Partida Rol por web

Expedición a la Tierra Hueca

5. ¡NAZIS! ¡LOS ODIO!

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19/03/2022, 14:31
Wolfram Wartenburg

Estuviste hablando durante más tiempo del que te pareció. Si no le hablaste de tus terrores nocturnos cuando tenías cinco años fue porque no te dio pie a ello, porque le hubieras dicho hasta el nombre de la chica que te gustaba en el colegio. Así que en cuanto empezaste a hablar, lo soltaste todo: vuestras aventuras en El Cairo, lo que ocurrió en la Aurora, cómo llegasteis aquí... etc, etc, etc.

El Coronel pareció satisfecho cuando dejaste de hablar.

-Es toda una historia, doktor. Le aseguro que le agradezco que por fin haya confiado en nosotros. Ahora, ya puede comer algo y descansar, porque se lo ha ganado.

Le hizo una señal a uno de sus hombres para que se encargase de ti.

-Mis hombres le llevarán a una tienda en donde podrá descansar, comer lo que necesite y por supuesto, sentirse como en su propia casa.

Efectivamente, el soldado alemán, que vendría a medir dos metros y era tan ancho como un árbol de mil años, te condujo a una tienda en donde había fruta, verdura, un cuenco con agua y un plato con carne. El interior era bastante más espacioso de lo que imaginabas, por lo que se sentía verdaderamente acogedor.

También había un camastro que parecía estar esperando a que te echaras en él.

Antes de que pudieras pensar lo que harías primero, una joven apareció en el umbral de la puerta.

-Soy la doctora Schneider. Desvístase para que le haga la cura -te dijo, sin saludarte si quiera, dejando un maletín en el suelo y empezando a sacar vendas, desinfectante y también una jeringuilla.

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19/03/2022, 18:58
DIRECTORA

Frío y mojado.

Eso era lo que sentíais a vuestro alrededor, antes de abrir los ojos y de entender dónde estabais y lo que había sucedido. En cuanto vuestros párpados se levantaron y la luz entró a través de vuestras pupilas, visteis que os encontrabais en la orilla del río, en alguna parte del mismo, echados sobre la tierra mojada, con parte de vuestro cuerpo sumergido y el resto, medio cubierto por fango.

Uno detrás de otro empezasteis a moveros, girando para intentar arrastraros fuera del agua y poneros en pie, mientras intentabais fijar la vista en cuanto os rodeaba. 

Marion, Sarah, Harry... estabais prácticamente juntos, pero no había ni rastro de Rick ni tampoco de Colton, Bob o Martha. Ellos quizás estuviesen cerca, pero no exactamente en aquel mismo lugar. La mochila con el cráneo había desaparecido, por lo que Bob debía estar donde se encontrase él, y Colton, donde estuviesen Rick y la petaca. También habíais perdido el material médico.

Ahora estabais solo vosotros.

Mientras recuperabais algo de vuestra entereza y buscabais por los alrededores por si Rick estaba cerca, lo llamabais esperando que respondiese y Sarah rezaba por no haber perdido también al hombre a quien amaba, varias figuras aparecieron de entre los arbustos.

Tres Soldados alemanes.

Sus ojos destilaban odio pero sus labios estaban curvados en sendas sonrisas de satisfacción.

Violentamente, movieron sus armas para señalaros que os pusieseis en pie, sin dejar de apuntaros en todo momento, y después, hicieron una especie de pasillo para que pasarais delante.

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19/03/2022, 19:11
DIRECTORA

Había una lata de café instantáneo, pero no azúcar. Claro que tampoco teníais tazas ni nada que se le pareciese, así que si queríais tomarlo, tendríais que buscar la manera de hacerlo.

Pero al menos pudisteis descansar, lo cual fue justo lo que necesitabais.

El sol o lo que fuera, continuaba iluminando la tierra hueca, sin que hubiese atisbo alguno de que desapareciese, ni tampoco había rastro alguno de Nikolai o de cualquiera de los otros. Simplemente, parecían haberse desvanecido.

Estabais solos y la única prueba que habíais encontrado de que alguien había estado allí era el avión en el que os habíais ocultado del T-Rex. Pero aparte de eso, nada hacía pensar que más gente blanca estuviese en aquel lugar y los indígenas de los que había hablado Astrid no parecían encontrarse por allí.

Teníais que pensar en un plan de acción o encontrar un lugar en el que resguardaros de manera definitiva, porque allí continuabais estando expuestos.

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20/03/2022, 02:17
Mayor McDuncan

Me daba miedo el salto. Me daba miedo perder la vida en él o peor aún, perder a Rick también. Pero la acción de Bennet, que no atendiese a mis súplicas, me llevó a recordarle a Rick que le amaba antes de dejarme caer al vacío. Mi mano permaneció aferrada a la de mi amado hasta que tocamos el agua y me hundí como el plomo.

No era capaz de nadar en condiciones. Estaba exhausta, dolorida por dentro y por fuera. Llegué a pensar que quizás sería todo mejor así, se acabaría el sufrimiento injusto que había mantenido oculto tantos años y que, ahora que podría ser feliz, había sido quebrado por mí misma cayendo en los brazos de alguien que ahora mismo ya no sabía quien era. Solo lo que sentía por él y el dolor de su pérdida al ir en busca de "su tribu", solo para darnos tiempo y huir.

No era un suicida, su ego le impediría hacer jamás eso... pero nunca sabría porque lo hizo. Y con esos pensamientos sentía como cada vez me faltaba más aire, pero el instinto de supervivencia es más fuerte que nada y mis piernas comenzaron a moverse con fuerza y al salir di una fuerte bocanada de aire.

Lo primero que hice fue buscar a Rick con la mirada y tratar de nadar hasta él, pero no tenía fuerzas y el río me consumía las pocas que me quedaban. Así que, junto a Harry, fui la primera en rendirme y dejar que el agua me arrastrase corriente abajo. Y luego no sé que pasó, quizás es que no pude más, mi cuerpo se rindió y perdí el conocimiento en aquellas extrañas aguas.

Desperté cansada y dolorida, notaba el agua cubriendo parte de mi cuerpo y otra parte seca y sucia. Pero estaba viva. Alcé despacio la cabeza, acostumbrándome a la luz de aquel sol eterno en el centro del cielo de roca y vi a Harry y a Marion despertando no muy lejos de mí... pero ni rastro de Rick.

Tragué saliva asustada y comencé a salir del agua reptando como un animal, ayudada por un palo me puse en pie y le llamé,  no solo a él, sino a Colton y a Bob también. Pero no había nadie y miré a Harry, no tenía las mochilas y mi maletín médico tampoco estaba cerca. - Creo que... estamos los tres solos. - Dije dolida sin poderme creer que en el mismo día perdiese a los dos hombres más importantes de mi vida dos veces... uno sin duda estaría muerto, pero Rick... él no... él debía vivir o yo moriría también.

Yo no podía más, pero no iba a rendirme. No podía perderle, no a él. Si Bennet me dolió tanto y solo le quería, no quería ni pensar en la agonía de perder al hombre que amaba. Y mientras le llamaba rezaba porque apareciese vivo, no en forma de fantasma. Eso me terminaría de hundir.

Por los gestos de Harry, sabía que las quemaduras le dolían. Me dolía a mí todo el costado y el brazo, él no estaba mejor que yo. - ¿Por qué no descansáis un poco a la sobra y os quitáis esa mugre? Cuando no pueda más me reuniré con vosotros. - Les dije a amabos y en ese momento unos matorrales se movieron. - ¿Rick? Dime que eres tú mi vida... - Dije depositando mi esperanza en ello, pero no... eran tres nazis, armados hasta los dientes que nos habían dado caza sin darnos ni cuenta.

Sus miradas no me gustaron nada, pero menos aún sus sonrisas. Por mi aspecto no hubiesen sabido que era militar salvo por una cosa, mis dog tags. Las placas militares que nos daban nada más inscribirnos. En ellas figuraban datos básicos, así como nuestro número de alistamiento o a quienes contactar en caso de fallecimiento. Hubo un tiempo en el cual el mayor Coverley figuraba en ellas, pero tras su fallecimiento, el general Cornelius, insistió en que le pusiera a él en su lugar.

Esperaba que la capa de barro de mi cuerpo las dejase cubiertas y no las viesen y cuando vi el pasillo supe lo que querían decir. Miré a Harry y a Marion. - En nuestro estado solo podemos ir con ellos. - Dije en tono derrotista.

Y con medio cuerpo amoratado, ayudada por aquel retorcido palo, crucé por delante de los soldados alemanes, dejándoles que nos guiasen a su base, sin duda el submarino del que Bennet nos habló. - Rick... Aloyssius... - Quería llorar, liberar todo aquel dolor que empezaba a crecer y crecer en mí, pero no podía. Debía demostrar entereza. Al pasar junto a ellos no pude evitar preguntar. - ¿Han visto a Rick? Mi perro. Rick. Guau,guau. - Les dije por si no me entendían y ya teníamos excusa para llamar a Rick por la zona... porque esperaba que Harry y Marion hubiesen pillado la indirecta.

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20/03/2022, 03:22
Sgto. Harry Blackhorn

El salto no me fue tan bien como esperaba, de hecho me mareé en la caída y me solté de Marion. El chapuzón hizo que me espabilase de golpe y empecé a nadar tratando de subir, pero había caído justo en el punto donde la cascada dejaba caer el agua, así que estaba haciendo el idiota. Al menos me di cuenta y al final pude salir por mi propio pie y esfuerzo, eso sí, tragando agua para no ahogarme.

En mi estado nadar se me hacía imposible con la fuerza de la corriente y Sarah lo estaba pasando igual que yo de mal. De hecho ni Rick ni Marion podían contra el río, así que nos dejamos llevar y arrastrar por la corriente. Era lo más sensato, puesto que así no malgastábamos energías. Lo único que procuraba era mantenerme cerca de Marion siempre que  podía.

Pero el tiempo pasaba y no podíamos ir a la orilla y con el tiempo la medicación iba dejando su efecto de lado y, ¿sabéis eso que dicen que el dolor consigue que te desmayes? Pues es cierto. Fui a dar una brazada con mi brazo quemado y... fundido en negro.

Desperté con las dos mujeres en la orilla del río. Parte de mi cuerpo estaba empapado en el agua, otra parte ya se había secado mientras que lo demás era un barrizal. - ¿Estáis bien? - Fue lo primero que pregunté. Sabía que Mac no lo estaría después de lo de Bennet, pero ahora importaba el presente y ese presente nos dio una buena bofetada, sobre todo a la doctora pues Rick no estaba con nosotros...

Ni Rick, ni Colton, ni Bob ni mi madre... - ¿Pero qué...? - Dije al moverme y no sentir la mochila, ninguna mochila conmigo. Ya no había que buscar solo a Rick, sino la mochila con Bob, aunque él podía dar conmigo y enseñarme donde estaba... pero si no lo había hecho es que no estaba cerca.

Vi a Mac levantarse con una fuerza de voluntad tremenda y empezar a buscar a Jester. Con razón le dijo a Bennet que ella nadaría por los dos. Los tenía bien puestos. Y aquello me hizo recordar la funesta frase de Marion, que por fortuna Mac no debió escuchar y me acerqué a ella para ayudarle a levantarse y de paso darle un consejo. - Princesa... tengo que decirte algo que quizás no te guste escuchar... es sobre Mac y tu comentario sobre Bennet. Si no quieres discutir con ella, no te metas en sus asuntos privados y lo que ella haga o hiciese con ese hombre y si le quería dejar ir a una muerte segura o tratar de sobrevivir ambos en el agua, es su elección, no la nuestra. El único que puede meterse ahí es Jester y viste que no lo hizo, simplemente hizo lo que debía: estar a su lado cuando ella le reclamó. Todas las discursiones con ella han venido porque se han metido donde no debían, han criticado sus formas y al final ha resultado que ella ha tenido razón... no siempre, pero si ha tenido más aciertos que los demás. Ahora sin Jester y sin Bennet, Mac será una bomba de relojería... sé que lo haces con buena intención pero esta vez, procura no meterte, que sea ella la que acuda a ti o a mí. ¿Vale?

Y quise besarla pero notaba el barro en la cara y tuve que dejarlo por el momento y empezar a buscar a Jester y cuando escuché a Sarah hablar, creí que Rick había aparecido, pero no... eran tres malditos nazis. ¿Cómo habíamos llegado hasta su territorio? Por el río, claro... - Sí, no nos queda otra. - Le dije a Mac cuando se rindió de aquella manera  y le tendí la mano a Marion y caminé con ella entre los soldados.

El cabestrillo se había perdido en el río, junto al pobre equipo que llevábamos, así que no sabía si estábamos de suerte por dar con ellos o si todo acabaría en unas horas. Quizás para Mac durase más si descubrían que era militar y con rango de mayor. Pero dos civiles no les servirían de mucho...

Su comentario sobre que Rick era un perro, fue un buen farol. Esperaba que se lo creyesen. Cuantos menos supiesen mejor... el problema era que no sabíamos si también había muerto en el río y ella no tardaría en derrumbarse.

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20/03/2022, 13:20
Gareth Jenkins

Como el sol no se movía, era difícil saber cuánto tiempo había dormido, pero aquel descanso me había sentado genial, física y mentalmente. Con la mente mas descansada tuve la oportunidad de recapacitar sobre aquel lugar, mientras pensaba en voz alta para mí mismo donde establecer un campamento.

Deberíamos ir hacia esas montañas. Si hay dinosaurios, este lugar seguramente quedase aislado durante los grandes movimientos de las placas del mesozoico, la tierra surgida en aquella época era mayormente caliza, pero este suelo debería ser anterior si  quedó enterrado, por lo que esas montañas seguramente sean graníticas y puede que haya algún acceso no muy profundo a la capa freática. Lo que no tengo ni puñetera idea de que es ese sol, ni como llegaron aquí esos supuestos nativos.

Al dame cuenta de que estaba soltando aquella murga en voz alta, miré a mis compañeros y me encogí de hombros.

No me hagáis caso, en aquellas montañas debería haber cuevas y posiblemente alguna fuente de agua, supongo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro geología para ver si por la orografía del terreno puedo intuir donde empezar a buscar un refugio decente.

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21/03/2022, 06:11
Marion Rosenwood

Saltaron. Marion intentó seguir sus propias indicaciones y mantenerse sujetando la mano de Harry, pero lastimosamente no pudo soportar mucho tiempo así. La caída fue difícil y aterrizaron en el agua. Mientras se hundían, Marion forcejeó fuertemente para salir a flote. Se sintió aliviada de que fuera así, y más al ver bien a Harry, pero las corrientes eran inclementes y ahora debían luchar contra su poder así como estaban, heridos, hambrientos y cansados. Todo esto llevó a que tarde o temprano sucumbieran y fueran arrastrados por la corriente. Lo único que les quedaba era rogar por sobrevivir.

Marion despertó poco a poco y vio que tanto Sarah como Harry estaban junto a ella, pero Rick no. Por un momento, miró a la Mayor y se preguntó cómo estaría. Se sentía mal por ella, pero una parte de sí recordaba cómo el teniente la miraba cuando hacía todo eso ignorando su sentir, así que se preguntó si era una especie de karma. Le sonrió a Harry, mas cuando este se acercó para ayudarla a levantarse y le dijo esto, el rostro de la impetuosa mujer se tornó en una expresión amarga. Ya era como una obsesión, ¿no?

- Antes era gracioso, ya comienzo a pensar que te unirás a su harem - y le ayudó a levantarse, pero sin quitarse la molestia; y habló con discreción solo para Harry -. Es una buena persona, pero no es una santa. No le diré nada, pero no esperes que alabe todo lo que haga. Abandoné la religión hace ya un tiempo. Además, perdimos la oportunidad de reunirnos por culpa de su obsesión con Bennet y Astrid. Te salvó y se lo agradezco, pero no se deja ayudar, ni aconsejar. Así que mejor deja de mencionar lo perfecta que es que empieza a molestarme - refiriéndose con esto a endiosar a alguien. Era importante ver siempre lo bueno y lo malo en aras a mejorar, o al menos eso creía ella.

Empezaron a caminar buscando a Rick y a los tres fantasmas, pero en su lugar se toparon con un grupo de indeseables nazis. Lo del perro era astuto, así que le siguió el juego como mejor pudo, haciendo movimientos de buscarlo. Tomó la mano que Harry le tendió a regañadientes, pues sabía que había prioridades, y caminó entre la corte que les hacían.

Si conocían a ese hombre, esto se irá a la mierda.

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21/03/2022, 07:49
Sgto. Harry Blackhorn

- Princesa, no la idolatro. Solo digo lo que veo. La misión, el día de la reunión, dejaron claro que era nuestra, de los civiles, bueno, vuestra pues yo me había colado y que los militares estaban allí porque tenían que estar, seguro que algún general no quería perderse nada si esto era verdad y por eso los mandó. Pero, ¿qué pasó? Que nadie tomó las riendas de nada, la mayor se tuvo que hacer cargo y creo que es evidente que los militares solo se dejan aconsejar por quienes confían. Lo sé porque yo fui militar también durante la guerra mundial. Me quedé en reserva con el rango de sargento después de lo que vi y viví.

» Ahora que sabes lo de mi don, no era agradable ver a tu unidad caer por una bomba e instantes después a sus espíritus, preguntándose que había pasado y al darse cuenta de que les veía, acudir a mí en busca de respuestas y ayuda. Por supuesto que no se la negué nunca y todos fueron al otro lado... pero no era solo mi unidad... eran los demás también... Lo siento, me he ido por las ramas. Lo que quiero decir es que a Mac le han dado una responsabilidad que no es suya, porque se la habían dado a los civiles y luego se han dedicado a criticarla y discutir con ella por sus decisiones o su forma de ser. Mi princesa, hay que diferenciar su vida privada de la misión y hay líneas que si no hay confianza con ella o con cualquier otro, no se pueden cruzar. ¿Te gustaría a ti que ahora se metiese por medio y dijese que me merezco algo mejor que tú o que tú te mereces algo mejor que yo? ¿A que no? - La miré con ternura.

- Pues eso es lo que defiendo de ella, que se la deje respirar simplemente. Ahora no podemos atosigarla con nada, no quiero ni imaginarme como está por dentro. Si con Bennet se puso así, sin Rick, sin saber si vive o no... y no, yo no voy a formar parte de su harem. Reconozco que me llamó la atención más ella que tú en la reunión. Entraste tan altiva, tan creída, tan diva* que a pesar de tu belleza miré a Mac... pero Bob me avisó de que ella y el teniente estaban juntos y luego te fui conociendo y la imagen que me diste cambió por completo. - Le expliqué con calma, creía que debía saberlo. Se merecía saberlo.

- Y sí, no es una santa, pero yo no soy quien para criticar y juzgar lo que hace y con quien lo hace y menos aún para meterme de por medio. Quizás tantos años como detective, tantos años viendo infidelidades con intenciones más allá del sexo, como el dinero o el poder... incluso el asesinato, hacen que lo de Mac no sea nada. Además, si es cierto eso de que está casada, ya estaría cometiendo adulterio con Jester. Solo quiero que os lleveis bien, mi princesa. Y si sé que lo que la molesta es que se entrometan en su vida privada, prefiero pedirte de buena fe que no lo hagas, porque ahora descargará todo su dolor contra quien pueda y sin mirar a quien y estamos solos los tres. Debemos hacer un esfuerzo.

» En cuanto a lo de no querer buscar a Bennet, lo comprendo... yo no podía decir nada, pero tampoco es que estuviese en condiciones de hablar, pero pudiste marcharte con Astrid. No te hubiese culpado por ello. Pero ella no estaba en condiciones de volver hacia atrás, creo que has visto su derrame por medio cuerpo, el dolor que ha tenido que soportar llevándome y se ha callado, la fatiga que se ve reflejada en sus ojos. Por lo poco que oí, había que cruzar de nuevo todo sin sombra o avanzar y buscarla y un sitio donde descansar seguro y a parte de Bennet, ella eligió llevarme a donde debía, a la sombra para no aumentar la intensidad de mis quemaduras por la exposición al sol. Creo que eso fue lo que tuvo en la cabeza... pero mira, eso puedes preguntárselo. No es su vida privada, sino porqué tomó un camino y no otro. Que estuviese colocado con la morfina no quería decir que no me diese cuenta de algunas cosas. - Y la sonreí con mi cara llena de barro. - Siento el disgusto, pero es a ti a quien quiero. - Le dije por primera vez... y en ese momento salieron los nazis y se acabó la conversación.

Notas de juego

*Así entró Marion en la reunión y, efectivamente, tiró a Harry para atrás del tirón y mi juego iba a ser estar a tortas con Rick por Sarah, hasta que la primera jugadora dejó al PJ tirado y lo reengancharon y fueron suavizándolo.

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22/03/2022, 10:30
Astrid Strindberg

Al principio creí que me costaría dormir, por los bichos y el temor a que una enorme bestia carnívora apareciera en plena noche para devorarnos, pero en cuanto me hube secado con la manta que me ofreció Jenkins y me envolví en la chaqueta de Corvin, cerré los ojos y caí redonda. Ni siquiera tuve fuerzas para actualizar mi diario antes de que el profundo sueño se me llevara.

Y el reposo resultó realmente reparador. Hacía mucho tiempo que no me había sentido tan agotada, y esas horas de sueño tras un día tan duro me devolvieron las energías necesarias para seguir adelante.

Escuché la propuesta de Jenkins con atención. En aquel lugar, lo más sensato era deferir a sus conocimientos sobre geología, y también a los de Corvin sobre supervivencia al aire libre. Ambos habían demostrado ser muy competentes en sus respectivos campos, y yo no tenía mucho que aportar al respecto. 

-Me parece buena idea. Además, desde una cierta altura tendremos una buena vista del terreno que nos rodea. Quizá podamos sacar más información sobre el lugar en el que nos encontramos. Si avistáramos campamentos o poblados, podríamos plantearnos si acercarnos a ellos o no. 

Me froté la barbilla, pensativa.

-Pero... quizá llevarle cuesta arriba por las montañas, Corvin, sea un problema. Ya ha sido difícil por terreno llano, por toda la vegetación y el suelo desigual. Yo lo intentaré con todas mis fuerzas, pero no sé si voy a poder. 

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22/03/2022, 12:08
Alex Corvin

- Sí, estoy de acuerdo. Las montañas son nuestra mejor opción. - comento afirmando lo que comenta Jenkins - Además Jenkins voy a necesitar de tu pericia con la geología para que localices un mineral. Creo que nos vendría bien tener alumbre. No tenemos la medicina moderna de la Mayor, pero podremos tirar con la que nos dé la naturaleza. Aunque prefería tener los conocimientos botánicos de Nikolai... - hago una pausa - Habrá que dejarle un mensaje de que nos dirigimos allí.

El alumbre lo usaban los indios para tratar las heridas, y puede que me venga bien para la pierna. Ayudaba a cicatrizar bien las heridas y necesito recuperarme cuanto antes. Sea como sea, tengo que recuperarme

- Intentaré caminar en los tramos más difíciles, no os preocupéis. El descanso también me ha sentado bien, y ahora a ver si podemos comer algo antes de partir.

Me dirijo a ver si la nasa primitiva que preparé ayer tiene algo de comida en su interior. Los peces de agua dulce son todos comestibles en la tierra así que si hay suerte podremos encontrar un pez o algo que llevarnos a la boca y guardar las provisiones para los momentos de escasez.  

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22/03/2022, 18:57
DIRECTORA

Sarah no estaba desnuda, pero tampoco demasiado vestida. Era evidente que hacía mucho tiempo que no veían una mujer con aquel aspecto y teniendo ellos las armas, era también obvio lo que se les estaría pasando por la cabeza. Pero en esos momentos, no parecían más que estar haciendo eso, pensando, porque sus armas y los movimientos que efectuaban con ellas indicaban que debían comenzar a caminar.

Cuando Sarah pasó por su lado e imitó el ladrido, los alemanes se echaron a reír señalándola, y después efectuaron unos movimientos claramente obscenos sobre lo que le harían. Se echaron a reír y uno de ellos sobó completamente los pechos de Sarah, como si estuviese registrándola, además de llevar su mano por debajo de su ropa interior, hasta que uno de ellos le dio un empujón y pareció recriminárselo.

Tras unos momentos de una breve discusión, se pusieron serios y os "invitaron" a que siguieseis caminando.

No tuvisteis que andar demasiado porque unos minutos más tarde, llegasteis a lo que parecía ser un campamento improvisado, con tiendas militares y soldados, y al fondo, algo más lejos, el submarino alemán, anclado en la costa.

Al aparecer, muchos de los soldados que había allí, una veintena aproximadamente, empezaron a hablar entre ellos y alguno que otro, a silbar a la Mayor, hasta que alguien salió de una de las tiendas y todos se pusieron firmes. Era, por supuesto, un oficial.

-Ah, aquí tenemos al resto del equipo. Sean bienvenidos. Usted debe ser... la Mayor McDuncan, ¿no es así? -dijo, esperando con las manos a la espalda a que llegaseis hasta donde estaba él -. Me parece que han tenido un viaje algo movido. Lo lamento por ustedes. Si le hubiesen dejado al Tercer Reich todo esto, ustedes estarían ahora mismo descansando en su propio país... por el momento, claro. Ah, pero qué descuido por mi parte. Permítanme presentarme. Soy el Coronel Wolfram Wartenburg, para servirles.

El Coronel dio un buen taconazo con sus botas e hizo una ligera reverencia. 

-Claro que... me parece que faltan algunos de ustedes, ¿no? Por lo que tenía entendido... cuatro más. Supongo que ya llegarán. Sin movernos ya han venido a nosotros cuatro de ustedes -dijo, encogiéndose de hombros.

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22/03/2022, 19:24
Capitán Bennett

Jenkins había visto muchas montañas y muchas rocas como para no saber darse cuenta de que lo que les esperaba si querían ir hacia ellas, eran muchas horas de terribles esfuerzos. Quizás él y Astrid pudieran subir sin problemas, pero cargar con Corvin no iba a ser nada sencillo.

Por otro lado, Corvin estaba haciendo todo cuanto podía, aplicando sus conocimientos de supervivencia al máximo, para salir de aquella situación.

Con lo que no contaban era con la aparición de alguien con quien no contaban.

Bennet.

Apareció corriendo a toda velocidad, atravesando los arbustos como buenamente pudo, sudando y vestido con unas ropas indígenas estrafalarias, pero dentro de lo que cabía, bastante lujosas, aunque por su rostro y la carrera que se había dado, no era como si estuviese perfectamente bien.

-Vaya, por fin caras conocidas de nuevo. Creía que no lo contaba -dijo, deteniéndose justo al lado de Astrid y recorriéndola lascivamente con la mirada -. H-hola, pelirroja. ¿Me has echado de menos? Pues tendrás que esperarte porque tengo el capullo en carne viva gracias a esas malditas nativas. ¡Querían que las fecundara, a todas, incluso a las más viejas, y después comerme! ¡Es una locura! Menos mal que en el último momento apareció uno de esos bichos monstruosos para desperdigarlos y así poder escapar de ellos. Lo que ocurre es que ni en sueños hubiese podido regresar para encontrar a la Mayor pezones rosados, el teniente mantequilla, el detective y su novia, porque estarán ya muy lejos.

Bennet se recuperó un poco y entonces se puso en pie, mirando por primera vez a Jenkins y a Corvin.

-Oh, vaya, vaquero, parece que ha tenido mala pata. ¿Usted está bien, señor galés? Sí, supongo que lo están. Me recuerda mucho a mi abuela y no había quien consiguiese una sola queja de ella, por mucha sal que le echásemos en el plato de sopa. En fin, no sé a dónde iban, pero yo voy a ver si encuentro con vida a la Mayor. Creo... que se lo debo. Me temo que al final tengo algo de conciencia. Tendré que hablar con alguien para perderla, o follar mucho y bien cuando esto termine, pero para ambas cosas, tocará esperar. Ustedes... ¿iban a alguna parte o simplemente estaban aquí de pícnic? Por cierto, ahora qué caigo. ¿Y el ruso loco?

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22/03/2022, 21:48
Mayor McDuncan

Hombres.

Daba igual de donde fuesen.

Al final todos eran iguales. Unos babosos, rastreros que sabían que si tenían las de ganar se aprovecharían al máximo de una mujer y por desgracia no necesitaban mucho para eso, puesto que las mujeres estábamos mal vistas si sobresalíamos en algo y yo era el mejor ejemplo de ello. Pero aquellos soldados no veían en mí a la mayor, veían una mujer medio desnuda, alguien de quien abusar sin pudor alguno. Y cuando aquel soldado alemán comenzó a tocarme, le miré con odio y tensé mi cuerpo. No podía hacer nada para defenderme.

Me sostuve al palo que usaba de bastón para no caerme y aguanté sin queja sus sobos. Eran tres. Lo más fácil era que empezase uno, luego el otro y después el último mientras que iban controlando a Harry y Marion. Pero yo ya sabía lo que era una violación tras otra y hacía tiempo que descubrí como conseguir que no me doliese. Más en ese momento me daba todo igual. Bennet muerto, Rick desaparecido, quizás muerto también... y yo sin fuerzas ni para decir un simple no. Así pues me importaba todo tan poco que al final miré hacia otro lado sintiendo como aquel hombre metía sus manazas debajo de mi ropa.

Y cuando creí que iba a ir la cosa a más, fue otro soldado quien le recriminó su actitud y tras una breve discursión, retomamos la marcha.

Me costaba andar, me pesaba el acto de locura de Aloyssius y me consumía no saber nada de Rick. Y cuando la situación no podía ser más desesperante para mí, nos encontramos en el campamento nazi, con al menos dos docenas de soldados que no tardaron en demostrar que me habían visto. Aquello no era bueno para nada para mí y volvía a tener aquella necesidad de quitarme del medio.

En nuestro estado, tardaríamos días en recuperarnos, no podríamos hacer frente a tantos soldados y ni Rick podría rescatarnos si aún vivía. No esperaba nada bueno de aquel lugar ni de aquella gente. Seguramente acabaría siendo torturada, violada y ejecutada cuando se cansasen de mí.

Y de golpe el silencio rompió todo al salir una figura de una de las tiendas. No tardó en identificarme a pesar de que no es que llevase ni medio uniforme puesto y menos aún mis galones. Al menos no había llevado a aquella misión los que me regaló Coverley cuando me ascendieron a mayor, los primeros que le dieron a él y guardaba como un tesoro. Pero eso ya daba igual, la mirada de aquel hombre me decía que no volvería a casa.

Ninguno lo haríamos.

Y para mi sorpresa se mostró más civilizado que sus propios hombres. - Así es. Soy la mayor McDuncan. - Le respondí al hombre que viendo sus galones identifiqué como coronel y le dejé hablar. - Créame si le digo que yo también hubiese preferido quedarme en mi país, pero alguien decidió que era la persona indicada para venir a esta... locura. De hecho ni creí que fuese real... hasta que aparecimos aquí.

Cuando dijo que habíamos llegado sin movernos cuatro de nosotros quise saltar de alegría. Rick debía estar allí, pero me contuve al tiempo que mi corazón se aceleraba con violencia en mi pecho, deseando verle y abrazarle de nuevo.

- Dele las gracias al río, que quiso traernos hasta aquí, coronel. La verdad es que hasta me alegro de que nos hayan encontrado. Como ve estamos heridos y fatigados. Ya que somos sus prisioneros y que es evidente que no vamos a escapar, puesto que yo no puedo dar ni un paso más, me gustaría que nos pudiésemos reunir con nuestro cuarto hombre y si es posible, recibir algo de material médico. Supongo que si sabe quien soy, sabrá también que estoy doctorada en medicina. No le pediré mucho, agua y jabón, crema para sus quemaduras, analgésico para el dolor y unas vendas para mi torso y mi brazo. Lo justo para estar bien, pero sin opciones de huir, puesto que yo no usaré el analgésico y él necesitará mucho más para no tener dolores. - Y esta vez la que se encogió de hombros fui yo.

- Ni tendrá que atarnos porque no tendremos ni fuerzas ni ganas de huir y no somos tan idiotas como para intentarlo con tantos hombres armados. No daríamos ni dos pasos cuando acabásemos muertos. - No pedí ni agua ni comida, puesto que eso se les daba siempre a los prisioneros. De hecho el tratamiento médico también, pero estaba hablando de alemanes y quizás esa parte se les olvidase. Y prefería estar dolorida y sin ataduras que atada y sin dolor, aunque Harry lo pasaría peor. - ¿Qué me dice? Me gustaría ver el estado del miembro de mi equipo que está aquí con ustedes y créame que poder descansar de una maldita vez, coronel.

Estaba deseando ver a Rick y abrazarme a él con fuerza y cuando terminase de curar a Harry, simplemente dormirme junto a mi amado hasta que aquellos nazis decidiesen que había descansado bastante y que era hora de divertirse conmigo. Ni le pedí una triste camisa o algo con lo que cubrirme, mis prioridades volvían a ser Harry y esta vez Rick, porque sabía que Aloyssius se había sacrificado por nosotros... o por mí... - ¿Aquel idiota me quería y...? - Preferí no darle vueltas a eso, sino en ver a Rick y calmarme por fin, pero antes tendría que lidiar con aquel coronel y la diplomacia no era lo mío. Era doctora, lo demás venía con el doctorado y la vida militar.

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23/03/2022, 03:49
Marion Rosenwood

Marion aún se mostraba incómoda por la conversación interminable sobre la Mayor, pero lo dejó hablar. Suspiró y dijo - El problema es que su "privacidad" casi hace que nos empalen. Su obsesión es insana. Yo entiendo que no haya ido con Astrid porque sabía que la estaba pasando mal, pero por más que le insistí, no se dejó ayudar. Ella hizo que sus heridas empeoraran. Me ofrecí a llevarte y se negó. Y eso la puso peor. Si va a cargar todo el peso del mundo sobre sus hombros, es su decisión, pero no culpar a los demás por ello. Y no fue solo que le dijera no a Astrid, sino que por la forma en que le habló hizo que a Astrid no le quedaran ganas de volver. Ella la trata como si Bennet fuera el santo y ella el demonio, y ahora estamos quién sabe a cuántos kilómetros de los demás. Si ser militar implica no aceptar que se ha equivocado, entonces debería ser Coronel ahora. Y ya te dije, no le diré nada más, pero no esperes que esté muy de acuerdo - y mostró su molestia, aunque no pudo evitar el rubor de sus mejillas cuando le dijo que la quería. Estuvo por responderle, pero en ese momento se unieron los nazis a la fiesta.

A pesar de no estar diciendo una palabra, les indicaron que caminaran y muchos tocaron a Sarah descaradamente. Eso no podía gustarle ni siquiera a ella, ¿no? Por supuesto que no. El cómo la tocaban encendía una llama de ira que le provocaba golpearles para dejarles viendo a su Reich en sueños, pero no debía. Sabía que cualquier movimiento era su fin, por lo que se mantuvo al margen ayudando a Harry de ser necesario.

Por fin apareció quien estaba a cargo e identificó a la Mayor directamente. Eso era inesperado, pero comprensible. Claro que mencionar que habían llegado a cuatro solo daba a entender que era probable que Rick estuviera allí, por lo que podrían encontrarse pronto... aunque en las peores circunstancias posibles. Hasta era mejor encontrarse con dinosaurios... El campamento era improvisado, pero miró el submarino y sintió un enojo bastante visceral.

¡Malditos nazis! ¡No tienen un rasguño, ni están sucios, ni hambrientos! ¡Y nosotros tuvimos que saltar de un maldito dirigible en llamas!

Cómo odiaba su situación en ese momento. Las palabras de Sarah eran bastante exigentes para la situación en la que estaban, pero si el Coronel se quedaba con la vista del cuerpo expuesto de ella, tal vez se ablandaría bastante. Marion miró al Coronel - Coronel, solo tuvo suerte. Le aseguro que los demás están en mejor resguardo y no es que nos esté buscando activamente, ¿no es así? Porque todos parecían muy listos para la corte de honor que nos hicieron - eso ayudaría a descifrar lo que buscaban -. ¿Qué ganarán con tenernos aquí? Después de todo, somos muertos para nuestro país - y aunque creía que ellos también, no lo dijo. No quería que eso interfiriera con las negociaciones de Sarah para el tratamiento.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Así entró Marion en la reunión y, efectivamente, tiró a Harry para atrás del tirón y mi juego iba a ser estar a tortas con Rick por Sarah, hasta que la primera jugadora dejó al PJ tirado y lo reengancharon y fueron suavizándolo.

Sí, yo leí la escena XD. 

Pd: Tiro Inteligencia+investigación por si eso arroja algo de valor sobre el campamento o el grupo.

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23/03/2022, 11:02
Sgto. Harry Blackhorn

- No me respondas, solo piénsalo. Si Astrid me apuntase con un arma por la espalda y me amenazase con dispararme delante tuyo, ¿que harías? - Le dije a Marion frente a sus palabras. Sabía que era su amiga y que la defendería, pero también tenía que ponerse en el sitio de los demás y ver un poco desde el otro lado las cosas. Y sin duda, con mi ejemplo, quizás entendiese a la mayor y su actitud frente a Astrid.

Cuando Mac pasó junto a los soldados, uno se propasó con ella. Me tensé y apreté la mano de Marion. Sabía que no podía hacer ni decir nada a esos hombres. Pero el problema no solo era ese, sino que seguramente le harían lo mismo a Marion y ahí si que no podría contenerme. Sabía que hablar sería un problema y cuando el soldado se sobrepasó del todo, le pararon los pies. - No me gustaría estar en su cabeza ahora mismo. - Le susurré a Marion refiriéndome a Mac.

Para mi sorpresa, al pasar no nos hicieron ni caso, solo nos apresuraron para que nos moviésemos.

Y como no, allí estaba el submarino, varios hombres armados, demasiados para nosotros y su campamento. Los silbidos y sin duda las groserías en alemán no tardaron en aparecer cuando vieron a Mac así. Si no hubiésemos perdido las mochilas, tendría una camisa puesta... ¡Maldito río!

Un hombre salió de una tienda y los soldados se comportaron como tal. Sus galones eran de rango alto, pero yo ya no recordaba cual, había pasado demasiado tiempo de aquello. El sujeto se dirigió a Mac y nos ignoró por completo al hablar. Parecía que solo tenía interés en hablar con ella, seguramente por ser militar y la de mayor rango. Los civiles no éramos nada para ellos en ese sentido, salvo que nos capturasen sin militares al lado. Así pues lo mejor era mantenerse al margen y hablar cuando se nos preguntase.

Mac pidió al coronel lo que creía justo para curarme y lo mínimo para ella. No entendía porque no pedía más. Realmente no estábamos en guerra con ellos, aunque sabíamos que íbamos a ser sus prisioneros su obligación era curar nuestras heridas si tenían un médico con ellos. Y entonces caí.

Los medicamentos estaban en alemán y Mac demostró saber ruso, pero no más idiomas, salvo imitar el italiano y el ruso... No se fiaba de lo que nos pudiesen dar y después de todo lo vivido, en cuanto se reencontrase con Rick, solo querría descansar. Con tanto nazi armado, sin duda este era el mejor lugar para ello y por lo que veía sus cartas eran claras: buscaba negociar. Eso nos daría tiempo y sacaríamos beneficios... si es que el coronel accedía.

Y nuevamente Marion tuvo que meterse en algo que quizás no le gustase a Mac, pero más aún al coronel. Ya había dejado claro que sabía que estábamos allí, pero que quería hablar con ella, pues fue a quien se dirigió. Si Marion no aprendía a mantener la boca cerrada cuando le correspondía, acabaría metida en un buen lío... de hecho ya le había jodido a Mac parte de lo que tuviese en la cabeza dando datos del resto del grupo.

Y con disimulo fui mirando a mi alrededor, si Rick estaba aquí, al menos Colton también debería estarlo. Lo que me extrañaba era que mi madre no lo estuviese, pues ella no tenía ataduras a nada... ¿Dónde estaba entonces?

- Tiradas (1)

Notas de juego

4 éxitos en observar el entorno.

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24/03/2022, 09:59
Astrid Strindberg

Se me cayó el alma a los pies cuando vimos llegar a alguien corriendo a nuestro campamento y, para mi profunda decepción, no fue Nikolai sino Bennett. El maldito y repugnante Bennett. 

Nada más llegar demostró la clase de hombre obsceno y pervertido que era, soltando toda clase de comentarios impúdicos mientras me desnudaba con la mirada el muy cerdo. 

-Bennett -dije, sin ocultar mi exasperación y mirando a mis dos compañeros como para comprobar si les generaba el mismo asco que a mí. 

¿Y ahora qué íbamos a hacer con él? Lo último que me apetecía era cargar con esa patética excusa de ser humano, y mucho menos aún despertarme alguna vez para descubrir que le tenía encima sobándome y dispuesto a abusar de mí, como había hecho con la Mayor. Claro que a ella no parecía haberle importado mucho, a juzgar por su reacción contra mí y no contra él.

-Por mi parte ya te puedes marchar por donde has venido, sucio bastardo. Aquí ya no eres capitán de nada.

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24/03/2022, 10:27
Wolfram Wartenburg

El coronel sonrió levemente ante las palabras de la Mayor, y es que cuán diferentes eran los oficiales del Tercer Reich comparados con los demás. Para él encontrarse allí era todo un honor y un orgullo y estaba dispuesto a dar su vida por el führer y todo lo que representaba. No obstante, era un soldado y hasta cierto punto, respetaba esos galones y también el significado de alguien que en teoría, ofrecía su vida por un bien mayor.

Era más que evidente que estaban heridos, cansados y en definitiva, derrotados.

-Sí, eso ya puedo verlo. No se preocupen. En estos momentos su hombre está siendo tratado por una doctora competente. Por supuesto, tendrán que considerarse nuestros prisioneros, pero supongo que eso es algo con lo que ya contaban desde su llegada a estas tierras, que les informo pertenecen por derecho propio al Tercer Reich. De hecho, su presencia es una vulneración de nuestras fronteras y la condena… Pero no hablemos ahora de eso. Sean bienvenidos y dado que efectivamente conozco quién es y sus habilidades, podrá disponer de todo cuanto necesite para atender a su gente.

El Coronel ladró unas cuantas órdenes y justo después oyó la voz de Marion, desafiante. Eso hizo que el Coronel reaccionase de manera cortante y severa.

-¡Señora Rosenwood! Este es un asunto militar en el que usted no tiene ni voz ni voto y agradezca tener a un oficial superior ganándose el respeto suficiente, porque de no estar ella en su grupo, les habría ejecutado en el acto. Pero su presencia en estas tierras es de naturaleza militar… y como militares serán tratados. Y si cree que es suerte que estemos aquí y que va a engañarme hablándome de esa manera, le sugiero que cierre la boca. Sé perfectamente cómo es su grupo y en qué estado se encuentra. Así que deje estos asuntos para aquellos que estamos entrenados para ellos.

Después Sarah le dijo que ni siquiera tendría que atarles. El coronel se tomó unos segundos para calmarse.

-No pensaba hacerlo, Mayor, porque le aseguro que tengo hombres suficientes como para impedir cualquier intento de huida. Así que considérese en su casa. Mis hombres le acompañarán a la tienda de su compañero, en donde podrán descansar.

El coronel hizo un gesto con la cabeza y varios hombres se colocaron a vuestro lado para llevaros a la tienda.

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24/03/2022, 10:36
DIRECTORA

Harry miró en todas direcciones pero no vio nada más que un montón de soldados nazis con aspecto de brutos, que parecían tener muy claro hacia dónde ir y lo que debían hacer. Daba la sensación de que estaban recogiendo o preparando material para salir en alguna clase de expedición dentro de poco.

Después de que aquel maldito coronel les diese al menos la oportunidad de descansar, siguieron a los guardias hasta una tienda cercana, y al abrirla, encontrasteis al miembro adicional que había llegado antes que vosotros.

Nikolai.

Estaba tumbado en un camastro, completamente desnudo, dejando ver una enorme herida en la espada, una especie de arañazo gigante, y por supuesto, el culo al aire, mientras una hermosa doctora alemana preparaba una inyección y también unas vendas para curarle.

Al veros, se volvió, impertérrita, hacia vosotros.

-Tendrán que esperar su turno -dijo en un más que aceptable inglés.

El ruso, por su parte, no había opuesto ninguna resistencia y en cuanto la doctora le dijo que se desnudase y tumbase, eso era precisamente lo que había hecho, sin dudarlo un solo instante, aunque la excitación ante lo que aquella mujer podía hacerle, aunque fuese en sueños, no le dejaba estarse quieto ni tampoco echado con comodidad. Había "algo" que se lo impedía.

Al oír entrar a los demás, se medio incorporó para mirar, mostrando sus atributos y por supuesto, la gran erección que tenía en esos momentos.

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24/03/2022, 12:42
Alex Corvin

Miro a Bennett, de todos los que podríamos habernos encontrado con este no contaba. Lo miré de arriba y abajo y pensé en cómo podía sernos útil. Podía cargar conmigo mientras me recuperaba aunque era capaz de despeñarme a la mínima oportunidad que tuviera. Lo que no entendía era su obsesión con el sexo, y por la forma de mirar a Astrid parece que seguía con esa idea. 

Astrid se adelanta y le dice al capitán que siga su camino. Lo veo lógico y no voy a discutir con la pelirroja. 

- Ya ve Bennett he tenido mala pata pero aún mantengo las manos rápidas... - digo mientras saco el revólver con agilidad lo apunto brevemente y lo vuelvo a guardar tras un par de trucos de vaquero. - No necesito más de momento, la pierna sanará por si sola... - miro la herida y veo que está cicatrizando rápido, o al menos más rápido de lo que creía. Aunque lo importante es que el hueso soldase bien si no tendría dolor y seguramente una cojera hasta que pudiera ver a un verdadero médico - En breve estaré más o menos recuperado. Y como bien dice la señorita, que aquí es la que manda, no creemos que sea usted bienvenido aunque podemos comentarle donde está el resto si le interesa. 

No tenía la intención de que se reuniera con el resto la verdad, pensaba en enviarlo por otro camino pero antes de decidir qué hacer me gustaría obtener información sobre cómo son los nativos de aquí.

- Pero antes de que se marche...¿Cómo son los nativos? Tengo curiosidad por qué pretendían comerle, simple curiosidad... y sobre todo ¿qué armamento tienen y cuál es su número?

Caníbales era lo que nos faltaba, aparte de los dinosaurios. Por las ropas parece que su cultura no era demasiado avanzada, pero sus armas podrían ser peligrosas o útiles si logramos conseguir alguna. 

 

 

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24/03/2022, 18:31
Gareth Jenkins

Todos parecíamos tener mas o menos claro lo que queríamos hacer a partir de aquel momento, con lo que ninguno contábamos era con lo que apareció corriendo por la jungla. Nada más ver a Bennet se me vino a la mente el pobre Murray, alguien debía haber manejado el dirigible hasta el último momento, pero estaba claro que Bennet no era el tipo de capitán que se hunde con su nave.

Por otro lado estaba casi seguro de que Astrid nos había contado la verdad, tanto en el dirigible como en la jungla y el mote que el capitán tenía para la mayor lo confirmaba, al menos en lo referente al altercado que tuvieron antes de estrellarnos.

Yo estoy bien ¿Y que tal está el señor Murray? Porque siendo el capitán seguro que fue el ultimo en abandonar la nave y sabrá si consiguió salir de la nave.

Estaba claro que en aquel grupo no iba a encontrar ninguna simpatía, cosa que me alegraba, no sabía si conseguiríamos salir de allí, pero al menos parecía que teníamos formas de pensar muy similares en muchos aspectos.

Y no se preocupe, no hace mucho que el otro grupo debió marcharse de aquí mismo, seguro que los alcanza enseguida y la doctora tiene algún remedio para un capullo irritante, digo… irritado.