Partida Rol por web

Después del comentario literalmente de hacer desaparecer a un policía por parte del padre Judío. El negro abrió mucho los ojos sin dejar de sonreír. Sonrisa apretada enseñando los dientes y mirando a derecha e izquierda - ¿Pero por quién nos toma... señor... ? - y al parecer ahora iban a cantar sobre matar policías. *espero que no nos pare ningún policía ahora mismo o lo primero que pensarán es que la idea de matar polis se la he dado yo!!

Michael suspiro al escuchar todo aquello, el realmente valoraba la Ley y el orden, y escuchar que los encargados de proteger aquellos valores parecían ir un poco a su aire no le alentaba demasiado, sin embargo, prefirió no decir nada, salvo cuando comento lo de matarlo.

-Mmmm, no soy de tomarme la ley por mi propia mano.

Comento mientras miraba por la ventana.

-Acabar con la vida de alguien, aunque este sea una persona terrible, no es algo que habría que hacer a la ligera, después de todo, eliminas toda posibilidad de redención al hacerlo.

Dijo finalmente

Forbúl miró con asombro a sus compañeros. Sobre todo a Fury. ¿Para qué estaban allí sino para matar a los malos sin que ninguna ley amaniada los defendi se?

Tosió una, dos veces, y le dió un pisotón al negro que pretendía llegar hasta Fury.

—No, niños, por favor, no repitan eso —comentó con voz de maestra de jardín de infantes.— No hay que matar cerdos porque no son buenos para comer.

Rápidamente pensó algún argumento para contrarestar al de Fury.

—Claro, claro que las leyes están para cumplirse. Las leyes buenas. La ley de Dios. La ley del Mercado. Las leyes de los hombres por su parte son falibles, y si hay que hacer algo con quienes no quieren las buenas mejoras que proponemos...

—Mira la revolución francesa. Muchos países no tendrían las libertades que hoy tienen si ellos no hubieran hecho lo que hicieron. ¿Respetaron ellos la justicia del Rey? No, porque si lo hacían no respetaban la nuestra. Y en honor a ellos hay que respetar las libertades de la gente buena que lo único que quiere es cenar en familia y ver una película de Hollywood para diferenciar a los malos de los buenos —En esta fraseniba subiendo la voz paulatinamente y la bajó de repente a casi un susurro antes de continuar.— Pero si tenemos que deshacernos de la mugre, lo haremos con cuidado, no queremos que nadie vea nuestra mugre.

Los comentarios de El Negro y de Michael Fury por un momento hicieron dudar al hombre de esta familia, pero la actitud y las palabras adecuadas por parte de Forbúl Tamejiri recondujeron correctamente la conversación, y lo que era mejor aún, la percepción positiva que tenía el patriarca acerca de ellos.

-Exactamente. -Comentó asintiendo con la cabeza mientras mantenía sus manos en el volante- Los Gobiernos tan solo son las herramientas de sumisión que usan los ricos y poderosos para controlarnos tacitamente y cuando esto falla, usan a las fuerzas de la "supuesta" ley para que ejerzan la violencia.

Ante los agentes aparecieron las luces de Villa Ganga, para aquellos agentes su vistazo se asemejaba a una "Las Vegas" asiática en la Isla Shuriken. Es una ciudad llena de juego, de luces y de vicio. A diferencia de la depresiva e industrializada Los Bloques o el tranquilo y el pequeño Puerto Obikanui, Villa Ganga esta llena de vida, de alcohol y de apuestas. Aunque eso también significa , como los agentes bien saben, que hay un lado oscuro entre los pasillos iluminados de la ciudad.

La vista de Villa Ganga podría haber sorprendido a unos agentes que no habían visto la ciudad con anterioridad, a fin de cuentas, lo que uno menos esperaría serían "Las Vegas" versión asiática. Pese a esta posible sorpresa que pudieran tener los agentes, esta contrastaría con una mueca de alivio por parte de la mujer.

-Al fin en casa... -Comentó acurrucando más al niño que tenía en brazos- ¿Queréis ir ahora por el helado o preferís que os dejemos en algún otro lugar?.

Al parecer el debate acerca de política ya dio a su fin, y lo único que quedaba era saber dónde empezar con la aventura a modo de agentes y no simplemente un grupito de personas con un problema en su vehículo, tal y como se hacían pasar.

Forbúl no pudo disimular su asombro al ver que el pueblo de pescadores que él esperaba hallar era en realidad un antro de juego y lujuria. ¿Cómo podía ser que un lugar así resultara difícil de dominar?

—Digame una cosa, señor _bsbsbsman —había olvidado el nombre y tuvo que improvisar— ¿Todos estos lugares de esparcimiento son del estado? ¿O los dominan las mafias de las que hablaba usted antes?

Luego de considerar el plan de acción, recordó que había dos agentes con los que habían perdido contacto.

—Creo que no deberíamos seguir abusando de su confianza, el helado quedará para otro momento. Pero nos gustaría saber cómo comunicarnos con usted más tarde. ¿Tiene teléfono? ¿O dónde puedo encontrarlo?

Visto que era mejor dejar que el Mongol hiciera la conversación, me limité a dejar de hablar y soportar el peso del niño que se movía sin parar. 

Cuando llegamos a las vegas asiática, me quedé boquiabierto. - Pero cuantas luces! Aquí sí que sabéis pasarlo bien eh??... - y cuando la mujer nos ofreció helado, pues oye, no estaría mal un poco de helado para relajarse antes de seguir con la misión. 

Pero antes de que pudiera decir nada con mi espléndida sonrisa, el supuesto funcionario dijo que no. Le miré con cara de "porque no??". Algo tendría planeado, o algo tendría en mente. - ¿Dónde quiere que nos dejen entonces... señor? - le dije como si fuese mi superior y yo aún su asistente, no entendía nada, y no sabía si tenía que seguir aparentando o no.

El hecho de que el grupo tuviera que separarse ahora entristeció un poco a aquel hombre que, al parecer, había tomado cierto cariño con aquel grupo de personas varadas en mitad de la jungla. Aún así, este aceptó sus deseos de detenerse por algún lugar mientras cada uno iba a tomar su camino.

-Son todos de la Mafia, y el Estado coexiste con los casinos por medio de los altos impuestos al Juego, -indicó sin mayor miramiento- aunque se han escuchado rumores de que este gobierno quiere cerrarlos por no considerarse "éticos". A lo que dejaría a casi todo esta ciudad en el paro, pues los que no trabajan en los casinos, trabajan en otros oficios relacionados a estos o que dan servicios a estos o a los visitantes que vienen de toda la isla.

Tras explicar aquello, el hombre continuó con la conversación.

-Sí, -indicó asintiendo con la cabeza mientras buscaba una zona despejada donde aparcar- en casa tenemos uno. Aunque somos personas que no nos gusta abusar de la tecnología, preferimos hablar cara a cara, más en tiempos como estos. Por favor, flor de alelí... ¿Puedes pasarle nuestro número?.

Aquella mujer, aún con el niño bien agarrado, fue capaz de abrir la guantera del vehículo y sacar un blog de notas y un bolígrafo, de hecho, era el que ella usaba para pedir los menús en su trabajo. Y con gran habilidad, esta escribió el número de teléfono de su casa y se lo entregó a Forbúl Tamejiri.

-Tenga aquí. -Indicó mientras volvía a girarse para colocar todo de nuevo en la guantera.- ¿Seguro que no queréis venir?. Pues ha sido un placer poderos haber ayudado. Id con cuidado, que hoy y mañana serán días complicados en la Villa Ganga... No os acerquéis al "Tortuga y Serpiente del Norte" si no queréis tener problemas, como hacemos nosotros.

Una vez que llegaron al destino, puesto que el padre consiguió parar el vehículo en doble fila tras unos cuantos minutos de desesperación por buscar un buen sitio; los dos niños se levantaron, para dejar pasar a aquellos adultos al exterior del vehículo y que ellos pudieran continuar con su aventura.

-¡Adiós Pirata!. -Se despidió alegremente del Agente.- ¡Te guardaré el secreto!. ¡Shhhh...!.

Una vez que llegaron al destino, puesto que el padre consiguió parar el vehículo en doble fila tras unos cuantos minutos de desesperación por buscar un buen sitio; los dos niños se levantaron, para dejar pasar a aquellos adultos al exterior del vehículo y que ellos pudieran continuar con su aventura.

-¡A-Adios!. -Se despidió timidamente del Agente.- Y sí... hay... muchas luces... yo a veces me mareo un poco... y eso...

Como hice de asistente desde el principio hasta el final, tuve que dejar que Forbúl pasara primero, así que, estando sentado en el lado contrario y Forbúl en medio, me pareció ver algo mientras la señora apuntaba el teléfono. 

Dentro de la guantera de aquel vehículo, aquel Agente pudo deslumbrar el aspecto característico de una arma de fuego, una pistola, a la par de unos cuantos sobres con aspecto misterioso. Sea lo que sea que esta familia estuviera tramando, no parecía que fuera nada bueno... o sí, a fin de cuentas, las primeras impresiones pueden ser erradas.

-eehhh..."jefe"... - le digo al Pekinés de Forbúl - quizás no es tan mala idea quedarnos con ellos... parece que están preparados para algo GRANDE - definitivamente algo estaban planeando. - ...quizás necesiten ayuda con sus... helados? ... - no sabía hasta que punto estar hablando en código tenía ningún sentido, pero visto lo visto de la guantera no parecían una familia normal y corriente.

—¿Cómo dices negro? Ahh, helado grande —guiño, guiño— Ay, disculpen las idas y venidas, aquí mi asistente sugiere que tenemos un ratico para compartir ese helado. ¿Dónde decía de ir a tomarlo? Y de paso nos explican qué es ese Tortuga y Serpiente.