Partida Rol por web

-"No sabéis cómo os lo agradezco milord." -terminó diciendo Naadir humildemente. Una vez que empezó a bajar las escaleras, volvió a una posición más discreta y dijo en voz baja por el comunicador.

>>"Ahí va el paquete. Parece que está bastante involucrado. Tiene acceso propio al subsuelo. Un sello. Igual la extracción de ese paquete solventa la papeleta. Tened cuidado no tenga algo para comunicarse con el exterior."

Dicho aquello, lanzó otra mirada a Raynor para ver que todo iba bien y luego fue caminando de nuevo hacia una posición donde pudiera seguir vigilando discretamente y en la distancia lo que ocurría en el cenador.

El individuo se aseguró de cerrar la puerta tras él antes de adentrarse en el pasillo. Se detuvo en el cruce como esperando encontrar a alguien y asintió cuando vio salir a Angrend de la sala de guardias, permaneciendo en el cruce con la tranquilidad que tiene alguien que está acostumbrado a entrar en una zona reservada con privilegios.

—Se ha requerido mi presencia aquí. ¿Esta la Señora en la sala?— dijo señalando con su cabeza hacia la entrada del bunker.

Aquí era donde se la jugaban, pues Angrend no conocía los protocoles para con las personas tan importantes. Normalmente se preocupaba de que no le vieran llegar antes de asesinarlo. Aquí tenía que aparentar y acompañarlo, pero no tenía mucha idea de si ir delante suyo o hacerle ademá de que pasara delante.
Finalmente asintió sin decir nada a la pregunta del Decados, y se puso de lado como invitandolo a seguir avanzando haciendole un gesto con la mano junto a una media reverencia.

Aaron se quedó en el puesto de vigilancia observando las cámaras de seguridad pero atento a los movimientos de Angrend. Observó el panel de control y, aunque con algo de esfuerzo, encontró el control de la puerta de seguridad del sótano. Había un cable de la habilitaba desde el control de la consola. Con disimulo, Aaron levantó la chapa protectora del panel para cortar ese cable y deshabilitar el acceso por tarjeta. Eso retendría un instante a cualquier visitante inesperado.

Mientras Angrend se situaba detrás del individuo Aaron, desde la sala de control, se aseguraba de cerrar el paso a cualquier otro visitante inesperado.

El científico no pareció sorprenderse de la compañía del asesino y avanzó por el pasillo hacia el bunker. Sin embargo al llegar a la puerta se volvió hacia Angrend:

—¿Está dentro Seraia?

Había un deje de duda en su pregunta, como si se extrañase de que el guardia siguiera a su lado. Angrend recordó que los guardias no sabían lo que había más allá de la puerta del bunker por lo que probablemente sería la propia Araña quien acompañase a los invitados y abriese la puerta.

***

En el exterior Silvie se dio cuenta de que las figuras del cenador estaban hablando entre ellas. Ilyana se separó por primera vez de Seraia para dirigirse a las puertas mientras que la Araña y Stefanos parecían dispuestos a regresar a la fiesta. Al parecer habían concluido que su contacto no iba a llegar al encuentro.

Angrend suspiró. Había esperado que el tipo le despidiera de malas maneras aludiendo que tenía que entrar él solo. No obstante tal y como había hablado parecía dar a entender que si no entraba con la Araña no entraba. Una lastima.

-Lady Decados quiere que la esperéis dentro.-

Le apuntó con el rifle y señaló la puerta.

-No tardará mucho en bajar. Diría que no está muy contenta con algo. Más os vale que no sea por vuestra culpa.-

No apartó los ojos del ingeniero. Si trataba de hacer algo extraño, como gritar o dar la alarma, o introducir un código erroneo en la puerta, le enseñaría cuan mala idea era esa.

Naadir comprendió que la "trinidad" había concluído que su invitado no iba a llegar. Lo cual ponía de relieve la importancia del paquete que había recogido Ok-sar.

>>La Araña parece haber decidido que la espera se ha alargado mucho. Creo que va a decidir volver a la fiesta. Si necesitais algo estamos a la espera. -terminó de indicar la noble de forma discreta sin perder de vista a sus objetivos.

El hombre miró sorprendido como el 'guardia' lo apuntaba con su rifle.

—Pero yo... no sé el código... esto es altamente irregular...— protestó sin mucha convicción —¡No he tocado nada del experimento desde la última vez! Seraia sabe que no he venido ¿se ha desestabilizado?

El tipo parecía demasiado conmocionado por la situación o el miedo como para darse cuenta de que un guardia probablemente no podría darle esa información. Ni siquiera debería saberla. Estaba claro que no era el primer científico que había trabajado con la Araña y que la metodología para el fracaso era expeditiva.

Angrend miró a la cámara de vigilancia y asintió. Luego hizo un gesto con el arma a Nobir para que se apartara un poco, y cuando este lo hizo tecleó el codigo de acceso mientras seguía apuntando al científico.
Si estaba tan asustado lo mismo no se percataba de que no era lógico que un simple guardia supiera la contraseña de entrada. Pero mientras estuviese cagandose de miedo en los pantalones tendrían una oportunidad. Una vez dentro ya podría gritar todo lo que quisiera, lo importante era entrar.

Ryan estaba listo para intervenir. El llamaría la atención sobre si mismo, obligando a la araña y a otros invitados a escucharlo. Era socialmente aceptable. Diría unas palabras, y daría al equipo un tiempo precioso sin levantar, esperaba, demasiadas sospechas.

Aaron se levantó y caminó hasta el umbral de la puerta que llevaba a la sala de seguridad, mirando directamente hacia la gran puerta de la sala acorazada. Sujetaba su arma en señal de amenaza y vigilaba al científico mientras Angrend habría la puerta.

Le hizo un gesto al científico acompañado de una sonrisa socarrona.

El tipo parecía confuso, y no era para menos, pero tenía a dos individuos apuntándole con armas de fuego y aunque gritase estaba claro que sería lo último que haría. Así que se dejó llevar a la sala de investigación.

—¿Quiénes son ustedes? ¿Qué están buscando?— preguntó dándose cuenta ya de la charada en la que se había visto atrapado.

Arriba, en la fiesta, Silvie y Ryan vieron como la Araña atravesaba el jardín acompañada de Stefanos. Al parecer habían dado por perdido su enlace y de momento su intención era regresar al interior de la fiesta.

Una vez salieron del área del jardín pronto fueron interceptados por algunos invitados importantes. Se notaba en el gesto de Seraia que su humor había cambiado. Estaba un tanto ausente y aunque mantenía su sonrisa ésta parecía más bien congelada, como si estuviese preocupada. Stefanos, sin embargo, parecía haber recobrado su entereza y se mantenía amable, como si nada hubiera pasado. Pero en un momento dado se disculpó con una duquesa de la casa Hawkwood para dirigirse hacia la entrada del recinto, donde había desaparecido Ilyana.

Ok-Sar, que estaba en el exterior vigilando, vio que la guardaespaldas de Seraia permanecía en la entrada, observando la calle. De hecho se tuvo que ocultar tras una esquina para que no la viera, justo en el momento en que Stefanos llegaba para hablar con ella.

Una vez dentro Aaron cerró la puerta¹.

—No importa quienes seamos pero, por su rostro, estoy seguro de que no es la primera vez que entra aquí, ¿verdad? ¿Qué es este sitio?

Después de las preguntas, Aaron enfatizó el gesto de apuntar al Decados a la vez que hacía un gesto a Angrend para que avanzara a sujetar al hombre.

De forma discreta Naadir, siguió los pasos de sus objetivos. Cuando Stefanos se fue en dirección a la puerta, decidió que quedaba fuera de su alcance. Sería mejor tener a Seraia vigilada.

Con gracia y elegancia en los gestos volvió a comunicarse con el equipo interior.

>> La Araña parece intranquila, pero ahora está en medio de su propia Red. Ok, atento a la puerta. Parece que el paquete era más importante de lo que creíamos. Es el momento de decidir si nos arriesgamos al farol o seguimos adelante con lo que tenéis abajo.

Angrend asintió a la señal de Aaron y se acercó a maniatar al científico. Él hubiera preguntado directamente por el cifrado y la capsula, pero entendía que quisiese asegurarse primero de lo que sabía.
Lo único es que si lo que decía Silvie era cierto podían tener menos tiempo del que creían. Y eso no era nada bueno. Sobretodo si el Decados perdía tiempo negandolo todo y tenían que "persuadirlo". No es que no pudieran, pero iban a perder mucho tiempo de ser ese el caso.

Se quedó a un lado vigilando su reacción ante las preguntas. Por si acaso.

Ryan estaba a la espera, decían que lo más difícil de este trabajo era esperar, una cosa era hacerlo en la silla de la nave, donde tenía el control total de lo que hacia, y otra, era hacerlo en medio de una fiesta donde una palabra mal dicha, una mirada de mas, o un comentario fuera de lugar podían desenmascararte.
Tomo una Copa de espumante, y un cubierto, por las dudas de que necesitara llamar la atención sobre si mismo.
Luego, cambio la postura a algo mas Dacon Rogers, y apoyo los codos en la barra, mirando hacia el otro lado, de forma de lucir la camisa abierta del mono, y estar listo en su personaje. Asintio a la nada, como a que la fiesta estaba en su apogeo, pero en realidad daba su señal de conformidad a Silvie.

El tipo pareció darse cuenta pronto de la gravedad de su situación, aunque no de la identidad de los asaltantes:

—Escuchadme hijos... no sé qué es lo que estáis buscando exactamente pero dudo que sea esto. Aquí sólo hay documentación de investigación que no podréis vender a nadie y cuyo conocimiento sólo os traerá una muerte segura. La misma que me traería a mí y a mi familia si os digo algo.

Arriba Silvie continuaba atenta a los movimientos de Seraia mientras que Ryan tomaba posición en la barra, atento por si tenía que actuar. Todos estaban pendientes de lo que se escuchaba por sus comunicadores.

Afuera Ok-Sar vio como Stefanos e Ilyana hablaban entre ellos en voz baja. Desde la distancia era imposible saber que decían pero si se aproximaba se arriesgaba a ser detectado, ya que la guardaespaldas no quitaba ojo de la calle¹.

Ok-Sar no podía acercarse sin elevar el nivel de alarma, que ahora estaría con una bandera amarilla al no haberse presentado el tipo que tenía secuestrado. Pero sí podía avisar de donde estaban objetivos. 

—Stefanos e Ilyana están en la puerta hablando entre ellos —avisó a sus compañeros.