Partida Rol por web

-Bien, me alegro entonces de que ella haya logrado hacer una buena amiga.

No escojió la palabra "amiga" de manera trivial, porque almenos hasta el punto de inflexión del secuestro, eso eran, algo para nada trivial.

-Una vez ella me preguntó con sinceridad qué era la amistad. Un ser con una inteligencia cuasi divina y acceso a todo el conocimiento acumulado por la humanidad me estaba preguntando por la amistad justo en el momento en el que le declaré ser su amigo.

En ese momento me abrumó la idea de soledad y desamparo que debió sentir tras vivir durante mas de un año en una sociedad humana sin siquiera tener una idea correctamente establecida de amistad. Asumiendo la identidad y personalidad de la carismática presidente del consejo de Elysium, un personaje lleno de confianza, diligencia, determinación, templanza y astucia. Un personaje en quien todos confiaban y contaban para tomar las decisiones y mantenerles a salvo.

Una aberración... un lento suicidio doloroso de presenciar.

Explicó para que Chell comprendiera que al decir "una buena amiga", no solo estaba elogiando a Chell, sino reconociendo el crecimiento de Maggie. No podía ser algo trivial bajo ningun concepto y desde luego un buen punto de partida para los sentimientos que Chell creía tener hacia ella.

-La explicación de cómo he hecho eso es... excesivamente larga, por ahora deberás conformarte con un resumen que utilizaré para enlazar con el asunto mas importante.

Hemos atravesado un tunel espacio-tiempo hecho de pura energía. A estos tuneles los llamamos "Caminos de las estrellas" porque existen como una red invisible por todo el universo conocido, yo solo he recolocado esa red para desplazar una de las entradas donde estabamos y una de las salidas aqui en Finlandia. En otras palabras, he tomado prestado un medio de transporte "universal", en todo el esplendor del significado de esa palabra.

No entraré de momento en mas detalles, pero debes saber que yo no fuí el pionero a la hora de descubrir como utilizar estos caminos, el primer ser terricola que desentrañó sus secretos fue Maggie y luego ella me ayudó a desentrañarlos a mi.

La razón por la que le decía eso resultaba obvia si se aplicaba al tema del secuestro, aparte de todas las inimaginables capacidades que tenía Maggie ¿realmente se podía secuestrar a un ser que puede abrir portales a cualquier lugar del universo?. Resultaba absurdo y ese era precisamente el galimatías al que se estaba enfrentando Adirael. Una conclusión a la que Chell podría llegar sin esfuerzo, si es que no había llegado ya.

-Maggie es el tipo de individuo que sería capaz de meter un significado trascendental en la mas banal de las conversaciones o en el mas trivial de sus actos. Mis teorías parten de ese punto, la conclusión mas obvia y rápida a la que podemos llegar es que Maggie "permitió" el secuestro.

En otras palabras, si tenía planeado algo, su ausencia era parte de ese plan. Por lo que podemos llegar a concluir que si su intención era arreglar la situación, su ausencia era una condición imprescindible para lograrlo.

Puede que para nosotros no tenga sentido, pero para una mente que conoce las variables hasta casi la premonición, si lo tendría.

¿Y qué es lo que sabía Maggie que la hizo tomar tan drástica medida sin consultarlo con nadie mas? esa es la pregunta del millón, esa es la pregunta que me procupa, me preocupa enormemente. Es una medida tan drástica que se antoja emocional, como ya dije, Maggie es delicada, ademas de una principiante en cuanto a su humanidad se refiere.

Esta teoria tiene otras implicaciones alarmantes, como la implicación arbitraria de varias personas justo antes de que eso sucediera...

Se estaba refiriendo a las hermanas Donovan, a Soma y el resto de nuevos fichajes.

-Creo que hay motivos específicos por los que estas aqui, si Maggie tenía un plan, ella te necesitaba para dicho plan y parece que contaba con que cumplirías con tu papel en él incluso sin conocerlo, al igual que el resto de nosotros que nos hemos implicado.

Ella nos conocía, os conocía a vosotras, sabía de antemano cómo actuariamos ante ciertas situaciones y desde luego sabía que terminariamos descubriendo dónde se la habían llevado y que iriamos a por ella sin pensarlo dos veces.

Asi que mi plan es, precisamente actuar de acuerdo a ese estereotipo, porque creo que asi estoy contribuyendo a ese plan oculto de Maggie.

Esas eran, a grandes rasgos, las impresiones de Adirael con respecto a la situación, podían encontrarse muchas lagunas en aquel razonamiento, pero había una misteriosa aura de confianza ciega, un signo aun mas convincente de la amistad entre ambos.

-En cuanto a Gradus, no hay mucho que decir, los psiquicos somos básicamente personas con una mutación muy específica en el lobulo frontal del cerebro que nos permite manifestar poderes telequinéticos entre otras cosas. Gradus es una organización que los encuentra, los reune y los entrena para que en vez de dedicarse a romper cosas, trabajen para el bien comun. Intervenimos en crisis de este estilo, ya sabes, de las que pueden acabar con la civilización. Somos vigilantes y como tales, contar con la ayuda de Maggie es bastante beneficioso para ambos, tenemos las mismas metas.

Aunque todo apuntaba a que la propia Maggie había sido una de esas "crisis".

-Hemos llegado...

Adirael deceleró, el paisaje era ahora extremadamente rural, nevado y hasta cierto punto inóspito, sin embargo, estaban ante una cabaña bastante grande en medio de un claro bastante grande del bosque.

El psiquico aparcó cerca de la puerta y se bajó. A partir de ese punto habló de manera normal.

-Aqui vive un viejo amigo de manera temporal, hemos venido tambien a buscarle, parece que no está en casa asi que encenderemos la chimenea, nos pondremos comodos y le esperaremos, ¿te parece bien?.

Entró a la cabaña con una amplia sonrisa en el rostro, lo primero que hizo fue encender la chimenea aunque la enorme cabaña tenía electricidad y todos los accesorios de un hotel rural de lujo. La nevera estaba bien suplida y en general el lugar estaba bien cuidado.

Por un instante me sentí halaga; pero, las palabras de Adirael me dejaron más helada que el páramo que atravesábamos; la idea del aislamiento que debía haber sufrido Alysa me entristecía de una manera agobiante.

Lo impresionante que era y lo taciturno y gris que resultaba pensar en su vida; una mezcla de tristeza y rabia se reflejaba en mi rostro.

“Jamás dejaré que vuelva a sentirse así.” Me prometí a mí misma.

Acto seguido, mis ojos se abrieron aún más si cabía esperar y mi mandíbula se desencajó del asombro.

-Puf... Caminos de las estrellas ¿eh? – Dije mientras echaba la cabeza atrás – Impresionante.

Me quedé dubitativa el resto de la conversación; estaba muda perdida entre mis pensamientos, simplemente intentaba procesar todo lo que Adirael me estaba contando.

-Maggie parece complicada.- Sonreí con delicadeza.- Si tú que la conoces tan bien crees que es parte de un plan que aún desconocemos; nos toca tener fe e intentar dar nuestro mejor esfuerzo. Todo es poco por Alysa.- Se palpaba un toque de melancolía en mis palabras.

A continuación, el desconsuelo quedó en segundo plano y la curiosidad me inundó; saber más cosas de los psíquicos resultaba interesante. Observaba a Adirael con detalle mientras me hablaba; aunque, el paisaje se llevaba algún vistazo de reojo; hacía muchos años que no veía la nieve.

-Curioso cuanto menos.- Musité.- Espero que nunca nos enfrentemos en batalla.- Bromeé.

Al llegar, oteé el exterior de la cabaña donde habíamos parado y miré indiscretamente cómo Adirael actuaba con total normalidad y le seguí con cautela.

-¿Está bien que entremos así como así? ¿No se enfadará tu amigo con nosotros por la intrusión?- Cerré la puerta tras de mí y avancé un par de pasos en la habitación, observando el interior con precaución.- ¿Podemos hablar con normalidad?

Adirael no pudo evitar sonreir ante las dudas de Chell al entrar en la cabaña. Encendió la chimenea y enseguida fue a preparar te, la cabaña era como un enorme salón, solo el baño estaba en una habitación aparte. Chell podía ver en todo momento al psiquico.

-Adirael- ¿Enfadarse? uff... espero que no, otra vez no.

Adirael volvió a reir al hacer una referencia que solo él entendería, pero no quería incomodar a Chell asi que trató de calmar sus dudas con un tono amable.

-Adirael- No te preocupes, Geralt y yo somos amigos, puede que hace mucho tiempo se planteara matarme y yo a él, pero afortunadamente todo acabó en una amistad realmente sólida. Geralt es el padre de Eva... y de Alysa. Bueno, su segundo padre, el biológico. Es un tipo sin delicadeza y despreocupado, pero a la vez honesto y endemoniadamente fuerte. Puedes hablar con normalidad.

Una vez mas la elección de adjetivos no era al azar.

Adirael se acercó con dos tazas de te caliente recién hecho y lo sirvió con elegancia junto a unas austeras galletas. Eso junto a la crepitante chimenea ayudaría a Chell a entrar en calor.

Luego prosiguió en un tono algo mas serio.

-Adirael- El nos ayudó mucho en el pasado, de hecho, todos estamos vivos gracias a él. Defendió a Maggie desde el principio hasta el final, incluso cuando no sabía de su relación genética con ella. Él necesitaba hacer algo importante aqui en Finlandia, asi que le prometí que si pasaba algo serio le avisaría, creo que la situación es lo suficientemente excepcional como para venir a buscarle y ponerle al dia en persona. Nada de lo que tenemos que contarle se puede decir de forma remota, es demasiado arriesgado.

Adirael se sentó en el sofá individual al otro lado de la chimenea, quedando casi de frente a Chell. Bebió de su taza y suspiró con alivio acomodandose ante el calor del fuego.

Tras media aproximadamente media hora de relax, la puerta de la cabaña se abrió y un hombre de aproximadamente 1,85 metros de altura y cabello color extremadamente claro entró y se quedó mirando a los dos huespedes que ya parecían haberse acomodado.

-Geralt- Me imaginé que serías tú, no solo porque muy pocos saben donde estoy, tambien porque esa debe ser la única moto aerodeslizadora en 500 kilómetros a la redonda.

Ha pasado mucho tiempo, Adirael.

Terminó por saludar al final. Su aspecto era el de un hombre de la era feudal, incluso portaba una espada en su espalda y un medallón con la cabeza de un lobo blanco tallada. Era extremadamente corpulento y su presencia inpiraba una sensación de amenaza tranquila, recordaba a un guerrero vikingo de antaño, como una reliquia atemporal en un mundo consumido por la tecnología.

Geralt se adentró y dejó parte de su abrigo tirado en la cama sin hacer.

-Geralt- ¿Quien es ella?.

Preguntó al psiquico con pocos modales.

-Adirael- Ella es Chell Donovan, ingeniera escogida a dedo por Alysa. Pensé que sería bueno traerla, es una mujer muy curiosa.

Geralt fue a la nevera y cogió una cerveza fria, luego se acercó a Chell y le tendió la mano como saludo, una mano grande y cayosa por el manejo de la espada.

-Geralt- Geralt.

Dijo su nombre como unica presentación, no parecía un tipo especialmente hablador, al contrario que Adirael. Se sentó tambien en otro sofá individual ante la chimenea. Luego Adirael estuvo un rato poniendole al dia de los acontecimientos con todo lujo de detalles, Geralt no se mostró sorprendido, pero si frunció el ceño en señal de que no le gustaba lo que estaba oyendo.

-Geralt- Mmmm... no parece el tipo de error que cometería Alysa y ni mucho menos algo que Edwart Colvert haría. Nada de esto tiene sentido.

-Adirael- Confio en que hallaremos respuestas junto a Maggie en el Vaticano.

Luego el imponente guerrero se giró hacia Chell y le dedicó una mirada analítica.

-Geralt- ¿Y bien, jovencita? no creo que Alysa te obligara a seguirla ni nada por el estilo, ¿cual es tu parte en todo este embrollo? ¿que sabes hacer?.

Mas que simples preguntas, parecía estar poniendo a prueba. ¿Que hacía Chell allí realmente?, la pregunta era mas profunda que lo que el tono poco amable y casual de Geralt mostraba. Adirael no intervendría de momento, Chell era mayorcita como para "defenderse" ella sola.

Un suspiro de resignación se escaparía de mi boca mientras observaba como Luna y posteriormente Casandra abandonaban la habitación, con una sonrisa tranquila me quede mirando el umbral de la puerta mientras pensaba en las palabras que había compartido con Inma en la azotea.

- Definitivamente, es mucho mejor que yo...y si es mejor que tu madre, ella será el verdadero futuro de nuestra sangre...- dije con cierto orgullo, Luna no era una niña ordinaria, pero sus capacidades sobrepasaban con creces las de una niña corriente.

Luego me gire para observar a Inma, luego y como gesto de respeto, me incline levemente como muestra de agradecimiento para luego salir del umbral - Que descanses - añadí para partir y acompañar a las chicas a la cafetería.

Una vez allí, tome lo necesario para poder cenar, Luna por su parte ya había tomado su elección así que solo tome adicionalmente lo que sería para Casandra si es que no había tomado algo ya, aunque no faltaría una taza de te para acompañar.

Una vez sentado en la mesa, escuche como Casey y Luna hablaban con cierta sonrisa en el rostro, ignorando casi completamente a quienes estaban en el lugar, aunque no perdería ni bajaría la guardia completamente contra Minerva, aunque no sentía rencor contra ella, no sentía la necesidad de entablar algo con aquella mujer.

No obstante, cuando Luna me pregunto al respecto, me acerque ligeramente a ella y con el mismo tono le respondí, para que solo los que estuvieran en la misma mesa que yo pudieran escuchar pues, llegué a pensar que Casandra también sentiría curiosidad.

- Ella es...- me quede en silencio durante unos breves instantes para elegir las palabras adecuadas, aunque Luna era una chica lista, incluso si le adornaba la verdad probablemente se enteraría de los detalles con el tiempo, por lo que tras dar un breve sorbo a la taza de te continué - La que me diseño con los genes de nuestra madre, y también la que me desecho por no ser como nuestra madre - respondí con cierta resignación, pero no demostraba lamento o tristeza alguna, de hecho, aquellas palabras se sentían con cierta satisfacción.

Luego observe a Luna - Ella es la razón por la cual nuestra madre no pudo criarme como a un chico normal - mencione a la chica pero luego le acaricie cuidadosamente la parte superior de su dorada cabellera - No obstante, también es la que con sus acciones, me dio un camino diferente al que hubiera tenido si hubiera sido un "éxito" - hice una breve pausa para mirar a la mujer que tecleaba sin descanso en su portátil.

- Esa mujer, fue el principio de causalidad de mi existencia y el efecto es que este ahora aquí con todos vosotros - añadí mientras volvía la mirada hacía Casey y posteriormente hacía Luna - Nada mas y Nada menos - concluí conforme con la respuesta, no era necesario dar mas pie a detalle, ya Luna ataría cabos con lo que le había dicho.

Pronto, tomaría un poco de la cena que había preparado y tras tragar con un sorbo del te, miré con atención a la pequeña - Pero ya basta del pasado; Dime, has practicado lo que te enseñe, estas domando tu poder, tus emociones, tu realidad personal - pregunte sintiéndome algo extraño pues, hasta yo, que ya tenía cierta práctica, aún estaba aprendiendo a hacer cosas nuevas, eso sin mencionar que parte de la instrucción que le di a Luna era muy similar a la que Inma me había revelado.

Se me hacía irónico que pudiera transmitir aquel conocimiento y no aplicarlo correctamente, pero pronto aparte aquellos pensamientos de mi cabeza - le dije a Casandra que me ayudastes con tu propio poder con su paraguas, y eso solo fue con una única lección, ¿has descubierto algo mas de tu propio poder? - pregunté lleno de curiosidad ante los avances que podría haber logrado la pequeña en mi ausencia.

Luego me percate de un detalle que se me había escapado, arqueé la ceja durante un segundo mientras atusaba ligeramente mi barbilla, luego me gire y observe a Casandra - De hecho...purificamos el paraguas pero, a pesar de tener conciencia, no nos dijo su nombre, ¿cual es? - pregunte a Casey, intrigado.

Los hermosos y azules ojos de Luna se abrieron de par en par al revelar Soma la identidad de Minerva. Una vez mas era un tema que Inma no había tratado debidamente con ella, tal vez no se lo había ocultado tampoco, pero lo que Luna sabía era una amalgama de la poca información de su madre y sus propias conclusiones.

-Luna- Entonces ella es quien creó las espadas reliquia, la espada de mama.

Luna tenía ahora sentimientos encontrados, que una persona capaz de hacer las cosas terribles que había hecho Minarva, entre otras abandonar a Soma, hubiera salvado indirectamente tantas vidas trabajando para el Vaticano, era un reto de comprender dificil para la corta edad de Luna.

Como era de esperar, Luna al igual que Soma siempre había estado fascinada por la existencia de las espadas reliquia, sobretodo la que portaba su madre, pero esta siempre había hablado de aquellas espadas con amargura, como si lejos de ser artefactos sagrados, portaran una terrible maldición.

En una clara muestra de prudencia, Luna no mostró admiración, pero tampoco enfado por lo que le había hecho a su hermano mayor y su madre. Tal y como había dicho Soma, era el hombre que era en parte gracias a ese abandono, si soma estaba en paz con ella, Luna tambien lo estaría.

Pronto dejaría el tema.

-Luna- Me he estado centrando mas en mis estudios, mama dijo que eso era lo mas importante ahora mismo. Soy afortunada por tener este don, asi que necesito conocimientos y con ellos, responabilidad. De nada sirve este poder si no soy responsable a la hora de usarlo.

Sonrió y se encojió de hombros.

-Luna- Eso es lo que me dijo mama y estoy de acuerdo. Aunque algun progreso si que he hecho. Sobretodo despues de arreglar el paraguas.

Alzó ligeramente la cuchara que reposaba al lado de la taza de chocolate y esta quedó imbuida por un fulgor plateado fascinante y sobrenatural. Solo purificando el paraguas, Luna ya había aprendido a imbuir armas. Soma ya había dominado esa tecnica, pero de nuevo había diferencias, no solo en el color del fulgor sino en el poder conferido, algo dificil de analizar por el momento. En cualquier caso, si el poder de Luna fuera similar al de Soma, el paraguas no habría adquirido conciencia ademas de ser purificado. Estaba claro que algo mas estaba sucediendo y que el poder de Luna era especial a su manera como lo era el de Soma.

Casandra comió en silencio mientras los hermanos hablaban, a pesar de que a menudo usaba un lenguaje bastante coloquial, en la mesa tenía buenos modales, probablemente un remanente de cuando tenía que lidiar con tipos acaudalados para seducirlos.

-Casandra- No tiene nombre, no ha mencionado nada al respecto. Supongo que los nombres son importantes para los humanos, pero no para los... paraguas.

Se tapó la boca con la servilleta como una señorita al reirse, un gesto que de alguna forma le había salido provocativo sin pretenderlo.

-Casandra- Aunque si quereis darle uno, puedo proponerselo a ver que le parece.

El rostro de Luna hizo una clara transición de la sorpresa al entusiasmo.

-Luna- Rein, me gusta Rein.

-Casandra- Jajaja... me gusta. Se lo propondré.

Era un juego de palabras bastante creativo, significaba "puro" en aleman y sonaba como "lluvia" en inglés. Parecía apropiado dadas las circustancias.

Luna había prometido irse pronto, asi que tendría que irse nada mas acabar su chocolate caliente, Soma tambien tendría que decidir que hacer despues de la cena.

Sorprendido por los progresos que Luna había ganado por sí misma, me quede observándola con una mano al mentón mientras se dibujaba una leve sonrisa en mi rostro, luego asentí a sus palabras y la observe fijamente - Estoy de acuerdo con nuestra madre, los conocimientos son una parte fundamental de nuestro desarrollo y nos ayudan a enfocarnos, mas cuando tenemos esta clase de poder, nos ayuda a conocer el mundo y lo que lo compone - expuse confiado.

- En cualquier caso - añadí mientras sonreía a la pequeña - Que seas capaz de hacer esto con solo haber aplicado tu poder una vez en un objeto y con un mínimo de instrucción, es sorprendente; Bien hecho hermanita - alague a la joven por sus proezas mientras extendía la mano para acariciar la cabeza de la pequeña - yo apenas pude hacer eso con varias semanas de práctica, eres sorprendente - añadí, la joven podía sentirse orgullosa de sus propios logros pues, yo lo estaba también por ella.

Luego me quede en silencio mientras escuchaba a las dos chicas charlar, mientras terminaba de tomar mi cena y de vez en cuando la acompañaba con un sorbo de te.

Pronto, me quede expectante ante el nombre que se le preguntaría al paraguas - Así que Rein....- musite mas para mi mismo que para las dos chicas que parecían emocionadas en la conversación - Suena bien - pensé mientras cerraba los ojos y tomaba otro sorbo al te.

Para cuando había pasado un rato y ya Luna se había tomado su chocolate, me despedí de ella como siempre lo hacía, acariciando su cabeza, para luego observarla marchar, pronto nos quedaríamos Casey y yo a solas.

Tome la taza de te y le di un último sorbo para luego dejarla sobre la mesa y quedarme observando a Casandra - Supongo que ya va siendo hora de que nosotros también nos marchemos - añadí tranquilo - Así podré darme un baño caliente, no he parado desde que estoy aquí - confesé mientras postraba mi mano sobre la parte trasera de mi cuello y apretaba con cierta presión el mismo.

- Y tu...deberías descansar - mencione - aunque dudo que seguir prescripción medica sea lo que tengas en mente...- especule mientras me levantaba de la mesa - aunque puedes acompañarme si lo deseas - añadí en un tono mucho menos pícaro de lo que podría sonar en los labios de Casandra pero con cierta picardía.

Luego extendí la mano a la joven y se la ofrecí para que la tomará, así pues iríamos a nuestra habitación.

Casey acompañó a Soma con una oscura sonrisa en el rostro. Mas que aceptar la invitación a meterse con él en una ducha caliente, lo dió por sentado de manera natural.

Los baños de aquel lugar habían sido reacondicionados de manera meramente práctica, no había bañeras, solo módulos individuales de ducha en batería para que varias personas pudieran ducharse al mismo tiempo, dado que treinta Lepus vivían allí aparte de ellos se antojaba la solución mas practica. Las liebres eran bastante diligentes con su higiene ademas del mantenimiento de sus prostéticos.

Casey se desnudaría sin el mas minimo pudor o duda, mostrando un cuerpo atlético, fibrado y estilizado, de no ser porque Soma conocía sus circustancias, perfectamente podría ser el cuerpo de una atleta profesional. El tratamiento intensivo de poder curativo por parte de Soma y luego de Luna, ademas del correcto tratamiento médico había conseguido que no quedara rastro de la paliza de Shiro en su cuerpo.

Disfrutó de la lluvia de agua caliente junto a Soma sin hacer, en principio, ningun ataque lascivo. La visión de su cuerpo bajo el agua caliente mientras cerraba momentaneamente los ojos era pura poesía, parecía no haber difrutado de una ducha de agua caliente desde hacía algun tiempo.

En ese momento compartió un recuerdo que le había venido a la mente.

-¿Sabes? una vez estuve en el Palace, yo era una de las chicas que un pez gordo de Global Multimedia había contratado para su noche en la suit del Palace de 200.000 créditos la noche. Eramos doce niñas en total. A lo largo de aquella noche, el tio, puesto de almenos cinco drogas diferentes y una botella entera de whisky, mató a tres de ellas ahogandolas con sus manos mientras se las follaba, cada poco entraba un empleado del hotel e iba recogiendo los cadaveres para que no molestaran. A mi me dejó para mas tarde, para meterme con él en la ducha. Una vez allí repitió el proceso, empezo a follarme a la vez que me agarraba el cuello con ambas manos, solo lograba correrse cuando las veía morir teniendo la polla dentro, asi que ese era su pasatiempo favorito.

Me dió muchos problemas, porque la cuchilla plegada que había llevado para matarle la llevaba en el estómago. En el momento que decidió cambiar de posición y soltó mi cuello un instante, yo logré regurgitar la cuchilla, empuñarla y degollarle.

Aun recuerdo cómo su sangre salió a borbotones y me bañó por completo, estaba caliente, sabía a metal y alcohol. Nunca sentí una sensación igual, no sabría decir si de horror o de extasis.

Narró con naturalidad hasta que abrió los ojos y miró el cuello desnudo de Soma, como si se planteara degollarle tambien para sentirse asi de nuevo.

-Al dia siguiente salió en las noticias su muerte, dijeron que había muerto plácidamente de un paro cardíaco en la habitación de su hotel. No hubo mención de un asesinato o de todas las niñas que él asesinaba y violaba cada fin de semana bajo la protección de la policía y la propia Global Multimedia.

Enviaron asesinos mercenarios a buscarme, cientos de ellos, pero tambien los maté a todos, me molesté incluso en degollar todos y cada uno de sus cuellos, pensé que tal vez asi aquellas niñas encontrarían la paz.

Acarició el pecho de Soma son sus manos hasta que clavó las uñas con fuerza y apoyó su frente en el regazo del paladin.

-Aun deseo ver este mundo arder hasta sus cimientos, pero almenos ahora, he encontrado a alguien con quien arder.

A estas alturas Soma ya sospechaba de la oscuridad que había en el alma de Casandra, incluso Luna lo había notado con solo mirarla y seguramente Inma tambien. Tal vez por eso habían tratado a Soma de ingénuo a pesar de haberle dejado hacer. Hay oscuridad en la que la luz ya no puede alcanzar. Si la sangre de unos pocos inocentes habían machando el alma de Soma, la de casandra, con miles de muertes y horror presenciados, había cambiado para siempre.

Al entrar en calor me desabroché el abrigo y observé dubitativa al psíquico.

“¿Otra vez?” Pensé mientras una sonrisa nerviosa se esbozaba en mi rostro y una de mis manos se deslizó hasta reposar en la culata de la pistola.

Sin embargo, mientras más escuchaba a Adirael, más tranquila me sentía, guardé las manos en los bolsillos y me senté a su lado.

-¿El padre de Eva y Alysa? ¿En serio?- Mis ojos se abrieron como platos y luego se  entrecerraron para vislumbrar un sinfín de ideas acerca de cómo sería “mi futuro suegro” sonreí ampliamente mientras reía mentalmente para mí.

-Entiendo la situación.- Miré a mi alrededor y fijé la vista en la ventana y el panorama helado.- Siento mucha curiosidad por conocerle; así que, está bien.- Sonreí amablemente, ya más seria y tranquila.

Aunque, al oír la puerta hizo que mis músculos se tensaran, diera un leve brinco en el sillón y me voltease para observar al hombre que acababa de entrar.

Tenía una expresión de sorpresa en la cara, le miraba de arriba abajo mientras se movía por la cabaña; compaginaba muy bien con el ambiente, como sacado de un libro de cuento antiguo. Me resultaba inevitable apartar la vista de él; no solo por ser el padre de Eva y Alysa; si no, por su peculiar aspecto; me costaba creer que había gente tan poco digitalizada en ciertos aspectos, y encontrarme tantos desde que conocí Elysium.

Seguía descolocándome.

Cuando Adirael me presentó, simplemente me salió una sonrisa llena de orgullo y estreché su mano con firmeza al momento sin dudar.

-Chell, un placer.

Escuché atentamente la conversación en silencio para no interrumpir, observando las reacciones de los presentes con sumo detalle. Intentaba mantenerme seria, pero había matices de angustia y tristeza al volver a recrear todo lo sucedido. Sin evitarlo mis músculos se tensaban, mis dientes se apretaban y mis puños se cerraban de frustración.

Suspiré llena de resignación y respiré calmada, relajando mi cuerpo y mi mente. Durante unos instantes me quedé pensativa, reflexionando las palabras de Geralt.

-Obviamente no me obligó, a su lado podía averiguar las respuestas que ansiaba; aunque obtuve muchas más incógnitas de las que podía imaginar.- Sonreí con emoción; mi curiosidad era palpable.- Pero, no es lo único que me ha mantenido a su lado; siento una gran admiración por ella, entre otras cosas.- Mi expresión se había tornado más dulce con las últimas palabras.

Sonreí al mismo tiempo que me encogí de hombros un instante.

-No tengo muy claro cuál es mi parte en todo esto, la verdad, solo sé que daré lo mejor de mí en todo momento; y, ten claro una cosa.- Alcé una ceja de forma provocativa y sonreí de forma pícara al tiempo que reposaba el codo sobre la rodilla y mi barbilla en mi puño.- Junto con mi hermana, somos las mejores en lo nuestro, ¿verdad Valkyria?- Desplegué a Valkyria aprovechando que me había inclinado sutilmente; actualmente, era de mis mejores creaciones; un chasis que podía contener una gran IA como Valkyria a su pleno funcionamiento.

Cuando llegamos a las ducha, me desvestí al igual que Casandra, aunque a diferencia de ella, lo hice con un poco mas de pudor y calma, cuando me acerque a la ducha, ahora sin prenda alguna, me quede observando a la joven mientras esta tomaba lo que parecía la primera ducha caliente en mucho tiempo.

Me quede un par de segundos observándola hasta que me acerque a ella y deje que el agua corriera por mi cabeza y recorriera mi espalda, haría lo que iba hacer, ducharme, manteniendo toda la compostura que podía, me centre en los ojos y el cabello de Casandra para evitar ningún impulso, aún así, no pude evitar repasar su cuerpo un breve instante para ver que sus heridas ahora estaban tratadas y que no quedaba rastro alguno de ellas.

Mientras me acicalaba y sin previo aviso, Casey me sorprendió contándome una historia de su pasado, dado que pocas veces había dicho nada al respecto y que había decidido mantener su intimidad evitando preguntarle, entendí que ahora ella tenía mucha mas confianza conmigo, no obstante, lo que me contaría me dejaría sin palabras durante unos breves instantes.

Había tantos matices en su forma de hablar, tantos detalles que no sabía en cual centrarme, no obstante, cuando esta levanto la vista y me miro, me quede sin palabras, sentía una enorme presión en el pecho que apenas podía compararse a la de las uñas ahora clavándose de la chica en mi pecho.

Me entristecí durante unos breves instantes mientras dejaba que mi pelo cubriera mis ojos al mismo tiempo que levantaba la mirada y dejaba que el agua golpeará mi frente, camuflando así lágrimas de tristeza con las gotas de agua que ahora corrían por mi frente.

Con mi cuello totalmente expuesto me quede allí de pie mientras estaba frente a Casandra, no sentía la necesidad de ocultarlo ni mucho menos de miedo, baje la mirada y con la diestra repose los dedos bajo su barbilla y alce su mirada para que conectará con la mía.

- Un alma destrozada, en busca de justicia y venganza - pensé mientras la miraba, sabía que en su corazón había oscuridad, sabía que me llamarían loco y que muchos, incluida la misma Casandra pensarían que mis esfuerzos eran en vano, pero no me rendía, si bien lo había descubierto ahora, ya empleaba la esperanza de forma natural y de verdad sentía que podía ayudarla.

- Lo siento - respondí aún con algunas lagrimas corriendo acompañadas de gotas de agua por mi rostro, que rápidamente limpie con mi mano izquierda, luego observe profundamente los ojos de Casandra, ignorando cualquier otro elemento en aquella situación.

- Pero no puedo dejar que ese deseo se cumpla - dije con lamento - No puedo dejar que este mundo arda, aún deseo ver este mundo florecer, aún deseo ver que este mundo mejora y evoluciona, aún deseo vivir la vida que quiera y con quien quiera en este mundo...- explique mientras acercaba mi rostro al de Casandra y reposaba mi frente junto a la suya.

- Pero si puedo darte, un mundo en el que puedas ser feliz, en el que puedas vivir feliz, en el que no tengas que cargar con todo ese dolor - añadí mientras habría los ojos y lentamente alejaba mi rostro del de la chica - Tal vez no pueda devolverte la inocencia que perdístes pero, se que puedo limpiar poco a poco tu alma...- en ese momento, abrace a Casey mientras emitía desde mi pecho aquel calor, aquel fulgor dorado desde lo mas profundo de mi ser.

- Pienso resonar mi alma con la tuya una y otra vez y otra vez, hasta que pueda liberarte de ese dolor, hasta que no quede rastro de esa oscuridad, no importa el tiempo que me lleve, lo juro, no te dejaré consumirte; Prometí estar contigo, prometí salvarte y no pienso faltar a mi palabra por que se que puedo hacerlo - dije en un tono mas decidido mientras sentía los latidos de la chica en mi pecho y viceversa.

Mientras las gotas de agua aún caían sobre nuestras cabezas, mientras nuestro dolor aún estaba presente, mientras nuestros cuerpos aún estaban en contacto.

- Te lo dije, ¿no es así?, estamos vinculados, tu y yo, no pienso darte la espalda, no pienso perderte, no pienso herirte, ni dejar de quererte...Por eso, siente tu lo mismo, siente cada emoción en tu pecho, buena o mala, allí estaré para ayudarte, para apoyarte, para respaldarte, de eso que no te quepa la menor duda -  añadí mientras ahora miraba los ojos de la joven, no renunciando y por supuesto, no desistiendo.

Aquella oscuridad en Casandra, aquel abismo no era uno en el que se estuviera ahogando, ella creía ser parte de él y eso lo podían sentir pero eso no me detendría, yo la sacaría de aquella oscuridad, de aquel abismo, tal vez todos pensarán que era un caso perdido pero, en el fondo, sabía que tenía salvación, de que podía llevar la luz por todo su ser.

Después de todo, aún había reflexión en sus pensamientos, aquello era el innegable hecho de que aún podía sentir culpa pues, sentía responsabilidad, un alma atada en la oscuridad no sentiría tales cosas.

Por eso no desistiría, no lo haría....Por ella.

Valkyria flotó en ingravidez hasta posarse en la mesa que había en el centro, una vez ahí hizo un saludo militar, entendiendo a su manera que debía presentarse y que era en cierto modo importante para Chell.

-Valkyria- Asi es. Yo soy Valkyria, encantada.

Geralt alzó ambas cejas mientras observaba el saludo militar del pequeño dron. Varias cosas le habían cuadrado tras escuchar a la ingeniera y ver de lo que era capaz. Aunque conociendo a Maggie, tenía que haber algo mas, siempre había algo mas cuando ella estaba involucrada.

-Geralt- Me recuerdas a Raven. Aunque pareces algo mas inteligente que él y Valkyria mas servicial que Nova.

Adirael sonrió ante el comentario, ciertamente había varias similitudes. Chell ya había escuchado el nombre de Nova, era la supuesta IA que la propia Alysa había implantado en el mismo cerebro de Raven. Por lo visto tenía una personalidad complicada.

-Geralt- Esta bien, entiendo mas o menos por qué estas aqui.

Geralt no era un hombre de muchas palabras, pero dijo las suficientes como para dar a entender que estaba aprobada tanto ella como Valkyria. Pronto pasaría al siguiente punto.

-Geralt- ¿Y bien? ¿cual es el siguiente paso?.

-Adirael- Vamos a asaltar los laboratorios secretos del Vaticano, ya he conseguido toda la información necesaria, ahora tenemos que conseguir la mano de obra. Necesitamos excabar, asi que he pensado en llamar a Kaloth.

Al mencionar aquel nombre, el ceño de Geralt se frunció ligeramente.

-Geralt- ¿Vas a involucrarles a ellos? ¿estas seguro?.

-Adirael- Claro que no estoy seguro, pero nuestras opciones son limitadas, no tenemos fuerzas suficientes para un ataque directo, sin Maggie de nuestro lado, el enemigo nos supera en todos los aspectos, no superaremos este reto sin algo de ayuda externa.

Geralt se percató en ese momento de que había varias razones por las que Adirael había viajado hasta allí en persona. Tras un largo suspiro asintió con la cabeza.

-Geralt- Está bien, no perdamos el tiempo entonces.

-Adirael- Salgamos al jardín, le llamaré desde ahí.

Tanto Adirael y Geralt se abrigaron de nuevo preparandose para salir, este último le cedió una gruesa cazadora adicional a la ingeniera, aunque llevaba ropa térmica debajo, podía ser insuficiente para los 5 grados bajo cero que hacía fuera de la cabaña.

Geralt tambien cogió su espada y la guardó en su espalda, no la dejaría en la cabaña.

Una vez fuera, apenas caminaron una veintena de metros, luego Adirael se sentó en posición de meditación sobre el tocón de un arbol cortado.

-Adirael- Chell, pase lo que pase, manten la calma y no digas nada, déjame a mi tratar con él.

Geralt se puso sospechosamente cerca de Chell, lo suficiente como para protegerla si surgía la necesidad.

Pasaron varios minutos en los que Adirael permaneció sentado en silencio en posición de meditación, ninguno de los dijo nada ni se escuchó nada fuera de lo normal hasta que un ligero temblor alertó de que algo se aproximaba desde debajo de la tierra.

Pronto surgió de la tierra un ser con un aspecto que Chell jamás olvidaría.

Una enorme criatura insectoide con múltiples extremidades y cuyo orgen cláramente no era terrestre.

-Kaloth- Llamada en red psiónica... origen... planeta de los humanos, sujeto: Adirael.

Su voz sonaba grave y distorsionada, parecía tener que forzarse para poder hablar, algo comprensible dado que probablemente su raza no tenía esa necesidad.

-Adirael- Kaloth, solicito la ayuda de la Plaga, necesitamos excavar para llegar a una localización, el sujeto que conoces como Maggie, está en peligro. Esta es la información del objetivo.

Ambos se quedaron en silencio, era de suponer una conexión telepática para la transmisión de esos datos.

-Kaloth- Análisis... excavación, posible. Solicitud... denegada. Autorización en alta jerarquía... requerida.

-Adirael- ¿Quién debe autorizarlo, Kaloth?.

-Kaloth- Actual general de las legiones... nombre: Ragnarok.

Al pronunciar ese nombre, Geralt se estremeció, aunque mantuvo su silencio. Adirael permaneció impasible y en absoluta calma.

-Adirael- Entendido, te informaré cuando consiga su autorización, eso es todo.

El enorme gusano se dió la vuelva y se fue por el tunel por el que había aparecido. Adirael por su parte se levantó pensativo.

-Adirael- Eso no ha ido exactamente como esperaba, volvamos dentro, hace frío.

Una vez dentro y de nuevo ante el calor de la chimenea y un te caliente para beber. Adirael habló aun con aquella expresión reflexiva.

-Adirael- ¿Crees que puedes contactar con ella, Geralt?.

-Geralt- Necesitaría el grimorio de los dragones, lo dejé en Elysium al cuidado de Scarlett.

Chell podía recordar el libro al que estaban haciendo referencia, Eva lo llevaba el dia que evacuaron Elysium como si fuera el bien mas preciado, era un grimorio enorme y pesado, con cadenas colgando, bordado metálico y extrañas runas grabadas.

-Adirael- Eva lo rescató, lo tienen a buen recaudo en los suburbios. Pasaremos la noche aqui y mañana por la mañana volveremos a NY.

-Geralt- De acuerdo.

Adirael necesitaba descansar entre portal y portal, por eso no podían partir de inmediado. Geralt se levantó y fue hasta la cocina a preparar algo de cenar.

El psíquico miró a Chell con una sonrisa despreocupada.

-Adirael- ¿Y bien? ¿que te a parecido tu segunda experiencia con extraterrestres?.

No dejaría a Chell con las preguntas en la boca.

-Tomaré de tí todo lo que estes dispuesto a darme... e incluso mas. Como ya dije, soy egoista. No albergo esperanza para mi o para el mundo, pero eso no quiere decir que la desprecie en otros. Pero no olvides una cosa: no quiero tu compasión, ni tus lágrimas. He vivido con orgullo y ambición siempre que he podido y evitado la compasión o la caridad de otros. Eso no tengo la intención de cambiarlo.

Dijo mientras sujetaba agresivamente ambas manos de Soma, para evitar cualquier caricia de compasión cariño.

-Pero hay otras cosas que puedes darme...

Y esta vez si, contraatacó con un beso apasionado, sujetando la cabeza de Soma y obligandole a corresponderla. Luego poco a poco sus manos fueron bajando, acariciando su cuello, hombros, torso, abdomen y finalmente su entrepierna.

No le permitió hablar mas, su faceta mas agresiva y dominante salió a relucir, su altura no le permitía conseguir lo que quería asi que con un movimiento casi marcial con su pierna derecha, hizo resvalar a Soma hasta hacerle sentarse con la espalda contra la pared, sentandose inmediatamente encima de él. Debido a la diferencia de altura, ahora con Casandra sentada sobre los muslos de Soma, podían mirarse el uno al otro cara a cara a la misma altura bajo las calientes gotas de agua que proyectaba sobre ellos la ducha.

Con una pasión desbordante, un movimiento de caderas digno de una bailarina profesional y una fuerza digna de un luchador, Casandra le hizo el amor con una intensidad que Soma no había experimentado antes, pues había mas que lujuria en aquel acto, había algo mas que sobrepasaba lo físico, Casandra se había enamorado tal y como Manami había insinuado, eso lo cambiaba todo, ya no era solo sexo, era una forma de expresión para el alma rota de Casandra, era la única forma que tenía para dejar salir y expresar todo lo que sentía. Era la primera vez que no hacía aquello por dinero, una diferencia tal vez mas relevante que la virginidad.

Nuevamente sorprendido por las acciones de Casandra, no me quedo otra opción que escucharla y experimentar de primera mano su físico, en mas de un sentido, no obstante, mis palabras y mis lagrimas, lejos de la compasión y la caridad eran de empatía.

Incluso sentado en el suelo con la espalda contra la pared de la ducha y en pleno acto sexual, podía sentir como Casey liberaba sus emociones, en lo mas profundo de su ser podía sentir que aquello era mucho mas de lo que parecía, aquella era una expresión de su alma, algo que no pasaría por alto pues.

Ahora sin mediar palabra alguna, demostré mi devoción, mis intenciones, mis emociones de la misma forma que lo hacía ella pues, aunque estuviera sentada sobre mi regazo, la abrace mientras le daba un húmedo beso bajo las gotas calientes e la ducha y usando toda la fuerza en mis piernas y en mi espalda me erguía mientras aún sujetaba a la chica, evitando que se escapará de mi agarre.

Si ella lo daba todo y con todo su corazón, yo haría lo mismo, así pues mientras aún la cargaba y disfrutábamos del momento, me gire con ella en brazos y apoye ahora su espalda contra la pared de la ducha mientras continuábamos en aquel frenesí de emociones.

Me quede mirando sus ojos durante un breve instante y luego la volví a besar, no hacían falta palabras, solo de nuestros cuerpos y nuestras almas demostrando lo que teníamos dentro, ya lo había decidido, la querría a pesar de todo y repararía su alma no importaba lo que me costara, pero esta vez no hicieron falta las palabras.

Solo nosotros, era lo único que importaba en ese momento y nada mas. Hasta que ella estuviera satisfecha, hasta que yo estuviera satisfecho.

Allí no habían medias tintas y eso sería lo primero que Casey aprendería de Soma, la mismísima expresión de su ser se lo demostraría.

La noche se alargó tal vez mas de lo esperado, Casandra no paró incluso estando ya en la cama de la habitación, mermando de manera significativa las horas posteriores de descanso. Ambos cayeron exaustos en los brazos de Morfeo, sin embargo no parecía haber sido en vano, no parecía mero entretenimiento, Casandra por alguna razón parecía necesitar aquello desesperadamente, aunque no lo expresara mas que con su propia agresividad.

Por desgracia, aun quedaban problemas muy importantes por zanjar.

Ya entrada la mañana siguiente, Casandra apenas había abierto los ojos pesadamente y se había sentado en la cama, cuando una presencia, hasta entonces inadvertida pero obvia, llamó su atención.

-Shiro- Parece que han cuidado muy bien de ti, casi resulta molesto.

El primer reflejo de Casandra fue alcanzar su paraguas apenas con la ropa interior puesta, sin embargo, a pesar de fruncir profundamente su ceño, no se puso en guardia, no tenía sentido, aquel dios podía escabulirse y encontrarla en cualquier lugar y si se ponía sería nadie podía detenerla. No tenía sentido luchar.

-Shiro- No creas que te has librado de nuestro pequeño asunto pendiente.

Casandra suspiró ante el recordatorio con resignación, no dijo nada pero tampoco parecía soprendida, como si ya esperara este momento.

Shiro se levantó de la mesa dejando ver de nuevo la absurda diferencia de altura y tamaño entre ambas, pero no fue hacia Casandra, sino hacia la puerta.

-Shiro- Ven a la azotea, no me hagas esperar.

Y sin mas salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí e ignorando flagrantemente a Soma.

Casandra en un introspectivo silencio, comenzó a vestirse y equiparse.

-Casandra- Esta vez no te entrometas, solo yo puedo lidiar con ella y tengo la responsabilidad de hacerlo.

Aquello seguramente fuera un jarrón de agua fría para el idílico futuro que había en la mente de Soma, pero por lo visto no se podía posponer mas.

Ya era por la mañana, podía sentir la luz del sol en mi rostro y la presencia de Casandra a mi lado, por otro lado, cuando me senté en la cama y me limpie los ojos, pude ver a Shiro allí mismo, habiendo escuchados sus palabras y la actitud de Casandra me quede atónito cuando la deidad salio de la habitación y vi a la chica cambiarse y equiparse.

Acto seguido me levante de la cama y tome de la muñeca a la chica, la mire a los ojos tras escuchar sus palabras, no sabía que decir, pues ya había dicho todo lo que pensaba del tema con anterioridad, cerré los ojos y negué con la cabeza mientras estaba frente a la chica.

- Muy bien - respondí resignado, pero no abandone mi postura - pero iré contigo, no intervendré pero no pienso abandonarte - dije en un tono serio, así como ella quería zanjar aquel asunto, yo no desistiría en acompañarla - Lo prometimos, ¿no?, yo estaría a tu lado y tu al mío - añadí mientras mantenía la mirada en la joven.

Sin mas preámbulos, me empezaría a vestir, no pensaba dejarlas solas en ningún momento y aunque cumpliría mi palabra a regañadientes, la dejaría tomar la responsabilidad de lidiar con Shiro, así pues, una vez vestido y completamente equipado, acompañe a Casandra a la azotea, y durante todo el trayecto, tome su mano y la apreté  como quien aprieta aquello para que no se escape, para no perderlo.

En mi rostro había calma, pero en mi corazón habían una cantidad de emociones que se empezarían a desbordar, durante el trayecto, no pude evitar hablar con Casey, no obstante, mi voz estaba temblorosa, sentía que iba a perder algo y que no podía hacer nada al respecto.

- No me...abandones...- espete ante la última puerta que debíamos cruzar, no obstante, no pude sino tornar la mirada a un lado, sabiendo que si llegaba a mirar a Casandra directamente, no sabría si podría contenerme y no romper mis palabras.

- Es...lo único que te pido...- concluí mientras limpiaba mi rostro oculto de la mirada de Casandra y luego tornaba la mirada hacía la puerta que daba a la azotea.

Casandra tenía todo mi espíritu con ella, todas mis emociones, tal vez un peso demasiado grande, pero era el mismo peso que cargaba y que estaba dispuesto por ella, tal vez de los deseos mas egoístas que había tenido, tal vez las palabras mas importantes que había dicho, y aún así, se resumieron con solo unas pocas.

Apreté nuevamente la mano de la joven mientras ponía todas mis esperanzas en que, fuera lo que fuera, todo saliera bien...

Asentí con gratitud a Valkyria y sonreí complacida.

-Gracias, supongo.- Alcé una ceja dubitativa; preferí no añadir nada más.

Me relajé un poco con el sentimiento de aprobación. Realmente, no había revelado nada sobre nosotras que no se pudiera saber; y, una parte de mi, sentía que quizá debía contarle más, pero por el momento, no lo hice.

La conversación solo incrementaba mis dudas sobre todo lo que íbamos a hacer y con quién íbamos a contactar. Escuché atentamente con los ojos brillando de curiosidad.

Me levanté emocionada, cerré mi abrigo y acepté de buen grado la cazadora que me ofrecía Geralt; igualmente, me sorprendía que alguien más usara espadas en esta época, pero después de ver a Soma, no me inmuté por ello.

“Parece un buen hombre.” Pensé mientras una leve sonrisa se dibujaba en mi rostro. “Me recuerda un poco, levemente, a Soma.”

Les seguí con paso firme, maldiciendo internamente el frío del ambiente. Simplemente, asentí con seguridad ante las palabras de Adirael y le observé con detenimiento.

Empezaban a congelárseme los pies cuando, pasados unos minutos, mis ojos se abrieron como platos, se m cortó la respiración y con la mandíbula desencajada, no pude más que vislumbrar en silencio la escena.

Aquella criatura se escapaba de mi entendimiento; era a partes iguales terrorífica como interesante, podría pasarme horas diseccionando semejante gusano.

No comprendía lo que estaba pasando y las reacciones de mis acompañantes me descuadraban del todo.

En cuanto la criatura se retiró, inspiré una gran bocanada de aire helado y en mis labios se pudo leer un ahogado y silencioso “qué”.

Volvimos dentro y seguía con la mirada perdida intentando procesar todo lo que acababa de pasar; me dejé caer de nuevo en el sillón y observé a Adirael con aún más duda si cabía.

-¿Cómo que segunda? Es decir… ¿Qué cojones? ¿Qué era eso? Y por favor, no me vengas con eso de que es un extraterrestre y ya está, tiene que haber algo más; en fin, ¿cómo que general de las legiones Ragnarok? – Hablaba acelerada, estaba ansiosa por saber.- ¿Cuál es su jerarquía? ¿Y su propósito de vida? ¿Por qué son tan peligrosos? O; al menos, ¿por qué teníais tanta precaución a la hora de contactar con ellos?- Me recosté en el sillón, tenía muchas que quería preguntar pero no sabía muy bien cómo formular.- De verdad, cuando creo que voy a conseguir respuestas, solo hago que tener más dudas.- Me masajeé las sienes lentamente.- No había visto algo así en mi vida; es increíble.- Tenía una sonrisa que abarcaba todo mi rostro.- Hice bien en venir.- Susurré

Se dibujó una sonrisa a medio camino entre la picardía y la resignación en el rostro de Adirael. Para ser devota de la curiosidad, había llegado hasta allí haciendo muy pocas preguntas. No era dificil entender el motivo, Chell parecía tener ojos solo para Maggie, hasta el punto de haber pasado por alto gran cantidad de cosas importantes que pasaban a su alrededor.

-Adirael- ¿Te acostaste con Yecum pensando que era humana?. Eres mas ingénua de lo que pensaba.

Se burló por mera diversión, en realidad era una tapadera que ningun humano normal sería capaz de descubrir por si mismo.

-Adirael- Yecum y sus chicas son sucubos, curiosamente una de las razas extraterrestres que mas se ajustan a nuestra mitología, concretamente a la cristiana en este caso. Tienen sus motivos para permanecer aqui, asi que negociamos con ellas para una convivencia sostenible, ellas no matan personas y nos ayudan con asuntos delicados, a cambio las hermanas Shirokami las protegen y mantienen su tapadera.

No me malinterpretes, no es que me hayan contado nada de tu vida privada, simplemente Yecum deja una marca de energía cuando se alimenta y tú tienes esa marca, yo puedo verla gracias a mis capacidades.

Se encojió de hombros con un gesto de inocencia.

-Adirael- Trataré de simplificarlo lo mejor posible, en este universo existen dos fuerzas de creación: el caos y el orden, que se entremezclan y dan lugar a la vida. Las especies afines al caos luchan constantemente contra las afines al orden en un guerra regulada. Puedes llamarlos demonios y angeles si te resulta mas sencillo, pero eso sería lo mismo que llamarte a ti "maquina" de forma despectiva por tener partes mecanicas. Es descortés.

Yecum junto a sus chicas y Kaloth, son especies afines al caos y entre dichas especies existe una jerarquía tremendamente simple: el mas fuerte manda. Todas las especies afines al caos aportan "soldados" a una especie de ejercito comun que llamamos "Las Legiones del caos", al igual que varios paises de Europa aportan soldados y suministros a la OTAN (Organización del Tratado del Atlantico Norte). Asi que como ya imaginarás sus generales con criaturas extremadamente poderosas, lo suficiente como para que un puñado de ellos puedan conquistar la Tierra sin mayor dificultad.

Pudieron venirle a la cabeza todas las imagenes de cuando Chell había interactuado con Yecum, algunas referencias cobraban un sentido diferente, hasta el punto de descubrir que Yecum estaba bromeando para si misma en múltiples ocasiones, sin embargo, era dificil ver a Yecum como extraterrestre, sus expresiones, su lenguaje corporal era especial y seductor, pero se antojaba humano, cercano, familiar. No era facil asimilar de repente que no era humana.

-Adirael- Kaloth ha dicho que responde ante Ragnarok, ella es la madre de todos los dragones, literalmente, ella engendró a la raza de los dragones, una de las mas poderosas del caos. Es un dragon del tamaño del tamaño de una montaña para que te hagas una idea, afortunadamente pueden adoptar casi cualquier aspecto para pasar desapercibidos.

Geralt tiene una conexión con los dragones, resulta que viejas historias vikingas que hablan de dragones en esta tierra son ciertas y sus antepasados se enfrentaron de verdad a uno de ellos, un hijo díscolo de Ragnarok. Algo asi deja huella en tu genética para siempre. Eso junto a otros tantos acotecimientos han propiciado que Geralt pueda contactar con los dragones, incluso con Ragnarok si la ocasión lo amerita.

Como ya te habrás imaginado a estas alturas, los humanos somos una raza joven, con mucho potencial si, pero joven. Kaloth es lo que podrías llamar un ingeniero biológico, él y su raza hacen viajes interestelares sin necesidad de tecnología y poseen una red telepática que les permite tambien una comunicación interestelar tremendamente efectiva, mas efectiva aun que nuestros actuales prototipos de comunicadores cúanticos. Gracias a mis capacidades telepáticas puedo introducirme en su red telepática y llamar  Kaloth, como he hecho ahora.

Adirael bebió de su taza y aclaró su garganta antes de concluir.

-Adirael- En cuanto a las precauciones, a dia de hoy estamos en buenos terminos con ellos, algo asi como un intercambio de favores, pero como ya te imaginarás, las diferencias culturales son abrumadoras, a veces incluso impredecibles, Kaloth me conoce a mi y a Geralt, pero a ti no, podría haberte atacado como una reacción natural y lógica.

La capacidad de convivencia y adaptación de Yecum y las sucubos en general son una excepción, no la norma, ellas se encuentran incluso cómodas en una sociedad humana, pero no podemos decir lo mismo del resto, los seres del caos son peligrosos y debemos ser cautos. Sobretodo con Ragnarok, no queremos que estornude y destruya una ciudad entera.

Adirael rió sutilmente, Geralt tambien sonrió en la distancia ante la broma mientras calentaba comida en el microhondas.

-Adirael- Se que es mucho para asimilar de una vez, pero debes entender que no solo este mundo se ha vuelto cada vez mas complejo, tambien el universo que nos rodea. Desde este punto de vista, incluso la existencia de un ser tan increible como Maggie, queda totalmente ensombrecida por fuerzas cosmicas que apenas hemos empezado a comprender.

Maggie lo sabe mejor que nadie, por eso desde hace algun tiempo, es especialmente cauta antes de emprender cualquier curso de acción, hasta el punto de que incluso contratar personal nuevo para Elysium, era una decisión tremendamente dificil de tomar para ella.

Mencionó aquel caso en concreto dado que le concernía a Chell. Pero había mas.

-Casey- No tengo esa intención, aun. Pero tarde o temprano tenemos que tomar responsabilidad de nuestras acciones, Soma, tú lo sabes mejor que nadie.

Fue lo único que dijo antes de encaminarse escaleras arriba en dirección a la azotea en el mas absoluto silencio, reflexiva y pensativa. Al seguirla y ver su espalda, Soma podía tener claro que aquella no era una persona que caminaba en ese momento a una muerte anunciada, no tenía intención de morir.

Aunque ese destino lo selló tiempo atrás.

Una vez en la azotea, la imponente diosa de la curiosidad y Casandra se colocaron frente a frente, la joven no empuñó su arma ni parecía tener intención de luchar, ante lo cual Shiro ladeó ligeramente la cabeza.

-Shiro- ¿Por fin has entendido que no puedes eludir tu castigo?.

-Casandra- Si, pero antes tengo una proposición que hacerte.

-Shiro- Te escucho.

-Casandra- Quieres venganza por lo que le hice a Manami y a su padre, pero tambien quieres acabar con el Impostor, que es la raiz del problema. Esto último lo tenemos en comun, asi que ¿por qué no aplazar mi muerte?, déjame vivir hasta que haya acabado con el Impostor, luego puedes hacer con mi vida lo que te plazca, ni me resistiré ni dejaré que otros intervengan, de esa forma matas dos pajaros de un tiro. Consigues que dos individuos a los que quieres matar luchen entre si, pase lo que pase, tú sales ganando en tus objetivos.

Shiro con una expresión agresiva se movió de un lado a otro aun encarando a Casandra.

-Shiro- ¡JA! ni matarte cien veces de las maneras mas horribles compensaría la muerte de Abraham Opfern ni el daño que le hiciste a Manami, niña arrogante. Todas las burlas, todo el desprecio a la vida que proferiste, nunca podrás arder lo suficiente como para compensarlos.

Casandra permaneció en silencio, sin negar nada de lo que la acusaban.

-Shiro- Pero tienes razón, puedo utilizarte para matar al Impostor, es cierto que eres un buen recurso contra él y no mientes en tu odio.

Bien, acepto tu propuesta...

Caminó hacia Casandra y le ofreció su conector cervical para que se conectara.

-Shiro- Vincularé para siempre la existencia del Impostor con la tuya, cuando él muera, tú morirás con él. Y nada ni nadie podrá evitar eso.

Casandra miró el conector y dejó salir un suspiro silencioso mientras cerraba los ojos un instante. Finalmente alcanzó la paz con una leve sonrisa, como un súbito gesto de alivio. Cogió el cable y lo conectó a su cybercerebro. El proceso tan solo duró unos segundos.

-Shiro- Está hecho, ahora tu venganza y tu penitencia van de la mano, no lo olvides.

Dicho aquello, se encaminó hacia el borde de la azotea, se marcharía a menos que alguien la detuviera.

Casandra se quedó en el sitio y se arregló el pelo como acto reflejo, acababa de hacer un pacto con el diablo, pero se las había arreglado para que Shiro no notara el verdadero motivo por el que ella quería algo mas de tiempo.

Impotente e incapaz de hacer nada en aquella situación, me quede en silencio mientras observaba como las negociaciones por la vida de Casandra ocurrían ante mis ojos, forzándome a no mover un músculo mas allá de mis puños que se apretaban hasta el punto de sangrar en mis propias palmas.

Incluso en esa situación, no veía sino aquel acto como un infantilismo, una estupidez, un simple acto de autocomplacencia, mas allá de un trato, era una venganza disfrazada de justicia mediante una imposición, no pude sino apretar los dientes y tragar aquella situación.

Para cuando había acabado y Shiro se marchaba, no pude sino acercarme a Casandra mientras me cruzaba con la deidad, sin poder mirarla a la cara, tenía sentimientos encontrados y no sabía como abordarlos.

- Que infantil - replique sin mirar atrás para llegar hasta Casandra, no detendría a la diosa, pero no creía en aquella solución, no la aceptaba - La muerte no se puede pagar con muerte - pensé mientras llegaba a la chica y la abordaba, dejando así que Shiro se marchará o mas bien ignorando su presencia.

Una vez solo en la azotea, me coloque frente a Casandra y me le quede mirando unos segundos con el ceñó fruncido, pero no era enfado lo que sentía, era tristeza.

- Esta no puede ser la única solución - espete mientras la miraba, pero su contrato era claro y al parecer, irrompible.

- ¿por que planteastes tales condiciones?, no solo no ganarás nada sino que lo perderás todo...- añadí mientras apretaba los puños, producto de mi frustración y mi rabia - morir no cambiará nada, incluso si querías tomar la responsabilidad de tus actos, tenía que haber alguna otra forma de pagar esa deuda - exprese mientras ladeaba la mirada.

- De que me sirve salvar a otros, si no puedo salvarte a ti - concluí con el arrepentimiento de no haber hecho nada, de no haber pensado en otra solución, no al menos, en ese momento.

 “¿Ingenua?” Alcé una ceja con escepticismo.

-Ingenua no, “ingeniera”.- Bromeé.- A términos parecía humana.- Me encogí de hombros.

Sin embargo, después de todo lo que había visto, aún había cosas que lograban hacer que mis ojos se abrieran de par en par y mi mandíbula se desencajase.

-¿Súcubos?- Dije sin pensar.- Yecum es especial, es un hecho… Uf… - Los recuerdos me invadieron la mente hasta provocarme un leve escalofrío por la espalda.

A continuación, me quedé muda escuchando a Adirael, todo era muy difícil de creer: si no fuera, porque había podido ver a Kaloth con mis propios ojos.

-Si pueden conquistar la Tierra, ¿por qué no lo hacen? Siendo tan poderosos…- No era capaz de borrarme la imagen de Kaloth de la cabeza, seguía resultándome inverosímil.

Mis manos se aferraron a los reposabrazos y mis ojos se posaron en Geral; no cabía de asombro.

-¿¡Dragones?!- Alcé un poco la voz, emocionada.- Espera, espera, espera, ¿hasta qué punto la “mitología” es mitología?- Tenía la cabeza que me iba a echar humo.- ¿Cómo contactas con los dragones? ¿Tus hijas también pueden hacerlo? – Pregunté directamente a Geralt.

Me crucé de brazos y piernas y me quedé reflexiva mientras terminaba de escuchar a Adirael.

-Me alegra que seáis tan considerados.- Una sonrisa de amabilidad se esbozó un instante en mi rostro para tornarse serio.

-“Mucho que asimilar” es poco…- Suspiré pensativa.- Aún sabiendo de nuestra condición, sigo sin tener claro qué espera Alysa de nosotras… - Reflexioné en voz alta mientras me acariciaba la sien suavemente.

Era tanta información en un momento que mi cerebro no era capaz de procesarlo todo junto, saltaba de una idea a otra sin parar dejando dudas a su paso.

-¿Que no gano nada?...

Replicó con prontitud ante las irreflexivas palabras de Soma que aun parecía no entender nada de la situación.

-Gano exactamente todo cuanto deseo, ni siquiera estoy enfadada con Shiro, es mas, admiro su determinación. Ella se siente hacia mi de la misma forma que yo me siento hacia el Impostor, no puedo sino empatizar. Hasta ahora creia que estos "dioses" no eran mas que maquinas sin alma y desde luego el Impostor no es mas que eso, él no me habría escuchado ni habría aceptado un trato asi en una situación similar. Pero ella lo ha hecho y ha manifestado su deseo de matarme de una manera muy humana, casi diria que romántica...

Tal vez un sentimiento dificil de comprender para Soma, pero Casandra estaba genuinamente alegre en ese momento.

-Ahora puedo cumplir mi última voluntad antes de una mas que justa penitencia. Tú sabías lo que he hecho, sabías del resentimiento que mis acciones han provocado, incluso tú me amenazaste de muerte con rabia e impotencia una vez, sabías que esto iba a pasar y aun asi me tragiste aqui, aun asi me amaste. Ya te dije que no te iba a impedir tener esperanza, que te iba a dejar hacer y aceptar todo cuanto me des, pero eso no cambia la realidad.

Se acercó a Soma y puso una mano en su abdomen.

-¿Que no puedes salvarme? ya me has salvado, solo el hecho de que una persona no quiere que muera, está dispuesta a perdonarmelo todo y ademas amarme, me ha hecho increiblemente feliz, mas de lo que lo he sido en toda mi vida, eso es suficiente, mas sin duda de lo que merezco. El único resentimiento, el único motivo por el que no quiero morir aun es porque quiero acabar con el Impostor, tal vez esa sea la única forma verdadera de compensar almenos un poco todo lo que he hecho.

Y Shiro me lo ha concedido, es mas, lucharé junto a ella y junto a ti por ese objetivo. No podría estar mas feliz. Te amo, Soma, pero no utilizaré ese amor para librarme de la responsabilidad de mis acciones. Es mas, creo que tu tampoco lo harías en mi situación, porque si lo hicieras no serías mas que un fraude.

Morir no cambiará nada para ti ni para las personas que he matado, ni siquiera para Shiro y creo firmemente que ella es lo suficientmente inteligente como para saberlo. Pero sí cambiará para mi, porque todo aquel que no tiene nada que ofrecer, aun puede ofrecer su vida. Y desde luego eso es lo único que tengo a dia de hoy para pagar: mi vida. De nada sirve que tu trates de ofrecer la tuya a cambio, porque esta no es una penitencia impuesta por un tercero como Shiro o cualquier otra autoridad (aunque lo parezca), sino por mi, para poder alcanzar la paz y por fin descansar de este infierno que, en parte, yo he ayudado a crear.

Ladeo la cabeza y dedicó una sonrisa de compasión a Soma.

-Claro que no es la única solución, por supuesto que esto podría acabar de mil maneras diferentes. Pero eso no es lo que quiero, quiero hacer lo correcto, en gran parte gracias a ti, gracias a que me mostraste que a pesar de la mierda de persona que soy, aun puedo ser amada. Ahora quiero tomar la responsabilidad, no puedo pagar con mi vida cien veces como dijo Shiro, pero sí puedo pagar una.

Finalmente le abrazó y enterró su rostro en el regazo del paladin.

-Por favor, no culpes a Shiro, este deseo es solo mio, ella tan solo me lo está recordando, es mas, creo que ella está mucho mas herida de lo que lo estoy yo, creo que está asumiendo un papel de villana que no le corresponde en absoluto y lo está haciendo por los demas, no por ella. ¿No te has fijado en como me mira el resto? todos me guardan resentimiento, todos desconfían, pero no lo manifiestan porque tenemos un objetivo comun mas importante. Shiro ha asumido esa carga por el bien de todos, para mantener a todos unidos, si ella me la tiene jurada no me la va a jurar nadie mas, todos se darán por satisfechos, si realmente me quisiera muerta por solo un sentimiento de venganza ya lo estaría. Es buena actriz y a la vez una terrible mentirosa.

Y absurdamente considerada.

No era la primera vez que Soma escuchaba esas ultimas palabras.

Puede que Casandra se equivocara o puede que no, pero estaba claro que había reflexionado sobre todo aquello y analizado la situación a fondo, sus actos y sus palabras eran meditadas y de verdad deseaba ayudar en la lucha contra el Impostor, fuera cual fuera el precio, incluso si ella misma debía tambien asumir el papel de villana o asesina despiadada.

-Solo aprovechemos el tiempo que tenemos, ¿vale? es todo lo que te pido.