Partida Rol por web

Los diablillos aguantaron el golpe con mi espada, pero Krahjotdaan consiguió terminar con unos de ellos, aquello me permitió ver que podía acabar con ellos en poco tiempo siempre y cuando consiguiéramos golpearles. Aunque su respuesta a nuestro ataque no se hizo esperar mucho. El ácido, de aquellos diablillos podría causarnos mas estragos a largo plazo que a corto, eso sin contar que a Krahjotdaan no parecía que aquel ataque la agradase lo mas mínimo.

La espada se manejaba muy bien, estaba bien equilibrada y era cómoda de empuñar, ahora solo quedaba matar a aquellos demonios antes de que Krahjotdaan terminara de perder la calma.

-Terminemos aquí y sigamos adelante, creo que ya hemos perdido mucho tiempo con estos.- La dije con una idea en mente. Luego volví a realizar un barrido sobre los diablillos pero esta vez cambiando de objetivos y centrándome en los que acababan de aparecer.

Krahjotdaan realizo un ataque de area con la intención de rematar a los supervivientes y vengarse por el vomito que había recibido de aquellos seres.

Una sonrisa se esbozo en mi rostro mientras observaba la potencia de la habilidad desempeñada por Claire, su ataque había sido mas que suficiente como para agravar el cañon del destructor por lo que destruirlo no sería demasiado complicado.

- Que modesta, eso ha sido más que suficiente - respondí mientras me concentraba en los disparos del Destructor, afortunadamente, el escudo del Incubo ya se había recargado, por lo que no dude un instante en reactivarlo para absorber los disparos.

Mientras el escudo absorbía los disparos recalibre las ametralladoras del Incubo, apuntando ahora a su malgastado cañón abrí fuego esperando maximizar el daño que ya había hecho anteriormente junto a los esfuerzos de Claire.

- Esta cosa es dura - musite - pero caerá...- era lo único que podía pensar, poco a poco estaba desgastando el Destructor, no podía combatirle solo, pero no lo estaba, sabía que mientras le distrajera Geralt estaría haciendo lo que debía para destruirlo por dentro.

- Nova, alguna noticia de las defensas de Golgota - pregunte - También solicita fuego de supresión de la Torre -7, no nos vendría mal - era una cuestión de apoyo, no hacía falta destruir solo al Destructor si podía pedir apoyo cuando fuera posible, o por lo menos esa era la esperanza que tenía mientras me mantenía allí enfrentándole.

Geralt bañó las paredes interiores del destructor con la sangre de aquellos desdichados diablillos. Mientras que Krahjotdaan, claramente furiosa, mató a otros tantos con su sola mirada.

Sólo un afortunado (o no) diablillo, ahora completamente aturdido por la mirada de Krahjotdaan, había sobrevivido al poder de invocador e invocación combinados.

Finalmente Geralt recibió la información prometida por Maggie.

-Meggie- Geralt, he encontrado lo que parece ser al fuente de energía del destructor, está en una cámara cerrada en la zona del pecho, solo has de seguir el túnel principal sin desviarte y llegarás a ella. Las puertas están selladas y detecto una presencia en el interior, pero no es nada con lo que no puedas lidiar. Ábrete camino hasta entrar en la cámara y podré darte mas información.

Geralt debía terminar con los diablillos y recorrer una relativamente larga galería hasta llegar a unas puertas que debía apañarse para abrir. No era dificil, pero iba a llevar tiempo, un tiempo que tal vez Raven no tuviese.

El cañón del destructor tenía daños muy graves, chisporroteaba y no se mobía con la misma fluidez que el otro, pero aun podía disparar, las ametralladoras no terminaron de destruirlo del todo. Mientras tanto Jason recibió un reporte de Maggie.

-Maggie- Jason, he encontrado el nucleo interno de energía del destructor, Geralt está de camino a él pero está encontrando resistencia, debes ganar tiempo hasta que logre destruirlo.

-Nova- La torre siete está fuera de alcance y necesitan su apoyo en tierra, hay una nueva oleada de portales en otra zona de Gólgota, los equipos de tierra están ocupados cerrandolos.

En el exterior... los efectivos de las legiones se cuentan por millones pero sus tropas resultan inefectivas contra las defensas de Gólgota, asi que la situación está en un punto muerto. Adirael, Eva, Irera, varios templarios y los dos Judicatores luchan ahora mismo contra Lucifer y Astaroth en lo alto de la muralla norte. Por lo visto los generales pueden atravesar la cupula de energía protectora de Gólgota.

El destructor, aunque lo pareciese, no era el problema mas grave ahora mismo, Raven podía tener por seguro que sus compañeros lo estaban pasando ahora mismo bastante peor que él.

De pronto otra Jason escuchó otra transmisión entrante.

-Scott- Ehh... ¿hola? ¿Jason? ¿me escuchas?, entre Maggie y yo hemos improvisado un misil PEM adaptado para ese destructor, es una chapuza rápida pero puede que te haga ganar algo de tiempo. Estoy en lo alto de la torre de fuego dos ¿me ves?.

Nova le mostró un zóom del edificio en el que se veía al maestro ingeniero con un traje robotico enorme, cargando con un misil similar a los que ya llevaba equipados el Incubo. Scott le hacía señas con una de las manos.

-Scott- Llevo un traje con propulsores, acercate y yo mismo te haré una recarga rapida en el lanzador de misiles de la espalda para que puedas disparalo enseguida.

Solo espero que no me vuele por los aires antes...

Dijo resignado.

En momentos como ese, me alegraba de tener a los dragones de nuestro lado, una sola mirada capad de matar a varios enemigos era un poder contra el que no me apetecía enfrentarme. Y menos viendo el estado en el que había quedado el único superviviente de aquella matanza que entre ambos habíamos llevado a cabo.

Deje caer la espada sobre aquel pobre diablo, aturdido ante la muestra de poder del que Krahjotdaan había hecho gala, y dejando que se reuniera con sus compañeros.

Aquel espectáculo en el que se mezclaban la sangre con los cadáveres era algo a lo que estaba acostumbrado, pero no había tiempo de quedarse allí mirando. Maggie ya nos había dado instrucciones y Raven podía no disponer de mucho mas tiempo.

Comencé a correr en la dirección que me había indicado Maggie lo mas rápido que podía. Si en aquella sala había algo suponía que seria una especie de guardián, y aunque Maggie dijera que no era nada con lo que no pudiera lidiar prefería pecar de precavido esta vez, ya había cometido el error de infravalorar a mis rivales y había terminado pagando por ello.

- Negativo - respondí por radio mientras me preocupaba nuevamente del calentamiento del incubo - es demasiado arriesgado, no podría asegurar tu vida mientras esta cosa siga disparando, primero debo ocuparme de uno de sus cañones y su anclaje antes que nada - Scott debía entender que lo único que llamaba la atención del destructor era mi propia amenaza contra él, darle otro objetivo sería demasiado peligroso por no decir negligente.

Por otro lado, su cañon ahora estaba casi completamente destrozado, un disparo o dos serían mas que suficientes para destruirlos, pero tambien debía preocuparme del otro anclaje que tenía destrozado, sabiendo que poco mas podía hacer mas que de hacer de cebo, reactive los propulsores para evitar alguno de los disparos de los cañones, me preocupe por fijar su cañón y anclaje destrozados.

Tomando suficiente distancia del primer disparo, ajuste los cañones de las ametralladoras a el brazo de anclaje y con el cañon anti tanque a el destrozado cañón, me preparé para recibir el segundo disparo de su otro cañón - Tch...- era molesto pero me costaba recibir el daño de los cañones, poco a poco estaba haciéndome pedazos y sabia que si continuaba así no quedaría mucho mas de mi.

- Scott, si no puedes ajustar ese misil a algún lanzador de las torres aguarda, en cuanto pueda tomaré ese paquete pero aún es demasiado arriesgado - dicho aquello y con los objetivos fijados, me dispuse a dispararle con todo lo que tenía sabiendo que con ello y un ojo al sistema de calentamiento, llegaría al limite de calor en cuestión de segundos.

Con un poco de suerte, podría librarme de dos grandes problemas en un instante, aunque no quitaba la amenaza inminente su otro cañón, podía improvisar un plan a largo plazo mientras enfriaba los sistemas del Incubo, pero debía ser cauto, incluso en el mejor de los casos, existía la posibilidad de un error y aquello podría ser mi perdición, con aquello en mente, afronte la situación como mejor podía, con un mal chiste en la mente y a mi copiloto para escucharlo.

- ¿Preparada...?, desatemos nuestro propio infierno sobre ellos - mencione con una sonrisa en el rostro, sin ningún miedo a la muerte.

  Despertar de un trance como aquel en unas condiciones como aquellas era como sentir la necesidad del propio cuerpo de huir o suicidarse, de encontrar una salida un poco más sensata que enfrentar aquellas dos personalidades que se hallaban allí observando, como jueces que contemplan el resultado inesperado de una reacción que no puede ser natural y tratan de discernir si es un engaño o si el mundo está preparado para ello.

 Un tribunal que deja a Adirael sin palabras. Sin capacidad de reacción salvo la del cuerpo, que se encoje para mostrar que no quiere atacar, sólo defenderse o huir, algo difícil de lograr en alguien que ha entrenado la involuntariedad de sus movimientos para engañar. Nada que hacer, salvo escuchar sus voces como cuchillas. Aquello no duele como la traición, es el don de la oportunidad, de hacer caer aquello que comienza a elevarse, de inclinar hacia un lado u otro la balanza.

 Comprende las palabras de Belphegor. 

 Casi las comparte.

 Pero no puede compartir nada con Leviatán, en su entendimiento, puede ver la búsqueda del caos, un arma tan afilada que puede volverse contra el Rey Demonio, si no es parte directa de él, y su ponzoña sólo brota de la boca por orden directa de esa entidad. Tal vez estaba frente a un avatar perfecto de ese al que proclamaron rey, o sólo ante un alienado más, un alienado que piensa ser libre, como Belphegor pensaba que nada escapaba a su control.

 Por....fin....es libre.

 Los pensamientos de Adirael apenas encajan con su expresión sin parpadeos, con los ojos encendidos como un faro sobre la tempestuosa noche de un océano salvaje, una expresión de sorpresa grabada en cada músculo, que luego comprende. El cuerpo no asume su final, y el pataleo en busca de una huida imposible se vuelve incesante, resbala en aquel suelo artificial, con chillidos de goma y de piel.

 Apenas ha tenido tiempo de contemplar el portal, pero no pierde en ningún momento la concentración por su objetivo, ese portal lo es todo para el psíquico. Es su comienzo y su final. El movimiento de huida, de retraimiento, es sólo un espejismo, Belphegor balbucea no sin ciertos momentos de claridad y eso sólo es la música de fondo de una carrera de fondo. Adirael sólo calcula como evadir un futuro estacazo en el cuerpo y atravesar ese portal. 

 Sólo una oportunidad...

 Posiblemente. Hasta que aparece Yehudit. 

 ¿Es Leviatán jugando con su mente? Da igual. No hay momento para el agradecimiento o el canto, para bailar o rendirse. Adirael sólo puede ponerse en pie y salir corriendo con todas sus fuerzas mientras se preparada para recibir un golpe.

 Atravesará el portal, cueste lo que cueste.

Leviatan trato de liberarse, forzejeó cuanto pudo pero no pudo zafarse del agarre de Yehudith e impotente observó como el humano se iba hacia las estrellas por su propia cuenta, por primera vez.

Al cruzar el umbral, Adirael se sintió flotar y sus ojos revelaron apenas una fulgurante sensación de un túnel azul, luego una imagen borrosa hasta que se vió obligado a cerrarlos por la fuerza de la luz. Aunque con el sentido temporal y de la orientación perdido, Adirael, de alguna manera sabía que se movía, que viajaba en aquella ingravidez hacia lo desconocido.

En una paz que nunca antes, en ningun viaje, había sentido.

De pronto sintió un suelo y algo de gravedad, un poco inferior a la de la Tierra, tambien que su cuerpo se había detenido y permanecía tumbado. Al abrir los ojos la imagen pudo ser mas familiar de lo que cabría esperar.

Estaba en una superestructura, de cientos de metros de alto y ancho, el color predominante era sin duda un blanco resplandeciente y la temperatura, quizá algo mas fría de lo que resultaría cómoda para un humano, tal vez entre siente y once grados centígrados y sorprendentemente, Adirael podía respirar perfectamente.

En cuanto a la finalidad, lo primero que se le pasaría por la cabeza a Adirael era extrañamente obvio, aquel lugar parecía una biblioteca, aunque sin duda, la mas grande que Adirael había visto en la realidad o en su imaginación.

Si Adirael se acercada a una de las paredes, descubriría que lo que había en ellas apiladados, parecían libros, no lo eran, eran bloques macizos muy parecidos, pero de naturaleza desconocida para el humano.

Cuando sus ojos se acostumbraron a aquel lugar blanco y brillante, Adirael descubrió otro aspecto inquietante de aquel lugar, era incapaz de ver el final de sus galerias y no porque algo se lo impidiese o la vista del psiquico fuese mala, simplemente, si enfocaba su vista hacia lo profundo de los grandes pasillos, aquella biblioteca parecía infinita.

Pasados apenas unos minutos, Adirael pudo ver movimiento una figura que venía de una de esas colosales galerías se acercó primero flotando y luego caminando hasta presentarse ante él.

Era mas alto que el psiquico, unos dos metros y diez centímetros. Su naturaleza, orgánica o tecnológica resultaba una incógnita incluso teniendolo delante, puede que incluso esa naturaleza fuese algo distinto a cuanto se conocía.

-Biblotecario- Hola Adirael. Te estaba esperando, yo soy el bibliotecario y esta es mi biblioteca. Bienvenido a Elysium.

Acto seguido le ofreció la mano, una mano fina y extraña de apenas tres dedos.

-Bibliotecario- Tengo entendido que esto es costumbre entre los tuyos a la hora de conocerse.

Dijo refiriendose al acto de darse la mano. Su comunicación era íntegramente telepática, pero sonaba en la cabeza de Adirael como si fuera una voz humana de lo mas normal y familiar, como si fuera un varón de unos treinta años, hablando un inglés neutro.

-Bibliotecario- De entre aquellos que buscan llegar a este lugar, tu eres el segundo que logra encontrar el camino, lo cual tiene un gran mérito.

Probablemente Adirael tenía preguntas, pero la serenidad de aquel ser y de su oz resultaban casi contagiosas, como si todos los problemas que Adirael había dejado atrás allí no importaran lo mas mínimo.

  Pero aquello, para Adirael, no podía ser la paz. Era su último destino, parte de lo que deseaba, pero tenía una responsabilidad y dejarla de lado, incluso para maravillarse, era demasiado egoísta. Disfrutar de aquella paradoja cósmica, de aquel laberinto infinito de respuestas y nuevos interrogantes sería condenarse a sí mismo y al universo que luchaba contra el fin de todo.

 El psíquico estrechó la mano de aquella entidad con cierta curiosidad en el rostro, y garantizó su presentación como alguien que no buscaba alterar la paz de aquella biblioteca corroborando la información que ofrecía.

 - El contacto físico supone una demostración de fiabilidad, si el apretón es firme, garantiza cierta confianza. Más allá del aspecto, es un protocolo que puede significar mucho más de lo que aparenta un gesto tan simple. - un gesto que traía consigo riesgos como la proliferación de gérmenes.

 - Pero creo que eso ya lo sabíais. - le trató con el protocolo adecuado, y agradeció con un gesto sentido de cabeza que hubiese optado por aquel saludo tan cercano a su especie y su cultura. El demonio estaba en los detalles.

 - El tiempo. - espetó con cierta premura que quiso disfrazar después con un tono más calmado que obviaba la sorpresa de aquel lugar pero no la necesidad de dar respuesta a los motivos que les habían llevado allí. - ¿transcurre de la misma forma aquí? - para los humanos el tiempo era una invención, fuera de la interpretación filosófica, podían tomarla como la cuarta dimensión. ¿Era el tiempo diferente allí? ¿Podían pararse a hablar detenidamente o estaban bajo el yugo de la incesante caída de una espada de Damocles.

 - Disculpad mi descaro.

 Pero de donde vengo puede que apenas queden unos minutos. - intentó ser optimista. Tal vez ya se había perdido todo, pues dos generales se habían encontrado dentro de Gólgota sin más defensa que Yehudit.

 Se moría por preguntar quien había llegado antes, pero se dijo a sí mismo que los últimos serían los primeros, y confió en que aquellos que buscaban aquel lugar eran seres como él, que buscaban una respuesta a la guerra, a su final.

 - Pero...¿sabíais que vendría? - Aquello torció el gesto de Adirael, ¿era incapaz de escapar del destino? Se creía libre de él en el momento en el que Belphegor había dejado de ver todas las posibilidades, o simplemente es que aquel bibliotecario...¿había estado observando desde las estrellas? - ¿quién...? - no pudo resistirse a preguntar por el primero en llegar...

 Porque no podía soportar su propia ignorancia, y no preguntar, sería más estúpido que realidad una pregunta idiota.

El último diablillo cayó y tanto Krahjotdaan como Geralt se pusieron en marcha. Puede que a la dragona guardiana no le gustaran los lugares angostos, pero igualmente era capaz de moverse con agilidad por ellos a pesar de su altura.

No encontraron mas resistencia a parte de la obvia: unas enormes compuertas que daban a la sala del nucleo del destructor. Flotando ahora al lado de Geralt estaba uno de los pequeños drones de Maggie.

-Maggie- Puedo intentar hackear la entrada, pero dado lo nuevo y desconocido de este constructo puede que me lleve algo mas de tiempo. Tal vez tu seas mas rápido hechandola abajo por la fuerza.

Geralt podía elegir entre esperar o intentar hechar esa puerta abajo antes de que Maggie la abriera.

-Krahjotdaan- Tampoco me gustan las puertas...

Dijo casi pensando en voz alta.

-Scott- Tranquilo, estoy yo solo aqui no creo que le llame la atención, hemos evacuado el perímetro alrededor del destructor para minimizar bajas, tampoco queremos que tú aplastes a nadie y te puedas mover sin miedo. Puedo llevar el misil hasta una lanzadera dentro del perímetro para asegurar el blanco, pero me temo que eso me llevaría demasiado tiempo.

A pesar de la movilidad del traje de Scott, para cuando llegara probablemente ya no fuese de ninguna ayuda al Incubo.

-Scott- Esperaré aqui, pero si quieres usar este petardo, no tardes, creo que ahora mismo me necesitan en otros tres sitios... a la vez.

Mientras tanto, Raven logró de nuevo dos dianas, haciendo saltar por los aires con el cañón de gran calibre del brazo el cañón del destructor. Luego las ametralladoras terminaron de destrozar uno de los brazos que estaba ayudando al destructor a emerger.

-Nova- Cuidado, Jason, si sobrepasas el 100% de calor todos los sistemas se apagarán durante unos segundos hasta entrar en una temperatura aceptable, de lo contrario, el nucleo de energía del Incubo explotaría.

Cargas de refrigerante agotadas.

Avisó por si acaso, quedarse apagado frente al enemigo o explotar no eran buenas opciones, pero de tener que elegir sería la primera.

Llegar hasta las puertas fue sencillo, ahora solo quedaba derribarlas y entrar o esperar a que Maggie las abriera.

-Creo que no disponemos de tiempo para esperar a que las abras, puede que derribarlas sea más rápido.- Y dicho eso cargue contra ellas con la espada. Aproveché mi velocidad para golpearlas dos veces en lugar de una y acelerar el proceso.

Esta vez, tampoco hizo falta que Krahjotdaan interviniera, parecía que mi fuerza bruta y aquella poderosa espada eramos suficientes para derribar aquella puerta y poder continuar con nuestro combate.

-Empiezo a sospechar que no te gusta nada que se interponga en nuestro camino.- Le dije a la dragona sin mirarla, no era necesario pues no era una pregunta, solo una observación expresada en voz alta.

El tacto de aquel ser era frio, como tocar cristal flexible.

-Me temo que el tiempo transcurre aqui de igual forma que en el lugar del que provienes, pero durante el viaje tu percepción temporal quedó anulada. Este viaje te ha llevado un dia, una hora y un minuto.

Utilizó unidades de medida tambien humanas.

-Tal vez teniendo en cuenta todo lo acontecido, tu llegada pudiera ser prevista, pero no fue así, símplemente, el camino que tú has abierto para llegar hasta aqui no se abre con mucha frecuencia. Asi que supe de tu llegada en el momento en el que partiste.

Dijo sin miedo a decepcionar las altas espectativas que parecía tener Adirael.

-En cualquier caso, el tiempo, es irrelevante aqui, puede que pronto entiendas por qué.

De pronto en el suelo se formó una circunferencia alrededor de ambos, luego ese círculo se levantó en forma de disco horizontal, elevando a ambos sobre el nivel del suelo y luego formando algo similar a una burbuja de energía transparente alrededor.

Al principio el disco comenzó a desplazarse lentamente por la galería.

-Tu predecesor fue Yaveh, una criatura, sin duda, extraordinaria. Puede que su sed de conocimiento fuera lo que le condujo ante mi, hace ya mucho tiempo. La pregunta es... ¿por qué has venido realmente tú, Adirael?.

Puede que la respuesta fuese obvia para Adirael, casi la había insinuado durante el saludo. Pero, ¿había algo mas? ¿que esperaba encontrar el psiquico en Elysium?.

- De acuerdo Scott - respondí - si tengo la oportunidad no dudare en usar ese petardo - pero por el momento tenía otras prioridades, el calentamiento del Incubo estaba en estado crítico, incluso con su enfriamiento normal, estaba en completa desventaja si seguía aumentando el calor de su núcleo, pero que otra posibilidad tenía.

- Recibido, solo debería mantener los niveles de calor regulados, no debería ser un problema - mencione mientras me preocupaba del otro cañón que aún seguía disparándome, desafortunadamente, el disparo logro darme de lleno apenas pude bloquear parte del daño con el brazo izquierdo del Incubo, pero seguía siendo un daño considerable a la estructura del mismo.

- Tch, rayos, Comenzando liberación del calor del Núcleo, abriendo escotillas de refrigeración externas - poco a poco podía observar como el calor concentrado del Incubo iba descendiendo en la cabina gracias a los sistemas holográficos del mismo.

- Con esto debería ser suficiente, pero no podremos aguantar mucho mas contra esa cosa si nos da un par de veces mas...- lo cual era un problema, una gota de sudor bajo desde mi frente hasta el mentón mientras trataba de trazar algún plan auxiliar, los misiles de Scott ahora se antojaban como una posibilidad pero no debía olvidar que toda acción que tomaba podría ser la ultima si no lo hacía con cuidado.

- Casi me siento mal por estropearle el juguete a Maggie - dije irónicamente tratando de no desesperarme - espero que estuviera en garantía...- luego de eso apreté los dientes y me centre en lo que tenía delante, pronto podría usar los sistemas auxiliares del Incubo que estaban en enfriamiento y podría actuar con mejor juicio, de momento, golpear y correr parecía la mejor estrategia.

Cuando Geralt se preparó para tirar la puerta abajo, Krahjotdaan avisó de su marcha.

-Krahgotdaan- Se ha acabado mi tiempo de lucha fuera del Valhalla, grohiik. Recuerda que me ata un juramento a Ragnarok, mi poder fuera del reino de las almas de los dragones, es muy limitado.

A cambio su poder en el Valhalla era practicamente absoluto. Ese era el sagrado y eterno pacto que había hecho con su madre.

Tras desaparecer, Geralt quedó a solas con una puerta que no le costó atravesar con Ouroboros, aquella espada atravesó el metal como si fuera mantequilla y formando un simple triángulo, Geralt pudo cortarla y patearla para hecharla abajo.

Los drones de Maggie entraron rápida y furtivamente tambien a la sala.

Ahora Geralt estaba ante una maravilla tecnológica de los demonios, un nucleo increiblemente potente de energía y no mas grande que un puño. Estaba en un extremo de la sala con un montón de anexos y dispositivos destinados a distribuir y controlar aquella energía y hacer funcionar el destructor.

Pero había un demonio encargado de guardar aquella sala, uno que Geralt no debería tomar a la ligera.

Portaba dos espadas, una en cada mano, ambas parecían muy afiladas y por la complexión del demonio, Geralt podría casi garantizar que era agilidad y perceptivo.

Caminó hasta colocarse ante el invocador de dragones y le retó. Solo uno iba a salir con vida de aquel duelo.

Pero antes de que Geralt parpadeara aquel demonio ya estaba encima del humano lanzando cores a una velocidad dificil de ver con los ojos.

Nada mas derribar la puerta, el demonio que custodiaba aquella sala se lanzo sobre mi, pillándome por sorpresa con su velocidad.

Lo único que pude hacer fue protegerme creando un Aegis sobre mi para mitigar un poco el daño recibido. -Parece mas fuerte de lo que pensaba.- Después de los demonios que me había encontrado en el interior de aquella cosa, no me esperaba a alguien tan fuerte ni veloz para proteger el núcleo, pero aquello era lo que permitía que el destructor de moviera, tenia sentido que lo protegieran fuertemente. 

En respuesta a los ataques de aquel demonio solté una mano de la espada y la apoye sobre la pared que mas cerca tenia. -Lo siento Krahjotdaan, pero tengo que robarte un poco mas de tiempo.- No sabia si podría con aquel demonio yo solo, pero había aprendido con el tiempo que un poco de ayuda extra siempre podía venir bien.

Tenia suerte de que el circulo de invocación para llamar a la dragona no tuviera que ser muy grande, pues así era mas fácil de realizar en cualquier lugar.

Krahjotdaan salio del circulo de invocación con las garras por delante, dispuesta a atacar a aquel demonio.

Krahjotdaan emergió del circulo de invocación de nuevo y asestó un golpe directo al torso del demonio guardián.

-Krahjotdaan- ¿No eres capaz de acabar con esta criatura tu solo? tal vez Ragnarok te tenga en demasiada estima.

Dijo con media sonrisa, puede que fuese en serio o puede que solo deseara molestar a Geralt, en cualquier caso, cuando sus garras hirieron al demonio, Geralt notaba como sus heridas comenzaban a cerrar mas rapido de lo que normalmente lo hacían.

El demonio respondió esta vez poniendo las espadas en forma de tijera y tratando de hacer un corte profundo a Geralt, de ser espadas normales y fuerza normal, el traje de combate podría detenerlas, pero ni una cosa ni la otra eran normales en aquel guardian.

Era agil y rápido, pero no era el enemigo con mas resistencia que Geralt había enfrentado, con un par de golpes certeros podría acabar con él... si le daba.

Al recibir el impacto, varias alarmas volvieron a saltar e incluso desde la cabina, Raven pudo escuchar explosiones internas e impactos metálicos por doquier.

-Nova- Atención, torso izquierdo perforado, componentes internos alcanzados, explosión de munición detectada, aislando compartimentos, haciendo recuento de daños...

Sin dejar un solo respiro el destructor continuó disparando contra el Incubo, las buenas noticias es que aquella pausa había permitido el enfriamiento y le había permitido salir de la zona de peligro por temperatura.

-Nova-...perdidos cinco cartuchos de munición de las ametralladoras, daños estructurales actualizados, el blindaje externo del Incubo se encuentra en estado crítico, componentes internos del Incubo expuestos en varias zonas, si recibimos mas impactos es altamente probable que perdamos mas sistemas de armas o de cualquier otra función.

El tiempo se le acababa, si recibía mas impactos seguiría perdiendo partes y componentes que sin duda iba a hechar de menos.

-Scott- ¡Jason! ¡tengo que irme, es cuestión de vida o muerte, si vas a querer el misil tiene que ser ya, mi equipo no puede esperar mas!.

Le instó a apresurarse, o mas bien a tomar una decisión, si no lo quería simplemente tenía que decirlo y Scott podría marcharse.

Aquel demonio volvió a atacarme con sus espadas y esta vez consiguió hacerme un corte profundo, del que comenzó a manar sangre. 

-Puede que si puede que no.- Le respondí a la dragona. -Pero acabo de volver a la vida, no me gustaría morir de nuevo.- Si antes pecaba de temerario, era posible que ahora estuviera pecando de cauto, pero no creo que fuera algo que me pudieran reprochar.

Sujetando la espada con fuerza y aprovechando la proximidad de mi enemigo, lancé un par de corte dirigidos a su pecho, si aquel demonio no conseguía evitarlos conseguiría abrirle el cuerpo y acabar con su vida.

Krahjotdaan por su parte, volvió a atacar con las garras, parecía que no contra aquel enemigo no iba a usar ninguna de sus habilidades, o al menos, no por ahora.

Mientras el recuento de daño aún continuaba, debía concentrarme en el Destructor que aún seguía disparando, sin un solo segundo de descanso, apunte los cañones de las ametralladoras al Cañon mientras el mismo me continuaba disparando.

- 10-4, voy de camino - respondí mientras me ocupaba de los disparos y respondía en consecuencia, sin mucha suerte, el disparo del destructor me había logrado dar de lleno, sin dudar un instante use el brazo izquierdo consciente de que podría perderlo en el proceso, un riesgo controlado con tal de proteger la integridad del resto de armas.

- Mierda, ametralladoras, fuego a discreción - En cuanto las ametralladoras pararon me gire rápidamente para localizar a Scott e ir lo mas rápido posible a su ubicación.

- Propulsores, Iniciados... - Con un empuje a media potencia me dirigiría a Scott con la esperanza de que aquel misil me asegurará la victoria contra el destructor, o por lo menos, evitar mi propia destrucción.

- Nova, sistema de soporte auxiliar, encárgate de el, Despliega la barrera contra el siguiente disparo del cañón si no soy capaz de activarlo personalmente - indique previendo mi próximo ataque - Usaremos esos misiles mientras estemos protegidos con la barrera, eso nos dará algo de tiempo - explique mientras pilotaba Incubo tratando de controlar la potencia de los propulsores sin que nos perjudicará mas de lo que ya estábamos.

- Vamos Geralt, no tengo todo el tiempo del mundo...- pensé esperando algún tipo de respuesta o comunicación favorable de su parte.