Partida Rol por web

Mazo miró la sonrisa de Dulce Loto y asintió.

- ¿No hubo suerte, no? - Dijo el gtandullón. - Bueno, tiempo al tiempo. -

El hombretón se puso de pie y extendió su mano, para ayudar a incorporarse a la doncella.

- ¿Qué quieres hacer ahora? -

-Gracias Martillo Blanco. Digo cogiendo la mano que me extiende para levantarme. No ha pasado nada, he intentado concentrarme y rememorar todo lo sucedido, también visualizar a la mujer que se aparece de vez en cuando, pero todo ha sido inútil. Digo un poco decepcionada. Ante la pregunta de Martillo Blanco hago una ligera elevación de hombros. Podemos seguir con el entrenamiento si quieres, al final si que resultó útil, conseguí acertar a uno de ellos con la daga aunque fuera superficialmente.Con eso aprovecharíamos las horas del viaje en algo productivo y a mi me resultaba más reconfortable poder manejar las dagas. Al principio la idea me había parecido inútil, incluso impropia de una chica, pero los sucesos en los que me estaba viendo envuelta me habían hecho ver que no sería tiempo perdido aprender a defenderme o a atacar con las dagas. La luz mágica me había ayudado en dos ocasiones, pero no estaba segura de cuando acudía a mi, ni siquiera de si seguiría apareciendo, las dagas al menos siempre estarían en mi cinturón. ¿Te parece bien?

- Si, me parece perfecto. - Dijo Mazo. - Pero esta vez, cambiaremos un poco las cosas. - Continuó con una sonrisa que no se sabía si era maliciosa o simplemente, era su sonrisa normal.

Cogió un bichero del suelo y lo sopesó entre sus dedos.

- Creo que esto servirá. -

Golpeó un par de veces la cubierta con él y luego, volvió a sonreir.

- La última vez que has "despertado" tu Ánima interior fue en ese momento de peligro, cuando estaba claro que podías morir. Fue en ese momento cuando todo se volvió dorado para los presentes. Ahora bien, supongo que si queremos despertar ese demonio nuevamente, tendrás que estar en algún tipo de peligro, como por ejemplo, si te voy a golpear con este palo de madera, ¿me vas entendiendo? -

El grandullón le guiñó un ojo a su pupila.

- Ahora me toca golpear a mí. ¿Estás preparada? -

MUY AVANZADA LA TARDE.

Los marineros contemplan con pasmo como Martillo Blanco se dispone a pegar con el bichero metálico a Dulce Loto.

MEDIODIA DEL DIA DIEZ.

- El shampang de Riqueza Efímera llega a Arrozal Número Dos.

Do Trang salta al muelle cuando el shampang se acerca lo suficiente y comienza a amarrar la embarcación a los postes de amarre.

Do Chou arría las velas y después tiende la liviana pasarela de madera que une el shampang al muelle.

- "¡Saludos navegantes! ¿Venís a comerciar? ¿Venís de Arrozal Uno? ¿Hay demonios allí también?" -

-¿Alguien ha dicho comerciar? -preguntó Riqueza con una amplia sonrisa y llevándose una mano a la oreja-. Esa sí que es una bienvenida adecuada. Aunque veo que las malas noticias se extienden. Sí, amiga mía, también allí se vieron demonios. O mejor dicho, demonio. Pero la infeliz criatura descansa en el sueño de los justos. Regresó al infierno del que no debía haber salido de la mano de un notable guerrero. Y hasta donde me alcanza, dicho guerrero acompañado de una hermosa dama, vino aquí hace unos días para resolver un problemilla de estas tierras. Y conociéndole, tengo a bien confiar que vuestra pesadilla también ha finalizado. ¿Es así?

- "¡El noble señor Martillo Blanco! Llegó al pueblo con su fulana, una niña rica, y en dos días encontró a los culpables y los aplastó con su martillo. Un verdadero héroe.

Siguió viaje con rumbo a Pueblo de Mu, creo.

Si tenéis mercaderías, quizá podáis vender algo en el mercado, aunque creo que los negocios van lentos estos días. Me temo que la gente sigue afectada por los crímenes. Fueron verdaderamente atroces. Y pensar que los culpables eran dos jóvenes del pueblo.

Yo les conocía desde que eran críos. Siempre fueron toscos y brutos, pero nunca imaginé que fuesen capaces de tanta maldad." -

Patán emitió un gemido de alivio.

-Así que están bien. ¡Qué alegría! Aunque también es una pena que hayan partido tan rápido.- Se volvió a Riqueza.

-Deberíamos partir, cuanto antes les alcancemos mejor, pues «el Sol calienta a los que aprovechan el día». Pero claro, si vamos a despedir a los marineros tendremos que navegar nosotros y si todavía estás cansado, te convendría descansar. Así también podrías aprovechar para comerciar, nos vendría bien -reconoció con culpabilidad-, pero así descansarás menos. Bueno, puedo encargarme yo de comerciar con los señores de Arrozal Número Dos, aunque por otro lado quizá sería mejor que yo no hiciera nada de eso... -calló avergonzado de los recuerdos.

-Nuestros marinos son de Mu, así que nos acompañarán hasta el fin del viaje, Patán. No te preocupes por ello. Además, estamos bien servidos así que podremos avanzar hasta el poblado de Mu sin necesidad de reponer mercadería -dijo al automatón-. Y amiga, deberías cuidar esa boca o tentarás a un demonio para que te posea entrando por ella. Es de todos sabido que los ambiciosos y malhablados son sus primeras víctimas. La noble dama de la que hablas es hija y hermana de quienes fueron asesinados por un Yoma -no tenía sentido comentar que Bambú era un Yoma. No faltaba a la verdad cuando decía que si Bambú había muerto era por culpa de un demonio, y el comentario de la campesina llamando fulana a Dulce Loto le había resultado humillante-. No una fulana. Y ahora dime. ¿Partieron por carretera o por río?

- "El hijo del Administrador les dejó su embarcación con dos marineros." -

-Entiendo. ¿y hace cuánto que partieron? -Riqueza quería calcular la ventaja que les llevaban.

- "Diría que zarparon hará ahora dos días." -

-Muy bien. Gracias, amiga -dijo despidiéndose de la campesina. Reflexionó uno ssegundos. No, no había tiempo que perder. Dos días de ventaja eran muchos y Garra y Emisario se enfrentaban a un grave riesgo. Cuanto antes partieran mejor-. Marinos de río, nuevo rumbo. Salimos de inmediato hacia vuestro pueblo, la aldea de Mu. Aún queda mucho día y podremos acortar distancias, si el río Hu no es generoso. Soltad amarras. Patán, ¿un traguito de aceite?

- "Señor, calculo que llegaremos en tres días. Si todos los factores de viento y corriente siguen siendo favorables como hasta ahora." -

Do Trang comienza a soltar amarras.