Partida Rol por web

Érase una vez

La sala de juegos

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10/02/2013, 18:11
Elmer

No me gusta ver a las mujeres tristes. No puedo soportarlo, sacan malos recuerdos a flote. Con cuidado hago que levante la cabeza con una mano par besarla tiernamente.

-El mundo es así y poco se puede hacer para cambiarlo. Hay que hacer lo que podamos en el tiempo que nos a sido concedido.-aun sigo serio, pero quiero transmitirla todo el amor que la profeso.- Mi reina, el trabajo me reclama y no hay forma de que podamos estar seguros en este lugar. Tiempo habrá en otra ocasion para hablar... y lo que el cuerpo te pida.

Sonrio de medio lado y recoloco la escopeta en mi espalda. Con algo de suerte pronto la podré poner en marcha.

-Por el momento, la celebración precisa de su más hermosa flor. Así que debeis sonreir, mi reina. Yo e de seguir un rastro, y necesito que, llegado el momento confieis en mí. Las cosas se van a poner interesantes.

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10/02/2013, 18:22
La reina Corazones

Sonrío, es lo que él desea. 

Aunque en el fondo siento deseos de echarme en la cama y llorar, y dormir y no despertar hasta que todo haya pasado. Lo escucho, esperanzada, pero cuando me dice que tiene que marcharse en mi mirada aparece un nuevo brillo de tristeza. Pero aún queda mucho tiempo, podré verlo en otro momento.

Entonces será mío, podré tenerlo todo lo cerca que ansío.

-Te dejo ir... por ahora. Quiero que tengas mucho cuidado, y si me necesitas me busques. Cuando todo acabe, quiero verte donde siempre, te extraño demasiado.-Me echo en su hombro un momento para sentir su aroma, dejo un suave beso en su cuello y me separo de nuevo.-Me intriga saber cuán interesantes se pondrán. Hasta entonces, Elmer.

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10/02/2013, 20:29
Elmer

-Hasta entonces mi reina.

Con una ultima sonrisa y una inclinacion muy respetuosa, salgo de la sala en busca del cerdito Porky

Notas de juego

Salgo de la sala en busca del cerdito Porky

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11/02/2013, 11:43
Director

El amor... ¡Ah! ¿Cómo luchar contra aquel sentimiento que era capaz de atropellar toda razón? Para salvar su amor Corazones y Elmer habían tenido engañadas a sus hijas durante todo aquel tiempo y ahora el destino parecía querer vengarse con la amenaza del incesto entre los dos hermanos. Aquello relación tenía que cortarse cuanto antes pero ¿cómo decírselo a los pobres amantes sin ganarse su odio?

El cazador Elmer regresó al salón de baile en busca del cerdo, y la reina lo siguió unos pasos por detrás para salvar las apariencias.

Notas de juego

Reina, te mando de vuelta al salón de baile porque supongo que no querrás quedarte sola en la sala de juegos.

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17/02/2013, 18:21
Director

Al fin solos -pensó la princesa Zelda cuando llegó con el bardo a la bonita sala de juegos de palacio-. Si es verdad que los cuentos de este bardo se hacen realidad, ha llegado mi momento para convencerlo de que me haga la verdadera protagonista y de paso mandar a una que yo me sé a a plantar nabos o a fregar letrinas o a... ¡No! Tiene que haber algún final todavía más humillante y servil. Piensa, Zelda, esta es tu oportunidad de deshacerte de ella de una vez por todas.

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17/02/2013, 21:22
Asurancetúrix

- ¿Y en que puedo serviros mi princesa?

 

Espero en silencio, apoyado en ls enorme mesa de billar a que Zelda conteste

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17/02/2013, 21:38
La princesa Zelda

Satisfecha por mi triunfo ante Peach, a la hora de hablar con el cantautor, le guié hacia la sala de juegos. Abrí la puerta y comprobé que nadie estuviera ya allí para poder hablar libremente. Señalé una silla al bardo y yo tomé asiento en otra.

Permanecí unos segundos intentando encontrar las palabras necesarias para comenzar mi petición, hasta que por fin comencé a hablar. -Veréis, padre os ha pedido un cuento y como integrante de esta familia, quiero que sepáis lo que ocurre realmente conmigo, para que así, podáis subsanar todas las injusticias que se comenten conmigo-.

Al pensar en todos los años que me han ignorado, mis ojos de pusieron vidriosos y saqué un pequeño pañuelo del entreteto. -Mis padres me han ignorado toda mi vida... Padre no tiene ojos más que para la tonta de Peach, quién desperdicia el tiempo de los monarcas con chorradas. Cada día debo recordar a los sirvientes que me pongan un plato de comida, por no mencionar que cuando era pequeña, se olvidaban de comprarme ropa y debía quitársela a escondidas a mi hermana.-

Me puse de pie y comencé a caminar lentamente por la sala, mientras continuaba narrando a mi salvador, -Lo que deseo, señor bardo, es ser complacida, por una vez en la vida. Me he enamorado y el dueño de mi corazón es Encantador. No sé por qué razón se ha prometido con Peach, pero estoy segura de que lo hace para fastidiarme, ella no lo quiere, y ahí viene mi petición. Deseo que en vuestro cuento, me hagáis esposa del heredero de Muylejano. Le amo, le amo como jamás amaré a nadie-.

Al pronunciar mis últimas palabras, comencé a girar por la sala, como una niña pequeña, -Deseo ser su esposa y no me importa el coste. Podéis poneros como el rey de Macedonia, cargado de tesoros, no me importa. Yo solo deseo eso y...-. Mi mirada se oscureció al pensar en el destino de Peach, pero debía tocar el tema con el mayor tacto posible. -Peach... ella es una casquibana , una mujerzuela que no merece un título real. He padecido mucho por su culpa, mi lord y eso debe acabar. Ella... a ella... ponedle una gran nariz, que se le caiga el pelo, los dientes, que de su entrepierna brote el más negro de los cabellos extendiéndose hasta las rodillas y sin que pueda cortarlo... ponedla a fregar letrinas, a recoger la porquería del ganado... a quitarle las pulgas a los cerdos... lo que más os agrade, pero sacadla de mi vida.-.

Volví a sentarme frente al bardo, y tomándome el atrevimiento, posé mis delicadas manos sobre las suyas. -Mi felicidad está en vuestras manos. Como os he dicho, podéis quedaros con el castillo, las tierras, incluso con Peach, a la que podéis tener de prostituta para calentaros el lecho. Pero quitadla de mi camino con Encantador-.

Me incorporé y las manos viajaron hábiles hacia la llave, colgada de la cadena de mi cuello. Con los dedos ágiles, desabroché la cadena y posé la llave entre las manos del hombre. Ante su perplejidad, añadí. -Es la llave del cofre real. Podéis quedárosla, incluso podéis escribir que los ladrones en palacio no consiguieron encontrar absolutamente nada y quedároslo para vos. Con la condición de que Peach no reciba un solo centavo de su herencia. A mi no me interesa, yo ya os dijo lo que deseo-.

Permanecí de pie mirando al bardo, esperando con esperanza una respuesta afirmativa a mis peticiones.

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17/02/2013, 21:41
Asurancetúrix

Asuranceturix estaba simplemente anonadado. No se esperaba ese arranque irracional de la princesa mezcla del despecho actual de muchos años y de una gran inmadurez al darle la llave del tesoro real que sin duda, si ella tenía, era porque parte de su responsabilidad era cuidad de él. ¿Hasta que punto puedo creerme este espectáculo? ¿Es un arranque verdadero de ira y despecho o simplemente una treta para ponerme a prueba? Asuranceturix debía andarse concuidado y tratar la situación delicádamente. Sin embargo, a pesar de sus dudas una especie de ternura hacía Zelda y su juventud le hizo decir las siguientes palabras

-Mi señora, sois jóven y la sola perspectiva de perder aquel a quien habeis entregado vuestro corazón os vuelve loca y os hace actuar precipitádamente ¿Tanto amais a Encantador que la simple idea de tenerlo lejos de vos os incita a destruir todo el reino de Macedonia? ¿De verdad entregaríais a vuestro padre, vuestra hermana y incluso el reino por el amor de un hombre? No os equivoqueis, si el cuento funciona correctamente puedo hacer que Encantador se enamore de vos, que Peach se vuelva fea e incluso que tenga un futuro oscuro desheredada y obligada a prostituirse en los puertos de Macedonia.

Miro a Zelda, tiene los ojos llorosos y sigue tomando mi mano que yo aprieto para darle ánimos

-Sin embargo, el amor de Encantador no duraría toda la vida, si el cuento no se nutre, si no se sigue contando tarde o temprado despertará de él como de un sueño y será consciente de lo que habeis hecho ¡Le habeis obligado a enamorarse de vos! ¡A casarse con vos en contra de su voluntad! y el amor que sentia por vos, ilusión creada por este humilde bardo, se convertirá en el más aférrimo odio ¿De verdad quereis vivir así? ¿Repudiada por vuestra familia, vendido el reino de vuestros ancestros por un hombre cuyo amor es solo una ilusión?

Zelda lloraba profúsamente, saco un pañuelo y le seco las lágrimas con gesto paternal. Una idea se iba forjandpo en mi mente un auténtico final feliz para esa niña desorientada que solo quiere su propio lugar en el mundo y en su historia. Sin embargo, antes de formular su idea debía escucharla a  ella.

-Zelda, ¿De verdad solo deseais el amor de Encantador? Buscad dentro de vos, antes de conocerle a él ¿Que sueños teníais? ¿Salir de este castillo, viajar acaso y conocer mundo? ¿Convertiros en una muchacha inteligente, independiente que no necesite de hombre para ser feliz? ¿Acaso heredar el reino y gobernarlo con mejor cabeza que vuestro padre? ¿Retornar la gloria olvidada de Macedonia?

Callo y rezo para que Zelda abra los ojos .

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17/02/2013, 23:09
La princesa Zelda

Llegados a este punto, el bardo era mi única esperanza para poder realizar mis sueños. -Maldita sea, ¿es que no he hablado claro?, ¿Qué le pasa a este hombre, es ciego, no se ha dado cuenta de mi situación?-. Negué con la cabeza y miré al cantautor a los ojos, intentando que comprendiera realmente lo que necesito. -Mi sueño siempre ha sido dejar de ser una segundona, dejar de ser ignorada por todos. ¡Incluso los sirvientes me ignoran!, ¿No comprendéis mi dolor?. Deseo que Peach sufra, ha tenido suficiente durante todos estos años, es el momento de que se ponga en mi lugar o peor. Hacedla fea, pobre, y que su labor sea la más sucia y rastrera de todas. No me importa... Y si, claro que me importa el reino, por eso deseo que Peach desaparezca, porque todo lo que está ocurriendo ahora mismo es fruto de sus caprichos.-.

Llegados a este punto, debo poner todo sobre el fuego y no dejar nada por decir. -Veréis, tengo la ferviente sospecha, de que el reino está en decadencia, porque los reyes han dejado desatendido al pueblo para satisfacer los continuos caprichos de mi hermana. ¡Por Nayru, tiene unas veinte pataletas al día!. Es una niñata engreída, caprichosa, petulante y asquerosa, que no se soporta ni ella sola. Deshaceros de ella, por lo que más queráis. Por el bien de todos...-.

Suspiré hondo y continué. -Y si señor, estoy profundamente enamorada de Encantador y deseo pasar mi vida a su lado, reinando en Macedonia o en Muylejano, pero juntos.- Volví a negar con la cabeza, intentando que me comprendiera. -Yo sé, yo sé que si el amor no se alimenta, muere.- Ni que lo digas... sólo hay que ver a madre y a padre-. pero también sé, que él está cegado por mi hermana, por ser la heredera, por la cantidad de joyas que lleva o por cualquier tontería que le haya dicho. Si ella pierde su estatus, estoy segura que él perderá el interés en ella y se enamorará de mi. Yo puedo hacerle feliz, por siempre jamás y juntos, podemos ser felices y comer perdices por el resto de nuestras vidas.-

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17/02/2013, 23:57
Asurancetúrix

Asuranceturix lanza un profundo suspiro.

-Yo iba a ofreceros una oportunidad para que pudiéseis forjar vuestra propia historia, dejar de ser una secundona y empezar a valeros por vuestra propia cuenta. Iba a ofreceros la posibilidad de viajar, de ver mundo, os iba a ofrecer que me acompañárais en mis viajes y viéseis el mundo lejos de vuestra familia y del palacio. No quiero que me malintenpreteis -Quiso aclara al ver en su cara el reflejo de cosas raras que estaría pensando. -No os ofrezco esto con ninguna segunda intención, no deseo nada de vos, salvo daros la oportunidad de cambiar de aires y que comprendais que el mundo es mas grande que ese príncipe y vuestra hermana. No os lo ofrezco porque esté enamorado de vos ni porque me lleve a ello ninguna intención que pudiera dañar vuestro honor, os ofrezco que seais vos quien forjeis vuestro propio cuento. Me ofrezco a dejaros la situación en el cuento para que vos podais partir de todos estos problemas sin caer en la ira de vuestra familia y sin el resentimiento de vuestra hermana.

Para un segundo para tomar aire, el dircurso había sido acelerado.

-Sin embargo, lo que me pedís no puedo dároslo completamente. No pienso perjudicar de forma tan grave a vuestra hermana, no cuando ni siquiera he podido comprobar por mis propios ojos si es merecedora de la ira que le dais. ¡Claro que me preocupa el reino! Y no os quepa duda que el cuento tendrá en cuenta lo que me habeis contado sobre vuestra familia, pero no puedo castigar a vuestra hermana de la forma que me pedís, porque me parece un catigo exagerado por el "crimen" de haberse comprometido con un hombre que no tiene ninguna relación con vos. Y no pienso obligar a Encantador a enamorarse de vos, y no por él, sino por vos, porque aunque ahora me odieis y me aborrezcais en el futuro recordareis esta conversación y me agradecereis que os haya evitado el mayor error de vuestra vida.

Finalmente dice para concluir, dirigiendose a la puerta (Aunque sin abrirla para que nadie fuera pueda oir nada)

-Os he dado mi oferta, esta hecha con mi mejor intención y sin esperar nada a cambio -Rió ante lo irónico de la situación -Y bien saben los dioses que es algo poco propio en mi, pero así es. Si no la quereis aceptar solo os queda esperar a que cuente mi cuento y veais que parte de lo que me habeis pedido estoy dispuesto a concederos y que no. Al contrario de lo que vos quereis, yo no voy a obligaros en mi cuento a que hagais nada que no deseeis, de modo que no temais, no saldreis enamorada de nadie para cumplir los propósitos de otro como tampoco voy a dejar que Encantador se enamore de vos para cumplir los vuestros.

De pronto recuerda algo, se acerca a ella y le devuelve las llaves del tesoro.

-Pensadlo bien, pero la noche va concluyendo si no recibo respuesta de vos o alguna propuesta mas racional antes de que cuente mi cuento tomaré en cuenta vuestra propuesta inicial y ya veré que puedo concederos y que no

Asuranceturix sale por la puerta de vuelta a la sala del baile dejando a Zelda sola en la sala de Juegos.

Notas de juego

Vuelvo a la sala de baile

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18/02/2013, 19:56
La princesa Zelda

-¿Cómo se atreve?, Maldita sea, jamás podré ser feliz... Mi cuento con Encantador no se hará jamás realidad y todo por culpa de la maldita de Peach, la odio, la odio, la odiooooooooooo-.

Oí las palabras del bardo, pero no me apetecía mirarle a los ojos. En su lugar, escogí mirar a la pared mientras él, me negaba las dos únicas cosas que le había pedido. Se estaba equivocando y vaya que si se estaba equivocando. Si ni siquiera podía comprar mi felicidad, ¿Qué me quedaba?.

Recogí la llave y lo observé partir.

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18/02/2013, 20:00
La princesa Zelda
Sólo para el director

Una vez el cantamañanas hubo salido de la habitación, me levanté y comencé a tener una de esas pataletas que había visto cientos de veces en Peach. Grité, grité como nunca antes lo había hecho y comencé a patear todo el mobiliario que se cruzó en mi camino, mientras de mis ojos caían lagrimas del tamaño de naranjas.

No era justo, nada de lo que me pasaba era justo, y ahora iba a quedarme igual o peor que antes. Porque la mosquita muerta iba a casarse con MI príncipe. -Maldita Peach, maldito Encantador... OS ODIO, OS ODIO A AMBOSSSSSSSSSSSS. HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-.

 

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19/02/2013, 01:13
Director

Por el pasillo se escuchaba un estrépito de muebles golpeados, cristales rotos y de chillidos histéricos. Cuando la princesa Peach abrió la puerta de la sala de juegos, sus sospechas se vieron confirmadas: su hermana Zelda se encontraba fuera de sí arrojando bolas de billar contra la cristalera de la habitación. A su alrededor, un revoltijo de sillas volcadas mostraba que la princesa llevaba un buen rato presa de un arrebato de furia incontrolada.

La mirada de las dos hermanas se cruzó a la entrada y Zelda detuvo el lanzamiento de una nueva bola para mirar a Peach con la mirada incendiada de odio...

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19/02/2013, 11:34
Asurancetúrix

Notas de juego

Corro a ponerme entre Zelda y Peach antes de que a Zelda le de por hacer alguna tonteria y abalanzarse sobre Peach para tirarle de los pelos o algo peor

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19/02/2013, 12:43
La princesa Peach

Peach se queda mirando boquiabierta la escenita que su hermana había montado.
-¿Qué reconchilis ha pasado aquí?-Preguntó más para si misma que para el resto. -No lo entiendo, si hace un momento saliste triunfante del salón de baile, ¿qué ocurrió? -Preguntó a su hermana que se encontraba tras el bardo. - O sea, tía. Te quiero y todo eso, y si realmente amas a Encantador te lo cedo, ¿sa'es? Pero que sepas que no es lo que dice, tiene dos caras, la de una misma moneda, o sea, nena, quería protegerte de esa sonrisa y lo que tiene de fachada. Yo.... yo.... amo a Jóker, ¿entiendes? -Peach dio un paso hacia el bardo y por lo tanto hacia Zelda-Te quiero, tía, y como tu hermana mayor que soy só'o queria protegerte. ¡Encantador está casado! Tiene a su primera mujer encerrada en una torre, sólo quiere el trono de Papi, ¿sa'es? Por eso, tú no le sirves porque yo soy la heredera.

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19/02/2013, 14:45
Asurancetúrix

-¡¡Encantador está casado dices!! ¡Y tiene a su primera mujer encerrado en una torre! ¡Pero como te has enterado! -Estaba sencillamente anonadado, no podía creérmelo con su sonrira y su cara de yo no fui.

Me dirijo a Zelda muy serio - ¿De verdad piensa, su excelencia, seguir con sus intenciones después de lo que ha dicho vuestra hermana?

 

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19/02/2013, 18:45
La princesa Zelda

Al ver a Peach aparecer, lancé la bola hacia ella con todas mis fuerzas. Pero gracias al Din, mi puntería no era de las mejores, y digo gracias, porque el cantamañanas se puso en medio y a punto estuve de darle en la cabeza. Miré a la rubia con asco, -¡¿Qué qué ha pasado?!, ¡TÚ, HAS PASADO!... Toda tu cochina vida quitándomelo todo, desde la atención de nuestros padres, hasta ahora, al hombre del que me he enamorado-.

Intenté acercarme a ella para cogerla de los pelos, pero el bardo no me permitía llegar, mientras ésta continuaba hablando. -¡Ja!, ¿Tú me quieres?, eso no te lo crees ni tú, egocéntrica asquerosa, no quieres a nadie, te odio. ¿Jamás te has parado a pensar en lo que tus caprichos repercuten en los demás?... No vayamos muy lejos... El maldito gato pulgoso por ejemplo, sabes que me hace daño y a ti te la repampinfla, erre que erre hasta que padre te lo concede.-.

Giro alrededor del cantautor, intentando llegar a la rubia, pero él sigue mis movimientos. -¿Si está casado para qué lo quieres?, ¡MIENTES!... ¡Ja!, que yo no sirvo... nunca se ha demostrado mi valor porque tú no paras de arrebatármelo todo-.

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19/02/2013, 19:07
La princesa Peach

-¡¿TE CREES QUE YO ELIGÍ SER LA MAYOR?!-Preguntó Peach bastante cabreada y perdiendo por completo su típico acento de pija.- ¿Qué yo elegí ser la heredera de Macedonia? ¿Qué nuestros padres sigan todos mis pasos y no me dejen en paz? ¿Qué me hayan abandonado a mi suerte en el mundo de Mario?-Preguntaba mientras trataba de acercarse a ella pero el bardo seguía medio, ni siquiera escuchaba qué decía el artista.-¿Qué sea la mimada y la consentida? ¡Yo no lo elegí! ¡ES LO QUE ME HAN ENSEÑADO Y ES EN LO QUE VIVO Y LO ÚNICO QUE CONOZCO!-Gritaba y salpicaba de saliva al intermediario, sin querer.

-¡Está bien! ¿Te crees que soy egoísta? ¡No he conseguido nada de lo que quería! No voy a casarme con Jóker pero Encantador me ofreció un trato dónde entraba la compañía del bufón, ¿lo entiendes hasta ahí? -Le preguntó sarcástica, cosa que nunca había sido.- Porque si así, conseguía estar con el amor de mi vida y con el padre de mi futuro hijo que ya crece en mi interior pues ¡QUÉ MÁS DA! ¡Acepto y que se quede con el trono de Macedonia!-Exclamó tajante.-No he conseguido el anillo de la juventud eterna, no he conseguido al puto gato de las narices, al que quería para mí porque nadie me quiere en este palacio, ¡todos me utilizan! ¡Sólo quería un amigo! Y sobre todo, ¡MI NARIZ!,-señaló con ambas manos, la nariz respingona con la que había nacido cuando empezó a llorar,- mi horrible nariz, ¿cómo puñetas voy arreglar esta "cosa monstruosa"?

Peach retrocedió un paso sin parar de llorar y trató de respirar, antes de que le diera un ataque de ansiedad.
-Está bien, -dijo tratando de calmarse mientras clavaba la mirada en el bardo- no se cómo irá el cuento que estáis confeccionando pero quiero pediros una cosa, sólo una: Zelda será la hermana mayor y no yo. Ella será la heredera del trono y no yo. Encantador querrá seducirla a ella y no a mí. Y quizás, yo pueda casarse con mi Jóker con nariz horrible y juventud marchita y todo.-Clavó su mirada en Zelda.- Y verás como realmente, si te quiero y siempre te he querido.

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19/02/2013, 20:02
Asurancetúrix

La verdad es que Peach había demostrado ser mucho mas madura que su hermana y su propuesta puede que quizás contentara a todo el mundo. Yo había intentado por todos los medios alejar a Zelda de Encantador pero no había manera... En fin, si eso es lo que quieren las dos... ¿Quien soy yo para impedírselo? Y si Zelda destroza su vida con un hombre que solo la quiere por su título... más no podía hacer este humilde bufón para impedirlo, yo no era su padre. Y apropósito del rey ¿Que será lo que quiere el rey?

-Me gusta tu propuesta Peach, no puedo prometer nada porque el cuento no está hecho y aún no he podido averiguar todo lo que ocurre en este palacio. Pero me gusta mucho tu propuesta. -Me dirijo haci aZelda -¿Qué opinas? ¿Te gusta la propuesta de Peach?

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20/02/2013, 03:53
Director

En la sala de juegos, Asurancetúrix el bardo trataba de mediar entre la riña de las dos princesas cuando una cara se asomó por detrás de la puerta. El príncipe Séptimus, después de un buen rato desparecido, entró en la habitación llena de silla volcadas, cristales rotos y bolas de billar tiradas por el suelo.