Partida Rol por web

El traje me tiraba de la sisa y no podía mover bien los brazos. Me sentía muy incómodo con aquello puesto. Una vez en la exclusa, nos preparamos para salir al exterior y enfrentarnos a la vastedad del espacio. Llevaba un maletín lleno de herramientas, que nos servirían para poder entrar en la nave y hacer cuanto fuera necesario hacer allí.

-"Capitán, me temo que no podremos engancharnos a la Greta con cables tensores. Tendremos que llegar a la nave esquivando los asteroides, usando los equipos de propulsión. Si estuviéramos atados, no tendríamos la movilidad suficiente."

No me gustaba la idea, pero era necesario poder moverse libremente. ¿Qué ocurriría si un asteroide enganchaba el cable? Tanto nosotros como la Greta se vería arrastrada sin remedio. En este justo momento, recordé que no había meado en mucho tiempo y la vejiga me apretaba. El miedo hacía que tuviera más ganas de mear. Tendría que aguantar hasta la vuelta. Me preparé para salir al exterior...

McFadden se acercó a la caja y miró, colocó la oreja, palpó.... solo le faltó darle un mordisco para analizar a qué sabía aquel contenedor. El caso era que no detectó gran cosa. Estaba a temperatura ambiente y no era capaz de captar nada desde allí fuera. Eso sí, se veía que era completamente hermético y que para abrirlo, iba a tener que romperlo.

Dudaba que estuviera al vacío, pero también podía ser, con lo que desconocía los efectos que el aire podría tener en lo que estaban transportando.

¿Podía haber salido algo de allí dentro? Desde luego, no daba la sensación, pero no sería la primera vez que sus sentidos le engañaban y había algo que se le pasaba por alto.

La llegada de Doc y Tristán hizo que al menos, no fuera una decisión que tuviera que tomar solo, aunque las órdenes eran claras: averiguar lo que había dentro. Solo que... ¿y si la jodían abriéndolos?

- Está cerrada de forma hermética. - Comentó. - ​​​​No oigo nada, ni tengo ni la más remota idea de que puede contener. - Les dijo a sus compañeros. - ¿Podéis acercaros y tratar de averiguar algo? 

En ese momento sacó su pistola y la montó. Si dentro de aquella valija había algo hostil, lo cosería a balazos una vez saliera de aquel contenedor. McFadden dio unos pasos atrás y mantuvo la pistola apuntando hacia el suelo, pero en dirección al cargamento, listo para abrir fuego.

- Y si no descubris nada, habrá que abrirlo. - Dejó caer. - Estoy listo para lo que sea...

Pues como no queráis que le ponga un tirita no sé qué otra cosa puedo hacer.- Se rascó la gorra mirando inexpresivamente la caja.- Esta cosa me da mala espina, tíos. Desde que está aquí solo hemos tenido mala suerte. La patrullera, el fallo en la energía...- Iba a empezar a enumerar desastres hasta que su vista se posó en el ingeniero.- ¡Tristan! ¡Tú eres ingeniero!- Dijo descubriendo lo evidente.- ¡Tío!, tú arreglas cosas, montas, desmontas.... vamos, todo eso que hacéis. ¡Seguro que puedes abrir esa caja!

Los tres hombres que aguardaban en la esclusa, tenían una gran responsabilidad en sus espaldas, si no conseguían esa fuente de energía estarían perdidos. Rook miró al capitán y al ingeniero Starmets dentro de sus trajes, y con su carga de herramientas —si realmente necesitamos eso más vale que no lo pierdas— dijo señalando al maletín. Tenía que decir algo para distraer su mente mientras se terminaba de despresurizar el habitáculo que daba al exterior de la nave, y así, no pensar en todo lo que podía ir mal.

—Muy bien, Stamets tiene razón, no podemos asegurarnos a la Greta, así que no os alejéis mucho y cuidado con esos pedruscos.

La situación en el exterior se veia igual de complicada que desde la Greta. No había motivo por lo que retrasar aquella pequeño excursión, así que activó los propulsores y comienzo la aproximación al cinturón de asteroides.

Las tres figuras se acercaron poco a poco a los asteroides. Los fragmentos de roca no parecían tan grandes en un principio, pero a medida que se aproximaban, el grupo se daba cuenta de que los había de todos los tamaños posibles y que los mayores, daban la sensación de ocupar todo el sitio posible.

Los más pequeños salían rebotados en todas direcciones, realizando giros caóticos que suponían un pequeño desafío para evitar su colisión. Ninguna nave podría atravesar aquello sin un escudo energético, porque no tardaría em ser atravesado por un sinfín de fragmentos que acabarían por dejarla para el desguace, pero ellos, individualmente sí que tenían más opciones.

Aquello era un verdadero suicidio. Atravesar un campo de asteroides sin un cable que los asegurara a Greta era una locura. John ya se veía flotando en el espacio como un idiota, esperando el final. Pero había que intentarlo. Lo que no le gustaba tanto es que fueran 3 los que hicieran el trayecto. Triplicaba las posibilidades de que algo saliera mal. Lo mejor era ir despacio, aunque no era garantía de nada. Esperaba que sus compañeros llegaran a salvo. 

Le di un último trago a la botella y la dejé en el suelo, acercándome al contenedor con pasos un tanto inestables. Estaba mareado.  

¡Tristan! ¡Tú eres ingeniero!- Dijo descubriendo lo evidente.- ¡Tío!, tú arreglas cosas, montas, desmontas.... vamos, todo eso que hacéis. ¡Seguro que puedes abrir esa caja!

- Siii...yo puedo...ya veréis - le respondí a Doc. 

Toqué la superficie y no estaba tan fría como esperaba. Deslicé las manos buscando algún tipo de irregularidad que pudiera asemejarse a algún mecanismo de apertura y cierre. Por pura lógica debía tenerlo, salvo que contuviera algo inteligente en su interior y la apertura se controlara desde dentro. 

Ese pensamiento comenzó a incomodarme. 

El capitán Smith iba el primero, abriendo el camino, seguido por mi y por último de Rook. Era muy complicado esquivar los asteroides, ya que no tenía un campo de visión de trescientos sesenta grados. Solo veía lo que tenía delante, y si algo me venía por los lados o por detrás... pues jodidos estábamos. El capitán aceleró para que fuéramos rápido, así que yo hice lo mismo. Al poco de avanzar, un pequeño fragmento de roca rozó el traje de Jhon, haciéndole virar a lo loco. Yo me acerqué con cuidado e intenté agarrarle para estabilizarle.

El silencio del capitán Smith nos dejaba ver que no estaba muy contento, la seguridad era importante para él, y no había ninguna en la travesía hasta la otra nave.«Mejor así todos calladitos, nos concentraremos mejor». —!Cuidado¡

El campo de asteroides era un enorme impedimento para el equipo. Smith ha duras penas logró darse cuenta en el último momento de una pequeña lluvia de fragmentos que venía hacia él, o hacia el cual se dirigía, evitándolos por poco, y Stamets tampoco lo tuvo nada fácil para avanzar sin contratiempos.

Pero Hate no se movía igual que pilotaba. No se percató de la proximidad de una enorme roca que se dirigía hacia él y que le cerró el paso, haciendo que todo lo que no fuese la superficie de aquel asteroide, desapareciese delante de sus ojos.

Los demás solo vieron una sombra que intercedía y al girarse, se dieron cuenta de que aquella roca estaba a punto de impactar contra Hate, aplastándolo contra su superficie y seguramente, acabando con él. 

Hate solo tenía una oportunidad, una, y era activar sus impulsores al máximo para salir despedido en otra dirección, alejándose de aquel lugar.

Tristán consiguió localizar un mecanismo de apertura que parecía estar justo debajo de la tapa del contenedor. Era como una pequeña pestaña y al tocarla, hizo que la tapa se abriese automáticamente, lanzando una nube de gases hacia el techo que os cubrió después completamente, haciendoos toser, incómodos, y que solo después de unos segundos terminó por disiparse.

Al hacerlo, mirasteis en el contenedor. En su interior había como una especie de huevo gigante, completamente cerrado pero de aspecto viscoso y superficie irregular. Solo veíais la parte superior, que presentaba dos surcos que se cruzaban formando una especie de "X", pero no costaba averiguar la forma del conjunto, y al darle la luz, aún pudisteis distinguir una cosa más.

Parecía haber algo en su interior; algo... vivo.