Partida Rol por web

No, no era miembro de nuestra orden. Soy el último Caballero vivo que yo sepa. ¿Qué símbolo llevaba?

    -Debía de ser muy parecido al vuestro- Explicó tentada de acariciarlo.

Al entrar en la tienda de Madame Eva, Elizabeth se sintió impresionada por el tamaño de aquella mujer. Confió en que su ayuda estuviera a la misma altura y se situó junto a sus compañeros.

Sintió que la cabeza le daba vueltas allí dentro.

Mire una cosita... Cof, cof... Buenos días, y eso. Por un casual, a ver si puede aclararme una duda... ¿nos esperaba? Cof, cof... Lo pregunto porque como dijo lo de "por fin habéis llegado", suena raro. Cof, cof, cof...

    Ely no pudo evitar abrir los ojos de par en par....¡¿De verdad no le iba  a preguntar a la vidente por su padre?!

Sus ojos almendrados se iban una y otra vez a la pierna del bárbaro... ¿Y si de verdad los gusanos habían puesto huevos y se estaba transformando en otra cosa?

La muchacha se sobrepuso a los vapores de la tienda que embotaban su cabeza, regresó a la realidad y tomó la palabra: -Si señora y no ha sido fácil, porque como ya sabrá  Barovia está en un aprieto.- Por muy vidente que fuera Madame Eva, la clérigo prefirió hacerle un resumen de sus averiguaciones y peripecias en la ciudad, evitando mencionar cuánto echaba de menos sus conversaciones con Marcus.

-...Así que si estamos en lo cierto sobre Strhad, nos vendría bien esa espada...Porque una cosa es decapitar a los pobrecitos zombis que se mueven por instinto y otra meter en cintura a un todo un señor de los vampiros, en su propio castillo y protegido por sus fieles lacayos- Dijo alzando sus afiladas cejas para remarcar lo complicado que lo tenían sin su ayuda.

No, no era miembro de nuestra orden. Soy el último Caballero vivo que yo sepa. ¿Qué símbolo llevaba?

    -Debía de ser muy parecido al vuestro- Explicó tentada de acariciarlo.

- No lo sabemos, no lo hemos visto. -complemento la contestación de Ely.- Sólo sabemos que su hijo lo llamó "el Símbolo sagrado del cuervo".

Entramos en la aromatizada penumbra de la tienda donde nos espera una anciana mole que resulta ser Madame Eva, muy distinta de la enclenque y arrugada viejecita que yo esperaba encontrar.

Después de la introducción de Walt para romper el hielo y de las explicaciones de la clérigo, tacho de mi lista mental de 'Preguntas a Madame Eva' la concerniente a la Espada Solar. No es cuestión de atosigarla nada más llegar, pero ya que nos estaba esperando, supongo que también estará esperando nuestras preguntas.

- ¿Qué nos puede decir sobre un libro, 'el Tomo de Strahd'? Danovich dejó escrito que serviría para derrotar al señor del castillo. -Y también que la respuesta de la madame al propio sacerdote no había sido del todo clara, dicho sea de paso.

Miro atentamente la expresión de su rostro mientras escucha nuestras preguntas y pronuncia sus respuestas, y, antes de que se me olvide, le lanzo otra cuestión que me tiene intrigado.

- Y, ¿quién es en realidad Irina Kolyana? -convencido de que tiene una estrecha relación con el asunto que nos ocupa.

Más adelante habrá que preguntarle por ese misterioso símbolo córvido que usó Indirovich contra Strahd, pero ahora espero con curiosidad sus respuestas, temiendo que vayan a ser tan enigmáticas o más que las que recibió Danovich.

- No lo sabemos, no lo hemos visto. -complemento la contestación de Ely.- Sólo sabemos que su hijo lo llamó "el Símbolo sagrado del cuervo".

Don Urik se detuvo en seco ante las palabras del mago y le miró fijamente. ¿Había dicho lo que él había escuchado? Dudaba que el ataque contra las sombras le hubiesen afectado al oído o al cerebro, así que sólo podía ser eso...

Mi orden se fundó bajo ese símbolo. El Símbolo Sagrado del Cuervo unió personas y razas con ideales políticos y religiosos diferentes que tenían como fin combatir el mal allí donde se presentase. El símbolo antecede a cualquier iglesia establecida en Barovia. Las leyendas recogen que fue usado por primera vez por una paladina llamada Lugdana, que se contaba entre los primeros colonos del valle.

De acuerdo con las historias, un cuervo celestial gigante entregó el símbolo sagrado a la paladina para poder erradicar con él un cónclave de vampiros. Por ello estas criaturas lo odian tanto, al símbolo como a lo que representa.

El denso aire parecía nublar la vista de cualquiera, pero se podía ver la expresión de la medium. Sus ojos se detuvieron en cada uno de los allí presentes, incluso bajaron hasta el símbolo que portaba Don Urik. Su silencio parecía alargarse eternamente, hasta que su boca se abrió, mostrando en sus dientes el paso del tiempo.

Mire una cosita... Cof, cof... Buenos días, y eso. Por un casual, a ver si puede aclararme una duda... ¿nos esperaba? Cof, cof... Lo pregunto porque como dijo lo de "por fin habéis llegado", suena raro. Cof, cof, cof...

Así es, las Cartas me hablan continuamente y, más allá de estas, desde hace noches he soñado con vosotros. Se que tenéis preguntas, y no, no estoy muerta, señor Wallace, no se preocupe por su gran olfato. Y querido, no hay gusanos en su interior, que le pique de vez en cuando la pierna es más por los nervios que porque albergue una enfermedad.

Sus manos jugueteaban con las cartas a gran velocidad, como si fuera una diestra tahúr, mientras sus ojos no paraban quietos.

-...Así que si estamos en lo cierto sobre Strhad, nos vendría bien esa espada...Porque una cosa es decapitar a los pobrecitos zombis que se mueven por instinto y otra meter en cintura a un todo un señor de los vampiros, en su propio castillo y protegido por sus fieles lacayos-

La espada... susurró. Madame Eva dio un golpe a la mesa, y la densidad del humo aumentó, dejándola rodeada de un aura mucho más poderosa y extraña. Sus manos barajaban las cartas como si la vida le fuera en ello, y los ojos se quedaron blancos

¡Corta! gritó a Don Urik y, éste, desconfiado, dio unos pasos al frente hasta cortar la baraja que descansaba sobre la mesa. Casi antes de que el hombre retirara la mano, ella ya había cogido ambas partes de la baraja y las unía

Tomó la primera carta y os la mostró. En esa carta, estaban dibujados dos amantes frente lo que parecía un altar. Y, de fondo, un gran sol

Lo que buscáis es un filo de luz, un arma de venganza sacó una segunda carta y la colocó sobre la primera, de tal manera que la cubría totalmente. Buscadla...

Buscadla donde la floresta se acerca al pueblo, dondes el caos amenaza al orden y... tomó una tercera carta, pero ésta la colocó en posición horizontal a la otra, era un diez de copas

La luz de la espada duerme.

Para despertarla, llevadla a donde la luz yace muerta, asesinada por su propia oscuridad.

- ¿Qué nos puede decir sobre un libro, 'el Tomo de Strahd'? Danovich dejó escrito que serviría para derrotar al señor del castillo.

Tras la primera lectura, Madame Eva recogió todas las cartas y volvió a repetir el rituar. Golpe en la mesa, aura poderosa, movimiento de cargas a gran velocidad y grito para que cortaran. Esta vez la que se tuvo que adelantar fue Ashlyn, que no dejaba de mirar con dureza a la medium

Tomó la primera carta

El tomo que buscáis contiene el saber de los antepasados y el saber de la tierra.

Tomó una segunda carta, revelando el seis de oros, y la posicionó sobre la primera

El tomo se halla con los demás tesoros del castillo. Veo un fuego ardiente que protege el lugar en el que el señor acumula sus riquezas.

Y terminó con una tercera carta, colocada en perpendicular con las otras dos

Si encontráis el tomo y os adentráis en sus secretos, descubriréis el origen de la fuerza del señor. Si lo leéis con atención, también podréis descubrir cómo anularla les anunció antes de depositar sus ojos sobre la carta

Arrebatadle su fuerza y hacedla vuestra. Tendréis que encontrar los tres lugares profanados descritos en el tomo. En cada uno de ellos, mantened una vigilia durante toda la noche y obtened su poder.

- Y, ¿quién es en realidad Irina Kolyana?

La vieja medium ordenó nuevamente las cartas, pero esta vez no las tocó más. Cruzó sus manos y sonrió a Reluë amablemente, aunque el efecto parecía más una amenaza

El señor del castillo está muy interesado en Irina. Diremos que está obsesionado con ella, la llama Tatiana... Aunque ni yo misma se muy bien por qué. Pero está mal hablar de las intimidades de los vivos, ¿no? Deberíais ir a conocerla en persona.

Walt se rascó el cogote, con dudas.

Mirad una cosa... A mí me sigue pareciendo una barbaridad, y hablo con conocimiento de causa, entrar sin permiso en el castillo de un Señor y matarlo sin que nos haya hecho nada. Solo tenemos la palabra de Ismark en su contra. ¿Os habéis puesto a pensar en si tal vez Ismark no es de fi...?

Vale, ahí va mi siguiente pregunta. ¿Ismark es de fiar? ¿O es, como decimos en mi tierra, la cocatriz en el gallinero? Porque a lo mejor es un malvado mago que nos está azuzando para derrocar a Strahd y tomar él el control.

Y otra preguntilla que le tenía guardada...-tal y como esperaba Elyzabeth-¿Cómo puedo encontrar a mi padre? ¿Se encuentra bien?

Walt dió un paso al frente, por si tenía que cortar la baraja de cartas.

Bueno, pues ya tenemos información de primera mano acerca de la Espada y del Tomo. Ahora sólo hay que procesarla, digerirla y hacerse una idea de lo que quieren decir tan diáfanas manifestaciones. No creo que saquemos nada más preciso de la vieja bruja, así que luego debatiremos sobre sus palabras. De cualquier modo, entre el Símbolo del Cuervo, la Espada Solar y el Tomo de Strahd, no parece que falten modos de enfrentarse a quien tiene toda la pinta de ser todo un señor vampiro.

Algo más concreta ha sido acerca de Irina, quien parece ser la única custodia de sus propios secretos. Antes de ninguna otra cosa, quizás deberíamos acercarnos a su casa, a conocerla.

Espero a ver qué tiene que decir la madame sobre el paradero del padre de Walt, y a las reacciones de mis compañeros.

Elyzabeth observó trató de no reírse mientras la anciana desplegaba las cartas.

Buscadla donde la floresta se acerca al pueblo, donde el caos amenaza al orden...

-¿La linde del bosque? ...Vamos ¡Eso es como no decir nada!- Protestó.

Pero su expresión cambió por completo cuando Madame Eva empezó a dar datos concretos.

-...Pues va a ser bruja de verdad- Pensó para sí. Lanzó una mirada al mago para ver si pensaba lo mismo y encontró la complicidad del semielfo.

El señor del castillo está muy interesado en Irina. Diremos que está obsesionado con ella, la llama Tatiana... Aunque ni yo misma sé muy bien por qué. Pero está mal hablar de las intimidades de los vivos, ¿no? Deberíais ir a conocerla en persona.

La clérigo se llevó la mano al mentón y respondió:

-Irina se parecerá a Tatiana. Su amor perdido- Dedujo en voz alta. -Los hombres hacéis todo tipo de tonterías- Se encogió de hombros mirando a sus compañeros varones. No hacía falta ser bruja para imaginarse la historia.

Entonces Walt la sorprendió con su inesperada hipótesis sobre Ismark:

-Porque a lo mejor es un malvado mago que nos está azuzando para derrocar a Strahd y tomar él el control.-

-Si me mostráis una imagen de esa Tatiana, podría hacerme pasar por ella y preguntárselo.- Suspiró seducida por la idea de conocer a un vampiro en otros términos que no fuera a lanzazos.

-El tomo de Danovich podría servir para llamar la atención de Strhad.- Sugirió con la cautela de no revelar que ya se habían hecho con él.

Zack no había terminado de ver con buenos ojos al caballero del cuervo, así que había permanecido todo el rato observándolo para ver si podía descubrir algo que no le convenciese. Pero hasta ese momento, no parecía que hubiera nada que le hiciera sospechar de él. 

Por eso se relajó, analizó también la mirada de Ashlyn, ambos eran de órdenes que luchaban contra el mal y daba la sensación de que podrían tener más cosas en común que él y la rubia. Así que tendría que intentar evitar cualquier tipo de relación entre ellos.

Cuando llegó ante Madame Eva se sorprendió ante su tamaño. Era gigantesca. Pero eso no era lo raro, sino que alguien de ese tamaño tendiese más hacia la brujería que no hacia ser la protectora del campamento que había junto a ella.

Escuchó todo lo que tuvo que decir sobre los objetos por los que preguntaron sus compañeros. Y luego se dio cuenta de que ninguno había dicho nada sobre el símbolo sagrado del cuervo. Así que, dio un paso al frente, dispuesto a ser él quien cortarse la baraja para resolver la siguiente duda, que con la boca pequeña, terminó por preguntar: ¿qué puedes decirnos sobre el símbolo sagrado del cuervo?

Vale, ahí va mi siguiente pregunta. ¿Ismark es de fiar? ¿O es, como decimos en mi tierra, la cocatriz en el gallinero? Porque a lo mejor es un malvado mago que nos está azuzando para derrocar a Strahd y tomar él el control.

Madame Eva no tuvo que mirar las cartas para responder a esa pregunta. La seguridad y naturalidad con la que respondió parecía zanjar el asunto

Ismark no será un gran líder, y es más tonto que su padre. Pero no oculta nada malo, no como Strahd.

¿Cómo puedo encontrar a mi padre? ¿Se encuentra bien?

El humo pareció rodear a Walt, que había dado un paso al frente. Para él, sólo estaba la vieja a su lado. Sus compañeros habían desaparecido, como si las brumas que rodeaban Barovia hubiesen penetrado en la tienda y hubiesen cubierto todo.

La mano de Madame Eva se alzó, con la baraja de cartas en ella, para que el Tepestaní cortara. Según tocó las cartas, éstas volaron, y empezaron a rodearle a grandes velocidades.

La Santa Compaña acarició a tu padre, que luchó hasta que perdió de vista a su hijo. En ese momento, y con todo el séquito de fantasmas a su alrededor, decidió que su hijo estaba a salvo y que era la hora de dejarse llevar y reunirse con la madre de su hijo. Pero algo paró ese intento y...

Las cartas cayeron al suelo y la niebla se dispersó. Para Walt, todos habían regresado a su lugar y volvió a ver todo con normalidad. Madame Eva hizo un gesto con las manos y las cartas volaron a ella.

Y el destino ha hablado, y dice que aún te queda un largo camino interior que recorrer. El destino de tu padre va ligado al tuyo, y tus acciones en este momento pueden llevarle a la vida o a la muerte.

¿La linde del bosque? ...Vamos ¡Eso es como no decir nada!

Las cartas son caprichosas, y nunca se debe despreciar una ayuda, joven. Pero estás en lo cierto. Esa carta habla de fronteras y límites. El arma debería estar en un lugar limítrofe entre el pueblo y los bosques.

¿qué puedes decirnos sobre el símbolo sagrado del cuervo?

Otro golpe en la mesa, movimiento a gran velocidad de las manos y ésta vez las tendió para que Zack las cortara, gritando con potencia.

Este símbolo es una poderosa fuerza del bien y de protección contra las malas fuerzas de la oscuridad dijo, mientras mostraba la primera carta

Rápidamente, colocó otra carta sobre la primera

Buscadlo donde se cruzan los caminos y yacen los condenados.

La santidad de este objeto espera a que manos santas lo toquen otra vez, pero eso no será suficiente para devolverle todo su poder.

Tomó otra tercera carta y la colocó cruzándola sobre las otras dos

Debéis llevar el símbolo de vuelta a casa, al último reducto de suelo consagrado en en castillo profanado. En los terrenos del castillo aún se alza una capilla. Quizá no haya sido mancillada por completo

El bárbaro se rascó la nuca. La lectura de cartas sobre el destino de su padre había sido místico y sobrecogedor, aunque nada en comparación a lo que le había visto hacer a Reluë en la batalla, o el juego de cartas que hizo el viejo Rannhart ayer, en la posada. Como dicen en Tepest, la magia en ocasiones adopta formas extrañas.

Sin embargo, no le había sido de demasiada ayuda. ¿Y se quejaba Elyzabeth del vaticinio sobre la ubicación de la espada solar? Walt se quedaba con la idea de que su padre, por el momento, seguía vivo.

Mire una cosita, señora Madame... Nosotros ya nos íbamos. ¿Qué se le debe por las adivinaciones?

Zack escuchó atentamente las palabras de Madame Eva, para él todo era bastante confuso pero cuando mencionó la encrucijada, recordó el momento en el que se encontraron con Don Urik, las sombras no habían podido evitar que se olvidara de aquel encuentro y el lugar parecía corresponder con la descripción de la mujer. Al menos allí tendrían que encontrarlo, otra cosa es ya que supieran para qué leches servía. Pero de momento, tenía claro que debían dirigirse hacia allá. 

Sin decir nada, decidió esperar a la respuesta de la anciana. Había trabajado para ellos. Les había dado respuestas, y por lo tanto debían pagarle por ellas. Aunque aún estaba por ver que no les hubiera engañado como a chiquillos.

La anciana ha hablado, y ahora nos toca a nosotros deshacer el lío. Me hago un resumen mental, tratando de ordenar la información que hemos recibido: La Espada en algún lugar entre el bosque y el pueblo, ¿cuál puede ser ese lugar? Tal vez hacernos con un mapa de la comarca nos sería de utilidad, para ver si ese límite es o no muy extenso. Si la logramos encontrar, deberemos lllevarla a... ¿donde la luz yace muerta?

El Símbolo del Cuervo. Todo parece indicar que el cementerio donde fuimos atacados por las sombras podría ser su ubicación. Sabemos que Indirovich se enfrentó con él a Strhad. ¿Cómo iría a parar entonces a ese cementerio?

Y por último, aunque tiene pinta de ser de lo más importante, está el Tomo. En él se encuentra la manera de conocer las debilidades de Strahd. Parece que deberemos colarnos a hurtadillas en el Castillo para encontrarlo, tarea nada halagüeña. Y para más motivos para esa incursión, el propio Símbolo del Cuervo debe ser llevado allí para que recupere todo su poder.

Estupendo.

Espero a que la vieja pase la minuta y salgamos de su tienda.

Una vez fuera, mi parecer es que vayamos a ver a Irina a ver si podemos recabar más información que acabe de matizar los muchos aspectos oscuros que tiene este asunto. Haciendo una parada previa en el cementerio, que nos va de paso, naturalmente. A ver si allí encontramos el dichoso amuleto del cuervo, o alguna pista sobre él.

-Si me mostráis una imagen de esa Tatiana, podría hacerme pasar por ella y preguntárselo.

Niña, siento decirte que no tengo ningún retrato de la mujer llamada Tatiana. Pero, ¿estás segura de querer jugar a ese juego? Es muy peligros, y el señor del Castillo no es tonto... se quedó pensativa, como valorando decir algo aunque siempre podéis utilizar a Irina. Al fin y al cabo, para él, ella es Tatiana, ¿no? soltó unas carcajadas, que rápidamente se convirtieron en toses ásperas.

Mire una cosita, señora Madame... Nosotros ya nos íbamos. ¿Qué se le debe por las adivinaciones?

Madame Eva alzó la mano, y una carta salió de la baraja.

Pagadme con vuestra misión. Si cumplís, estaremos en paz. Si no, vuestras almas me deberán, y me serviréis. Esta vez, su risa no se rompió por la voz. Parecían las carcajadas de una bruja maligna y diabólica.

"Más loca que una Pesadilla en época de celo", así estaba la vieja y grande anciana.

Mire... mi misión es encontrar a mi padre. Si no lo encuentro, sigo buscando. Así que no sé cuándo espera que vuelva para servirla, porque no es una misión que se pueda considerar fallida en algún momento. Yo voy a dejarle aquí en la mesa una moneda por las molestias, porque sino es como si sus augurios me los hubiese dado gratis. Si la quiere bien, y si no la quiere... désela a los necesitados, o algo.

Dejó la pieza de oro junto a la carta del diablo, que tan buenas vibraciones daba, y salió de la carpa para respirar un poco de aire limpio de pestazo a incienso. Se volvió a los demás para dar su opinión del siguiente paso a dar.

¿Volvemos al pueblo, no? Toca visitar a Irina Kolyana. La casa de su familia es la única ubicación cierta.

Y ya si alguno quería registrar el lugar "donde se cruzan los caminos y yacen los condenados" para buscar el símbolo, les quedaba de paso.

Niña, siento decirte que no tengo ningún retrato de la mujer llamada Tatiana. Pero, ¿estás segura de querer jugar a ese juego? Es muy peligroso, y el señor del Castillo no es tonto... se quedó pensativa, como valorando decir algo aunque siempre podéis utilizar a Irina. Al fin y al cabo, para él, ella es Tatiana, ¿no?

Elizabeth arqueó una ceja. -No me parece justo poner en peligro a esa joven...-De momento.- Añadió para sí.

Ely levantó la comisura del labio y sonrió imperceptiblemente:-...Pero me quedo con su bendición de emplear mis propios métodos para la misión.-

-¿Habéis oído chicos?-Añadió volviéndose hacia sus compañeros. -Madame Eva ha hablado- Dijo empleando su tono más teatral.

-De nuevo gracias por sus...-

La carta del diablo la hizo perder el hilo.

Pagadme con vuestra misión. Si cumplís, estaremos en paz. Si no, vuestras almas me deberán, y me serviréis

La joven hizo un gesto ambiguo con la cabeza y siguió al bárbaro fuera de la tienda.

¿Volvemos al pueblo, no? Toca visitar a Irina Kolyana. La casa de su familia es la única ubicación cierta.

-Una gran idea señor Wallace- Respondió con tono animado.

Estoy de acuerdo. Dijo asintiendo a las palabras del tepestaní. Después se dirigió hacia Eva y con una sonrisa y retirando su sombrero de su cabeza para hacer una reverencia le quiso dar las gracias por su servicio. Ha sido un auténtico placer. Si volvemos con más dudas vendremos a visitarla. Aunque es cierto que hay cierta información que no me ha quedado clara, pero imagino que más adelante, podremos volver a visitarla ¿es así? Le preguntó El Oscuro antes de salir de la cabaña en dirección a la mansión de Irina.