Partida Rol por web

El espadachín dio un paso adelante y lanzó el estoque a fondo sobre la asquerosa rata que se hallaba más cerca. La criatura era esquiva y el estoque paso a penas unos centimetros de su cuerpo... Eklerion dudaba que el acero hubiera herido a su oponente, de todas maneras se puso en guardia en espera del inevitable contraataque...

La mestiza infernal se lanzó cuchillo en mano y torpemente contra la alimaña monstruosa quien intentó esquivar el ataque. Chaffeaux era una pistolera excelente y poseía una puntería superior, pero en cuanto a la lucha cuerpo a cuerpo se refería era una insegura y debilucha colegiala como demostró insitu.

No obstante aprendía rápido y aunque débilmente la muchacha logró asestar un golpe a la criatura.

Por unos segundos, Eklerion pensó que había marrado la oportunidad de ensartar a aquel enorme roedor con la punta de su estoque, pero nada más lejos de la realidad. La espada de alquiler se sorprendió positivamente, cuando observó que los escombros del lugar se empapaban de un profuso charco de sangre que crecía con velocidad, mientras el cuerpo inerte rata abotargada convulsionaba entre espasmos,

Por su parte, Chaffeaux, se abalanzó sobre una más que emergió bajo unas rocas y ladrillos. La tiefling se agachó con agilidad y descargó una tajo con su daga, hallando carne y sangre en su rápida excursión, pero aunque la criatura masculló dolorida, permanecía viva.

Repentinamente, aquellas ratas tan grandes como gatos, saltaron sobre los Nuevos Cuervos de Plata. Cada uno de ellos, logró evitar la furia de aquellos roedores... Bueno, todos no.

Val sufrió un feo mordisco en una de sus patas, pero tras mostrar su dentadura, el lobo se sobrepuso para continuar la lucha.

Gracias a sus ágiles reflejos, la ninja consigue esquivar el intento de mordisco de la enorme rata, casi semejante en tamaño a un gato callejero. Dando un paso atrás, Saeko se prepara para lanzar nuevamente sendos shurikens al enorme roedor, mientras se prepara con sus wakizashis gemelos.

Val prosigue su lucha contra la crecida y violenta rata, resultando el roedor en una criatura escurridiza pese a su tamaño.

Nath, previendo que otra de las ratas va a atacarle a él, trata de zafarse momentáneamente y se acerca al lobo, espalda contra espalda. Después invoca su magia para causar mala suerte al monstruo.

Mick se alejó de la rata que tenía al lado con una zancada larga y le disparó otra flecha impactandola de lleno, se lo debía después del fallo tonto que había tenido hace unos segundos.

El ataque desastrado que había lanzado sin pararse a pensar sorpresivamente dio en el blanco y atravesó al roedor acabando con su vida. Dio un paso al frente y lanzó el estoque contra el enemigo que acosaba a Chaffeaux.... Otro ataque sin ton ni son, el espadachín no acababa de coger la cadencia elegante que le caracterizaba.

Las criaturas eran escurridizas y empleaban los escombros a su favor. Se notaba que aquel lugar se había convertido en su madriguera, pues aparecían y desaparecían entre los cascotes de aquel edificio ruinoso.

Tanner, dio un paso desde su posición elevada, y tras tensar su arco, lanzó un flechazo que esta ocasión, apuntaló al roedor contra el suelo. Nath, viendo que Val aguantaba los embates de la infecta rata, decidió ayudar con una de sus maldiciones a la que encimaba a Saeko. La ninja volvió a ser certera con su extraña arma arrojadiza, pero no logró acabar con la vida de la criatura.

Por su parte, Eklerion lanzó una nueva estocada, pero en esta ocasión, su sensación de fallo fue real. El abotargado cuerpo de la rata herida por Chaffeaux, consiguió superar la punzada del espadachín, cuyo filo pasó rozando su ralo pelaje.

Emocionada como estaba por haber malherido a la criatura nauseabunda siendo su peor faceta el combate cuerpo a cuerpo, la joven Tiefling insistió en una torpe coreografía de lanzadas infructuosas y descoordinadas que entorpecieron las gráciles y potentes estocadas del espadachín quien casi tropieza con la muchacha ciega de sangre... estaba claro que la muchacha debía encontrar una alternativa silenciosa a la pistola, pero un cuchillo no parecía ser la solución, quizás una ballesta sería lo más apropiado.

Las ratas se revolvieron con rapidez. Saeko pudo esquivar a la suya, pues ésta chocó contra una viga de madera caída, pero Val y Chaffeaux no tuvieron tanta fortuna. Los dientes de los roedores hallaron carne y se cebaron en ello. El peor parado fue el lobo de Nath, pues la herida recibida fue de mayor tamaño y bastante fea de aspecto...

Tras el acierto inicial la pistolera pretendía ensañarse con la criatura, pero a cada golpe que erraba se hacía latente lo poco hábil que era la muchacha con este tipo de arma... de nuevo la hoja del cuchillo, que inicialmente se detectó como mágico y que resulto no serlo al final, se estrelló contra una pila de escombros en vez de contra la purulenta carne del rátido.

Un grácil paso, un medio giro, el estoque bailó.... El acero perforó el cuerpo de la rata apestosa. Eklerion había encontrado el ritmo adecuado.

Se volvió a poner en guardia, esperando....

Saeko, viendo que la rata aguantaba estoicamente los cortes de sus shurikens, se decidió por atacarla con un corte limpio de su wakizashi izquierdo, el que mejor manejaba.

A Val le está empezando a costar seguir el ritmo de la rata terrible que le atosiga; además su sangre envenenada le aturde un poco, y sigue sin poner conectar un mordisco contra la carne del monstruo.

Preocupado por su lobo, Nath dirige ahora su poder hacia esa rata...

Con pies ligeros Mick cogió angulo para disparar a la siguiente rata gigante, la que se enfrentaba al lobo ya que confiaba en que el espadachín diera cuenta de su herido oponente.

Con arrebato fulgurante y coordinado, los integrantes del grupo lograron derrotar con suficiencia al grupo de roedores gigantes. Las bestias habían defendido su territorio con todos los medios que estaban a su abasto, pero fueron inútiles todos sus esfuerzos. Una a una, las ratas fueron cayendo tras los certeros ataques de Saeko, Eklerion y Mick... por fin quedaron libres.

Sin pensarlo, cogieron el cofre recuperado y se apartaron lo suficiente para no ser observados por ojos indiscretos. Una vez tranquilos, abrieron la cubierta polvorienta de dicho arcón y en su interior hallaron: un conjunto de siete pociones y un portapergaminos con cuatro rollos en su interior.

Cuando por fín acabaron con las ratas, los cuervos de plata pusieron pies en polvorosa con el cofre recuperado. Una vez en su escondite, revisaron que en su interior guardaba varios viales y pergaminos, que deberían ser estudiados, a todas luces, por el que tenía más conocimientos arcanos del grupo: Natharius.

Un par de días pasaron sin mucho más que hacer, así que, mientras unos se afanaban en dar con la utilidad del botín del cofre, Saeko se dedicó a meditar y realizar katas aprendidas antaño con sus hojas gemelas, y no perder el tiempo en otras cosas.

Por fin, descubrieron que se trataba de un arsenal de pociones de curación, así como algunos pergaminos sanadores y de efectos varios que no acababa de comprender la joven ninja.

- Bueno, al menos hemos sacado algo interesante después de todo. - Comentó a sus compañeros al enterarse de la utilidad del botín.

- Ojalá hubiésemos contado con estos objetos antes... - Comenta recordando sus heridas de hace un tiempo a este. - Muy bien, ahora que hemos curado nuestras heridas, conocemos el botín que hemos conseguido, creo que llevamos varios días sin hacer nada y me estoy aburriendo, y creo que no soy la única. Va siendo hora de que los cuervos de plata actúen. Recordáis esa taberna... ¿Cómo se llamaba? si, esa que nos dijo Victocora... ¡Blasón! La taberna del blasón. Aún nos queda por echar un vistazo allí. Deberíamos repartir todos estos objetos¹ y llevarlos como recursos que son a nuestra próxima incursión a dicho lugar, nunca se sabe que podremos encontrar allí. Puede que las ratas no sean nuestro único problema la próxima vez...

Ante la postura efusiva de la ninja Saeko Chaffeaux se sintió animosa, estaba con ella, llevaban días sin hacer nada interesante y la revolución no se iba a hacer sola. Observó los objetos del cofre encontrado y tras levantarse las gafas para usarla como diadema comentó:

Tal vez deberíamos repartir los viales curativos entre todos por igual y los pergaminos... levantó los hombros mientras sonreía que remedio, no Nath? luego prosiguió creo que es la forma de que siempre tengamos todos a nuestro alcance la posibilidad de curarnos o curar a alguien imposibilitado... más que nada porque no tenemos a nadie que se encargue de estos menesteres. Concluyó agachando la cabeza tímidamente

Torpemente, Nath se guarda los pergaminos sonriendo de oreja a oreja.