Partida Rol por web

- "El Joven del Arrozal Dos dejó aquí a dos marineros para poder llevar en su pequeño bote a Martillo Blanco-sama y a Dulce Loto.

Si quieréis puedo mandar llamarlos, aunque no sé si son competentes o de fiar." -

-Debemos intentarlo, Pu, o el perjuicio no compensará el beneficio -dijo Riqueza -. Ve a por ellos, por favor.

- "Muy bien." -

El Viejo Pu sale del shampang y se dirige a la posada del pueblo.

MEDIA MAÑANA.

Riqueza aprovechó la marcha de Pu para comenzar con su tarea. Sacó las herramientas del estuche en que las guardaba y se dispuso a abrir la carcasa exterior de metal. Sabía que debía ser paciente y meticuloso. Los paños para secar las piezas estaban a un lado, al igual que el aceite para engrasar aquellos mecanismos que lo necesitaran. Se quitó los guantes y entonando una vieja canción, empezó a trabajar.

MEDIODIA.

RIQUEZA EFIMERA:

- La primera fase es desmontar y limpiar. Requiere habilidad manual.

- Tirada de Destreza + Pericia: Automatones de la Primera Edad.

RIQUEZA EFIMERA:

- Tienes medio desmontado a Patán Sabio, al menos su torso, y estás limpiando cuidadosamente los complejos mecanismos interiores.

- Entonces llegan al muelle dos marineros.

- "Buenos días, noble mercader." - Dice con una reverencia al llegar junto al shampang de Riqueza Efímera.

- "Soy marinero de Pueblo de Mu. Este es mi hermano menor, Do Chou." -

- "Saludos." -

- Buenos días a ambos -dijo Riqueza poniéndose en pie y con una sonrisa obsequiosa, al tiempo que se frotaba las manos con un paño limpio para quitarles todo rastro de lodo y grasa -. Tal vez mi viejo amigo Pu ya os habrá dicho que necesito un hombre para gobernar el sampang en mi viaje hacia Arrozal Dos. Podría hacerlo yo, pero mi automatón necesita reparaciones y no puedo hacer dos cosas al mismo tiempo. Y por lo que sé, ambos quedasteis en tierra para que vuestro señor tuviera más espacio para llevar a dos de mis socios. Lo que os ofrezco es la oportunidad de regresar conmigo a vuetro pueblo. A ambos, aun cuando solo necesite a uno. Tendréis la comida gratis. Tres al día. Y es muy posible que cuando finalice las reparaciones, ni siquiera tengáis que gobernar la nave aunque agradeceré toda ayuda. Eso sí, haremos una escala en Arrozal Dos. Breve a ser posible. ¿Qué decís?

- "En mi nombre y en el de mi hermano, acepto, señor mercader. Permiso para subir a bordo." -

-Perfecto -dijo un sonriente Riqueza -. En ese caso, soltad las amarras y partamos de inmediato.

Los dos hombres suben a bordo y comienzan de inmediato a prepararlo todo para zarpar.

Riqueza ve enseguida que los dos marineros conocen bien su oficio, y sigue con lo que está haciendo.

Riqueza sonrió ante la presteza y buen hacer de los dos hermanos. Era evidente que eran hijos del río y se alegraba de haberlos podido enrolar. Ambas partes resultaban beneficiadas. Ellos regresarían a su pueblo y él podría dedicarse en cuerpo y alma a la recuperación de Patán.

Silbando nuevamente, sintiendo la brisa en sus cabellos, y con la sensación de que una pesada carga desaparecía de sus hombros, volvió a sentarse junto al automatón y siguió limpiando sus piezas.

- El shampang de Riqueza Efímera zarpa finalmente, alejándose del Arrozal Uno.

TRANSCURRE EL RESTO DEL DIA Y LA NOCHE QUE LE SIGUE.

Los hermanos marineros pilotaron el shampang de Riqueza Efímera toda la tarde de ayer, pero por la noche fondearon, pues no es prudente navegar de noche.

Riqueza Efímera ha trabajado sin descanso toda la noche a la luz de unos farolillos.

Por la mañana, los marineros izan el ancla, despliegan las velas y comienza un nuevo día de navegación fluvial remontando el Hu.

El hermano mayor se pone al timón, mientras que el menor vigila en proa ante la aparición de posibles obstáculos.

- "Seguramente llegaremos a Arrozal Dos antes de que anochezca, señor." -