Partida Rol por web

Escuela Xavier para Jóvenes Superdotados: División europea

El Final

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21/02/2019, 09:26
*Directora del mal*

Parecía que en la isla estaba todo perdido, que los skrull iban a ganar y acabar con vosotros. Pero una vez mas Ororo apareció para ayudaros. No mucho después aparecieron los X-Men para detener la invasión verde. La isla se había convertido en un auténtico campo  de batalla, mutantes de todo tipo estaban allí luchando y a pesar de que os habían pedido que os mantuvieseis al margen, no lo hicisteis. Cada uno dio lo mejor de sí mismo y como resultado de aquella batalla, la isla quedo destrozada.  Y cuando todo parecía más controlado, una nave descendía en picado y parecía que se iba a chocar contra el suelo. Como un milagro, por un segundo la nave pareció flotar durante unos segundos y cayó pesadamente sobre tierra. En tensión por quien podrían salir de aquella nave, la puerta se abrió mostrando a un director Peverell con aspecto de haber pasado por un cautiverio muy largo. Al ver aquel campo de batalla y a los X-Men y a vosotros, levantó las manos en son de paz. Detrás de el estaban Vera y los rescatadores. Todos parecían mas o menos ilesos, solo era de remarcar Fausto que parecía que se estaba recuperando más lento de lo habitual de una terrible tortura y Gwen que ahora tenía el rostro marcado por una quemadura.

Los mutantes adultos se acercaron a ellos para asegurarse de su identidad. Una vez asegurados de que eran los auténticos y no eran skrulls, Tormenta habló con Bran en privado y ambos se pusieron en marcha con premura hacia dentro del edificio. Los X-men se pusieron manos a la obra, habían personas aún por rescatar. Los alumnos que se habían quedado en la isla, tenían un aspecto más sombrío, mucho mas de los que habían ido de misión de rescate. Aún se desconocía el porqué y antes de poder preguntar os llevaron a un sitio habilitado para tratar a los heridos. No tardó en aparecer de nuevo el director Peverell, esta vez portando un semblante roto por el dolor. En sus brazos cargaba a Eleanora Xavier, que portaba una sonrisa de orgullo que sin duda había sido para sus alumnos. Bran la dejó con suma delicadeza en el suelo, pero no donde estaban los heridos, sino donde se encontraban los caídos de vuestro bando. Se quedó unos minutos mirando el cuerpo de la mujer. Tras darle una última despedida se acercó a Noah y para hablar con él y llevarlo hasta su madre. Fausto, por su parte, se adentró en el bosque cercano lo más pronto que pudo tras la revisión, y apenas unos segundos después salió de entre los árboles con ropa distinta y completamente recuperado. Antes que nada fue hacia los mutantes que lo habían revisado antes y se dejó revisar otra vez, adelantándose a cualquier sospecha dadas las circunstancias. Una vez lo comprobaron, se fue acercando a los alumnos uno a uno para intentar reconfortarlos o ayudar en lo que pudiera.

Ya era medio día del día siguiente de aquel desastroso baile. Se celebró un funeral por los caídos, sencillo pero emotivo, sobre todo por la directora. Después del funeral, los X-Men que quedaban se marcharon a excepción de Tormenta. Aún quedaban profesores que rescatar, aparte de otras personas, pero ese ya no era vuestro trabajo. 

Después de la comida, os reunieron en el anfiteatro, había cosas importantes que tratar. Y allí se encontraba el director Peverell que a pesar de tener aún el rostro de alguien pasando por un duelo, físicamente estaba mejor de cuando llegó, al menos en lo visible. Situado en el centro, esperó a que todos tomasen asiento para comenzar a hablar. Carraspeó.

-Quiero comenzar pidiendo disculpas- empezó a hablar pasando la mirada por todos vosotros. -Esto no era lo que nosotros queríamos para vosotros, la nueva generación de mutantes- habló en nombre del profesorado y sobre todo por parte de Nora y él. -Esta batalla no era vuestra y por nuestro descuido la convertimos en una auténtica pesadilla para vosotros. Una vez más os pido disculpa. - Inclinó levemente la cabeza en forma de disculpa hacia vosotros - pero debo deciros que no son los únicos enemigos que existen, hay muchos más. Es por ello que debo deciros lo siguiente: si convivís con nosotros, habrá más peligros como estos o incluso peores y no podremos protegeros siempre, pero os enseñaremos a protegeros vosotros mismos. -Cogió aire y guardó un momento de silencio- esa es la realidad, no puedo mentiros ya que ahora sois un objetivo perteneciendo a esta institución, si queréis seguir. Aunque la isla se encuentra en un estado lamentable, estamos buscando un nuevo emplazamiento para seguir con vuestra formación. No sabemos cuanto tardaremos en estar listos y mejorar las protecciones pertinentes, pero los que queráis seguir, seréis bienvenidos al nuevo centro, los que no... será comprensible. -Volvió a guardar silencio durante un momento esperando ver vuestras reacciones - mañana volveréis a vuestros respectivos hogares, los que no tengáis donde volver, estaréis temporalmente en las Escuela Xavier de Norte América. Hoy será el último día en esta isla, podéis recoger vuestras cosas y despediros de vuestros compañeros y compañeras hasta la próxima o hasta que el destino vuelva a uniros. - Y sin más, se hizo el silencio y procedió a abandonar el lugar.

Notas de juego

Señorinas y Señorinos, sin más este es el final. Podéis postear para despediros, mataros, etc., etc. los pnjs también estarán ahí aunque no muy fluidamente xD

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21/02/2019, 23:17
Caroline Scheck

La anarquista había pensado que todo estaba perdido, en el momento en el que vio llegar a todos esos skrulls armados, apuntándoles, mientras se acercaban a ellos. No había forma de que pudieran derrotar a tantas de esas malditas criaturas, cuya reina había jugado con ella de forma cruel. Por un instante, había considerado la posibilidad de salir por la ventana, dispuesta a escapar de aquella pesadilla, hasta que encontraran un sitio donde mantener la defensa de la escuela. Sin embargo, aquello no fue necesario, en el instante en el que aparecía Ororo a salvarles de aquella horrible situación. La peliazul había perdido la cuenta de cuántas veces ésta los había salvado, si bien no dejaría de agradecérselo, en especial cuando no había manera de que pudieran derrotar a tantos de estos, no con aquella clara falta de experiencia por parte de Caroline y sus compañeros. A Tormenta, le siguieron otros X-Men, que no dudaron en atacar a los alienígenas, aplastándoles con su poder, inspirando de tal manera a la joven alemana, que ésta no dudó en salir en ayuda de los mismos, dispuesta a proteger su hogar de toda amenaza. Se había hecho justicia, la ayuda había aparecido, en aquel momento de necesidad, y la derrota de los skrulls era inminente.

Tras el combate, la anarquista sonrió complacida, mientras recuperaba su aliento, sólo para ver cómo una última nave aparecía en el cielo, como si estuviera a punto de estrellarse contra la superficie. Sin embargo, a último momento, la nave se detuvo, logrando aterrizar de una manera un tanto desastrosa pero segura. Ante aquella visión, y la posibilidad de que aparecieran nuevos enemigos, la alemana no se demoró en prepararse para continuar peleando, dispuesta a ayudar a sus compañeros, si bien, aquello no fue necesario, y la expresión de la peliazul se convirtió en una de confusión, para luego mostrarse aliviada, luego de que había aceptado lo de la reina skrull como una realidad, pensando que había perdido su amor. No obstante, por un instante, Caroline se mostró dudosa de acercarse, teniendo en cuenta que no sabía si, todo lo que había vivido con Vera, en esos días, había sido con la verdadera... o la falsa. No... eso no importaba, ella... estaba bien, estaba a salvo, y no era una mentira, no era una creación de la reina skrull. Por eso mismo, a medida que una hermosa sonrisa se dibujaba en el rostro de la peliazul, ésta no perdió tiempo alguno en correr hacia Vera... su querida Vera. No importaba si no lo había vivido todo con ella... sólo debía de rehacer todo lo que hubiese perdido. - ¡Vera! - Exclamó con cierto entusiasmo, sintiendo cómo la alegría la invadía, se apoderaba de su mente por completo. Era real, no había sido un sueño. Al llegar hasta ella, la abrazó con todo el amor del mundo, sin dudarlo, sin preguntarse si era lo correcto, si aquella Vera era la que había aceptado su confesión, la que había sonreído al recibir su anillo del sol.

El discurso del director había sido algo que Caroline no había esperado, luego del funeral de la directora, quien, al final, se había ganado el respeto de la anarquista, e incluso su admiración. A pesar de haber sido ciertamente estricta, la mujer había demostrado su preocupación por sus alumnos, al punto de que estos podrían haber sido como sus propios hijos. Había dado su vida para salvarles. Aquello no era algo que cualquiera hubiera hecho, y, por esa razón, merecía todo el respeto por parte de la alemana. De cualquier modo, aquel había sido un momento triste, lo mismo el discurso de Peverell, quien se había disculpado por lo que había sucedido, si bien no había dudado en advertirles que habría otros peligros, si ellos deseaban continuar asistiendo a aquella escuela de mutantes. En otro momento, Caroline se lo habría pensado, posiblemente optando por abandonar aquel sitio, ya que no estaba segura de sus propia capacidad para combatir algo peor que los skrulls. No obstante, Vera estaba allí... y no la dejaría por nada del mundo. Lo mismo se podía decir de sus "hermanos". Además, no tenía otro lugar al cual regresar, no cuando se había visto obligada a abandonar la ciudad en la cual había vivido durante una buena parte de su vida. No podía regresar con su madre. Su hogar, ahora, era la escuela para mutantes, por lo que era obvio que debía de defender lo único que tenía, aquel sitio donde la aceptaban por lo que era. Lamentablemente, parecía que tendría que acompañar al resto a la Escuela Xavier de Norte América, ya que no tenía un hogar al cual regresar. - Luego... tienes que decirme lo que sucedió en la nave. Yo... pensé que no existías. Fui una idiota. Perdón... - Se disculpó con su querida Vera, por más que aún no supiera cuánto tiempo había compartido con la verdadera, en comparación de la falsa. Sea lo que fuese, estaba feliz de tenerla junto a ella de nuevo, y se aseguraría de entrenarse a sí misma, de refinar su poder, cuando viajara a Norte América, ya que no pensaba volver a sentir aquella horrible sensación de impotencia, de no poder proteger a la chica que amaba, o que amenazaran la vida de sus compañeros. La suerte le había sonreído, y debía de aprovechar esa oportunidad.

Notas de juego

Aquí está mi post final! Me engañaron!! Pensé que Vera había sido siempre la reina skrull! T_T Kurt tenía razón!
 

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22/02/2019, 22:17
Steven Ernst

Todo había sucedido a gran velocidad, como si un señor del destino dueño de sus vidas y los acontecimientos que las gobernaban hubiesen pulsado el botón "fast forward".

Tan pronto estaban en plena huída por pasillos acerados, como en caida libre hacia el planeta, como desembarcando trabajosamente en una isla devastada que más bien era un campo de batalla.

Al parecer, en la Tierra habían tenido mucha peor suerte. Había pérdidas que lamentar, incluso.

Dentro de la vorágine de actividad, Steven agradeció el sondeo mental al que les sometieron, pues disipaba casi por completo su paranoia. Casi. El vigésimo séptimo de caballería no solo servía para salvar culos, al fin y al cabo.

Luego llegó el funeral y el discurso. Los Peverell habían perdido a un familiar cercano, mientras que los alumnos habían perdido una bruja distante y severa, pero ambos habían perdido a alguien noble. Eran momentos de duelo.

Si no hubiese pasado todo como pasó, Steven hubiera dado el pésame y su apoyo. Ahora no se atrevía. Todo su cuerpo le exigía irse de aquel lugar llevándose un cuaderno y los ecos de una canción como símbolos de una felicidad truncada. Todo menos una pequeña sección egoísta y estúpida que se negaba a admitir que habían atravesado juntos una línea de no retorno que les había separado para siempre. Una línea que siempre había existido pero que habían jugado a ignorar.

Esa sección egoísta venció, porque la esperanza es una fuerza poderosa.

Allí estaban los Peverell al completo y algunos otros a quienes había llamado amigos. Estaba Vinny, estaba Adrastos, estaba la verdadera Vera. Pero a quien más palabras le debía era a Gwen. Steven caminó hasta ella, a quien había estado evitando, dispuesto a seguir aquella farsa que había desenmascarado. Abrió la boca para decir lo que un hombre noble habría dicho y se cruzó con su mirada, lo cual le detuvo en seco y le hizo titubear. Finalmente quien habló no fue el hombre noble que Steve no era, si no el crio inmaduro e incapaz.

Yo... yo. - Silencio - ...Nada de esto debió suceder así... No era así como tenía que haber pasado - Repitió sin darse cuenta. - Sie.. siento lo de tu tía - Nada de aquello era lo que quería decir. Pero así lo dijo. Quizás lo mejor era irse.

Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver

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24/02/2019, 10:48
Adrastos Thalassinos

Adrastos había bajado de esa extraña nave empuñando un rifle extraño que era de los que habían usado esos aliens y con los que se habían tenido que defender en la nave, pero parecía que al final en la incursión que debía de ser más peligrosa habían salido mejor parados que con todo lo que había ocurrido en esa isla. No se lo habría esperado ni de lejos, pero esas cosas pasaban. Siempre le habían insistido que tenía que tener capacidad de adaptarse, de improvisar, pues un plan nunca sobrevivía al contacto con la acción porque era imposible tener en cuenta todas las posibilidades que podrían darse y cualquier tontería podría enviar al plan más detallado por el barranco del fracaso.

Optó por irse a descansar sin decir nada. No había nada que pudiera decir y que pudiera marcar un antes y un después, pues todo lo que había ocurrido había sido una auténtica pesadilla, así que trazó una línea recta como hacía siempre y entonces caminó hacia su habitación para descansar. El rifle, si podía se lo quedaría como recuerdo. ¿Cuantas personas tenían un rifle extraterrestre funcional en sus habitaciones?. 

Nadie.

La mañana del funeral, Adrastros había salido muy temprano de su cuarto y solo apareció en el anfiteatro para la charla. Ese lugar era el sitio de los "mírame" donde siempre pasaba algo y todos los alumnos querían destacar de una forma u otra, o al menos siempre había sido así antes. El griego iba bien vestido, con una camisa blanca, pantalón de vestir y corbata negra y con zapatos, se había puesto zapatos cuando normalmente iba descalzo, pero algo en su interior le había instado a hacerlo por todos los presentes pues la directora había dado su vida por todos ellos, y eso había que respetarlo aunque algo le dijo que no sería la última en caer.

Siempre cae otro -recordó las palabras de su instructor y solo puso una mueca.

Caminó hasta sentarse, como siempre, algo más atrás de los demás para evitar todo el drama posible y se mantuvo con su actitud tranquila mientras que el director Bran les soltaba les hablaba sobre lo que iba a poder pasar. ¿Cosas peores? Pues se harían frente. Estaba más que demostrado que si intentabas huir de los problemas, estos te pillaban cuando estabas más tranquilo, acomodado y con la guardia baja. Era mejor encararlos y solucionarlos cuanto antes.

-Yo voy -dijo a nadie en particular, como si quisiera expresarlo en voz alta- si esas cosas vuelven mejor que nos pillen juntos a que nos pillen solos -entonces se puso en pie y paseó la mirada, buscando a Vinny, Noah, Gwen y Steven. El cojo se había acercado a Gwen y como no quería tener que irse repitiendo optó por alzar la voz de nuevo- pero antes de irnos a ningún lado, tenemos un viaje a Japón pendiente, ¿o no?.

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24/02/2019, 10:51
Renzo Manfrin

Estaba vivo. Y la directora estaba muerta. Una mezcla de sensaciones le embargaba. La última vez que habían coincidido Renzo había notado en ella, cuando tocó su mente, una auténtica preocupación por sus alumnos. Incluso por aquellos que, como él, estaban más allá de toda salvación. Ella había aprobado su idea, le había animado a intentarlo.

El espejismo había salido bien. Les había dado tiempo. Había servido para algo bueno. Aunque no había podido evitar que ella muriera.

Todos morimos al final. Eso decían todos. Y sinceramente esperaba que así fuera, y que a él le ocurriera pronto. Esa reflexión, ahora, no era quizás tan absoluta como cuando había llegado a la Escuela. Había peleado, había luchado, había intentado ser útil. ¿Había servido de algo? No de demasiado, tal vez. Pero no era igual que lo que pasaba siempre. Gwen, Selina, Caroline, Cisco, Kurt, Vera, Keyla... no eran nombres que le resultaran indiferentes. 

Y luego estaba Noah. Aunque ambos habían estado juntos ese día en que la directora había fallecido no había hablado con él en ese momento. Ahora nada de lo que le dijeran le iba a servir de nada. Él lo sabía.

Y sin embargo...

Recordó los gritos del joven cuando supo que su madre había muerto. Renzo había esperado que tal vez, tal vez, no hubiera fallecido. Pero al final allí estaban.

Renzo había optado por un traje formal. Con su corbata negra y todo. Era una manera de mostrar que lo sentía. Aunque, quizás, el modo más importante era estar allí. Desde la muerte de sus padres no había vuelto a ir a un entierro. Tras unos segundos, tras el funeral, se acercó a Noah.

- Noah... solo quería decirte que lo siento mucho. Si no fuera por tu madre gente a la que quiero estaría muerta. Lo siento mucho. Me habría encantado que hubiera sobrevivido.

Era probable que Noah pasara de sus palabras, o le gritara, o le soltara un estufido. Pero tal vez las palabras le sirvieran de algo. De poco, claro. Cuando mueren los padres de uno nada te consuela de verdad. Pero algo tenía que decirle. 

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24/02/2019, 22:10
Vincent Krauffman

Fue el rescate más desastroso del mundo, digno de unos principiantes. Pero no había ido del todo mal, solo Gwen se le mejoró la cara y Fausto estaba en modo dramático. Su padre había cogido las riendas de la situación y consiguieron escapar igual de desastrosamente como para entrar. Cuando llegaron a la isla, admitió que no esperaba como se la iban a encontrar. Entonces todo ocurrió de forma tan subrealista que parecip que todo ocurría por escenas. Su tía estaba muerta y en nada se estaba vistiendo para el funeral. No logró encontrar sus zapatos de vestir, así que tuvo que ponerse unas deportivas. Sin darse cuenta ya estaba en el funeral y en la mierda de discurso. 

Cuando todo acabó se fijó en los zapatos de Adrastos y simplemente dibujó una media sonrisa. Sin responder, se encendió un cigarrillo para después acercarse a su primo. No sabía que decirle, no era de mostrar sentimientos, pero sabía lo que era perder a una madre de una forma tan cruel. Simplemente le puso una mano sobre su hombro y soltó el humo del cigarro mientras lo sujetaba con la otra mano. No, no sabía que decirle, pero si podía estar a su lado por si le necesitaba.

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24/02/2019, 22:35
Cisco Guillén Saavedra

Casi todo estaba destruido pero al menos se habían salvado. Muchos de ellos lograron conservar la vida y no había nada mejor que agradecer. Igual de dichoso era el momento en el que encontraban a los otros alumnos, pudiéndose reunirse al fin. En cuanto pudieron compartir sus historias, supo de las penurias por las que pasaron. También ellos tuvieron malos momentos en la sala de peligro así durante la fuga. Creyó que las circunstancias de los demás fueron más duras. Cisco estaba preocupado por ellos. Ahora volvía a ver a Selina, a la que miró con dulzura, feliz por verla con vida. Esperaba que pudieran hablar un poco más adelante sobre tantas cosas como habían pasado. Al joven le parecía que había pasado una eternidad desde que los grupos se habían separado.

Todo el encuentro con sus amigos sería una grandiosa noticia si no se viera empañada por otras muertes, como la de la directora. Aquella desgracia traía consigo funestas consecuencias como lo que parecía el fin de la academia de mutantes y el posible traslado de todos ellos a Estados Unidos. 

- Ójala pudiéramos continuar aquí. Me hubiera gustado que este lugar creciera y deviniera en el equivalente a la academia de los X-Men.

Desde el primer momento había encontrado muchas personas que le cayeron bien en este lugar, por las que había apostado. No podía negar que le gustaba el hecho de estar fuera de casa, lejos, donde no tenía que dar explicaciones ante sus progenitores, ni tratar de seguir las expectativas de ellos. Explorando sus sentimientos, encontraba una gran libertad aquí, a pesar de la rigidez de las normas que en su día impuso la directora.

- Siento la muerte de la directora. Yo estoy interesado en seguir. No me importa marcharme.

Dejar atrás este lugar creaba un vacío en él. Le hubiese gustado ser parte de ésto.

- Lo hemos pasado fatal pero gracias al trabajo de todos pudimos parar esta invasión.

No quería explayarse mucho en los detalles. Haber arruinado los planes de unos aliens cambiaformas era difícil de asimilar.

- Yo creo que en la academia de los X-Men podré aprender mucho.

Concluyó. Era uno de sus lemas, una de las lecciones más importantes que había aprendido en su corta vida, por lo que tenía que aferrarse a aquello. Cisco miró a los demás para escuchar sus propias conclusiones, en el fondo quería que siguieran todos adelante y les fuera mejor esta vez.

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25/02/2019, 12:13
Noah Peverell

Ese día no había podido comer nada, y apenas me había dirigido a nadie salvo para asentir e intercambiar escasas palabras, como con Manfrin, a quien agradecí sus palabras y abracé inconscientemente, no sabría decir si por educación o porque realmente lo sentía.

Había perdido a personas importantes antes, pero nunca a nadie tan importante como mi madre. Casi podía ver y tocar el dolor que sentía en aquellos momentos. Era tan real como todo el esfuerzo que estaba poniendo en no mostrar ninguna emoción, escuchaba las palabras de las personas ir y venir allí sentado en el anfiteatro con mi primo, aunque sin embargo yo no estaba allí. Yo estaba dentro, en el simulador, viendo a mi madre empalada por aquel filo de hierro que la atravesaba, escuchándome gritar desesperado.

La situación era cada vez más agobiante, la gente a mi alrededor hablando como si nada, de todo, y yo con la misma imagen que no paraba de repetirse en mi cabeza una y otra vez. Necesitaba correr, muy rápido. Necesitaba que todo saliera, liberarlo de alguna manera. Gritar. Necesitaba irme de allí, cuanto antes y sin pararme a hablar con nadie. Traté de volver a la escena que tenía frente a mis ojos para excusarme, aunque no fui capaz de decir nada. Simplemente me puse en pie y me dirigí a la salida del anfiteatro.

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25/02/2019, 16:14
Renzo Manfrin

Renzo no sigue a Noah. Asiente a sus palabras, y comparte el instante del abrazo, sin hacer mayores comentarios. El dolor. El dolor profundo. Ese no se puede sanar con palabras. Y de alguna manera estaba de acuerdo con Vincent Krauffman hasta el punto de asentir, un instante, a su gesto. Como él pensaba que a veces solo se podía estar con un amigo que lo pasa mal.

Pero Renzo había dicho lo que tenía que decir, y no siguió a Noah, viendo como el mismo desaparecía, con cierta congoja en el espíritu.

Quizás pudiera curarse- pensó mientras se sorprendía al desear que, en efecto, lo lograra. Lograra curar el dolor de ver morir a quien amas- Tal vez lo logre. Al menos él no la ha matado. Ni es responsable de su muerte.

Y ahora, ¿qué? Otros tenían un lugar donde volver. Renzo no. Aunque quizás volver al manicomio fuera lo mejor. Allí no podía hacer daño a nadie. Y las horas pasaban, con una estúpida mansedumbre a veces facilitada por los medicamentos.

Y sin embargo...

Algo había cambiado.

- Cisco, Kurt- se acercó primero a ellos- Me gustó estar con vosotros. Encontramos el botón de alarma, y logramos ayudar en algo, ¿no os parece? Espero veros el año próximo- Si no he conseguido matarme antes completó la frase con el lóbrego pensamiento aunque, quizás, no se lo creyera, esta vez, del todo.- Yo estaré el año que viene- anunció sintiéndose raro al admitirlo para, acto seguido, buscar con la mirada a Caroline y a Vera y, tras un segundo de duda, acercarse igualmente a ellas- Me alegro verte, Vera. Caroline estaba preocupadísima.- Hubiera querido decir algo más pero... es que no le salían las palabras y estas cosas se le daban fatal- Yo no tengo sitio a donde volver, por si alguna le pasa lo mismo. Hay unos cuantos juegos nuevos para las consolas que podemos comprar, si apetece. Esto... creo que os dejo solas mejor. Tenéis que reencontraros, y eso.

Lo cierto es que Renzo se sentía cada vez más confuso con tanta gente, y con todo lo ocurrido. Tenía que procesarlo. Había una buena parte de él derramando mentalmente bilis sobre sí mismo (¿A donde te crees que vas, imbécil? ¿de verdad piensas que importas una mierda? Estarías mejor muerto. Deberías estar muerto) Pero era una voz vieja, y conocida. Por primera vez se planteó si sería capaz de convivir con ella. Finalmente se acercó hasta donde se encontraban las dos personas con las que más quería hablar. Selina y Gwen. Sí, Gwen había recibido una buena cicatriz, y ninguna de las dos había dicho palabra, pero, pero...

- Gracias. Muchas gracias a las dos. Me alegra mucho que hayáis vuelto y estéis bien. Se que no es el momento pero... luego las cosas se complican. Y quería deciroslo. Estaba sufriendo pensando que podíais estar muertas. Me alegra mucho veros a las dos. Si necesitáis algo de mi, bueno... Yo creo que... En fin, digo tonterías- era demasiado íntimo, y las palabras se le antojaban ridículas. Además, ¡era un puto funeral!, ¡la tia de Gwen había fallecido!, ¿qué coño estaba haciendo?. Su lengua se trabó y enrojeció- Bueno, eso, que me alegro mucho veros. Y Gwen siento mucho lo de tu tía.

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25/02/2019, 16:47
Vera Hynes

Por primera vez en más tiempo del que sería sano admitir, estaba libre de celdas. Más aún, estaba al aire libre. Y aunque la devastación de aquel entorno era obvia y lamentable, y sentía un profundo dolor en su pecho por ver a Bran atravesar aquellos momentos difíciles, no pudo evitar sentir un poco de alegría al notar el calor del sol sobre su piel. Apenas había subido la mirada al cielo cuando escuchó su nombre y sintió un abrazo embestirla. Tardó un segundo en reaccionar, algo confundida por la situación, pero tras unos segundos acabó por corresponder el abrazo de la chica de pelo azul. Cerrando los ojos le acarició la espalda suavemente, sonriendo con la comisura de los labios y recibiendo su cariño con gusto. 

Había escuchado el discurso del director con atención y había lamentado que eligiera irse, pero supo que él estaría bien. Tenía motivos para estarlo. Y aunque en otros momentos la idea de volver a su país le hubiese alterado de inmediato, sabía que no lo haría sola. Estaría bajo la protección de gente en la que confiaba, y no dejaría que el miedo la limitara tanto como había hecho en su momento. 

Te contaré lo que quieras saber - le aseguró a Caroline, sonriendo dulcemente mientras la miraba a los ojos. Nunca había visto ojos como esos, turquesas por completo, hipnotizantes en la profundidad de su color. Relajantes, como mirar el mar en un día nublado. - A cambio, ¿podrías decirme tú el resto? - le pidió disculpándose con la mirada - Lamento no ser quien esperabas ni tener los recuerdos que te hicieron darme ese abrazo, aunque me gustaría que me lo contaras. - sonrió nuevamente, aunque esta vez de forma mucho más medida. No le agradaba la idea de romper la ilusión de la chica que creía haber recuperado a un ser querido, especialmente porque nunca había sentido un abrazo tan lleno de amor hacia ella como ese, pero se sentía con la responsabilidad de decirle la verdad - Pero antes que nada, ¿me dirías tu nombre? 

Justo entonces apareció Renzo e inadvertidamente contestó su pregunta. Caroline. Su mirada se iluminó un poco al escuchar que alguien se había preocupado por ella, un gesto que sin duda la había conmovido más de lo que podría llegar a elaborar. 

Muchas gracias - sonrió a Renzo - Yo iré a la Escuela Xavier, así que si vienes también me gustaría probar esos juegos - le contestó entusiasmada. De pronto tenía amigos de un momento a otro. Y aunque jamás en su vida hubiese tocado una consola, no veía por qué no podría probar que tal se le daba. Sin embargo, ese apuro por dejarlas solas, por permitir que se "reencontraran"... sentía que se estaba perdiendo de algo. Una vez el chico se marchó, Vera volvió a hablar. 

No sé si sea el mejor momento para preguntar esto, pero... ¿Por qué ese chico pensó que debía darnos tiempo a solas? - frunció ligeramente el ceño, extrañada. 

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25/02/2019, 23:14
Caroline Scheck

La mayoría de los presentes parecían bastante afectados por lo que había sucedido, en especial Noah, por lo que le había sucedido a su madre, y posiblemente Gwen, quien había perdido a su tía. Era comprensible el estado anímico en el que los dos se podían encontrar, si bien la anarquista esperaba que se recuperasen, con el tiempo, incluso si sabía que algo así llevaría un buen tiempo, y podría afectar la forma de ser de los mismos, su personalidad, y la visión en sí de algunas cosas. En cuanto al resto, algunos parecían agotados, otros tristes por el hogar que habían perdido, incluso si tendrían un... "reemplazo". Habían repelido una peligrosa amenaza, si bien todo había tenido un costo, un costo que había implicado de la muerte de alguien muy preciada para muchos, y a quien la peliazul había llegado a respetar, a pesar de su actitud inicial, de haberla considerado una tirana. En el fondo, había sido una buena mujer, y había muerto también como una, salvándoles a todos, para que pudieran alertar a los demás y solicitar la ayuda que necesitaban para repeler la invasión. A pesar de todo, Caroline estaba contenta de obtener de regreso a la chica que tanto se había ganado su corazón o... al menos eso era lo que había creído.

Por un momento, la alemana había creído que no lo había perdido todo, que Vera era la chica que había conocido, incluso si la habían secuestrado unos días atrás, sólo para ser reemplazada por la reina de los Skrulls. Eso había creído, al notar que la hermosa chica le correspondía el abrazo amoroso que le había dedicado, alegre por volver a verla, de tenerla cerca de ella. Sin embargo, todo aquello que había imaginado, no tardó en derrumbarse como un frágil castillo de naipes. La reacción, al mirarla a los ojos, había sido similar a la que la falsa Vera había tenido cuando había apreciado sus ojos por primera vez pero... las siguientes palabras por parte de la joven, no hicieron más que demostrar que se había equivocado. La verdadera Vera no sabía nada sobre ella, y, por ende, tampoco había tenido nada con ella, nada que recordar sobre Caroline, ninguna dulce memoria excepto por el abrazo que habían compartido hacía tan sólo un momento. Por unos segundos, la visión de la peliazul se nubló, producto de cómo sus ojos la traicionaban y parecían anunciar la necesidad de llorar, de hacer que las lágrimas corrieran por sus mejillas. - Yo... Tú... ¿no... recuerdas nada? No... claro que no. Nunca estuviste aquí, ¿v-verdad? - Preguntó sintiendo aquel poderoso dolor en su pecho, como si le hubieran quitado algo muy importante, o más bien... alguien muy importante. Nuevamente, habían destruido su esperanza, la posibilidad de que el tiempo perdido hubiera sido tan sólo un poco, que aún así la Vera frente a ella fuese la que había conocido, y de la cual se había enamorado.

- Soy Caroline. Perdón... Yo... Me equivoqué. No sé si debería. - Se expresó con cierta duda con respecto a la pregunta de quien había creído que era su querida conejita. ¿Qué podía decirle? Sería extraño decirle que había sido la novia de una versión falsa de ella, que se había enamorado con todo su corazón, sólo para descubrir que se trataba de la reina de una raza alienígena que deseaba conquistarlos a todos, y que la había traicionado de una horrible manera, tan sólo para revelarle lo que en realidad era. Lo peor de todo, era que Vera no era la "Vera" que ella conocía. ¿Qué sucedía si era completamente diferente? No... era posible que la reina Skrull se hubiese basado en su forma de ser para engañarla, al menos en cierta forma, o de lo contrario la verdadera Vera no la habría abrazado tan sólo para no lastimarla y arruinar aquella ilusión. Debía de ser la chica de la cual se había enamorado, tenía que serlo... el único problema era que Vera no sabía nada de ella, y tampoco significaba que se enamoraría de ella. ¿En verdad deseaba explicarle eso? Estaba confundida, demasiado, y no sabía cómo actuar frente a una situación así que nunca había imaginado que viviría. No seas idiota, Caroline. Esa no eres tú. ¡Más confianza! La voz de la razón no tardó en expresarse, dejando en claro lo tonta que era. Tenía razón, no se estaba comportando como usualmente lo haría, aunque nadie podía culparla por algo así. La voz de Renzo la sacó de sus pensamientos, forzando a la anarquista a secarse sus lágrimas, algunas un tanto congeladas por lo que sentía la peliazul en ese momento.

- Yo tampoco tengo un lugar a donde regresar, Renzo. Así que voy a ir a Norteamérica con los que tampoco tengan un hogar. - Explicó intentando mantener un tono neutral, a pesar de que se estaba muriendo por dentro ante el hecho de que Vera no supiera nada de ella. Era difícil contener sus lágrimas, si bien no deseaba mostrar esa debilidad, o al menos lo que ella pensaba que se trataba de debilidad. - Cuenta conmigo. Sabes que me encantan los juegos, en especial los de pelea. - Le aseguró al chico, quien parecía afectado por alguna cuestión en particular, si bien siempre tenía algo en su mente. No dudó en dedicarle una sonrisa, un tanto torcida producto del malestar en su interior, antes de asentir en el instante en el que éste se retiraba para dejarlas a solas, algo que habría apreciado en otra situación, si se tratara de la Vera que sabía todo sobre ella. La siguiente pregunta de la dulce joven, no hizo más que preocupar a Caroline, quien la miró dudosa, sin saber si sería lo correcto decirle la verdad. No obstante... sabía que tenía que hacerlo, no podía negarle la verdad a ella, incluso si no era la Vera con la cual había vivido un tiempo maravilloso. - No creo que te guste escuchar esto pero... supongo que es lo correcto. - Dijo al final, sabiendo que, si alguien se hacía pasar por ella, desearía saber lo que habían hecho en su ausencia. - La reina de los Skrulls... se hizo pasar por ti. Y... fue mi novia, hasta que decidió que ya no era de utilidad para ella y clavó un puñal entre mis costillas... - Le explicó con cierto pesar, como si no le gustara recordar aquella amarga memoria que lo había arruinado todo... su hermoso sueño. - Pensé que... tan sólo había perdido algo de tiempo, que podrían haberte secuestrado unos días atrás pero... siempre fue la reina Skrull. Perdón... esto... es raro, l-lo sé. Sólo... estaba feliz de que existieras pero... perdón. - Admitió a medida que las lágrimas volvía a deslizarse por su piel, provocando que sus ojos brillaran como gemas, a pesar del dolor que sentía en ese instante. Por más que estuviera llorando, intentó esbozar una sonrisa gentil, en el instante en el que se apartaba un poco de ella, esperando que la perdonara por aquel abrazo repentino.   

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25/02/2019, 23:33
Vincent Krauffman

Viendo que ya estaba todo acabado, que Noah se había ido y que había una especie de paliza emocional por parte de la verdadera Vera a Caroline, decidió que ahí ya no pintaba nada. Apagando el cigarro, se dispuso a salir del anfiteatro para preparar las cosas para irse de esa isla del demonio.

Se estaba planteando si seguir el siguiente año o mandarlos a todos a tomar por saco. Pero lo que si tenía claro es que no iba a ir a la escuela Xavier de Norte América de nuevo con esta chupipandi.

Notas de juego

Agradable hasta el final xD

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26/02/2019, 17:06
Keyla Schwarz

Todo lo que había ocurrido me había sobrepasado en tantos sentidos que no podía ni describirlo. Era como si todo aquello fuera sacado de uno de los videojuegos o cómics que tanto me gustaban. Me paraba a pensarlo y no era capaz de digerir el ataque, las criaturas, el haber estado en el espacio, en una jodida nave alienigena.

Desde que habíamos llegado había permanecido más seria de lo que era habitual en mí, no dejaba de darle vueltas a todo. No dormí, bueno sí, pero a saltos, como quien esta echando cabezadas de media hora y se despierta, apenas conseguí juntar tres o cuatro horas de sueño. Por la mañana tras la ducha me mire en el espejo, un buen rato mientras mi cabeza seguía echando humo. Hasta que dije basta, había que asumir todo aquello y centrarme. Pero necesitaba algo para hacer un borrón y cuenta nueva, así que se me ocurrió la tontería más grande del mundo. Un cambio de imagen. Para cuando salí de la habitación mi cabello que era del mismo azul intenso de mis ojos ahora era de un castaño oscuro, un color que parecía mucho mas natural que el real azulado.

Permanecí a un lado en el funeral observando a mis compañeros de hermandad, fijándome en Noah unos segundos y después en los que habían estado conmigo en la nave.

Al llegar el discurso mi ceño se frunció ¿volver a casa? ¿después de todo esto? No sabia que clase de vida llevarían los temas pero sin duda yo no podía volver a casa y hacer como si nada hubiera pasado llevando una vida de corriente futura universitaria.

El otro plan tampoco es que me hiciera especial gracia, trasladar Villa mutante a EEUU, bueno, mas bien a los habitantes de esta Villa mutante a la de allí. Apreté los labios y mis ojos se pararon en Connor* cogí aire con una gran bocanada y lo solté suavemente. Sabia lo que tenia que hacer, así que mis ojos fueron a Fausto y Vincent. No podía hacerlo hacerlo sola, y no me fiaba de llevar conmigo a nadie que pudiera resultar dañado, y esos dos... uno se regeneraba y el otro... el otro ni sabia que hacia con su poder temporal. Por no decir que ambos estaban al día de la situación.

Pero en ese momento fue cuando me di cuenta de que Vincent se marchaba así que en un parpadeo me aparece a su lado - ¿Podemos hablar? - Le pregunte intentando sonreír de forma bastante leve.

Notas de juego

*Doy por sentado que estamos todos xD

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26/02/2019, 19:10
Vincent Krauffman

Cuando apareciste ante él, alzó ambas cejas. Se encogió de hombros, como indicando que no le importaba. -Bien, ¿qué pasa? - se encendió otro cigarro mientras arrancabas a hablar. Se había extrañado que para después de un traumita así, no fuese directamente a hablar con Fausto que era el damiselo en apuros.

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26/02/2019, 19:26
Keyla Schwarz

Lo mire y cuando se encendió el cigarro le robe una calada y se lo devolví como ya había echo en otras ocasiones, no era una fumadora habitual pero a veces me apeteceis como ahora.

¿Que vas hacer tú ahora? - Pregunte sin andarme con rodeos mirándolo de forma directa ya sabíamos que no era de andarme con muchos rodeos en general para nada. Iba con un vestido negro por “lo propio” para el momento, evidentemente nada elegante, en mi tónica habitual, de echo ahora sin el azul de mi cabello lo que más resaltaba en mi eran los ojos azules y la pulsera que él me había regalado.

Llevaba un bolso pequeño cruzado en el que meti la mano y de ella saqué las pastillas que me había dado Fausto, más bien las que le había pedido - Supongo que ya no es necesario que las lleve encima - Sonreí de medio lado y las acerque a su mano.

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26/02/2019, 19:14
Connor Cooper

Ahora, parados en aquel lugar, todo parecía más que nunca un sueño, o mejor dicho, una pesadilla. Atrás había quedado la euforia del día anterior al liberar a los prisioneros de aquellos aliens. Ahora solo quedaba la sensación de que había fallado. ¿Seguiría viva la directora si simplemente hubieran hecho caso a sus ordenes y no hubieran emprendido aquella misión a la fuerza?
Aquella mujer era la razón por la que había llegado a aquella isla, y ahora no estaba, era incapaz de asumir aquello, no sabía en que lugar lo dejaba. Ahora más que nunca se sentía solo, y no era capaz de socializar con nadie, y mucho menos de acercarse a su compañero de habitación para darle el pésame.

Se mantuvo en la distancia, simplemente escuchando el discurso del director. Para después contemplar algunas de las escenas que se daban entre sus compañeros. Se alegraba especialmente por Vera y Caroline, se había asustado al ver que la verdadera Vera estaba capturada, pero al parecer todo había salido bien para su compañera de casa, o por lo menos todo lo bien que se podía desear.
Por otro lado sus compañeros de viaje parecían unidos en su mayoría, tampoco había podido ayudar a Gwen, al igual que con su tía, Connor simplemente no había estado allí para hacer algo. No podía dejar de pensar que todo se debía a la falta de fuerza y a una buena cantidad de malas decisiones. Sabía que era terriblemente arrogante pensar que el podría haberlos ayudado a todos, pero aun así era un sentimiento que estaba allí.
Atrás quedaban ahora todos aquellos problemas de adolescentes, celos y niñerías que ahora parecían insignificante. Quizás si todo el mundo hubiera aceptado aquella regla de dejar de lado los amoríos juveniles para centrarse en controlar sus poderes ahora todos estarían vivos...

Entonces se fijó en Key, a la que tardó un poco en reconocer, había cambiado su imagen, y aun así seguía impresionante. Aun así no se acercó a ella, no sabía que decirle, la verdad era que no sabía que decirle a nadie... La vio desaparecer perdiéndole totalmente la pista, eso hizo que su mirada viajara en aquel momento al director, había algo que decidir. No tenía casa, aunque le habría gustado ir a ver a su abuela, o podía simplemente irse por su cuenta, pero no parecía la elección más sensata, incluso podía viajar a Estados Unidos, no, tenía claro lo que debía hacer, aunque esa opción no había estado sobre la mesa, aun así lo intentaría.
Con paso calmado Connor dejó su asiento para acercarse al director, para después dirigirse a el casi en un susurro al verlo libre, probablemente no era lo que más quisiera escuchar en el funeral de su hermana, pero Connor debía sacar el tema.

-Lo siento mucho.- Fueron las primeras palabras de Connor.- ... Yo..... soy peligroso para cualquiera, me gustaría quedarme a su lado... Si fuera... posible...- Añadió tímidamente después.

Seguramente la mejor elección habría sido la de ir a la escuela estadounidense, pero al final era el director quien más le había ayudado a controlar sus poderes, por no hablar de que era lo suficientemente fuerte como para no lastimarlo con ellos. No quería ir a otra escuela en la que tendría que conocer a un montón de gente nueva, aquello no podía acabar bien.

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26/02/2019, 20:17
Vincent Krauffman

No se había fijado hasta ahora en el cambio de look de la chica, aunque tampoco daba señal de que le importase. Como tampoco le importaba que le quitase el cigarro para después devolvérselo, ya estaba hasta casi acostumbrado. Cuando le hizo aquella primera pregunta, se metió las manos en los bolsillos y reposó todo el peso de su cuerpo en la pierna izquierda. -Me voy a Japón hasta que abran de nuevo la escuela- añadió sin más. Tampoco iba a dar muchos detalles. 

Observó como la chica sacaba de su bolso aquellas pastillas que le daban para su jaqueca. Sacó una de sus manos del bolsillo y tomó las pastillas. Por un segundo se quedó mirándolas hasta que las dejó caer en el suelo y las aplastó con un pie -y yo no las voy a necesitar- sentenció.

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26/02/2019, 20:23
Keyla Schwarz

Me fijé en como miraba las pastillas y después las dejaba caer al suelo con aquella afirmación. Apreté los labios y me acerqué un poco más a él - ¿Seguro? - Pregunte mirándolo a los ojos, él sabía mejor que nadie si debía llevarlas o no encima así que tampoco tenía pensado soltarle un discursito o algo por el estilo. Era mayorcito.

No voy a volver a casa, bueno si voy a volver a ver a mis padres adoptivos pero no a vivir allí me refiero - Y a él le importaba medio pimiento - Lo de irme a EEUU no sé si es para mi - Suspire y finalmente le sonreí de forma normal - Antes de nada quiero buscar a mi hermano, se lo debo y... ¿Vienes conmigo? - Yo, sutil como una apisonadora - No se que tienes en Tokio pero me vendría bien la ayuda y los viajes son gratis - Bromeé con lo último mirándolo y sabiendo que me iba a mandar a paseo, porque esto le importaba el otro medio pimiento.

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26/02/2019, 21:59
Brandon Peverell

Se detuvo cuando te escuchó y se giró para mirarte. Tenía un aspecto más hecho polvo que cuando lo encontraste, pero aún así decidió escucharte. Cuando hiciste tu petición, suspiró y se pellizcó el puente de la nariz como si eso le ayudase a darle energías. -Lo siento chico, no puedes venir conmigo, no es una opción.- Se posicionó delante tuyo y se cruzó de brazos. - En Estados Unidos pueden ayudarte, pero si no quieres allí, tu otra opción es irte con Vincent. - Antes de que dijeras nada, hizo un gesto con la mano para que atendieses - Él también necesita controlar sus poderes y unas cuantas bastantes sesiones de autocontrol tanto de su carácter y de sus poderes. Hará vida normal y también entrenará para conseguirlo. - Se revolvió el pelo, resoplando un poco- sé que no os lleváis nada bien, quizás hasta una cercana convivencia os vendría bien. Tú eres el que decides, Connor, pero creo que te vendría bien intentar hacer vida normal.

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26/02/2019, 22:09
Vincent Krauffman

Volvió a meter las manos en los bolsillos al tirar las pastillas. Arqueó una ceja cuando te acercaste y a tu pregunta, asintió con la cabeza- seguro.- No iba a dar sus motivos, ni era necesario ni quería a hacerlo. Después escuchó tu plan y tenía sentido. Además se sorprendió de que le pidieses que fuese contigo. Suspiró y negó con la cabeza. Echó el humo poco a poco y te contestó, no te iba a dar una respuesta tan escueta - Tengo asuntos pendientes allí, no puedo hacerme una búsqueda por todo el planeta... - dio una calada larga- pero espero que tengas suerte Key. - Te deseó sinceramente.