Partida Rol por web

"Stromboli... No se puñetea al capitán" le digo por lo bajini. De algún modo, se que podía intentar lo imposible, que podía ganar tiempo. Pero hay algo evidente: El Páter también tiene el don de hacer posible lo imposible.

"¿Sabe que, Capitán? Que el hombre de Peggy debería de ir a los tiburones. De aperitivo, antes que ella. Dejar cabezas en pocas es de bárbaros, no de piratas"

"Ni siquiera un ninja haría eso"

Luego me acerco al conde vampiro Vlad "¿Tu sabes pelear?" Y por lo bajini "Amigo mío ¿Todo ok?"

 Dando sus últimos respiros en la faz de la tierra y ante la falta de ayuda de cualquier tipo (si bien no hubiera hecho mucha diferencia), Bob Dong muere ahogado en su propia sangre. Y puede verse en los alrededores como el resto de los hombres de Bob caen o se rinden. Declarándose así una aplastante victoria de los piratas sobre los hombres del régimen de Tsai. Por ahora.

 Ambos grupos de agentes, los que se encontraban espiando y los que estaban metidos en el grupo de piratas (ya fuera como miembros o prisioneros), decidieron no interactuar entre sí. Aprovechando Zeta y Jones para probar su suerte y evadir un enfrentamiento con los piratas, que de a poco comenzaban a salir de aquel shock que les había provocado Roni. Una vez Henry Dojo fue capaz de salir de aquel trance, quiso mandar a su tripulación a perseguir a los dos agentes, pero estos ya estaban demasiado lejos como para que sus piratas pudiesen alcanzarlos.

 Finalmente, los dos agentes lograron escapar sin mayores problemas de las garras de los piratas. Mas debido a que aquellos bucaneros se encontraban saqueando e invadiendo casi todos los confines de la ciudad, los agentes solo encontraron paz adentrándose en la jungla cercana al puerto. Allí podían evadir las miradas de los piratas y llamar tranquilos a la Agencia.

 Henry se mostró furioso por no haber podido atrapar a aquellos dos espías. Especialmente porque uno de ellos había tenido la osadía de disparar en su contra. Por lo que el pirata aprovechó que ahora algunos de sus tripulantes estaban desocupados para mandarlos a buscar a Zeta y Jones.

- Ustedes tienen la tarea de correr la voz de que hay dos tipejos a los que quiero colgar del cuello. Una negra y un gordo barbudo. Y luego se van a dedicar exclusivamente a seguir su rastro, ¡¿entendieron?!

 Uno de ellos quiso quejarse sobre cómo ellos dos iban a estar privados de poder saquear y quemar cosas como el resto de sus compañeros, pero un cachetazo limpio por parte del pirata le sacó aquellas ideas de la cabeza e hizo que esos dos bucaneros se fueran rápidamente a cumplir las ordenes del capitán. Una vez despachados sus hombres, Henry se acercó a Roni, aunque no demasiado. Se podía apreciar una actitud diferente por parte del pirata con el cardenal disparador.

- No tengo intención de incorporarlos a mi tripulación, Stromboli. Son alimañas que dispararon contra nosotros: la muerte es lo que les corresponde. Ahora, sobre lo que acabas de hacer... debo decir que estoy orgulloso. Incorporarte a ti y a tu compañero extraño a mis hombres fue de las mejores decisiones que he tomado en años. Si bien preferirías que no disparases tan cerca mío, heh heh... ¡Juntos dominaremos el mundo!

 Se notaba un mayor respeto por parte de Henry y sus piratas con los agentes Roni y McTaker. Incluso cuando Angus dio la idea de tirar el cadáver a los tiburones, el pirata la tomó en seguida.

- ¡Pero por supuesto! Chicos, tomen el cuerpo del gordo y tírenlo al agua. Bien profundo... mientras tanto, aquí junto a Stromboli y Angies tenemos que determinar qué utilidad nos pueden dar este rubio y la niña...

 Parecía que la discusión volvía sobre qué iban a hacer con Vladimir y la chica adolescente. Ya había sido convencido de dejarlos vivir, pero tenían que ser útiles a la causa.

Vigila los alrededores, puede que nos hayan seguido.- Buscó una zona oculta, bajo el amparo de algún gran árbol con ramas y alta vegetación donde poder pasar desapercibido pero a la vez tener controlada las posibles direcciones por las que pudieran venir, evitando así que fuera escuchada por oídos externos.- Aquí la Agente Zaheera Rajah y Jack Jones, conectando con la Agencia.- Esperó a recibir respuesta del otro lado mientras oteaba el ambiente, pensando incluso en subirse en algún árbol para tener mejor visión.- Informo que los agentes Angus McTaker y Giuseppe Roni han puesto en peligro no sólo la vida del resto de agentes, sino la propia tapadera y seguridad. Entre sus delitos, está aliarse con una amenaza externa destrozando así parte de la isla a base de fuego y miedo, aparte de asesinar a sangre fría a uno de los contactos del Agente Jones, su principal tapadera en el grupo de ataque, delante de varios civiles. También encontramos prisionero al Agente Vladimir, poniéndolo en peligro.- La lista de cosas que denunciar era tan amplia que apenas se creía que realmente lo estuvieran haciendo.- Aparte, han contactado con civiles para darle la misma frecuencia con la que le estoy hablando, delatando no sólo nuestra posición, sino toda la información clasificada que ello conllevaría. El civil es un camarógrafo llamado Roger Meyer. Él mismo nos comunicó que uno de nuestros compañeros con el pseudónimo de “Hannibal Baracus” le construyó una radio modificada dándole nuestra frecuencia, aparte de crear una red  de contactos con toda la isla. Temo que alguien más tenga dicha información.- Miró a Jones, preguntándose si le faltaba algo por mencionar y dándole el turno de palabra si así fuera necesario.

Solicito permiso para detener a ambos agentes y expulsarlos de la misión. No sólo han puesto en peligro la vida de los civiles y de los propios agentes, sino han desvelado detalles de la operación.- Realmente quería añadir más cosas, pensamientos que tenía la mujer y que sabía que no podía mencionar por profesionalidad, teniendo que morderse la lengua.- Espero instrucciones.

La situación se les había ido totalmente de las manos. Las tapaderas de ambos, en especial la de Jack, se habían ido al traste por culpa de las acciones egoístas de dos macabros agentes, que miraban más por el poder que conseguían sublevando a piratas y por la diversión que aquello podía aportarles que por el bien de la misión y la liberación real del pueblo. Después de todo, lo único que estaban consiguiendo es pasar la correa de la esclavitud y la opresión a otras manos.

Jack no estaba hablando, cosa extraña en él, se le notaba cual oso pardo, enfadado y preocupado a partes iguales, si bien la muerte del tipejo llamado Bob no era algo por lo que llorar y de hecho incluso se podría considerar que se lo tenía merecido, la de gente que debía haber perdido sus hogares durante el ataque pirata era incalculable. Solo un río de sangre auguraba para el grupo si continuaba así la cosa.

Miró preocupado a su compañera, después de que se comunicara con la agencia a través de la radio, dando todos los detalles habidos y por haber, se notaba que era el cerebro del grupo. Aprovechó que había soltado el botón para transmitir su voz para comunicarle a su compañera su preocupación. - Zeta... Creo que estamos solos. Aunque la agencia nos de el visto bueno ¿qué van a hacer? Ya nos han infiltrado a nosotros aquí, dudo que puedan enviar a alguien más y no solo eso... Creo que nos pedirán que nos encarguemos nosotros mismos. Y vale que estoy fuertote, pero dudo que pueda contra toda esa legión. - comentó a modo de broma, por intentar quitarle algo de hierro a la situación... Aunque pronto su cara volvía a expresar preocupación.

No quiero adelantar acontecimientos, pero si la agencia nos dice que nos apañemos solitos... Deberíamos ir pensando en que hacer a continuación. - suspiró. - Solo por si acaso.

Contaba con ello, por eso pedí permiso para detenerle.- Teniendo en cuenta que ellos mismos habían tenido un par de problemas nada más llegar, el hecho de traer a un nuevo pelotón para encargarse de dos agentes sólo complicaría más las cosas.- Es difícil traer a alguien externo teniendo en cuenta cómo están las cosas.- Creía ver todavía la columna de humo si alzaba el rostro, aunque posiblemente se tratara más de un efecto óptico fruto del cansancio.- Mi intención es reducir a ambos, quitarles las armas y encerrarles hasta que todo haya acabado, o mínimo hasta que encontremos la forma de que la Agencia les recoja.- Ellos llegaron en un barco, ¿había posibilidades de que en algún momento ese mismo transporte pasara por las costas? Complicado, debe estar todo vigilado, más con la presencia de “piratas”.- Nos pidieron detener toda amenaza para liberar a la isla y, ahora mismo, ellos dos suponen una muy clara.

Por supuesto también estaba la posibilidad de que la Agencia no los escuchara. No tenía muchas expectativas con respecto a tener un equipo de apoyo para arrestarlos, pero esperaba realmente que los hechos que había contado fueran suficientes para que vieran la gravedad de la situación.

En caso de que nos deniegue la petición, mi intención es reunirme con ellos y quitarles las armas o walkies, cualquier cosa que ponga en peligro la misión. No voy a dejar que el resto corráis peligro por dos insensatos.- Buscó una rama grande de árbol para sentarse, esperando la respuesta del walkie.

 El mensaje fue contundente. Tanto así, que las personas que estaban escuchando desde el otro lado de la frecuencia se habían quedado calladas por unos segundos. Pero luego empezó una tensa discusión entre dos voces que distinguían como miembros de la Agencia; en particular, la encargada de Comunicación y el encargado de Logística. Discusión que hablaba sobre "derechos humanos", "total libertad de los agentes", "deberes de la O.N.U." y demás tecnicismos que dividían las opiniones de Nyala y William.

 De pronto, a través del walkie se dirige Totonaco a los dos agentes. El tranquilo señor encargado del Armamento, que parecía el más recatado del trío de supervisores. 

Totonaco: Son muchas cosas para analizar, ciertamente... ¿Así que encontraron a Roger Meyer? Esa es una preocupación menos para tachar de nuestra lista. El delegado estadounidense estaba preguntando por aquel hombre y la periodista que le acompañaba. En cuanto al contacto asesinado y la amenaza externa que han aflorado en la isla... creo que hemos encontrado una excepción a la clausula de no intervención a la cual se encuentra sujeta la Agencia. ¿No les parece, compañeros? Como una tormenta que parece que va a destruir una casa, pero solo trae un arcoiris...

 El encargado de Logística, cansado de debatir con su par sobre los métodos, se queda anonadado ante las palabras de su otro compañero. No se le ocurría una forma en la cuál esa clausula se pudiese violar.

William: ¿A qué te refieres? No hables en acertijos y dilo de una vez, viejo retorcido.

 Pareciera que la mujer de rosa encargada de la Comunicación comprendió a que se refería Totonaco en poco tiempo, puesto que tomó el walkie y, emocionada, habló con los agentes.

Nyala: ¡Sí, sí, es verdad! Maverick ordenó explícitamente a la Agencia no iniciar acciones en contra del régimen de Tsai. Esa es la clausula. Pero... ¡él nunca consideró amenazas que no viniesen de la mano del régimen! Zaheera, Jack... ¿cuál es esta amenaza de la que están hablando? ¿Es la cuál me mencionó Vladimir ayer? ¡Oh, tendríamos que haber hecho algo!

 William, molesto con el razonamiento de su compañera, le quita el walkie y deja claro cuál era la situación en la que la Agencia se encontraba ayer. Aunque también les da un poco de esperanza a los agentes respecto a qué podía hacer la Agencia ahora que la amenaza no provenía de parte de Peggy.

William: No podrías haber hecho nada ayer. Así como yo les dije que no podíamos hacer nada hoy. Pero esta nueva situación... esta cosa de la amenaza externa... A Maverick no le va a gustar, estoy seguro. Pero es un vacío en su propia disposición. Agentes, cuéntenos un poco más sobre esta amenaza...

 Más antes de soltar el dedo del botón para hablar para permitir que los agentes tuvieran la palabra, se pudo escuchar el refunfuño de la encargada de Comunicaciones contra William.

Nyala: ¿Hablaste con ellos a mis espaldas? ¡Cuantas veces te dije que no puedes atender mis llamadas!

Desconozco sus nombres, pero se hacen llamar a sí mismos “piratas”.- Tanta discusión y voces distorsionadas al otro lado la confundía hasta el punto de ya no saber con quién estaba hablando. Al menos, y eso la consoló, en esta ocasión parecían tomárselo en serio.- Anoche nos reunimos todos en un punto seguro de la playa para organizarnos. Allí, el Agente Giuseppe Roni y Angus McTaker delataron la existencia de esta nueva amenaza, aunque su intención era aliarse con ella para tomar el puerto sin “mancharse las manos”.- Todavía le sorprendía que lo hablara de forma tan formal, pero fue justamente ahí cuando empezó a desconfiar de ambos.- Ellos sabían que iban a quemar los barcos del puerto y poner así en peligro a civiles, por eso el resto de Agentes intentamos contactar con ustedes, para impedirlo.

¡Silencio! - gritó Jack a través del Walkie. - Madre de Dios, que de voces, que desorganización. 

Escuchadme atentamente. - comentó ahora más calmado. - Efectivamente la amenaza que comentó ayer el agente ruso es la misma que le comunicamos hoy. Son piratas, muchos piratas. Y si bien una guerra o ataque contra el régimen Tsai era inevitable, debería haber sido hecho de la forma menos destructiva posible, pero lo más importante, debería ser con el fin de que la gente sea libre. - gruñó ligeramente. - Pero los que están liberando el dominio de Tsai son PIRATAS y están poniendo las zonas bajo SU DOMINIO. Lo cual creo que es mucho peor, después de todo son PIRATAS. - ponía quizá demasiada énfasis en la palabra "piratas", pero le parecía surrealista.

Por ello mismo debemos tomar acciones contra los agentes Roni y McTaker, porque ellos están dándole apoyo directo e incluso liderandolos. Han traicionado a la agencia y a la libertad. - concluyó finalmente. - Así que ahora díganos, jefazos ¿van a intervenir o estamos solos? Porque dudo que el agente ruso dure demasiado, cautivo por los piratas y los traidores.

Giuseppe sonrió, estaba alegre de que todo se hubiera solucionado de forma correcta, o al menos lo más correcta que esta podía solucionarse, aún teniendo en cuenta que le acababa de robar la kill, o quizás recuperar la Kill que este se había pedido primero. Por lo que con una leve sonrisa este tan solo comentó de forma tranquila lo que suponía.

-Tienen dos brazos, tienen dos piernas... Pueden ayudarnos con los suministros. A fin de cuentas... ¿Para qué abandonar mano de obra?. En el peor de los casos los Hombres de Peggy los obligarán a alistarse y luchar en nuestra contra. Así que... mejor tenerlos cerca y que nos sirvan.

Con esto dicho, Giuseppe señaló a aquella muchacha adolescente.

-De hecho me vendría bien una asistente. Así que si no es mucha molestia, esa muchacha estará a mi cargo. Que Angus se quede con el otro... creo que hacen buena pareja...

La secuencia de acontecimientos sorprendieron al ruso, que no había esperado que las cosas terminaran de aquella manera. Había logrado percibir a Jones y a Zeta antes de que desaparecieran, lo mejor que podían hacer ahora era abandonar aquella zona antes que los piratas le dieran caza. Vlad se mordía la lengua, enojado por cómo estaba ocurriendo todo, pensando en todos los inocentes que iban a sufrir en manos de aquel pirata desquiciado. Quizás habían librado aquel lugar de la mano de Penny, ¿pero a qué costo?

Lanzó una mirada helada a McTaker, pero se limitó a asentir, como respuesta a ambas preguntas. Escuchó la propuesta que hacía Roni con respecto a que hacer con ellos, y por un momento estuvo a punto de ofrecer que cambiaran puestos, él podría hacer de "asistente". No le gustaba la idea de dejar a la chica con aquel Pater que parecía llegar a extremos mas allá de los que deberían estar permitidos, pero supuso que si se mostraba más interesado en ese intercambio, menos posibilidades habrían de que lo hicieran. Miró a la chica de reojo, no había querido meterla en todo ese lío, y se sentía culpable por ello.

¿Y qué había sido de los huérfanos? Tantas culpas y remordimientos... Respiró hondo, se serenó. Y dejó que el frío temple formado en la madre Rusia tomara el control. No más culpa. Estaba allí para cumplir con su misión, de un modo u otro.

En algún momento en el que me lleve al Vampiro Vlad, no tanto a solas, sino cuando NADIE este molestandose en mirar -como por ejemplo, cuando lo pongo a fregar la cubierta- por fin puedo acabar la charada.

"Me alegro de poder contar vos, Vlad. A veces no se si Roni tiene claro cual es nuestra misión"
"A veces tampoco tengo tan claro en que consiste la nuestra. Una carga de los cascos azules no habría sido ni la mitad de destructiva. Pero claro, por otro lado, el problema son los misiles ICBM de Peggy."

"Creo que tenemos tres enemigos ahora, Peggy, Henry... y puede que Roni!"

"Pero creo que ahora tenemos una oportunidad"

 Mientras que sus lacayos tomaban el cuerpo del recaudador muerto y lo lanzaban al mar, Henry se paseaba por el lugar en donde aquel hombre había sido asesinado por el pater. Miraba la sangre, las lágrimas y el sudor que Bob había emanado en los últimos minutos de su vida. Finalmente, depositó su mirada en el único objeto de aquel tipo que había quedado tirado allí. El colgante que tenía en el cuello, que se había roto cuando el disparo le dio en el cuello.

 Henry abre aquel colgante para ver la foto que estaba dentro y empieza a reírse como hiena al ver la fotografía. Rápidamente se lo lanza a McTaker para este se la muestre a los demás. En la foto aparecía una mujer subida de peso, lo cual parecía ser el motivo de risa del capitán. Esa mujer era relativa de Bob Dong, el hombre que acababa de morir.

- ¡ARGHHH! ¡Que criatura horrible que se consiguió aquel enano gordinflón! ¿Es que acaso todas las mujeres del interior del país son feas? ¡Es por eso que me volví pirata! Entre otras razones, claro...

 Luego el pirata escuchó el alegato de Roni, y luego de pensarlo un poco, accedió. Se le notaba de buen humor luego de haberse reído de la esposa del fallecido. Eso le levantaba el animo a pocas personas, y Henry era una de ellas. Accedió a las demandas. Todo fue paz durante unos minutos en los cuales pudieron conocerse un poco más entre los piratas y sus nuevos "asistentes". Por alguna extraña razón, la niña a la que protegía Ivanov mostraba una gran afinidad con Roni, mientras que McTaker y el soviético ya se conocían de antes.

- Vale, vale... pero solo porque me lo piden ustedes, bucaneros de alma. Stromboli, tú te quedaras con la chica. Mac, tu tendrás al turista rubio. Esperemos que muestren ser mejores que- Esperen... ¿Qué es eso?

 De pronto, un viento fuerte se puede sentir que provenía desde la dirección del agua. Al mirar hacía allí, la expresión del capitán pasó de la alegría de una victoria al temor de una inminente derrota.

 Pues desde el puerto se podía apreciar como tres imponentes buques de guerra se empezaban a acercar hacia la costa, haciendo que todos los piratas comenzaran a asustarse ante la idea de luchar contra aquel desplegue. Puesto que una cosa era reducir a un pueblo con pocos guardias, pero otra era enfrentarse a aquella flota mortal. Los agentes también podrían haber entrado en pánico, pero vieron algo que los piratas no podían ver: todos aquellos buques pertenecían a la Agencia, la rama de la ONU que les había encomendado aquella misión.

 Y es que eso era evidente, ya que detrás de aquellos barcos se encontraba el ya conocido portaaviones en el que habían llegado hasta las cercanías de la isla de la mano de la Agencia. Lo que denotaba que la organización se planteaba hacer una avance sobre los terrenos de la isla.

 El pirata en jefe, tan valiente y feroz que parecía al atosigar a aquel pueblo pequeño y desprotegido, ahora se veía atemorizado por la llegada de un enemigo mucho más capaz de darle batalla; incluso se podía decir "una paliza". Viendo como de grupo de 30 maleantes no podía contra aquel armamento, el pirata llamó a toda su tripulación que se encontraba festejando la conquista para que empezaran a preparar una retirada. Su temor se traducía en una mirada mezcla de angustia y enojo; pero en el fondo lo más potente que había era el miedo.

¡M-m-mierda! ¡Nos tenemos que ir de aquí! El mar ya no es seguro... ¡ARGHH! ¡EL MAR YA NO ES SEGURO! Hay que ir hacia el centro de la isla. En la jungla no podrán atraparnos.

 Los piratas, ni tontos ni perezosos (aunque si lo fueran), empezaron a empacar sus cosas, a tomar autos y carruajes que llenaban de objetos ajenos, y comenzaban a moverse hacia el interior del pueblo, para dirigirse hacia la salida. Pues allí estaba el inicio de una espesa jungla la cual les alejaría de las mortales ráfagas de misiles que aquellos navíos podían lanzar.

 Henry se giró por un momento y llamó a sus dos nuevos aliados, McTaker y Roni, para que le siguiesen junto con sus asistentes.

- ¡Vamos, mierda! ¡No se queden ahí parados!

 Se hizo un silencio espectral del otro lado del comunicador. Los supervisores se quedaron escuchando atentamente a lo que decía Jones, cuyas palabras parecen ser sido más convincentes que las de Zeta. A pesar de que, en sustancia, eran las mismas. Luego de un par de cuchicheos inentendibles entre ellos, volvieron a dirigirse a los agentes del otro lado de la vía de comunicación.

William: ¿Piratas, entonces? Suena a una película de ficción, pero... supongo que funcionará.

Totonaco: ¿Eso significa que desplegaremos los buques?

William: Sí, pero solo para hacer que los piratas retrocedan y así hacernos con el control de Puerto Obikanui. Si son inteligentes, retrocederán y perderán el puerto. Y luego el régimen de Tsai tendrá que lidiar con aquella peste pirata.

Nyala: ¡Pero entonces no nos estamos enfocando en reducir a los piratas, si no en hacer que se muevan para recuperar el puerto!

William: ¿Acaso eso no es mejor que no hacer nada? Al régimen no le quedará más opción que aceptar nuestra intromisión en su isla. El régimen de Tsai no podrá acusarnos de desestabilizadores, y de a poco le vamos a quitar terreno a esos dictadores. De hecho, este método de ir desestabilizando zonas a través de los piratas es interesante...

Nyala: ¡Ni de broma digas algo así de vuelta!

 La transmisión se corta, ni siquiera con un "Cambio y Fuera" en el medio. Solo un corte súbito, producto de un trío de supervisores despistados. Quedaba claro que iban a intervenir en la situación ahora que la zona del puerto pasó al control de un grupo no alineado con el régimen, pero la respuesta de la Agencia era... cuanto poco... insatisfactoria. No iban a hacer mucho más que desembarcar y recuperar el puerto; dejando la amenaza de los piratas libre por el resto de la Isla Shuriken.

 De pronto, se pudo sentir un cambio de viento en la jungla, con una fuerte ráfaga proveniente desde el puerto. Si bien la selva era un lugar espeso que no dejaba ver mucho más lejos que un pequeño radio, los dos agentes tenían la ventaja de que el puerto estaba en bajada y se podían ver pequeñas secciones del mismo desde algunos lugares. Y lo que Zeta y Jack pudieron apreciar los podía dejar sin palabras.

 Pues desde donde estaban se podía apreciar como tres imponentes buques de guerra se empezaban a acercar hacia la costa. Los agentes pudieron percatarse de que todos aquellos buques pertenecían a la Agencia, la rama de la ONU que les había encomendado aquella misión.

 Y es que eso era evidente, ya que detrás de aquellos barcos se encontraba el ya conocido portaaviones en el que habían llegado hasta las cercanías de la isla de la mano de la Agencia. Lo que denotaba que la organización se planteaba hacer una avance sobre los terrenos de la isla. Tal como le habían prometido al dúo.

"Capitán..."
Dicho esto, cojo el trabuco más grande, gordo, negro, duro, sucio, grosso y venoso trabuco que tengan en la tripulación

"Ganaremos tiempo. PORQUE ESO ES LO QUE HACEMOS"
"¿Hace, Stromboli?"