Partida Rol por web

-Oh entonces vienes? Que alegría!- Agitando la cola de forma algo esponjosa y animada. -Porque sabes si no hubieras venido seria todo un problema porque la maestra me dijo “Tienes que llevar a la elfa” y claro si no la llevaba se habría enfadado mucho. Pero al mismo tiempo no te podía llevar a la fuerza porque no creo en la violencia así que se había creado una situación en la cual necesitaba que vinieras conmigo pero no podía obligarte, que suerte que soy muy convincente jum jum...- Se levanto de donde estaba y te dio un largo vistazo riendo suavemente como una colegiala antes de sacudirse un poco el cabello y las ropas.

-Mmmm te duele mucho el cuerpo? Oh si Tama puede ayudarte, puede ayudarte con eso, es muy facil en realidad porque solo tienes el cuerpo adolorido pero seguramente podria hacer algo aunque tuvieras una herida grave. Nunca he intentado curar una herida grave pero si quemaduras y cortes, porque eso es muy fácil, lames la parte y la saliva hace el resto pero si estas adolorida eso es mucho mas fácil de hacer. Ah pero la maestra me dijo que solo te lo dijera a ti. -Cambiando totalmente de tema como si hubiera sincronizado con lo primero que habías dicho, ya que había saltado a lo segundo. -Me dijo “No informes a nadie mas” y yo “Pero porque?” y ella “Porque no la creerían, ademas no puedes mostrarte con las mortales Tama” y yo “Vale”. -Una nueva sonrisa como si hubiera dado una explicación completa y detallada de la situación.

-Así que tu opción es que crean que a entrado una zorrita hermosa como yo. -Haciendo airear su cabello con una mano. -Cosa que no me van a ver porque si no se va a enfadar mi maestra y que piensen que no estés loca. Quizas puedas convencerlas, pero la ciudad esta muy movida almenos cuando yo pasaba quizas en ese tiempo ya se a tranquilizado pero no lo se. Ah si lo de tu entumecimiento es verdad, que estabas adolorida. Un momento.

Se acerco de forma rápida hacia ti y mientras te ponías la segunda bota rápidamente Tama te beso. Fue un beso corto pero intenso, notabas la saliva de la zorrita entrando en tu boca de forma invasiva mientras su suave lengua rozaba la tuya. Cuando se separo, fue todo en menos de 10 segundos, una sensación cálida empezó a recorrer tu garganta y rápidamente se esparcía por todo tu cuerpo eliminando el cansancio y el dolor de tu cuerpo como si fuera una infección y Tama te hubiera dado la cura. -Así? Oh quieres mas? Por lo general con un poco es suficiente.

Sus explicaciones solo me llenaba de muchas más dudas de las que me la resolvían. Traerme de una manera u otra, no decirle a nadie y encima, tener que soportar esta verborrea; si no estuviese tan desesperada Lastae, no estaría pensando en desobedecer a la mismísima maestra Vanlia, ¿y qué es eso de no mostrarse a mortales? ¿qué es la maestra de ella?. Me molestaba no poder decirle a Vanlia, ¿pero qué otra opción tengo? No tengo nada más que entregarle a las compañeras excepto esta opción de ayuda, si es que logran ayudarnos...

Estaba sumida en esos pensamientos mientras terminaba de colocarme la bota cuando Tama me besó de sorpresa, no pude detenerla al sentir esa sensación de calor que comenzó a recobrar mis fuerzas. No cerré los ojos y la sensación era realmente extraña, pero me hizo sentir realmente bien, como si no me hubiese ocurrido nada. ¿Qué demonios es esta criatura?, no podía entender como con un beso me sanó todo lo que no pudo la curandera y la maestra en estas horas que estuve desfallecida, ni siquiera había escuchado de tales poderes.

Cuando acabó el beso le respondí -No, gracias Tama, con eso fue suficiente- No pude sino colocar una mano en mi frente algo atónita por lo ocurrido. La miré y me paré para colocar mi carcaj y arco mientras soltaba un suspiro en señal de pensar que este día no podía seguir siendo más extraño.

-Mira, yo no sé quién eres y si no fuera porque estamos en aprietos en este pueblo, quizás no te hubiera seguido. Y como quieres que no reporte nada, me vas a tener que ayudar a salir a escondidas para no verme obligada a hacerlo- Le dije de la manera más cordial y serie dando la situación. -Y te lo comento a ti, porque tu has visto por donde han estado patrullando mis compañeras, mira que yo me la he pasado adolorida y convaleciente en esa cama por no sé cuanto tiempo- Con eso, y al pensar que no tenía muchísimas más pertenencias que recoger, me sentía lista para partir.

-Oh bien! Porque no sabia como transmitirte mas, normalmente con un poco es suficiente porque el cuerpo de los mortales no es capaz de tener tantas bendiciones, aunque nunca lo he probado es solo lo que me dijo la maestra, fue como “Tama, si tienes que curar a alguien hazlo pero no uses mucha de tu energía” y yo “Pero porque tengo que usar mi energía?” Y ella “Tama no me repliques, tienes que cuidar a toda criatura” y yo “Vale”.

Te siguió con la mirada mientras ibas a por tus cosas antes de mirarte un poco ladeando la cabeza. -También deberías vestirte no? Yo no llevo ropa, lo que ves es una ilusión y por tanto siempre voy desnuda, creo que mi raza siempre va desnuda, aunque tampoco se como se llama mi raza, de hecho tampoco he visto a ninguna de mi raza, entonces eso significa que soy la única de mi raza? Eso no puede ser, porque la maestra tiene que tener mas emisarias, no creo, aunque no he visto nunca ninguna mas pero eso no significa que no estén, tengo que preguntarle a mi maestra pero no suele darme demasiadas respuestas. Aunque estar desnuda es agradable porque la ropa a veces aprieta un poco, una vez conseguí una camisa de una viajera que se la dejo por el camino, olía muy mal y era toda gris, cuando me la puse me iba tan grande que pude usarla como manta, pero no me hacia falta porque yo no paso frio, tampoco paso calor ahora que lo pienso...jum jum- Por como hablaba, y como saltaba de una cosa a otra, podías deducir que le gustaba hablar o era incapaz de pensar por si misma y estaba debatiendo constantemente en voz alta.

-Ayudarte? Ah si claro que tengo que ayudarte, tengo que llevarte hasta la maestra y si no te llevo la maestra se enfadaría conmigo. De hecho me a venido muy bien que dijeras que si convencerte seguro que te convencía pero habría sido muy raro verdad? Pero como has dicho que si entonces ha salido todo bien. Vale sacarte, la guardia esta muy revuelta así que hay muchas elfas por aquí y por allá, yo no puedo distraerlas pero si me llevas a un muro puedo hacer que traspases la muralla. Pero solo lo puedo hacer un numero limitado de veces porque el cuerpo de los mortales no puede soportar demasiada de mi energía, aunque nunca he probado el usar mucha de mi energía con una mortal, podría probar aunque si se hiciera daño eso me daría pena...jum jum...

Entonces la mujer brillo de forma intensa y volvió a tomar la forma de una zorrita pequeña, lamiéndose una de las patas mientras sacudía levemente la cabeza, milagrosamente, te miro y no estaba hablando. Quizás no podía hablar estando en esa forma.

La verdad es que aun cuando le puse atención a lo que me comentó, por estar ocupada vistiéndome y la velocidad de su lengua solo comenzó a quedarme claro que esta tal Tama era algún tipo de ser muy especial que quizás no era tan mortal como pensé en su primer momento, de que no es una raza corriente, al parecer que no lo es. No sabía si sorprenderme o sentirme indiferente a su comentario de que siempre iba desnuda y que lo que yo veía encima de ella como ropa era simplemente una ilusión, una magia; ya muchísimas cosas habían ocurrido hasta ese minuto, igual solté un suspiro de gracia, pues en el fondo, desearía tener tal poder para no llevar tales ataduras, sentirme libre y lo práctico que sería.

-Estoy de acuerdo...- Murmuré en afirmación pero con un cierto tono de aceptación. Mi mundo se está jodiendo y yo aquí escuchándola hablar de eso. Pero lo que continuó hablando fue información interesante para salir de aquí, le presté más atención. Guardia revuelta y traspasar paredes solo una vez... No quise pensar en los problemas que daría si usara más de una vez ese poder en este instante, por lo que era obvio que tenía que solo usarlo una sola vez, para salir de un muro o algo. Y de ahí en adelante bien podríamos acabar siendo acechadas por la Alraune...

Antes que pudiera preguntarle algo más, ella se transformó ante mis ojos en una zorrita otra vez, no pude sino abrir totalmente mis ojos, y volví a suspirar moviendo mi cabeza en negación. Tiempos locos, medidas desesperadas... No me queda más que fiarme de ella. -Iré adelante, trataremos de sortear las defensas de alguna forma, cuando estemos en el cierre perimetral me sacas con ese poder tuyo de traspasar paredes si es necesario, ¿ok? Haré como si soy una patrullera más y trataré de evadir a la maestra Vanlia y a la sanadora para que no me detengan, el resto quizás me reconozca pero crean que estaré de patrulla- Le comenté seriamente.

Y, dicho eso, salí de la habitación por primera vez desde que regresé a Lastae, era triste que para ayudar a las compañeras tuviese que irme, casi como si fuese una cobarde. Pero este es mi deber...

Tama ladeo la cabeza un par de veces cuando dijiste que te irías adelantando y levanto la patita como si te hubiera entendido. En cuanto te fuiste hacia la puerta para salir notaste una presión en tu hombro y Tama se había sentando en ella mirándote fijamente por un momento antes de recostarse un poco entre tu hombro y nuca para que la llevaras por alguna razón.

Fuera la cosa estaba no demasiado mal pero si que estaba revuelta. Las elfas estaban asustadas y era algo natural ya que no recordabas haber sido atacada nunca de esta manera si que habían habido bandidos que habían intentando entrar en la ciudad pero no habían pasado de los perímetros de las cazadoras. Ahora era diferente, todo se había vuelto caótico y el luchar contra las propias hermanas no era algo que se pudiera hacer a la ligera.

Tama era ligera y se iba moviendo de tanto en tanto, se escondía en tu pelo para no ser vista y a veces la perdías de vista, pero siempre volvía a tu hombro así que el escondite de Tama estaba cubierto, al menos el suyo.

Habían muchas elfas fuera y tu estabas en la cabaña, en uno de los arboles, para poder salir de la ciudad tenias que bajar y ir hacia la muralla para traspasarla si es que es lo que deseabas. Habían guardias aquí y haya, no veias ninguna druida eran prácticamente todas cazadoras, a partir de aquí era tu responsabilidad el decidir que hacer.

Arco, Carcaj y armaduras listas, tenía que irme. En cuanto me asomé por la puerta sentí algo subirse a mi, me dio algo de nervios pero rápidamente entendí que era Tama arriba mío. Vaya que casi me da un infarto. Desde la cabaña era posible ver que no habían druidas, eso me causó algo de extrañeza, ojalá no las hayan atrapado y convertido y solo estén en alguna reunión debido al asedio, pero aún así puedo tomar esto para mi ventaja.

Habían patrullas y tenía que bajar en definitiva, mi apuesta era largarme de aquí en el más absoluto silencio en caso hubiese alguien por aquí arriba que sepa de mi presencia. Allí abajo planeaba caminar como si estuviera patrullando o evidentemente haciendo guardia, muy probablemente no todas estén pendientes de mi sino de lo que haya allí en el exterior. Allí abajo tengo que pasar como una vigilante más en definitiva. Una vez ya pensado, miré el camino que tomar para bajar donde hubiese la más mínima presencia de guardianas. Lo bueno es que me sentía realmente enérgica y decidida, dolida por lo ocurrido pero era la única opción para salvar a Lastae, tengo que hacerlo por nosotras.

Y me apresté a salir, seguí el camino hacia abajo teniendo cuidado de no toparme con alguien de alto rango o que me reconociera. Tenía que llegar abajo lo más silenciosamente posible y tomar parte de la guardia de muro como si fuera parte de esas compañeras hasta encontrar un lugar de mayor soledad para poder traspasar el muro. Ojalá resulte esto.

En tu cabeza todo tenia sentido, llevabas la ruta que querías llevar como grabada en la cabeza y estabas dispuesta a seguirlo. Pero nada sucede como una puede esperar y no te iba a salir bien.

Comenzaste a bajar pegándote a la pared semi agachada para ir pasando inadvertida, de tanto en tanto veías la cola de Tama ya que estaba estaba en tu hombro pero no te dificultaba el moverte ni nada por el estilo, solo estaba ahí nada mas.

Cuando llegaste un piso por debajo de donde estabas descansando entonces escuchaste una voz. -Caitlin?- Preguntaron una pareja de vigilantes que se te quedaron mirando, una hizo un gesto con la cabeza para que la segunda se acercara a ti. -La maestra Vanlia dijo que no te encontrabas bien, sera mejor que vuelvas a la cabaña a descansar.

No se acercaba de forma hostil pero si que se acercaba asi que tenias un momento para pensar que hacer. Eso si, si mirabas no sabias como pero Tama no se encontraba a tu lado.

Traté de bajar, pero apenas un piso más abajo tenía a un par de vigilantes al tanto, por supuesto que podía haber huido en ese minuto, pero eso llamaría demasiado la atención de ellas y del resto de elfas. Lo que menos necesito en este minuto es que ellas piensen que estoy siendo controlada por la alraune, vamos Caitlin trata de ser convincente. ¿Pero qué les vas a decir? Maldita sea Vanlia ya les dio una orden, no podría inventarles que ella me comentó algo...

Hmm... Sin pensar mucho más decidí comentarles medias verdades -Si, la maestra tiene razón, de hecho no paré de dormir en todo este tiempo y las sanaciones que recibí me han ayudado muchísimo- Y estaba claro que no me veía mal, de hecho, con la ayuda de Tama me sentía y veía más enérgica de lo normal, realmente me había revigorizado. -Por eso vine a dar un respiro y ver si podía hablar con ustedes por un rato para enterarme de lo que ha ocurrido...- Digo, Tenía que salir rápido, pero una charla pequeña podría ayudar a ser convincente -...pero también podría ir a ver a la maestra Vanlia, pues tengo ciertas reflexiones que hablar con ella- Una mera excusa para ver si me permitían ir a buscarla y, claro, en vez de ir donde la maestra, seguir mi camino al muro, pero por otra ruta.

La Vigilante que se acercaba paro y se quedo mirando a la contraria, la cual simplemente se encogió de hombros.- Nosotras tenemos cosas que hacer Caitlin, ya sabes, responsabilidades.- Lamentablemente aunque habías sido la que habías avisado del peligro, seguía quedando en el aire el hecho de que no te llevabas bien con tus hermanas, solo con la maestra Vanlia. -Por lo que no podemos quedarnos hablando contigo, si buscas a Lady Vanlia, esta en el puesto principal, ve a hablar con ella, nosotras tenemos trabajo.

La segunda vigilante miro a la primera la cual ya dejo de estar tan en guardia y simplemente se alejaron de ti, con paso tranquilo como si solo hubieras sido una molestia. -No son muy agradables verdad?- Pregunto Tama desde una rama cercana, estaba perfectamente tumbada en esa rama y miraba como se alejaban las vigilantes, estaba en su forma humana. -Yo habría preguntado “Te encuentras bien Caitlin? Necesitas una taza de chocolate caliente? Seguro que unas nubes de azúcar te sientan genial en el chocolate” jum jum...que personas mas raras, pero bueno las mortales sois raras en general, a mi me resultáis divertidas!- Y dicho eso se volvió a convertir en zorrita y rápidamente subió por tu pierna hasta acabar en tu hombro dándote un par de caricias en la mejilla para que te pusieras en camino.

Desde donde estabas no tardaste en llegar a un punto de la muralla que no estaba vigilada, esa muralla miraba hacia el interior del bosque, tendrías que dar un rodeo para poder salir de el pero...nada demasiado importante, que era una hora en comparación con ir de viaje?

-Lista?- Pregunto Tama que se había convertido en humana y estaba sentada tan tranquilamente en tu hombro, pesando exactamente lo mismo que cuando era pequeña.

La respuesta de la vigilante me aterrizó un poco respecto a quienes estaba tratando de ayudar. Hmm... Tampoco es que ayudar fuera a darme más cabida con las compañeras. Me restregué un poco el sentimiento y solo atiné a darle las gracias por la ubicación de la maestra Vanlia y, con ello, pude zafar de estas chicas. Cuando Tama se transformó en humana por algunos momentos, la miré, mostrando algo de frustración puesto que sentía que tenía razón en que ellas podían haberme tratado mejor por ser la única en haber avisado con tiempo. -Si, en definitiva podrían tratarme algo mejor de vez en cuando-

Sin más demora, bajé y me encaminé a la muralla, si me vio alguna guardiana, posiblemente no me reconoció o pensó que era otra patrullera más, hasta que logré dar con un sector no muy bien vigilado. Estaba algo nerviosa, iba a romper las leyes del pueblo solo por tener esta única esperanza en que podría hacer algo con esta zorrita y su maestra para acabar con este peligro. Ojalá sea la decisión correcta.

-Si, Tama, estoy lista- Le dije, antes de cerrar los ojos esperando algo que no sabía cómo resultaría. ¡Ojalá ese poder sea real!

Tama paso una mano por la muralla y una puerta formada de luz la atravesó dejándote ver lo que había al otro lado. Cabías perfectamente en aquella puerta y solo había espacio para una persona. Con todo eso en mente te aventuraste a salir de tu ciudad y comenzaste el viaje junto con Tama.