Partida Rol por web

EL portal de Adirael no condujo al sitio que habían planeado desde un principio, probablemente por indicación de la misma Alysa. El lugar donde aparecieron Soma y el resto era uno que el paladin sería capaz de reconocer gracias a las numerosas y precisas descripciones escritas en el libro de Elysium.

Estaban en el geofrente, al pié de la pirámide principal.

El estado de todos era deplorable, Maggie, ahora con su aspecto humano, ya había hecho los preparativos de su llegada. El geofrente estaba administrado por una rama secreta del ejercito de Estados Unidos, numerosos soldados acudieron en ayuda del equipo recien llegado para trasladarlos en camillas hasta las instalaciones médicas.

De pronto Esperanza llamó la atención de Soma, que aun sostenía en sus brazos el cuerpo de Casandra.

-Esperanza- Soma... espera.

Se acercó a Soma y se quedó mirando fijamente el cuerpo que sostenía.

-Esperanza- Casandra está muerta, pero aun siento esperanza en ella.

Algo que desde luego no tenía mucho sentido, los muertos no albergan ninguna emoción. Pero solo uno de los presentes encontró una explicación al instante. Alysa se acercó corriendo a Soma.

-Alysa- Soma, rapido, tumbala en el suelo boca arriba...

Puso su mano sobre su vientre y confirmó lo que ya sospechaba.

-Alysa- Casandra estaba embarazada...

Por supuesto era un embarazo tan reciente que ni siquiera había empezado a mostrar síntomas. Entonces Maggie se apresuró a hacer algo que a primera vista resultaba escabroso. Con un dedo cortó el vientre de Casandra e introdujo su mano en él, provocando un sonido grimoso y haciendo brotar abundante sangre.

Maggie ya no podía salvar a Casandra, pero sí podía salvar al hijo recien concevido que se gestaba en su vientre. La IA hizo transparente su cuerpo en ciertas zonas para que Soma pudiera ver en directo lo que estaba extrayendo, apenas un embrión sin desarrollar que viajó del vientre de Casandra al vientre de Alysa.

-Alysa- Puedo sacarlo adelante y gestarlo yo misma, si eso es lo que quieres Soma.

Maggie estaba convencida de que Soma no querría descartar aquel milagro, pero aun asi la decisión era enteramente de Soma, al fin y al cabo iba a ser padre.

Por fin habíamos escapado de aquel infierno, por fin podía descansa, por fin podía llorar la muerte de quien tenía entre mis brazos, pero lo que me encontré frente a mi no era lo que esperaba, aunque no era desconocido gracias a los conocimientos que había adquirido, en cualquier caso, era algo sorprendente de ver.

Mis labios quería decir su nombre pero el momento fue rápidamente capturado por Esperanza quien ahora me había detenido para hablar conmigo, confuso la observe para luego escuchar que había esperanza en Casandra, era imposible, su corazón había sido destruido, su muerte era palpable pues yo mismo la sentía como su cuerpo había sido despojado de su alma.

Pero eso no detuvo ahora a otra voz, era Alysa que con una instrucción me hizo posar el cuerpo de mi amada en el suelo, confuso me quede observando como esta posaba su mano sobre el cuerpo de Casandra, no entendía que pasaba y al ver como esta ahora espetaba las palabras de una nueva vida en el interior de ella, me quede congelado.

Tanto así que, incluso al ver como Alysa cortaba y extraía algo del interior de Casey, me quede sin poder hacer nada, mi cuerpo estaba entumecido, pero al ver como Alysa transparentaba su vientre me quede observándola durante varios segundos, los cuales aproveche para acercarme a Casandra mientras me quitaba la chaqueta, dejando expuestas varias de las heridas en mi cuerpo.

Así, cubrí el cuerpo de Casandra, del cuello hasta la cintura con mi chaqueta mientras ahora, arrodillado, miraba el vientre de Alysa, instintivamente tome primero la mano de Casandra y luego pose la mía sobre el vientre a Alysa, mis labios temblaban mientras mis ojos se cristalizaban llenándose poco a poco de lagrimas.

Pero estas lagrimas eran muy diferentes a las que había derramado antes, estas eran lagrimas de felicidad pues, una sonrisa tímida se esbozo en mi rostro mientras apretaba levemente la mano de Casandra - Por favor... Hazlo...- musite con el aliento entre cortado - Es lo que hubiéramos querido - añadí e instintivamente y con un leve movimiento de mi brazo, acerque a Alysa mientras acercaba mi frente a su vientre.

- Gracias...- añadí con lagrimas en los ojos - Gracias...- repetí aún sin creerme aquel milagro, pero estaba frente a mi, lo veía con mis propios ojos, luego alcé la mirada para observar a Alysa - Muchas... Gracias...- dije recuperando poco a poco el aliento pero no sin antes mantener a Alysa a mi lado durante un momento, indicándole que no se moviera.

A lo que con la diestra, canalice lo que me quedaba de poder en ese momento, una chispa llena de emociones, todas las que había experimentado con Casandra en lo que sería mi deseo para con aquella vida.

- Una chispa de Luz... - espete mientras acercaba la mano al vientre de Alysa - ...para recibir un milagro - concluí insertando y combinando aquella luz que habitaba en mi, en la vida que ahora estaba en Alysa, la vida que Casandra y yo habíamos hecho.

Dicho aquello, me gire para observar a Casandra, su sonrisa se mantenía incluso en aquel momento, tome su mano con ambas manos y me le quede mirando, mientras las heridas de mi cuerpo empezaban a abrirse una por una - Siempre con una sorpresa... Hasta el final...- le dije a Casandra mientras la miraba.

- Yo también te quiero... Mi amor...- añadí mientras ahora le daba un gentil beso a la mano que sostenía, cuando alce nuevamente mi cabeza, la herida en esta empezó a sangrar, mientras que de mi boca empezó a correr un hilo carmesí.

Mi cuerpo había llegado a su límite, mientras caía al lado de Casandra, aún sosteniendo su mano, mi mirada se quedo borrosa pero aún lo recordaba, mirar a Casey mientras todo se volvía poco a poco obscuro.

Y de repente, la obscuridad...

Tras caer desmayado, incluso en sus sueños, Soma siguió sintiendo dolor, no físico, sino el de la pérdida, sentía como un trozo de su corazón había sido arrancado. La inquietud y el sufrimiento fue tal que a las dos horas, los ojos de Soma se abrieron repentinamente en la cama del hospital, su cuerpo estaba vendado y sus heridas tratadas, aunque el cansancio seguía siendo tal que le sería imposible hacer mas actividad física que tenerse en pie y caminar.

Sin embargo al abrir los ojos en una habitación de hospital en la que solo había una tenue luz, Soma se dio cuenta de una silueta al lado de la puerta, observandole.

-Adirael- Vistete y ven conmigo.

Su voz sonó mas apagada de lo normal, mucho había sucedido, pero aquel presagio en el tono de voz de Adirael no era nada bueno.

Soma tenía una muda de ropa al lado de la cama, era ropa simple con la insignia de Elysium bordada en el pecho de la camisa. Podría levantarse y caminar, pero su cuerpo no le permitiría siquiera sostener un arma.

Adirael guió a Soma por los pasillos hasta llegar a una sala especial con numerosos instrumentos de medición, servidores y complejo cableado, en el centro estaba Maggie, conectada a varios cables, probablemente recuperando por completo su enegía.

En la sala tambien estaba Eva, sin embargo no hubo saludos, Adirael y Eva esperaron ante Maggie en un aterrador silencio, con solo un grave sonido eléctrico de fondo.

Los ojos de Maggie estaban cerrados, pero el de su frente siempre permanecía abierto y ahora miraba a Soma. Todos parecían estar esperando algo, pero de momento nadie dijo el qué...

Mis ojos se habían abierto con una luz tenue de fondo, no sentía que hubiera pasado demasiado tiempo y aunque mis heridas habían sido tratadas, aún sentía una enorme perdida en mi corazón, pero aquello no era sino el principio de mi luto y de mi dolor, pero mi mirada se distrajo, observe la entrada de la habitación y observe a Adirael su tono era diferente al habitual.

Me levante poco a poco de la cama y me vestí para seguirlo, tal y como me lo había pedido, para luego salir con el, que su silencio fuera tan profundo, hizo que me recorriera un escalofrío por la espalda, cuando llegamos a una habitación mucho mas avanzada, observe que en su interior estaba Eva y en el centro Maggie.

Confuso y con ese silencio, no supe que decir, tal vez sabían lo mismo que yo, no eso era lo mas probable, lo que no entendía era por que solo estábamos nosotros y por que Maggie no se había movido del lugar, incluso mientras se cargaba, si era eso lo que hacía, debía ser capaz de moverse.

Por otro lado, que el ojo se su frente me observara significaba que no estaba del todo ausente, de hecho, los presentes estaban expectantes de algo, no sabía de que se trataba pero mi primer acto fue acercarme hasta Maggie y observarla de arriba a abajo, terminando en su vientre.

Un leve suspiro se escapo de entre mis labios para luego acabar observando al ojo de Maggie - ¿Como esta? - pregunte, aunque no especifique, ella sabía a que me refería.

Maggie abrió los ojos y miró a Soma cuando este le formuló la pregunta. Era previsible que estuviera preocupado por eso y en shock por la muerte de Casandra, pero parecía haberse olvidado de todo lo demas. Casandra solo era una entre cientos de miles de vidas que se había llevado por delante el Impostor.

-Maggie- Aun no ha entrado en la fase embrionaria tan siquiera, pero estará bien, puede que sea madre primeriza pero puedo garantizar un embarazo sin complicaciones.

Un androide de biometal no era solo un potencial arma de destrucción masiva, tambien podía ser un instrumento milagroso para crear vida... o preservarla. Maggie se encargaría personalmente de sacar adelante a aquel bebé, tal vez como pago por el sacrificio de Casandra.

De pronto se abrió un portal al lado de Maggie, presumiblemente creado por ella misma.

-Maggie- Debemos ir a buscar a Inma.

Con entereza, Adirael cruzó primero el portal seguido de Eva. Maggie esperó a que Soma lo cruzara despues para ser ella la última.

El portal les llevó de nuevo a Roma, no muy lejos de las instalaciones donde acaban de combatir. Tras la explosión de la bomba N2, varias hectareas de terreno habían saltado por los aires o hundido y el fuego se había extendido por los niveles inferiores de la ciudad, diezmando las fuerzas estacionadas allí del Impostor, pero creando tambien el caos absoluto y porvocando al muerte de miles de personas de manera indirecta.

El portal se abrió en medio de un campo de batalla en el que solo quedaba ya muerte, los cadaveres de la guardia suiza que lucharon junto a los inquisidores parecían no tener fin, todos mutilados o partidos por la mitad con un arma cortante.

Uno a uno Soma pudo identificar a los diez inquisidores que habían participado en la batalla, todas sus espadas reliquia estaban rotas, presumiblemente por Keter, la corona, empuñada por el falso Alexander que, irónicamente, tambien llacía muerto en el cuelo decapitado, Keter yacía a sus pies, intacta.

Finalmente, Soma encontró a Inma, sentada sobre una pila de escombros cual trono improvisado, una de sus manos aun estaba apoyada en el mango Netsaj, pero solo quedaba la mitad de la nodachi, Inma había vencido a Alexander con su espada rota. El brazo izquierdo de Inma había desaprecido, cortado a la altura del hombro y un corte masivo en su pecho la había sentenciado a muerte hace ya horas, había muerto en aquella posición, sentada en un trono, victoriosa, con una expresión de paz en sus labios ensangrentados.

Eva se detuvo ante ella, observandola en su victoria y su muerte, pronto las lagrimas brotaron de sus ojos descontroladamente y el llanto rompió su rostro. Fue Adirael con un rostro estoico ante el dolor, el respeto de un guerrero hacia otro y el amor de un hermano, el que se adelantó para recoger el cuerpo ensangrentado de Inma.

Aquel era el final de los inquisidores y la orden neotemplaria. Un final sellado por la muerte de la guerrera mas fuerte de la humanidad.

Solo quedaba un cabo suelto, un remanente que había demostrado ser mas que peligroso. Maggie se acercó y recogió a Keter, la corona. Aun no había decidido su destino, pero no podían dejarla allí tirada. El resto de espadas estaban rotas y por tanto sus almas encarceladas habían sido finalmente liberadas, ahora no eran mas que trozos de metal.

La pronta respuesta de Maggie me había quitado un peso de encima, estaba aún cansado y no había organizado mis pensamientos todavía, no entendía por que solo estábamos allí los presentes, pero pronto, la respuesta vendría sola pues, cuando Maggie nos indico que buscaríamos a Inma, abrí los ojos de par en par por la sorpresa pues, no había pensado en aquel detalle, tal vez fruto de la desesperación en mi corazón.

En cualquier caso, cuando abrió el portal y cruzaron Adirael y Eva, fui el siguiente suponiendo que Maggie tendría que ser la ultima dado que lo habría creado, al principio cuando lo cruce, a mis ojos les costo adaptarse al cambio de ambiente y luz, pero pronto todo empezó a esclarecerse rápidamente y con ello, la sorpresa, la devastación que había allí era inconmensurable, al igual que la cantidad de muerte.

Mirara donde mirara, veía muerte tanto de los que había visto una vez, como de los que ya conocía, todo provocado por un solo objeto cortante, fue difícil caminar todo aquello pero si antes creía que mi corazón estaba destrozado, no era sino la punta del iceberg.

Inma yacía, sentada, glorificada por su propio triunfo en una tumba sin ataúd, me quede sorprendido observándola, sin saber que decir, sin saber que hacer, estaba completamente perplejo, pero pronto escuche el llanto de Eva, me gire y la observe, su desconsuelo no se podría medir pues, aunque Inma me hubiera cuidado sin que lo supiera y siendo mi madre, ella había cuidado de Eva mucho mas tiempo y su vínculo era mucho mas fuerte.

Adirael fue el único que pudo mantener la compostura pues, se había acercado hasta Inma y había recogido su cuerpo, para llevarlo a través del portal, mientras lo hacía, vi como Netsaj, roto y sin alma, caía al suelo mientras Adirael nos adelantaba a mi y a Eva que aún no podíamos hacer nada mas que estar allí.

El dolor de Eva era completamente palpable mientras que yo aún me mantenía de piedra, mirando el trono de Inma, pronto mi corazón no lo soporto mas y con la diestra, tape mi rostro, tape mis ojos mientras alzaba la cabeza.

El lugar era muerte y destrucción, el clima era seco y aún habían llamas en los alrededores, todo aquello era el epítome de la devastación y yo apenas podía decir palabra, me acerque poco a poco al trono de Inma tras retirar la mano de mis rostro, mis ojos estaban completamente cristalinos, pero aún no caía ninguna lagrima.

Me agache y tome lo que quedaba de Netsaj mientras me le quedaba mirando, ahora no era mas que un trozo de metal pero, aún seguía siendo la espada de Inma y mas importante aún, contuvo una vez a quien la había cuidado, así pues, me erguí mientras aún le daba la espalda al resto.

Mis hombros temblaban y mi aliento estaba entrecortado, mire al cielo una vez mas mientras cerraba los ojos, otra parte de mi corazón se había resquebrajado mientras las lagrimas caían de mis ojos hasta caer al suelo -...Vaya, esta empezando a llover...- musite mientras me giraba para ver a Maggie y a Eva.

- Esta lloviendo, será mejor irnos - añadí mientras me acercaba a ambas, aunque de momento solo me acerque a Eva, puse mi mano en su hombro y la mire a los ojos, mis lagrimas caían descontroladamente pero aún trataba de mantener la compostura.

- Inma no querría que pescáramos un resfriado...- añadí preocupado por Eva, tratando de ayudarla, aunque yo no estuviera en mejores condiciones y aunque allí no hubiera ni un solo indicio de lluvia, en nuestros corazones, ahora había una tormenta creciente.

Luego me acerque a Maggie y observe en sus manos a Keter, aún no había limpiado las lágrimas en mi rostro pero no podía dejar de pensar en lo que hubiera pasado si hubiera hecho algo al respecto, ¿pero realmente había algo que habría podido hacer?.

Mi mente se nublo durante unos instante para luego observar los ojos de Maggie - Necesito saber que sucedió aquí - espete con voz estoica, luego observe a Keter - y Tu vas a enseñármelo - sentencie, no como una petición, sino como una demanda.

Ahora con Netsaj en mi mano izquierda, observe a Maggie y asentí levemente para que me dejará el mango de Keter y poder tomarla, no quería poseer la espada, no quería ser su nuevo maestro, solo quería respuestas y sabía que las espadas tenían almas, tenían la forma de llegar al corazón de quienes la portaban, no eran meros espectadores.

Así que, si Maggie lo permitía, tomaría a Keter y usaría lo que hubiera recuperado de mi poder para poder sincronizarme con la espada, quería ver lo que esta había presenciado, quería ver si Inma había dicho algo que pudiera sacar en claro, quería poder tratar de hacer algo...

Aunque ahora mismo el dolor que sentía era demasiado como para poder racionalizarlo, ese mismo dolor me impulsaba a cometer ese acto.

Eva no pudo decir nada, su compostura se había roto en el llanto, sus labios no podían articular palabras, solo podía llorar desconsoladamente al ver el cadaver de la que fue su segunda madre y la persona que la había salvado tantas veces a todos los niveles.

La pérdida de Inma y todos los neotemplarios junto a sus inquisidores era un punto de inflexión en la historia de la humanidad, una Orden destinada a defender el planeta de los demonios o cualquier invasor extraterrestre. La Tierra se había quedado sin sus defensores mas devotos y temidos.

La humanidad había perdido a su guerrero mas fuerte.

Eva solo siguió a Adirael, el cual regresó al portal que aun permanecía abierto con el cadaver de Inma en sus brazos, era su deber llevarla, era su deber otorgarla un entierro digno y un respetuoso luto.

Maggie se quedó en aquel grotesco escenario junto a Soma.

-Maggie- No servirá de nada, Soma. Esta espada responde ante muy pocos.

Igualmente se la entregó para que lo intentara si quería. Soma podría descubrir por si mismo que en sus manos no era mas que un trozo de metal tremendamente pesado, casi tanto como la espada de la Matriarca. Daba igual cuantas veces lo intentara, Keter no respondería ante él.

Mientras tanto Maggie buscó la otra mitad de Netsaj entre los cadaveres y se la ofreció a Soma.

-Maggie- Keter representa la corona, Netsaj la victoria de la vida sobre la muerte. Creo que Inma ha honrado ese significado hoy aqui, consiguiendo de nuevo lo imposible. Nos ha dado otra oportunidad, una que no vamos a desaprovechar. Llora su muerte, pero mas importante que eso...

Maggie miró hacia el cielo, luego pareció buscar en él algun punto o dirección en concreto.

-Maggie- ... recuerda su vida.

Terminó aun mirando al cielo. Luego bajó la mirada hacia Soma de nuevo.

-Maggie- Vamos, ya solo nos queda una cosa por hacer. Decidiremos mas tarde el destino de la Corona.

Le instó a volver por el portal.

Lleno de coraje observe a Keter mientras clavaba mis rodillas en el suelo, las lagrimas en mi rostro seguían allí pero no era capaz de limpiarlas, sentía que no debía aún, sentía que debía conservarlas,  mantuve mi mano en la empuñadura mientras la apretaba, viendo mi reflejo en la hoja, viendo mi propio dolor en aquel rostro estoico y aún así, con lagrimas.

- Debo intentarlo de todas maneras - espete a Maggie, aunque sabía que era inutil, no obstante debía intentarlo - Ni siquiera pudistes discernir entre el Alexander real y una maldita copia y me negarás ver lo que ha sucedido - espete a la espada, no me importaba una mierda que no me respondiera, pero incluso siendo una espada, estas tenían la capacidad de pelear o no.

- Pueden probar nuestros corazones y darnos fortaleza, pero al final, solo son almas humanas... Fuiste engañado... Vergüenza debería darte...- espete inconforme mientras me ponía en pie - No eres mas que un inútil trozo de metal - concluí con aquella conversación con aquella espada, por bizarro que fuera, dejándola clavada en el suelo para que Maggie la tomará de nuevo.

Aunque no había pasado por alto sus palabras, mis puños se estremecían, en el cual en uno estaba la empuñadura de Netsaj al fijarme, Maggie había ido a buscar la otra parte de la espada, para cuando esta me la trajo y me la ofreció, limpie mis lagrimas con la manga de la camisa para luego tomar la otra parte de Netsaj.

No pude evitar quedarme mirando la espada rota en mis manos, si había algo que me recordaba a Inma era sin lugar a dudas, su espada, el símbolo de su poder, aunque aún habían recuerdos que tenía de ella en mi mente, uno de ellos era desde luego era el amor que tenía por su familia, aunque probablemente mas de uno pensará que era alguien cruel y extremadamente dura, Inma era desde luego la persona mas amable que había conocido.

Aquel pensamiento hizo una vez mas que mis ojos se llenarán de lagrimas, cayendo ahora en la espada, eleve la mirada para observar a Maggie quien observaba el cielo, luego lo observe también durante unos segundos para luego volver a bajar la mirada.

- ...Nunca podría olvidarla... - espete mientras la miraba, aunque en mi mente, aún veía a aquella mujer, tan fuerte, tan amable, tan hermosa, aquella era mi madre y eso era algo que jamás olvidaría, mi único pesar era que ahora, debía darle aquella noticia a Luna, mi pequeña hermana.

Si otra parte de mi corazón se había roto y Eva estaba en ese estado, no sabía como reaccionaría la joven, aunque sin importar lo que sucediera, cuidaría de ella, estaría a su lado, eso fue lo que me pidió una vez nuestra madre y desde luego cumpliría sin lugar a dudas.

- Estoy de acuerdo - añadí ante la premisa de lo que debíamos hacer, mientras caminaba hacía el portal, no obstante, no pude observar de reojo a Keter - Su alma será juzgada - declaré sin demora desviando nuevamente la mirada al portal.

Ahora quedaría hacer lo propio, hacer un funeral y aunque mi corazón estuviera lleno de tristeza y le costará dar cada paso en ese sendero, lo haría por aquellos que quedábamos, así pues, cruce el portal, con ambas partes de Netsaj en mis manos, incapaz de dejarlas ir.

El vacío que había dejado Inma era igual de grande que la carga que ahora sosteníamos, su legado y su último esfuerzo no serían desperdiciados.

Cuando Soma cruzó el portal, Alysa lo cruzó tras él. Una vez en Elysium de nuevo, ella había adoptado su forma humana, su rostro no portaba su característica leve sonrisa, había abatimiento incluso en su neutralidad.

Alysa observó como Adirael y Eva se alejaban con el cadaver de Inma.

-No, Soma.

Espetó repentinamente, reflexiva.

-No confundas a las víctimas con los agresores. Keter no mató a Inma, incluso podría decirse que tampoco lo hizo el Impostor. ¿Puedes acaso tú asegurar que no estas bajo mi control? ¿que tu personalidad y tu conciencia no es mas que una compleja programación mia? ¿que todo cuanto has vivido no es mas que una realidad implantada e inventada por mi?. Porque yó pude hacer todo eso y aun puedo hacerlo.

¿Y si todas las sombras que has matado eran en realidad personas inocentes defendiendose y luchando por sus vidas, pero en tu realidad manipulada eran los monstruos que crees que son y los has matado a todos?.

Y tu almenos aun tienes una memoria, una conciencia y un cuerpo para experimentar la realidad, las almas de esas espadas no tienen ni siquiera eso. Keter y Alexander han vivido algo peor que la muerte: han sido utilizados y manipulados para destruir aquello que juraron proteger y aquello que amaban. Ellos son las víctimas.

Lo hizo Auriga y la responsable de Auriga, soy yo. Es a mi a quien debes culpar.

Finalmente Alysa comenzó a caminar.

-Descansa lo que puedas, Soma. Voy a buscar a Auriga y no creo que tarde en encontrarla. Cuando eso pase, me gustaría que vineses conmigo.

Soma se merecía estar presente llegado el momento. Alysa sabía lo que el paladin había perdido a amanos de su creación.

En aquel reflexivo momento que Alysa trataba de explicarme cual podría ser el culpable y el inocente, escuche con abatimiento sus palabras sin observarla directamente, aunque no pude voltearme a verla, aún así, negaba sus palabras con la cabeza mientras esta hablaba, no era algo que fuera a aceptar.

- A ti no te pienso culpar Alysa, ya bastante debes estar sufriendo como para que lo haga y eso, no sería justo - espete de forma clara, incluso ante la premisa de que Auriga era la responsable, Alysa continuaba culpándose por ello, luego volví el rostro lleno de desconsuelo para observar a Alysa.

- Muy bien...- respondí para luego girarme y empezar a caminar - Tu tampoco eres responsable de las decisiones de tu hija - concluí para irme de aquel lugar, aunque en mi corazón las palabras que quería expresar eran muy diferentes, mis labios y mi mente no podían sino buscar un culpable.

Con ambas partes de Netsaj en mis manos, fui a la primera persona que debía de saber de esta tragedia, ir a buscar a Luna parecía lo mas apropiado, ella debía necesitar a su hermano así como su hermano la necesitaba a ella.

Hablar con las deidades digitales parecía tan poco importante en ese momento que la mente del paladín no se aclararía hasta que pudiera limpiar su dolor o al menos, calmarlo.

Alicia ya había sido reinstalada en Elysium y fue ella la que guió a Soma hasta donde se encontraba Luna. La pequeña se encontraba en el hospital junto a Scarlett, estaba usando sus recien aprendidos poderes para ayudar a curar algunas heridas de lo que habían regresado.

Soma llegó a una sala con varias camillas donde se encontraban las Lepus heridas, Lamda y Ostara entre ellas, de las 25 que habían asaltado el laboratorio, solo regresaron seis, Soma había visto en directo muchos de sus cadáveres, sin embargo, las Lepus que habían muerto y cuyos cadaveres habían sido dejados atrás estaban ahora tambien en esa sala, abrazando de nuevo a sus hermanas tras reencarnar en un nuevo clon creado por Maggie en aquella fortaleza subterránea.

Maria Campbell y Claire Stormrage tambien estaban siendo atendidas allí, pero sus heridas eran leves, la gravedad de sus estado residía en el agotamiento extremo y abuso de su poder, necesitaban un prolongado descanso. Chell y Sarah tampoco estaban heridas de gravedad, sus heridas ya habían sido tratadas y ahora entre las dos estaban reparando los prostéticos de la hermana pequeña de las Donovan, cuyas heridas sí habían sido graves.

En cuanto Soma entró, Luna le miró e inmediatamente reconoció la espada rota que portaba en sus manos. Y eso solo podía significar una cosa, Luna lo sabía. Scarlett se apresuró a abrazarla mientras la niña luchaba por no dejar salir su llanto con el ceño fruncido y timidas lagrimas incontenibles empezando a deslizarse por sus mejillas

Luna era fuerte e inteligente, pero joven, demasiado joven como para tener que soportar aquella muerte. Soma podía empatizar almenos en parte cómo se sentía, porque él tambien era demasiado joven cuando fue abandonado. Soma sabía que era injusto que un niño tuviera que soportar eso.

Ver a Luna pasar por eso, podía ser incluso mas doloroso que pasarlo uno mismo.

-Scarlett- Esta bien llorar... Luna. Yo me quedaré contigo, no vas a estar sola.

Pero incluso en el rostro de Scarlett, las lagrimas tambien se abrieron paso. Nada ni nadie podría volver a llenar el vacía que había dejado Inma aquel dia.

Una vez en el hospital, camine por los pasillos mientras observaba a los que allí se encontraban, ver a las lepus que habían sido heridas no provoco ningún efecto mayor que el saber que al menos estaban con vida, no obstante, ver a las lepus que habían sido reencarnadas, provoco un leve sentimiento de envidia en mi corazón, el hecho de haber visto sus cadáveres en el campo de batalla y a los reemplazos allí no hacía bien en mi corazón.

También logré observar a Sarah y a Chell entre otros, pero apenas fue un leve vistazo mientras continuaba con mi camino hacía mi destino, no sentía que tuviera la fuerza para poder entablar una conversación, aquello no era importante, lo que traía sí.

Así, cuando llegue a la sala donde se encontraba Luna, observe de reojo que Scarlett se encontraba con ella, pero la mirada de Luna al ver la espada rota en mis manos, aquella mirada me perforó el corazón, y aún así, debía ser yo quien le diera esa noticia, por doloroso que fuera, tanto para ella, como para mí.

Scarlett trato de calmar a la joven que se esforzaba por contener su dolor, pero incluso su cuidadora no pudo contener su dolor, nadie podría, mis lagrimas estaban secas y mis ojos rojos por el llanto y el dolor que había pasado en las últimas horas, pero nada de eso logró adaptar mi corazón al dolor que sentía.

El dolor de Luna, un dolor como ningún otro, ya había sentido algo así y no se lo deseaba a nadie pero allí estaba, con un augurio de muerte en mis manos, me acerque a la joven que se aferraba a su entereza y observe a Scarlett, así con un leve asentimiento, indicándole que la soltará, clave una rodilla en el suelo mientras ponía cada parte de Netsaj a cada uno de mis lados, dejándola en el suelo.

Así pues, extendí ambos brazos y envolví a la joven con estos, sin decir palabra alguna, sin tratar de consolarla, sin tratar de reconfortarla, solo la abrace con todo lo que me quedaba en mi corazón, ya ni mi poder podría calmar ese dolor pues, no lo hacía conmigo mismo, dudaba que pudiera siquiera evocarlo en aquellas circunstancias.

Pero lo que si podía era estar allí por ella, estar allí para ella, estar allí como su familia, no hubo necesidad de hablar pues, el dolor que sentía ya lo sentía y en aquella extraña relación de hermanos, solo aquel acercamiento sería suficiente, que dejará caer sus lagrimas estaría bien, era natural, era la viva expresión de lo que sentía.

Me separé ligeramente para mirar a la joven a los ojos, sus ojos contenidos en lagrimas mirarían los ojos de alguien que ya había llorado demasiado, así pues, acerque mi diestra a la mitad de Netsaj que tenía la empuñadura y se la ofrecí a la joven, el último recuerdo de su madre.

Mientras que con la mano izquierda tome la mitad de la hoja restante, luego junte el filo que portaba con la empuñadura que ella tenía - Respeto y honor... pero también Amor y Compasión... - espete mientras miraba a mi hermana - Ella no nos abandonó, ella nos brindo un futuro, Ella nos estará cuidando siempre... - añadí mientras una tímida lagrima asomaba de mi ojo y caía lentamente por mi mejilla hasta la hoja.

Luego extendí mi diestra hacía el rostro de la joven y acaricie su mejilla con ternura, el amor que solo podría evocar un hermano en aquellas circunstancias - Esta bien... Todo va a salir bien... - expreso, tratando por fin de ayudar a Luna a mostrar sus emociones, mientras extendía una vez mas los brazos para que esta me abrazará si así lo quería - Somos sus hijos después de todo... Así que nunca estaremos solos...- concluí mientras aceptaba los sentimientos de la pequeña.

Aunque tal vez eso no fuera suficiente, al menos estaría allí para ella, así que si esta lo quería, nos quedaríamos o nos marcharíamos a prepararnos para el funeral, no importaba que decisión quisiera tomar, no la abandonaría.

Luego observe de reojo a Scarlett y con un nuevo asentimiento de la cabeza, le agradecí su preocupación y ayuda, así como sus emociones y sus respetos por Inma, aunque nuevamente, no elaboré palabra alguna, mi mirada sería mas que suficiente.

Cuando Luna estuvo en los brazos de Soma, él pudo notar aquel dolor, el llanto abriendose paso a traves de sus pequeños pulmones, su corazón latiendo de rabia y tristeza, pero pronto todo se transformó en determinación, una determinación que salió en forma de susurro mientras se aferraba a los trozos de Netsaj.

-Luna- Seré la mas fuerte, mas fuerte que mama, mas fuerte que Maggie, yo seré la mas fuerte para proteger a los que quiero, seré la mas fuerte para que dejen de arrebatarme lo que amo...

Una determinación con la que Soma sin duda podía empatizar, un dolor que podía compartir y una rabia que podía entender.

-Luna- Yo los protegeré, los protegeré a todos... yo ocuparé el sitio de mama.

La fuerza de su abrazó se intensificó en una petición de ayuda desesperada para que su hermano mayor le ayudara a conseguir aquel objetivo. O tal vez solo para liberarse del dolor que ahora la atenazaba y hacía que abundandtes lagrimas brotaran ahora por sus ojos y se ahogara finalmente en un llanto roto y descontrolado.

Pero incluso en su peor momento, cuando toda su alma se derrumbaba y caía en el dolor y la tristeza, no hubo odio en la mirada de Luna, no hubo sed de venganza, ni búsqueda de culpables. Solo dolor ante la aceptación de la muerte, tal y como Inma hubiera querido. Y esa fue la señal mas clara para Soma del potencial de Luna, de que en un futuro cercano, tendría que tomar a Luna bajo su tutela para instruirla y convertirla en una guerrera y tal vez, solo tal vez, alcanzar la fuerza que añoraba sin caer en vicios en los que el mismo Soma había caido y aun pesaban en su corazón.

Tras la mirada de Soma, Scalett cogió a Luna en brazos, dejandola llorar en su hombro a pleno pulmon mientras se la llevaba a un lugar con menos personas. No sin antes hacerle una leve caricia en la mejilla a Soma con su mano libre.

-Scatlet- Trata de descansar, Soma. Y recuerda tambien que a pesar de la pérdida, sigues teniendo aqui una familia que te quiere y te aprecia. No lo olvides.

Y ahora mas que nunca debes ser fuerte, por tu hermana.

No dijo aquello último en voz alta, lo dijeron sus ojos al marcharse. Soma tenía ahora una hermana pequeña huerfana y un bebé en camino, sin importar el dolor, ahora mas que nunca debía ser fuerte y seguir adelante, seguía teniendo personas muy importantes que proteger, no podía permitirse flaquear a pesar de tener la suerte de contar con personas a su alrededor dispuestas a ayudarle.

El abrazo de la pequeña fue correspondido de la misma forma que sus emociones, el corazón de Soma entendía completamente el dolor de Luna así como su determinación y este le correspondería sin dudarlo, sabía que las palabras en aquella familia eran innecesarias pero su promesa del futuro, era una que Soma conocía bien y seguramente Luna si pudiera completar.

Así luego de que esta se separará del paladín y antes de que Scarlett la tomará en brazos, Soma acerco su mano gentilmente hacía el rostro de la joven para limpiar parte de sus lagrimas mientras la miraba - Y lo serás, y lo harás - espeto con suma amabilidad - pero nunca olvides que no debes ser como nosotros, debes ser mejor y eso implica que nunca olvides tus propios sueños...- añadió con una tenue sonrisa, el futuro de Luna ahora recaía en las manos de todos pero Soma sentía especial responsabilidad por ella, después de todo, era su hermano mayor.

Para cuando Scarlett se acerco y tomo a Luna en sus brazos, deje que la pequeña se quedará con la mitad de Netsaj mientras en mi mano quedaba la otra parte de esta, para cuando Scarllet acaricio mi rostro, la mire brevemente mientras la escuchaba, sus palabras eran reconfortantes de las cuales no pude sino asentir con una tenue sonrisa.

Entendía el valor de sus palabras y el peso de su mirada, debía ser mucho mas si quería ayudar a construir el futuro de Luna, no podía caer mas en el abismo en el que ahora me encontraba, debía ser fuerte, al menos eso era lo que podía hacer ahora.

Cuando Scarlett y Luna se marcharon, me quede en silencio en la habitación durante unos minutos, pensativo en lo que podía y en lo que debía hacer, pero el cansancio me abarco una vez mas, por lo que decidí seguir el consejo que tanto Scarlett como Maggie me habían dado.

Debía descansar mi cuerpo, aunque mi mente seguía inquieta, el hecho de que tuviera que hablar con las entidades digitales no se apartaba de mis pensamientos, aunque lo primero sería recuperar fuerzas.

Con el trozo de Netsaj en mi mano me fui caminando de aquel lugar, instruido por Alicia hacía un lugar donde pudiera descansar mi cuerpo el tiempo suficiente como para recuperarme, tanto física como emocionalmente, aunque una idea no abandonaría mis pensamientos en aquel lugar.

- Ser el faro que los guíe a ellos - aquellas palabras ahora cobraban un sentido mas profundo, aquellas palabras volvieron a mi mente en numerosas ocasiones, tal vez ahora podría comprender su significado.

A pesar del cansancio y el dolor en todos los musculos y huesos de su cuerpo, Soma se vería incapaz de conciliar el sueño, su memoria no paraba de regresar a aquel laboratorio, a aquel momento donde todos enfrentaron a la muerte.

Y aun la enfrentaban.

Atardeció en el geofrente y por recomendación de Alicia lo pasos de Soma le llevaron a los jardines exteriores de la pirámide central, lugar donde una vez se decidió el destino de la humanidad, en otro tiempo, en otra realidad que fue borada.

Al lado del susurro de una fuente y con el perfume de las flores cercanas, el lugar se antojaba agradable para almenos sentarse y ver el sol ponerse a través de los colosales espejos que conducían la luz del sol desde la superficie al geofrente. Una Eva que ya no existía había pasado allí incontables horas de reflexión y soledad, asi rezaba el libro de Elysium.

Soma no pudo estar seguro de cuanto tiempo había pasado cuando una figura femenina se acercó al lugar, al principio solo era una silueta al contraluz pero pronto el paladin supo reconocer a quien había ido a buscarle. Era Ambición, la verdadera.

Ella se detuvo ante él y enseguida Soma pudo notar que su aura había cambiado, su mirada ya no estaba perdida ni confusa, ya no parecía la criatura rota e incompleta que había sido hasta ahora.

La explicación mas lógica es que Maggie ya había reparado su código, como antaño hizo con Daya y con Shiro.

Sin duda alguna, Soma estaba ahora ante la verdadera Ambición.

De su cinturón militar sacó lo que apenas era ahora un trozo de mango de plástico, calcinado y curvo, el mango de un paraguas. Y se lo ofreció a Soma.

-Ambición- Lo siento.

Soma escuchó su voz por primera vez, una voz adquirida y aprendida hace apenas unos minutos. Una voz clara y femenina, lejos de la voz utilizada por el Impostor que se hizo pasar por ella.

Era imposible que Betania hubiera recuperado aquel mango del laboratorio subterraneo, la candidata mas probable era la propia Maggie antes de entrar por el portal, y había un mensaje entre lineas en el hecho de que Maggie se lo hubiera dado a Betania para que fuera ella quien se lo devolviera a Soma. Aunque ese mensaje solo fuese la oportunidad de hablar.

-Ambición- Gracias... por luchar por nosotros.

Y era un agradecimiento tambien dirigido a la dueña de aquel paraguas.

-Ambición- Ella... brillaba.

Dijo tratando de compartir sus recuerdos, por confusos y desordenados que fuesen.

Los pensamientos que atormentaban a Soma le impedían por mas que quisiera, el descanso que su cuerpo obviamente necesitaba, tanto fue que este solo fue capaz de levantarse de su estancia y caminar por el geofrente, sin un rumbo fijo y con la mente ocupada en el conflicto que había ocurrido termino caminando hasta los jardines de Elysium, que por sugerencia de Alicia, este acepto.

En una fuente apartada en aquel jardín, Soma se sentaría mientras observaba el agua fluir y el perfume de las flores inundaban sus sentidos, mientras apreciaba el atardecer sin saber cuanto tiempo había pasado, tampoco se preocupo por ello, parecía reflexionar pero incapaz de organizar sus ideas.

Pronto este observaría una figura en la distancia, aunque al principio no reconocería de quien se tratará, al final cuando esta se aproximo, no le quedo duda de quien era, aunque para cuando se planto frente a él, no le presto demasiada importancia al principio, Soma pudo notar un cambio en su ser, algo era muy diferente a lo que conocía.

Pero no fue sino hasta cuando Betania había sacado aquel trozo del mango del paraguas, que Soma la observo para luego clavar la mirada en el fragmento de aquel accesorio, su segunda sorpresa fue cuando esta le habló, ahora en un idioma claro y con una actitud completamente diferente a la que había tenido a la primera vez que habían conocido.

Aunque al principio Soma solo pudo quedarse escuchando y observando, este tomo acción y extendió la mano para tomar el fragmento del paraguas mientras escuchaba a la deidad, una gran nostalgia le invadía mientras miraba aquel trozo para luego observar a la verdadera ambición.

Con un leve asentimiento de su cabeza, acepto las condolencias de la diosa mientras la miraba, su cuerpo estaba al borde y trataba encarecidamente de recuperarse pero, el simple hecho de estar allí era tan difícil como el hecho de haber perdido a su amada.

- Gracias Betania...pero solo hice lo que debía hacer, vosotros también sois víctimas - respondió de primera mano al agradecimiento pero en su mirada, el peso de la perdida era mas que evidente, así como el hecho de que tuviera que continuar allí sin ella, pronto bajaría la mirada un breve momento y le haría espacio a la diosa para que se sentará a su lado en un leve gesto que haría con la mano para que le acompañase.

Luego Soma se quedo observando el atardecer mientras pensaba en aquel brillo del que hablaba Ambición - Lo sé, lo hacía en mas de un sentido, siempre con ambición, siempre con ganas de tener mas de aspirar mas...- añadió mientras una tenue sonrisa se esbozaba en su rostro.

- Esa era su mejor cualidad, su espíritu inconformista... Siempre lograba sacarme una sonrisa incluso en los momentos mas difíciles... Nunca lo admitiría pero, gracias a ello, fue capaz de salir de su dolor, al principio pensaba que tenía esperanza de que alguien la aceptará, pero fue su ambición a esperar que alguien la aceptará lo que hizo tan complicado que  ella creyera que alguien de hecho podría hacerlo...- compartió aquel pensamiento mientras miraba el atardecer.

- Pero eso es lo que nos hace tan especiales... - añadió mientras dirigía ahora la mirada a la diosa - y estoy seguro de que vosotros también os habéis dado cuenta... - aclaró dando pie a una reflexión que ahora se daba por asumida - Brillamos, si... pero no solo por que tengamos un único sentimiento en nuestro interior, sino por que podemos poseer muchos de estos y mejorar cuando los sentimos... Estoy mas que seguro de eso... Por que ella tenía un enorme amor en su interior...- lo que no era sino otro factor que logró cambiar a Casandra, aquella idea siempre había estado en la mente de Soma pero ahora lo veía mas claro.

- Incluso ahora, con mi dolor puedo decir que no he perdido mi amor por ella, ni por los que me rodean, tampoco la esperanza de que al final, todos podamos vivir una vida llena de alegría, y con la ambición de cumplir las metas que me proponga pues estas son parte de un legado...- En ese momento Soma volvió a mirar el atardecer.

- Quería ayudar a todos pero, nunca se me paso por la cabeza si yo podría necesitar ayuda... El hecho de que en esta última pelea tuviera tanto apoyo solo me ayudo a reforzar una idea que creía que debía abandonar - espeto con una voz mas decidida, mas sería.

- Quería ayudaros, ayudar a mis amigos, a mi familia... pero soy incapaz de hacerlo solo, quería ayudaros, guiarlos a un lugar donde estuvieran seguros pero, no pensé si podría recibir vuestra ayuda, cuando Curiosidad intervino, dude de vosotros, creí que solo debía protegeros pero no debía pedir vuestra ayuda, así fue como me propuse en mas de un sentido en reuniros, ya fueran por promesas o por convicción, al final me di cuenta que estaba siendo infantil, cegado por mi ego a lo que podía hacer...- suspiro mientras alzaba el telón a una conclusión que llevaba tiempo en su cabeza.

- Quería traer a Esperanza y reunirla junto a Compasión y Amor, pues sus lazos están conectados, quería ver sus rostros y decirles que por fin había cumplido mi palabra, mantener mi curiosidad y mi ambición en que podría descifrar y lograr cualquier duda o meta que me propusiera y controlar mi miedo y mi odio para no repetir mis errores pasados... Pero ese fue el primer y mas grande de mis errores... Creer que podría hacerlo solo... Perdí a Casandra y aunque logre salvar algunas vidas incluidas las vuestras, me di cuenta de que la unión, el vínculo que compartimos todos es lo que nos hace fuertes... - Así pues, Soma volvió a mirar a su acompañante mientras finalizaba en aquel monologo que no abandonaba sus pensamientos, aquel que le impedía descansar.

- Los humanos, pueden albergar un sin fin de emociones, buenas o malas estas nos completan, también podemos ser un faro y guiar a otros con nuestro brillo, esto ya lo habéis experimentado, incluso representando una emoción, se pueden albergar varias... Por eso quería reuniros, aunque tal vez no pueda hacer justicia por todos los que se han perdido, puedo ayudar a ser un guía para aquellos que aún lo necesiten - aclaró mientras volvía a tornar su voz en una llena de decisión.

- Se que es egoísta hablar de esto solo contigo pero, si quiero proteger a quienes quiero y darles un futuro a quienes aún no han nacido, debo dar el primer paso para ello, quiero pediros ayuda a cada uno de vosotros y ahora que estáis aquí, creó que sería el momento indicado...- espetó mientras clavaba la mirada en los ojos de la diosa.

- Se que hasta cierto punto, podéis comunicaros los unos con los otros, y ahora que estamos en el momento de mayor necesidad, no se me ocurre un mejor momento para solicitar esto, se que es algo egoísta por mi parte solo decírtelo a ti pero, también me pareces la mejor para hablarlo - tal vez de ahí que Maggie había enviado precisamente a la Ambición frente a Soma.

Luego Soma volvió a mirar el horizonte mientras los últimos rayos del día se reflejaban el la cristalina agua de la fuente, sus palabras no habían sido solo un producto de su razonamiento, sino de la necesidad del momento, ya no era un chico que buscaba poder por razones sencillas, era alguien que debía ayudar al coste que hiciera falta.

- No pienso obligar a nadie a que me apoyen, tampoco quiero que este peso quede solo en la voz de una única persona, hay quienes tienen un talento o una visión mucho mas amplia que la mía pero - pauso mientras elegía sus palabras - al menos quiero que lo habléis, que lo penséis...- Soma se giro una última vez para mirar a Ambición.

- Siento que tengas que ser tu quien escuche esto pero, también creo que eres la mas indicada para cumplir con mi ambición - espeto mientras nuevamente una sonrisa llena de cansancio se esbozaba en su rostro - ...Yo esperaré aquí a vuestra respuesta...y sea cual sea, la aceptaré...- concluyo, cansado pero decidido a cumplir su cometido, Soma ya no se tenía permitido flaquear.

Él debía de ser fuerte por todos aquellos que ahora dependían de él.

Betania se sentó al lado de Soma y miró hacia el atardecer del geofrente.

-Betania- No intervendremos mas en este incidente. Asi nos lo ha pedido Maggie.

Aclaró, las cosas no eran tan sencillas como acudir en ayuda de Soma o de cualquier otro sin reflexionar acerca del impacto de sus acciones, que independientemente de la buena o mala intención que tuvieran, ni siquiera ellos podían preveer los daños colaterales. Al final no era algo muy diferente a la intervención de Ragnarok.

-Betania- Maggie lidiará con Auriga sin nosotros, mientras tanto nos ha pedido que tomemos una decisión, quedarnos aqui, en esta realidad o volver a la red. Ella respetará nuestra decisión y a partir de ahí podremos empezar a pensar en el futuro y en nuestro lugar en este mundo o en el virtual.

Nuestra andanza por 1.0 nos ha cambiado para siempre y nos ha ayudado a ser mas conscientes de la conexión de ambos mundos, de cómo el espejo refracta las acciones de todos nosotros en ambas direcciones.

No todos se han decidido aun, solo sé de momento que Shiro tiene intención de quedarse y yo he tomado la decisión de regresar. Maggie nos ha dado de plazo hasta despues de solucionar esta situación con Auriga.

Por lo que en cierto modo, aquello era una despedida, no una permanente o irrebocable, solo un "hasta luego".

-Betania- Cuando todo esto acabe y hayamos tomado cada uno nuestra decisión, independientemente de esta, aun podremos escucharte a través de la inmensa red, siempre estaremos ahí cuando te conectes y si necesitas nuestra ayuda, solo tienes que llamarnos. Aun seguiremos limitados por la compatibilidad de las emociones que hay en tu corazón pero...

Entonces giró la cabeza y miró a Soma, luego esbozó una leve sonrosa, otra expresión que Soma jamás había visto en ese rostro.

-Betania- ... haremos lo que podamos, de eso se trata ¿no?.

Dicho aquello se levantó con la intención de irse.

-Betania- Ella quiere que nosotros nos mantengamos al margen, pero te quiere a ti a su lado llegado el momento. La vida te ha puesto a prueba muchas veces Soma, algunas pruebas las has superado solo, otras con ayuda y otras has fracasado. Ahora le toca el turno a Maggie, la prueba mas dura de todas. Lamento no poder ayudarla en un momento asi, pero ese es su deseo y todos le debemos lo suficiente como para respetarlo.

Ya no puede haber un final feliz, ni siquiera un final justo, mi deseo es que almenos sea un final en el que podamos seguir avanzando sin olvidar todo lo que hemos dejado atrás.

Había una petición velada hacia Soma en sus palabras, pero no la formuló como tal, no podía. Su unica opción era ahora dejar el futuro en manos de Soma y los que Maggie seleccionaría para ir con ella.

Un leve atisbo de decepción de mostró en el rostro de Soma, no obstante, este se intuía que si Ambición había ido allí por petición de Maggie, también esta había instruido a las deidades digitales alguna otra cuestión en concreto, y con la batalla final en ciernes, no se imaginaba que podría haber sido, aunque en aquel punto, no le sorprendería.

- Entiendo...- respondió tras escuchar las palabras de Betania, su petición velada sería escuchada pero no sabría como responder cuando el momento llegará, Maggie tenía una responsabilidad y muchas cosas habían sucedido desde que se había ausentado, a la hora de la verdad, solo sabe ella lo que hará en el momento mas importante de aquella guerra sin sentido, aunque no ignoraría el hecho de que había seleccionado a solo unos pocos para que la acompañaran, entre los cuales estaba el incluido.

- Un final en el que podamos seguir avanzando...- añadió - espero que todos podamos tener uno - expresó - tanto mi familia como aquellos que aún no he conocido...- espeto sabiendo que Betania se marcharía brevemente - Al menos agradezco que me escucharéis cuando os hable, eso significa mucho para mi por que al final, vosotros también sois parte de mi familia - aclaró respondiendo con una sonrisa tranquila a la diosa.

Al final, el recuerdo de Casandra se quedo en la mano de Soma mientras miraba el atardecer que se cernía, ¿cuanto había cambiado desde que comenzó todo aquello?, Soma antes buscaba el poder y las respuestas y ahora se conformaba con lo que conocía sin ignorar lo que sucedía a su alrededor.

Ya fuera por que existieran dioses digitales o dioses extra terrenales, este no dejaba que esto le apabullará, de hecho le daba una perspectiva mas compleja de lo que sucedía a su alrededor, dicho aquello, recordó la responsabilidad del poder que pedía pues no hacía mucho esa misma responsabilidad se había demostrado cuando Ragnarok le había ofrecido el poder de los dragones.

Así pues, Soma se levanto del asiento para acompañar a Betania durante unos instantes - Al menos iré a expresar mi gratitud con el resto, tomen la decisión que tomen, quedarse o irse... Os aprecio como para no querer olvidarlos... - añadió, aunque en su mente aún debía culminar algunos asuntos, parecía que aquella tarde podría tornarse en una de las mas largas que Soma habría sentido jamás.

- Al menos, Manami, Daya y... Esperanza...- especificó - había hecho una promesa con ellas y al menos quiero ver sus rostros ahora que están reunidas - añadió con una sonrisa de satisfacción, había hecho un logro tras toda la tragedia que le seguía, tal vez así el paladín pudiera calmar su corazón.

Después seguramente fuera a hablar con Maggie, aunque lo mas probable fuera que se acercaría a primero a su habitación pues, debía tomar una decisión antes de hablar con ella, el futuro era desde luego algo que debía planificarse.

Betania acompañó a Soma de vuelta a la pirámide central y allí se despidió de él. Como era de esperar, Esperanza, Daya y Manami estaban en ese momento en la misma sala, un nodo de servidores del geofrente, un lugar frio para mantener los ordenadores a temperatura optima, pero a ninguna de ellas le importaba eso.

Los tres avatares ahora yacían completamente estáticos, todas conectadas por cable cervical al nodo de servidores. Esperanza estaba sentada en el centro y Manami parecía dormir con los ojos cerrados en su regazo, la diferencia de tamaño entre ambas era la misma que entre un niño y un gigante estilizado. Tras ellas, abarcando todo el fondo de la sala estaba la enorme bestia de pelea, Daya, tambien aparentemente dormida y rodeando a ambas. Una imagen no carente de significado para alguien como Soma que conocía el contexto.

El entrar el paladin, Manami abrió rapidamente los ojos, desconectó su cable cervical y saltó a recibirle.

-Manami- ¡Soma!.

Chocó contra él en un fuerte abrazo. Esperanza y Daya tambien abrieron sus ojos, Daya no se movería demasiado por el bien de la integridad de la sala, Esperanza se levantó y solo se acercó un poco a ambos, sin interrumpir la efusividad de Manami.

-Manami- Gracias por traerla de vuelta, se que tuviste que tomar una dura decisión ahi abajo. Lamento lo de Casandra, puede que nuestra relación no fuese buena, pero incluso yo la vi brillar como pocos humanos lo hacen. Y me alegra ver que tu no has dejado de hacerlo despues de todo.

De hecho brillas mas que nunca.

Dijo aquello último como una anecdota ciertamente extraña, puesto que la interpretación mas aceptada de ese brillo era tanto el amor que Soma sentía, como el que recibía. Y tras la muerte de Inma y de Casandra, Soma seguía siendo una baliza de luz para Manami.

-Manami- Creo que Inma y Casandra te amaban tanto que ni la muerte puede apagar ese brillo.

Volvió a abrazarle fuertemente.

Justo detras de Manami y de frente a Soma, Esperanza le asintió con la cabeza al paladin en señal de agradecimiento, un gesto que compartió Daya desde el fondo de la sala aun con un rostro poco adecuando para expresar nada.

Al llegar a la sala donde se encontraban las tres diosas, observe como sin reparo ni distracción Manami se abalanzaba sobre mi con aquel efusivo despliegue de emociones, hacía tiempo que no sentía aquello de parte de aquella diosa, era algo reconfortante, a la par que tranquilizador, por lo que no pude sino a corresponder a su abrazo con uno propio, para finalmente cargarla sobre mis hombros, afortunadamente, Manami no era muy diferente en tamaño a Luna, por lo que la tarea no sería un problema.

Esperanza y Daya por su parte mantuvieron la distancia, aunque sabía que sería mas por sus tamaños objetivamente mas grandes que el de la pequeña diosa del amor, así pues, escuche lo que la pequeña decía sin perder detalle de sus palabras, el como se refería a Casandra logró arrancarme una leve sonrisa mientras que sabía que el amor que me habían legado continuaba en mi, el hecho de que esta lo confirmará no hacía sino aclarar aquel hecho.

- Gracias - añadió el paladín sobre las palabras hacía Casandra - pero fue gracias a ti que también pude abrir mi corazón - aclaró mientras acariciaba la cabeza de la pequeña, luego observaría a Esperanza y Daya a quienes respondería con el mismo asentimiento de su cabeza hacía su gratitud, aunque ellas también habían ayudado al paladín en los momentos mas difíciles, por lo que aquel fue una agradecimiento en ambos sentidos.

Luego Soma observo a Manami mientras pensaba en su madre y en Casandra - Su amor era como el de pocos, por eso, incluso ahora, puedes verlo en mi con tanta intensidad, incluso en mi peor momento - añadió con cierto pesar, no obstante, se reafirmo rápidamente ante las diosas.

- Pero no puedo dejar de amar, a quienes siguen aquí conmigo, tanto a los que conocí aquí en Elysium, así como a mi hermana y a mi futura descendencia - cosa que no habría descubierto de no ser por la intervención de Esperanza por lo que se sentía completamente agradecido al respecto - Así como a ustedes, también son parte de mi familia - añadió tranquilo pues, poco a poco su mente se iba reparando a través del dolor, pero Soma no dejo de observar a las diosas.

Luego la mirada de Soma se volvería ligeramente mas seria, al menos para la cuestión que haría a las diosas que ahora estaban allí reunidas y a las que este sentía un apego particular - Se que Maggie os ha dicho que no podéis interferir en lo relacionado con Auriga y que ahora tenéis la opción de quedaros aquí entre nosotros o volver a la red - espeto directamente - me gustaría saber si ya habéis tomado una decisión al respecto - concluyo de primera mano mientras mantenía la compostura frente a las diosas.