Partida Rol por web

[Estigma 2x07] Hombres de palabra

[01] La calma que precede a la tormenta

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12/08/2019, 22:36
>Director<

PRÓLOGO

Viendo aquella sencilla sala de reuniones nadie podría pensar que en ella se encontraba el hombre más poderoso de los Mundos Conocidos. El Emperador Alexius de la Casa Hawkwood se sentaba en un sillón cómodo pero no excesivamente lujoso, del mismo material sintético que estaban hecho los otros seis asientos que rodeaban la mesa redonda, sin emblemas, único mobiliario de aquel lugar.

Al otro lado se sentaba Ignatius. Ni siquiera el Emperador tenía claro a que casa había servido en el pasado Ignatius. Desde hacía décadas todo su potencial lo había dedicado al Ojo Imperial. Había sido la pieza móvil de aquel engranaje capaz de derrocar Casas Menores o conquistar de forma silenciosa planetas para el Imperio. Había vigilado cada peligro, cada secreto, cada momento de duda. Si los Caballeros de la Búsqueda eran el Gran Salón el Imperio para que la gente de bien viera su maginificencia el Ojo Imperial era la celda del subsuelo donde se mantenían los secretos más siniestros para temor de la gente malvada.

¿Qué edad tenía Ignatius? Era difícil saberlo. Aparentaba un anciano achacoso pero luego sus movimientos eran terriblemente rápidos. Su pelo canoso y sus pobladas cejas le daban el aspecto de un Ingeniero decadente, pero era bien sabido que manejaba cualquier arma de los Mundos Conocidos con una destreza impecable. Y el arma que mejor manejaba era, sin duda, su intelecto. La cantidad de información que manejaba era, simplemente, abrumadora. Y parecía recordar cada dato, cada casa, cada personaje, cada lugar como si fuera una especie de demiurgo omnisciente, listo para dar el golpe en el lugar correcto.

Hasta el momento las Casas Mayores tenían un respeto lógico al Ojo Imperial. El respeto que una pantera tiene ante una serpiente. Pero nunca se había llegado a un punto como el que había hecho necesaria esa reunión. El propio Emperador había sido puesto al día de todo lo sucedido en Estigma de forma directa. Para aquel movimiento no se podía confiar en intermediarios: menos de una veintena de personas en todo el Universo estaban al tanto de lo que sucedía —sin contar, por supuesto, a los traidores— y menos de una docena estarían al tanto del operativo que en ese momento se estaba poniendo en marcha. El operativo llamado Hombres de Palabra. El operativo que haría caer a una de las Casas Mayores. Algo que, hasta el momento, había resultado impensable.

El Emperador repasó mentalmente toda la información recibida. Empezaba a notar el cansancio de sostener un imperio sobre sus hombros. Era difícil tomar ciertas decisiones sobre las vidas de miles de sus súbditos. Incluso aunque fueran traidores. Revisó de nuevo varios de los informes y documentos antes de hablar:

—Tenemos pruebas irrefutables de que la Casa Decados estaba trabajando en el desarrollo de supersoldados a partir de material genético simbionte... ¿para qué necesitamos más? Podríamos incluso delegar este tema en la Iglesia y dejar que ellos fueran los que empujaran la bola inicialmente. Las demás Casas estarán ansiosas por lanzarse a la yugular de los Decados y la Casa Imperial quedaría al margen de todo.

—Si la Iglesia derroca a los Decados estaremos sentando un peligroso precedente. Nada impedirá que luego, por su cuenta, vayan a por otra Casa Mayor. O a por la Casa Imperial. La Iglesia ya tiene demasiado poder en estos momentos, no podemos permitirnos el lujo de darles más. No. Tiene que ser el Imperio. Además tenemos pruebas irrefutables de que miembros de la Casa Decados han estado haciendo cosas según ellos siguiendo las directrices de la casa matriz.— se encargó de recalcar Ignatius —Cuando asestemos el golpe debemos asegurarnos de que tenemos las pruebas irrefutable de que los cabezas de familia de la Casa Decados estaban implicados. Para eso necesitamos los datos, los lugares, las personas, la red completa. Saber quienes nos son leales y quienes están corrompidos. Ubicar donde están los laboratorios donde se procesa el material simbionte. Mostrárselo a las demás Casas antes de que puedan ser destruidos. Sólo con eso, con una muestra del material simbionte extraído de Estigma y procesado en unas instalaciones que podamos demostrar que pertenecen a los Decados... eso es una traición directa a la humanidad. La mera posibilidad de que hayan traido esa infección a los Mundos Conocidos hará que incluso el pueblo llano pida la cabeza de cada Decados. Pero estoy seguro de que en cuanto se abra la caja de Pandora empezarán a suceder accidentes, unos tras otros, y desaparecerán personas e instalaciones, comunidades completas incluso. No puedo ni siquiera imaginar que hayan concebido un plan tan ambicioso sin asegurarse de tener una contramedida que haga desaparecer las pruebas. Han logrado lo impensable: mantenerlo oculto hasta el punto de que si no llegase a suceder el evento de Base Gulliver quizás se habrían salido con la suya.

—¿Cómo se puede mantener en secreto una conspiración a nivel interplanetario sin que el Ojo haya podido ver nada?— el tono de Alexius no era de reproche. No era el momento de reproches: era el momento de analizar todos los errores y enmendarlos. Ya vendría luego la fase de depuración de responsabilidades.

—Sólo se me ocurre una manera: tienen su propio Ojo señor. Y nos han infectado con maniobras de contraespionaje. Pero eso delimita nuestra problema. Si hay una red de contraespionaje de los Decados sólo puede haber alguien que esté al tanto de todo: Seraya Decados.

—Seraya...

Seraya Decados pertencía a la rama más antigua de la Casa. Una mujer de caracter formidable, que ahora vislumbraba el ocaso de su vida pero estaba lejos de ver apagada su llama. Tenaz, taimada y muy paciente. Algunos de sus enemigos le llamaban, no sin razón, la Araña. Capaz de tejer telas que durante años fueran atrapando a la presa hasta asestar el golpe definitivo. Sí. De existir una conspiración de ese nivel sólo Seraya podría estar a la cabeza de la misma.

—Detengámosla.— concluyó Alexius —Decapitemos la cabeza y todo lo demás...

—No es tan fácil señor. Nuevamente estamos seguros de que Seraya habrá preparado planes de contigencia. Y que todas sus barreras están levantadas en estos momentos, después de la noticia de la expulsión de los Decados en Estigma. Ha sido una lástima que las cosas se precipitasen antes de que pudiéramos establecer nuestra propia red de contramedidas.

—De acuerdo. ¿Cómo conseguiremos esos datos?

—Hemos logrado averiguar que Seraya tiene un archivo secreto ubicado en su Mansión Hogar, aquí mismo en Bizantium Secundus. Los datos tienen que estar ahí. Probablemente estarán cifrados así que necesitaremos también atrapar a la propia Seraya y reternerla.

—Es una de las Patronas de la Casa Decados. No podemos simplemente irrumpir en su mansión y llevárnosla como si fuera una vulgar ladrona.

—Efectivamente. Por eso he desplegado un grupo muy reducido de hombres que van a realizar dicha misión. Entrarán en la Mansión Hogar, encontrarán el Archivo y se llevarán a Seraya sin que se vea implicado el Imperio.

—¿Y cómo lo lograrán?

Ignatius se encogió de hombros.

—Esa parte me temo que ni yo siquiera la sé. Son gente muy capaz. Estoy seguro de que encontrará la manera de hacerlo.

—¿Y si fracasan?

—Negarán toda relación con nosotros. Podrán disfrazarlo como un intento de robo, un ataque de venganza de otra Casa o lo que sea.

—¿Cuántas personas están al tanto de este operativo?

—Sólo siete Excelencia. Los cinco miembros del operativo y nosotros dos. El resto de la gente que está al tanto de lo sucedido en Estigma todavía piensa que el destino del universo se juega sólo en aquel planeta.

—¿Podemos confiar en ese operativo?

—No podemos confiar en nadie, Excelencia, pero son los mejores para el trabajo encomendado.

Ignatius le tendió al Emperador un nuevo dossier con la información de cada uno de esos hombres. Alexius lo abrió y contempló aquellos rostros. El destino del Imperio estaba ahora en sus manos.

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27/08/2019, 19:22
>Director<

Día 1. Medianoche. Tiempo de operativo: 0.0h

La Maraña no aparece en ninguna guía de Bizantium Secundus. La mayoría de sus habitantes simplemente tienden a obviar ese espacio de calles retorcidas y precarios hogares fabricados a base de lo que la sociedad ha desechado. Ni siquiera los maleantes que rondan el Viejo Ensanche, un lugar ya de por sí peligroso, se internan en la Maraña salvo que estén muy desesperados. No hay ningún mapa que trace el imposible recorrido de sus callejas ni una banda que se arrogue su dominio salvo el mítico Rey de los Mendigos, que nadie sabe si existe o es el producto de una imaginación desesperada de sus habitantes.

Hay pocos edificios de piedra en La Maraña. ¿Cómo traerías trabajadores a un sitio así? Pero aún queda algún bunker construido del tiempo de la Gran Guerra. Están ocultos entre los escombros posteriores que otros llaman hogar. Si alguien planease hacer algo en total secreto un bunker de la Maraña sería una buena base de operaciones.

Y allí es donde se reunía el equipo.

El bunker había sido adecentado con cuidado, trayendo las cosas a las pocas, en repartos nocturnos. Tampoco había gran cosa: una mesa de operaciones, lámparas halógenas, unos armarios de metal para armamento, algún material de oficina y cinco catres que habían visto tiempos mejores. Aún así la entrada del bunker había sido ocultada convenientemente bajo una pila de escombros y asegurada con un sistema de cierre de alta calidad. Si luego aquel equipo de infiltración quería mejorar la seguridad ya era cosa suya.

Ignatius estaba allí para tener la única charla con aquella gente. Después de eso desaparecería y sólo esperaba que contactasen con él si la misión era un éxito. Si resultaba un fracaso ya se enteraría por su cuenta.

El Director de las Sombras del Ojo observaba a quienes tendrían que resolver aquella misión sin precedentes y lamentaba no ser creyente para solicitar la ayuda del Pancreator. Porque la iba a necesitar.

Notas de juego

Muy bien. Empezamos. La primera vuelta es para que defináis a vuestros PJ a nivel físico y lo que conocen los demás de ellos. Poco más. Luego Ignatius os dará los protocolos básicos de la misión y a partir de ahí a ver que sucede...

Reglas de mensaje habituales en mis partidas:

- Se narra en tercera persona del pasado.

- No se usa el comando citar en la parte de texto (en notas sí que podéis usarlo).

- La narración va continuada, no repitáis las acciones de otros desde vuestro punto de vista salvo que tengáis que aportar algo. No quiero leer cinco veces la misma acción desde cinco puntos de vista distintos.

- No se usan negritas para los diálogos. Nunca.

Y creo que nada más... el que quiera que vaya empezando. ¡Tenemos una misión que cumplir!

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27/08/2019, 21:24
Ryan Raynor

Un murmullo de alguien que habla solo por lo bajo era la principal indicación de que Raynor estaba allí. Era un tipejo interesante, ese Raynor, aunque la mitad del tiempo, su nerviosismo ponía los pelos de punta a quien estuviera cerca de el. Tenía que estar haciendo algo. Siempre Tamborilear con los dedos de la mano, pestañear demasiado mirando una luz, arreglar algo que no requiere arreglo, desarmar y limpiando el arma, bueno, ya lo captan. En particular, ahora, se encontraba arreglando algo de su litera, porque parecía que chirriaba demasiado cuando se sentaba allí, y por lo cual, había desarmado parte de la misma, y se encontraba sentado rodeado de tuercas, tornillos, resortes y algunas herramientas a juego.
Raynor era parcialmente calvo, aunque le quedaba algo de pelo ralo, si se lo peinaba correctamente, y debía estar en los cuarentas conservados o en los treintas destruidos, tenía cerca del cuello cuando no se ponía una bufanda lo que parecía ser dos agujeros de conexión, y con quien había compartido aventuras sabía que era para conectarse a la nave de turno.

Quienes habían compartido con el, sabían también algunas cosas, las “reglas de Raynor”. “No toques sus cosas”. “No lo molestes cuando esta pilotando” y sobre todo “no menciones a los decados”, si cumplías esas normas, podían llevarse bien, relativamente. Si lo soportaban, era quizás porque pilotando o conduciendo, valía su peso en fénix.

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28/08/2019, 12:16
Aaron Burns

En el lugar más oscuro de aquel bunker se encontraba el operativo Burns. Sentado junto a una mesa en la que estaba desplegado ordenadamente todo su equipo. Se podía definir a Burns de muchas formas, pero sin duda la que más le definía era metódico. En el terreno de juego era una sombra y él decía que no se podía ser una sombra si no tenías la maquinaria perfectamente engrasada. Todo en su mochila tenía una uso específico y estaba preparado para ese fin.

Cada tanto levantaba la vista para mantener controlado a Raynor. Nunca había trabajado con él pero lo conocía por referencias de otros compañeros. Sabía que era bueno a los mandos de algún vehículo, pero podría comprometer alguna misión por su impaciencia. Era una variable más a controlar y Burns observaba su comportamiento con el único objetivo de parametrizarlo.

Físicamente, Aaron Burns parecía joven. No aparentaba tener más de treinta años aunque en realidad los superaba con creces. Su rostro imberbe y su musculatura definida le hacía verse mucho más joven de lo que la apariencia revelaba. Solo su voz rota elevaba su cota de edad. Algunos decían que Aaron había modificado su voz para mimetizarse aún más en cada entorno. Pareciera que siempre hablaba en susurros, incluso cuando elevaba ese leve tono de voz y su voz parecía resquebrajarse y no salir limpia.

Fuera por su voz o por su pericia, Burns era el mejor infiltrador del que el Imperio podía disponer y por eso estaba en ese operativo.

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28/08/2019, 14:14
Ok-Sar

Si había peligros en la Maraña, Ok-Sar sólo los conocía de oídas. Era un hombre demasiado grande para que nadie intentara nada. La pesada armadura que portaba no ayudaba a disimular su corpulencia. Y en aquellos barrios se movía muy rápido, como un depredador. Nadie le había molestado nunca. Ni allí ni  en ningún otro lugar. Siempre había presas más pequeñas. Una capa por encima de todo hacía que muchos se preguntaran quién era aquella mole, pero pocos supieran que había debajo. 

Y allí estaba, dispuesto a trabajar en una nueva misión para el Ojo. Allí estaban Aaron y Ryan. Había trabajado con los dos, normalmente como parte del servicio de seguridad, cuando había que capturar a alguien o hacerle que desapareciera. 

Había dos más, que también recordaba. Se dirigió a Ignatius. 

—Esto es importante —determinó nada más comenzar a hablar— has reunido a muchos de nosotros.

Los trabajos o las misiones solían ser de menos agentes. Cinco... cinco eran demasiados para todo menos las misiones más importantes o difíciles. 

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28/08/2019, 22:25
Angrend

Angrend acostumbraba a trabajar solo. Algunas veces había hecho "pareja" con otros operativos, pero eran las menos. Total, para matar no se requería tampoco muchas personas. Sobretodo si no quieres que se vea al asesino. Y si además no te importaba que te matasen en el proceso era aún más necesaria la soledad.
Por eso le extrañó tanto la reunión en aquel lugar tan lleno de gente. Cuando ignatius los presentó les reconoció de haber escuchado informes de ellos. Incluso sabía que había estado en alguna operación con ellos, aunque en "otra parte" distinta de la operación. Le habían abierto hueco en alguna ocasión para poder llegar a su objetivo sin ellos saberlo.

Así que allí estaba. Con aquellos cuatro tipos y el hombre más peligroso de todo el Imperio esperando, a que les diese su misión.

Angrend estaba con su habitual traje negro. Era alto y delgado. Y su cara palida con los tatuajes era inquietante de mirar. No había dejado sus armas. Llevaba dos pistolas gemelas en las caderas y unas espadas cortas en la espalda.

Miraba un tanto molesto a Ryan ya que parecia no estar haciendole caso a Ignatius y asintió con la cabeza al comentario de Ok-Sar.

-Y peligroso. No se espera que volvamos todos de la misión ¿verdad?-

Por su tono de voz no parecía que le importara demasiado ese hecho. Ni de que fuese él uno de los que no volviese.

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28/08/2019, 23:13
"Silvie"

"Silvie" había llegado la última a aquella curiosa reunión, pero por su cara cualquiera diría que aquel hecho le avergonzara... más bien al contrario. Conocía a todos los de la sala porque en alguna ocasión había tenido que trabajar con ellos. Mientras dejaba ver su esbelto y fibroso cuerpo que no llegaba al 1'70 de altura embutido en un mono ajustado oscuro de sintecuero, se quitó la capucha para dejar sus atractivos y finos rasgos a la vista de todos. Sus ojos de un azul glaciar recorrieron la sala y sus labios ni demasiado finos, ni demasiado carnosos, dibujaron una sonrisa simpática.

Raynor la había sacado de algún pequeño aprieto. Un tipo que conocía su trabajo aunque era extrañamente silencioso... bueno, lo cierto es que la mayoría de los allí congregados eran del tipo "siniestro", silencioso y dedicado. Especialistas en lo suyo. Aún recordaba a aquel desgraciado al que había dirigido directo a la trampa de Angrend la última vez... o cuando tuvo que hacer una serie de "maniobras de despiste" para que Aaron llevara a cabo aquella infiltración en casa del Baronesa Milena Decados.

¿Y qué decir de Ok-Sar? Si las cosas se ponían mal, lo mejor era correr y ponerse detrás de aquel tanque humano. Todavía recordaba aquel estúpido encargo que había salido mal por culpa de un chivatazo. De no haber sido porque el grandullón había impuesto sus modos, quizá no lo habría contado.

Sonrió a todos por igual de forma que sintieran atendidos. Silvie tenía ese "encanto" o don natural para caer bien a la gente o decir las palabras y gestos que podían encandilar al más frío... o quizá era más bien entrenado. Los rumores decían que antes de servir en el Ojo Imperial había formado parte del gremio de Cortesanos, algo que ni negaba ni corroboraba con cierto misterio. Y es que nada se sabía de la vida de "Silvie*", ni su nombre auténtico -el cual cambiaba para cada encargo- o ni siquiera su verdadero color de pelo.

-"Pues yo si quiero que volvamos. Todos valéis vuestro peso en muuuuuchos Fénix muchachos." -guiñó un ojo a Angrend imponiendo algo de luz ante las sombrías palabras del agente tatuado.

-"¿Qué hay señor "I"?" -sonrió con naturalidad a uno de los hombres más peligrosos de los Mundos Conocidos. Y es que "Silvie" era así... actuaba con gracia y naturalidad, incluso delante del peor de los lobos.

Notas de juego

*"Silvie" viene de "Silver Tongue"... ;-). Es el nombre en código de agente. En el Ojo Imperial suelen trabajar con este tipo de cosas.

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29/08/2019, 23:17
Ignatius

Ignatius observó al variopinto grupo. Cada agente experto en su ámbito. Iban a necesitar todas sus cualidades.

—Lo que se va a comentar aquí atañe a la seguridad de los Mundos Conocidos e implica la caída de una Casa Mayor. Las únicas personas al tanto de lo que va a suceder son ustedes y el propio Emperador Alexius.

Dejó que los demás sopesaran sus palabras antes de continuar y explicarles en detalle lo que ya le había contado al Emperador1.

—Comprenderán que la gravedad de la situación requiere al mejor operativo disponible. Pero también hay una premisa fundamentel: si algo fallase, si fueran capturados o abatidos es necesario que todo esto parezca un vulgar intento de robo o secuestro. Ya no es que el Ojo Imperial decline cualquier relación con ustedes. Es que deben trabajar de manera que nada apunte a que buscaban información relevante sobre la Iniciativa Caronte, que es como los Decados han denominado a su intento de usar material genético de Estigma para crear a sus supersoldados. En esta misión hay que tener en cuenta todos los escenarios, incluso el peor de ellos.

Miró nuevamente  a los reunidos:

—Por supuesto confío en su habilidad para que consigan el objetivo. De hacerlo no tendrían que preocuparse de nada más en su vida. El propio Emperador se encargará de hacerles llegar su recompensa. Inicialmente los fénix necesarios para que puedan disfrutar de las mejores vacaciones de vida, tan sólo un tiempo para que se relajasen las cosas. Y luego lo que quieran: fundar su propia Casa Menor, obtener un puesto en la Liga, retirarse a algún lugar con su propio feudo... Salvar al Universo Conocido tiene que tener una recompensa acorde al riesgo. Sé que no necesitan incentivos para ser los mejores pero, demonios, igual que saben que si fallan nadie les apoyará que sepan que si triunfan habrán arreglado sus vidas.

El hombre guardó silencio esperando las preguntas pertinentes para enfocar la misión.

Notas de juego

[1] No lo vuelvo a repetir porque ya los jugadores ya lo tenéis en el prólogo.

Es el momento de que preguntéis todo lo que no tengáis claro sobre la misión. Cualquier duda, necesidad, contacto, etc...

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30/08/2019, 07:48
Ryan Raynor

A pesar de parecer tener su concentración en otro lugar, al tiempo que terminaba de arreglar el camastro, y dejar cada pieza en su lugar nuevamente sin mirar exactamente lo que hacía, el Auriga se puso en pie, y de la nada, envuelta en una tela debajo de su camastro, saco una pizarra, de aquellas que usan borrador y un marcador. De hecho, también saco un borrador y un par de marcadores de color negro. Empezó a escribir palabras diversas.

“itinerario”. Secuestro. ¿Explosión?
Luego, tacho explosión, negando la cabeza.

¿Incapacitar medico? ¡Sedación continua!! Registro completo, doble chequeo por dispositivos de seguimiento. Enfermedad.
Se rasco la cabeza. Si, era una posibilidad. La mano de el se movio, haciendo gestos, pensando.

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30/08/2019, 08:50
Angrend

Notas de juego

¿Nos ha contado todo de la misión o sólo los objetivos? Es decir el por qué estamos haciendo todo ésto y no solo que quieren información y a la Araña.

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30/08/2019, 10:08
>Director<

Notas de juego

Todo.

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30/08/2019, 12:08
Aaron Burns

Al escuchar el asunto de la caída de una casa mayor Burns comprendió el tamaño de la misión y la presencia de todos aquellos especialistas allí. El que menos le cuadraba era Raynor pero Ignatius no destacaba por hacer las cosas a la ligera. Probablemente todo ese enorme vórtice de entropía tenía una contrapartida eficiente.

Se acercó un poco a Ignatius cuando mencionó el tema principal enfatizando aún más su atención.

—Esa información que tenemos que extraer —dijo con su susurro habitual—. ¿Dónde la sacaremos? ¿Se trata de documentos, archivos digitales, personas...?

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31/08/2019, 13:44
Angrend

Angrend asintió cuando escuchó la misión. Había tenido algunas dificiles y bien jodidas. Pero esta se llevaba la palma.

-Vaya.-

Fue todo lo que dijo en un principio. El tema de la recompensa no le importó. No estaba allí por dinero o gloria. Seguía ciega y fielmente las ordenes del Ojo y de Ignatius. El resto daba igual.
Pero la misión era complicada. Iban a necesitar mucha información y recursos para llevarla a cabo. Aaron ya empezaba a hacer algunas preguntas importantes, Raynor hacía...algo con una pizarra. Lo ignoró de momento.

-¿De qué recursos e información fiable disponemos? Aparte del tema de extraer los datos que necesitamos tenemos que saber exactamente donde la guardan. Y saber que Seraya estará allí en el momento de ir. O eso o habrá que dividirse y atacar dos objetivos imposibles por separado.-

 

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31/08/2019, 18:28
Ok-Sar

Ok-sar reflexionó. No era la mente más aguda y conocedora de la política imperial, pero desde luego que allí lo ocurría atañía a la seguridad de los Mundos Conocidos. Aquellos degenerados Decados habían ido demasiado lejos aquella vez y el Imperio tenía que actuar. Desde las sombras, para que un fracaso no le perjudicase. 

Pero no fracasarían. Ok-Sar sonrió. Ignatius hablaba de premios, pero Ok-Sar sabía cual sería el único premio si lograban cumplir su misión. La satisfacción del trabajo bien hecho. 

—Debemos pedir entonces pastillas de operativo. Siempre será mejor tomarlas antes de que nos interroguen los Decados. 

Luego siguió pensando. Sus compañeros ya pedían la información necesaria. Dudaba que ni entre todos pudieran con la seguridad de la Casa Decados en un asalto directo, así que ellos tendrían que diseñar un plan para allanar el lugar.  

—Hemos de preparar un sitio seguro aquí, dentro de la Maraña, para el interrogatorio y descifrado de la información. No será agradable. 

Y luego estaba la forma clásica de conseguir algo. Como un mago, había que conseguir que lo ojos miraran a otro lugar cuando la mano trabajaba. 

—¿Tienen algo más que sea valioso los Decados en este planeta? ¿O en la misma capital? 

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03/09/2019, 03:44
"Silvie"

Al escuchar a Ignatius, Silvie no pudo evitar quedarse, por unos segundos, con la mirada perdida y la expresión tensa y seria.

El proyecto secreto Decados... la misma Araña detrás de todo aquello. Se obligó a respirar y a volver a dibujar una de aquellas encantadoras sonrisas que solían cautivar al común de los mortales. La posibilidad de morir estaba ahí... como siempre... pero si triunfaban... si triunfaban sería todo lo que había deseado desde hace años. La forma de acallar los gritos que la perseguían desde niña. Inspiró un momento e intentó serenarse. A pesar de todo, aquello no era personal. No debía serlo. Era una misión más, una en la que tendrían que medirse contra la maestra de las mentiras.

Asintió cuando Ok-Sar comentó lo de las pastillas. Los Decados no eran conocidos por su piedad.

-"Por el Pancreator señor "I"... usted si sabe montar una fiesta en condiciones." -comentó con aquella alegría contagiosa- "A las preguntas del bueno de Angrend, sumaría algunas más: ¿tenemos información exacta sobre el Séquito de Seraya? ¿Alguien que pueda ser un punto débil para ella o que pudiera traicionarla? ¿Alguien que nos debería preocupar realmente capaz de hacernos la vida más alegre?" -terminó de decir con aquel tono animado y dicharachero. Si alguien lo viera desde fuera, parecería que "Silvie" estuviera hablando de cualquier asunto banal no relacionado con una misión como aquella.

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23/09/2019, 13:31
Ignatius

Contestó primero a Angrend:

—No hemos querido remover el avispero con unidades de menor calado. Cualquier movimiento que hiciéramos podría ser susceptible de entrar en contacto con el contraespionaje de los Decados1. Aún así sabemos que Seraya tiene una zona de alta seguridad en su mansión, en los sótanos, a la que sólo accede ella. Eso no quiere decir que sea el lugar donde esté la documentación pero está claro que tiene muchos boletos. De cualquier modo tiene que haber algún tipo de protocolo establecido si le pasa algo a Seraya: no puede ser que dicha información esté accesible únicamente a través de ella.

Luego se volvió hacia Aaron:

—No sabemos el soporte de la información. Intuímos que será un soporte fácil de trasladar y cifrado de alguna manera, así que esperamos que sean documentación escrita. Una máquina pensante sería un problema si sufre una avería2 y además levantaría las sospechas de la Iglesia si debe ser trasladada.

En cuanto a la duda que presentaba Silvie, se rascó la barba un momento.

—La Araña no descuida un sólo movimiento y no se fía de nadie. Su séquito particular lo forman tres personas de alta confianza: su consejero Stefanos, su Jefa de Combate Ilyanna y su mayordomo personal Kremdon. Y aún así dudamos que confíe plenamente en ninguno de ellos. Ninguno de los tres tiene familia ni otra vida que no sea al servicio de Seraya. Los tres disponen de acceso ilimitado a los fondos de su jefa, lo cual los convierte en insobornables. Nunca hemos encontrado ninguna fisura en su lealtad. Cuanto más se aproximen al círculo interno de Seraya más impenetrable encontrarán el acceso.

Señaló un pastillero que había sobre una mesa:

—Las pastillas de operativo las tienen en esa cajita. Para otros recursos cuentan con crédito en la Liga de Mercaderes. Su hombre de contacto es Yamil. Atenderá a cualquiera de ustedes sin poner traba a la compra, aunque evidentemente tendrá problemas según la legalidad de lo que quieran, pero es un contrabandista eficiente que opera dentro y fuera de la Liga. No se les ha relacionado como grupo. He trabajado personalmente durante meses para dar una información sesgada a Yamil y que piense que cada uno tiene sus propios objetivos y mecenas con poder adquisitivo ilimitado. No hará pregunta de la procedencia de los fénix y sabe que cualquier venta que haga le será abonada de inmediato. Por ese lado no habrá problema.

Luego meditó en la última pregunta de Ok-Sar.

—Los Decados cuentan con una Casa de Cambio en la ciudad que les provee de importantes sumas de dinero. También disponen de un astillero orbital con el que reparan naves tanto de su flota como de otras Casas. Es una copropiedad con la Liga de Ingenieros, muy lucrativa para ambas.

Notas de juego

[1] Un vil recurso argumental para dejaros todo el marrón a vosotros.

[2] Recordemos que no estamos en un universo cyberpunk. Aquí la tecnología se parece más a la que salía en las series de ciencia ficción de los años 50.

 

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23/09/2019, 17:42
Aaron Burns

Aaron asintió y se acercó al pastillero de donde cogió una de las pastillas. La dejó caer en uno de lo múltiples bolsillos de su camisa y cerró la cremallera.

—Todo claro —dijo dirigiendo una mirada confiada hacia Ignatius—. Creo que cada uno aquí tenemos un rol muy determinado en esta misión, cada uno unas habilidades muy específicas. Me gustaría que nos reuniéramos antes de todo para planificar nuestra operación y estar todos preparados ante lo que pueda ocurrir1. Necesito saber en que sois buenos y hasta donde puedo confiar en vosotros y vosotros en mi. Si no tiene más que añadir, Ignatius, nos retiraremos a preparar la misión.

Notas de juego

[2] Recordemos que no estamos en un universo cyberpunk. Aquí la tecnología se parece más a la que salía en las series de ciencia ficción de los años 50.

Sí, sí, lo se mi pregunta iba más encaminada a como extraeríamos nosotros la información. Si es información digital (remoto) no hay problema por copiarla y extraerla. Pero si es información física (lo normal), ¿quieren que nos llevemos los documentos, que los copiemos o qué?

Pero vamos, por mi ya está claro.

[1] No tengo ninguna intención de que hagamos una escena contándonos la película, pero si supuestamente somos tan buenos, es de suponer que hagamos ese briefing (aunque nosotros lo improvisaremos con meta-juego)

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23/09/2019, 17:52
Ok-Sar

Ok-Sar tomó su pastilla y también se la guardó, como Aaron. 

—Retirémonos para planificar la misión. Yo sólo veo como entrar a base de distracción y fuerza, pero estoy seguro que podréis plantear otras opciones. Y os puedo explicar qué se me da bien. No son muchas cosas. 

El hombretón no tenía mucho más que decir. Ahora vendría la parte donde todos hablaban de buscar información. Una información de difícil adquisición y que podía comprometerles. Pero era la única manera. 

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24/09/2019, 12:34
"Silvie"

La joven asintió a las palabras de Ignatius y se quedó un momento meditando. Lo que había dicho el viejo sobre la Araña no era extraño, pues aquella vieja era un hueso verdaderamente complicado.

-"Vaya señor "I", lo cierto que es poco... ¿Se sabe de algún gusto útil de nuestra querida Araña? Qué se yo ¿le gusta actuar de mecenas? ¿o es de esas personas que tiene divertimentos privados? Aparte de coleccionar secretos tendrá algo que hacer... aunque sea recibir visitas de sus nietos, qué se yo..." -terminó diciendo con su sonrisa. Estaba claro que Silvie intentaba ver algún pequeño "punto de entrada" por el que empezar.

Luego asintió a lo dicho por sus compañeros, especialmente a Aaron: "Oh querido, tú ya sabes que puedo esa luz que oculta tus sombras" -terminó guiñándole un ojo de forma pícara.

Notas de juego

[1] No tengo ninguna intención de que hagamos una escena contándonos la película, pero si supuestamente somos tan buenos, es de suponer que hagamos ese briefing (aunque nosotros lo improvisaremos con meta-juego)

Yo me adapto a lo que queráis... Me es tan interesante planificar el golpe como no hacerlo... supongo que parte de la gracia de la aventura es ingeniar un plan decente ¿no? ;-). 

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24/09/2019, 21:12
Angrend

A Angrend no le gustó que no tuvieran demasiada información fiable. Entendía la justificación de Ignatius sobre que era mejor no dar señales por mínimo que sean. Pero tenían que tener algo para empezar.
Lo del sotano podría ser un buen punto, pero hacer un asalto suicida para llegar hasta allí y que luego no estuviese era un desperdicio de tiempo y de efectivos.
Pero bueno, tampoco es que pudieran hacer mucho más por el momento. Así que cogió una de las pastillas y se la guardó.

-Sí. Retiremonos y hablemos. Tenemos cosas que comprar y pensar en gente a la que matar.-

Notas de juego

Hombre, algunas nociones tendríamos que ponernos de acuerdo ¿no? Lugar que vamos a asaltar (imagino que la Mansión de Seraya) y equipo que vamos a llevar. Como mínimo.