Partida Rol por web

en las sombras

Londres

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07/04/2010, 12:46
Director

La bicicleta tracalateó por el empedrado suelo de la rica Kensington. Su conductor, un adolescente sudado, con un desgastado uniforme de correos y una bolsa de lona en la espalda, contrastaba con los adinerados viandantes que habían aprovechado los ligeros claros de ese sábado por la mañana para pasear y disfrutar del aire fresco del otoño que comenzaba.

Con un bandazo, giró desde la Kensington High Street y se coló por una calle más estrecha, con sus amplias casas ajardinadas y bajó la ligera pendiente hasta que, haciendo chirriar los frenos se detuvo frente a un amplio (pero quizá bastante descuidado) caserón victoriano.

Sacando un paquete de su bolsa, comprobó la dirección por última vez, aparcó la bicicleta secándose la frente con un sucio pañuelo, y llamó al aldabón de la casa.

En escasos segundos, un mayordomo estirado abrió el portón y con rictus serio, esperó a que el empleado abriese la boca:

- ¿Es la residencia temporal de la señorita Atef Durand? -preguntó aún algo falto de aliento.

Ante la muda afirmación del mayordomo, sacó un impreso y una pluma, pidiendo:

-Tengo un giro certificado. ¿Podría firmarlo ella misma?

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07/04/2010, 14:00
Elizabetha Durand

El jardín del caserón de Mortimer no está nada mal, piensa Elizabetha. Lo malo es que las malas hierbas lo inundan todo, estropeando las flores. Hasta hay un árbol tirado por el suelo, que debió pudrirse por falta de cuidado. A ella no le gusta nada estar en un sitio mantenida, y ha decidido arreglar el jardín mientras espera esa beca de la House of Chicago.

Como siempre, escandalizó al servicio cuando salió vestida de hombre y empezó a convertir el tronco caído en leña para la chimenea. ¡Toc¡, ¡Toc¡, ¡Toc¡. La señorita Durand está acostumbrada a usar el hacha para combatir las frías noches del desierto, así que con unos pantalones cortos, una camisa de asas y unas botas gruesas que utilizó en sus expediciones, está haciendo algo útil.

Desde las vidrieras de la cocina ve a veces a la cocinera mirándola mal, y hasta hace un momento también la miraba el mayordomo antipático que Mórtimer tiene en la mansión. El pinche sólo la miró una vez, pero al intuir sus pensamientos Eli le guiñó un ojo, y desapareció todo colorado.

¡Ah¡, aquí está el mayordomo, todo estirado, diciendo que alguien la espera en la puerta. -¿No irá a salir así la señorita?-, dice el sirviente. A Eli no le importa salir sudando o vestida de hombre, no entiende todos esos remilgos de snobs de ciudad. A lo mejor por eso tiene la fama que tiene, piensa. Se encoge de hombros, sonríe al mayordomo y sale a la puerta a ver qué es lo que le espera.

El recadero la mira sorprendido, mientras ella firma la recogida del paquete y lo abre curiosa. "Gracias chico, toma una propina para gastar", le dice mientras desenvuelve el paquete. ¿Qué será lo que ha llegado para ella?.

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07/04/2010, 14:31
Director

El chico se marcha tan rápido como llegó (y quizás más feliz por la propina), dando un fuerte portazo (cosa que hace que el mayordomo McHollister se estremezca). 

Al desgarrar el paquete ves que el matasellos de de Escocia, y es basante delgado.

En el interior hay un cheque al portador y una carta manuscrita que reza:

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07/04/2010, 15:37
Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III

Lord Mortimer salio del estudio con aire ausente, su busqueda entre sus libros habia sido bastante infructuosa, y el ruido del hacha no le habia ayudado mucho.

Escucho distraidamente las quejas de McHollister sobre su invitada, su forma de vestir, hablar y actuar no eran nada adecuadas para una señorita, distraia al servicio y era un mal ejemplo.

Al llegar al recibidor se confirmo todo lo dicho por McHolister, vestida de hombre y con aspecto de haber sudado "¿seria ella la del hacha?" leia una carta

- Señorita Durand, espero que sean buenas noticias

y ya a su lado examinando con un ligero gesto de desaprobacion su ropa (y con menos desaprovacion sus curvas)

- ¿tal vez necesita algun vestido? odiaria que alguien pensase que no atiendo adecuadamente a mis huespedes

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07/04/2010, 23:47
Elizabetha Durand

Eli está leyendo la nota cuando llega Mortimer del piso de arriba, mirándola con desaprobación. "Hola tío Mortimer... ¿eh?, ¿mis ropas?, ah, es que estaba cortando leña, me hace sentir util. Ya casi tienes todo el árbol del jardín listo para quemar en la chimenea... pero creo que no podré ayudarte con lo demás, mira la nota que ha llegado", dice enseñándosela.

Cuando se acerca se da cuenta de la mirada que le lanza y se sube un momento el escote de la camisa antes de seguir hablando, "Es muy raro, no dice casi nada en la carta, pero está claro que necesita ayuda... espero que no se haya metido en ningún lío, creo que voy a ir a ayudarle, aquí tengo dinero para llegar. Me doy un baño, me disfrazo con algunas ropas de señoritinga y meto mi ropa de verdad en la maleta. Edwar es un buen amigo, pero es muy joven, y creo que fue solo allí. Algo lo habrá asustado, algún matón de la zona, seguro. Yo sé tratar con ellos, en el desierto ya lo hice... por favor, pídele a alguien del servicio que vaya a comprar transporte hasta allí, quiero salir lo antes posible", sonríe a Mortimer.

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08/04/2010, 00:22
Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III

- si por supuesto, McHollister se encargara del billete de tren, y tal vez una reserva en hotel-

murmura distraido mientras lee la carta

- "cosas extrañas que me veo incapaz de comprender" no es lo que se dice cuando uno tiene problemas con matones, ¿a que me has dicho que se dedica este edward?-

algo en la carta le ha puesto nervioso, y vuelve a releerla lentamente

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08/04/2010, 07:55
Director

Las volutas de niebla se estiraban para intentar atrapar los radios de la bicicleta que marchaba por la High Street de Whitechapel, pero se veían rotos por su constante girar. El ocupante del vehículo, un chiquillo de apenas doce años, ejecutaba con movimientos rítmicos, rutinarios, su labor: agarraba los periódicos de la cesta y los arrojaba a los portales de los edificios que podían permitirse el estar suscritos (pocos en este barrio, de ahí la velocidad del repartidor).

Uno de los periódicos lanzados no golpeó la puerta como en las demás casas, pues esta se acababa de abrir de forma sincronizada con el lanzamiento y golpeó en las rodillas del ocupante de la casa. Con sorpresa, éste, un tiarrón de treintaymuchos años lo recogió. Con cara de preocupación, seguramente a causa de su trabajo, se giró cerrando la puerta en la que se podía ver una placa:

RAYMOND ALLEN

INVESTIGADOR PRIVADO

Notas de juego

Este mes está siendo especialmente duro en cuestiones económicas. La gente, a pesar de que la ciudad apesta a corrupción y delincuencia, prefiere solventar sus problemas por ellos mismos a pedir ayuda de un profesional. El único trabajo decente (y bien pagado, por cierto) ha sido el que te proporcionó Lord Mortimer Waldorf, que al parecer está investigando la muerte de su hijo en estas tierras. El problema es que has hecho pocos avances, por no decir ninguno, y empiezas a pensar que los delirios paranoicos del noble sólo sean producto de su imaginación al sospechar de conspiraciones que parecen no tener ninguna base.

Eso sí, deberías ponerte las pilas o pronto te verás cerrando tu chiringuito y mendigando por las callejuelas de Whitechapel.

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08/04/2010, 09:20
Elizabetha Durand

Mientras se dirige a la escalera para cambiarse, Eli le da una corta explicación a Mortimer: "Es un amigo mío, de la universidad... estaba muy contento por ir a Escocia, muy ilusionado, pero todavía es muy joven... estoy segura de que esas cosas que no comprende son sabotajes o comportamientos de los lugareños, que siempre están dificultando las excavaciones. Se piensan que las piezas que se extraen son suyas, y todo eso...".

De repente, se para en mitad de la escalera. -Vaya... menuda ingrata soy...-, dice volviendo a bajar y poniéndole la mano en el hombro a su amigo. -Muchas gracias por ayudarme aquí en Londres y por dejarme estar en tu casa. Supongo que ya sabías lo agradecida que estoy, pero como no me criaron como una señorita no suelo decirlo lo suficientemente a menudo-, dice sonriéndole. -Te daría un abrazo pero estoy llena de tierra del jardín... ¿puedo hacer algo por tí para pagarte tu amabilidad?-. Luego se muerde el labio inferior, desviando la mirada. -Mis padres no quisieron alojarme en su casa y tú me has ayudado mucho a cambio de nada... de verdad muchas gracias-.

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08/04/2010, 11:09
Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III

- mm, si sabotajes y hurtos, debe ser eso, si hay algo universal es la mezquindad de los iletrados y la inocencia de los jovenes- Mortimer pliega la carta y descarta su mal presentimiento

 

Parece entre sorprendido y divertido por el agradecimiento de Eli - Ha sido un placer ayudarte y ya has hecho bastante por esta casa. Y no me refiero a cortar el arbol, esto ha estado muy melancolico desde... - el rostro de Mortimer se ensombrece - desde la muerte de Edmund-

permanece un momento en silencio, luego suspira y vuelve a sonreir

- has sido un soplo de aire fresco que me ha ayudado mucho, creo que yo deberia darte las gracias a ti-

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08/04/2010, 11:37
Elizabetha Durand

La Srta. Durand no sabe muy bien como reaccionar ante la mención de la muerte de Edmund, así que se queda un poco aturdida hasta las palabras amistosas de Mortimer.  Luego asiente apretando los labios en una sonrisa. "Te echaré de menos en Escocia. Voy a darles un buen dolor de cabeza a esos escoceses hasta que dejen tranquilo a mi amigo... te enviaré cartas y te tendré informado ¿vale?. ¡Voy a hacer la maleta¡", dice trotando escaleras arriba hacia su habitación.

Notas de juego

Me confundi ya lo cambio XD he leido tu historia de tu hoja de personaje :)

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08/04/2010, 12:15
Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III

Mortimer permanece un momento observando como Elizabetha sube las escaleras, luego se marcha a hacer que alguien se encarge de su billete de tren

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12/04/2010, 07:01
Raymond Allen

Miro el diario que tengo en la mano mientras termino de cerrar la puerta de entrada a la casa. "Otra vez a tiempo", pienso en relación a la llegada del periódico. Comienzo a caminar por el pasillo en dirección a la sala de estudio. En realidad, más que sala de estudio sería la recepción para la clientela... algo escasa ahora esta última, pero que en momentos ha sido buena. Paso por la puerta y la dejo abierta para ventilar un poco el humo que se mantiene suspendido por doquier.

El periódico cae sobre el escritorio mientras me acerco a la ventana. Desajusto un poco la corbata y lanzo el mondadientes dentro del cubo de basura cercano. Mi mano derecha se mueve hacia el bolsillo retirando una cigarrera y una caja de fósforos. Enciendo un cigarro y me quedo pensando mientras veo ir y venir a la gente de Whitechapel por la calle. "Me estoy poniendo viejo... ya no sirvo para este trabajo... ¿qué carajo me pasa?". Mi cabeza da vueltas y vueltas, abrumada por los problemas que el caso que actualmente llevo me generan.

Decido tomar asiento y comienzo a extraer, de entre el papelerío sobre el escritorio y entre los cajones, los datos con los que hasta ahora cuento sobre el caso del "Lordsito" asesinado. Pienso y pienso, y releo todos los papeles, pero mi cabeza no funciona aún con las escasas horas de la mañana.

Tomo el vaso que se encuentra a un costado y vierto un poco de whisky en él. Tal vez eso podría espabilarme un poco. Al mismo tiempo, agarro el diario y comienzo a ojearlo para ver qué noticias han salido hoy. Mis ojos se pasean por las letras impresas del papel y, a la par, voy tratando de hilvanar la escasa información con la que cuento. "Esto va a ser difícil, pero lo mejor será tomármelo con un poco más de calma", lucubro mientras doy sorbos a la bebida y continúo mi lectura.

Notas de juego

Me gustaría saber con que datos cuento... ¿qué me ha dicho el padre hasta ahora? ¿he sentido que se ha guardado algo? ¿qué son esas conspiraciones de las que habla? ¿qué hacia el joven, estaba metido en algún lío? ¿qué he podido averiguar por otro lado?... o sea, todo lo que tenga sobre la investigación como para saber la base con la que cuento y moverme en consecuencia, jeje. Salute ^^.

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13/04/2010, 08:23
Director

En 1907 se caso, un matrimonio acordado entre familias que resulto funcionar bastante bien pese a las largas ausencias de Mortimer sirviendo en el ejercito de su majestad en Afganistan, en 1909 al morir su padre volvio a inglaterra y paso a ser Lord Mortimer, y poco despues nacio su primogenito Edmund

Con la gran guerra sirvio en turquia, donde se retiro con honores al recibir una herida en combate, aunque ya esta curada de vez en cuando aun le duele la cadera y recuerda el combate en el valle de Issmahl.

En 1920 su mujer murio de fiebres poco despues de dar a luz a su hija Victoria.

Se sintio muy orgulloso cuando su hijo se alisto en el ejercito, sin embargo cuando este murio en extrañas circunstancias en tierra inglesa se sintio muy perturbado, nadie fue capaz de explicarle nada y lo poco que descubrio en su investigacion personal le dejo aun mas confundido, un negro enemigo a la corona parece esconderse en suelo britanico, en la propia Isla madre¡¡, viendo esto decidio investigar un poco mas por su cuenta y mucho más tarde te contrató para que averiguases más.

Aún estás con los preliminares, y has acordado que debes hablar con él hoy o mañana como muy tarde para seguir ultimando detalles. Vive en el próspero barrio de Kensington, donde solo has ido una vez.

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13/04/2010, 20:48
Raymond Allen

Dejo el vaso vacío a un costado y tiro el periódico nuevamente en el escritorio. Echo mi cabeza hacia atrás y lanzo un suspiro. "Bueno, será momento de ponerse en marcha", me digo.

Me acerco al perchero y tomo de él mi sobretodo y sombrero grises. No me había percatado del clima que se ceñía en la zona, aunque igualmente llevaría mi abrigo de todas formas. Tomo los papeles con los que cuento sobre el caso y los llevo a uno de los libros trampa que guardo en la biblioteca. Un simple y burdo tomo de La Isla del Tesoro de Robert Stevenson, literatura que no me agrada mucho y que no había sufrido al destripar un poco, se ubica en mis manos; en su interior se ven algunas hojas como si fuese un libro normal, aunque pasando un poco se encuentra un compartimiento donde guardar cosas.

Vuelvo a dejar el libro y me dirijo a la puerta. En el camino guardo mi revolver, una hermosa compañía de la que sabía la policía que disponía y me dejaba portarla sin problemas. Era posible que luego de encontrarme con mi cliente pudiese o no volver hasta aquí. El tiempo lo diría.

Aseguro las ventanas de la casa y cierro cada puerta con llave. Luego salgo del lugar cerrando también la puerta de entrada, como es lógico, con cerrojo. A algunos podría parecerle medidas un tanto exageradas, pero vivir en este distrito no es algo seguro. Igualmente aquí la gente me conoce y respeta. Haber vivido siempre por este lugar trae sus beneficios... sobre todo si nunca has creado problemas.

Comienzo a caminar por las calles hasta que doy con uno de los transportes que suelen encontrarse por estos lares. Me acerco y muevo mi sombrero a modo de saludo. Posteriormente, subo y me dejo caer en el asiento. Saco mi cabeza por la ventanilla y miro hacia el conductor que me observa.

"- Al barrio de Kensington- le digo-. Una vez ahí, te diré por dónde ir- agrego".

Me lanzo otra vez hacia la comodidad del mullido asiento y espero mientras me dirijo al encuentro de Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III.

Notas de juego

Imagino que la dirección específica la sé, así que cuando lleguemos se lo digo y seguimos derecho a la casa :P.

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14/04/2010, 08:16
Director

Los pocos rayos de luz que se intentan colar por la brumosa atmósfera del amanecer londinense empiezan a borrar los rastros de lo siniestro y lúgubre de la noche: la gente de mala vida se retira a descansar sus penas, los mendigos se protegen con cartones y la vida, la gente decente y la juventud afloran (con caras somnolientas, eso sí) y llenan de vida la ciudad.

El vehículo bordea la City con el Támesis vislumbrándose de vez en cuando entre los edificios y, pasado este, se adentra circunvalando el enorme Hyde Park, donde el vecindario poco tiene ya que ver con tu querido y odiado a la vez Whitechapel. Las casas se vuelven más lujosas, la gente que pasea ante ellas parece tener pocos problemas monetarios (te consuela pensar que los tendrá de otro tipo), e incluso el sol parece brillar más aquí.

Orientas al conductor que, con un bandazo, gira desde la Kensington High Street y se cuela por una calle más estrecha, con sus amplias casas ajardinadas y baja la ligera pendiente hasta que, haciendo chirriar los frenos se detiene frente a un amplio (pero quizá bastante descuidado) caserón victoriano: la residencia de Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III.

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15/04/2010, 16:14
Raymond Allen

"Así que acá vive este... Lord... ¿eh?", me digo mientras nos acercamos hacia la casa. El lugar me resulta ni más ni menos que una especie de batalla campal, donde el vencedor es aquel que establece la supremacía de la belleza de su casa.

Se nota de sobra que ya no me encuentro en el distrito que me acoge ni en sus cercanías. La pomposidad de los objetos y personas redunda asquerosamente. Sin embargo, sé que entre tanto dinero hay personas confiables, y que no todos son bestias que se dejan llevar por un darwinismo del estilo de la supervivencia del más fuerte.

Bajo del carro y, tras pagarle al conductor, me despido de él moviendo nuevamente mi sombrero. Una vez que noto que se retira de la zona, camino hacia la puerta y doy unos golpes esperando ser atendido. "Espero que tenga algo interesante para beber... al paso que vamos en la investigación, voy a necesitar combustible", pienso.

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15/04/2010, 17:01
Director

Han pasado varias horas volando desde que Eli recibió la carta de su compañero. Durante todo este momento no habéis parado ni un segundo con los preparativos.

Mientras andáis ajetreados por toda la casa recogiendo cosas y haciendo la maleta, oís el ruido de alguien llamando a la puerta. Al ver que nadie responde (ahora caéis en que McHollister debe haberse marchado en algún momento a por los billetes), sea quien sea la visita insiste en su reclamo, golpeando el aldabón de la calle una vez más.

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15/04/2010, 17:57
Lord Mortimer Waldorf-Emmerson III

Mortimer baja rapidamente las escaleras mirando con el ceño fruncido a su alrededor

"en cuanto se ausenta McHollister el resto del servicio desaparece, voy a tener que hablar seriamente sobre esto con ellos"

el aldabon de la calle vuelve a golpear pero Mortimer se detiene frente a la puerta, se mira en el espejo del recibidor y se alisa un par de arrugas en su traje "un Lord ha de dar una imagen"

tras esto abre la puerta

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16/04/2010, 10:02
Elizabetha Durand

Extrañada por la insistencia de los golpes en la puerta, Eli asoma la cabeza por el pasillo para curiosear... (¿Quién será el que golpea tan fuerte la puerta?, ¿Y donde se metió ese mayordomo estirado?).

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16/04/2010, 13:58
Director

Al abrir la puerta, Lord Mortimer observa medio cegado por la plomiza aunque repentina luz del exterior de la casa, esperando tras ella a un hombre esbelto pero sólido, con un rictus serio y agotando su cigarro. Va vestido con un sobretodo gris y un sombrero de fieltro y levanta la mirada hacia el interior de la casa, viendo a la inquieta chica que se asoma curiosa al fondo del hall. En seguida, Mortimer le reconoce como Raymond Allen, el investigador privado que tiene contratado actualmente.