Partida Rol por web

Cuando El Negro se acercó a la caseta este no alertó a la persona de su interior; y aunque tenía una gran percepción este seguía sin ser capaz de ver más allá de la capa de suciedad a parte de aquella silueta de la persona en su interior, esta capa parecía reciente pues en las esquinas había rastro de pegamento.

Y aunque no sabría decir cómo estaba la persona en su interior, este sabía que se movía, aunque su movimiento era un tanto extraño, puesto que solo que se se movía sobre un eje a un lado y a otro y había un pequeño ruido de motor, probablemente un ventilador para hacer frente a las calurosas noches de la isla.

Por otro lado, El Negro encontró lo que parecía ser un pequeño rastro de sangre en el suelo, con un gran hedor de productos de limpieza, así como un agujero de bala en la pared, cercana a aquella ventana.

Me sentía más perdido que el gemelo desaparecido.

Pero sabía hacer 2+2. Bala y sangre. Aquí habían disparado a alguien. Agachado para que no me vieran los supuestos seres de dentro de la caseta, sigo el rastro de sangre a ver hasta donde me llevaba.

El rastro de sangre estaba limpio, como si alguien hubiera tratado de deshacerse de las posibles pruebas que hubiera en el lugar; por fortuna para este el hecho de limpiar era un rastro en sí; por lo que lo único que había que hacer era seguir el rastro de limpieza, lo cual hizo y le llevó al interior de aquella caseta.

Eso sí, la puerta estaba cerrada a cal y canto, por lo que no podía continuar con ello. Al menos no de momento, a no ser que quisiera forzar la cerradura claro estaba.

A parte de esto, el agente escuchó lo que parecía ser una radio, aunque no pudo entender exactamente qué era lo que decia la radio en cuestión.

Una voz proveniente del interior aquella caseta rompió el silencio que había en el lugar, al parecer dentro de ahí había un hombre, o al menos eso era lo que tanto el tono de voz como la silueta que había visto antes parecía querer demostrar. A través de aquella puerta aquel hombre hablaba.

-¿Hola?. -Preguntó el hombre en voz alta- Sé que estás por ahí afuera. ¿Por que no te acercas al portillo y hablamos?. ¿Quien eres y que haces aquí?. Que sepas que hay que pagar una parte del botín por usar el "Puente Maldito" y cruzar de una tierra firme a otra sin pasar por La Mar.

Lo cual era extraño que lo hubiera visto, si habia sido en extremo silencioso y cauto.

Aquello era tan desconfiable como acojonante. Si un guardia me hubiese visto, hubiera salido, no?? Trago saliva y me escondo en algún ángulo con tal de no estar frente a ninguna puerta ni ventana directamente. No fuese a abrirla de golpe, o algo peor.

-Eh... - se suponía que era el otro hermano del otro lado del puente? sólo una forma de saberlo - "Má" llamó... eh... quiere saber cuando te casas. Porque ella conoce a una muchacha "muy simpática" del pueblo... - y entonces esperé a ver que respondía o que sucedía.

-¿Me llamo E.?. -Repitió lo que el esta había entendido- Pues que nombre de mierda, E. ¿Como que cuando me caso?. ¡Ya estoy casado con el Mar!. Ehhh... Quiero decir... ¡No me vengas con tonterías!. ¿Qué es lo que haces aquí?. Y por favor, quédate quieto... un pasito a la derecha.

A pesar de que este no estaba frente a ninguna puerta o ventana, ni de ningún lado del que aquella persona del interior de la caseta pudiera verle; al parecer sabía exactamente qué era lo que estaba haciendo y donde este se encontraba, dándole indicaciones para irse un poquito hacia la derecha.

La respuesta de éste tipo no parecía cuadrar con la que me esperaba del posible hermano de la otra punta del puente. Ni siquiera reconoció su propio nombre? EH? O estaba fumao, o estaba amnésico. O no era él. Y estaba casado con el mar.

El riesgo era demasiado grande, pero parecía que era ahora o nunca.

- Vengo a... avisar de un peligro inminente del otro lado del puente - no me moví ningún pasito a la derecha, pero pregunté antes de seguir - Pero antes dime... eres "E. Tse", el hermano de "Mao Tse", cuya madre quiere casar con una gorda simpática?...

Hubo un poco de barullo al otro lado de aquella puerta, como si alguien estuviera moviéndose de un lado para otro y finalmente moviendo algo pesado, pero al cabo de unos segundos, en donde no hubo respuesta alguna, Tao Tse que se encontraba la otro lado de la puerta, alzó la voz.

-¡Claro que soy yo, bucane-Soldado!. -Exclamó desde el interior aquel "E. Tse"- Nací como E punto Tse y moriré como E punto Tse. Y sí, ya sabía yo que mi madre quiere casarme con una gorda simpática, porque las gordas es lo único que les quedan, ser simpáticas o emborrachar a alguien el tiempo suficiente de Grog para casarse.

Tras unos segundos, el soldado hizo una pregunta al respecto de su petición.

-¿Y el pasito hacia la derecha?.

Ok, estaba claro. Ese tipo no era un militar de la Peggy. Si no no se haría pasar por el hermano de Mao Tse. ¿no??

-Vale, sé que no eres el vigilante del puente! ...lo cual es perfecto porque yo no soy un militar del bando de Peggy! he escapado de prisión y tengo información importante sobre lo que están planeando al otro lado del puente... Están preparando un bloque para masacrar a cualquier vehículo que lo cruce!

Literalmente eran todas las cartas sobre la mesa. Seguí sin moverme ningún pasito a ningún lado, tensísimo, y deseando no estar equivocándome con éste tipo casado con el mar.

Cuando ocurrió aquella revelación por parte de El Negro, el agente escuchó lo que parecía ser una radio, aunque no pudo entender exactamente qué era lo que decia la radio en cuestión pero que provenía del interior de aquel pequeño puesto avanzado. Para luego de un par de segundos, la voz de aquel hombre volviera a aparecer.

-Ehhh... Sí soy. -Dijo, reafirmandose en aquel hecho de que sí era Tao Tse- Y tu eres un militar del bando de Peggy como el otro... -La radio volvió a sonar- Como ningún otro...- La radio volvió a sonar- Como yo...

Tras una breve pausa, el hombre del puesto volvió a reiterar.

-¿Puedes dar un pasito a la derecha?. A donde hay una cruz pintada...

-Yo no me muevo! ¿pero tu me has visto bien? Acaso tengo pinta de ser de ésta isla?? - le digo empezando a frustrarme - me metieron en la cárcel con el tipo que lideró la protesta pacífica, ese tal Ray Shugi. Como no avises a tu jefe de que el otro lado del puente está lleno de militares se va a liar una muy gorda! - con alguien estaba hablando por radio, y parecía que le daba instrucciones.

El agente seguía pudiendo escuchar lo que parecía ser una radio, aunque no de nuevo no pudo entender exactamente qué era lo que decia la radio en cuestión pero que provenía del interior de aquel pequeño puesto avanzado. Para luego de un par de segundos, la voz de aquel hombre volviera a aparecer, otra vez más.

-Suelta las armas que lleves y levanta las manos. -Dijo, esta vez sin seguir erre que erre con el tema de ser Tao Tse- Mi jefe quiere verte... -La radio volvió a sonar- De inmediato...- El agente pudo escuchar como la radio se apagó- ¿Podrías decirle al Capitán que hice un buen trabajo impersonando al soldado?... Realmente no me gustaría estar en su ojo malo, y no me refiero porque tenga un parche...

-Tranquilo, le diré que eres un actor fenomenal. Hasta con lo de la novia gorda y todo. - Finalmente!! Sin moverme ni un solo paso hacia ninguna posible cruz peligrosa, alcé mis manos. -Em... ok, hecho. Sin armas y tal y como mi madre me trajo al mundo. Ah, y no estoy sucio!! - me adelanté antes de que me dijese algo como la señora de la cárcel. 

Al mostrarse indefenso y al cumplir con las exigencias de aquella voz detrás de la caseta, El Negro no tardaría en recibir cierta visita por parte de bastantes personas que, saliendo de la jungla le darían la bienvenida a esta isla. A juzgar por la cantidad de personas que estaban ahí, así como sus ropajes, parecía ser una pequeña avanzadilla pirata.

Al parecer los temores del hermano gemelo del otro lado del puente se cumplieron a la perfección, al menos al punto en el que estos parecían presentarse ante ellos, todos con ropas desaliñadas, parches en ojos y animales al hombro. Realmente parecían ser calcos de piratas... O al menos de piratas chinos, lo que tenía que Isla Shuriken estuviera en Asia.