Partida Rol por web

Miro a Stanley

Bueno...¿y qué les decimos?

Pues si te digo la verdad... No había pensado nada. Tu sigues teniendo relación con ellos y a mi me conocen, así que supongo que no les será extraña la visita. Pongo cara de pensar por un segundo. Deberíamos empezar preguntándoles que qué tal están; luego ya saldrá la conversación.

Muy bien, haremos eso.

Continúo andando, un poco menos preocupado.

Tras unos momentos después de llamar a la puerta aparece ante vosotros la madre de Brian, Margareth. 
La veis más consumida que de costumbre, parece que ha estado llorando y está algo más delgada de lo normal, lleva un pañuelo en la mano y os mira con sorpresa.
¿Stanley, Matthew? ¿Qué hacéis?... Se calla unos instantes. Claro, el periódico... 

No muestro la mínima intención de entrar en su casa, con la esperanza de que Margareth nos invite a entrar. Veníamos a preguntarles qué tal están. La trato de usted porque quiero mostrar respeto, y en plural por si su marido está cerca, para involucrarlo en la conversación. Hemos leído la noticia y venido en cuanto hemos podido.

¿Qué tal se encuentra señora Burnharm? Intento parecer lo más respetuoso posible. Espero también a que ella nos invite a entrar.

A la madre de vuestro amigo parece que le fallan un poco los reflejos.
Oh, perdonadme, pasad por favor, estáis en vuestra casa... Os dice con la mirada baja y forzada vitalidad para posteriormente guiaros a su sala de estar. Es una humilde habitación con un sillón y un sofá no muy cómodos. 

Ahora vengo... Se despide por unos instantes, tras los que aparece con una bandeja pequeña con tres tazas, una jarra que huele a café fuerte desde un kilómetro y unas pastas. Coged lo que queráis... Dice con un hilo de voz mientras os sirve café en las tazas, que ya contenían un chorro de leche. En la bandeja también hay unos terrones de azúcar y cucharillas.

Cuando tenéis todo lo que os ofrece suspira con fuerza y cansancio. Mi Brian, mi pequeño Brian... A punto de que le brote una lágrima se pasa la mano y solloza conteniéndolas. Disculpadme chicos... Caray, cuánto habéis crecido. Os dice con cierto orgullo en su voz. Ya me dijeron vuestros padres que estudiáis en Miskatonik, qué bien hacéis... Si Brian hubiera sido más tranquilo quizás también estaría ahí... Pero ya sabéis cómo es...
 

Sonrío con cierto ápice de tristeza, me pongo algo serio y le digo en un tono calmado: Cada uno escoge su camino, señora Burnham, y a pesar de no haber querido estudiar y haberse metido en algunos líos, todos sabemos que es una buena persona. Bebo un sorbo de café por no parecer desagradecido, pero no me gusta en absoluto.

Miro a la señora Burnharm intentando parecer tranquilo y positivo.

No se preocupe, señora Burnharm, estoy seguro de que estó se acabará en nada. Seguramente Brian se habrá metido en algún lío, pero en nada lo volveremos a ver sin un rasguño. De pequeños siempre andábamos en problemas, pero todo se acaba solucionando con el tiempo.

Aunque no tengo hambre, tomo un par de pastas y unos sorvos de café.

Una lágrima resbala por su rostro, pero con rapidez se la aparta y agacha la mirada. Solloza brevemente y os mira con rabia en sus ojos.
La policía de Innsmouth es una inútil, son unos incompetentes, ¡no han dejado investigar a la policía de Arkham! Insisten en que anda por el pueblo y las afueras, a sus anchas, con una chica que conoció, y que se niega a hablar con gente... Se lleva una mano a la frente y con la otra coge un pañuelo para sonarse los mocos. Me han contado tantas versiones en estos días, y son tan desagradables... La verdad, no sabemos qué hacer... Hasta nos dijeron que él les dijo que no fuésemos pasara lo que pasara, ¡es de locos! Que huiría si nos viese...

Me siento afligido, miro para Matthew seriamente, vuelvo a mirar a Martha. "Que huiría si OS viese"... Le doy énfasis al os. Miro otra vez para Matthew. ¿Y si fuéramos nosotros? Vuelvo a mirar para Martha. Si tienen razón y está "a sus anchas con una chica", no creo que le importe que lo visitemos nosotros... ¿No creéis? Miro rápidamente tanto a Martha como a Matthew. Al fin y al cabo fuimos buenos amigos.

Miro a la madre de Brian con cierta impaciencia.

Si eso fuera cierto, tal vez nosotros podríamos hablar con el...y usted estaría más tranquila!