Partida Rol por web

No dije nada ni rechiste, simplemente me limite apartar mi mente de todo y seguir las ordenes de Mike, solo tenia una cosa que me rondaba y cuando todos estuvieran a salvo iria a por ello.

Me puse los guantes que me dio mientras miraba la resto.

Valorum siguió el debate con la mirada. Rezongando levemente cedió el aparejo de descenso.
-Pfff la voluntad del pueblo... "Pide una solución y hallarás silencio, propón una y tendrás ciento" -recitó con el ceño fruncido, aunque parecía extrañamente satisfecho-. Al menos ahora tenemos un plan; joven Koniek, parece que el honor es vuestro.
Se apartó dócilmente, con un atisbo de sonrisilla en el rostro.

Menudo honor tendré como me resbale Pensaba Yensal mientras miraba hacia abajo por el hueco. La verdad es que no le daba miedo la bajada, en sus misiones se había metido en distintas grutas sin tener una escalera de la que ayudarse.

Cogió el arnés improvisado y se lo colocó esperando que aguantara en caso de que se resbalara A ver si tengo suerte y no tengo que probar si aguanta o no Recogió uno de los comunicadores y cuando por fín se preparó, se dirigió al hueco del turboascensor y se agarró a la escalera - Nos vemos abajo.

Yensal inicia el descenso sin ningún tipo de problema. La escalera está sólidamente anclada a la pared y no parece estar afectada por los daños de la nave. Poco a poco, las luces de las varas de sus compañeros se alejan según avanza y pronto no son más que un pequeño cuadradito en la distancia. La propia luz que él porta arroja sombras danzarinas con cada movimiento y pronto el enrarecido ambiente del túnel se vuelve agobiante.

Cuando ha bajado aproximadamente 30 metros, la luz que habían visto desde el bloque prisión se ha vuelto más intensa. Se corresponde con una sección del tubo que aun conserva su iluminación. Aunque aún no ha llegado a ella, por suerte ilumina vagamente la sección en la que él está, haciendo más fácil el descenso.

De repente una inesperada explosión sacude el tubo del elevador y el temblor hace que Yensal tenga que sujetarse para evitar perder el pie.

Aún sin estar de acuerdo con la decisión, Sean estaba dispuesto a darlo todo por el grupo. Cuando Yensal comenzó el descenso, se sentó al borde de las puertas, anclando los pies en un reborde y tomando la cuerda comenzó a soltarla a medida que el explorador lo requería. Con un ojo vigilaba que la cuerda no se rozara demasiado contra el borde y con el otro controlaba el largo de cuerda restante.

- Avisa si necesitas algo - le dijo para probar el comunicador antes de perderlo de vista.

Mike con sus guantes se situó tras Sean y tomó la cuerda, hubiera preferido asegurar uno de los extremos en algún lugar para en caso de que resbalase, al menos llegara a un tope, sin embargo una vez decididos todo se había desarrollado con demasiada celeridad. Ahora sólo podían esperar que su compañero llegase a su destino y no se encontrase con problemas.

- Valorum, será mejor que alguien vigile el cruce de los pasillos, no sería bueno que nos encontrasen en esta situación.

Es más debería haber sido el caza recompensas quien se encargase de aquello, pues su fuerte era la lucha, mientras otros tres podían haber sostenido la cuerda sin problemas. Sin poderlo evitar el ingeniero negó con la cabeza, tenían demasiada presión encima y esta no les había dejado pensar con claridad, debían ser más precavidos, pero tampoco sabían de cuanto tiempo dispondrían. Ya fuera porque el destructor no aguantara o por lo contrario y que la energía se reestableciera, en cualquiera de los dos casos sus posibilidades de escapar se reducirían casi a cero.

Yensal inicia su descenso y pronto sus compañeros sólo distinguen la línea de luz que arroja la vara que lleva. La cuerda sintética se desliza con una cadencia constante por las manos de sus compañeros a medida que el explorador baja y requiere de más largura.

Los rebeldes van contando mentalmente los metros que pasan por sus manos y, cuando llevan aproximadamente 30, de repente una explosión sacude esa sección de la nave. La cuerda se tensa con un latigazo y Sean y Mike afianzan sus pies para sostener el peso que cuelga allá abajo. Por suerte se han recuperado del esfuerzo realizado para abrir la puerta del turboascensor y resisten sin dificultad aparente.

El temblor de la explosión hace que Yensal pierda el pie y se precipite al vacío. Por suerte quien quiera que esté arriba al otro lado de la cuerda consigue sostenerla firmemente y el explorador describe un arco en el vacío sin descender ni un centímetro más. Con un ágil movimiento gira sobre sí mismo y consigue plantar los pies contra la pared del tubo antes estrellarse contra ella.

Mira a su alrededor tratando se situarse. Debe estar justo bajo la vertical de la puerta del ascensor, a noventa grados a su derecha e izquierda se encuentran las escaleras de servicio.

Mientras permanecía colgado gracias al arnés, Yensal se alegró de que Mike hubiera sido tan buen manitas al hacer un arnés tan resistente Cuando le vea le daré las gracias, y a los que hayan sujetado la cuerda también

Yensal comenzó a balancearse de un lado para otro para llegar a la escalera por la que había bajado, con la esperanza de que no hubiera más sorpresas desagradables en el descenso.

El ingeniero se alegró de no estar colgando de aquella cuerda, de haber seguido el plan de Sean, lo más probable es que todos hubieran terminado en el fondo del turbo elevador. Sin embargo también debía agradecer que el caza recompensas estuviera con ellos, no cabía dudas que él mantenía la mayor parte del peso y que Mike se limitaba a ayudar y afianzar la cuerda.

Tras la explosión, durante apenas unos segundos no sabían bien que habría ocurrido con Yensal, sin embargo la tensión de la cuerda y el balanceo les indicó que el arnés había soportado y que su compañero se encontraba aun sujeto, era un verdadero alivió, pues no podía dejar de pensar que el arnés era una improvisación que bien podría haber fallado.

- Alguien debería preguntarle si se encuentra bien, si se ha golpeado puede que esté inconsciente y tengamos que subirle.

- Alguien que tome el comunicador del bolsillo - Dijo Sean sosteniendo la soga con ambas manos, sintiendo cómo oscilaba y calculando que el movimiento no parecía errático -  Parece estar bien a juzgar por el hecho de que no cuelga quietecito.

Valorum tomó el dispositivo de manos de sean y abrió un canal de comunicación.
-Koniek, ¿todo bien por ahí abajo? Hemos oído un buen estrépito en tu dirección.