Partida Rol por web

Mientras todos decidían como actuar, yo me mantuve en silencio expectante a sus acciones, poco mas podía hacer mas que observar y detallar las cosas y las personas a mi alrededor, no era diestro con la tecnología ni tenía el don de ver lo que se escapaba a la vista, solo podía confiar en la información que mis ojos captaban y hacer de guardaespaldas, algo a lo que estaba acostumbrado.

No obstante, mi acciones se vieron interrumpidas por las palabras de Javier, quien había dicho algo interesante o al menos, había llamado mi atención -  ¿cara de pocos amigos? - pensé mientras le miraba de reojo y arqueaba levemente la ceja, no comprendía a que se debían sus palabras...aunque su plan fuera bueno.

Con mi espada a la cintura, la cual decidí llevar a plena vista, continué la conversación, mas para añadir que para concretar.

- Si las cosas se ponen feas...déjamelo a mi...- espete - no creo que me ganen en un duelo de malas miradas - añadí mientras continuaba con paso firme al de los demás, no me gustaba admitirlo pero, era cierto que no tenía el semblante mas carismático de todos, de hecho me ayudaba a evitar peleas...solo con una mirada.

- Sea como sea, hagámoslo...haré el papel que sea necesario para descubrir lo que necesitemos - concluí mientras resguardaba las manos en los bolsillos, no me importaba demasiado seguir el plan de Javier, era uno conveniente, en cualquier caso, Chell y Ion tenían que tomar la iniciativa esta vez, nosotros seríamos el respaldo.

Un local típico de los suburbios con una seguridad fuera de lo común; lo normal era tener cámaras y contar con tener una apariencia lo bastante agresiva como para evitarse malos rollos.

Igualmente, observé detenidamente las piezas que había en su escaparate; ya no solo por tener algo de lo que tratar con la dueña, si no por pura curiosidad.

-No recomiendo esconder las armas, si tenerlas enfundadas, no buscamos problemas de primeras, pero por aquí es mejor que se noten por lo menos, poca gente va desarmada, y si lo va, suelen tener algún gorila detrás blindadete.- Suspiré.- Pocas veces se ve a alguien con armas tan... arcaicas como la espada de Soma, pero puedes hasta ser un bonito reclamo de atención y puede servir para tomar a mas de uno desprevenido.- Miré al cielo un momento.- Nunca necesitamos de escolta, solemos arriesgarnos poco y somos buenas en lo que hacemos.- Me encogí de hombros.- Pero siempre hay una primera vez; así que... Detrás de nosotras y cara de perros.- Me giré a Ion.- Cabeza alta y que no te intimiden.- Le guiñé un ojo.- Podemos preguntar primero por alguna pieza cara, seguir con una rara de encontrar  y, a partir de ahí, tirar un poco de renombre, a ver si hay suerte, e intentar preguntar acerca de la seguridad tan buena que tienen.

Desplegué a Andronio con una sonrisa iluminando mi rostro. 

-Os presento a Andronio.- Señalé al dron que se suspendía en el aire a mi lado.- Ve a la parte de atrás del edificio, busca la salida de incendios y camúflate con una farola y vigila, no quiero sorpresas por detrás. - Me quedé pensativa un momento .- En caso de no haberla, la esquina de la calle está bien, no me gustaría que de repente aparecieran un montón de sombras.

Busqué mis gafas y encendí un cigarrillo, di una larga calada en busca de las agallas que normalmente no tendría, y expulsé el humo con energía; normalmente no fumaba, pero cuando estaba muy estresada alguna calada caía.

-¿Algo más o entramos? - Miré a Ion en particular mientras se esbozaba una sonrisa nerviosa; acto seguido, mi rostro se tornó serio; no me agradaba la situación en demasía, era arriesgado y no solía estar en la acción.

"Todo va a salir bien." Pensaba una y otra vez para mis adentros, auto convenciéndome. "Lo último que se pierde es la esperanza, ¿no?".

Miré fijamente el cartel de la tienda donde nos dirigíamos, decidida a entrar con paso firme sin titubear, estaba en mi terreno; no solo por la zona donde nos encontrábamos, si no por la temática que tratábamos en esos momentos, no tenía razones para estar nerviosa, pero lo estaba, cerré los ojos durante un breve instante y dí otra calada al cigarro, larga, consumiendo gran parte del mismo.

El telón se alzaba, la función estaba a punto de empezar.

Al llegar enfrente de la tienda que íbamos a investigar, parecía una tienda cualquiera de la zona o al menos eso me parecía, pequeña y una ancianita en el mostrador aunque lo que me descuadra son esos gorilas encapuchados, aunque puede que sean de seguridad de la tienda ya que si venden tecnología tan de vanguardia habían sufrido robos y ataques…

-Bien Chell parece que lo tienes todo bien atado- la mire con cierta indiferencia.- visto que tienes reputación en la zona y que te sientes como en casa, qué mejor que tomes la iniciativa en la obtención de información.

Aunque mientras hablas con la mujer echaremos un vistazo por el resto de la tienda, quizás encontremos algo sospechoso. Javier, una vez dentro y Chell se quede hablando con la anciana de la tienda, entraremos más al fondo, a ver si encontramos algo.

Mientras, soma, puedes quedarte cubriendo a Chell por si acaso pasase algo.-

Vaya, no se porque, pero creo que todo esto tendríamos que haberlo debatido en el piso...pero en fin, que se le va a hacer….

Me gire mirando a la tienda esperando a que todos estuviésemos de acuerdo para entrar, espero que no se lie…

-Vale, por mi parte estoy lista y preparada.-

En el momento que se acercaron sí es cierto que ambos hombres miraron primero a las dos mujeres y luego hubo una mirada fugaz para los dos hombres que parecían haber ido con ellas pero se habían quedado al margen. No hubo reacción agresiva, pero si se quedaron mirando el desempeño de todos en silencio.

La vieja mujer que atendía saludó a sus dos nuevas clientas y usó su obvio ojo prostético para escanearlas, una de tantas estrategias que la ayudaba a captar clientes, saber lo que llevan y lo que "podrían llevar".

-Hola, jovencitas. Bienvenidas a la tienda de Hex.

El cartel de la tienda ponía "El rincón de Hex".

-Oh... que tenemos aqui... un cyborg de cuerpo completo y un buen cuarteto de brazos y piernas. ¿Venís a por algo práctico para el dia a dia o tal vez algo mas para trabajos... duros?. Tengo nuevas adquisiciones que no os podeis perder. Tambien hago mantenimiento, montaje y limpieza. Aunque vosotras chicas parece que os sabeis cuidar bien...

Tal y como seguro ya sospechaban, el stock de aquella tienda era unisualmente bueno, recambios de primera mano, gama media y alta en varios artículos como manos, brazos, antebrazos, pies y piernas. Tambien piezas de recambio nuevas para la mayoría de órganos prostéticos que la gente se solía poner o cambiar a menudo, como higado, pulmónes, riñones o corazón. Tambien genitales de todo tipo y tamaño. Las piezas estaban límpias y debidamente empaquetadas al vacío para su consevación, algo que tampoco se veía muy a menudo por los suburbios, rara vez se cumplían los protocolos de higiene.

Todo el viejo stock había sido apartado a un triste rincón del escaparate. Obviamente eran mucho mas baratos que la nueva mercancía, de esa forma "El rincón de Hex" había ampliado su mercado a gente mas exigente, no solo a la típica clientela de barrio con pocos recursos.

Andronio reveló que por el estrecho callejón detrás de la tienda tambien atendían y tenían productos mas básicos a la venta, como cableado de diferentes aleaciones, tornillos y piezas pequeñas.

Salvo algun esporádico transeunte no había nadie allí.

Por otra parte sí había un par de cámaras de seguridad que Chell pudo ver al acercarse, estaban ocultas lo suficientemente bien como para que un cliente normal no las viera, aquella señora sabía cómo montarlas y cómo camuflarlas. Una de las cámaras apuntaba a la trastienda, la otra a la parte de alante.
 

Tiré el cigarrillo con un ágil movimiento de dedos, en dirección al suelo, justo después de aterrizar lo pisaría al pasar de camino a la tienda.

-Chicos, por lo que me muestra Andronio, tienen una trastienda donde venden chatarrilla, por así decirlo, piezas de menor calidad, cosas básicas, también puedo deciros que tienen cámaras de seguridad, tanto alante como atrás.- Comuniqué a mis compañeros por la intranet.

Entré sin prestar atención a los dos hombres, como si no me importase su presencia; mostré una gran sonrisa y me subí las gafas, haciendo las veces de diadema.

- ¡Buenas! -Miré al rededor para luego posar la vista en el mostrador, sin perder la sonrisa.- Veamos... - Observé las piezas que tenía expuestas con detalle, tenía cosas inusuales de ver por aquí y la verdad era una gran oportunidad para encontrar algo útil y de calidad, aunque en Elysium no faltaba de nada.- Estábamos buscando un anillo estabilizador magnético.- Solían ser piezas caras, utilizadas sobre todo para las pistolas láser.- Tenemos un encargo bastante excepcional esta vez y no me preocupo por el presupuesto.- Alardeé un poco pues, en el fondo, no era mentira, Claire está hasta arriba de proyectos y conseguirle piezas era importante.

Prefería ir por partes, poco a poco; tampoco es que estuviera interpretando un papel, pues nada más entrar, los nervios se convirtieron en curiosidad y entusiasmo, tantas piezas raras y caras en el mismo sitio, en los suburbios, era todo un hallazgo, una pena que Claire no estuviera aquí.

Mientras esperaba su respuesta, me acerqué a Ion con la mirada iluminada.

-Mira, mira, qué de cosas, podría llevarle un brazo holográfico a mi hermana.- Bromeé.

Sentía que ser natural en ese momento era lo mejor, estaba en mi terreno; me remangué la chaqueta y me apoyé sobre el mostrador, no debía tardar mucho más en encontrar, si tenía, lo que le había pedido.

-Si, tengo de esos.

Chell no había especificado la medida asi que sacó tres diferentes de tres medidas diferentes.

-Puedo hacerlos de otra medida por encargo si lo necesitas, aunque te saldrán mas caros.

Luego pareció percatarse de algo y se agachó a abrir una de las cajas de envíos que tenía aun sin desembalar.

-Eso me recuerda, al ver a dos jovencitas tan hermosas estoy segura de que esto os puede interesar.

-Tacones acoplables directamente al casi cualquier pié artificial sin necesidad de calzado alguno (aunque tambien se adaptan al calzado). Tienen función magnética para adherirse al suelo, punta metálica desplegable para que vuestras patadas duelan de verdad y recubrimiento de aleación mimética que cambia de color para adaptarse a vuestro estilo. Aunque la verdad es que a mi me fascina su aspecto original. Todo controlable a velocidad pensaiento mediente la interfaz estandar.

Os haré una buena oferta si estais interesadas.

Tentó con una sonrisa pícara.

Acompañe a Chell al interior de la tienda, tras pasar la entrada ignore a los hombres que había en ella, igual que Chell con naturalidad. Después vi tras el mostrador a la anciana que parecía ser la dependienta.

Tras darnos la bienvenida.... la anciana... por lo que parece tiene algún especie de escáner, con el cual a podido ver que soy completamente mecánica, maldita vieja. ¿Debería enseñar a mantener la boca cerrada con quien no conoce?, mejor en otro momento, estamos investigando y no sería buena idea liarla, por ahora…

Mientras Chell revisaba el mostrador viendo todo lo que había, mire alrededor y vi que todo estaba muy bien ordenado, había todo tipo de accesorios y modificaciones. Lo que me asombra es que para estar en los suburbios, está todo muy limpio y cada embalaje sellado, como si de recién salidas de la fábrica para una tienda de alta categoría, increíble.

Después vi que Chell se me acerco.

-Buena idea puede que le guste.- respondí.

Tras ver que la anciana intentaba vendernos unos tacones, los cuales eran muy interesantes pero….

-No son de mi estilo.-

-Por mi parte no estoy interesada.- y a regañadientes la dije -GRACIAS-.

Me fije en ella, me acerque al mostrador y me dispuse a decirle que la próxima vez que me analice... tendremos problemas, pero, dada la situación, me mordí la lengua y me dirigí a una de las vitrinas a fijarme en el contenido, también entre mirada y mirada, disimuladamente, me fije a ver si veía las cámaras de dentro y hacia donde enfocan, con suerte, habra algun angulo muerto.

Miré a los alrededores antes de entrar, pensé que sería lo habitual cuando haces de escolta y me dispuse a seguir a Ion, como habíamos planeado.

La seguí en ese pequeño espacio no sin sentirme un poco sorprendido por la calidad de los materiales que aqui podias encontrar.

No estaba muy puesto en el tema, pero si que podia mirar por encima la calidad de los componentes, los bañados asi como los juegos sencillos en codos, dedos, rodillas...

Cuando la mujer comenzó a hablar con las chicas, una sonrisa se dibujó en mi rostro.

-Así que un cuerpo robótico eh..., ¿ como es posible ?-

Busqué un buen angulo desde el que poder ver al exterior y al mismo tiempo tener aunque fuese un breve contacto con las chicas, no obstante, antes de centrarme en el exterior, mis ojos se posaron en esos zapatos.

-¿Cuanto crees que cuestan?- Le pregunté a Chell, ella esta acostumbrada a trabajar con estas cosa.

Y una vez preguntado, me encaré en dirección al exterior para cubrir las espaldas de mis compañeros con una posición relajada.

Cuando entraron Chell y Ion a la tienda, me mantuve ligeramente mas alejado de ellas que Javier, aunque si bien podía escuchar la conversación de adentro, preferí quedarme cerca de la puerta mientras observaba con cierta cautela a los porteros de la tienda, no me fiaba ni un instante de nadie que no fuera del equipo, se notaba claramente mientras mantenía la siniestra sobre el mango de mi espada.

No obstante, me sorprendió el hecho de saber que Ion tenía algo que ocultar, no entendía el por que, aunque eso explicaba la conversación anterior que había soltado, por lo menos ya cobraba mas sentido, en cualquier caso, me quede fuera del asunto mientras observaba los alrededores con ojo avisor mientras hablaban con la dueña, no sabía que buscar ni en que fijarme, por lo que poco a poco, mi vista se fue tornando hacía las calles, las ventanas y los tejados.

Los guardias de la tienda poco podrían hacer para llamar mi atención, estaba a medio segundo de clavarles la mirada con puro instinto asesino, algo que esperaba, no necesitará.

- Hmmm...detesto investigar...- dije entre ideas mientras divagaba y me perdía en mis pensamientos, esperaba que al menos, si no encontrábamos algo, pudiéramos avanzar al siguiente punto.

A pesar del aviso de Chell y sus esfuerzos, Ion no pudo determinar la localización de las cámaras, lo que invitaba a pensar que estaban bien escondidas a los ojos de cualquiera que no estuviese acostumbrado a buscar "tecnología" en general.

En cuanto a los tacones, a ojos de Javier, eran una pieza realmente cara de tecnología, desconocía completamente el sistema o aleación empleada para que cambiaran de color, un detalle tal vez poco importante comparandolo con las otras funciones, pero hasta donde sabía Javier, el metal no podía cambiar de color sin mas y de hacerlo, ¿podía alcanzar toda la gama de colores? aquello tenía que ser caro obligatoriamente.

Los dos "vigilantes", si bien habían dejado de hablar y observaban a Chell y a Ion, no parecían hostiles, sus manos seguían ocupadas con un cigarro y no parecía que esa situación fuese a cambiar a menos que alguien provocara que cambiase. Iban armados, los bultos bajo sus cazadoras daban a entender armas de mano, no ocultaban ese hecho, aunque tampoco las iban mostrando abiertamente.

De vez en cuando pasaba algun transeunte ignorando a todos los presentes, nada sospechoso por el momento.

La calle parecía tranquila, nadie parecía estar pendiente de Soma o de sus compañeros salvo los dos matones que esperaban a un lado de la tienda de prostéticos.

Tan solo había otro ente observando directamente a Soma en este momento: un gato sentado en el alfeizar de uno de tantos edificios antiguos y en mal estado que les rodeaban.

Parecía un gato callejero cualquiera y observaba a Soma y a Javier desde su posición privilegiada en las alturas.

Mientras mantenía la posición, observe algo curioso, algo que llamo mi atención, no me moleste demasiado en explicarlo a mis compañeros pues podría ser fácilmente una simple coincidencia pero la curiosidad me podía, con la diestra me despedí de mis compañeros mientras que con una simple marcha, les comunicaba por la intranet.

- Os veo ahora - espete mientras empezaba a andar sin dar mayor explicación que el simple hecho de que me marcharía, allí no podía hacer nada mas que de escolta, algo que no me gustaba, en cualquier caso no me iría muy lejos, solo quería confirmar una cosa.

Esperaba que mis compañeros lo entendieran...al menos, por esta vez.

Una vez me separe del resto, observe al gato con curiosidad mientras ubicaba el edificio en el que estaba, no era difícil, su color denotaba cierta familiaridad...una que no sabía si acertar o no, en cualquier caso, me aproveche del hecho que los edificios estaban en mal estado y en su mayoría, eran de los mas antiguos y aprovecharía la oportunidad para colarme en el que estaba aquel ente.

- Tal vez me estoy volviendo loco...- musite mientras caminaba, buscando la puerta del edificio para entrar en este no sin antes contar el piso en el que el gato estaba y subir hasta el por el interior.

- Pero si no...- concluí con marchar seguro y decidido, no sabía que me depararía el lugar al que iba pero si necesitaba saber que era exactamente, la curiosidad parecía ser la clave, por muy ominoso que se sintiera.

Soma nisiquiera tuvo que forzar la entrada, solo había que empujar una cochambrosa puerta de madera que seguramente caería al suelo al mas mínimo golpe.

El interior estaba totalmente en ruinas, un edificio abandonado seguramente desde hace años y tan solo aprovechado por indigentes y en este caso, gatos y alimañas callejeras.

En el interior había mas gatos, Soma apenas había revisado el piso bajo y se había cruzado con tres. Ninguno parecía amistoso, todos se comportaban de manera huidiza al acercarse el templario, tambien escuchaba sus pequeñas pisadas por el sobretecho y como eco de las diferentes habitaciones y salas con los tabiques derrumbados.

La estructura del edificio, por lo poco que pudo ver Soma, tambien parecía dañada, aquel lugar no era seguro y había signos de derrumbes parciales, probablemente por eso no parecía haber mas indigentes durmiendo o viviendo allí, seguramente solo usaran aquel lugar cuando no les quedaba otro remedio.

Soma estaba en el piso bajo, tendría que arriesgarse con unas ruinosas escaleras si quería seguir indagando.

Cuando entre en el edificio, me encontré con lo que me esperaría, un desastre corroído o destrozado por el pasar del tiempo y la falta de mantenimiento, el ver solo animales en el lugar solo me daba a entender que allí yo era el único humano o al menos eso quería pensar.

Mi paranoia continuaba mientras mas observaba el lugar, nada del lugar parecía seguro y mucho menos estable pero no me quedaba mas alternativa que observar todo con detenimiento mientras investigaba el lugar, los gatos que lograba divisar apensar desaparecían cuando mis ojos caían sobre ellos pero esa no era la cuestión, había uno en particular que llamo mi atención.

Cuando termine de indagar la planta inferior me dispuse a ir a las escaleras del ruinoso edificio, las cuales no parecían nada estables, en cualquier caso, me tome el tiempo y la paciencia necesarias para poder subir aquellas escaleras sin hacer demasiados movimientos bruscos, no sería prudente ir por ahí con un golpe por que las escaleras cedieron.

- Esperemos esto aguante - pensé mientras las subía, pues la curiosidad me motivaba a continuar con aquello a diferencia de mis compañeros los cuales había dejado atrás, esto era algo en lo que al menos me podía involucrar.

No sabía que me depararía los pisos superiores pero estaba dispuesto a averiguarlo.

A pesar de lo endeble de la madera de los escalones, Soma encontró la forma de subir sin que ninguno se desprendiera. El gato que había visto desde el exterior estaba en cuarto piso. El resto de plantas hasta llegar al mismo presentaban condiciones parecidas, todo estaba en ruinas, lleno de polvo e incluso había enormes boquetes en el suelo que permitían caer varios pisos sin obstáculos, algo extremadamente peligroso si el suelo se abría a los pies de Soma.

La estancia donde calculó Soma que estaba la ventana donde había visto al gato era una especie de salon, o lo fue antaño, había restos de muebles elegantes y tambien material informático en pésimas condiciones y una capa de polvo considerable.

Al desviar la mirada hacia la ventana que Soma había visto desde el exterior, pudo comprobar que el gato ya no estaba, sin embargo, otro gato pasando por el pasillo contiguo llamó la atención del templario, simplemente se le escapó un ligero maullido mientras se sacudía y seguía su camino mas allá del umbral.

Acto seguido en la interfaz de Soma saltó un mensage de advertencia "Signal Lost". Había sido desconectado de la intranet de Elysium y de cualquier otro lugar online, en ese momento no podría ponerse en contacto con nadie.

El ascenso por el edificio había sido molesto y peligroso cuando menos, en cualquier momento podía despistarme o tener la mala suerte de que el suelo cediera y caer varios metros a las plantas inferiores, por suerte, con la suficiente capacidad de observación, pude subir hasta la última planta del edificio para encontrarme nada mas que una sala vacía donde presuponía había visto el gato.

Arqueé una de mis cejas mientras observaba a mi alrededor, no había visto ningún indicio de mi preocupación original y mi motivación para haber subido a aquel lugar parecía haberse apagado, hasta que escuche aquel maullido, aquel leve sonido llamo nuevamente mi atención y curiosidad, era otro gato, no era el mismo que había visto pero no parecía como los demás, se paseaba por el umbral del pasillo contiguo sin temor, con completa indiferencia.

Era algo extraño de comprender; pronto, al notar la perdida de señal en mi interfaz, fruncí levemente el ceño algo molesto por la situación pero hinque los hombros y me conforme con la situación.

- ...De todas formas no es algo que me guste tener...- espete mientras me llevaba la siniestra a la nuca para recordar que tenía aquel implante allí, un recordatorio mas de las cosas que desconocía.

Indiferente a la situación, lleve la mano hacía la capucha que aún cubría mi cabeza y me la baje mientras comenzaba a nadar hacía donde había escuchado al gato que había maullado.

No sabía hacía donde conduciría el umbral ni que me encontraría, tal vez fueran solo paranoias mías pero, ¿realmente debía ignorarlas?, pronto me dí cuenta de que había dejado escapar muchas cosas, había dejado mi curiosidad atrás, obrando solo por el deber o la razón...

- Tal vez encuentre algo mas allá en este camino - musite de forma efímera mientras andaba hacía mi próximo destino.

Al seguir al gato y cruzar el umbral de la puerta, Soma se encontró con que en ambas direcciones, el pasillo estaba cortado por sendos derrumbes. Montañas de escombros y vigas que solo dejaban una opción: pasar a la habitación de en frente a través de otro umbral sin puerta y curiosamente similar al anterior.

Una vez en la siguiente habitación, Soma pudo comprobar como la nueva era sospechosamente similar a la anterior, con los mismos elementos colocados en el mismo lugar y al fondo, de nuevo el mismo umbral con aquel gato pasando.

La sensación de Deja vu era ahora total. Algo no iba bien.