Partida Rol por web

Suspiro.

La verdad es que me siento avergonzado. Tan sólo abro el armario, me encuentro dentro a Tom Cruise, que no quiere salir, y saco una de las mantas.
Cubro con ella al compañero que ha caido rendido

"Tengo que ser mejor. Más atento, más despierto, más capaz"
"No puedo permitir que se me escapen las pistas. Mal que bien, Roni tiene un ejército, Peggy tiene un ejército... y nosotros no tenemos NADA. Encima, parece que mi amigo que montaba una resistencia ha muerto"

"Tengo que saber que fue de él, sea como sea"

Contemplo los artefactos en la habitación. La Tele, el ventilador, la calefacción...
Podría construir cosas increibles con todo esto, si. Pero ¿Valdrían de algo? Nada podría traer de vuelta a mi buen amigo. Y no se que habrá sido de su esposa

Sigo con estos pensamientos, sentado en el sillón de la habitación.

La situación se desenvolvió como era de esperar, un guardia les cortó el paso para requerirles una verificación y autentificación de su identidad. Con eso contaba Giuseppe Roni, el cual se adelantó para tratar con aquel guardia de poca monta. Con una mirada fría y cansada, el cura-espía disfrazado de pirata disfrazado de militar, habló.

-Somos los "compañeros" que vamos a limpiar tus errores. -Comentó sin titubear- ¿Por que no has enviado el informe con la lista de todos los trabajadores de la obra como se te ha requerido?. Supongo que alguien que tarda una hora al pasar por un control de metales haría su trabajo de forma impecable. -Giuseppe miró a un lado, detrás del guardia, como si quisiera buscar a alguien entre el entorno de atrás- ¿Aquí, quien de los dos está tratando de proteger a alguien?- La mirada de Giuseppe se posó sobre el otro guardia antes de volver al primero-  ¿O acaso lo vamos a achacar a un "error administrativo"?. No, sí eso es muy común "Oh, no me llegó nada", "No sabía que iban a venir", "No me dieron órdenes de hacerlo". ¿Sabes a dónde van todos esos "guardias" que dicen esas excusas?. ¿Quieres averiguarlo?.

Giuseppe hizo un gesto a los piratas para avanzaran hacia la garita de los guardias. -Revisad la garita por la lista de los trabajadores, quizás uno de los dos sigue siendo leal y se lo haya ocultado al otro- En verdad, el hombre de Dios se estaba inventando esa excusa para inculpar a esos dos de traición a Peggy y al ejército, una acusación que, como mínimo, esperaba que les pusieran nerviosos.

-¿Y bien?. -Inquirió de nuevo chasqueando los dedos frente a la cara del soldado- ¿Vamos a hablar de esto o vas a seguir haciéndome pensar que estás ganando tiempo para que los traidores sigan pululando a sus anchas?. -Gritando, tanto a los piratas disfrazados, como al propio guardia que tenía enfrente, este se quejó de la falta de la lista- ¿¡Por que no tengo la lista de los trabajadores en mis manos!?.

-Yo que tú no estaría tan feliz de saber nuestros nombres, amigo.- Dijo el agente ruso apenas dedicándose una mirada a los nudillos. -Eso sólo significa que nos vales mejor muerto que vivo.- Levantó entonces la mirada hacia él. -Por lo que deberías pensar que si no lo hemos hecho ya es porque estamos aún considerando tu posible... utilidad.- La lealtad que mostraba Danny por su capitán tampoco hablaba bien a su favor, sin embargo su abierto rechazo hacia Roni podía serle de ayuda. Decidió aferrarse a esa posibilidad, intentando no mostrarse alterado a las palabras que aquel desgraciado soltaba sobre Sam.

-El hombre al que conocen como "Stromboli" se llama Giuseppe Roni, y creo que se ha ganado muy rápido la confianza de tu capitán. Desesperadamente rápido, diría. ¿Quién da las órdenes ahora, me pregunto?- Dejó escapar el humo de su boca un instante, antes de continuar. -Pero créeme si te digo también que no ha sido él quien se "unió" a su causa. Les está usando para conseguir su propio objetivo, y cuando el capitán deje de serle útil, se deshará de él. ¿Entonces, qué pasará? Si Roni aún no se ha unido a Peggy es porque no le ha visto beneficios de momento, pero en cuanto lo haga tanto tu capitán como todos tus compañeros caerán bajo su traición. Marca mis palabras, amigo.- Dio otra calada al cigarrillo, dejando que se fuera consumiendo de a poco. -¿Fumas?-

 Roni decidió tomar un camino más arriesgado con aquellos dos guardias en la cabina y acusarlos de haber omitido realizar sus tareas. En particular, la tarea de enviar la lista de los trabajadores de la obra. La expresión que ambos soldados mostraban era de pura estupefacción; habían sido tomados completamente por sorpresa. Incluso los dos acompañantes del cardenal disfrazado de soldado, Dojo y Kunai, estaban anonadados por la capacidad del agente de tomar aquellos caminos tan inesperados y radicales.

 Pero por lo menos Kyle estaba a gusto con aquel rumbo. Cuando el cardenal le pidió a sus dos compañeros que ingresaran a la cabina para buscar aquella lista, el pirata desfigurado asintió automáticamente a la orden y se acercó a la puerta de la misma.

- A la orden, comandante...

 Al Capitán Dojo le tomó un par de segundos procesar aquella táctica, pero poco después también acató las ordenes. Sin embargo, se encontraron con un obstáculo que les impedía ingresar a la garita: el cuerpo de Ben Ishimaru. El soldado blockeaba la entrada con todo su ser, con la mirada fija en el trío de "soldados".

 Su seria miraba estaba postrada en Roni, y sus brazos estaban pegados a cada uno de los lados de la puerta. Estaba dispuesto a detener a fuerza bruta la intromisión de aquel trío en aquella cabina. Su compañero, visiblemente nervioso, miraba con preocupación todo lo que se estaba  aconteciendo.

- ¡Jamás, en mis 12 años de servicio a esta gran nación, se me ha olvidado enviar un informe, despachar un envío o distribuir información urgente! ¡Tomo mucho orgullo de todo lo que hago como militar de la Isla Shuriken y que usted lo ponga en duda, señor, ofende profundamente a este soldado! Desearía que se identifique de una vez por todas y aclaré las circunstancias que le hacen acusarnos de las cosas que dice.

 La furia en la voz de Ben, claramente ofendido, se fue apagando para pasar a un tono de regaño. El soldado desaprobaba claramente la acusación tan abierta y comprometedora que había realizado el agente.

- Las acusaciones que usted realiza son realmente dañinas para la integridad de nuestra fuerza militar. Quizá tengamos que llamar a un comité militar para que evalúe esta situación tan indignante.

- O-o...

 El pequeño soldado que miraba como la situación se desenvolvía decidió intervenir, quizá en un intento de amenizar las aguas en aquella confrontación de autoridades y egos. Las miradas rápidamente se posaron en él; la de su compañero también, que estaba sorprendido de que el soldado interviniera en la situación.

- ...quizá lo mejor sería que cada uno de nosotros... ¿siga con su día? No hace falta escalar esta situación. Un comité podría tardar días deliberando sobre esta situación... y solo traerá dolores de cabeza... ¿Qué tal si ustedes tres pasan a la zona y dejamos este asunto de lado?... Son parte de la guardia del mediodía, ¿no?

Giuseppe Roni miró con frialdad a aquel guardia, usualmente gritar servía para que los tipos de uniforme y asalariados del mundo bajaran la cabeza en temor. Pero al parecer había juzgado mal a ese hombre, el era del tipo de hacer las cosas por el manual. Un tipo firme y fiel a sus creencias militares.

-Esperad. -Ordenó a sus subordinados- ¿Dices que llevas 12 años ejerciendo el noble servicio?. Siempre es un placer ver a alguien preocupado de la seguridad de este gran país, me disculpo por haber dudado de usted y de su excelsa capacidad. -Giuseppe alargó su mano para estrechársela- Venga con nosotros al interior de las instalaciones, probablemente necesitemos de tu inestimable ayuda y experiencia. ¿Conoces a todos los trabajadores de ahí dentro?.

Giuseppe había aceptado la idea del novato a la hora de pasar sin tener que llamar al comité militar. Y no solo eso, estaba tratando de sacar de la garita al que probablemente sería el mayor inconveniente del lugar. Si este deseaba escoltarlos por las instalaciones y ayudarles en el trabajo que tenían, independientemente de lo que el soldado dijera, este caminaría hablando al aire.

-¿Dónde ha estado apostillado antes?. Quizás nos hayamos visto y no nos hayamos reconocido, verá, antes tenía más pelo y menos arrugas. La edad no perdona... ¿Cuántos años tiene?. Se le ve demasiado bien para haber ejercido por tanto tiempo... ¿Vive aquí en "Los Bloques"?. Yo antes estuve apostillado en Villa Ganga, ¿Ha probado la especialidad del lugar?. Para chuparse los dedos... ¿Desde hace cuanto tiempo ha estado custodiando estas construcciones? ¿Ha visto algo sospechoso? ¿Contrabando de materiales? ¿Trabajadores que se ausentan por periodos de tiempo?. Hay muchas cosas por hacer y tenemos poco tiempo.

 Zaheera presintió que el interrogatorio no iba a revelar nada más y decidió terminarlo para ir con Ivanov y enfocarse en el pirata prisionero. Quizá la perspectiva de aquel sujeto fuera diferente que la de Sam y ofreciera más información. La agente india se acercó a la puerta y se despidió de la chica, que quedó sola en aquella habitación 103. Parecía que la adolescente notó, debajo de la sutileza de Zeta, que sus respuestas no habían terminado de convencer a la agente.

- O-ok... de nuevo, gracias por todo.

 La estrategia de Ivanov parecía haber lanzado algún resultado positivo. Al notar que el agente ruso no se ofuscó ante la provocación respecto a Sam y trayendo el tema de el desgradado que el pirata tenía con Roni, la actitud de Danny cambió significativamente. Pasó a mostrar un semblante más serio, quizá meditativo.

- No voy a creerte tan ligeramente, pero... es evidente que ese tipo tiene alguna agenda detrás suyo. Quiero decir... ¿un anciano vestido de cura y que se alía con un grupo pirata? Desde el principio fue algo extraño. Pero el capitán lo aceptó rápidamente y... bueno, contradecir a Dojo es difícil...

 Ante el ofrecimiento del agente soviético de un cigarrillo, el pirata asintió con la cabeza. Aunque sea una pequeña pitada podría servir para calmar un poco la ansiedad de... bueno, ser un prisionero.

- Si, fumo... pero es difícil conseguir un buen atado de cigarrillos con este gobierno de mierda. Incluso siendo un pirata como yo...

 De repente, un par de golpes se pudieron escuchar en la puerta de la habitación 102. Eran los golpes de la agente Rajah, que había terminado de hablar con Sam y volvía a aquella habitación para encontrarse con su compañero; que estaba vigilando al pirata prisionero.

 Al abrir de a poco la puerta, pudo ver al pirata acostado en una de las camas, con los brazos atados a las barandillas con la funda de una de las almohadas. A un lado de él se encontraba el agente Ivanov, el cual se había acercado al pirata para ofrecerle un cigarrillo. Parecía que los dos hombres habían estado conversando.

-Señorita K.- Saludó Ivanov a la recién llegada con una sonrisa, ayudando al pirata a tomar asiento en la cama y que le diera un par de caladas al cigarrillo que había encendido. El pirata parecía haber prestado especial atención tanto a Vladimir como a McTaker en cuanto a los nombres, pero si había la posibilidad de que no hubiera captado el nombre de Zaheera desde que salieron de los bloques hasta llegar allí, trataría de mantenerla en el anonimato. Había decidido usar la letra código con la que se habían conocido en aquella misión, hacía ya tanto tiempo atrás.[*] -Aquí el amigo Danny está de acuerdo en que el psicópata de Roni es un psicópata, valga la redundancia.- Agregó con media sonrisa.

Le dejó el cigarrillo en la boca al hombre, dándole unas palmadas en la mejilla. -Cuidado con dejarlo caer, amigo. No quiero estar pagando sábanas porque tengan quemaduras de cigarrillos.- Se acercó entonces hasta Zaheera y rodeó su cintura para atraerla hacia él, apoyando su rostro a su cuello. En aquella posición permitía que la agente pudiera seguir vigilando al pirata por encima de su hombro, y podía aprovechar para susurrarle al oído. -¿Todo bien con Sam? ¿Tú como te encuentras?- Murmuró muy bajo, conteniendo la tentación de mordisquearle el lóbulo de la oreja.

 McTaker prende la televisión (a un volumen moderado para permitirle a su compañero una buena noche de sueño) y el único canal disponible era una llamado "Televisión Nacional". Era una trasmisión que hablaba sobre las cosas que estaba haciendo el gobierno, entrevistas con militares y políticos pertenecientes al régimen y programas con panelistas que resaltaban los logros de esta administración. Todo con un claro tinte oficialista.

 Entre las cosas que se decían en aquel canal, hubo algunos que llamaron más la atención de los agentes.

- Recordamos a los televidentes estar atentos y reportar, en caso de que lo divisen, al líder opositor en fuga Ko Taba, ex-líder de la agrupación política proscripta Partido de la República. Buscado al ser declarado culpable del cargo de traición a la patria. Se ofrece recompensa por su paradero...

- Es importante, ciudadanos, que recuerden el daño que este hombre y Ray Shugi, el ex-líder de la agrupación política proscripta Partido de los Trabajadores, le hicieron a la Isla Shuriken durante los últimos años. Ambos hombres son responsables de haber debilitado al gran Partido Independiente de la Excelentísima Líder Peggy Tsai elección tras elección...

- Como pueden observar en este gráfico, el engaño que ambos partidos llevaban adelante le quitaba las votos de la gente a la agrupación de la Excelentísima Líder Peggy Tsai. Gente engañada por las promesas vacías que estos dos criminales y traidores a la isla llevaban adelante... ¡deben enfrentarse a la justicia!

¡Fin de la Trasmisión!

MMMñeeh - mustió el agente mientras se giraba hacia el lado izquierdo de la cama, completamente dormido y sin entrarse de nada de lo que salía por televisión o hacía su compañero. De hecho estaba tan profundamente dormido que solo se despertaría si había algún ruido fuerte o lo zarandeaban con violencia.

McTaker va tomando buena nota

Parece que todo no está perdido, Si Ko-Taba y Shugi Ray tenian tantisimo apoyo, quizá el pueblo aun pueda levantarse. Tan sólo hace falta algo que les de valor.

Eso, y asegurarle que no van a morir a oleadas bajo los rifles de asalto de las tropas de Peggy

Por costumbre, al entrar en la habitación echó un rápido vistazo al pirata atado a la cama mientras abría la puerta del baño o del armario, asegurándose de que no hubiera nada ni nadie escondido que pudiera sorprenderlos en mitad de la conversación.

Cuando terminó las comprobaciones no pudo evitar alzar una ceja por el nombre con el que se dirigía a ella, un pseudónimo que hacía demasiado tiempo que no escuchaba aunque entendía el motivo de ello.

Dime algo que no sepa.- Tenía curiosidad de saber qué tenía que decirles aquél hombre que los había perseguido hasta los bloques y posteriormente atacado, queriendo aprovechar la larga noche y las aburridas guardias para ello. Sin embargo su pensamiento se vio sustituido por una serie de movimientos que no esperaba.

Un acercamiento. Una caricia. La voz susurrada y el aliento cálido sobre su cuello. El olor a sudor y tabaco… Le transportó a otro año, otra misión y otra habitación de hotel. Se obligó a mirar al pirata para recordar donde estaba y la misión que tenía, sobre todo el quebrar las reglas que ya de por sí había cometido revelando su identidad a civiles. No quería volver a sucumbir a otra penalización aunque supiera que ésta en particular le gustaba.

No saqué nada en claro.- Empezó a responder una a una sus preguntas mientras inhalaba esos recuerdos, el único capricho que iba a permitirse.- No sé cómo interpretar que sólo pueda “hipnotizar” a una persona hasta el punto de poner en riesgo tu vida por él.

He estado en el campamento de Peggy y no he visto nada parecido. La comandante Wen los tenía sometido con amenazas, no con palabras.- Recordaba perfectamente la visita al campamento y, aunque no lo hubiera dicho en voz alta, al conocerla más que ninguno del grupo Vlad podía descubrir que estaba preocupada. Infiltrarse en terreno enemigo era complicado y la amenaza de desconocer si sabían sobre su tapadera no dejaba de rondarle por la cabeza.- Mañana por la mañana cuando marche con Jack intentaré acercarme a ella.

Dejó un breve silencio meditando la segunda pregunta, una que todavía ni siquiera ella misma se había preguntado. La respuesta más corta era “cansada”, pero era algo que todos podían saber al conocerla o verla. Las guardias nocturnas, el continuo estado de alerta, la traición de Roni, los ataques, la preocupación, los nervios, piratas, el campamento y ahora su propia infracción, manchando su impoluto expediente… eran demasiadas cosas para asimilar en un periodo de tiempo tan breve.

Una ducha y estaré como nueva.- Intentó girar un poco el rostro, acomodándose en el cuello de Vlad para descansar esa parte del cuello.- ¿Y tú? ¿Sabéis ya qué vais a hacer mañana?

-Te aseguro que esa hipnosis es real. Pude ver la manera en que afectaba a Sam varias veces, y sospecho que tiene efecto sólo en niños y adolescentes, pues los piratas no se ven afectados. Podría llegar a compararlo con fanatismo religioso, aunque no entiendo bien cómo lo hace.- Vlad había cerrado los ojos, perdiéndose en el aroma de la piel de Zaheera. Sería mentira decir que no había pensado en volver a tenerla así de cerca en el momento que vio que formarían parte del mismo equipo para esa misión, pero todo se había desencadenado de tal manera que no habían podido acercarse de la manera que estaban en ese momento.

El ruso no sabía si Zeta le estaba diciendo todo, pero era claro que aquella misión no estaba resultando nada sencilla, y parecía que nuevas complicaciones iban apareciendo a gran velocidad. -No pareces muy convencida... ¿crees que esa mujer puede tener sospechas, o qué te preocupa?- Preguntó. Hubo una sonrisa de lado al escucharla decir que todo se arreglaría con una ducha. Ojalá todo fuera tan fácil. Admiraba la fuerza y determinación de la agente, y aún así la abrazó con un poco más de fuerza al sentir como se acomodaba en sus brazos.

-Con ganas de apalear la cama. Pero sospecho que hasta que todo esto termine no podré tener un verdadero descanso. Envidio a Jack y a McTaker en eso.- Sus dos compañeros parecían ser más pragmáticos en ese sentido. -Aún no sé que haré. Intentaré asegurarme que Sam y los huérfanos puedan permanecer a salvo de momento; inicialmente quería reunirme con la rebelión, pero por lo que hemos escuchado parece que los piratas se han encargado de ellos...-

Se quedó un momento en silencio. -Ve a ducharte. Interroguemos a nuestro acompañante, quizás pueda contarnos más sobre este lugar y ver si se me ocurre otro hilo que seguir. Preferiría seguir juntos los cuatro, pero mientras menos se nos vea juntos más podremos abarcar.- Se separó entonces para mirarla al rostro, a sus ojos, y la liberó de su abrazo.

Siento que se me escapa algo pero todavía no sé el qué.- Lo quisiera o no todavía daba vueltas al tema de Sam y la hipnosis, aunque no dudara de la palabra de Vladimir. Lo peor era desconocer si había algún otro truco más que no supieran y si Peggy tenía en su poder ese conocimiento.- Tengo que reordenar muchas cosas.- Aprovecharía la larga noche para recapitular todo lo que había ocurrido e intentar hacerse un esquema, tal vez así le ayudaría a no dormirse.

Cuando sintió que sus brazos se aflojaban en torno a su cuerpo supo que aquél pequeño descanso íntimo había terminado, mirando al pirata antes de dirigirse a Vlad, esta vez sin importarle que le escuchara al dejar de susurrar.

Pregúntale porqué nos siguió a Jack y a mí, o si tenía alguna orden. Me interesa saber qué tiene que decir.- Apoyó la mano en el brazo de Vlad, dándole un pequeño apretón antes de dirigirse a él.- Dejaré la puerta entreabierta por si ocurre algo, poder responderte.- Además de que quería enterarse de la conversación.- Haré la primera guardia, así podrás dormir.- Se apartó de él, concediéndole ese pequeño deseo de querer dormir para encargarse ella de trasnochar en el primer turno.

Un último vistazo a la habitación, a la puerta de salida y a las ataduras del pirata antes de dirigirse al baño, internándose en el habitáculo y dejando únicamente un pequeño resquicio para poder escuchar.

¡Y ni se te ocurra entrar! - Sentenció, alzando la voz antes de abrir el grifo y dejarle el comienzo del “interrogatorio”.

 El cardenal tomó un nuevo giro y decidió intentar entablar una conversación amigable con el guardia enojado, felicitándolo por sus años de servicio e incluso ofreciéndole que escoltase al trío en el interior de la zona de construcción. Pero solo hacia falta mirar la expresión del soldado para darse cuenta de que las palabras del agente no producían grandes resultados. El ataque personal que Roni había lanzado al principio de la charla fue suficiente para quemar cualquier puente que se pudiera establecer con Ben Ishimaru.

- No tengo interés en dejar esta garita, compañero. Le sugiero que ingrese al recinto y se enfoque en sus tareas. Buenas tardes...

 El soldado se cruzó de brazos y se quedo parado en la puerta de la cabina, esperando a que el trío ingresase a la zona.

 Quizá Roni quería seguir probando suerte e intentar hablar con Ben de nuevo o con el otro soldado más joven, pero parecía qie el Capitán Dojo no estaba interesado en más charla. Ante el permiso que les dio el soldado para ingresar a la zona, Henry asintió con la cabeza y comenzó a marchar al interior del lugar, empujando disimuladamente a Giuseppe y a Kyle en el proceso. Entre susurros, el capitán explicó sus intenciones.

- Entremos y dejemos a estos dos idiotas atrás. No vamos a sacarles nada, y si los seguimos molestando nos van a denunciar. Ya encontraremos cosas aquí adentro que nos ayuden.

 Finalmente los dos piratas encubiertos y Roni (que era un agente "doblemente" encubierto) ingresaron a la zona de construcción, encontrándose con mucha maquinaria, materiales y obreros que iban de allí para allá. La obra era colosal y la gente que había en aquel lugar era casi innumerable. Obviamente, no podían parar a cada persona y verificar si eran Ian Lego o no; por lo que una búsqueda más estratégica era necesaria.

 Al entrar al lugar, lo que más destacaba era un pequeño bloque (similar a una oficina o a un sitio de descanso) del que salían algunas voces risueñas, y un par de baños químicos de los cuales uno de ellos estaba ocupado. Quizá la búsqueda del paradero del arquitecto tuviera que empezar por aquellos lugares, o el trío viese más conveniente seguir avanzando y adentrándose en el interior de la zona de construcción.