Partida Rol por web

Yûka se quedó unos segundos mirando al horizonte con su rostro paralizado hasta que notó la presencia de Audrey. Como si hubiese estado dormida, se despertó de un salto mirando a su compañera que cogía un zumo de la nevera y después se giró hacia Sora, que seguía igual como antes. Ah, perdona Audrey, estaba charlando con Sora y me ha sorprendido bastante algo que me ha contado Dijo sonriendo de repente con su habitual sonrisa. Veo que ya has acabado tus asuntos, ha salido todo bien? Le preguntó a la chica.

Siendo como eran las invocaciones de Sora, no le extrañó en absoluto la cara de Yuka. Bebió el vaso de zumo y consultó el reloj. Aún tenía tiempo de sobra para hacer... nada en absoluto. Pero debería estar repasando para la noche. 

- Voy a salir a leer a la sombra. Estaré repasando salmos. Si quieres, puedes coger un libro del salón y unirte. Si no, te puedes quedar con Sora. A menos que Sora se quiera venir también. 

Igual hasta aprovechaba para echarse una siesta. Las misiones nocturnas podían ser muy extenuantes. 

---Ay, mujer, no seas tan estrecha, te aseguro  que ya me gustaria que estuvieses más ligera de ropa- digo sonriendo con una sonrisa algo pervertida y luego me giro mientras levanto los brazos en señal de exasperación- Pero bueno, mujeres, muy finas para algunas cosas y luego para otras no tanto jejeje. Tranquilo, no miraré, dejaré que cuides con tranquilidad a la chica que está coladita por ti...

Tomo el maletín de las manos de Charlotte y abriéndolo comenzó a rebuscar en su interior. Estaba lleno de utensilios de Doctor, desde agujas a largos viales con alguna sustancia extraña dentro, alguna incluso parecía que te estuviera mirando. Cogió un bisturí y con un rápido movimiento acerco la parte no cortante al cuello de Ryutaro desde atrás. -No te gires por el frio metálico que tienes en la espalda chico. Dijo Hiromi apoyándola, sin llegar a cortarlo. -Sabes que si sabes por donde pasan los nervios podría con un simple corte dejarte con la lengua igual que un trapo viejo? Hablar demasiado es siempre molesto. Soy Doctor, ella mi paciente, cuidaría de igual manera de todos así que relajate. Con el mismo rápido movimiento, hizo que el bisturí volviera a su maletín, movió un poco los hombros intentando desperezarse y le guiño un ojo a las dos chicas. -Venga, empecemos de una vez.

Con un poco de vergüenza la joven se puso de espaldas y empezó a levantarse la camisa, cuando llego mas o menos a la altura del pecho paro, dejando su espalda a la vista. -Por cierto...me llamo Sara...encantada. Tenia un buen rubor en las mejillas por enseñar una parte tan vergonzosa y mas si estaba afectada. La espalda de Sara estaba manchada con miasma negro, que parecían hebras de un árbol o mas bien una garra atrapando la piel. Parecía que palpitaba y una especie de liquido pasaba hacia el torrente sanguíneo, pero por alguna razón no estaba del todo mal ya que no parecía estar muy afectada. -Bien, diagnostico, infección por miasma por una criatura de la pobredumbre. Comenzó a decir Haru cogiendo un par de agujas de su maletín y colocandolas con sumo cuidado en puntos de la espalda de Sara, la cual soltó un pequeño quejido de dolor. -Tratamiento, debemos sacar el miasma poco a poco para no provocar un paro cardíaco. Esa seria la forma de tratarlo en mitad de un campo de batalla, nunca le hagas un corte. Ves, el miasma se junta con la sangre y circula al igual que una vena, primero debes quitar poco a poco el miasma y después eliminar los restos con agua bendita. No te preocupes, ya a sido tratada, lo que ves no es un miasma maligno, solo tiene el color.

Poco a poco el liquido iba recorriendo la espalda de Sara, mientras Haru lo iba quitando con un poco de algodón. -Vale Charlotte, coge una de esas granadas, ábrela y vierte el contenido cerca del miasma, intenta que no caiga al suelo ni tampoco pulsar el circuito que la hará detonar.

---Es interesante sin duda....- digo con voz helada, comenzaba a sentirme molesto por todo lo que estaba pasando ¿que se habia creido este tio? Primero venia con lo de Folen, y luego me "amenazaba" de dsitintas maneras, tenia una dignidad y iba a consentir que siguiera pisoteandomela así que esperé con cierta paciencia hasta que se centrase en la chica- Bueno, tengo cosas más importantes que hacer que estar aqui de pie dandoos la espalda, me marcho- digo mientras avanzo hasta la puerta y la abro- Me voy a buscar a Folen, nos vemos Charlotte- y tras esto cierro la puerta

---- Pedazo de imbecil...- pienso mientras comienzo a caminar sentia que tenia que descargar toda la rabia que tenia contra aquel individuo de alguna manera o sino reventaria.... mientras trato de serenarme comienzo a buscar a Folen.

Claro, iré a coger mi libro dijo y se fue hacia su cuarto. Al volver llevaba unas paginas grapadas y un bolígrafo, además de llevar puestas unas gafas que la hacían un poco más sofisticada. 

Querrás venir? Le preguntó a Sora con una sonrisa algo tímida, seguía con el miedo en los huesos por obvias razones, cualquier persona por mas fuerte que fuese le habría dejado sorprendida lo que había visto.

Sora miro como Audrey bajaba de su habitación antes de mirar a Yûka con curiosidad, extrañándose de que la hablara después de lo que había visto, pero al no encontrar ningún motivo para negarse, tomo entre sus brazos a ambos peluches que no tardaron en empezar a golpearse con aquella forma tan mona. -Iré con...vosotras....el aire me....ira bien. Aquí hay....demasiada oscuridad..... Dijo Sora con un balbuceo de voz mientras pasaba por vuestro lado dispuesta a salir hacia el jardín.

Charlotte alzó el rostro para ver cómo se alejaba Ryutaro de la escena, aunque se encontraba algo apenada por la situación. A pesar de ello, debía recordar que su labor como Doctor podría implicar que se vería sujeta a este tipo de situaciones.

Vio cómo el líquido salía con algo de temor en sus ojos, ya que no esperaba que fuera algo asó, pero trató de reaccionar de la mejor manera posible, pues debía acostumbrarse. Al escuchar las instrucciones de su senpai, tomó la granada y la desarmó con mucha delicadeza. Sentía temor por ir a causar un impacto más grave pero afortunadamente, el detonador no fue activado.

Se acercó a la chica con cuidado y vertió el agua bendita en la comisura de la herida, esperando que ese fuera el lugar indicado. No sabía cómo lo sentiría la pobre chica pero sabía que si lo hacía mal, podría ser un problema, así que fue extremadamente cuidadosa. Entonces, miró a Haru en espera de instrucciones. Al menos creía haberlo hecho bien.

- Seguro que sí. Sobre todo antes de una clase nocturna. Tenemos que aprovechar los momentos de paz - dijo Audrey mientras acariciaba a Inu. 

Audrey fue al armario de la cocina, llenó el bolso con snacks para gatos marca "Neko Paradise", porque a la remilgada de Inu no parecían gustarle otros, un botellín de agua y metió también el libro de salmos que casi siempre dejaba olvidado en la cocina. Esta vez, no era excepción. 

Hecho esto, comprobó que tenía todo lo que podía echar en falta, y dejó pasar a Yuka antes de salir. 

Yûka se acercó a Audrey y le sonrió con amabilidad mientras se encaminaba a sentarse en alguna sombra que le pareciese cómoda. Cuando vio el lugar oportuno, se sentó en el suelo y se puso en la falda sus paginas con el título de " Robahuesos", que abrió mas o menos por la mitad, con una pagina escrita y la otra vacía. Cogió su bolígrafo y apoyó su mano en la página en blanco, pero antes de empezar miró a sus compañeras Mas o menos a que hora son las clases nocturnas? Les preguntó, si empezaban demasiado temprano no sabía si tendría mucho tiempo para escribir.

Audrey se encoje de hombros. 

- Normalmente, el horario es muy dinámico. Las clases nocturnas son especiales y no salen en el programa. Por lo general, son las más duras y aquellas en las que nos enfrentamos a los retos de exorcista de forma práctica. 

Pasa la página del libro de salmos. 

- Pero tranquila, no creo que pase nada. 

Ya me habías asustado dijo en tono irónico mientras mirába su libro. Era una de sus primeras clases nocturnas, por lo que estaba emocionada.

¿Tu también vendrás no?Le preguntó a Sora mirándola a ella y, a la vez, a sus "peluches". Seguía sin poder evitar que un escalofría le recorriese la columna al mirarlos.
 

La noche a había llegado, mas bien el atardecer, el sol estaba apunto de caer en el horizonte y tal como os habían pedido, debíais ir junto con Shura justo en la plaza de la academia. Todos sabíais por que estabais en aquel lugar, vuestras historias eran el ancla que os había hecho entrar en esta academia creada por Mephisto Pheles. No habíais tenido el entrenamiento previo que los demás han tenido, pero aun así, el profesor Yukio Okumura se había encargado de que supierais lo básico para sobrevivir. Aquello era lo único a lo que podíais aferraros.

Shura se encontraba tranquilamente sentada encima de la fuente, por supuesto en la parte que no mojaba, a sus pies estaba Kuro, el gato del profesor, atado como si fuera un caballo a una carreta con varias mochilas de aspecto pesado encima, como podía ser que aquel gato pudiera con ese peso?

-Ya era hora no creéis? Pregunto sin moverse Shura. -Vale que seáis nuevos pero para la próxima a ver si sois mas puntuales, me aburro bastante y tengo ganas de empezar la “fiesta”. En la mano Shura llevaba una bolsa llena de botellas de cristal, no podíais saber de que exactamente pero os lo podíais imaginar. -A ver si el resto viene pronto y nos ponemos de camino, que aun quedan cosas que hacer y el sol se esta poniendo. Paso de hacer las cosas por la noche, os quedareis durmiendo en el suelo raso.