Partida Rol por web

Azaron corrió hasta donde se encontraba el enano, en un intento de detener aquella reacción que lo único que hacía era asustar a la gente. Eso si, se mantenía en una prudente distancia: no quería recibir un cadenazo de Babras. 

Tranquilizate- le dijo- tu reacción no sirve para nada salvo para poner nervioso al campamento. 

¡Sí!-exclamó Victor Watcher-La gitana adivina... Ella... Ella me devolverá a mi hija. ¡Vamos!

El Lord se aproximó al carromato mientras Fosco seguía pululando por donde le daba la real gana. Pero la niña que no daba aparecido. En el pescante, Eva Zarovan se giró sorprendida hacia el aluvión de mirones que se aproximaron con Watcher. El otro Viktor, Viktor Das Vracken, hace un esfuerzo para pasar a la parte trasera del carro para ocultar su pésimo estado de salud de los demás. A estas alturas, todos saben de los dolores y las fiebres de Das Vracken, pero él tiene su orgullo y no quiere que se le queden mirando compadeciéndole.

Oh... Madame Eva, te lo imploro. Requiero de tus dones para encontrar a mi hija Lovina. Ha desaparecido y no sé dónde está.

Eva, en vez de mostrarse segura y pedir un pago por sus servicios como en otras ocasiones, se muestra nerviosa y contrariada. Saca con pulso tembloroso sus cartas tarokka y las baraja con premura.

Cartas... decidme... ¿Dónde está Lovina Watcher?

Destapa las cartas de adivinación sobre el pescante en el que hasta ahora Das Vracken se sentaba.

Oscuridad... Cruce de Caminos... Señor Oscuro... No... no me indican un lugar. ¿Se encuentra... viva?-destapa dos de las tres cartas que deberían responder a esa pregunta-Oh, vamos... Respuesta de sí o no... debería ser fácil de responder, estúpidas cartas... ¡Sí! ¡Lovina está con vida!

¿Cómo podemos encontrarla?

Primera carta: el guerrero.

¿El enano escandaloso de la cadena armada? No. Es un lugar con guardias. Una fortaleza o una ciudad amurallada.

Segunda carta: el nueve de estrellas.

Nueve estrellas... Nueve elegidos... Quizás algo nuevo, no. Nueve. Nueve estrellas. La constelación de la mantícora. Solo se puede ver en invierno. Invierno y frío. Invierno y norte. ¡Una ciudad amurallada al norte! ¡Lechberg! Si vamos hacia Lechberg nos volveremos a encontrar con Lovina.

Tercera carta: un momento, la tercera carta no llega a ponerla sobre el pescante. Le echa un vistazo y la desplaza al centro de la baraja. Casi tan rápido que no da tiempo a verla.

La... La tercera carta no es importante. Ya sabemos que hay que seguir en dirección a Lechberg. Prosigamos el camino, aún quedan muchas horas de luz.

Leiath, profundamente conmocionada ante la desaparición de Lovina, intentó descifrar las confusas palabras de la adivina. Secuestrada? Por qué? Por quién?

Por el rabillo del ojo observó esa carta que tan pronto escondió Madame Eva. Algún peligro en el camino que no quiere que sepamos, como en la torre?

Os lo ruego, no nos oculteis nada de lo que dicen vuestras cartas, podría ser importante que lo supiesemos aunque a vos no os lo pareca - inquirió la jóven bruja con mirada suplicante.

El mediano iba de aquí para allá y más que buscar corría divertido con Rufus. Su risotada era sonora e iba y venía, por todo el campamento se le escuchaba. Rufus iba dando saltitos de aquí para allá con Fosco en su lomo. Hasta que fueron  pedir consejo a la gitana Eso no me lo pierdo JUA JUA JUA! y presto fue a ver que decía PAPARRUCHAS! pensaba el mediano, hasta que la última carta la ocultó. Nada vio raro el mediano, pero Leiath parecía que sí que le daba importancia... ​Si, sólo es una carta...

Un nuevo rumbo, y el guerrero tenía bien claro que eso supondría nuevos problemas. Claro que no había muchas mas opciones. No tiene tiempo para observar la carta que esconde la adivina, pero estaba claro que no sería nada bueno. A pesar de la palabras de Leiath, dudaba de que la gitana les dijera la verdad. 

Esto va a suponer nuevos problemas.

En cuanto Flame escuchó las palabras de Watcher sobre la niña perdida, le dio la espalda. Estaba harta de aquel tipejo que tan solo les había dado problemas y quebraderos de cabeza, además de que les había tratado como escoria. Era cierto que había desaparecido una niña, inocente y joven, pero sabía que si ahora se ponía a buscarla, aquello no terminaría en nada bueno. Y además, aún no comprendía que ganaría ella ayudándole. Afortunadamente tenían a la adivina, y si ella no era capaz de decirles nada, nadie lo haría.

Asi que Flame optó por seguir a Fosco y tumbarse junto a él. Pero cuando vio que él también le respondía, no pudo evitar alejarse un poco más, sentarse en el suelo y contemplar las brumas que había más allá. El cariz que iba a tomar todo aquello no le hacia ninguna gracia.

Onfale observó las lectura de cartas con con un gesto de desagrado en la cara, como si la gitana oliese mal. Las Artes Adivinatorias no eran lo suyo. No le gustaban y, aunque a veces podían ser útiles, le parecían más teatro e interpretación que otra cosa. Le llamó mucho la atención que no aprovechara la oportunidad para desplumar al pobre padre en apuros. Se pasó la mano por la suave barbilla y los ojos entrecerrados.

Qué raro.

Mientras las cartas dijeran lo que a él le interesaba no había problema. Ya había sopesado la posibilidad de ir a Lechberg. Lo que no entendía es quién podía haber secuestrado a Lovina y con qué finalidad. ¿Dinero?

- Víctor, ¿hay algo que quieras comunicarnos que no nos hayas dicho sobre ti y Lovina?- La torpeza e ineptitud de aquel noble le sacaba de sus casillas. Después se dirigió a Eva Zarovan con un tono servicial, propio de los años que había pasado siendo esclavo.-Poderosa adivina, ¿qué es lo que sabéis de las brumas que nos acosan?- La gitana parecía no sorprenderse de los engendros que de ellas brotaban, lo cual era cuanto menos sorprendente. Cualquier información les sería de utilidad.

Miró alrededor pensando acerca del extraño grupo que habían formado los que eran considerados como extranjeros en esas tierras.  Al ver aparecer a Fosco le saludó a su manera.

- Benditos los ojos que te ven, Fosco.

-¡Brrrr!--sacudió la cabeza Babras varias veces antes de relajar el gesto y baja la cadena armada. Frustado, el guerrero enano desistió y regresó junto a sus compañeros soltando bufidos.

Cuando Eva habló de nueve elegidos, el viejo comenzó a contar con los dedos al tiempo que negaba con la cabeza:

-Uno, dos... éste, aquella, aquél y.... y... y... ¡sí, claro! ¡Y Nikeras!

-¡Está vivo, está vivo!--exclamó como si el resto pudiera leerle los pensamientos.

Fosco escuchó a Onfale Llevo por aquí todo el rato... no conseguí comida. Lo siento. y sus ojos fueron rápidamente a Flame que tenía esa pose de tipa dura, se había tirado en el campo justo cuando el se levantaba. Eso sólo podía significar una cosa... ¡¡¡A POR ELLA RUFUS!!! y ambos fueron a lanzarse encima de Flame para jugar con ella. Porque sin duda es lo que quería la rubia jugar con Rufus y Fosco. O eso es lo que siempre hacía Posco... se sentaba a su lado y al rato se abalanzaba sobre él, esta vez no sería así, ese culo gordo rubio no se tiraría sobre el mediano, no si está era más rápido!

El Barón Fortich le ladró al enano.

¡Cuenta el perro, el caballo, el cuervo y el lagarto, y aún faltáis por morír cuatro!

Qué hartito me tienen...

Ya sabes todo sobre mí. Mi mayor enemigo en estos momentos es mi cuñado Leo Dilisnya, el asesino de mi esposa, y a la vez su propia hermana.

Por lo demás, los enemigos de la familia de mi mujer podrían estar interesados, en estos tiempos de inestabilidad política, en capturar a una de las últimas portadoras de la sangre Dilisnya, para vengarse por la masacre de la boda o como rehén para evitar que Leo les ataque. Leo es un desalmado, pero los raptores no tienen porqué saber que el bastardo estaría dispuesto a matarla sin dudar, y como escudo humano mi hija no les servirá de nada. Estos enemigos consisten, básicamente, en cualquier noble emparentado con los masacrados en la boda de los Zarovich. Quizás en especial los Katsky y los Petrovna, que tienen a mayores antiguas disputas por las minas de plata del monte Gries, y cuyas tierras limitan con este valle.

También estaba aquel hombre murciélago que nos atacó hace una semana, pero no conozco sus intereses.

Y Derinlus Vaek, el mago de la torre. Puede que piense que tenemos interés en vengar la muerte de aquel anciano, y se haya llevado a la niña para que no la ataquéis.

Y los druidas. Según me contó el Barón Septow, alguno sobrevivió a la masacre del bosque.

O el propio Yuris Khan, el general licántropo de las huestes Terg que invadirán de nuevo Dorvinia, Borca y Barovia. La hija de un noble siempre es una buena moneda de cambio.

¡Da igual! ¡Sea quién sea quién se llevase a mi hija, lo pagará con su vida!

Lo lamento, Bruja de Hala. Ya la he guardado entre las demás cartas, y era tan irrelevante para la predicción que me veo incapaz de recordar de cual se trataba.

Las excusas baratas de la gitana casi suenan a desafío. Le ha molestado que la cuestionasen.

Eunuco, he vivido varios días en las Brumas. Estuve ocultándome junto a mis hermanos y a Das Vracken. He visto criaturas que jamás verás ni en tus peores pesadillas, y otras que se alimentan de los malos sueños. Su naturaleza es manipuladora y tramposa. Hacen perderse al viajero y manipulan al confiado.

Por ser más concretos... Las Brumas tergiversan los sentimientos, adulteran la magia y corrompen a las almas puras. También sirven de barrera inflanqueable, y a la vez de atajo para viajar más rápido. Y, antes de que me lo preguntes...-soltó como si estuviera leyendo la mente de Onfale-No, no puedo llevar a los cientos de personas que forman este campamento directamente a Lechberg. Sois demasiados para teleportar por las Brumas. Tampoco voy a llevar a un grupo reducido, porque eso haría al resto más vulnerables. O nos salvamos todos, con el mínimo de bajas posible, o morimos todos, con todas las consecuencias.

Observé desde la distancia la conversación entre la gitana y el desesperado padre. Por un lado mi corazón me decía que debía ayudar a la pobre muchacha, que bastante habría sufrido ya, pero por otro estaba cansado de esta gente grande traicionera que no hacen más que aprovecharse de la buena voluntad de los demás por sus propios intereses.

Así que me quedé al margen, apartado de la conversación pero sin perder detalle.

-A ver si hay suerte y el que se muere pero de un dolor eres tú, viejo estúpido--espetó Babras al Barón Roko antes de soltarse una sonora flatulencia en la dirección del noble--Lo ves, si es que sólo me produces gases...

En cuanto el mediano se le lanzó encima, Flame dio un bote por el susto que le dio. Instintivamente se llevó sus manos a sus pertenencias, aquel gesto dejó claro que aún no se fiaba de él, pues quizá estaba haciendo todo aquello para desbalijarla. Aquel mediano era tan pequeño como imprevisible, así que era mejor andarse con pies de plomo.

Pero al tenerle allí, tratando de subírsela encima la joven no pudo evitar soltar una sonora carcajada. Fosco era un mediano muy especial, a la par que divertido. Y, sorprendentemente, consiguió eliminar de su cabeza la preocupación que sentía, aunque solo fuera por unos segundos.

Observó por el rabillo del ojo cómo Flame, Fosco y Rufus jugaban tan despreocupadamente. Qué envidia la dieron. Para ella ese tiempo de juegos y desenfados había acabado, por lo menos hasta que aquella gente estuviese a salvo y las maléficas brumas dispersas.

Esta bién madame Eva, si vos opinais que es mejor que no sepamos ciertas cosas, estais en vuestro derecho - respondió dolida la jóven bruja.

Dirigiendose al resto de los allí reunidos, continuó hablando: aunque a mi me gustaría marchar con un grupo grande y mantenernos todos juntos, deberíamos investigar hasta el fondo estas brumas. Como parece, surgieron de aquel bote de manos de Leo Dilisnya, por lo tanto, al lado de Lord Watcher quizás tendríamos más oportunidades de resolver este enigma. Voto por salir tras la dulce Lovina.

Espera, espera, espera...decía el mediano que había terminado de meter mano a la buenorra de Flame* (pobre, no sabe que es una lagarta). El mediano se puso en pie (si flamee le sacude dice AY!) y sigue hablando No me gusta mucho el frío, pero porque vamos a ir hasta allí? Sólo porque lo dicen las cartas? Creo que las cartas nos llevan a donde quiere ir la bruja. Ale vamos a las montañas a saber que haya allí. Coge tres piedras e imitando a la gitana, en dos o tres cosas empieza a mofarse de ella, las lanza Uy tu hija...esta...esta viva. tira la segunda ¿Que dice piedrA? a la playa? Mejor ir a la playa que hay sol? y finalmente tira la tercera y la guarda corriendo a modo de broma. Nada, nada... A que vamos a ir allí si no es a perdernos. No hay recompensa, no hay premios, sólo la hija de Watcher. No te ofendas, pero para que quieres encontrarla si la vas a volver a perder? Te faltó lanzarla al río pa coger ese cuerpo dijo señalando el cuerpo muerto junto al río. Eres un despropósito como padre. Yo sólo voy si hay recompensa. Ya la he salvado dos veces! y haciendo un dos con la mano. Acuérdate del tipo con ese cinturón que se convirtió en un bicho con muchas cabezas, por suerte estaban aquellos dos señalando a Flame y a Babras. Mala idea ir a las montañas... lo dicen las piedras dice poniendo los brazos en cruz. Esa mujer esconde algo... ya te lo digo yo Onfale... Esconde algo dice protestando a Onfale.

Onfale escuchaba a aquellos dos personajes desde distintos puntos de vista. De ninguno se fiaba, eso seguro, pero mientras que Víctor Watcher le hacía torcer el gesto de desagrado por su debilidad, pues no era capaz ni de proteger a su familia como bien sabían, la adivina le infundía respeto, un respeto basado en el temor a sus poderes. ¡Qué no daría el mago por poder comprender aquellas brumas y usarlas a su antojo como hacía la gitana!

Sumergido en sus cavilaciones sobre las intenciones de cada uno la voz de Fosco, a la cual ya estaba familiarizado, le trajo de vuelta a la cruda realidad. Observó al mediano con una de sus perfiladas cejas levantada. ¿Le daría un puntapié en el trasero? No, aunque maleducado, sus palabras le hicieron sonreír ligeramente, no faltas de razón.  Aunque poderosa, Eva Zarovan era alguien de quien cuidarse las espaldas. Y qué decir del traicionero Watcher. Al menos ella sí les había recompensado y, lo más importante, curado a la bruja de Hala.

- Ejem…- Carraspeó para cortar los “juegos” de su lacayo.-...Muestra algo más de respeto hacia Eva, Fosco.- Reprendió al mediano para después proseguir.-Por mi parte iría a Lechberg ayudando en lo que esté en mi mano por la seguridad de esta gente.- Deslizó su delgado brazo de manera delicada, como flotando por el aire, cual noble señalando a su pueblo.- Pero en lo que respecta a Lovina…¡pobre criatura desvalida!- Desvalida por tener a ese inepto como padre.- Como bien dice Fosco, ya sería la tercera vez que hacemos el papel de “padre” protegiendo su vida. Ahora mismo no tienes nada Wachter que puedas ofrecernos y ambos estaríamos mejor si no nos tuviéramos delante. Pero si nuestro destino se cruza, y pareces necesitar nuestra ayuda de nuevo, más te vale premiarnos con algo y, por supuesto, dejar el trato por escrito, pues como bien ya sabemos, tu palabra vale menos que la “g” de gnomo.- Onfale se cruzó de brazos, al igual que Fosco, aunque su porte era mucho más estilizado y elegante.

En un momento de intimidad Onfale se acercó a Fosco para parlamentar con él tranquilamente.

- Llevo un rato queriendo hablarte, mi fiel lacayo. ¿Qué demonios te pasa? A veces pienso que tu obtusa mente no da para más. No haces más que ofender a la gitana con tus palabras. ¡Por Hala que podría convertirte en sapo! Yo mismo lo haría si me hicieras lo mismo. No quiero que la vuelvas a tratar así.  Nos ha recompensado con creces por nuestro servicio en la torre. ¡Controla tu avaricia con respecto a ella  si no quieres acabar mal! Esa gitana es poderosa, te lo digo yo. Hasta curó a Leiath de su mal y mira esa maldición que nos afectó a todos por incumplir sus sucios tratos.- Tras la bronca inicial, Onfale se relajó como si de un padre con un hijo travieso se tratase.- ¡Ay Fosco! Con esa habilidad para tergiversarlo todo, podrías llegar muy lejos si te controlaras un poco. Quizá sea por mi vida de eunuco y esclavo, pero he aprendido que lo mejor es mostrar la cara que los demás quieren ver de uno. Es verdad que yo mismo a veces no consigo controlarme. Ahora que disfruto de la libertad me es mucho más difícil, sin un látigo que me recuerde que debo ser sumiso y mantener la boca cerrada. Deberías ocultar tus verdaderas intenciones tras una elaborada máscara de complacencia hacia los demás.- El perfumista se acuclilló para estar a la altura de los ojos del mediano.- ¿No te das cuenta cómo te mira la gente? Desconfían de ti, y con razón. ¿No crees que sería más provechoso que no lo hicieran? Cuando bajen la guardia el golpe será más duro, no sé si me explico.- El mago quedó pensativo buscando un ejemplo.- Fíjate en Klasius. ¿Acaso no podrías imitar su noble comportamiento? Cuando atacó el Terlen, en vez de quedarte delante de todo el mundo tocándote tu entrepierna,  ¿por qué no corriste en ayuda de la pobre gente? ¿Crees que yo sería tan tonto de arriesgar mi vida por uno de esos “don nadie”? Si lo crees me subestimas, amigo. Pero hice el paripé. Corrí como el que más en ayuda de las pobres almas desvalidas.  Pero antes había calculado lo que tardaría en llegar para no ser el primero. Cuando llegue ya estaba muerto, pero la gente me vio salir en ayuda de aquel pueblerino y así mi imagen habrá mejorado entre ellos. – El perfumista miró a los ojos del mediano para ver si comprendía lo que le decía.