Partida Rol por web

Eran las 6 menos cuarto de la tarde, el autobús se mecía suavemente mientras viaja por la carretera. El chofer silbaba tranquilamente a la vez que con su mano derecha buscaba alguna sintonía en la radio que le gustara. Los campos daban paso a pequeñas y soleadas arboledas, dejando entrever el terreno montañoso al que se dirigían.El ambiente en el autobús no podía ser más tranquilo. El vehículo dejó de tomar tantas curvas y, al penetrar en un pequeño valle rodeado de altos árboles, continuó por una carretera más bien recta y sin apenas baches.
El sol estaba desaparecido, pero aun podía verse algo tras las ventanillas. Sin previo aviso el autobús fue reduciendo marcadamente su velocidad hasta detenerse totalmente en medio de ninguna parte, y sin más compañía que los altos árboles silenciosos.

Varios fueron los intentos de poner aquella mole en marcha, con sonidos cada vez mas ahogados el motor respondia. Como una bestia que da su ultimo estertor el motor suspiró y quedo en silencio.

El silencio,los arboles,la oscuridad y las miradas ansiosas ,con pequeños tintes de estrés, eran vuestras compañeras de viaje. Compañeras que han decidido echaros un brazo por el cuello,como amigos de toda la vida y no dejaros en un buen rato.

Francisco, Curro como le llamaban sus familiares y amigos, conducía tranquilamente el autobús como lo hacía normalmente. Era un día tranquilo y aquél era su último viaje. Tenía las manos algo doloridas y le pesaban las piernas, pero era algo mas que habitual, era la vida de un conductor de autobuses.

Cogió un larga recta rodeada de muchos árboles cuando notó que algo no iba bien. El motor del autobús empezó a detenerse sin remedio. Intentó apartar el vehículo a una zona segura, quitarlo de en medio. Menudo fastidio- pensó mientras trataba de arrancarlo sin éxito. Tras un par de intentonas y, viendo que lo iba a ahogar, se levantó del asiento y cogió el micrófono del autobús. No le hacía falta, pero no le gustaba elevar la voz y así se aseguraba que todos los pasajeros le oyesen, seguro que había alguno dormido.

- Disculpen la interrupción, parece que hemos tenido una avería. Voy a echar un vistazo y sino pediré ayuda. No se bajen del autobús.. - Dijo aquello sin mucho convencimiento, la gente solía hacer lo que le daba la gana y él no era de los que regañaban a personas adultas.. no le apetecía.

Abrió la puerta de entrada del autobús y pulsó la palanca que abría la zona del motor del mismo. No era mecánico, pero tenía años de experiencia en carretera y si algo fallaba seguramente lo vería. Se palpó el bolsillo para comprobar que tenía el móvil, era mas que probable que lo necesitase para pedir asistencia, aquello no pintaba nada bien.

Bajó del vehículo y agradeció no haberse quitado las gafas de sol. Pese a que éste se estaba disipando entre las montañas, los últimos rayos eran sin duda molestos y deslumbraban. Otra cosa que había aprendido en su oficio. Sin más dilación se dirigió a la zona del motor para echar un vistazo y rezando para que fuese cualquier estupidez.

Jessica estaba con la mirada en la ventanilla, apoyando su cabeza en el hombro de Iván percatandose de que iba dormido, o eso parecía. Estaba algo aburrida, se le habían acabado la batería del mp3 y tenía que conformarse con escuchar la radio donde no sonaba la buena música. Fue entonces cuando el autobus se fue parando poco a poco hasta que se detuvo en su totalidad haciendo que Jessica se incorporara con el ceño fruncido.

- ¿Pero que...? - Murmuró momentos antes de que el chofer hablara usando el micrófono, una avería en pleno camino.

- Vaya mierda... - Dijo para si misma volviéndose a sentar cómodamente en su asiento, apoyando la espalda en él sin quitarle el ojo al chofer que se había bajado del auto, seguramente para mirar que le ocurría  o eso esperaba.

Estoy algo cansada, los viajes en autobús no me agradan. Siempre he preferido el avión, pero el pueblo al que me dirijo está demasiado alejado de cualquier aeropuerto y como no me gusta conducir, pues no me ha quedado más remedio que utilizar este medio de transporte. Intento mantenerme ocupada repasando mi trabajo y releyendo la información que dispongo sobre el pueblo -Curioso lugar, quizás pueda husmear un poco por ahí sobre las leyendas locales- pienso, mientras descanso un momento de mi lectura y miro por la ventanilla. -Ya está oscureciendo, ¿Cuánto tardaremos en llegar?-.

De repente soy consciente de que el autobús disminuye la velocidad hasta pararse en un costado de la carretera -¿Ya hemos llegado?, no, imposible aquí no hay nada- me digo a mi misma intentando buscar alguna casucha o algo por la ventana. No veo absolutamente nada parecido a un pueblo. Mi respuesta llega en el momento en que escucho cómo el conductor intenta poner en marcha el motor pero no lo consigue.

No puedo evitar que me invada la ansiedad y me incorporo un poco para observar hacia delante. (Estoy sentada en medio del autobús, del lado izquierdo visto desde atrás). Observo como el viejo conductor se levanta y coge el micrófono...

- Disculpen la interrupción, parece que hemos tenido una avería. Voy a echar un vistazo y sino pediré ayuda. No se bajen del autobús.. -

-Genial... atascada en el medio de la nada, ya puede solucionarlo pronto- Intentando tomar control de la ansiedad, decido seguir leyendo.

Voy sentada escuchando algo de música y ojeando una revista que compré antes de salir. Gira de Black Sabbath suspendida, genial!. Pienso mientras sigo leyendo el artículo en cuestion. De repente el autobús parece que se va parando lentamente, y el ruido del motor no presagia nada bueno. Aprendí algo de mecánica en el instituto, pero sé más de motos que de coches, y mucho menos de autobuses.

Sin darme aún tiempo a pensar en lo que ocurre, la voz del conductor hablando de una avería me saca de mis pensamientos. Voy sentada en la parte de atrás, en una de las ventanillas, asi que nadie a podido ver mi cara de disgusto ( o cabreo monumental).

Con las ganas que tenía de llegar ya...¡¡no me jodas!! ¡¡Mi primer día de vacaciones y empezamos asi!!. Lo pienso, pero no abro la boca, aun no. el conductor parece un buen hombre, es mayor y debe de tener experiencia, sabrá de lo que se trata seguro. Además, concoerá la ruta, por lo que sabrá donde está la estación de sos más cercana.

Bajo la cabeza y sigo ojeando mi revista. Nos acaba de decir que no nos movamos, y estoy de vacacines.

Carlos estaba tranquilamente en el asiento mirando por la ventanilla acordandose porque estaba viajando ser jefe de guardia de seguridad era difcil, su vida lo era, el trabajo dificil de encontrar y todavia tenia que intentar que no fuera lastimado sino nadie lo contrataria, salio en busca de un trabajo y por eso termino en el autobus pero como siempre el destino le jugo mala pasada, estaba mirando por la ventana, cuando el autobus se frena y el conductor le dice que era una averia, se levanta y va para adelante.

 - Señor no quiere ayuda... Si quiere bajo con usted.

 Mientras volteaba a mirar a los pasajeros los cuales parecian con ganas de llegar pero como todo las maquinas se hicieron para romper.

Víctor se despertó de su pequeña cabezada cuando la voz amplificada del conductor sonó en el pasillo del autobús. Al parecer una avería les dejaría allí tirados durante a saber cuanto tiempo. Por desgracia no había traído nada para matar el tiempo durante el trayecto y al poco rato ya estaba aburrido como una ostra.

Mirar por la ventana podía ser un pasatiempo como cualquier otro en aquella situación. Pero el vasto paisaje no revelaba otra cosa que no fueran los árboles, arbustos y demás vegetales que inundaban al bosque con su amplia gama de colores.
Como nada cambiaba en aquella vista (y apenas había estado mirando un minuto), Víctor comenzó a ponerse nervioso y a mirar a sus acompañantes. Tratando de colocarse en una postura cómoda,con las manos en el regazo, mientras el conductor echaba un vistazo a la situación.

Los resoplidos, gruñidos, maldiciones y demás comentarios de los pasajeros resonaron en la cabeza de Curro. Pero no le afectó demasiado, a lo largo de su carrera las averías eran algo mas o menos común. No era corriente, pero trabajar con vehículos es lo que tiene, alguna vez falla sin previo aviso, sin poder hacer nada. Lo único que esperaba era que aquellos pasajeros no lo pagasen con él, algo prácticamente inevitable. Uno se ofreció a ayudarle, siempre surgía alguno. Le hizo un gesto con la mano antes de salir, para que se quedara en el autobús. Las normas eran estrictas sobre ello: en caso de avería los pasajeros no debían de bajar del autobús.. por lo menos hasta que no supiera que ocurría.

Caminó hasta la portezuela del motor y la abrió con cuidado para no quemarse..tenía las piernas medio entumecidas de tantas horas sentado, al menos le vendría bien estirarlas un poco y tomar aire fresco.. el autobús siempre olía raro, por mucho que se esmerasen en limpiarlo y echarle aquellos ambientadores que sólo enrarecían mas el ambiente. 

- En fin, veamos que tenemos aquí - murmuró para si mismo con resignación.

Después de un rato leyendo y viendo que el conductor no entra ni nos informa de nada de lo que pasa me levato de mi asiento y pregunto:

- ¿Alguien sabe algo de mecánica? Vamos...¿no hay ningún mecánico entre todos los que estamos aquí? - Me alejo de mi zona de asientos y camino hacia la parte delantera del autobús. Me asomo con cuidado a la puerta que está abierta y miro hacia el conductor.

- ¿Tenemos idea de lo que es jefe? ¿Podremos continuar o necesitamos ayuda? Tengoe l movil en la mochila, si necesita que llame...

Cuando te asomas a la puerta no ves a nadie,solo los rayos de sol cada vez hundiéndose mas

Oh, oh!! Aquí no se ve a nadie... mierda!! ¿Qué coño pasa? ¿Donde se ha metido el conductor?

Me pongo un poco nerviosa al no ver a nadie cuando me saomo, quizá se haya apartado para hablr con el móvil más tranquilo. O quizá se haya ido a buscar la estación de socorro más cercana. Pero, ¿por qué iba a hacerlo sin ni siquiera avisarnos?

Entro al autobus de nuevo. - Chicos, aquí fuera no hay nadie. Yo...no quiero asustaros, pero, ¿qué tal si alguien me acompaña a dar una vuelta fuera? - digo medio a gritos para que me oiga todo el autobús -. A ver donde coño se ha metido el conductor... - en voz algo más baja.

Ando un poco hacia dentro para observar la reacción de la gente y si alguien me quiere acompañar a ver donde se ha metido el hombre este.

- ¿Eh?

Es el sonido que sale de mis labios cuando la voz del conductor me despierta. Tengo la boca pastosa, y un hilillo de baba me baja por la comisura. Me limpio con el dorso de la mano intentando que Jessica no se de cuenta.

- ¿Una avería? Pues vaya. - digo mientras me desperezo. - A ver si se arregla pronto y llegamos ya.

Jessica está mirando por la ventanilla al conductor, y yo vuelvo a cerrar los ojos, esperando dormirme otra vez.

Cosa que no ocurre, porque una chica se pone a decir tonterías en voz alta.

- ¿Qué dice la hippie esta? - le digo a Jessica con tono enfadado. - ¿Dónde va a estar el conductor si no?

Me pongo de rodillas sobre mi asiento, y miro por la ventanilla para buscar al conductor.

Jessica dirige una mirada de "callate la boca anta" hacia la chica-graffiti que comenzó a hablar a todo el autobus en busca de un mecánico, que trataba de no asustarlos, que gracia, pues era mejor que se callara la boca si no quería sembrar el caos con sus palabras.

- Está pillada... ¿no lo ves? - Respondió a Ivan a su comentario y también se inclinó hacia la ventanilla. - El viejales habrá ido a ver que le pasa al auto, vaya mierda... joder... - Dijo malhumorada. 

Me saca de mi lectura una chica llena de tatuajes, levanto la cabeza con el ceño fruncido.

- Chicos, aquí fuera no hay nadie. Yo...no quiero asustaros, pero, ¿qué tal si alguien me acompaña a dar una vuelta fuera?

Vuelvo mi cara hacia ella y le digo, levantando una ceja -¿Cómo que no hay nadie? ¿Es una broma?-. -Esto es absurdo- Me digo a mí misma.

Me pongo de pie, dejando mis cosas en mi asiento y me dirijo al grupo -Disculpad... ¿Alguien sabe dónde estamos?, ¿Estamos cerca de algún pueblo?-. La ansiedad está tomando ya el control sobre mí y poco puedo hacer para impedírselo.Espero una respuesta por parte de alguno de los viajeros, no puedo permitirme llegar tarde, -Si hay algún pueblo cerca iré andando si hace falta- razono para mí misma.

El conductor caminó desde el final autobús nuevamente hacía el mismo. Había escuchado que alguien le llamaba, aunque no había oído con claridad lo que le decían. Llevaba el móvil en la mano, pero lo guardó antes de subirse nuevamente al autobús.  Miró a los pasajeros, tenía que darles la noticia.. y esperaba que no se lo comieran vivo, sólo eso. Volvió a coger el micrófono del autobús para que le escuchasen todos.

- Al parecer el manguito de la gasolina se ha roto y hemos perdido el combustible. He intentado llamar a la central, pero no tengo cobertura. Por favor, comprueben si alguno de ustedes tiene cobertura para pedir asistencia. - Respiró un poco y esperó a que la gente asimilara la información - Si quieren, pueden bajar del autobús para estirar las piernas o tomar el aire. No fumen cerca del autobús ya que hay derramada gasolina por el asfalto.

Colocó el micrófono en su sitio y se puso la chaqueta azul marino de la empresa. Fuera empezaba a hacer frío y el sol se estaba yendo del todo.

Después de oir al conductor hablar de la avería que teniamos, me acerqué a mi asiento, cogí la revista, una chaqueta que tenía echa un ovillo junto a mis cosas y me dispuse a bajar del autobús.

Oí a una chica preguntar si estabamos cerca de algún sitio. Me acerqué a ella.

- ¿Por qué no le preguntas al conductor? Debe de conocerse la ruta, seguro.

Salí por la puerta abierta. Fuera, la noche empezaba a caer, se veían solo unos cuantos reflejos del sol vespertino y empezaba a hacer algo de fresco. Me puse la chaqueta que había cogido y busqué el móvil en uno de los bolsillos. Intenté llamar pero nada, no tenía cobertura tampoco. Pensé en andar un poco para buscar algo de señal, pero seguramente el conductor ya lo habría hecho y todos en el bus deberían llevar móvil, alguno tendría cobertura y no era necesario irme a andar yo sola anocheciendo.

- ¡¡Mierda!! Yo tampoco tengo cobertura...

Me senté en la orilla del camino y me puse a intentar leer la revista. No quedaba mucha luz y no iba a disfrutar mucho rato de aquel entretenimiento. Mientras, esperaba a ver si alguien se dignaba a salir del autobús y utilizar su móvil.

Victor no se encontraba cómodo sentado en aquel vehículo sin hacer nada. Se levantó decidido a salir el autobús. Al menos el aire fresco le relajaría un poco, asi que se puso la chaqueta y salió por la puerta.
A poca distancia una chica parecía intentar leer una revista a la escasa luz que quedaba. Sin darle importancia miró su móvil para asegurarse de la cobertura que tenia. Aunque se imaginaba que la respuesta a ese interrogante era: "sin cobertura"

Sin nada mejor que hacer o que perder, se acercó a la chica para intentar entablar conversación.

Jo, ¿que follon, no?.¿Tu tampoco tienes cobertura?

- TRANQUILOS!!! Bueno quiero saber alguien sabe la existencia de algun pueblo por aqui?, pues algunos podremos traer gasolina, mientras otros esperan...?

 Carlos tranquilamente esperaba en la puerta del bus.

Veo como un chico sale del autobús y mira su móvil. Por la cara que pone creo que tampoco puede llamar. Se acerca a hablarme.

- Hola, la verdad es que no - digo levantando la vista del artículo que leía.- Supongo que alguien podrá pedir ayuda ¿no? La verdad es que si hay que movernos en busca de algo, sería mejor antes de que anocheciera del todo. Por cierto, mi nombre es Marta.