Partida Rol por web

Tras leer por encima la carta de agradecimiento la arrugo y la tiro a la basura.

Otro maldito mes encerrado en este lugar de mierda, necesitaré alguna copa para aguantar, tras ponerme un whiskey me dirijo al baño y tomo un par de ansiolíticos para ver si puedo dormir mejor esta noche, tras depositarlos sobre la lengua apuro la copa para poder tragarlos.

A la mañana siguiente me despierta una pesadilla. Me siento sobre la cama con un sabor horrible en la boca, trato de coger el vaso de whiskey pero lo golpeo sin querer, observo como rueda por el suelo, derramando la últimas gotas y llega hasta la puerta, ladeo la cabeza entonces cuando veo un sobre en el suelo, ¿y eso?, froto mi cara con las manos tratando de despejarme y vuelvo a mirar. Me levanto y al tomarlo lo arrojo a la papelera con el agradecimiento del día anterior. Se están pasando ya los de Mobius, miro de nuevo la basura, ¿y si no es de ellos?, recojo el sobre de la basura y me encamino con el hacia la nevera, examinándolo, buscando el sello corporativo de Mobius, no pone nada, que raro. Lo abro mientras saco algo de fiambre, y al leerlo dejo olvidado el fiambre. Joder, joder, joder... ¿qué cojones?.

Dejo la carta sobre la cama mientras comienzo a vestirme apresuradamente, mientras trato de pensar con claridad, con quien puedo contactar, ¿Louise?, no, entonces...Quick022, si eso es, el seguro que puede ayudarme, cuando termino de vestirme guardo la foto en el bolsillo trasero del vaquero, a ver, solo necesito un ordenador, el juego online de moda, entrar y encontrarlo, seguro que usa siempre el mismo nick, Quick022, no creo que me cueste mucho dar con él.

Rain camino repasando las pistas que tenia en la mente, pensó que si este era un escenario de estado alfa, sin duda era el mas peligroso, ahora estado alfa trataba de complacerla. Rain siguió de prisa y sin darse cuenta de pronto ya estaba corriendo. ¿El cubo y las fotos? se pregunto, ¿el diario de Charles?

Comenzó a pensar que no llegaría a su destino, que el sistema le tendería alguna trampa, que de pronto algún mutante le saltaría al paso, o un Orco, pero solo había un intenso transito, no veía personas pues pocos acostumbraban caminar y mucho menos sobre una autopista, el camino era estrecho, pero no tanto como para no poder correr.

No paro hasta llegar al edificio, Rain tenia una excelente condición física gracias al entrenamiento militar. Se detuvo a mirar el lugar y todo lo que había cerca.

Apareció en la dirección media hora antes de la cita. Se quedó mirando el lugar desde una esquina, medio escondido, intentando buscar algo sospechoso. Si no había nada raro, acudiría a la cita.

El edificio donde Quick0 debía acudir se encontraba justo detrás de la zona roja de Neo-Londres y para llegar tenía que cruzar aquellas calles repletas de iluminación de neón, con sus veredas atestadas de mujeres ofreciendo sus cuerpos alterados quirúrgicamente y los drogadictos durmiendo en las calles. El libertinaje es propio de aquellos escaparates y la atracción es inmediata para todos los que desean escapar de la cruel realidad de la postguerra. No todos se habían recuperado de la hecatombe y la muestra se encontraba frente a los ojos de Quick0.

Al momento exacto de la cita Quick0 se halla frente a la puerta de una oficina. El dueño es un tal Turner, Walter Edward. Él ya había podido vaticinar algo al leer los carteles en el pórtico del edificio al darse cuenta que era una edificación de oficinas y algunas habitaciones en los últimos pisos pero al llegar al sitio indicado ya no tenía dudas al respecto. Un profesional, tal vez alguien culto, lo había llamado.

Tal vez lo único extraño era la voz del grabada por el contestador. Había sido una voz femenina...

A la mañana siguiente me despierta una pesadilla. Me siento sobre la cama con un sabor horrible en la boca, trato de coger el vaso de whiskey pero lo golpeo sin querer, observo como rueda por el suelo, derramando la últimas gotas y llega hasta la puerta, ladeo la cabeza entonces cuando veo un sobre en el suelo, ¿y eso?, froto mi cara con las manos tratando de despejarme y vuelvo a mirar. Me levanto y al tomarlo lo arrojo a la papelera con el agradecimiento del día anterior. 

Algo no está bien. ¿Qué es? Recuerdas haber rescatado el sobre del bote de basura y leer su contenido no sin antes inspeccionar el refrigerador en búsqueda de algún embutido.

El sobre continua en el bote de basura pero el fiambre se encuentra sobre la mesa junto a unas hogazas de pan y un cuchillo. De pronto un golpe de dolor sube por tu mano izquierda, entonces tu mirada termina en tu mano. Precisamente en tu dedo pulgar, el cual tiene una bandita adhesiva. Un profundo corte se encuentra protegido por la curita.

Tal vez la experiencia en Estado Alfa trae consecuencias a largo plazo, como la pérdida de memoria.

Luego recuerdas la necesidad de obtener un ordenador y buscar algún entretenimiento. Algo como un video juego. ¿Pero porque? 

No paro hasta llegar al edificio, Rain tenia una excelente condición física gracias al entrenamiento militar. Se detuvo a mirar el lugar y todo lo que había cerca.

Pudo haber sido un par de horas o un día entero pero cuando Rain llega al sitio que su mente reclamaba, un amanecer distinto al que había vivido decoraba la ciudad. Tal vez la experiencia en Estado Alfa trae consecuencias a largo plazo, como la pérdida de memoria.

 La imagen mental de Rain corresponde a una ventana del cuarto o quinto piso de un complejo habitacional entrado en desuso. Tal vez la mitad de las ventanas se encuentran sin iluminación pero aquella que buscas existe y una persiana a media asta con iluminación en su interior demuestra que nada fue en vano. Sin dudarlo subes por las escaleras de emergencia hasta llegar frente a la puerta que corresponde al apartamento.

Podría ser el día más extraño de sus vidas luego de la experiencia en Estado alfa. Alguien llama a la puerta. Aquella puerta había recibido una carta inexistente la noche anterior pero ahora el ser que se encontraba en el desvencijado pasillo era alguien que deseaba demostrar su existencia con cada una de sus acciones. Cada golpe de nudillos sobre la madera de aquella puerta demostraba determinación a ir siempre un paso más, un poco mas…

Quico se para ante la puerta y se la queda mirando un momento como dudando. No es el tipo de sitio en el que esperaría que se le citase. Se encogió de hombros y llamó a la puerta con los nudillos. "TOC-TOC-TOC"

- Ya va.

Me demoro unos segundos mirando de nuevo la basura, el corte en mi mano y el embutido sobre la encimera, sumido en mis pensamientos vuelvo a escuchar el golpeteo sobre la puerta, - que ya va, respondo algo molesto. Observo por la mirilla antes de abrir, ¿otra fan? joder, al menos ésta está buena. Ahí frente a la mirilla, siento entonces una punzada de dolor en la sien, joder, los putos ansiolíticos. Abro la puerta tratando de recordar cuando fue la última vez que estuve con una mujer, desde el accidente ninguna, igual estoy algo oxidado.

Abro finalmente la puerta - ¿si, que desea?

Quic0 no tarda en ser recibido, y tras notar cómo miran por la mirilla un instante, abre la puerta un señor mayor, de metro sesenta y algo, ni grueso ni delgado, con una barba y bigote totalmente blancos y bien cuidados. Luce unas gafas redondas, y viste de traje, aunque sin corbata, y el traje, para los que conozcan de moda, es resultón pero barato.

Bienvenido Dice con una sonrisa mientras le ofrece pasar. Soy el doctor Turner, pero llámame Walter. Tú debes ser Federico. Pasa, por favor, tengo cierto interés científico en Estado Alfa, y me gustaría tener una conversación contigo.

Cuando entró, Quick0 pudo darse cuenta de que las oficinas parecían vacías, (Lo que no era extraño a esas horas), salvo un área iluminada que parecía una consulta médica, y de donde provenían algunas voces. Aunque presentaban buen aspecto, se notaba que no eran amigos de los lujos en aquél lugar. Algunas fotos que colgaban de las paredes mostraban a los empleados de la oficina y a Walter en sus años de juventud en lugares del tercer mundo con camisetas de Meds4All, o en alguna manifestación. De entre las que aparecía Walter, pocas eran recientes, y en una salía rodeado de negros, sobre un puente, todos muy contentos con una bandera de Ways4All, en otra, ya más mayor, dándose la mano con un ejecutivo aparentemente tras haber firmado un contrato.
Walter no parecía darle demasiada importancia a que Quic0 reparase en aquellos recuerdos, ya que fue al paso más ligero que sus huesos le permitían hasta una especie de despacho biblioteca, con un escritorio y un ordenador (Quic0 pudo darse cuenta entonces que efectivamente, mucho no gastaban, pues el modelo era bastante viejo), y dos de las paredes llenas de libros. 

El doctor cerró la puerta y le ofreció asiento en una butaca recién retapizada, confortable y amplia, mientras él se sentaba al otro lado del escritorio, se recolocaba las gafas, y sacaba unos papeles de un cajón. No ocultaba el membrete de Möbius en algunos de ellos. Sus movimientos tranquilos y serenos inspiraban confianza.

¿Quieres tomar algo? Prefiero las entrevistas distendidas...  Sonrió.

Al abrir la puerta Quico se encontró a un entrañable viejecito cuyo pulcro traje no lograba ocultar que la pida de había pasado por encima como un camión. Su aspecto le recordaba a uno de esos duendecillos de los cuentos. Sus modales y la calidez de su voz le invitaban a pasar. 

 ¡Federico!. Quico no recordaba la última vez que alguien le había llamado así. Le recordaba...a su madre.
 

-Gracias...-contestó Quico tímidamente mientras atravesaba la puerta dejando al anciano a sus espaldas-...y es Quico.

No pudo evitar curiosear entre todos aquellos recuerdos que le dieron una primera impresión de quién o al menos, de cómo era la persona que le había abierto la puerta. Por lo que parecía, un activista que había dedicado su vida a luchar contra los abusos en el tercer mundo. ¿Ways4all? ¿Así que eres "ese" Turner, eh?

-Coca-cola si tiene...o cualquier cosa fría. Gracias.

En aquel lugar parecía que no transcurría el tiempo. Tan solo el aspecto de su interlocutor en comparación con las fotos evidenciaban que habían pasado muchos años y que aquel lugar había pasado por mejores momentos. El proyecto de una vida se tambaleaba, pero seguía en pie. 

-¿Así que tiene interés en Estado Alfa? Viendo que tiene acceso a documentos de Mobius, diría que tiene más poder que yo para informarse. Dígame, ¿en qué puedo ayudarle y qué aires son esos de los que me hablaba en su mensaje?  
 

Walter asintió y se levantó a buscar un refresco para ambos. Coca cola, un clásico. Trajo un par de latas frías y dos vasos. Son light, por aquello del azúcar... espero que no te importe, Quico. 

Cuando se volvió a sentar, continuó con lo que habían venido a hacer. 
Oh, el mensaje no te lo dejé yo, debió ser desde Mobius, me dijeron que vendrías. La verdad es que son muy herméticos con todo lo referente... a su proyecto. Y por eso me interesa. Agitó un instante los papeles dándoles un aire de no tener demasiada importancia. Todo esto son poco más que panfletos. Yo quiero saber más. En círculos científicos se especula mucho sobre el proyecto, y los debates y foros sobre la ética de Estado Alfa acaban pareciendo un coro de gallinas alcoholizadas. 

Se sonrió un poco. Así que pretendo ser incluido en la siguiente hornada de sujetos de prueba, para poder hablar con conocimiento de causa, y me han pedido que a cambio les haga a ustedes una entrevista, para conocer posibles efectos secundarios, y otra serie de cosillas. 

Dio un sorbo a la cocacola, y le miró.
¿Te importa si grabo la entrevista?

-No me vendrá mal pasar del azúcar una temporada. Mi padre era diabético ¿sabes?. Tipo 2...o b...o como se diga. Y dicen que es hereditario. Llevo juntando boletos toda la vida para seguir el mismo camino.

Quico le pega un trago largo a su lata mientras Turner sigue hablando.

-¿Desde Mobius? Curioso. Eso confirma lo que pensaba. Sé que sigo en Estado Alfa aunque se han cuidado de hacerme creer que estoy en el mundo real, al igual que antes me ha hecho creer que era un elfo noldor y que estaba en la Tierra Media. Así que enhorabuena. Si quería formar parte de Estado Alfa, ya lo ha conseguido, solo que usted no lo sabe o mejor dicho, no se acuerda. Respecto a grabar la entrevista, le diría que preferiría que no lo hiciese, pero total, lo van a hacer igual así que adelante.
 

Quico le pega un trago largo a su lata mientras Turner sigue hablando.

El ambiente parece congelarse en aquel instante previo a la respuesta del doctor Turner. Incluso la iluminación en el despacho no alcanza a cumplir su propósito porque la oscuridad los rodea por completo. La única luminaria útil es la que se encuentra sobre ustedes. Todo  lo demás se encuentra en penumbras.

Lo siguiente sucede muy rápido para llegar a asimilarlo.

Una figura surge desde las sombras y lo primero que llama tu atención es algo que brilla en la oscuridad. Una cuchilla de grandes proporciones es empuñada por la figura envuelta en sombras.

Intentas reaccionar pero no logras moverte de tu asiento. Ni siquiera puedes emitir un sonido. Solo tus ojos y parpados se encuentran libres de acción.

Tu interlocutor no se percata de nada hasta que es demasiado tarde. La cuchilla corta el cuello de él y la sangre comienza a escapar en todas direcciones. Turner inútilmente lleva sus manos a su garganta pero ya es tarde. Muere ahogado en su propia sangre sobre su escritorio mientras la extraña figura desaparece en la oscuridad tan rápido como había surgido de allí.

Solo alcanzas a distinguir su rostro cubierto por una capucha. Eres tú.

Tan solo un parpadeo te rescata de tu sopor para regresarte a la entrevista…

Quico le pega un trago largo a su lata mientras Turner sigue hablando.

El ambiente parece congelarse en aquel instante posterior a la respuesta del hombre apodado Quick0. Incluso la iluminación en el despacho no alcanza a cumplir su propósito porque la oscuridad los rodea por completo. La única luminaria útil es la que se encuentra sobre ustedes. Todo  lo demás se encuentra en penumbras.

Lo siguiente sucede muy rápido para llegar a asimilarlo.

Una figura surge desde las sombras y lo primero que llama tu atención es algo que brilla en la oscuridad. Una cuchilla de grandes proporciones es empuñada por la figura envuelta en sombras.

Intentas reaccionar pero no logras moverte de tu asiento. Ni siquiera puedes emitir un sonido. Solo tus ojos y parpados se encuentran libres de acción.

Tu interlocutor no se percata de nada hasta que es demasiado tarde. La cuchilla corta el cuello de él y la sangre comienza a escapar en todas direcciones. Quic0 inútilmente lleva sus manos a su garganta pero ya es tarde. Muere ahogado en su propia sangre sobre tu escritorio mientras la extraña figura desaparece en la oscuridad tan rápido como había surgido de allí.

Solo alcanzas a distinguir su rostro cubierto por una capucha. Eres tú.

Tan solo un parpadeo te rescata de tu sopor para regresarte a la entrevista…

Abro la puerta tratando de recordar cuando fue la última vez que estuve con una mujer, desde el accidente ninguna, igual estoy algo oxidado.

Abro finalmente la puerta - ¿si, que desea?

Una muchacha de menos de veinte años se encuentra frente a tu puerta. Viste un pijama y no lleva nada más encima. En sus pies puedes preciar calcetines agujereados y sucios. Aparte de eso la chica está completamente empapada por alguna lluvia matutina, o tal vez por la niebla que suele cubrir la ciudad durante el amanecer. Un rastro de pisadas enlodadas ha dejado la muchacha desde la escalera hasta tu apartamento.

Ante la pregunta de William nada sucede. La joven permanece paralizada, inmóvil frente a la entada al apartamento 303…

Walter escuchaba con atención, y aunque lo que le contaba era como mínimo sorprendente, no hizo demasiados gestos de sorprenderse o tomárselo a broma, o como una locura. 

Cuando Quico terminó de hablar, Walter encendió la grabadora y se mesó la barba un par de segundos antes de hablar.
Veo que eres consciente de lo que me estás contando, y de la impresión que das contando esas cosas.  Dijo tranquilo  Como científico, no me puedo permitir ignorar teorías sin comprobarlas antes, por descabelladas e imposibles que parezcan. Sin embargo... todo lo que rodea a Estado Alfa es descabellado, pero posible. 

Se colocó bien las gafas un momento y se apoyó en los codos, mientras juntaba las manos bajo la barbilla.

Según cuentas, estoy ya en Estado Alfa... y bien podría ser una ama de casa, que está creyendo en este momento ser un viejo hablando con un informático... jajajaja... Deduzco que no será fácil, pero necesitaría alguna prueba de lo que me estás diciendo...

En ese momento, algo debió suceder. Quick0 ya había pasado por cosas así. Cuando vio que a Walter le cambiaba la cara de golpe, se echaba hacia atrás y se echaba la mano al pecho, aterrado, Quick0 supo que Walter ya tenía su prueba.

Q... que..!? ¿Qué broma de mal... gusto es esta!???

Walter se puso de pie, alarmado, asustado y muy nervioso. Miraba a Quick0 una y otra vez, como asegurándose de que estaba ahí, se mesó la cabeza algunas veces, y se apoyó en la estantería que había detrás, respirando aceleradamente.

El viejo podría haberse puesto a chillar como un loco, pero había visto un montón de cosas espantosas en su vida, y no era tan fácil de impresionar como uno podría pensar al echarle un primer vistazo.

Quico se tambalea por un momento. La lata de coca cola cae al suelo derramando su contenido. Sus ojos parpadean rápido y su cara está desencajaza en una mueca de de sorpresa y terror. Está a punto de caer al suelo cuando consigue alcanzar una silla y se sienta.
De pronto, vuelve en sí. Su rostro sudoroso y su respiración agitada hacen ver que está nervioso. Al abrir los ojos ve a Turner y se da cuenta de que su interlocutor ha experimentado algo similar. Probablemente, la misma visión, que evidenciaba un fallo en el sistema. Ese fallo que había estado buscando. Tan pronto como fue consciente de lo que estaba sucediendo se relajó y su rostro adquirió una expresión triunfal.Te pillé

-Son tan predecibles...¿qué me dice, Turner?¿Le ha parecido eso una prueba suficiente? No se equivoque, de Estado Alfa no se sale a no ser que ellos quieran y...¿porqué iban a querer que yo saliese?¿Recuerda la ley la Navaja de Ockham? Ante dos posibilidades de consecuencias iguales (estar aquí y ahora) la explicación más simple tiene más posibilidades de ser la correcta. Si no tienen motivos para dejarme salir, quiere decir que estoy dentro y si usted está aquí, quiere decir que también lo está. No, no tendría porque ser un ama de casa, podría ser usted mismo, pero haber cambiado algunos parámetros de su vida sin que usted se diese cuenta siquiera.Pero en algo tiene razón, ni siquiera podemos estar seguros de ser Quico y el Profesor Turner. No es la primera vez que me encuentro con mí mismo en Estado Alfa.

Quico se seca el sudor de la cara con su propia camiseta, levantándosela hasta la frente de forma que que queda su flácida barriga al aire.

-Bueno...creo que tenía usted algunas preguntas...cuando quiera puede empezar.

El tono de voz de Quico había adquirido involuntariamente un tono irónico y autosuficiente y en su cara se dibujaba una sonrisilla de medio lado.

-Por cierto...lamento la mancha-dice recogiendo la lata de refresco derramada. Aún quedaba algo. Se lo acabó de un trago.

Walter suspiró, poniendo en orden su cabeza.

No se preocupe por la mancha, Quico. Sólo son un puñado de píxeles muy bien logrados. Dijo. Bien... Continuó, y se miró las manos, como tratando de encontrar alguna diferencia. Es impresionante.  Miró alrededor y se sentó en el sillón de nuevo, no sin volver a mirarlo.

Están todos y cada uno de los detalles. Sin duda habrán utilizado mis recuerdos subconscientes para replicar el lugar y los objetos al más mínimo detalle... ¿O habrán pasado por mi consulta? Hmm...

En cuanto a mi entrevista... Dejó los papeles de Mobius que se suponía debía rellenar a un lado No tiene la menor importancia. Se suponía que se trataba de analizar las consecuencias en la psique de los sujetos del test a su salida de Estado Alfa, y dado que no has salido, no tiene sentido realizar la prueba.

Volvió a juntar las manos, ésta vez sobre la mesa.

Sin embargo, yo entré en el proyecto por puro interés científico, se habla tanto del tema, que prefería evitar caer en el error de muchos de mis colegas, y abrir la boca con conocimiento de causa, así que sí me harías un favor si me contases tu experiencia hasta el momento: Si ha cumplido tus expectativas, qué te ha parecido, qué te ha gustado, y qué te ha desagradado, cuánto tiempo has 'vivido' en Estado Alfa...? Y bueno, ¿Qué son esos... flashes que hemos sufrido?

Tu... tu estabas en... - la muchacha parece confundida ante sus propias palabras - estas... estamos en ... - parece desesperarse por no saber como decir lo que realmente quiere decir.

Finalmente y antes de que el tipo pueda reaccionar Rain lo empuja hacia el interior del departamento y cierra la puerta tras ella.

Seguimos dentro - le dice finalmente y mira el corte que tiene en la mano - ¿que te paso? - luego lo mira a los ojos y recuerda por que había llegado hasta ahí - tu estabas en el proyecto de estado alfa conmigo ¿no es cierto? - tiene vagos recuerdos de haberlo visto junto a los demás cuando salieron de las capsulas* - Pues.. no hemos salido - le dice sosteniéndolo aun de los hombros.