Partida Rol por web

Estaba dolorida, magullada y nerviosa, pero no tenía nada grave, podría decirse que incluso para la hazaña que habían conseguido, Maria estaba mas entera de lo que cabría esperar.

No contestó a Geralt, pero si tubo un gesto que en guerrero probablemente no volviese a ver nunca en ella, pues era demasiado orgullosa para hacer algo asi en una situación normal. Maria se aferró a Geralt en una especie de abrazo tímido, apoyando en el su cabeza, como si eso la reconfortara. No salieron palabras de su boca, parecía desear permanecer asi almenos unos segundos. Despues de ese tiempo Maria se dispuso a levantar la mirada para enfocar sus ojos y fue entonces cuando sucedió algo que ensombrecería la hazaña conseguida ese dia hasta la total oscuridad.

-JAAAAJAJAJAJAJAJAJA...

Una risa estridente, burlona, cruel... una risa que Geralt escucho en su cabeza, taladrandola y trayendo consigo sentimientos de dolor, ira y desesperación. Trayendo consigo el recuerdo de aquel que un dia le arrebató todo y le transformó en la mas temible de las marionetas.

De pronto una mano de fuego enorme salió del portal que estaba cerrandose y agarró con violencia a Maria, tirando de ella como si de una muñeca de trapo se tratase, arrebatandola casi de los mismos brazos de Geralt con una expresión de incredulidad y miedo en sus ojos, todo fue rapidisimo. Los soldados gritaron para tratar de alertar de aquello, pero fue muy rapida, aquella mano tiró de Maria dejando sólo una oportunidad a Geralt que estaba mas cerca de agarrarla para que no se la llevara. Sin embargo puede que si lo hacía, ambos se vieran arrastrados a un lugar del que a todas luces, no habría retorno y en el caso de Geralt, presagiaba algo bastante peor que la muerte...

Maria no dijo nada pero apoyó su cabeza en mi mientras me daba un tímido abrazo, cosa que me sorprendió ya que no me lo esperaba para nada.

De repente una risa sonó dentro de mi cabeza, una risa lúgubre y oscura que conocía, ya que la había escuchado unos días antes en la azotea de un edificio y que llego de la misma manera que ahora, de repente y sin previo aviso.

-SAL DE MI CABEZA, DÉJAME EN PAZ, YO YA NO TE OBEDEZCO.- Pensé con todas mis fuerzas intentando que esa risa se alejara de  mi. 

Mientras intentaba que esa risa se fuera, una mano salio del portal y agarro a Maria tratando de llevársela y alejándola de mi. Conseguí reaccionar a tiempo y agarra a Maria de la mano antes de que fuera muy tarde.

-Le prometí a la presidenta que te protegería, y eso pienso hacer, aunque sea en el infierno.- La dije mientras intentaba que el portal no nos tragase a los dos.

Maria se aferró con desesperación a la mano de Geralt a la vez ke ambos soldados esprintaron para ir a ayudar tambien a Maria. Uno de ellos saltó para agarrar de la pierna a Geralt y ayudarle a tirar para que no se los llevara, pero finalmente, la descomunal fuerza de aquella mano arrastró a ambos, a Maria y a Geralt al peor de los destinos, el soldado apenas rozó la bota de Geraralt.

Toda luz se extinguió, el soleado dia se tornó en un vacío oscuro en el que no se podía respirar, desde luego el viaje no fue ni instantaneo ni agrable y quizá el shock que aquello estaba produciendo en la cabeza de Geralt, ese fue el momento en el que el primer recuerdo mas o menos claro volvió a su mente, el primero de la mas cruel de las historias, la de un padre que pierde lo que mas ama.

***

1 de Diciembre del 2130

Hector Hawke de Geralt era guardia de seguridad en una de las instalaciones templarias de Nueva York. No era un trabajo muy agradecido, fanáticos neoliberales protestaban a diario contra toda toda religión y sus seguidores. Daba igual si Hector era creyente o no, a menudo le tocaba lidiar con jovenes violentos y tener mucho cuidado en su trabajo. Pero con el tiempo, y por que no decirlo, con el fisico curtido, aquel puesto de trabajo de riesgo se había transformado en una rutina que sabía sobrellevar con filosofía y en general con buen humor. El sueldo era aceptable ya que había sido contratado directamente por autoridades templarias para el puesto despues de varios examenes psicotecnicos y físicos. Tambien la recomendación de su mujer Scarlet Serra, reconocida historiadora templaria, ayudó a que finalmente Geralt acabara guardando aquel lugar.

Estaba amaneciendo el 1 de diciembre del 2130 y Geralt volvía a casa donde le esperaban su mujer y su hija, en su coche, por el camino de siempre, a la misma hora de siempre, pero ese dia, el destino u otras fuerzas capaces de algo asi quisieron que el conductor de un camión se distrajese al volante en una intersección, llevandose por delante el vehiculo de Geralt.

Lo siguiente que narra el recuerdo es despertar aturdido y sedado en la camilla del hospital, con respiración asistida y la mayoría del cuerpo inmovilizado por ferulas capas de vendas, era de noche, apenas había luz. De pronto notó el tacto helado de una mano que le sujetaba la cabeza, y la visión mas horrible de todas se presentó ante él.

-Aaaahhh... aquí estas, patetico y fragil humano, nisiquiera eres consciente de quien eres ni lo que has hecho, tampoco de los problemas que me has causado...

Su voz era grave y terrible, hacía eco dentro de la cabeza de Geralt hasta el punto de doler.

-Pero tu serás quien los solucione por mi, considérate afortunado, humano, pues nadie de tu mundo abrazará jamas mayor poder. Caíste herido como humano, pero te alzarás como mi mas poderoso siervo, tu nombre a partir de ahora es Dragonborn y Balban es el de tu dueño y señor.

Geralt sufría la agonía de no poder moverse, tampoco gritar, estaba sólo e indefenso en aquel momento y durante las dos siguiente horas, Geralt vivió el absoluto tormento de despertar su realidad personal a base de ira, odio, rabia... el antiguo deathmaster introducía esos sentimeintos en su cabeza, junto a imagenes y sensaciones. El humano luchó con toda su voluntad, pero fue cuestión de tiempo, nadie fue en su ayuda, estaba desvalido y sólo, echo que Balban aprovechó para llevar a cabo una de sus mas terribles maldiciones.

-¡Ahora matalos a todos! ¡Acaba con la humanidad que infecta tu alma! ¡ÁLZATE, DRAGONBORN! WUAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA-

Finalmente, el que sería conocido como el asesino en serie pirómano mas sanguinario de la decada se levantó, regenerado y listo para matar a quien le fuese ordenado.

***

Eso fue todo lo que Geralt recordó mientras caía, el viaje a través del portal terminó y ambos cayeron contra el suelo de asfalto. No estaban en el infierno, sólo en otro lugar de lo que seguía pareciendo la ciudad de Nueva York. Su transmisor había perdido la señal por satelite, no se podía comunicar y Maria yacía inconsciente a su lado.

Era un aparcamiento muy grande y al aire libre, pero estaba rodeado de edificios y aun había vehiculos echos chatarra, desde coches hasta camiones. El sól seguía en lo alto, debía ser la misma hora, el viaje parecía haber durado solo unos segundos.

Cuando Geralt logró alzar la vista se reencontró finalmente con la mayor de sus pesadillas, era Balban, y Geralt lo sabía muy bien aunque nunca tuviese el mismo aspecto. Aunque si había un patrón comun, parecía un cadaver animado y putrefacto, y olía como tal.

-Jajajajajaja... cruel ha sido el destino contigo, mi maltrecha marioneta, creí que te habían destruido, pero ahora veo que sólo destruyeron nuestro vínculo, quien iba a imaginarlo despues de tan gloriosa batalla. Los humanos sois debiles, pero imprevisibles en ocasiones.

Medía casi dos metros y medio de alto, estaba a tan sólo diez metros de Geralt y la inconsciente Maria. Extendió la mano y de pronto Geralt sintió como todo su cuerpo se paralizó y de nuevo empezó la tortura de la maldición de Balban, arrebatandole poco a poco la humanidad. Activando de nuevo el sello de esclavitud.

-Mirate, con un collar impuesto por los esos que ahora proteges, te han arrebatado tu pasado y ahora luchas para ellos, te envían sólo o con una niña a enfrentarte a cientos de demonios como si fueras carne de cañón. No sólo no han reconocido tu grandeza ni tu poder, sino que te han puesto una correa, lobotomizado y esclavizado.

Me avergüenzas Dragonborn, en cuanto recupere nuestro vinculo y repare mi maltrecha marioneta, esos humanos escondidos serán los primero en caer, y tu primera victima será esa humana, su sangre ayudará a que vuelvas a obtener tu grandeza y tu orgullo de demonio jajajajajaja.

La energía demoniaca de Balban invadió el cuerpo de Geralt, sanando sus heridas y devolviendole su poder... un poder que de nuevo le llevaría a la locura y a la mas absoluta servidumbre. Su consagración sería la caída de Elysium.

El collar que tanta seguridad parecía dar, al contacto con la energía de Balban, se desactivó, se abrió y calló al suelo.

Maria agarro la mano con la que la estaba sujetando con fuerza pero sabía que yo solo no podría salvarla, aquella mano era demasiado fuerte. Los soldados corrieron hacia nosotros para ayudar a Maria también pero no fueron lo suficientemente rápidos y aquella mano que salia del portal nos arrastro a una absoluta oscuridad.

Durante el rato que estuvimos envueltos por la oscuridad, que se me antojo eterno, a mi memoria vinieron recuerdos, recuerdo de mi vida pasada, de mi trabajo, recuerdos de un accidente y de como Balban incrusto su sello en mi cuerpo de una forma dolorosa y sin ninguna piedad, recuerdos de como aquel demonio me había convertido en su esclavo, recuerdos de mi primer encuentro con Balban.

La oscuridad termino y me vi contra el asfalto, con Maria inconsciente a mi lado.

-Así que eso fue lo que paso, así fue como me convertí en su marioneta.-

Al mirar a mi alrededor me di cuenta de que no estábamos en el infierno, de hecho parecía que aun estábamos en la ciudad, en un aparcamiento, aunque era otro y el sol aun estaba alto en el cielo, al parecer solo nos habían llevado a otro lugar de la ciudad.

Cuando alce la vista vi a un demonio delante de mi.

-Balban.-

Al principio no me pareció posible pues era distinto pero cuando el susurro salio de mis labios supe que era él.

Balban habló y al poco note como empezó a reactivar el sello mientras seguía hablando. También note como mis heridas se curaban y la energía volvía a mi cuerpo. El collar se soltó y callo al suelo.

-¿Que ellos me han arrebatado mi pasado? ESO LO HICISTE TU BASTARDO HIJO DE PUTA. Ellos me están dando un nuevo futuro.- Fui capad de articular.

Estaba perdido, el único demonio que podía reactivar el sello de mi cuerpo estaba ante mi, no podía moverme y Maria seguía inconsciente. También pensé en Kiss-Shot pero con el sol en lo alto sabia que no podría hacer nada. Pero aun así no pensaba rendirme, no pensaba dejar que ese demonio volviera a controlarme como lo hizo en el pasado, esta vez iba a luchar hasta el final.

-¡Jajajajaja!...

Rió de nuevo.

-¿De verdad crees eso? tal vez debiste comprobar si realmente te han dicho la verdad, o cuantos detalles relevantes te han ocultado. Veo que sólo te han revelado lo suficiente como para que sólo sientas aversión hacia mi. Pero no te preocupes, volveras a esa fortaleza con el poder suficiente como para reducirla a escombros y descubrir cada una de las cosas que te han ocultado, sobretodo aquellos a quienes llamais templarios. Estoy seguro de que te llevarás unas cuantas sorpresas.

El único futuro que existe para ti es el que yo dicte.

Continuó con la tortura, la cabeza de Geralt le ardía y sentía como poco a poco el poder demoniao le invadía, quemandole y a al vez dandole poder y aumentando su ira.

-De nuevo te han dejado sólo, ¿lo recuerdas verdad?, aquella noche tan tragica, estuviste al borde de la muerte y nadie acudió a ese hospital a verte, ni tu mujer ni tu hija, no les importas y te abandonaran una y otra vez. ¡Vuelves a estar SÓLO!.

Y fue en ese momento como Geralt notó que su conciencia se perdía, el dolor y el estres que estaba sufriendo su cuerpo le sumieron en la oscuridad de nuevo, como si volviera a ese portal, al vacío absoluto.

***

En tan sólo un parpadeo, Geralt se encontraba ahora en un mundo irreal, quizá una representación de lo poco que quedaba del hombre original llamado Hector Hawke de Geralt. Ya no había sól, un trozo circular de ciudad en ruinas de un kilómetro de diametro aproximadamente vagaba por el espacio infinito, como una plataforma en medio de la nada que se estaba derrumbando, haciendo añicos, apenas unas cuantas calles restaban de lo que antes pudo ser la ciudad de Nueva York o cualquier otra, todo es gris, sin vida, todo esta muerto y los edificios del borde se van desmoronando poco a poco y cayendo al infinito.

Geralt estaba en medio de una de las calles. Detras suyo sólo estaba el abismo avanzando poco a poco, y delante una calle de unos 50 metros que acababa en una plaza. Todo está lleno de demonios, desde stalkers a gargolas que pasean sin sentido ni objetivo sin inmutarse lo mas mínimo por la presencia de Geralt, como si fuese uno mas.

Si el gerrero avanzaba por aquel aterrador mundo, vería que en la plaza, había dos figuras humanoides esperandole, una mas alta, sentada, y en su regazo otra que bien pudiera ser una niña, con un oso de peluche en buen estado en las manos el cual llamaría especialmente la atención a Geralt, lo había visto antes, aunque de momento no recordaba donde.

A medida que se acercaba mas y mas, Geralt vió que ambas figuras, eran humanos completamente carbonizados, la niña parecía haber muerto en brazos de su madre, no se reconoce rostro alguno, solo es reconocible la boca. De pronto la que parecía una mujer, se movió para mirar sin ojos a Geralt, digno de la mas horrible de las pesadillas, se puso a hablar, despacio y sollozando.

-Hec...tor... por... qué... por qué... como pudiste...

La plaza estaba rodeada de demonios, pero ninguno prestaba atención, sólo se movían ignorando a los presentes.

-Pues claro que no me han dicho toda la verdad, al igual que yo no se la digo a ellos y al igual que tu no me la dices a mi. ¿Si tan patéticos te parecemos los humanos para que te molestas en controlarme?-

Balban seguía con la tortura y yo seguía intentando resistirme a su poder, me dolía y empece a sudar un poco pero tenia que seguir resistiéndome.

Note como empezaba a marearme y la oscuridad volvía a cubrirlo todo.

De repente me encontraba en un lugar extraño, parecía un cacho de ciudad y al rededor nada, solo vacío. El cacho de ciudad que parecía arrancada del planeta estaba lleno de demonios, demonios que no me hacían caso, que se comportaban como si no estuviera o fuera uno mas de ellos. A lo lejos vi una plaza y dos figuras que parecían humanas y comencé a caminar hacia ellas, según me fui acercando comprobé que ambas figuras estaban carbonizadas y que la mas pequeña, en el regazo de la grande, tenia un oso de peluche que me sonaba, pero no sabia de que.

De pronto, la figura adulta fijo las cuencas de sus ojos en mi y susurro unas palabras. Cerré los ojos, la escena era algo superior a mi, algo que me revolvió las tripas, de haber comido algo en todo el día estaba seguro de que lo habría vomitado, pero no había comido nada y en ese momento lo agradecí.

-¿Que ellos me mienten?, esto no me parece muy real.- Pensé acordandome de las palabras de Balban.

Sabía que Balban quería jugar con mi mente y confundirme pero no se lo iba a permitir.

-¿Que como pude?, esto no lo hice yo.- Le respondí a aquel cuerpo carbonizado.

Aquel cuerpo femenino carbonizado se quedó estático durante unos segundos durante los cueles se sucedían recuerdos confusos y sensaciones en la mente de Geralt, aunque las imagenes que vería a continuación ya las había visto antes, era él mismo con los ojos inyectados en sangre y fuego, consumido por la ira y la rabia, lanzando fuego por sus manos en lo que antes fue su hogar en medio de los gritos de una mujer y una niña. Entre las llamas se podían ver borrosos aquellos dos cadaveres icinerandose... Sin embargo había una incoherencia en esa visión. De nuevo el cadaver de la niña sostenía el oso de peluche, pero parecía inmune a las llamas, el oso no se quemaba, permanecía intacto, ya fuese en el recuerdo o en el mundo que se encontraba ahora. Era como si su mente intentara enviarle un mensaje en clave.

-Lo... ves... tu nos mataste... tu mataste a todos... todo es tu culpa...traicionaste a los que querías... a los que mas te querían... traicionaste... a la humanidad... y ahora estas... sólo.

Finalmente volvió a mirar al cadaver de la niña que sostenía y continuó sollozando y minando el animo de Geralt, haciendole recordar su culpa.

Aquel mundo continuaba derrumbandose e infestado de demonios, el lugar idoneo donde perder toda esperanza y así sería en cuestión de tiempo. Pero algo sucedió en contra de todo pronóstico...

*BUMMM

El sonido de una gran explosión o algo impactando violentamente, luego sucesibas explosiones moderadas. Pero aquellos ruidos no parecían venir del mundo en el que se encontraba Geralt, sinó de mas allá. Incluso el suelo tembló y toda la horda de demonios que había alrededor de Geralt se alertó y gruñieron confusos, no contra Geralt, sino contra algo que ni ellos parecían saber que era.

Sin previo aviso una brecha de luz se formó en lo alto de aquel trozo de ciudad a la deriva y de la brecha, salió algo cayendo a toda velocidad, casi como un meteorito que emitía luz blanca se tratase. En cuestión de segundos impactó contra el suelo justo delante de Geralt, aplastando a ambos cadaveres carbonizados y haciendolos añicos. Ahora ante el guerrero había una visión tan increible y gloriosa, como familiar, algo que evocó un nuevo recuerdo en su cabeza.

Un caballo de extraña forma, su cuerpo parecía hecho de metal y tenía todo el aspecto de una maquina aunque no se moviese como tal, poseía multiples adornos y piezas de armadura. No era la primera vez que Geralt lo veía, en ese momento se dio cuenta.

***

Esta vez el recuerdo le mostraba a él, sentado en una silla pequeña en una habitación con la luz justa para que pudiese leer el libro de cuentos que tenía en la mano. Todo parece en paz, todo es calido y tranquilo. Ante él hay una cama aunque el recuerdo no permita ver quien está en ella. Eso si, Geralt identificaría aquel lugar como su casa, de alguna manera lo sabía.

Geralt leía...

-...y Belerofonte, fiel corcel y a la vez fiero guardián, apareció para salvar a la princesa a la que guardaba juramento, tal y como lo había hecho durante todas las generaciones de la familia real. Era la montura mas veloz, mas fuerte y mas poderosa que existia sobre la faz de la tierra y ningun enemigo fue capaz de detenerle hasta que su protegida fue puesta a salvo...

En el libro había un dibujo del corcel que describía.

***

Tras recordar aquello, aquel extraño caballo se colocó delante de Geralt y le miró fijamente, tal y como lo hiciese una persona. Luego se inclinó para facilitarle la subida. Tal vez despues de todo, Geralt no estuviese tan sólo en aquella contienda que parecía a todas luces perdida. En ultima istancia, la decisión era ahora suya...

Mientras tanto todos los demonios aullaron a la vez y esta vez si tomaron tanto al caballo como a Geralt como objetivos a eliminar, fuera lo que fuese a ha hacer Geralt debía hacerlo rapido.

Lo siguiente que vino a mi memoria fue una imagen de mi mismo, cegado por la ira y la rabia, quemando todo a mi alrededor, pero no todo se quemaba, el peluche seguía intacto. No se quemaba, no ardía pero ¿por que?, no tenia sentido.

-Ese no era yo, estaba consumido por el odio y la ira por culpa de un demonio. Yo nunca quise que esto pasara.-

Intentaba mantener la calma pero me estaba costando, notaba como mis ojos comenzaban a humedecerse.

Comencé a oír el sonido de explosiones, pero se oían como con eco, como si sucedieran fuera de la ciudad en aquel vacío infinito, no le di importancia pues nada tenían que ver conmigo.

Seguí sin darle importancia, absorto en los recuerdos, hasta que los demonios parecieron alterarse y una brecha se formo en lo que debiera ser el cielo. 

De aquella brecha salio un rayo de luz blanca, pero no era luz pues era algo solido, algo que impacto cerca de mi, sobre los cadáveres carbonizados destrozándolos. Ahora que estaba cerca vi que aquella cosa solida, la que parecía viajar con luz era un caballo. No un caballo real, sino uno que parecía enteramente mecánico pero con gráciles movimientos, como los de un caballo autentico.

Ese caballo me sonaba, sabia que lo había visto antes, pero donde.

Mi mente no tardo en responder a esa pregunta, volví a verme a mi, sentado, leyendo un cuento, un cuento de fantasía sobre un caballo y una princesa, y ese caballo que se alzaba majestuoso ante mi, era el mismo que el del relato.

-Be...Belerofonte.- Fui capaz de susurrar.

El caballo pareció inclinarse para que me subiera en él.

-Estoy en un mundo irreal, rodeado de demonios que hasta ahora me trataban como a uno de ellos, donde los cadáveres pueden hablar y donde un caballo mitológico acaba de aparecer ante mi.- Eran solo algunas de las cosas que se me pasaban por la cabeza.

Los sucesos del día de hoy cada vez se volvían mas extraños y confusos pero desde que Belerofonte había aparecido los demonios parecían haberme tomado como a un enemigo. No sabía lo que estaba pasando, cada vez me costaba mas diferenciar la realidad de la fantasía, pero aquel caballo pareció salir de un sueño, de un rayo de luz, quizá fuera una señal o quizá no pero decidí subirme en el ya que en estos momentos, aunque nada fuera real, parecía ser mi único aliado en aquella horrible pesadilla.

Nada mas subir a a quel extraño caballo, fue como si poco a poco la mente de Geralt empezara a despertar del pesar en el que se había sumido. De nuevo sentía una sensación familiar que le inspiraba confianza, algo parecido a cuando estaba en compañía de Eva. Esos sentimientos que le fortalecían parecían tener algo que ver con los recuerdos anteriores al tormento de Balban, como si su mente los buscase desesperadamente y agradeciera cada momento que se sentía ligada a ellos.

Los demonios corrieron a derribar tanto a Geralt como al caballo, pero fue inutil, aquel ser de aspecto mecánico salió disparado hacia delante como una bala, no corría como un caballo de carne y hueso, sus patas se movían tan rapido que no se veían, pronto Geralt tuvo la certeza de ir a mas de 120 kilómetros por hora por las calles de esa ciudad, esquivando coches y demonios, saltando escombros y saltando por encima de edificios caídos. Pero los demonios de aquel extraño lugar no parecían dispuestos a que Geralt escapara de allí con vida.

Dos grupos, uno de demonios comando armados y otro de darklings esperaban en medio de una de las calles para detenerle. Belerofonte parecía saber bien donde iba, pero sería Geralt quien decidiría si pasar por encima de unos o de otros. El choque sería brutal...

Nada mas subir a ese extraño caballo, este comenzó a correr a una velocidad asombrosa. No recordaba haber viajado a tanta velocidad en toda mi vida. Ademas la agilidad de aquella bestia era asombrosa, esquivaba y saltaba obstáculos con una gran facilidad y una elegancia asombrosa.

Dos grupos de demonios nos cortaban el paso, uno era de darklings y otro de demonios comando, no sabia cual seria mejor atravesar ni cual era la fuerza y resistencia de Belerofonte pero no quería que saliera dañado y desde luego sabia que los darklings eran fuertes y perseverantes así que indique al caballo que fuera hacia los demonios comando ya que físicamente eran mas débiles aunque si que tenían buena puntería.

Antes de que llegáramos a donde estaban los demonios saque las espadas de las vainas y ataque al primer demonio comando al que nos acercamos aprovechando la velocidad de Belerofonte y la fuerza de mis músculos.

Belerofonte respondió a la orden de Geralt y cargó por el lado de los demonios comando, aquella era la opción mas acertada dado que estos atacaban a distancia y aunque Geralt hubiese optado por cargar por donde el grupo de Darklings, los comandos le hubiesen atacado igual. Pero de esta forma, aunque los darklings corrieron y saltaron para interceptar al veloz caballo y su jinete, no llegaron. Geralt sólo tuvo que sufrir los dolorosos disparos de las armas de los comandos, unas púas metalicas de metal demoníaco tanto o mas efectivas que las balas.

Geralt logró herir a uno de los demonios, pero aquel debil golpe no fue suficiente, el demonio sólo se tambaleó y se recompuso al instante para apuntar y disparar a Gerlat. Abrieron fuego una rafaga entera, las púas metalicas silvaron en el aire, algunas impactando contra Beleronfonte, pero estas rebotaban como si el mas duro de los metales se tratase, aquella montura era aun mas dura de lo que parecía, y su energía no parecía tener límite. En el caso de Geralt, sería mas doloroso...

Sin embargo la carrera por la supervivencia no terminaba ahí. Belerofonte continuó galopando aún mas rapido, dejando una estela que hacía moverse incluso los coches en ruinas que había por la calzada. Pero al doblar una bocacalle, se toparon con uno de los demonios mas peligrosos, la pesadilla de la infantería de la humanidad, con fuerza suficiente como para aplastar vehiculos, con una resistencia que los hacía casin invulnerables a los ataques convencionales y que escupían autenticas olas de fuego por sus bocas: un señor del abismo.

El demonio, según venian galopando escupió una enorme ola de fuego que ocupó toda la calle para icinerar tanto a caballo como a jinete. Fue entonces cuando la montura hizo algo que estaba mas allá de lo imaginable.

No frenó, sino que aceleró aun mas y realizó un fortisimo giro hacia la derecha, ninguna calle se desviaba en aquella dirección, sólo había un enorme rascacielos y cuando parecía que se estrellarían contra él, Geralt vió como brincaba y se ponía a galopar en vertical por la pared del rascacielos. No sólo su fuerza y su velocidad eran algo imposible, sino que con aquella carrera en vertical demostró que estaba por encima de las leyes de la fisica lógicas. Geralt tendría que agarrarse fuerte, almenos con una de sus manos para no caerse, pues a pesar de ir en vertical hacia arriba, Belerofonte seguía acelerando mas y mas, dejando abajo al señor del abismo y la cólera de su fuego.

En el cielo podía verse la brecha luminosa blanca por la que había accedido aquella milagrosa montura y parecía dispuesta a volver por ella. Pero nisiquiera en este caso pudieron librarse de todos los demonios, una bandada de gargolas siguieron a ambos y se abalanzaron sobre Geralt en su carrera ascendente...

La falta de costumbre de combatir a caballo se noto en la imprecisión de mi golpe, ya que no conseguí herir al demonio comando con la suficiente fuerza como para matarle y se recupero con la suficiente velocidad como para poder devolver el ataque.

Algunos de los proyectiles de los demonios comando no me dieron a mi pero si a Beleronfonte, aunque rebotaban contra el, desde luego el material del que estaba hecho era asombroso. A pesar de todo la velocidad de Belerofonte era asombrosa y sabia que varios de los proyectiles que no me dieron se lo debía a ello ya que uno le golpeo a él en los cuartos traseros y otro de ellos ni siquiera oí donde golpeo así que supuse que se clavo en el suelo detrás de nosotros.

El caballo siguió corriendo y cada vez iba a mas velocidad, una velocidad que se me antojaba peligrosa para ir con las dos espadas en la mano así que guarde una en la vaina quedándome con una espada en la mano derecha y agarrándome a Belerofonte con la izquierda.

El caballo seguía corriendo y se desvió por una de las calles lateral, desde luego no me lo espera pero menos aun me esperaba lo que había en esa calle, Al final de la calle se veía a un demonio enorme, con una clara fuerza física y por lo que sabía aun mas resistencia. El demonio lanzo una bocanada de fuego que ocupo toda la calle. Belerofonte aumento su velocidad y en el mismo instante en el que pensaba que la llama nos iba a dar el caballo cambio de dirección a toda velocidad y siguió corriendo hacia un edificio por el que comenzó a correr en vertical esquivando las llamas.

-Se que este mundo es irreal pero espero que tu existas de verdad Belerofonte.- Aunque no estaba muy seguro, ni siquiera sabia lo que estaba pasando.

Mientras seguíamos subiendo por aquel edificio a lo que parecía ser la brecha de luz en el cielo cinco gárgolas comenzaron a volar hacia nosotros. Active el modo incandescente de la espada que llevaba en la mano y golpee con ella a las dos primeras gárgolas que ya nos flanqueaban.

Aun no estaba muy acostumbrado a luchar sobre una caballo así que decidí usar la llamarada contra las tres gárgolas que quedaban ya que estaban algo mas apartadas y así no tenia que esperar a que se acercaran.

Las gárgolas a las que ataque con la llamarada no contraatacaron pero las otras dos, que aun nos flanqueaban si e intente esquivarlas pero sobre un caballo y en vertical era muy difícil y no lo conseguí.

Tras dos fuertes zarpazos, finalmente Geralt hizo que las llamas le protegiesen tanto a él como al caballo, las gargolas se alejaban del fuego tras sufrir quemaduras tras lo cual perdían la oportunidad de atacar, Belerofonte iba cada vez mas rapido en el ascenso hacia los cielos en una escena digna del cuento mas fantástico.

Al llegar a lo mas alto del rascacielos, Belerofonte brincó hacia la brecha de luz y fue en ese momento cuando el mundo de Geralt comenzó a relentizarse, como un sueño que esta terminando, como una fantasía que llega a su fin, pero lo que mas acapararía su atención, era una sensación calida, aquella luz, aquella montura, ahora mas que nunca, le hicieron sentirse a salvo, toda la angustia comenzó a disiparse, la desesperación se transformó en calma, la ira, en una paz que el guerrero hecharía de menos. Pero sobretodo volvió a notar una sensación familiar que hacía alcanzar la tan ansiada serenidad que le proporcionaba el pensamiento de Eva. Como si la soledad se disipara contradiciendo las palabras de Balban.

Finalmente  jinete y montura atravesaron la brecha de luz y Geralt volvió a aquel aparcamiento donde había estado cara a cara con Balban, no se había movido del sitio, tan sólo estaba de rodillas con la mirada perdida al frente. Sin embargo, despues de que la luz del sol le cegara parcialmente, lo primero que vió fue uno de los rostros mas familiares que Geralt recordaba: el de Eva.

La maestra psiquica estaba de pie justo delante de Geralt con la mano posada en su cabeza mientras le miraba a los ojos, y aunque la situación se prestase a pensar que esa tampoco era la realidad, muchas cosas indicaron a Geralt que aquello sí lo era. A Eva se le notaban aun vendas en los antebrazos debajo de su traje blanco. En el aire había una banshee estática y donde debiera estar Balban, había un camión cisterna estrellado que parecía haber caído del cielo. Un soldado de Elysium totalmente equipado y enganchado a un cable, se estaba llevando a Maria, aun inconsciente al interior de la nave.

Finalmente Eva apartó la mano de la cabeza de Geralt y se le quedó mirando esperando que se levantase, siempre con escasas o inexistentes palabras, pero aquel silencio, sólo con el ruido de la banshee de fondo, se vió interrupido por unos fortisimos golpes que venían de algo que estaba debajo del camión cisterna y que lo hacía moverse, como tratando de salir de debajo de él.

Finalmente la maestra psiquica habló.

-No puedo enfrentarlo sóla, necesito tu ayuda. Puedo enfrentar sus poderes psiquicos, el resto es cosa tuya...

Y desde luego aquello era algo que nadie mas podía hacer con la efectividad de Eva, aquella joven de aspecto fragil y debil era ahora la mejor baza de Geralt para salir de allí con vida y tambien para demostrar que no estaba sólo.

Los golpes sobre el camión cisterna eran cada vez mas fuertes, prontó se movería lo suficiente como para liberar al archienemigo, mientras tanto se escuchó una transmisión desde la banshee en el comunicador de Eva, Geralt pudo reconocer la voz, era Scott, por lo visto era quien pilotaba.

-Scott-<Tenemos a Maria a salvo, ¿que hacemos Eva?.>

-Eva-<Coloca francotiradores en posiciones alejadas, tu permanece en el aire y a una distancia de seguridad, no sabemos aun el alcance de su poder.>

-Scott-<Recibido.>

La aeronave se desplazó rapidamente a dejar soldados con armmas de larga distancia en los edificios colindantes tal y como había indicado Eva. Parecía estar al mando almenos en ese momento.

-Eva- Preparate.

Geralt aun disponía de unos segundos para asimilar lo sucedido y prepararse para enfrentar a Balban.

Cuando Belerofonte atravesó la brecha de luz conmigo sobre su espalda la luz me cegó. Sabía que me encontraba de rodillas, de eso estaba seguro, y también intuía que seguía en el aparcamiento, cosa que no tarde mucho en corroborar, pero lo primero que vi cuando el sol dejo de cegarme hizo que a mi confusa mente le llegara paz, eso era solo una de las cosas que Eva inspiraba en mi.

No sabia porque ella estaba allí pero tenia una mano sobre mi cabeza y mirándome a los ojos. También vi una de las naves de Elysium y a un soldado llevándose a Maria lo que agradecí mucho, pues había sido un día muy intenso para una persona que nunca antes había salido de misión.

Eva se aparto de mi y comenzaron a sonar golpes debajo del camión donde antes estaba Balban.

-Supongo que Eva le habrá tirado ese camión encima.-

La verdad es que los sucesos del día estaban siendo muy extraños, sobre todo las mas recientes. No veía a Belerofonte por los alrededores así que supuse que todo lo que había sucedido después de haber visto a Balban eran fruto de sus poderes y de la ayuda que Eva parecía haberme prestado.

-Eva.- fui capad de articular. -Lamento mucho lo que sucedió cuando nos vimos en Elysium, y también siento no haberte pedido disculpas antes, pero cuando salgamos de esta, si aun tengo fuerza suficiente y me dejas, te curare las heridas que te provoqué.-

Una vez dicho esto, desenvaine las espadas y active el modo incandescente preparado para el que posiblemente seria el combate mas duro que tendría desde que tenía recuerdos, pero también para proteger a Eva, ya la había causado bastante daño que recordara, y seguramente mucho mas que no recordaba. 

-Olvida eso ahora, sólo concéntrate.

Sentenció la maestra mientras ella hacía tambien se preparaba. El unico arma que portaba era un cuchillo en la parte de atras de su cinturón, el mismo que desenfundó para intentar apuñalar a Geralt. Pero esta vez permaneció enfundado. Se colocó a cierta distancia de Geralt y se quedó estatica esperando.

*BUMMM

De ptonto el camión explotó, partiendose a la mitad, de entre las llamas surgió de nuevo la intimidante figura de Balban.

-Balban- Como te atreves, insignificante humana, vas a pagar caro tu...

De pronto el demonio se detuvo, entre soprendido y confuso mirando a Eva.

-Balban- ... un momento... ese aura la he visto antes... es... imposible... voy a llevarme tu cuerpo y a destriparte para estar seguro...

Dijo a Eva, pero esta no pareció inmutarse, sólo le miraba fijamente a los ojos.

-Balban- Y tu, esclavo, asi es como me pagas todo el poder que te he otorgado, ¡voy a castigarte para que aprendas cual es tu lugar y quien es tu señor!. ¡A mí, legiones!.

De pronto se abrieron instantaneamente dos portales de unos tres metros de diametro por el que salieron dos demonios, luego los portales se cerraron de nuevo, Geralt sabía que raza eran aunque nuca se hubiese enfrentado a ellos, segun la base de datos de Elysium se trataba de Fetid Hulks, o almenos asi los habían llamado, medían unos dos metros de altura, eran verdes y tremendamente robustos, tambien les acompañaba una horrible peste que hacía dificil incluso respirar.

El primer hulk se quedó al lado de Balban, defendiendole, el segundo parecía dipuesto a lidiar con Geralt y Eva él sólo. El guerrero no debía subestimar la fuerza de aquellos demonios o lo pagaría muy caro.

Eva centró su mirada en el hulk que defendía a Balban, pero aparentemente no estaba haciendo nada mas.

-Es inutil que luches, Dragonborn, sabes que no puedes matarme, sabes que te encontraré allá donde vayas, no puedes escapar de tu destino. Y mataré a todo el que trate de evitarlo. Empezando por esa niña...

Balban empuñaba ahora un bastón, de aspecto viejo pero sólido, aunque su aspecto fuera de brujo, un demonio de su poder era capaz de desemvolverse en cualquier estilo de combate.

 El camión exploto y Balban salio de debajo de el claramente enfadado. Parecía sorprendido y confuso de que Eva estuviera allí y nos amenazo a ambos.

-¿Balban conoce a Eva?- Era algo que desde luego no me esperaba pero tampoco me sorprendió tanto como pensaba.

De todas formas ya pensaría en eso mas tarde pues Balban había abierto dos portales de los que habían salido dos demonios enormes y fuertes. Nunca me había enfrentado a ellos pero al parecer se llamaban Fetid Hulks, y desde luego eran fétidos.

El segundo Fetid Hulks se lanza hacia Eva y hacia mi, aparentemente para atacarnos el solo. Eva se quedo mirando al primero, supuse que haciendo algo pero no sabía el que. Fuera como fuere tenia que encargarme del que venia hacia nosotros.

Aquella bestia parecía muy fuerte físicamente así que decidí empezar con un poco de fuego para ir tanteando a ese ser contra el que nunca me había enfrentado.

Fije las espadas sobre él y deje que la energía fluyera por mi cuerpo y a través de ellas.

La llamarada afectó al Hulk pero era obvio que Geralt necesitaría mucho mas daño para derribarlo, su piel era gruesa y las quemaduras provocadas eran tan sólo superficiales, Balban no los había llamado por nada, eran bestias resistentes y muy habiles para la pelea cuerpo a cuerpo. El hulk contraatacó con un fortisimo puñetazo horizontal directo al pecho de Geralt, si el guerrero era alcanzado, no sería capaz de recordar muchos golpes recividos tan violentos.

Sin embargo, Geralt no estaba sólo y las habilidades de Eva comenzaron a dar sus frutos, repentinamente el hulk que en principio parecía dispuesto a defender a Balban de posibles ataques, se dió la vuelva e intentó asestar un fuerte golpe sobre el deathmater. Desafortunadamente para los humanos, Balban estaba atento y logró apartarse a tiempo.

-Balban- ¡Maldita bestia estúpida, no es mas que un truco! ¡yo soy tu único señor!.

Aquellas palabras parecieron bastar para que el hulk parase de confundir a su objetivo. Aunque por fortuna había bajado la guardia durante unos instantes.

Balban por su parte alzó el bastón y una furgoneta saltó por los aires, girando sobre si misma, era suficientemente grande como para aplastar a los dos y la lanzó a gran velocidad conta los humanos, pero Eva reaccionó a tiempo y la detuvo a mitad de camino usando tambien la telequinética, dejando la furgoneta suspendida en el aire y retorciendose entre las dos colosales fuerzas que la empujaban.

-Balban- Maldita... ese poder os queda grande, ¡ratas!.

Eva permanecía con el brazo extendido y totalmente concentrada en sostener la furgoneta, si cualquiera de los dos aflojaba, la furgoneta le aplastaría.

El fuego solo quemo superficialmente a esa bestia que se lanzo en un rápido contraataque lanzándome un puñetazo al pecho que conseguí evitar moviéndome hacia un lado. 

En ese momento vi como el otro Hulk ataco a Balban, supuse que controlado por Eva, pero este esquivo el ataque.

-Mierda, por que poco.-

Balban, furioso, le grito y lanzo una furgoneta por los aires hacía Eva y hacia mi, pero Eva la paro a mitad de camino. 

Con el Hulk que le tenia que proteger al parecer algo confuso sin cumplir su misión vi una clara oportunidad de atacar a Balban ya que el estaba intentando ganar el duelo contra Eva.

Comencé a correr hacia Balban para atacarle con las espadas pero para eso me tendría que acercar mucho y no sabia si me daría tiempo después para evitar que la furgoneta me alcanzara. Opte por quedarme a cierta distancia y lanzar una llamarada sobre Balban.

-Ya que tanto dices que me diste mis poderes, dime que tal funcionan.-

Dije mientras la energía recorría mi cuerpo y el fuego salia de mis espadas.

Geralt había tomado una sabia decisión, él y Eva debían formar un equipo o jamás vencerían, la llamarada impactó de lleno en Balban ahora que el hulk no se interponía, obligandole a cubrirse y retroceder unos pasos. En consecuencia, Eva no encontró resistencia a la hora de empujar la furgoneta y esta salió disparada con una fuerza impresionante para impactar violentamente contra Balban y el hulk que le protejía.

Mientras tanto el segundo hulk no estaba dispuesto a cesar en su empeño de noquear a Geralt, lanzando otro puñetazo horizontal como si de un boxeador enorme se tratase.

-Balban- ¡Ha! no eres ni una sombra de lo que eras, unos seres inferiores te tienen de mascota y tu les defiendes. ¡Patético!.

Balban apuntó con el bastón hacia ambos y de él brotarón decenas de rayós eléctricos que fueron directos a Eva y a Geralt, pero una vez mas, Eva demostró que no se dejaba llevar por las emociones en combate, se concentraba en reaccionar de la manera mas efectiva para contrarrestar los movimientos de Balban, dejando a Geralt que hiciese lo que mejor sabía hacer: matar demonios. Ambos necesitaban el uno del otro tal y como dijo Eva al principio.

Usando la telequinética, la maestra psiquica movió una inmensa viga metálica que había en uno de los edificios en ruinas que rodeaban el aparamiento y la clavó delante de ambos, luego sólo se tuvo que mover tras ella para que el metal atrajese el relampago y lo llevará a tierra donde no haría daño. A geralt le costaría mas llegar a esconderse tras la viga dado que aun peleaba con el hulk, pero no era una opción razonable si no quería recivir miles de voltios de aquella maraña de relampagos.

Conseguí dar a Balban con la llamarada haciendo que perdiera la concentración y por lo tanto el duelo con Eva que lanzo la furgoneta can fuerza sobre el y sobre el Hulk que estaba a su lado.

El otro Hulk volvió a lanzarme un puñetazo y esta vez no conseguí evitarlo. Aquella bestia enorme golpeaba con fuerza aunque sabía que podía golpear con mucha mas fuerza de lo que lo hizo.

-Debo tener cuidado con esas bestias.- Pensé mientras Eva clavaba una biga en el suelo para evitar el rayo que Balban estaba soltando desde su bastón.

Corrí a colocarme detrás de la viga, sabia que ese rayo era potente y aunque no me matara si que me haría bastante daño, y prefería evitarlo.

El hulk que me había golpeado no estaba muy lejos de mi así que procedí a golpearle con las espadas tan fuerte como pudiera.