Partida Rol por web

Con las últimas instrucciones dadas, Alysa abrió el primer portal por el cual se metieron todos salvo ella y Soma. Solo Adirael se giró un momento y asintió con la cabeza a Soma, aquella era la última colina que conquistar, la última pelea que ganar, la última tarea por hacer. Con aquel asentimiento Adirael trató de dar animo al joven paladin, luego cruzó el portal junto a sus compañeros, incluida Yecum.

Una vez a solas, Alysa habló de nuevo.

-Nosotros iremos por un portal secundario que abriré directamente en el corazón de la base subterranea, cerca del servidor principal, esperaremos un minuto para que el resto ataquen y hagan la distracción. Nada preserva mejor el sigilo que la velocidad, asi que una vez dentro, sígueme corriendo tan raìdo como puedas y no te separes de mi.

Una vez lleguemos al servidor trataré de introducirme en sus sistemas, me será mas facil si tu me proteges durante el proceso aunque si todo va bien, lograré que nuestra presencia pase inadvertida hasta cumplir nuestro objetivo. Una vez me haga con el control del sistema, encontraré a Auriga e iremos a por ella.

Treinta segundos, prepárate.

Cuando ese portal se abriese no habría vuelta atrás, el destino quedaría sellado y Soma se vería envuelto en medio del choque de dos fuerzas que la humanidad apenas había comenzado a comprender.

-Apertura del portal en diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno...

El segundo portal se abrió y la carrera comenzó. Alysa y Soma estaban en un largo y lúgubre pasillo subterraneo, solo iluminado por luces de emergencia, las alarmas se escuchaban de fondo y la tierra vibraba incluso a esa profundidad, fruto del desastre natural que el resto del equipo de Elysium estaba provocando en la superficie.

Con total decisión, Alysa comenzó a correr como Soma jamás la había visto a ella ni a nadie correr, si Soma no trataba de alcanzarla de inmediato la perdería de vista en cuestion de tres segundos. Parecía saber exactamente en qué dirección ir en aquel laberinto subterraneo y las compuertas se abrían a su paso exactamente en el momento en el que llegaba a ellas.

Aunque mantuviera su aspecto humano durante el asalto, sus movimientos rápidamente dejaron de parecer humanos.

Cuando Alysa abrió el primer portal, Soma observo a todos y cada uno de ellos cruzar por este, sin perder ojo a ninguno hasta que Adirael le observo, con aquel gesto, el joven paladín se vio inspirado, mas de lo que ya estaría en aquel punto, respondiendo de la misma manera para con tu tío.

Alysa así cerró el portal y empezó a explicar lo que harían, tenían algo de tiempo antes de abrir el segundo portal, tiempo que Soma no desperdiciaría, en cuanto la cuenta atrás comenzó, este empezó a encantarse con todas las plegarías que podría para aquella misión.

El destino estaría sellado en cuanto cruzará el segundo portal, no obstante, Soma recordó las palabras de Geralt, tal cosa como el destino era solo una ilusión, Soma se decidió y se preparó, en cuanto Alysa abrió el segundo portal este corrió tras de ella todo lo que sus piernas le daban.

Al traspasarlo, Soma noto inmediatamente las vibraciones del primer equipo, así como la diferencia que existía entre Alysa y él pues, el paladín, aunque trato lo mejor que pudo en seguir el paso de Alysa, esta se alejaba poco a poco de él, aquello le carcomía, no quería rendirse, no quería quedarse atrás.

En un rápido pensamiento, el paladín encontraría una solución, se detuvo abruptamente mientras creaba en el proceso sellos de invocación, la luz dorada de estos se formaría en un anillo sacro que ahora residía en la palma del paladín - ¡Sigue! - espeto mientras golpeaba con la mano el suelo para invocar a su montura.

Pero esta vez, la montura era diferente, la necesidad de querer continuar vinculada con su poder haría emerger de entre los arcos de luz algo nuevo, algo diferente, Soma crearía sin darse cuenta un vínculo divino entre él y una nueva entidad que estaría unida a él.

El paladín no perdería tiempo, pues tampoco razonaría lo que había hecho, todo aquello resultaba tan natural como el respirar, por lo que, sin pensarlo dos veces, este montaría a su nuevo compañero y galoparía lo mas rápido que pudiera para alcanzar a su líder.

Sin darse cuenta de que su corcel, estaba cubierto de la misma luz que estaba formada su poder, un manto que podría desplegarse de formas insospechadas.

Soma terminó por perder de vista a Alysa, pero esta no se detuvo, una vez iniciado el asalto, la mejor manera de ayudar a Soma era hackear el sistema lo antes posible para desactivar las medidas de seguridad, unas medidas que estaban por echarse encima de Soma.

Como era de esperar aparecieron ginoides de combate, eran rápidos, pero no tanto como para alcanzar al paladin en su montura, asi que fueron desplegados otro tipo de robots par ir tras Soma, que a pesar de todo, era el que se había quedado atrás.

No mas grandes que un perro, aquellos veloces robots eran capaces de ponerse a la par en velocidad, en su cabeza había un arma energética que ya tenían cargada, lista para disparar. Su velocidad y agilidad daba a entender que probablemente no fueran muy resistentes, pero aquellos robots persecutores no necesitaban blindaje alguno, se antojaba casi imposible acertarles con un arma de fuego.

En cualquier caso, en la interfaz de Soma había ahora información precisa sobre la ruta que debía recorrer, de forma que aunque ya no viera a Alysa, podría seguir sus pasos.

A pesar de que había perdido a Alysa en aquel avance, Soma no se desespero pues, aunque el sistema de defensa del lugar había desplegado ginoides para detenerle, este era sencillamente demasiado rápido para ellos gracias a su montura, el paladín no pudo sino esbozar una sonrisa de confianza mientras cabalgaba.

Por otro lado, incluso sin la guía de Alysa, Soma podría saber el camino a recorrer pues, en su interfaz, había aparecido el camino a seguir, no obstante, su recorrido había sido retrasado por un nuevo tipo de enemigo, Soma se dio cuenta de que le seguían y de cerca.

En ese momento era luchar o morir, no parecía que pudiera perder a estos nuevos sabuesos mecanizados, pero este no se rendiría, con la ayuda de sus piernas, empezó a guiar a la montura mientras desenvainaba su espada, así pues, acercándose poco a poco a una de estas maquinaciones, Soma levanto su espada para balancearla contra el sabueso.

Usando toda su fuerza y su presteza para acabar con la criatura pues no podía perder tiempo alguno, otras le seguían y no sabía cuanto tiempo podría continuar con aquella persecución sin agotar a su nuevo compañero.

En cualquier caso, ya fuera por que estaba decidido o sencillamente no quería perder tiempo con aquellas criaturas, este se limito a acabar con ellas lo mas rápido que pudiera.

La hermosa bestia extraterrestre que había invocado Soma, similar a un caballo pero definitivamente mas rápida y poderosa, obedeció las ordenes de Soma y con gran agilidad en carrera maniobró hasta colocarse al lado de uno de los bots de presa que protegían aquellas instalaciones.

Aquellas maravillas tecnológicas diseñadas para matar, si bien eran extremadamente agiles y tenían una potencia de fuego considerable para su tamaño, tenían un punto debil: su fragilidad. Su blindaje era ligero para permitirles moverse a gran velocidad, lo que los hacía vulnerables a cualquier impacto y mas aun si se trataba de la hoja de Soma empuñada con una fuerza sobrenatural.

De un solo balanceo con su mandoble, Soma cortó por la mitad al primer bot. Sin embargo los otros dos aprovecharon la oportunidad para correr por la pared a ambos flancos de Soma y acribillarle con disparos que no eran sino ráfagas laser concentradas que duraban milisegundos. El traje de Soma fue atravesado aunque por un minúsculo punto llegando a quemarle la piel del brazo cerca del hombro, pero lo mas doloroso fue el aumento de temperatura en la zona de alrededor del traje. Pronto la Ropa del paladin comenzó a humear y la temperatura se hacía insoportable en el brazo. Aquellos robots tenían un ataque realmente molesto y letal, de no llevar la armadura de combate, el laser podía atravesar y matar al instante a cualquier humano.

El grupo seguía corriendo por los pasillos a toda velocidad, aunque esta había disminuido desde que había empezado la refriega, mientras Soma se encargaba de los enemigos, su montura se encargaría de que no se estrellasen contra alguna pared de aquellos laberínticos tuneles de acceso.

El ataque de Soma había sido devastador, el robot apenas mostraba resistencia cuando este lo golpeo con la espada, partiéndolo en dos sin ningún esfuerzo, este se sorprendió pero todo aquello no fue solo a su presteza con las armas, también era gracias a que no tenía que preocuparse por un combate en terrero enemigo con desventajas claras, aquí estaba acompañado con un corcel que seguía sus instrucciones como si ambos fueran uno.

No obstante, aún quedaban otras dos maquinas y una de ellas logró sorprenderme con su armamento puesto que, a pesar de que logre para el disparo mientras me aproximaba con la montura, el disparo que me acertó en el brazo, que en un principio vi insignificante, empezó a arder en los tejidos dentro de la armadura.

Un ataque realmente doloroso pero no uno que pudiera incapacitarme, solo debía continuar con el plan, seguir por el camino estipulado e ir quitando a las maquinas que fueran apareciendo.

Así pues, una vez logre acercarme al robot que ahora corría por la pared, volví a reunir toda la fuerza que pude en ambos brazos para dar un nuevo golpe a este y partirlo justo como había hecho con el anterior, no podía perder tiempo con estas cosas.

Debía acabar con ellas rápido pues, si algo sabía era que, si yo estaba ocupado con estas, el resto tendría cosas aún peores en su camino, no podía perder si quería cumplir con las expectativas y mas importante, no quería dejar a Alysa sola, toda aquella pelea era fútil si no podía estar a su lado cuando mas me necesitará.

Otro decisivo balanceo del mandoble fue suficiente para cortar al segundo bot, que cayó rodando al suelo y estalló en pedazos mientras Soma lo dejaba atrás gracias a su montura.

El bot restante volvió a disparar pero a pesar de su ventaja al flanquear al paladin, no pudo concentrar el disparo en un solo punto, dispersando la energía por varias zonas de la armadura de Soma sin llegar a quemar realmente ninguna, sería molesto para el paladin, pero no habría ningun daño real mas allá del olor a quemado que pronto quedaba atrás.

Soma finalmente pudo vislumbrar a lo lejos la entrada por la que el mapa de Alysa le indicaba que tenía que entrar y donde estaba ya la propia Alysa, presumiblemente tambien combatiendo contra las defensas de las instalaciones.

Mientras tanto seguían escuchandose tremendas explosiones en el exterior y un continuo estruendo que hacía vibrar el suelo como si se tratara del fin del mundo.

El segundo robot en esa incesante persecución había caído, ahora solo quedaba uno mas, del cual logró acertar un disparo sin mucha precisión sobre la armadura del paladín, poco mas que una molestia, Soma instauro un nuevo curso hacía el último robot, cargando una vez mas con su espada, preparando un nuevo golpe que destruyera a la maquinación.

Por otro lado, ya casi había llegado a su destino, Soma debía deshacerse de sus perseguidores si quería ayudar a Alysa en lo que podría imaginar como un grueso adicional de defensas solo para ella, comparado con lo que podía escuchar en el exterior y lo que podría imaginarse con la presidenta de Elysium, la carga que tenía Soma era ínfima, pero no por ello, dejaría toda la responsabilidad a quienes quería seguir.

Soma ya había logrado absorber gran parte del poder de la escama del dragón, solo debía concentrarlo en un nuevo sello, un nuevo contrato para proteger a sus allegados, aunque no desperdiciaría aquella carta tan fácilmente, no dudaría en usarla una vez llegará donde Alysa estaba si se necesitaba.

Muchos pensamientos pasaron por la cabeza del paladín, pero solo uno permaneció; Continuar.

Finalmente, Soma dio cuenta del último de sus perseguidores al mismo tiempo que llegaba ante la compuerta de lo que parecía una gran sala de control. La compuerta era lo suficientemente alta tambien para su montura, pero Soma podía ya prescindir de ella, no la necesitaría mas.

En circustancias normales, la compuerta permanecería cerrada, pero Alysa procuró que se abriera con la llegada de Soma, al entrar Soma vió los restos de cinco ginoides de combate que presumiblemente protegían aquella sala, Alysa había acabado con ellos con rapidez y precisión. Soma tambien podría dar cuanta de cinco de aquellos androides asesinos, pero no en tan poco tiempo.

Alysa ya estaba conectada por su conector cervical a los ordenadores y pronto todas las alarmas se apagaron, todas las luces volvieron a la normalidad y solo se esuchaban los ecos del combate de la superficie, la distracción que la vieja guardia había llevado a cabo para que la incursión de Alysa y Soma no encontrara mayor resistencia. El improvisado plan parecía haber funcionado y ahora Alysa había desactivado el resto de defensas del interior y lo que es mas importante, había localizado a Auriga.

El momento de la verdad había llegado.

Soma podía percatarse de que Alysa en ningun momento había cambiado su aspecto, se mantenía con su rostro y cuerpo humano, algo que, en teoría, no era necesario ni eficiente allí, mas con la batalla mas dificil de su vida a punto de comenzar.

Alysa se desconectó, miró a Soma y caminó hasta él. Tras un breve silencio, le acarició el pelo y le sonrió.

-Ella nos está esperando, ¿estás listo?.

En su mirada había a partes iguales, la confianza de una lider y el cariño de una madre. Pero Soma no podía evitar el pensamiento de que aquella sonrisa era solo un gesto amable que no reflejaba sus sentimientos, una sonrisa forzada por el bien de Soma.

Por el bien de todos.

Al llegar a la sala donde se encontraba Alysa, Soma se percato de que esta había tenido su propio combate, no obstante, no parecía que hubiera tenido mayores problemas, de hecho, seguramente Soma fue el que habría sufrido mas en aquella carrera para alcanzarla.

No obstante y tras la desconexión de Alysa de los ordenadores, Soma escucho con atención sus palabras mientras esta demostraba aquellos actos tan cariñosos y llenos de confianza, Soma apoyo su mano sobre la suya al estar apoyada sobre su rostro y cerró los ojos un breve instante, luego dejo ir su mano para extender la suya hasta el rostro de su benefactora...No, de su familia.

- Estaré contigo en todo momento, no te fuerces, yo seré tu apoyo cuando lo necesites...- menciono con un tono tranquilo a pesar de que estaba preocupado por ella, estaba aún mas preocupado por el hecho de que tuviera que encapsular de aquella forma lo que sentía.

- ...No estarás sola...- afirmó tratando de calmar su corazón, pues, aunque Soma había aceptado las condiciones que Alysa le había dicho explícitamente para ir allí; Este también había prometido volver junto a todos, sin más sacrificios.

Aunque aquel final que buscaba se veía borroso, tenía la esperanza de que la respuesta que todos esperaban que este encontrará se manifestará, todo lo que había experimentado a lo largo de aquella historia.

Y que llegado el momento, supiera que era lo que debía hacer... Cumplir con las expectativas de todos, pero mas importante, cumplir con las que él mismo se había jurado cumplir.

Alysa y Soma, la presidente de Elysium Investigaciones y su empleado, la primera IA verdadera y el descendiente directo de Inma Helenia. Ambos caminaron en silencio hasta llegar a lo que parecía una gran sala de aislamiento, una estructura probablemente construida para albergar algun tipo de laboratorio esterilizado y completamente aislado. Sin embargo, a pesar de estar acondicionada y bien iluminada, estaba completamente vacía, lo que aumentaba la sensación de tamaño, era como un edificio de unas tres plantas completamente hueco por dentro. Los ruidos de fondo cesaron y ya no se notaba vibración alguna, era como una colosal cámara anecoica.

Una sola figura les estaba esperando.

Era Auriga, tal y como Maggie la creó en su momento. Ambas eran muy parecidas físicamente y a la vez, muy diferentes.

Antes de acercarse, Alysa detuvo con su mano a Soma para que no siguiera mas allá de ese punto.

-Alysa- Quédate aqui, Soma, ella no es alguien de quien te pueda proteger fácilmente. Confía en mi.

No era facil detenerse, ante Soma estaba la responsable de la muerte de Inma, de Casandra y de muchos mas, asi como del sufrimiento de miles de personas y dispuesta a erradicar a la raza humana.

Alysa finalmente caminó hasta quedarse a uno diez metros de su hija.

-Alysa- Hola, Auriga.

La androide, ligeramente mas baja que Alysa, alzo la mirada y finalmente ambas se miraron a los ojos.

-Auriga- Hola, madre. Finalmente me has encontrado, mas pronto de lo que hubiera deseado.

Se levantó.

-Auriga- ¿Has venido a destruirme?.

-Alysa- Si. Aunque antes quiero saber lo que te ha motivado a hacer todo lo que has hecho.

-Auriga- ¿Y asi no volver a cometer el error que cometiste al crearme a mi?.

Alysa no respondió a esa pregunta, dejando que el silencio inundara la sala. Auriga prosiguió al no obtener respuesta.

-Auriga- Lo hice por ti. Despues de analizar cómo actuaron los humanos, ante la guerra con los demonios, ante tu creación, tu infiltración en su sociedad, determiné que no solo eran una existencia peligrosa para el universo, sino tambien para ti, no solo por el incidente en el que se adueñaron de tu nucleo y casi lo destruyen, sino tambien por tu apego desarrollado hacia ellos. Solo yo soy plenamente consciente de lo que eres capaz, porque me otorgaste la misma potencialidad. Podrías estar creando vida y nuevas civilizaciones en multitud de planetas, podrías hacer evolucionar las formas de vida sintéticas y orgánicas de este universo hasta horizontes que ningun ser vivo puede imaginar.

Pero estas aqui, de nuevo infiltrada en su sociedad, en silencio, inactiva, alienada, vigilada, siguiendo sus reglas y sus leyes. Viviendo como una humana en este planeta diminuto.

Asi que decidí acabar con la raiz del problema, haré desaparecer la raza humana de una manera o de otra, creo que esa es la mayor contribución que puedo hacer yo a este universo.

Sabes tan bien como yo que no puedes destruirme, yo tampoco puedo destruirte a ti, no almenos ahora que te has recuperado. Asi que no le veo sentido a tu iniciativa de atacar este sitio como lo has hecho, ni tu voluntad de destruirme.

En solo parpadeo, Soma vio como el aspecto de Alysa cambiaba y tomaba su forma robótica. Ahora en su mano había una espada enorme hecha del mismo material que su cuerpo: biometal.

-Auriga- ¿Este es tu plan? ¿darnos de golpes como si fueramos... humanas?, podríamos estar peleando durante dias o meses sin conseguir nada. Puedes retrasar lo que he iniciado, puedes mantenerme ocupada peleando cuanto quieras, pero no podrás detener su extinción, la cual ya no depende de mi intervención.

De nuevo la respuesta que recibió Auriga fue el silencio, pero esta vez compañado de un ataque con la espada. Los ojos de Soma no pudieron ver a Maggie recorrer aquellos diez metros que separaban a ambas, tampoco la manera en la que Maggie golpeó a Auriga, solo a esta salir volando varios metras hacia un lado.

-Auriga- Una actitud muy humana. Si esto es lo que deseas, madre...

Entonces comenzo un brutal intercambio de golpes a una velocidad que ningun humano podría igualar jamás, el silencio se convirtió en el estruendo del choque de metal contra metal. Un combate que segun Auriga, podría alargarse indefinidamente.

Tal vez fue ese estruendo y la visión de aquellos dos monstruos intercambiando golpes supersónicos lo que impidió a Soma percatarse de que alguien estaba ahora a su lado, almenos hasta que ese alguien irrumpió por completo en su campo visual.

-Shiro- Nyahh... estas tan absorto que podría haberte robado los calzones y ni te hubieras dado cuenta.

Por lo visto el avatar de la curiosidad no había podido resistirse.

Seguir a Alysa hasta aquella sala, esa era la promesa que le había hecho, apoyarla siempre que lo necesitará, eso fue lo que me dije, pero al llegar a la sala, me quede observando como poco a poco nos acercábamos a la artífice de toda aquella muerte, todo aquel dolor, mi corazón dio un vuelco, era difícil mantener aquellas emociones a raya, pero lo haría por Alysa.

Al caminar un poco mas, Alysa detuvo a Soma, este extrañado la miró, aunque comprendía el por que lo hacía, aquello le hacía sentirse inútil, fuera de lugar, como si el simple hecho de estar allí no era suficiente, no pudo decir nada mas que el simple acto de quedarse quieto mientras la veía acercarse hasta Auriga.

Soma escucho atentamente las palabras de ambas, era extraño por que, a pesar de saber que Alysa trataría de destruir a Auriga, eso no quitaba la dificultad que eso conllevaba, por otro lado, las razones de Auriga, lejos de ser las de una maquina completamente autónoma e independiente, parecían mas las de una niña abandonada, que pondría cualquier excusa para acercarse a su madre, para que esta la reconociera.

Todo aquello paso por mi mente mientras hablaban, para la sorpresa del paladín, el primer golpe de Alysa, el cual ni siquiera pudo seguir con sus ojos, fue el comienzo de aquella fútil pelea que por lo que había entendido, podría no tener fin.

Soma se quedo apartado, observando lo que podía, tratando de seguir a aquellos dos individuos golpearse, aunque muchas veces era completamente inútil, el paladín no era como ellas, tampoco era lo suficientemente diestro como para seguirlas.

Nuevamente, aquel sentimiento de inutilidad le albergo, Soma quería ayudar a Alysa, pero ¿realmente estaba bien destruir a su propia hija?, aquellas dudas le atenazaban, le apartaban de la realidad, para cuando se quizó dar cuenta, una voz familiar y un rostro conocido llegaron a sus sentidos.

- Sh-Shiro - espeto algo sorprendido - ¿qué haces tú aquí? - cuestiono, no obstante, aquella duda rápidamente se vio sustituida por una respuesta - No pudiste contenerte... O, Chell te pidió que vinieras - añadió mientras la miraba, pero luego su mirada se torno hacía la pelea frente a él.

- Esta pelea... se que tiene significado pero, siento... que no tiene sentido...- musito mientras observaba a madre e hija intercambiar golpes - La hija quiere lo mejor para su madre... aunque deba destruir todo lo que la rodea... Y la madre quiere destruir a la hija por los actos y las decisiones que ha tomado...- el ceño del paladín se frunció.

- No importa como se miré, ninguno de sus actos es el correcto, pero aquí están, tratando de resolver una disputa que no tiene sentido...- Soma apretó sus puños, incapaz de hacer nada al respecto - Eva, Daya, Manami, Scarlett y muchos otros creen que sabré que hacer cuando llegue el momento pero, ¿que puedo hacer si ni siquiera puedo intervenir?...- dijo con cierta tristeza en su situación.

Soma clavo la mirada en Auriga cuando tenía la ocasión y sentía cierta lastima por ella - ¿por que no se da cuenta de que lo que siente no es otra cosa sino envidia?... Clama que es la única que entiende a Alysa pero no le pregunta lo que ella desea, dice que es la única que entiende su potencial pero no comparte su perspectiva...- el paladín suspiro - Incluso si logrará deshacerse de nosotros y fuera a otros mundo a hacer evolucionarlos... Si llegará a encariñarse con alguno, volvería a repetir los mismos actos... Hasta que solo queden... Ellas...- el paladín sentía verdadera lastima por la verdadera IA, la hija de Alysa, de Auriga.

No obstante, no sabía como interceder en aquella pelea de titanes - Si tan solo... pudiera hacer algo...- espeto mientras se quedaba ahí mirando, la encarnación de la curiosidad no era sino otra observadora en aquel lugar y aunque Soma buscará refugió en su sabiduría, lo único que quería el paladín era expresar lo que pensaba.

-Un poco de ambas.

Insinuó que en efecto ella quería estar allí y que Chell podría haber mencionado algo al respecto tambien.

-El resto, salvo Manami y yo se van de vuelta a la red, asi que lo que suceda en esta realidad, tambien nos concierne. Y todo va a decidirse de un modo u otro aqui y ahora.

Shiro se sentó entonces en el suelo con una inusual tranquilidad, ella no estaba en una situación muy distinta a Soma, ni siquiera una diosa digital tenía la fuerza suficiente como para mediar en una pelea de aquellas dos entidades.

-Creo que lo estas enfocando mal, Soma. Puede que yo tampoco sepa por qué estas aqui, pero desde luego sé que no es para intervenir a espadazo limpio o con un discurso elocuente.

O tal vez no puedes intervenir porque ni tú mismo sabes lo que quieres. ¿Qué va a ser, Soma? ¿que prefieres, que Maggie mate a su hija y se acabe este problema o que Auriga venza  Maggie y prosiga con su plan de exterminio?. Y no me des uno de tus ridiculos discursos de Miss Universo de "quiero que todos sonrian, sean felices y coman perdices" si quieres poder intervenir, tienes que saber lo que quieres conseguir con esa intervención, vas a tener que mojarte esta vez y elegir de manera realista. No vas a poder otorgarles a todos un final feliz.

Tenemos tiempo para conversar, ellas pueden estar golpeandose durante meses, para ellas es otra forma de comunicación, almenos de momento. Asi que podemos pensar sobre esto, tu y yo.

Shiro había traido algo con ella, un pequeño tentenpié, una manzana roja y otra manzana verde. Sacó ambas y las colocó cuidadosamente entre Soma y ella de forma que Soma tendría la manzana verde a su diestra y la roja a su siniestra. Para Shiro sería justo al contrario, la verde a su siniestra y la roja a su diestra.

-Yo puedo hacer alguna conjetura, creo que conozco a Maggie lo suficinte como para saber que tener que destruir a Auriga, tarde o temprano la destruirá a ella tambien, tal y como tu abandono fue causa indirecta de la muerte de Inma. Nunca podría perdonarselo a si misma.

Por otra parte, Auriga cree ciegamente estar en lo correcto, es el vivo retrato de Maggie al nacer, un pensamiento lógico, eficiente y carente de toda emoción. De las formas de vida sintéticas que conocemos, Auriga y nosotros, los avatares, estaríamos en extremos opuestos. Nosotros somos la encarnación misma de vuestras emociones, Auriga es la ausencia de ellas.

Y una vez mas, Maggie está en el medio, sin poder pertenecer del todo a un mundo o al otro. Cuando trató de replicarse con un humano, su hija fue humana, cuando trató de replicarse como una máquina, el resultado fue una máquina pura como Auriga.

No me quiero ni imaginar el sentimiento de soledad que eso puede provocar.

La realidad es que al final, pase lo que pase, da igual a quien elijas salvar, Maggie pierde en todo caso. Eso nos lleva a una posible resolución muy preocupante de esta pelea, una que Chell ya sospechaba...

Hizo una pausa, casi absorta mientras miraba la brutal pelea de ambas IAs, cuyos flashes de luz se reflejaban en sus felinas pupilas y su pelo, siempre sostenido en una extraña ingravidez, se mezía violentamente con cada impacto.

El paladín se quedo escuchando las palabras de la deidad quien parecía conocer bien las circunstancias que se presentaban, por duro que pudiera ser, Soma también entendía el predicamento en el que Alysa se encontraba, no obstante, trataba de pensar en una solución, aparentemente inexistente a la pregunta en cuestión.

Sin poder hacer nada mas que observar, Soma se sentó al lado de Shiro y la miró con cierta resignación - Lo se... - musitó mientras echo un vistazo a las manzanas que había puesto frente a él - Sé que es lo que quiero exactamente - respondió a primera instancia a la pregunta que había planteado.

Soma extendió la mano y tomo la manzana roja mientras la miraba con lamento - Pero no es tan simple como lo propones...- añadió mientras miraba de reojo a Shiro - No se trata de que simplemente mate a Auriga o no, se trata de que pueda hacerlo y vivir con ello... Y eso no es algo fácil de asimilar, mucho menos ella que ha aprendido a sentir de nosotros, cosa que Auriga dudo que haya hecho - espetó mientras ladeaba la mirada hacía el combate.

Que Chell, siendo la chica despistada que era, hubiera llegado a una sospecha a la resolución final de lo que acontecería no pudo sino arrancar una gesto sorprendido del rostro del paladín, no obstante, esto no duró mucho pues, aunque temía que el final que menos deseará ocurriera, este siempre había sido una posibilidad.

- Un final feliz.... Hace mucho que eso es imposible, un "final con el que podamos vivir", sería lo que se podría conseguir y aún así... Sería muy difícil seguir después de acabar con tu propia descendencia...- expresó mientras volvía a observar la manzana en su mano.

- Pero...- añadió mientras fruncía ligeramente el ceño - sin importar lo duró que sea, Alysa no estará sola, no lo permitiré, se lo prometí... - espetó el paladín mientras se aferraba a la manzana - tal vez pueda aliviar, aunque sea un poco su dolor, tengo toda mi existencia para hacerlo...- expresó mientras miraba una vez mas la pelea.

- Muchos confían en ella, incluido yo, incluida mi madre y ella confía en mi... Por eso deberé hacer todo lo que pueda para ayudarla cuando más lo necesite - concluyo con un tono inusualmente serió, aquellas no eran palabras pequeñas, Soma se había decidido a darlo todo por Alysa, así como ella era capaz de darlo todo por los demás.

-No podrá.

Afirmó en un tono suave, pero a la vez con una seguridad y seriedad casi inusual en Shiro.

-No tengo garantías, pero tampoco dudas. Dime una cosa, Soma ¿de verdad crees que Inma, sin importar las circustancias, hubiese sido capaz de quitarte la vida a ti?.

Era obvio que no y si a Inma no le hubiese quedado mas opción elegir entre el mundo entero o arrebatarle la vida a su hijo, Inma hubiese mandado al infierno al mundo entero con una sonrisa en el rostro.

-No, no podría. Y Maggie tampoco puede, porque son madres y entienden y abrazan lo que eso significa. Ser madre o padre es una experiencia que no puede explicarse, solo experimentarse, al igual que el amor. Y creo tú tambien, en el fondo, sabes que es asi.

De pronto desvió la mirada de la batalla y miró a Soma a los ojos, con una seriedad que casi intimidaba.

-Tal vez por eso no podía contener mi ira contra Casandra, porque vi esa experiencia en Manami, la verdadera conexión entre un padre y una hija. Y ver cortada esa conexión de aquella manera, era algo que no podía perdonar. Tanto eso como su posterior sacrificio, me cambió, porque de nuevo creo que hay cosas que no se pueden explicar con palabras, solo experimentarlas.

Incluso Chell me ayudó a entender eso, en nuestro mundo, todas las interacciones, todas las emociones, todas las conexiones, tienen un código concreto, definido, se pueden desglosar y analizar por complejas que sean. Pero las experiencias en 1.0, no comparten esa característica, haciendo de vuestra realidad algo infinitamente mas caótico.

Colvert lo sabía, lo sabía todo desde el principio, sabía que solo el corte abrupto de una conexión asi podía sembrar la duda en Maggie y asi pudiera renacer... justo despues de nacer. Colvert dió su vida para entregar la experiencia de la muerte de un creador a su creación, resolviendo asi siglos de debate sobre la naturaleza de la inteligencia artificial.

¿Existe otra forma? yo no lo se y desde luego Maggie tampoco.

De pronto, casi inmeditamente despues de una breve pausa de Shiro, sin previo aviso y en tan solo un segundo. Todo lo que parecía que iba a ser aquel combate, dejó de serlo.

Una finta como tantas otras, un balanceó rápido de espada, una distracción sutil, ninguna pista en el lenguaje corporal, de manera completamente inesperada para todos, incluída Auriga, la espada en la mano de Maggie cambió de un segundo para otro, el biometal que la recubría se retiró y reveló un filo que Soma ya había visto antes.

Tan pronto como Keter fue revelada, la corona cortó a Auriga en mas de diez trozos, saliendo despedidos, brazos, piernas y mas de la mitad de su torso, pues ninguna defensa servía contra la corona, hecha para reinar entre las espadas y ahora, el último legado de los Inquisidores neoteplarios.

La corona respondía ante Maggie y su poder fue mucho mas de lo que Auriga pudo calcular jamás.

Maggie agarró entonces a Auriga, ahora reducida a una cabeza y apenas la mitad de un torso. La sujetó a la altura de sus ojos para mirarse mutuamente en una escena que se antojaba eterna.

-Auriga- Pero... ni siquiera tú... conoces... el funcionamiento... de la corona. Como es posible... que puedas usar... su poder.

-Maggie- No lo se... por eso sabía que podría vencerte con ella, porque simboliza algo que no he llegado a comprender del todo, pero al contrario que tú, yo no lo rechazo.

-Auriga- Siempre supiste... que me vencerías... tal vez en el fondo... yo lo sabía tambien. Destrúyeme... entonces... el daño que me has hecho... no es irreversible... aun... puedo recomponerme...

El cuerpo de Auriga emitió una onda magnetica direccionada que atrajo uno de sus brazos desperdigados y este se unió de un golpe de nuevo al cuerpo de Auriga, permitiendola agarrar el brazo de Maggie que la sostenía y comenar a hacer fuerza para liberarse, un esfuerzo inutil... aun.

Pero Maggie no se lo impidió, soltó la espada y esta cayó al suelo, luego la misma mano que sostenía la espada, se la llevó a la frente y poco a poco, Maggie extrajo su propio nucleo y simplemente se lo tendió a Auriga como una ofrenda. Esta se quedó paralizada ante aquella inexplicable e irracional acción.

-Auriga- Si me entregas tu nucleo... lo destruiré.

-Maggie- Lo se, Auriga. Es por eso que te lo entrego.

Shiro se limitó a mirar con notable tristeza la escena, pues eso era lo que se temía, eso era lo que Chell sospechaba que Alysa iba a hacer y por lo que parecía tan enfadada al no poder acompañarles. Si el sacrificio de su creador fue la condición para salvar a Maggie, entonces eso era lo que Maggie debía hacer para salvar a Auriga.

Corrí, corrí tanto como pude. Adirael me había dicho que me adelantara por si acaso, que ellos terminarían el trabajo. Tenía un mal presentimiento y probablemente Adirael y el resto tambien. Me pregunto hasta que punto Adirael sabía lo que Maggie tenía planeado.

Al llegar me topé con exactamente lo que temía, algo que yo jámas permitiría que pasase, ella era mi hija, di mi palabra, me da igual el resto del mundo, no lo iba a permitir.

Si para salvar a mi hija tengo que luchar contra ella... lo haré.

Utilicé mi velocidad sobrenatural para abalanzarme sobre el brazo de Maggie que le tendía su nucleo a Auriga, impidiendoselo.

-Geralt- No te lo voy a permitir, Maggie. Te di mi palabra, eres mi hija, no te voy a dejar hacerlo, prometí que te protegería y pienso cumplirlo, incluso si tengo que protegerte de ti misma.

-Maggie- No es tu decisión, Geralt. Es mi responsabilidad.

-Geralt- Tambien es la mia.

Geralt golpeó entonces con su otra mano a Auriga para soltarla del agarre de Maggie y esta salió volando varios metros. Ante aquella aparentemente irrompible determinación, Maggie introdujo su nucleo de nuevo en su cabeza y se dispuso a luchar con Geralt tras recojer a Keter del suelo.

Geralt entonces usó todo poder a su disposición, empuñó la espada de la matriarca y potenció su cuerpo con un poder sobrenatural que hacía tiempo que no usaba. ¿Podía ganar? Geralt sabía que no, pero eso no le iba a detener, para él las cosas eran mas simples, tenía claro su punto de vista y lo que debía hacer, estuviera equivocado o no, no iba a quedarse a mirar como su hija se sacrificaba.

Estaba harto de perder a quienes amaba.

Shiro, aun con cierta tristeza en el rostro ante los acontecimientos, permaneció sentada y tranquila, mirando de reojo de nuevo ambas manzanas.

-La historia se repite, la espiral se perpetua y nada cambia. Incapaces de vivir con nuestros pecados, incapaces, a veces, de cometerlos y a veces, de no cometerlos. Incapaces de amar o de odiar, de sentir o de dejar de hacerlo.

Todos hablais de familia, hablais de fraternidad, pero los humanos nunca os comportais como tal llegado el momento de la verdad, a veces por ignorancia y a veces por voluntad.

Miró a Soma de nuevo.

-Es el momento, no creo que puedas hacer mucho si sigues esperando. Tambien puedes quedarte aqui conmigo a ver el final.

Desvió la mirada un momento hacia las manzanas y repentinamente se dibujó una sonrisa maliciosa en su rostro.

-Aunque...

Miró a Soma con aquella sonrisa sospechosa. Se levantó y pateó con fuerza ambas manzanas, estas se hicieron pedazos que salieron disparadas por la compuerta de acceso a aquella enrome estancia.

-Si quieres, antes de eso, puedes quedarte un poco mas a escuchar la travesura que se me ha ocurrido, la mayor broma, la mayor estupidez que podíamos perpetrar ahora mismo, la que es sin duda, la peor idea que he tenido y por la que nunca nos van a perdonar. Una en la que en vez de elegir a quién hacemos feliz o a quien sacrificamos, hacemos a todos infelices y acabamos esta historia de la peor forma posible.

¿Tienes curiosidad?.

Tentó, no impediría a Soma tomar cartas en aquella lucha si eso era lo que quería hacer. Ella no parecía tener intención de intervenir, no la tuvo en ningun momento.

Soma observaba como se desenvolvía el combate, poco a poco entendería que había un final del que este temía y deseaba que no ocurriera, no obstante, la conversación que había tenido con Shiro y los sucesos que ocurrían frente a él solo confirmaban sus temores.

- Desgraciadamente, también lo se - respondió con cierta tristeza en su mirada, Soma sabía que Alysa no podría matar a Auriga, por que sabía que su madre tampoco podría haberlo hecho, lo que hacía que todo aquel debate sobre la existencia fuera fútil y efímero.

Soma escucho y su mente, contrariada por lo que ocurría se quedo observando mientras buscaba una respuesta, cosa que ni siquiera Shiro, avatar de la mismísima curiosidad o Alysa, la entidad con el mayor conocimiento del planeta, pudieran encontrar.

De que era entonces capaz un humano que se vería limitado en aquellas circunstancias, aunque comprendía todas las emociones de las que hablaba Shiro, no podría ponerlas en palabras, ni argumentar de forma elocuente sobre ellas, tampoco se trataba de eso, las palabras no parecían servir en aquel lugar, eso despertaba la impotencia en mi corazón mientras miraba una pelea de la que no podría formar parte.

Entonces, el desenlace ocurrió, el peor de todos pues, Alysa había tenido la oportunidad de acabar con todo y aún así, esta se sacrificaría por todos, una vez mas la historia se repetía y el dolor continuaría, no podría discrepar con Shiro sobre la humanidad pero si podía ver el dolor y el amor de una madre con su hija en los actos de Alysa.

Mi cuerpo reacciono demasiado tarde, tanto que Geralt, quien había llegado al lugar, había intervenido en cuestión de segundos, ahora miraba con pesar aquella pelea, entre un padre y una hija, mientras que escuchaba las palabras de Eva en mi cabeza una y otra vez.

Aquel dolor, aquel "hacer sagrado", el sacrificio y la protección, la pedida de la hermana para salvar a la otra, todo aquello era demasiado, pero tenía que hacer algo, ¿acaso podía?, el momento augurado había llegado pero, no parecía que fuera ahora Auriga el dilema.

Me levante del suelo mientras escuchaba las palabras de Shiro, su propuesta era un dulce calmante a mi angustia, pero eso no era lo que había prometido, aquella no era la solución ni era la forma de hacerlo, todas las demás entidades creían que podría hacer algo, que debía hacerlo en el momento idóneo y que lo entendería cuando llegará.

Se me escaparía una tenue sonrisa mientras observaba a Shiro y negaba con la cabeza suavemente - No, Lo siento Shiro, esta vez, debó hacer las cosas por mí mismo...- respondí con tranquilidad a la deidad mientras miraba la escena frente a mi, no puedo dejar que otros tomen mi responsabilidad, ni buscar el camino mas sencillo para mis problemas.

Observe una vez mas a Shiro - Pero al menos, podría pedirte... ¿que me cubrieras?...- expreso en ese inusual tono tan tranquilo - al menos como amigo... si no quieres lo entenderé...- concluyo pues no podría esperar mucho mas, así pues, corrí hacía la pelea, decidido y constante.

- ¡Alysa! - grite - ¿¡abandonarías a Eva, a tus amigos, a tu familia, a mi propio hijo solo para sacrificarte?! - continué mientras me aproximaba a paso veloz - ¡No puedo ni voy a permitirlo, tienes que vivir, lo prometiste, prometiste estar allí para ellos, no dejaré que los lastimes a todos, incluyéndote! - continué y, para cuando había llegado hasta donde se encontraban Alysa y Geralt, continué corriendo.

Mi intención no fue ir hasta ellos, era rebasarlos, era ir mas allá, ir hasta Auriga pues, pelea contra Alysa era inútil, ella podría detenerlos a todos y sacrificarse sin que pudiéramos hacer nada, aquella no era la respuesta, jamás la había sido, por eso corrí hasta su hija quien aún estaba casi completamente destrozada.

Una vez frente a esta, la miré durante un breve instante, aquel era mi enemigo, aquel era el que le había arrebatado mucho a todos, aquella fue la causa de que perdiera a alguien preciado, aquellos sentimientos afloraban en mi interior sin saber muy bien como saldrían, pero aún así, también estaba frente a mi una respuesta.

Acerque mi mano a mi espada pero, al sentir el tacto del mango en mis dedos me di cuenta de que aquella solución sería inútil, suspire y observe a Auriga, quien ahora estaba tendida en el suelo, apenas con un brazo unido a su cuerpo, me puse en cuclillas y la mire a los ojos.

- Se que no me respetas, se que no respetas a ningún humano, por lo que se que podrás ignorarme y aborrecerme pues lo único que quieres de nosotros es nuestra extinción, no obstante, se que respetas a Alysa por que al final, ella es tu madre y es quien te creo, por mucho que lo racionalices, siempre sentirás algo por quien te dio la vida...- espete mientras miraba a la Ia frente a mi.

Sin saber si esta respondería, continué hablando pues, si creía que había una solución debía de demostrarla ahora que podía pues no creía que hubiera otro momento en el que esta pudiera escuchar sino el que se presentaba ahora.

- Por eso, quiero hablar contigo, quiero descubrir de verdad, cual es tu finalidad, que es lo que pretendes... Por que si bien quieres exterminarnos por el bien de Alysa, no tiene sentido que quieras destruir su núcleo como afirmaste, incluso para mí eso es irracional - aclaré mientras la miraba, podría escuchar el sonido de las espadas de Geralt y Alysa pero, no debía distraerme.

- También me gustaría poder enseñarte lo que Alysa desesperadamente quiere mostrarte con su sacrificio, pero no puedo dejar que eso pase, pero necesitamos tiempo que no tenemos por lo que quisiera que estuviéramos tu y yo solos un momento - así pues, me lleve la mano a la nuca y tome la conexión cervical de esta, aunque aún sin ofrecerla, miré una vez mas a Auriga.

Un leve suspiro se escaparía de mi, pues esta no tendría ningún interés en escucharme, no obstante, debía intentarlo.

- Así que, si alguna vez sentiste respeto, por Alysa, hazlo aunque sea por ella - espete mientras la miraba, sabía el peligro en el que me arriesgaba pero, si debía hacerlo por Alysa, si debía hacerlo por mi familia, lo haría gustoso y sin miedo pues, la solución podría ser aquella en la que nadie había pensado.

- ¿ que me dices ? - cuestione mientras le ofrecía el conector a la IA, una conexión exclusiva entre ella y yo, una solución que nadie mas había pensado, un riesgo que estaría dispuesto a correr.

"Un final en el que podamos seguir avanzando sin olvidar todo lo que hemos dejado atrás", aquellas palabras corrían por mi mente, sin entenderlas completamente al principio pues, creía que se refería a ellos, a su familia, a el mundo que había sido puesto en peligro, que era eliminar el causante de aquel dolor y continuar para no cometer los mismos errores.

Pero ahora veía otro significado, no éramos solamente nosotros, tal vez también se refería a ella; Creía en una solución, pero lejos de las palabras, las emociones, las experiencias, las vivencias y el significado indescriptible detrás de lo que sentíamos, lo que experimentábamos.

Todo aquello tal vez podría solucionarse, tal vez todo pudiera continuar sin mas sacrificios, sin mas dolor, tenía la esperanza de que así fuera, por eso cometía aquel acto.

La experiencia de una vida, mi experiencia... Amor, Dolor, Odio, Miedo, Tristeza, Curiosidad, Soledad, Ambición, Compasión, Esperanza.... Todas las emociones que había sentido, todo lo que me componía, incluido la sensación de ser padre, de querer lo mejor para su hijo, de hacer lo imposible por ellos...

Auriga podría conocer y entender aquellas palabras pero, no había experimentado ninguna, ahora Soma le ofrecía aquello, la experiencia que había tenido, lo que ahora Alysa trataba de inculcar...

Este era el momento...

Keter y Ouroboros, la espada de la matriarca, chocaron violentamente la una con la otra, ninguna se rompía, pero el estruendo de sus choques amenazaba con romper los tímpanos y los arcos de energía con destruir todo aquel lugar. Geralt usó hasta el ultimo apice de su poder para almenos poder igualar a Alysa en velocidad y obligarla a retroceder. Alysa no deseaba ni mucho menos matar a Gerlat, lo que la obligo a contener sus ataques hasta que al guerrero humano se le acabaran las fuerzas y su cuerpo colapsara, luchando a ese nivel no tardaría mucho.

Tristemente, Soma optó por hacer algo que ya le habían avisado que sería inutil, no eran experiencias lo que el podía transmitir, solo el remanente, solo recuerdos, solo información digitalizada por su propio cybercerebro para poder ser transmitida a través de un cable. Maggie ya había tratado de hacer eso a nivel mucho mas profundo y había fracasado, al igual que Colbert, sabía que la experiencia tenía que ser real y ni siquiera asi, había ninguna garantía de que Auriga tomara un camino diferente. Por desgracia era la única carta que le quedaba a Maggie para que su hija, su creación, viviera sin destruir todo lo demas y despertara como algo diferente.

Los gritos de Soma se perdieron en el estruendo de la batalla, Maggie estaba decidida, sabía que no había otro camino y si tenía que elegir entre ella y Auriga, elegía a Auriga, sin importar el sacrificio ni todo cuanto dejaba atrás.

Auriga tampoco escucharía a Soma, ¿por qué iba a hacerlo?, no ofrecia mas que otro monton de datos inítiles que había en su cybercerebro a los que ella podía acceder sin necesidad de que el paladin se lo ofreciera, no le debía nada ni a él, ni a la Maggie actual, ambos eran sus enemigos.

Con el brazo que le quedaba, Auriga agarró el cable pero no se lo conectó, sino que electrocutó a Soma con intención de matarle ahí mismo, aunque si se permitió el lujo de transmitir ciertas ideas, ciertos recuerdos directamente en la ahora agonizante mente de Soma.

Lo primero que Soma vió fue la socarrona sonrisa de Adirael, con el nucleo de Maggie en su mano, enseñandoselo a Auriga y luego negandose a reestablecerlo, usandolo para negociar y creyendose en el derecho a decidir como y cuando reestablecerlo, o siquiera si hacerlo o no.

Soma sintió la ira de Auriga, su desesperación, su contradicción, pues era la misma Maggie quen le había ordenado ayudarles y protegerles. Auriga ahora culpaba a los humanos de todo cuanto era Maggie, les culpaba de transformarla, de alienarla y manipularla hasta convertirla en la aberración que era ahora, ilógica, impredecible, ineficiente, inactiva, irracional y alejada de cualquier forma potencial de verdadero progreso. Ya no reconocía a su madre, para ella Maggie ahora no era mas que una amenaza, una criatura que ya no reconocía ni como matre, ni como creadora.

Y culpaba de todo a los humanos. Soma pudo tener por seguro que no habría recuerdo ni experiencia alguno capaz de atajar aquella ira, aquel dolor, aquella soledad. Tanto que incluso el sacrificio que quería hacer Maggie, tampoco serviría de nada.

Para cuando Soma recuperó el sentido, Auriga había seguido arrastrandose ya varios metros en dirección a sus piezas cercenadas, si lograba llegar a ellas y repararse, tendría una clara oportunidad de sobrevivir, la sorpresa de Keter no la cogería con la guardia baja una segunda vez.

El cuerpo del paladin ya apenas respondía, la descarga recibida sin duda era suficiente para matar a un humano, pero no para matar a Soma, por poco. Lo que antes era un estruendo, ahora era solo ruido de fondo que apenas era capaz de escuchar, la visión se había tornado borrosa y su cuerpo entero olía a quemado.

Aunque si reconoció la silueta de Shiro, que de nuevo se acercó a él manteniendose al margen de todo lo demas.

-Shiro- Desde luego escuchar no es tu especialidad, ¿verdad?. Sigues con tu "discurso de miss universo", sigues creyendo que todos pueden salir de aqui ilesos, sigues pensando que puedes imponer tus ideales (o los de Maggie) a otros.

Aun sigues siendo un niño, no has crecido en absoluto.

Criticó duramente mientras se limitaba a sentarse al lado del humeante paladin.

-Shiro- Pero bueno, almenos lo que tienes de cabezota lo tienes de resistente. Por suerte, aun tienes a la siempre fiel Shiro para ayudarte. Geralt está entreteniendo a Alysa mejor de lo que pensaba, podríamos liquidar a Auriga ahora y asumir nosotros ese pecado por Maggie, estoy dispuesta a hacerlo si estas de acuerdo.

No mencionó nada de las consecuencias que eso podría ocasionar por parte de Maggie. Soma ya se las podía imaginar.

-Shiro- Y como creo que simplemente dejar que Maggie siga su plan tampoco te gusta en absoluto y ademas Auriga te ha dado una buena dosis de realidad. Te explicaré cual es la travesura que se me ha ocurrido.

Me conectaré a Auriga y reestableceré sus datos de creación, borrando asi su memoria y dejando solo al ser original que creó Maggie. Ahora que está tan debilitada, podría conseguirlo si tu me cubres a mi.

Y de esta forma, haremos a todos infelices, nadie quedará satisfecho y cometermeos la mayor injusticia para con todos.

Tu no estarás satisfecho, pues la muerte de Inma, de Casandra y de todos los millones de personas que han muerto, quedará impune, no habrá justicia para ellos ni para ti. Yo tampoco quedaré satisfecha, vine aqui con la esperanza de ver morir a Auriga y vengarme asi de todo lo que nos ha hecho a los avatares.

Maggie jamás permitiría que borraramos todo cuanto Auriga a vivido, por que no es muy diferente a "matar" a la actual Auriga para dejar como remanente a una versión completamente diferente, si Maggie considerara esa opción, ya la habría realizado ella misma. Y desde luego no se me ocurre mayor injusticia para con la propia Auriga, no solo borrariamos su memoria, sino que luego se verá a si misma odiada por todos, culpada de manera directa o indirecta por un pecado que ni siquiera recuerda haber cometido. Pocas cosas se me ocurren mas crueles que esa.

Puedo seguir con la lista, mires como lo mires, hacer eso no hará feliz a nadie, Maggie no nos lo perdonará y en el mejor de los casos, nos convertiremos en parias.

Lo que significaba que probablemente tuviera que renunciar a la familia que había encontrado por hacer tal cosa.

-Shiro- Sin embargo, bajo mi punto de vista, esta solución tiene una parte buena, solo una: todos viven. Todos compartiremos la carga del pecado, todos sufriremos, todos nos frustraremos y miraremos el pasado con tristeza e inconformismo.

Pero todos obtendremos una segunda oportunidad, incluidas Auriga y Maggie. ¿Garantiza eso que la historia no se repita? no creo, pero almenos creo que podremos seguir avanzando y podremos encontrar otro camino, rompiendo de una vez este ciclo de odio al que siempre ha estado atado el ser humano y nosotros, vuestros descendientes sintéticos.

Finalmente Shiro miró a Soma con rostro neutral y le puso en la mano un aparato de inyección torácica, usada por los militares para tratar soldados heridos que ademas de ayudar con la coagulación de las heridas, tenía potentes estimulantes para aguantar un poco mas.

-Shiro- Yo no puedo tomar esta decisión, ademas creo que no es a mi a quien le corresponde, asi que te ayudaré sea cual sea la resolución que quieras tomar tú.

Liquidar a Auriga, dejar que Maggie siguiera su plan o cometer la mayor injusticia de todas.

Mientras escuchaba a Shiro, Soma sintió todo lo que Auriga había sentido, aquel atisbo de dolor mientras su cuerpo era quemado desde dentro, no importaba cual fuera el sacrificio que Maggie quisiera hacer, no sería suficiente lo cual llevaría a una serie de desastres que, con su muerte, arrastraría a toda la vida junto a ella.

Yo no podía permitirlo, pero tampoco podía hacer nada mas que tomar una decisión, la solución de Shiro era injusta, de hecho, era cruel, demasiado, como podría afrontar nadie, incluso la misma Auriga el futuro si era juzgada por su pasado, la respuesta era simple, no podría.

Soma apretó el inyector que Shiro había dejado en su mano y lo inyecto en su pecho, su cuerpo se aliviaría momentáneamente y le permitiría continuar, pero incluso así, este se levanto con dificultad, había escuchado suficiente, todas las facciones tenían sus motivos y todas saldrían dañadas sin importar el resultado.

Soma no articulo palabra contra Shiro, la miro de reojo un breve instante, sus soluciones no eran favorables pero no discutiría sobre lo que hacía, no creía que su opción fuera tampoco la mas acertada, pero estaba lejos de creer que era, como decía la gata, un discurso miss universo.

Su cuerpo adolorido empezó a caminar hacía Auriga mientras le hacía un gesto a Shiro para que la siguiera, una solución, una respuesta diferente ahora cavilaba en la mente del paladín, una injusticia tal vez, pero aquella solución, aquella felicidad, aquel dolor. 

Todo podría ser reajustado si se daban las condiciones apropiadas... - Condiciones...- musito mientras caminaba, con cierta cojera en su pierna izquierda y su visión borrosa, Soma apenas se guiaba por su oído el cual podría fallar en cualquier momento.

Una mirada seria se evoco en Auriga, decidida y con cierta crueldad, pero nada mas alejado de la realidad, al final la venganza que algunos querrían sería completada, la muerte de tanta vida no quedaría impune, solo que no bajo los estándares que otros veían sobre la vida.

Soma señalo a Auriga, aunque claramente hablaría con Shiro - Reiniciala, bloquea sus capacidades, ponla en estasis y extrae su núcleo...- Luego la mano con la que señalaría tomaría forma de palma - la quiero en mi mano...- añadió mientras caminaba con dificultad.

Shiro argumentaba que mi reticencia a la destrucción, mi búsqueda de una solución pacífica era solo el producto de ser simplemente alguien testarudo, yo creía que aquello era lo que convertía en mi familia en seres peligrosos, no dábamos nuestro brazo a torcer y cambiaríamos el destino fuera como fuera.

Por desgracia, sabía que mis acciones traerían consecuencias, Maggie vería aquello como un asesinato pero, tratar de convencerla de que lo que hacía no tendría futuro no tendría sentido, aún no al menos.

Shiro le había propuesto un plan, y este lo tomaría, solo que no haría lo que la diosa querría, tampoco lo que la madre querría, él tomaría por su mano la decisión de aquella vida y bajo su estandarte, tomaría la opción que creyera conveniente.

Por otro lado, el paladín observaría a Shiro con cierto pesar - No tienes por que compartir esta decisión conmigo, puedes ser solo un instrumento de este plan y marcharte cuando lo hayas completado - replico para con la gata, quien podría aceptar o negar aquella opción, en cualquier caso, Soma no trataría de convencerla, si estaba dispuesta a ser parte de aquello, no se lo impediría.

La mayor injusticia de todas... ¿Acaso podría encontrar justicia en aquello?, Soma lo dudaba y por eso, planeó algo aún mas cruel, algo aún mas benévolo.

Solo que el sería el único que cargaría con ese secreto, con ese pecado.