Partida Rol por web

-Eh, hola, chiquilla!, Rain, no? Nos habéis ayudado mucho iluminando. Creo que no queda nada con lo que pueda tropezarme, maldita sea. 

Continua forzando la puerta a ver si se abre. 

-Es inútil. Está en tan mal estado que no creo que se haya metido algo o alguien aqui en mucho tiempo. Ni salido. Lo interesante debe de estar en el sótano. Continuemos por si acaso mirando el resto, pero a ver. Tú no dejes de alumbrar. 

Sonríe de medio lado a Rain, aunque apenas se aprecia en la penumbra. 

Después se gira e intenta abrir la puerta de enfrente. Está atrancada, pero no hinchada. Todo indica que está cerrada desde dentro. Se aleja un poco, lo que le permite el pasillo y se lanza contra la puerta con su hombro por delante. Con la técnica de derribo policial. 

-Ojalá tuviera algo parecido a un ariete. Si no consigo abrirla, cogeré un casquete. Eso tal vez servirá. 

Sin embargo, Quico no puede evitar sentir curiosidad por las dos mochilas y decide echar un vistazo.

Una de las mochilas que te toca revisar es exactamente igual a la tuya. Su contenido es el mismo que llevas ahora en tu espalda con una sola excepción. Allí dentro encuentras dos antiguos ticket de avión. Tu memoria viaja al último día de vida de tus padres.

Se encaminó hacia la otra mochila, dejando que Quico echara un vistazo a la primera.

Una de las mochilas que te toca revisar es exactamente igual a la tuya. Su contenido es el mismo que llevas ahora en tu espalda con una sola excepción. Allí dentro encuentras una fotografía de ti junto a tu familia un día navideño como cualquier otro. Tu rostro en la foto se encuentra marcado con un circulo en tinta y detrás de la imagen, en el reverso, hay un sello que dice “APROBADO: SUJETO 31964”. Casualmente ese número es uno de tus primeras contraseñas usadas en la web.  

Ábrete, sésamo! (Fuerza de leñador)

Los conocimientos policiales le permiten a Espinoza abrir la puerta con un fuerte golpe y con ayuda de la iluminación de sus compañeros pueden ver que hay detrás.

  Una gran caldera de principios de siglo XX bastante oxidada ocupa casi toda la habitación. Un pesado tubo de hierro fundido se había desprendido del techo y bloqueado la puerta desde dentro. Junto a la caldera hay una mesa de trabajo con herramientas y cajones de madera con tapa. Aquí dentro la humedad y la corrosión ha dejado huella en casi todo.

Jules sin pensarlo dos veces se dirige a la gran puerta de metal. Tras observar la escena un instante decide usar la llave e intentar abrir la cerradura y pese a todos los posibles pronósticos la antigua llave cumple su propósito y la puerta se abre tras tirar de la palanca.

La gran puerta se abre lentamente haciendo vibrar las bases mismas de la mansión y todo el terreno circundante. Una tenue nube de polvillo cae del techo pero es dispersada pronto por una corriente de aire frio procedente de la habitación que se encuentra del otro lado de la puerta.

La habitación del otro lado es un pequeño laboratorio repleto de equipo moderno que nada tiene que ver con la década del ochenta o noventa. El lugar esta en penumbras y ya no hay ningún zumbido molesto para los oídos pero sin embargo pueden escuchar el típico sonido de computadoras y cableado junto a los ventiladores del soporte vital.

Mas allá de la habitación se encuentra un amplio espacio separado del resto por un foso sin final pero del abismo cuelga un pequeño puente metálico por el cual una persona podría cruzar sin mayores problemas.

Contra la pared del amplio espacio logran ver un tubo de hipersueño similar a los vistos en el edificio Mobius. Hacia el tubo descienden infinidad de cables y extraños aparatos.

Tiempo después que Quick0, Ibo y el resto cruzaran la puerta bajo la escalera algo sucede que toma por sorpresa a todos los avatares que investigan la mansión.

Un breve sismo nace desde las profundidades de la mansión. El temblor dura tan solo algunos segundos pero es suficiente para derribar objetos, muebles y parte de la mampostería de la mansión. Algunas grietas bastante peligrosas ahora decoran la gran vivienda en señal de pronto derrumbe si mas temblores llegasen a reproducirse.

Quico mira soprendido la mochila, idéntica a la suya. 

-Es...mi mochila. Una copia idéntica. Hasta las manchas son las mismas. 

Se queda mirando estupefacto dos trozos de papel. Parecen billetes de avión.

Bien Quico, así que has estado aquí antes ¿eh?¿Y esos billetes?¿Me estás intentando decir algo? Pues no lo entiendo tío. 

No es hasta entonces que siente el ruido de la puerta al abrirse. Entonces comprende que Jules ha utilizado la llave y que contra todo pronóstico, ha sido capaz de abrirla. Al cruzar al otro lado, siente como si se hubieran metido detrás de la tramoya de este escenario de Estado Alfa. Aquello no era coherente con este escenario pero sí con Estado Alfa. Probablemente fuese el punto de salida.

Las cámaras de sueño le invitaban a meterse dentro. Echó un vistazo a la maquinaria y al cableado intenando averiguar su cometido y si era el que él imaginaba: el "punto de salto" al siguiente escenario.

Little observa la caldera con curiosidad. Parece estar completamente fuera de funcionamiento pero en Estado Alfa nada es lo que parece. Toca la pared de la caldera para ver si está caliente y en funcionamiento.

Después se acerca a la mesa de herramientas para ver si encuentra algo de utilidad.

- Deberíamos volver con el resto, creo que por aquí no hay nada. Estoy de acuerdo contigo, Abel, lo importante debe de estar en el sótano.

-Maldita sea, éste edificio no está para aguantar terremotos. Más vale que nos demos prisa. 

Mira al techo mientras pasa el sismo. -Lo que faltaba, que se nos caiga encima. Si, Elan, no parece haber nada.  

Abel gira para salir de la sala de calderas, mientras Elan ha entrado por herramientas. -Aunque...

Se gira de nuevo hacia dentro, se acerca a las calderas y las abre. Primero una, se asoma a ver qué hay dentro y después la otra. Por pura superstición. 

Nada.... no sabía exactamente que esperaba encontrar ahi dentro pero una caldera antigua y oxidada no estaba entre mis ideas. No había nada, o al menos nada aparentemente útil.

- Aquí perdemos el tiempo, deberiamos...Y entonces todo comenzó a temblar, las paredes crujían y con algo de horror temí que el techo se viniera abajo enterrando a todos. - ¡Q-que fue eso?. Mis temores aparecieron de nuevo, no olvidaba esa sensación de sentirse observada. La había tenido desde que saliera de ese auto en mitad de la devastada ciudad.

- Regresemos con cuidado..puedes seguir el consejo de Elan, referente al reloj...Susurré a Rain sin bajar la guardia.

Analizar maquinaria (afinidad tecnológica+1d (inteligente))

El laboratorio es similar al que ustedes conocen en el edificio de Mobius solo que la maquinaria no parece ser tan actual. Con respecto al anterior este laboratorio parece tener algunos años de retraso tecnológico. 

 Buscar en herramientas (3d superviviente)

Encuentras seis herramientas que podrían servir. El resto es oxido puro. 

Se gira de nuevo hacia dentro, se acerca a las calderas y las abre. Primero una, se asoma a ver qué hay dentro y después la otra. Por pura superstición. 

 En lo más profundo de la mente de Abel existe un recuerdo anidado como una semilla que la escena dispara a la realidad. Dentro de las calderas encuentra aquello que intuía. Sea coincidencia o no todo es demasiado real. El olor a ceniza mezclado con el hedor de aquello que no se consumió del todo. 

-Será mejor que avise al resto-.

Dicho esto sube hacia la planta baja.

Quico sube hasta la planta baja de la casa desde el sótano.

-Será mejor que veáis lo que hemos encontrado ahí abajo. Parece una especie de prototipo de las cámaras de sueño de Mobius. Pienso que podría ser la salida del escenario...o cualquier otra cosa.  

- Sí - murmuró Ibo al igual que su compañero sobre la mochila, - la mía también es una copia.

Rebuscó en la nueva mochila y se guardó una fotografía en el bolsillo.

¿Qué demonios?

Quedó pasmado cuando Jules abrió la puerta y sus ojos contemplaron el moderno laboratorio. A pesar de la presencia del foso y del tubo de hipersueño Ibo no se dejó tentar y se dedicó a examinar minuciosamente la habitación antes siquiera de poner un pie en ella.

Evan volvió al primer piso tras el temblor. Bastante deprisa, hay que decir, si aquello se iba a caer, mejor que no le pillase en el segundo piso.

Entonces escuchó a Quic0 y miró alrededor. Si éso se caía... Bueno, qué rayos, habría que echarle un vistazo a esas cámaras.

Vamos a echarle un ojo. Dijo, y esperó que Quic0 bajara para seguirle.

 Hay que traer a Louise y que hable sobre esto, ya que es la creadora ahora es el momento de que suelte lo que sabe. Por las buenas o por las malas. - digo sin rodeo me estaba fastidiando esto de la típica película de terror con ciencia ficción.