Partida Rol por web

Hace rato que mis compañeros se han marchado, sin nada que hacer y lo suficientemente herido como para no poder curar yo mismo a mis compañeros, decido ponerme a meditar. Nunca estaba de mas escuchar si la fuerza necesitaba comunicarte algo. Cuando Hannah y Xator regresan de su expedición sin ser acompañados por un puñado de soldados imperiales, puedo dejar mi meditación y esperar que la fuerza este con ellos en la operación sobre la mecánica.

- ¿Seguro que sabéis lo que hacéis?

Gunar ayuda a Hannah como puede, pero son las maniobras de esta las que me llaman la atención, parecen unos cuidados bastante forzados.

Por fin comenzaba la operación. La vda de la chica con la ue se habían topado y por la que habían tenido el enfrentamiento con los imperiales estaba en manos de Hannq.
Anzak, que mañana raba atento, vio que la joven Lightman estaba nerviosa por lo que pudiera acontecer. Es por lo que el contrabandista se incorporó y le cogio la mano antes de que comenzara la intervención.
- Confía en ti. Vales mucho más de lo que crees. Sé que lo harás bien.
Dicho esto Anzak sonrió a Hanna y luego le dejó actuar.
La operación se alargó, pero todo parecía ir como debía. Cuando terminó Hanna parecía satisfecha con lo que había hecho. Eso era sintoma de que todo había salido bien.
- Bueno, ahora que sé que no eres una "matasanos" te dijo que continues conmigo je je j....¡ouch!- volvió a dolerle la herida por reirse.

Las palabras de aliento de Anzak, junto con la colaboración de Xator y Gunar consiguen que la operación sea un éxito.

-Trabajar con vosotros hace que todo sea más fácil. Ahora a esperar que se recupere. Mientras tanto miraremos las heridas de Anzak y Razi, que no por ser menos graves no tenemos que curarlas. La verdad es que me gusta la medicina, me gustaría poder llegar a ser una buena sanadora. Eso me viene de mamá, cursó estudios de medicina aunque nunca ejerció como doctora. Ya sabéis, las obligaciones de noble le absorbían demasiado, aunque siempre que podía colaboraba con hospitales, y en sus viajes siempre miraba de aprender de otras culturas. ¿Sabéis que hay un planeta en que la medicina es exclusiva del género femenino? Eso hace que sus hombres sean víctimas de las enfermedades, pues no se pueden curar de ningún modo. Pero no porque no puedan, sino porque su metabolismo no acepta ningún tipo de medicina, y si caen enfermos no tienen manera de curarse.

El Bothan agradeció la intervención del Gungan como ayudante de Hannah, sus conocimientos no pasaban de los primeros auxilios quizá alguna herida sería pero lo de la mecánica sobre pasaba sus conocimientos. Así que gustoso le cedió el lugar, viendo como trabajaban para salvarle la vida a aquella mujer que por otro lado le había traído tan mala suerte.

Permaneció a un lado de la estancia apoyado contra la pared con los brazos cruzados sin perder detalle. La joven noble parecía no tener muy claro lo que hacía pero le ponía empeño, hasta logro sacarle una sonrisa. Cuando Anzak intervino decidido a ser el siguiente sus orejas se movieron hacía atrás receloso, no le hacía gracias lo de que probara suerte con él aunque no podían arriesgarse a que sus heridas empeoraran y su vida peligrara.

- No es por dudar de nuestra salvadora con manos de sanadora – dijo con sinceridad – pero no crees que sería más prudente no arriesgarnos e ir a un profesional, solo por si acaso

Siendo sincero la vida de la mecánica, aunque le preocupara, no era lo mismo que la vida de un compañero. Además debían tratar de conseguir información sobre los datos que habían obtenido y encerrados allí no podrían hacer nada, aunque seguían sin estar seguros si los buscaban. Se encontraban ante un auténtico dilema.

-Razi ¿tu como te encuentras? Si no habéis utilizado el medpack que os di antes con Anzak quizá te venga bien usarlo tú ahora

Tras una eternidad intentando curar las heridas de Anzak, que no paraba de moverse y bromear, por fin parecía que estabais empezando a estar preparados para partir, cuando un movimiento llamó vuestra atención: la mujer parecía que estaba empezando a despertar, tras un gemido de dolor comenzó a hablar

¿quienes sóis? ¿qué ha pasado?

Anzak que acababa de ser curado por Hannah, miró a  la chica a la que habían salvado al ver que esta hablaba y parecía estar consciente.

- Somos quienes te han ayudado antes, cuando dos soldados de asalto te perseguían- comentó el contrabandista acercándose a la muchacha-. Los soldados te dispararon...bueno, nos dispararon y tú casi mueres. De no ser por las manos de Hannah que te operó, estarías muerta- dijo mirando a Hannah que estaba cerca.

- Estamos en una habitación que tú deberías conocer, pues tenías la llave- le comentó por si recordaba algo-. De todas formas, deberíamos movernos de aquí, pues aunque no nos han encontrado aun, lo harán. Con todo el alboroto que hemos montado seguramente nos estén buscando por todas partes. Aun así tenemos que hacerte varias preguntas...solo si te sientes con fuerzas para contestar, ¿puedes?- preguntó.

Con alegría me percato que nuestra paciente se está recuperando y ha recobrado la consciencia.
Me acerco, junto a Anzak, a la mujer.

-No te levantes todavía, tienes que descansar, las heridas eran de consideración y es mejor que no hagas esfuerzos, aunque si nos puedes contestar a las preguntas te lo agradeceríamos. Por cierto, ¿cómo te llamas? Yo, tal como ha dicho Anzak, soy Hannah.

Hannah había hecho un gran trabajo para curar a la mecánico y esto había dado sus frutos, ahora podíamos hablar con ella y saber como se había liado con los imperiales. Con dos personas que hablaran a la mecánico era mas que suficiente, si cualquiera de nosotros intentaba presionarla....sus acciones podrían ser un problema. Desde que saliera corriendo y llamase sobre si misma la atención de soldados imperiales o que delatara nuestra posición.

Xator prefirió permanecer donde se encontraba apoyado en la pared con los brazos cruzados. La mecánica no necesitaba una bola de pelo desconfiada cerca de ella en el estado en que se encontraba.

Sin duda Anzak con su encantadora sonrisa y hábil labia conseguirían lo que hiciera falta, además debería añadir el  agradecimiento porque Hannah le salvara la vida. Esperaba que obtuvieran respuestas de porque habían arriesgado sus vidas por ella.

La mujer se toma unos momentos para asimilar la situación, mira a un lado y a otro, y os recorre con la mirada, parece que sigue dolorida, sus heridas requieren de operaciones mucho más profundas que las que ha recibido, y varias horas en un tanque de bacta. Finalmente asiente con la cabeza y comienza hablar, habla con dificultad, como si cada palabra le costara

Hola por fin, mi nombre es Maya. Os saluda tras aguantar una mueca de dolor Soy agente de seguridad de Alderaan, y miembro del cuerpo de seguridad del senador Bail Organa, me interceptaron las fuerzas del imperio nada más poner pie en la estación. Al parecer trabajar para alguien que se opone firmemente a al Emperador me ha marcado como alborotadora... y se han propuesto expulsarme de una forma u otra

Tengo una misión aquí, y no puedo irme sin cumplirla, sin embargo no me encuentro en condiciones de llevarla acabo. Al decir esto os muestra las manos llenas de su propia sangre Vosotros habéis demostrado ser más que competentes, si pudiérais ayudarme me encargaré de que seáis ámpliamente recompensados

-Hola Maya, me alegro que estés mejor, aunque tus heridas son de consideración y he hecho sólo lo que he podido, dadas las circunstancias. Ya me parecía a mí que eres de la Rebelión, y más si te perseguían soldados imperiales.

Fugazmente vuelve a mi mente el tiroteo anterior y el fatal desenlace. Intento desechar esa sensación de dentro de mi mente, pues un escalofrío quería apoderarse de mi cuerpo.

-Supongo que a mis compañeros les interesará la recompensa, pero te ayudaríamos igual. ¿La ayudaremos, verdad chicos? ¿De qué trata esa misión?

- Ya nos hemos metido en problemas, supongo que ayudarte sólo puede hacer que esos problemas merezcan la pena. Cuéntanos... ¿en qué consiste tu misión?

La historia que nos cuenta la mecánica no parece falsa, pero era demasiada casualidad que fuésemos nosotros los que nos encontrásemos con ella y tuviésemos que asistirla para que saliese de la situación. Bueno la fuerza sabría, ahora la cuestión era si seguíamos ayudándola o no.

- El imperio solo trae oscuridad a la galaxia, si hay algo con lo que pueda ayudarla cuente conmigo.

Pese a que había dejado el mundo de la política hacía mucho tiempo atrás hay cosas que no se olvidan y cuando Maya pronuncio el nombre del Senador Bail Organa sus orejas se movieron inquietas en dirección a la mujer. Organa era un hombre muy respetado en toda la galaxia, con gran peso e influencias en el gobierno; eso le había mantenido con vida aunque el Bothan no estaba seguro de cuanto tiempo le duraría la suerte. 

- Siendo de las fuerzas de seguridad de Alderaan esperaba algo un poco más de discreción, no seréis soldados pero la mayoría están bien entrenados - no pretendía ser borde no ofender pero por culpa de esa mujer dos de sus amigos habían sido heridos por salvar su vida, refunfuño un poco acercándose al lugar en el que se encontraba la mujer.

No le gustaba el imperio, lo odiaba. Pero aliarse con la rebelión no era su sueño, prefería mantenerse lejos de problemas que pudieran hacerle acabar muerto o peor encerrado...aunque por otro lado le encantaba poner dificultades al imperio siempre que le era posible y si además había recompensa de por medio mejor. Antes de volver a hablar relajo un poco su expresión para no espantar a Maya.

- Bueno ahora mismo nosotros no somos los mejores aliados posibles tras el revuelo que hemos montado pero si con ello fastidiamos al imperio puedes contar conmigo...ahora deberás confiar en nosotros y ser clara con tu misión - hizo una pausa mirando a Anzak y luego a Razi - ya hemos tenido bastantes sorpresas por hoy