Partida Rol por web

- "Lo cierto, noble señor, es que nunca habían sucedido hechos tan horripilantes como estos en el pueblo. Pero mi hijo tiene su parte de razón, hace dos años desapareció una muchacha del pueblo y nunca se supo nada. Algunos dijeron que se había marchado del pueblo, otros dijeron que la muchacha se iba a casar y que era muy feliz con su prometido, que no tenía motivos para irse.

Además, ciertamente, en los últimos cinco años o así, han habido rumores sobre desapariciones de viajeras solitarias al pasar cerca de Arrozal Dos. Lo cierto es que nunca he dado mucho crédito a esas habladurías, pues nunca ha habido prueba alguna y era mala propaganda para nuestro pueblo. Siempre he pensado que eran calumnias vertidas por comerciantes de otros lugares para perjudicar nuestra economía." -

- "¡Claro que os acompañaré, mi señor! ¡Quiero ver a esos malnacidos muertos por lo que hicieron! ¡Quiero que sufran y supliquen en vano!" -

El muchacho parece alterado, pero después se va calmando. Entonces parece recordar algo.

- "¡Padre! ¡La muchacha del año pasado! La saltimbanqui que afirmó haber huido de unos campesinos que la habían violado y apaleado. Padre, vos dijisteis que la chica era una embustera, seguramente enviada por nuestros rivales comerciales de Arrozal Quince para desacreditarnos..." -

Hace una pausa y se queda pensativo.

- "Tal vez los campesinos sepan algo más." -

El hombre asiente con solemnidad.

- "Noble Martillo Blanco-sama, habéis de saber que si habéis venido a ayudarnos en estos tiempos de aflicción, el pueblo entero está a vuestra disposición.

Podéis contar con la total cooperación del Alguacil Tai Pei y sus milicianos, aunque seguramente a estas horas de la noche estarán todos durmiendo en sus camas." -

- Por lo que contáis, sólo parece atacar a jóvenes bellas que caminan solas por los campos de arroz... - Dijo Martillo Blanco pensativo.

¿Cómo quedaría yo vestido de mujer?

Sacudió la cabeza para quitarse esas ideas de la cabeza y asintió.

- Sí, no es necesario despertar a la gente ahora mismo. Puedo ir yo mismo a ese sitio a ver que puedo sacar en claro, con ayuda de nuestro amigo el Jóven. La verdad, es que podría intentar provocar a lo que esté por allí, pero seguramente sea mucho más astuto y no se deje ver así por que si... - Mazo se pasó la mano por la barbilla otra vez. - Pero por intentarlo no perdemos nada, la verdad. La otra idea era disfrazarme de doncella en apuros, pero dudo que haya ropa de mi talla. - Concluyó con una sonrisa.

- "¿Vamos a salir ahora mismo? ¿Sin descansar primero? Yo haré lo que vos me digáis, Hijo del Dragón, pero... ¿os parece sensato?" -

- Bueno... hemos dormido durante el viaje. El entrenamiento no ha sido nada para mí, si para la Doncella, pero ella está descansando y mejor así. No creo que esperar hasta mañana nos de un mejor resultado que ir a observar esta noche. - Dijo Martillo Blanco. - No pretendo pasarme toda la noche despierto, pero si echar un vistazo al lugar en dónde se han producido los incidentes, nada más. -

Mazo sonrió.

- Además, descansar nunca está en mis planes. Vayamos a echar un vistazo, y nos regresamos. ¿Cuanto nos podría tomar en tiempo? ¿Una hora? -

El Administrador de Arrozal Dos se queda pálido cuando ve que Mazo se lleva a su hijo a los campos en mitad de la noche.

Hace pocos días, la que tenía que haberse convertido en su nuera y una amiga de la familia fueron salvajemente torturadas y violadas. Ahora se están llevando a su único hijo a un lugar potencialmente peligroso.

Mazo capta la preocupación de Chi Huang, pero el hijo de éste está tan impaciente por seguir al Aspecto Tierra que ni se percata de ello.

Mazo y el Joven del Arrozal salen de la Casa del Administrador. Los dos recorren en silencio el pueblo, que está desierto a estas horas de la noche. Ni siquiera la milicia patrulla las calles. Se nota que este lugar ha sido pacífico durante mucho tiempo. Y más especialmente desde la desaparición de los bandidos del bosque hechizado.

La Luna Menguante apenas es iluminación suficiente, y en sus prisas por seguir a Mazo, el Joven no ha cogido un farolillo ni ninguna otra fuente de luz.

Tarda mucho más de lo esperado en lograr orientarse lo suficiente como para guiar a Mazo hasta el lugar exacto donde hace pocos días aparecieron los cuerpos terriblemente destrozados de las dos mujeres.

Al cabo de varias horas, los dos se encuentran en medio del arrozal, con agua fría hasta las rodillas.

- "Fue la mañana del día tres cuando un pobre mozo campesino, apenas un niño, las encontró en este lugar." - La voz del Joven se entrecorta.

- "En cuanto me avisaron vine corriendo con el Alguacil. La noche antes las dos chicas habían estado cenando en mi casa. Hace meses mi padre no estaba contento con que me casara con una mujer de posición más humilde que la de mi familia, pero últimamente había llegado a aceptarlo y no quería celebrar una boda modesta, sino que se ofreció a costear una gran boda, que ya teníamos casi preparada.

Esa noche, durante la cena, estuvimos hablando con mi padre acerca de los detalles de la boda. Allí estaba mi prometida, Ling Li, radiante de alegría y de felicidad mientras hablaba con su mejor amiga, Tai Mei, la sobrina del Alguacil.

Al terminar la cena, yo quería acompañar a Ling Li a casa de su familia. Sus padres y hermanos viven en una choza que está al otro lado del arrozal, a una media hora a pie desde aquí.

Tenía que pasar por el camino elevado que cruza todo el arrozal, hecho de pequeños puentes de bambú entrelazados con cuerdas. Yo quise acompañarla, como hacía siempre, pues ya era de noche y siempre he tenido presentes los rumores sobre violaciones de chicas en esta zona. Pero Tai Mei quiso acompañarla y Ling Li me dijo que no fuera con ellas, pues tenían que hablar cosas de chicas.

Se las veía tan felices, bellas y risueñas...

A la mañana siguiente cuando las vi en este lugar, el agua estaba roja por la sangre. Por la manera como estaban sus cuerpos y ropas, era evidente que habían sido violadas y torturadas... Además, les faltaban las vísceras, como si les hubiesen sido arrancadas por algún animal salvaje.

Es un horror que jamás podré olvidar. En mi ausencia se ha celebrado el funeral. Los cuerpos han sido incinerados y las urnas con sus cenizas se han entregado a sus familias. Supongo que es mejor así, no sé si hubiera sido capaz de presenciar el funeral y aguantar las condolencias de todo el pueblo..." -

FALTAN POCAS HORAS PARA EL ALBA.

Mazo apoyó su manaza sobre el hombro del jóven, que ahora parecía algo abatido.

- No te preocupes, los encontraremos y los devolveremos a dónde han venido. - Dijo Mazo con una sonrisa. - Sé que es un momento difícil, pero lo superarás y volverás a ser el de antes. No ahora, no dentro de unas semanas, pero el tiempo todo lo cura, amigo. Te lo digo por experiencia. -

El grandullón, quitó la mano del hombro del hombre y se arrodillo, para tocar la tierra con sus manos desnudas.

Necesitaba saber si allí existía algo malo, pero no tenía esa capacidad. Si tan sólo llevara las armas de Riqueza Efímera, éstas le darían una posición, o dirección, o algo, pero aquí no había absolutamente nada, o por lo menos, nada que él pueda ver.

- ¿Tienes alguna idea para que los demonios aparezcan? - Preguntó Mazo con el ceño fruncido.

- "No sé si esto será una locura, mi señor, pero he oído decir que los Sangre de Dragón podéis crear luz usando vuestro Anima. Quizá eso no atraiga a esas bestias, pero por lo menos podremos ver por dónde pisamos. Esta Luna gibosa apenas ilumina nada." -

AÑO: 761.

LUNA: Menguante.

ESTACION: Aire.

MES: Aire Ascendente.

DIA: 7.

HORA: Alba.

- Podemos, pero ya está amaneciendo. - Dijo Mazo con una sonrisa. - Creo que lo mejor será regresar y volver esta noche. Además, me gustaría saber si Dulce Loto ya se ha despertado. Necesito saber como está. -

Mazo estaba preocupado por su pupila.

El golpe no había sido grave... para él.

Pero ella era tan frágil.

- Vamos, ya está saliendo el sol y aquí no haremos nada. Tal vez podamos preguntar a la gente, siguiendo los consejos de tu padre. -

El Joven y Mazo regresan a la Casa del Administrador del Arrozal.

El cargo de Administrador es el equivalente al Alcalde que gobierna otras poblaciones. Es un rango arcaico que implica que es un alto funcionario al servicio de la burocracia de eunucos que rigen la Capital del país, Hsien Wu, en ausencia de un Rey legítimo. Antaño existían rigurosas pruebas y exámenes para alcanzar un puesto de esta responsabilidad, con los siglos se ha vuelto prácticamente un cargo hereditario.

Cuando llegan ya es prácticamente de día y el Joven está al borde del agotamiento.

Mazo es sobrehumanamente resistente, pero incluso a él le vendrían bien unas pocas horas de descanso para evitar que la fatiga merme sus facultades sobrenaturales.

POR LA MAÑANA TEMPRANO.

DULCE LOTO:

- Te despiertas con un fuerte dolor de cabeza. Abres los ojos ante la luz solar que entra por una ventana, que al parecer ha abierto una criada.

- No sabes donde estás, pero parece una alcoba lujosa, tal vez estés en una mansión.

- Llevas puesto un liviano camisón de seda para dormir. Tus ropas, lavadas y planchadas, y el resto de las cosas que llevabas ayer encima, están ordenadamente dispuestas sobre una cómoda.

Abro los ojos con la cálida luz del sol dándome en la cara y una suave brisa que entra por una ventana abierta. ¿Donde estoy? Miro a mi alrededor y no reconozco nada. No es mi casa ni recuerdo como he llegado hasta aquí. La habitación es espaciosa y los muebles que veo parecen de muy buena calidad, debo estar en una mansión. Tampoco recuerdo haberme puesto el camisón que llevo encima, ni siquiera es mío. Encima de una cómoda veo toda mi ropa perfectamente lavada y planchada. Me incorporo sobre la cama. Me duele mucho la cabeza. Como si fuera un reflejo llevo mi mano a la frente. Me toco y me duele mucho. - ¡¡Ay!! Tengo una herida, he debido caerme. Entonces recuerdo nuestra llegada a Arrozal dos y mi salto desde el muelle. Me golpeé la cabeza con el borde y caí al agua. Debieron sacarme y llevarme allí. Me pregunto cuanto habré estado inconsciente. Al mirar por la ventana compruebo que es por la mañana temprano. Nosotros llegamos por la tarde, al menos llevo casi un día así. ¿Donde estará Mazo? Tendré que salir de aquí y buscarlo. Seguro que no está lejos. Me acerco a la cómoda. Los primeros pasos son cortos y dubitativos, el dolor de cabeza hace que no sea fácil mantener el equilibrio. Me quito el camisón de seda y me visto con mi kimono marrón de viaje. Doblo cuidadosamente el camisón y lo dejo a los pies de la cama. También dejo hecha la cama antes de dirigirme hacia la puerta de la habitación. Miro hacia atrás echando un último vistazo al cuarto, buscando algo.

Mazo necesitaba descansar unas horas antes de seguir, aunque no era necesario, veía como las facultades de su acompañante estaban casi por los suelos.

Miró al jóven y sonrió.

- Bueno, descansemos un par de horas, y esperemos que despierte Dulce Loto. - Dijo sin más. - Después, podremos ir al pueblo a preguntar que sucede y a ver si conseguimos algo más de información. Por cierto, estaré fuera descansando. Cualquier cosa que suceda, por favor, debéis venir a contarmelo inmediatamente. -

El grandullón se encogió de hombros y como siempre, procedió a salir de la casa hasta un árbol que había justo en la entrada, y, apoyando la cabeza en él, cerró los ojos.

Dulce Loto puede ver su rostro en el espejo. Tiene una rojez en un lado de la frente. Sin duda se dio un buen golpe, aunque no parece haber necesitado puntos de sutura.

Una sirvienta le da los buenos días a Dulce Loto con una respetuosa reverencia.

-Menudo golpe me he dado. Murmuro mientras me toco la zona enrojecida. Al tocarme el dolor es más intenso, así que no insisto. Una sirvienta entra en la habitación y me saluda respetuosamente con una reverencia. Yo se la devuelvo y le pregunto con curiosidad. -¿Me puede decir donde estoy? ¿Y donde se encuentra la gente que me acompañaba? Ella me sacará de dudas.