Partida Rol por web

Érase una vez

La sala de juegos

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06/02/2013, 22:00
Director

Al otro lado del pasillo, detrás de la sala de audiencias, una puerta abierta os invita a asomaros. La habitación parece una elegante sala de juegos, con un billar, una mesa de roble con un tapete verde, que podría valer tanto para que ocho personas jugaran al bridge como para tomar un té con pastas a media tarde, y una diana con dardos en una de las paredes. Un lugar tan bueno como cualquier otro para hablar a solas.

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06/02/2013, 23:10
El príncipe Séptimus

-Bien, señor bardo, ¿Que nos ha traido aquí? Y espero que no me diga que nos alejamos del resto para hablar sobre el bufón jajaja.- Confiaba en ello muy seriamente... estaba claro que ese bufón le caía bien, pero no creía que mereciera la pena quedarse a solas para tratar el tema

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07/02/2013, 00:54
Director

La intimidad de Séptimus y Asurancetúrix no duró, sin embargo, demasiado. Antes de que el bardo pudiera siquiera responder, La bruja Piruja y su gato se asomaron por la puerta. ¿Qué querrían aquellos dos?

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07/02/2013, 00:58
El príncipe Séptimus

Antes de que el bardo pudiera contestar, fueron interrumpidos por Piruja y el Gato:

-Vaya vaya, esperaba un poco más de respeto por la intimidad señora Piruja, ¿Qué la trae por esta sala?

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07/02/2013, 11:50
Asurancetúrix

Hablarle sobre el bufón... ¿Para que querria yo hablar sobre ese bufón sin gracia? Aunque si es lo que de verdad le interesa... Pero sería una decepción que solo le interesará un simple bufón.

Notas de juego

Espero a que Bruja y el Gato aclaren el motivo por el que están allí

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07/02/2013, 17:10
Director

Pero antes de que Piruja pudiera responder, el cazador Elmer, entró en la sala con el gesto apurado y la cara alarmada. Detrás de él, la reina Corazones esperaba en el linde de la puerta.

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07/02/2013, 17:43
Asurancetúrix

¡¡¡PERO QUE C**O..!!! -La sorpresa de Asuranceturix es evidente y probablemente se vea reflejada en su rostro. Se acerca a Septimus y le susurra en el oido:

- ¿Y estos dos? Ya podrian llamar a la orquesta también que hay aquí mas gente que en la sala de baile...

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07/02/2013, 17:48
El Gato con Botas

-¡Miau! -del susto, involuntariamente la cola se erizó. ¡Qué reacción más curiosa! -Pues sí que hay gente. ¿Qué pasa, es la sala VIP esto?

-Qué me dices, Piruja, ¿prefieres quedarte un rato aquí o nos vamos con los libros? -pregunté a mi embrujada amiga.

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07/02/2013, 18:48
Elmer

Frunzo el ceño al ver cuanta gente hay en la sala. Esto parece una reunión de conspiradores.

-Me temo que la señora piruja está muy solicitada.- Sonrio y me dirijo a la bruja.- Señora, necesitan de sus habilidades en el salón de baile. Os agradecería mucho y el reino tambien estoy seguro de que fuerais cuanto antes.

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07/02/2013, 19:52
Director

La sala de juegos era una habitación espaciosa como todas las de palacio, en la que hasta una docena de personas podían reunirse holgadamente para jugar a las cartas, echar unas manos de billar o probar su puntería con los dardos, pero lo cierto es que, con la llegada de Porky y de Feroz, aquello empezaba a parecerse cada vez más al camarote de los hermanos Marx. 

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07/02/2013, 19:54
La bruja Piruja

Apenas podía contener mi entusiasmo por visitar la sala de juegos. Muchas lenguas habían descrito lo increíble que era dicha habitación y la diversión que habían salvaguardado aquellas cuatro paredes. La ilusión que tenía por entrar en aquel lugar y cotillear todos los juegos que esperaban allí a los invitados que desearan probar su suerte era casi palpable. Sin embargo, antes de que pudiera ponerme a ello, la suerte llegó a mí antes de lo esperado. Lo malo es que no se trataba de la buena suerte. Lo bueno, es que en el fondo nada era tan malo como uno pensaba.

¡Qué mala pata! - una maldición se cruzó por mi mente al descubrir que la estancia no estaba vacía. El príncipe y el bardo se encontraban allí, aparentemente comenzando una conversación a la que no estaba invitada ni que tampoco me inmiscuía. Quise disculparme explicando mi puro y sincero interés por el juego como pasatiempo y advertirles de que segundos antes había anunciado en el salón de baile que me dirigiría hasta aquí para darme una vuelta, causando probablemente que alguien me siguiera.

Pero antes de que mis palabras pudieran ser anunciadas entró Elmer dejando a la reina en el umbral de la puerta. Tenía razón. Parecía tener prisa porque volviera a desandar mis pasos. Mis ojos rodaron mis cuencas y un resoplido se coló entre mis labios. - Por todos los demonios, no sólo Dios es ciego y borracho que además ahora es rencoroso. ¡¿Se puede saber qué te he hecho yo maldito perro?! - exclamé al cielo justo antes de dirigirme al cazador. - ¿Quién me reclama y por qué señor? Si es que todavía se me permite preguntar en esta casa de picas y corazones.

Miré al gato y le guiñé un ojo. La verdad es que estaba muy guapo.

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07/02/2013, 20:18
Elmer

Joder, esto está demasiado lleno. Ya conocía esta sala donde había jugado con el rey... y con la reina tambien. Sin embargo ahora estaba atestada de gente y animales. ¿Por qué demonios me seguían ahora?

Me acerco a la bruja ignorando a los presentes y le susurro al oido con cierto reparo.

-La princesa Zelda a caido fulminada. Está inconsciente señora Piruja. Sin duda alguien de su considerable habilidad podría ganarse el afecto de sus majestades si pudiera hacer algo al respecto. Un tonico reconstituyente, unas hierbas para aliviarla... Si no estais muy ocupada, claro.

Notas de juego

La idea es que solo lo oiga ella.

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07/02/2013, 20:37
La bruja Piruja

Escuché estupefacta al cazador Elmer.

- ¿¡La princesa se ha desmayado!? - exclamé en voz alta - ¿A causa de qué? Espero que no sea a causa de la comida - dije recontando mentalmente todos los canapés que me había zampado durante la noche - ni tampoco un numerito para llamar la atención de su querido si es que tiene alguno. - me rasqué la cabeza con poca elegancia femenina - Sea como fuere, imagino que habrán sido sus ascendientes, o puede que su hermana (no, lo cierto es que no lo creo), quien hayan reclamado mi presencia. Dígales, con todos los respetos que merecen ser pronunciados en una corte, que disculpen mi ausencia pues lo máximo que puedo hacer en este instante es recomendarles que llamen a su Hechicero o Hechicera Real o al Consejo, si es que lo tienen. Seguro que lo entenderán. - mi mente divagó un rato hasta que volvió a aterrizar en mi cabeza. De pie, siempre de pie... - Ah, y que de paso hagan algo con ese pobre director de orquesta desparecido. ¡Pobre señor!

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07/02/2013, 21:47
El príncipe Séptimus

La expresión de furia de Séptimus fue en aumento. Que aparecieran Piruja y el gato... pase, pero que aquella sala se convierta en una fiesta cuando él había respetado la privacidad del resto de invitados le sacaba de sus casillas. Se dirigió al bardo, que aun seguía allí a su lado, y con el que aun tenía una conversación pendiente, y le dijo:

-Bueno, parece que somos demasiado importantes para que nos dejen a solas.... Si aun, quiere, podemos ir a otro lugar, al fin y al cabo esto es un palacio y está lleno de habitaciones. Intentó parecer calmado al dirigirse a él, aunque lo que le habría gustado en verdad habría sido gritar, llamar a los guardias y azotar a todos aquellos entrometidos, que pena que no estuvieran en su castillo... ¿Donde están los buenos modales que tanto se llevaban antes?

Notas de juego

Si el bardo está de acuerdo, nos vamos de aquí. Espero que no nos sigan esta vez... jajaja

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07/02/2013, 21:53
El príncipe Séptimus
Sólo para el director

Notas de juego

Me gustaría bajar a los calabozos, pero no lo digo, porque no quiero que lo sepan.

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07/02/2013, 22:04
La reina Corazones

Pero cuánta gente había en la sala de juegos. El príncipe parece que quiere hablar a solas con el bardo, eso de que la gente cuchichee determinadas cosas no le gustaba a la reina. Pero estaba ahí para otra cosa. Esperaba que Piruja fuera rápida y acudiera al salón de baile cuanto antes. La sala de juegos recordaba buenos tiempos a la reina, empezó a pensar en actos impuros que cometió no solo ahí, sino en todo el castillo. 

Ese hombre provocaba demasiadas cosas en ella. 

Deja de pensar en eso y contesta a Piruja.

-Como bien sabéis, están sucediendo cosas terribles en nuestro preciado reino.-Comienza.-El... director, antes de comenzar una nueva pieza, ha desaparecido por arte de magia y la princesa Zelda, de la impresión, se ha desmayado. ¿Podríais, por favor, atenderla? 

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08/02/2013, 13:52
La bruja Piruja

Escuché las palabras de la reina con atención. De pronto pensé... ¿Por qué la misma reina se ha dirigido personalmente aquí? ¿No podía haber mandado al cazador solo? ¿Qué razones tendrá para dejar a una hija desmayada, probablemente a otra en pánico y a montones de invitados alrededor cuchicheando en el gran salón del baile? Aunque el Rey esté ahí no es normal que la figura de su esposa desaparezca, y más para buscarme. - resumí mis teorías - Esto me huele a quemado.

Miré a mi amigo felino y me pegué más a él. Entonces me dirigí a su Alteza.

- Si se ha desmayado Excelencia lo que necesita es cama y reposo, no tanta fiesta ni alboroto ni mucho menos magia. Así que recomendaría que alguien la lleve a sus aposentos para que pueda descansar. - continué a hablándole al cazador - Caballero, déjeme decirle que a mi el afecto de sus Majestades me lo paso por la cola... de mi gato, pues bien que ellos no tuvieron interés en obtener el mío no sé por qué querría yo el suyo. - tomé un suspiro y hablé para todos y para nadie - ¡Este mundo está lleno de desconfianza mis señores! Pero la desconfianza es la prudencia y la prudencia la madre de la ciencia y a ciencia cierta puedo decir que no confío gratuitamente en nada que se mueva.

Me estaba cansando ya de tanta pomposidad.

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08/02/2013, 15:01
La reina Corazones

En realidad sabía que Piruja tenía razón. Sabía que su hija se las apañaría bien sin ayuda, es solo un simple desmayo de princesa. ¿Por qué tanto alboroto?

La muy tonta se dejó llevar por la emoción, las ganas de salir del salón de baile y poder mantener su ansiada conversación. Aún así, la bruja había sido demasiado hostil, eso no le gustaba a la reina. Pero al fin y al cabo, no había aceptado (aún) su propuesta, ¡parece que en este reino todos quieren las cosas al momento! Acababa de perder bastantes puntos en cuanto a su petición, demasiados.

-Tenéis razón Piruja, quizá nos hemos dejado llevar por la tensión del momento.-Admitió la reina, altiva, pero sincera.-Mas... vuestros modales dejan mucho que desear, y si realmente no queréis aportar nada a este reino tan y como se os pidió a cambio de vuestra petición, entonces podemos anticipar la respuesta.

Siempre formal y serena, sincera ante todo.

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08/02/2013, 15:27
La bruja Piruja

Viendo que la Reina se sinceraba aproveché yo para hacer lo mismo.

- Alteza, los modales en exceso no son más que un disfraz y una coerción de la libertad individual. - comencé diciendo - ¿Cuántos invitados hoy presentes no habrán deseado tirarle a vos de los pelos y rasgarle sus vestidos? Invitados que en vez de hacer lo que sus sentimientos dictan, se dirigen a vos con tanta palabrería y falsa modestia que casi ofende. No me negaréis que su Excelencia tampoco habrá pensado en arrancar un par de corazones y tirarlos a la chimenea con tal de acabar con esta infernal noche y así emplear su tiempo en algo más placentero. - tanto si quería admitirlo como si no aquello era una verdad como un templo. Todavía tenía más que decir. - Los modales no siempre son sinónimo de educación, mi Reina, no cuando sirven para esconderse detrás de ellos y tramar desde la distancia. - Si ella quería sinceridad yo podía dársela - Yo no quiero caerle bien ni obtener sus favores, yo quiero serles útil y obtener algo útil a cambio, tanto para mí como para el señor Gato.

Resoplé y miré al felino.
- Supongo que podríamos acercarnos y echar un ojo, ¿no le parece Señor Gato? Aunque antes tengo que hacer un pis. ¿Vigilaréis mientras orino minino? Que conforme están aquí las cosas de ajetreadas capaz que alguien revienta la puerta de mi baño reclamando mi presencia en otro lugar. - miré a la Reina - ¿Me permitiríais, Alteza, ir a echar el chorro? No tardaré mucho.

Esperé a las palabras de la reina y a las de Botas.

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08/02/2013, 16:14
El príncipe Séptimus

Mientras esperaba la contestación del bardo, escuché la discusión entre Piruja y la Reina. -Vaya, sí que tiene agallas esta chica, me gusta  y cuando escuchó:

¿Cuántos invitados hoy presentes no habrán deseado tirarle a vos de los pelos y rasgarle sus vestidos?

No pudo evitar un movimiento de burla (sin que lo viera la reina claro). Levantó una mano y la movió efusivamente pensando para sí:

-Esa me la sé, esa me la sé...   jajaja. La situación hizo que se le pasara un poco el enfado...