Partida Rol por web

Angrend miró a Aaron y le sonrió al Decados.

-Oh. No sé preocupé por eso. Sabemos exactamente qué están haciendo aquí. La pregunta que se tiene que hacer es si quiere salir de esta o no.-

Se encogió de hombros.

-Ya hemos accedido a la máquina pensante, y vamos a abrir la capsula. Lo que queremos es el código de cifrado para traducir los archivos. Así que, por favor, piense bien su siguiente respuesta.-

Naadir se mantuvo a la expectativa, sin perder el hilo de la situación, ni de lo que le informaban sus compañeros. La clave estaba bajo sus pies. Si finalmente Aaron y Angrend usaban al Decados como era de esperar, su misión habría acabado y sólo habría que preocuparse de salir de allí de forma elegante.

Aaron mantuvo su arma bien visible como refuerzo a las palabras de Angrend.

—Yo de usted le haría caso —indicó—. Pierde muy rápido la paciencia.

El tipo se alarmó visiblemente ante la mención de abrir la cápsula.

—¡No deben hacerlo! Lo que hay dentro... está contenido.

Se dio cuenta de que sus interlocutores tenían la situación bajo control. Aquello no era un robo a ciegas.

—Es material simbionte inestable. Era una prueba sobre la que esperábamos lograr aplicar una fórmula que todavía no tenemos.

Luego miró los archivadores a los que se refería Angrend.

—Hay cierta parte de la documentación de la que tengo las claves, pero no todas... Escuchen: yo ya estoy perdido. Si me resisto ustedes me matarán, si Seraia sabe que he hablado con ustedes será mucho peor, si toda esa información llega a terceros nadie en todos los Mundos Conocidos querrá acercarse a mí. Es mi familia lo único que en estos momentos me importa. Mi mujer y mi hijo, que está destinado en la Corte de Alexius como escribano. Pónganlos a salvo, resguarden el nombre de mi familia y colaboraré. No quiero que Hector sea recordado como el hijo de alguien que puso en riesgo toda la raza humana...

—No le puedo garantizar nada pero desde luego, si no colabora, es seguro que su nombre estará manchado y, por supuesto, el de su familia así que me temo que no tiene muchas opciones.

Aaron relajó un poco el gesto e incluso dejó caer su arma sobre la cinta. Se acercó al Decados y lo cacheó para asegurarse de que no tuviera armas.

Angrend asintió ante el comentario de su compañero, pero algo en su interior le obligó a añadir algo más. Para sorpresa del propio asesino.

-Si su hijo no está manchado por todo lo que han hecho aquí, haré lo posible para que no salga perjudicado. Tiene mi palabra. Pero para eso necesitaremos su colaboración aquí y ahora. Queremos toda la información sobre el proyecto simbionte, con sus responsables directos y planes para el desarrollo y uso posterior. Y cuando digo toda, me refiero a toda. ¿Está claro?-

Angrend estaba serio, pero claro siempre lo estaba. Aún así Aaron pudo notar que no estaba mintiendo a Nobir Decados.

Mientras Aaron cacheaba al ingeniero para asegurarse que no tuviera armas el hombre empezó a hablar. Parecía incluso aliviado al hacerlo:

—Lo que hacemos aquí está mal. Soy un Decados y la lealtad está siempre con mi familia pero esto es otra cosa. Hemos jugado con material genético simbionte y la posibilidad de infectar a los Mundos Conocidos. Desde el descubrimiento de las Madres la cosa ha empeorado. Sabíamos que los simbiontes gozaban de una especie de mente colmena pero nunca imaginamos que hubiera distintas castas y que las superiores fueran altamente inteligentes. Y son capaces de comunicarse a través incluso de galaxias. Estamos hablando de una raza que en muchos casos es superior a la nuestra. La considerábamos una infección, animales con suerte... y estamos ante un paso evolutivo. Seraia había apostado todo al intento de crear una evolución controlada, unos supersoldados, y la ironía es que ya hemos llegado tarde. Esos supersoldados ya existen y son los simbiontes.

Aquel hombre tenía mucha información, más de la que podía esperarse en un simple golpe de suerte:

—Pero necesitarán pruebas. En esos archivos hay informes de parte del personal asignado a la Iniciativa Caronte. No tengo la clave de toda la documentación pero si de alguna de ella. Estoy seguro de que son gente de recursos, capaz de tirar de esa madeja sin problemas. Estoy seguro de que Seraia tendrá un plan de contingencia para todo esto pero solo podrá retrasar lo inevitable. Era imposible mantener una conspiración a nivel galáctico por tanto tiempo...

Levantó la mirada hacia Angrend y esbozó una sonrisa. Ese hombre tenía justo lo que necesitaban, solo tenían que llevárselo junto la información y el Ojo Imperial tendría suficiente para empezar a desenredar la madeja e intervenir.

—Va a tener que acompañarnos. Supongo que lo entiende —dijo Aaron mientras se acercaba a los documentos—. ¿Cuáles son los documentos de la Iniciativa Caronte?

Echó un paso atrás franqueando el paso a Nobir y activó el comunicador.

—Tenemos el paquete. Vamos a extraerlo desde aquí. ¿Podéis salir por la puerta principal o necesitáis extracción? —preguntó al resto del equipo.

—En la puerta principal están Stefanos e Ilyana. Salvo que se pueda disimular, mejor otra salida, aunque yo puedo recoger a los que salgan. 

Sólo tenían que informarle. 

Al final la cosa había resultado fácil, casi demasiado fácil. Angrend estaba suspicaz, pero no tenía sentido quejarse de momento. Sólo cabía esperar estar preparado para cuando la cosa estallase.
Miró una vez más la capsula y estuvo muy tentado en abrirla. Aunque al final desistió de la idea.

-Otra vez será.-Pensó.

-Si podéis arreglaroslas para bajar podremos salir todos por la salida de emergencia de la araña. Si no siempre podemos organizar algo de jaleo como distracción y que podáis salir. Ya nos avisaréis.-

Aunque antes de eso tenían que recoger toda la información posible.

Naadir escuchó la información y suspiró por un momento aliviada. Parecía que la operación iba a terminar y Seraia, junto a muchos Decados tendrían un funesto destino. Cuando Angrend y Aaron avisaron de que saldrían por abajo, la noble negó con la cabeza.

Discretamente informó: 

>>No es necesario recurrir a la violencia en este caso para que Dacon y yo nos vayamos, tan sólo poner en juego un poco de actuación. Nadie quiere en la fiesta un huesped que puede dar mala reputación ¿verdad? Avisad cuando estéis fuera y haré mi numerito junto a Dacon en la salida. Ok. Quédate cerca por si necesitamos refuerzos. 

Respiró hondo y preparó su repertorio mientras hacía una señal a Dacon para que se acercara.

Dacon tenia el cubierto listo, y tambien la copa, y simulaba beber de a raatos, para hacer tiempo, un poco apartado. Ya tenia la sonrisa de lado, caminaba como un Cowboy del espacio cuando Naadir le indico ir hacia ella. Pero por dentro, Ryan estaba completamente acelerado, usaba su segundo cerebro, algo no estaba bien, y debía descubrir que era. Eran decados. Siempre desconfía de los Decados.
Se acerco a la bonita mujer y estuvo listo para seguirle los pasos.

Silvie y Ryan se encontraron de nuevo en la sala de fiestas. La gente, ajena a lo que sucedía bajo sus pies, seguía haciendo negocios o divirtiéndose, según donde se mirase. El triunvirato principal debía seguir en la puerta, aunque ahora Silvie los había perdido de vista al regresar a la mansión.

Abajo Angrend y Aaron recogían los documentos más importantes según el científico, que parecía muy colaborador.

—Nos vamos —dijo Aaron señalando la salida de emergencia de aquel bunker. Con la cabeza le indicó a Angrend que pasara el primero y, una vez dentro, le indicó al Decados que entrara con el arma.

Una vez ambos estuvieron dentro abrió un canal con los de fuera.

—Iniciamos extracción. Puede que perdamos la señal de radio durante unos instantes pero la misión no corre peligro. Iniciad también la extracción y cuando volvamos a tener comunicación fijaremos un punto de encuentro. Repito, la misión ha sido un éxito, iniciad evacuación.

Una vez recibió el mensaje de Aaron, "Naadir" contestó:

>> Recibido. Iniciamos extracción. Ok, estate atento, igual nos echan de forma poco elegante.

Se tomó unos segundos para enfocarse. Tomó entonces una copa bien llena de alcohol y bebió un buen sorbo, para luego mojar los dedos en la bebida y de forma discreta extenderselo por el cuello a modo de "perfume".

A continuación se acercó a su compañero como si fueran a compartir una confidencia o a decirse cosas mutuas: "Tengo un serio problema con el alcohol. Será mejor que me saques de aqui antes de que pueda mancillar el nombre de mi familia y esas cosas..." -a continuación se separó de "Dacon". Para realizar su siguiente actuación, pensó en algo que le enfadara de verdad. No era difícil. Sólo pensar que el fuego que consumió a sus seres queridos había sido obra de las mismas personas con las que compartía en esos momentos espacio. Aquello le ayudó componer una cara de rabia y enfado bastante convincente. Acto seguido le lanzó a su "socio" lo que quedaba de la bebida a la pechera y gritó:

-"¿!Cómo te atreves a decirme lo que debo o no debo hacer!?" -boqueó como si estuviera buscando las palabras y estuviera indignada hasta un extremo imposible- "¡Yo haré lo que se me antoje! ¿Me oyes?! ¡Asi que nada de irme ya diciendo que estoy bebida! ¡No estoy bebida!" -tomó otra copa, le dio otro trago y luego estrelló la copa contra el suelo haciendo que se rompiera en mil pedazos- "¡Harían falta más de estas para estar bebida!"

La reaccion de Dacon fue de genuina sorpresa. ¡Esa Chaqueta era genuina! La reaccion de Dacon fue igual al a de su alterego, apreciaba esa ropa para que la ensuciaran con facilidad. Tomo a Silvie del Brazo.
- ¡Estas Bebida!- la miro ceñudo; y dejo la copa, cubierto y cosas alli. Bueno, todo no. se guardo un bocadillo en el bolsillo, para despues. Es que estaban muy buenos.

- Vamos! Ya has bebido demasiado! ¡Estas avergonzandonos! - se dirigio a una persona cercana. - Lo siento. Lo siento. -
Tomando a Silvie de la cintura con decision, empezo a sacarla de alli.
- Lo lamento. No suele comportarse asi. Ha sido la emocion de venir a la fiesta. Lo siento. Si, si, gracias. Lo siento.-

Silvie y Ryan salían ya hacia el exterior representando sus papeles. Pero ahora que habían alcanzado el jardín veían como de frente venían Seraia y Stefanos a su encuentro. Ilyana todavía estaba en la entrada principal, hablando ahora con dos guardias. Al ver que se encaminaban a la salida Stefanos parecía dispuesto a interrumpirles el paso, mientras que Seraia continuaba su camino hacia la fiesta, no sin antes echar un vistazo que a Silvie se le hizo eterno. ¿Sospechaba algo la vieja Araña? ¿Tenía motivos? No, pero todos conocían el grado de paranoia en el que vivía aquella mujer¹.

Mientras tanto Aaron, Angrend y Nobir habían salido del túnel hacia la alcantarillas. Tenían claro que en el momento en que cerrasen aquella puerta secreta no habría vuelta atrás ya que era imposible por completo abrirla desde las alcantarillas².

Aaron cerró la puerta tras de si. Confiaba en que los documentos que habían cogido eran los oportunos y comenzó la extracción.

—Venga moveos —le dijo a Angrend y al Decados—. ¿Alguna vez ha utilizado esta salida? ¿Sabe a donde lleva?

Ryan observo como Silvie y el casi salian, pero no faltaba que Stefanos viniera a hacerles preguntas, seguro para anotar. Siguio hablando en forma moderada, pero con enfado.

- Naadir, no puedo entender tu comportamiento, ¿por que bebes asi? Y la forma en como coqueetas. Debo recordarte lo que hizo tu padrino cuando coqueteaste con aquel joven Al- Malik? Sabes que el no modera las consecuencias de sus act…-

Cuando Stefanos llego a su cercania, unos cinco metros, dejo de hablar, procediendo a hacer una revencia, tratando de tapar la mancha con la mano abierta que la bebida habia hecho en su chaqueta.

De camino al exterior, Naadir pataleó un poco más y siguió increpando a Dacon.

-"¿Pero quien te has creído que eres? ¿Mi santo padre?"

-"No se cómo pudo hacer tratos con el tuyo!"

-"Sois malditas bestias que teníais que estar encerradas en vuestras naves!"

-"Cuando salís de ellas sois como patanes!!"

Le cogió una copa de pasada a uno de los camareros que se había quedado confuso al ver su representación y volvió a beber un pequeño trago, casi dispuesta a volver a rociar al pobre auriga, pero entonces vio a Seraia irse y Stefanos justo parecía venir hacia ellos. Se contuvo pensando en algo mejor.

Una vez el Dacon frenó para hacer su reverencia, el "espectáculo" continuó. Naadir aprovechó para soltarse bruscamente de la presa del auriga y aproximarse al Consejero:

-"Lord Consejero tiene que disculpar los modales de mi compañero, son un auténtico horror y..." -Naadir no llegó a decir más. Tropezó de forma torpe empapando al Consejero con la copa que aun llevaba encima y propinandole, de paso, un fuerte pisotón con el tacón del zapato. Al ver lo sucedido, la "borracha" Naadir pareció reaccionar llevándose las manos a la boca y componiendo una genuina cara de terror.

-"Oh, por el Pancreator! ¿pero qué he hecho? Disculpad mi gran torpeza ¡Maldita sea!" -casi arrepintiéndose de nuevo por el exabrupto se volvió a tapar la boca, pero no duró mucho, pues enseguida se puso a intentar limpiar a Stefanos sin mucho éxito- "Yo... eh... no se qué decir... oh por el Pancreator... ojalá me llevara ahora mismo... yo... un hombre se acercó para hablar conmigo de forma amable... y me ofreció una copa y... creo que... creo que me ha sentado muy... mal... demasiado mal" -Naadir intentaba abrumar a Stefanos con toda su verborrea- "¿Creéis que aún podemos hablar de nuestro trato? Yo ehm... de verdad estaba muy interesada en... bueno, pero entiendo que... oh por el Pancreator... empezó a abanicarse ella misma completamente sofocada- "Creo que... creo que lo mejor será que Dacon y yo... nos... nos vayamos... Yo... de verdad, no quería que esto acabara así pero... seguro que encontráis al hombre que me hizo esto dentro... porque igual se lo hace a más gente y echa a perder la fiesta de la Dama Seraia y... ¿veis necesario importunarle con algo tan nimio como esto? ¿no verdad? ¿ha-ha sido un honor que nos invite... me he sentido muy halagada... de verdad mi señor. Y ahora nos marchamos de aqui... Si... creo que será lo mejor ¿si?" -asintió repetidamente histérica de los nervios.