier caso eso no debía ser un impedimento. Debía ir a ayudar a Leiath, costase lo que costase.

El enano- pensó el guerrero. Era el único que podía ver en la oscuridad. Recordando donde se encontraba comenzó a caminar lentamente para buscarle.

Y fosco seguía fumando en su pipa. Cerró unos segundos los ojos y notó como la brisa acariciaba sus ojos. Se estaba tan plácidamente en aquella colina. Desde donde se encontraba el mediano se veía un bonito paraje, lleno de árboles y también había un río al que seguír con la mirada, que finalmente moría en un pequeño lago. Más allá las colinas comenzaban a madurar y convertirse en montañas y más allá... Más allá, más allá parecía ser oscuro, parecía de noche y se veían las estrellas. Era extraño ese fenómeno atmosférico, pero ala vez tan agradable de ver... Fosco se encontraba apacible mirando aquella escena, aunque tenía la extraña sensación de que la noche se acercaba lenta y peligrosamente. ¿Aunque porqué preocuparse? ¡Tenía suficiente tabaco y el estómago lleno!

Leiath se esperaba una intensa energía maléfica que le quemara la piel, o sentir que su inteligencia o su fuerza era drenada. Nada de eso pasó. Si estaban malditas, esa maldición debía de ser más a largo plazo.

Eh, morena, has ponío los ojos como pa'cagar. Acuerda lo que te dije de ir dejando fluídos en las Brumas. Aguanta las ganas, que luego no quiero un monjón charlatán dándome la murga. ¿Oíste?

Leiath recogió la lanza que había tocado. No pesaba mucho. En realidad podría llevar las tres lanzas al mismo tiempo, como en un fardo bajo el brazo, o en vertical, apoyadas sobre el pecho y su hombro. Simplemente eran demasiado aparatosas para ponerse a correr escaleras arriba sin que alguna se cayese o golpease contra la pared, los escalones o el techo (según la forma en la que fueran transportados.

A tientas, Azaron encuentra un bulto en la oscuridad. Por uno de los lados nota pelo, por otro una superficie irregular de bultos. Al palpar por arriba se encuentra un tacto suave y liso.

En cuanto volvió en sí, la mente preclara del mago comenzó a funcionar a toda velocidad. El baile de aquel bicho le había dejado embobado. ¡Qué tonto había sido!. Pero ahora que no lo podían ver,  todos menos el enano estaban liberados . Notó movimiento alrededor, así que decidió exponer rápidamente sus ideas.

- Tenemos dos opciones. Bajar  y sorprender a ese Olisk, o esperar aquí como si aún estuviéramos embobados por estas criaturas y sorprenderle aquí arriba cuando traiga los colmillos.- Rebuscó entre sus bolsita de componentes. Aún le quedaba un hechizo de luz. No le parecía mal plan esperar arriba, pero a lo mejor no conseguían engañarlo. ¡Ay! Si Fosco hubiera estado bien le habría emboscado  y acabado con él de un golpe, pero eso no era posible ahora.- Que alguien tape los ojos del enano a ver si vuelve en sí. Tengo un conjuro de luz preparado, pero si enciendo que nadie mire a las criaturas.

Estoy en ello Onfale

Tras palpar lo que espera que sea la cabeza del enano, tapa los ojos del mismo. Con eso sería mas que suficiente para eliminar el efecto hipnotizador de aquellos esqueletos.

Claro! Las palabras del Escorbuto Andante la habían dado una idea de lo que había podido pasar. La Brumas.

La brumas habían animado a lo que había en aquella torre. Este engendro era el cadaver de una de las celdas. Todo encajaba. Solo esperaba que aquel anciano hechicero no se hubiese despertado en forma de lich o algo parecido... su jefe? Uf.

Quería perder todo el tiempo posible asi que puso su mejor cara de 'esto pesa demasiado' y le dijo a su celador:

-Bien, ya tengo una, puffff, una más y creo que puedo subir dos a la vez.

Todo lo que veía era esa criatura esquelética y su hipnótico baile. Mi mente no pensaba con fluidez y era incapaz de mantener la boca cerrada y un hilo de baba escapaba de mis labios. De pronto la luz se comienza a apagar, cuando la penumbra inunda la habitación pierdo de vista los huesos que atrapaban mi atención y comienzo a pensar con claridad de nuevo.

Al oír que el perfumista planea lanzar un conjuro de luz me apresuro a rasgar una manga de mi camisa y a taparme los ojos. Prefiero estar ciego que volver a ese estado de indefensión en el que me tenía atrapado el baile de ese esqueleto.

La voz de Olisk resuena por las escaleras.

¡Cómo te se mueven esas posaderas, morena! Si lo llego a saber te pongo antes a subir los escalones. ¡Un! ¡Dos! ¡Un! ¡Dos!

Leiath, con dos de las lanzas bajo el brazo, y el zombi zumbado vuelven de la mazmorra. La luz de la sacerdotisa vuelve a iluminarlo todo. Mariana sigue bailando. Margarita ha aprovechado estos instantes de intimidad para trepar por Rufus y obtener una mejor posición para morderle. Y los demás...

Uhm... Juraría que la otra vez el tío ese no estaba abrazao como un amariconao a mi amigo Babras... ¿Y porqué el mediano ese tiene un trapo en la cara? Ahí va, ¡malnacíos! ¡Vosotros ya no estáis alelaos!

En ese instante, Fosco se despierta y se pone en pie. Buena siesta se ha echado.

Al abrir los ojos, Fosco se encontraba en aquel mágico sitio, pero esta vez era todo diferente. La tierra se presentaba mustia y marchita. La nubes amenazantes inundaban todo lo que la vista alcanzaba. El frío se sentía por todo su cuerpo y ni la capa Manosverdes alejaba esta sensación. Una luz brillaba y cuando se quiso dar cuenta era la luz de Leiath lo que despertaba al mediano. ¿Que había pasado todo este tiempo? Fosco no lo pensó dos veces y al ver a Rufus tiene una de esas cosas pululando por su espalda. No lo piensa dos veces y agarra a Margarita para arrojarla lejos del mediano. FUERA MONSTRUO!! Dice el mediano mientras arroja la criatura a Olisk, al cual no había visto hasta ese momento. QUE asco! Lo he tocado!! IIIIH que asco, que asco! Joder RUFUS no has visto a ese bicho??

¡Lo habían conseguido! ¡Sabía que lo harían!

Ahora que la Peste Ambulante estaba distraido, era su momento de intentar algo desesperado. Soltó una de las lanzas al suelo. La otra la sujeto con fuerza con las dos manos y se la intentó ensartar a la Horrenda Criatura.

En cuanto Onfale escuchó la voz de aquel horripilante ser por las escaleras volvió a adoptar las posición antirior, con cuidado de no mirar a las serpientes de huesos. Era evidente que Azaron se había movido, pero él aún permanecía en el mismo sitio, en una posición privilegiada. Si Leiath subía la luz volvería a hacerse en la sala y tendrían una gran oportunidad que no podía dejar escapar. En cuanto vio que Olisk estaba a tiro, el delicado perfumista aferró la empuñadura de Perezoso con todas sus fuerzas y lanzó una estocada con muy mala baba. No sabía si este era su fin, pero creía ser su única oportunidad así que lo dio el todo por el todo. En los ojos de la Bruja veía la misma determinación. Sólo esperaba que los demás pudieran ayudarlos.

Qué Hala nos proteja.

-...Babras...Babras...Babras...

El enano siguió absorto, perdido en el baile de la sierpe de huesos, hasta que alguno de sus compañeros tuvo a bien rescatarlo del ensueño.

-...Babras...Babras...Babras...

-¡BABRAS! ¡Me llamo Babras!--exclamó eufórico el viejo de barba blanca.

Casi sin apenas tiempo para asimilar el descubrimiento, Leiath y Olisk (o mejor dicho, lo que quedaba de él) regresaron por las escaleras. El guerrero no lo dudó un instante. Aquella cosa ya no era la misma persona que otrora él había conocido, sino una absurda pantomima, una caricatura de pesadilla fruto del peor de los males. Tenía el deber de liberarlo.

Podías haberte ahorrado la mitad de las tiradas: es inmune a críticos y furtivos.