Partida Rol por web

Expreso a Greenfield

Escena de juego - El Expreso

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19/09/2018, 10:51
Director

1926. Aeropuerto de Bristol, Inglaterra.

El viaje en avión no fue demasiado largo. Primera clase, equipaje completo y el estómago lleno, a miles de metros de altura en pleno vuelo ¿Qué más se podía pedir? Una aventura sin duda, aunque tenías una misión por delante, que era descubrir las intenciones de la Doctora Alice. Mientras aterrizabas miraste por las ventanillas y pensaste por un momento si tendrías éxito en tu misión.

Minutos después el avión tocó pista, bajaste del mismo y te dirigiste (sin saber muy bien hacia dónde), a la estación. Allí había taxis esperando a nuevos viajeros que iban y venían. Tras tomar uno de ellos pusiste rumbo a la estación de tren de Bristol. En un par de horas debías tomar el Expreso 101, dirección Greenville, lugar al que te dirigías.

La mañana en Inglaterra era fría o oscura; las nubes y la lluvia se hacían notar sobre tuchaqueta y tu sombrero. Una vez en la estación tú y tu maleta (no necesitabas más), hicísteis una breve cola hasta la ventanilla, hasta que tocó tu turno.

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19/09/2018, 10:52
Taquillero de la estación

¿Hacia dónde, señor? -te preguntó el taquillero con un boli y una carpeta entre sus manos detrás del cristal-.

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19/09/2018, 12:54
Benjamín Dawson

Hacia Greenville, billete para el Expreso 101 por favor. ¿Sobre que hora llegaríamos a Greenville? -espero que no tardemos mucho, me da un poco de claustrofobia esto de viajar en tren...

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19/09/2018, 13:21
Taquillero de la estación

El tipo te miró, luego a su carpeta (donde debía tener una lista de pasajeros, según se iba llenando el transporte) y se tocó el bigote. Luego se colocó las gafas para ver bien el cuadrante.

Un billete, pues -respondió el taquillero mientras apuntaba tu nombre en su carpeta-. Acto seguido te entregó un pequeño recibo, el cual tal vez te sería requerido por un revisor a bordo-. Llegará sobre las diez de la noche, a no ser que haya algún imprevisto. Tenga. Que tenga buen viaje, señor.

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19/09/2018, 13:22
Director

Tras despedirse de tí saliste de la cola y marchaste hacia el andén. El gran andén de la estación de Bristol era una especie de nave grande, con techumbre metálica que protegía de la lluvia. Algunos trenes esperaban delante del andén, y numerosos viajeros aguardaban allí mismo a que su tren llegara.

El 101. Ése era el que buscabas. La estación estaba abarrotada de gente. Tras observar unos segundos, lo viste en la otra zona de la estación. Tuviste que cruzar una pasarela, atravesando la muchedumbre con tu maleta en la mano, hasta que estuviste delante de él. Sin duda alguna era el tren más antiguo del lugar, pero también el más lujoso; sólo había que ver a las personas que comenzaban a ingresan en él: hombres y mujeres trajeados y de buen porte, que sin duda parecían ricachones o gente de negocios.

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19/09/2018, 13:23
Revisor de entrada

¡Pasajeros del 101! -gritaba uno de los revisores desde la entrada al expreso-. En expreso 101 parte en cinco minutos el tren. ¡Pasajeros al treeeen! -entonces el tipo te miró, justo cuando pasaron algunos pasajeros al interior-. Señor, buenos días. Menudo temporal, ¿eh? -dijo amablemente- ¿me deja ver su billete?

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19/09/2018, 13:46
Benjamín Dawson

Buenos días caballero. Lo cierto es que si, hace un día de perros. Tome, aquí tiene usted mi billete.

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19/09/2018, 14:39
Revisor de entrada

Camarote cuatro señor... -dijo el revisor al mirar el billete- Entonces vió tu cara de sorpresa. Sí, señor, en el precio va incluido un camarote con una cama para cada viajero. El suyo está compartido, y es el camarote 4. Puede subir.

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19/09/2018, 14:40
William Purcel

Entonces, un tipo que iba tras de tí en la cola para subir al tren escuchó tu conversación con el revisor. Una vez que entraste, viste el interior del expreso 101. Tenía un gran pasillo lateral, y a su derecha,nada más acceder, se dibujaba un gran salón con asientos y mesas (sin duda el comedor). Más allá se veía tal pasillo con los camarotes. Mientras atravesabas el salón, ibas mirando los números de los camarotes. El cuatro era el tuyo, y a él ibas a acceder para dejar la maleta.

Perdone... -dijo una voz justo detrás de tí-. Entonces te giraste, y viste a un tipo delgado, de baja estatura. Era el que habías percibido instantes antes. Tenía su traje oscuro muy arrugado, y parecía nervioso y algo asustado. Me... me llamo William Purcell -en sus manos aferraba un grueso ejemplar de "Guerra y Paz", de León Tolstoi). El mío también es el número cuatro. Cr... creo que compartiremos camarote, ¿señor...? -y esperó tu respuesta, tu presentación-.

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19/09/2018, 19:00
Benjamín Dawson

Encantado señor Purcell, yo soy Benjamín Dawson, viajo a Greenville por trabajo, es mi primera vez en el expreso 101 y no sabía que tenía camarotes, parece que compartimos este. Y usted señor...¿hacia donde se dirige? ¿había montado antes en este antiguo tren? - no me agrada mucho la idea de compartir camarote con este señor la verdad, parece algo extraño y desaliñado, por eso intento saber algo de él...quizás es algo innato siendo un espia pero no me fio mucho de este señor....ummm no se si serás buena idea dejar mi maleta aquí...

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19/09/2018, 20:23
William Purcel

A Greenvile, natural... mente -decía aún nervioso-. Pues la verdad es que no, señor Dawson -respondió-. Entonces ambos os introdujísteis en el camarote.

Aquel lugar respondía a un lugar de reposo de viajeros. Dos camas separadas por algo más de un metro, una mesita de noche, un pequeño armario para cada uno y en su interio algunas perchas. Desde luego aquello era un lujo que no todos los trenes de la época tenían.

Pues sé que hay otros camarotes, señor Dawson, que son individuales, con cama de matrinomio -decía-, pero deben valer un ojo de la cara. Si me disculpa... -añadió Purcel una vez se hubo cambiado de ropa-, me tumbaré un rato hasta la hora del "brunch"; sí, ya sabe el tentempié de las doce -entonces se tumbó, se atusó el bigote y se tumbó a dormir-.

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19/09/2018, 20:24
Director

Mientras tanto, tú sacaste de la mesilla uno de la media decena de libros que había. Allí podías elegir, y tomaste un volumen de las aventuras de Louis Stevenson. Al menos leerías un capítulo, y quizá se pasaría pronto el tiempo. En cierto momento, un tipo entró en la habitación, sin llamar, como si no supiera que éstábais allí.

Ups... lo siento, señor -te dijo nada más verte-. El caso es que le viste una fracción de segundo, antes de que él cerrara la puerta. Era un pasajero que se había confundido de camarote.

* * *

Media hora más tarde, el mozo de tren anunció, yendo de camarote en camarota que el brunch estaba lista en el vagón restaurante (ese que vistes al entrar en el Expreso). Tú habías percibido la llamada del mozo, pero tu nuevo amigo, ese tal Purcel, seguía dormido.

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19/09/2018, 22:21
Benjamín Dawson

Williams, Williams...señor Purcel despierte, es la hora del brunch. Duerme usted como un lirón ¡DESPIERTE! Dese prisa hombre o se quedará sin nada. Yo me marcho para el tentempié, allí le veo, tengo un hambre atroz!

Benjamín suelta el libro, coge la chaqueta donde lleva la pequeña pistola y se va para el vagón comedor.

Notas de juego

- Benjamín suelta el libro, coge la chaqueta donde lleva la pequeña pistola y se va para el vagón comedor

(Duda: esto no es un pensamiento de Benjamín, es una aclaración mia. ¿Se puede hacer dentro del diálogo o en notas?

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20/09/2018, 10:05
William Purcel

Uhm... ah, sí... el brunch. Pues... no tengo hambre, señor Dawson. Seguiré durmiendo, vaya usted, pero gracias -te comentó sin moverse de la cama-.

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20/09/2018, 10:06
Director

Por tu parte, con tu pistola en un bolsillo interior de la chaqueta, saliste del camarote cuatro y andaste por el pasillo en dirección al salón. Ya percibías olor a comida. Una vez allí contemplaste dos filas de mesas de madera ornamental con sus asientos. Cada fila estaba en un lateral del vagón-restaurante, y cada mesa tenía un bonito mantel de encaje. Había platos y cubertería en todas ellas, y en todas ellas había gente esperando el brunch. En los techos colgaban tres lámparas barrocas y recargadas, y algunos cuadros se alzaban sobre ciertas ventanillas del vagón. Tú te sentaste en una de las últimas mesas, la que estaba vacía. Aquella costumbre del brunch era típicamente inglesa, aunque tú como americano no querías quedarte atrás.

Una vez sentado, cuando el mozo que atendía el vagón comenzaba a servir el brunch mesa a mesa, se acercó a tí un hombre. Su pelo engominado y su bigote recortado sobre el labio encajaban perfectamente con su traje gris y corbata oscura. Sin duda parecía un hombre de negocios. Aquel tipo era el que había entrado un rato antes en tu camarote por equivocación.

Notas de juego

El tren:


 

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20/09/2018, 10:10
Robert Power

Perdone señor -te dijo para llamar tu atención-, le pido disculpas por la intromisión antes en su compartimento... por fuera son prácticamente iguales, y no quería importunarle -sonriendo un poco-. Mi nombre es Robert Power, ¿le importaría que me sentara con usted?

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20/09/2018, 12:15
Benjamín Dawson

Hola, mi nombre es Benjamín Dawson. Ya...entiendo, disculpas aceptadas señor Power, aunque si decirle que nos asustó un poco al entrar de imprevisto en nuestro camarote. Claro, siéntese sin problema. Y...¿que le trae a usted por aquí señor Robert?

 

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20/09/2018, 12:53
Robert Power

Encantado, señor Dawson -respondió Robert-. Entonces se sentó en la mesa para almozar juntos el brunch. Entiendo. Cuando entré en el expreso tuve que hablar con el revisor para que me llevara a mi propio camarote. Siento el despiste.

Ante tu pregunta de su motivo de viaje te contestó.

Pues soy representantes de paños de una empresa familiar -te dijo remangándose un poco-. Me traslado a Greenfield por motivos de negocios, claro -el tipo te parecía jovial, hablador, y en cierta forma algo pesado-. Entonces llegó el mozo del brunch, y os sirvió un plato caliente de fiambres, una especie de ensalada, pan con mermelada y un zumo de cierto color extraño, pero que olía muy bien. Luego te sirvió a tí el mismo plato. Y usted -te dijo mientras pinchaba la ensalada frente a tí-, ¿qué le lleva a Greenville?

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20/09/2018, 21:14
Benjamín Dawson

Nada no se preocupe señor Power, un despiste lo tiene cualquiera. Voy a Greenville también por cuestiones de trabajo, soy comercial de fármacos y alli ahí una empresa bastante importante. ¿Le suena la Doctora Alice Brown y su industria de fármacos? Yo no tengo el gusto de conocerla, espero poder verla en persona cuando este por allí. Oiga...¿y como se llama su empresa de paños si no es mucho preguntar?
 

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20/09/2018, 23:49
Robert Power

¿Alice Brown...? Uhm... pues no tengo el gusto, la verdad -dijo deteniéndo su mandíbula y dejando que las ideas fluyeran por su cabeza-. La empresa se llama B&P, "Brothers and Power". El negocio familiar lo inició mi abuelo, Collin Power, y mi padre y sus hermanos (los "brothers"), continuaron con él. Yo intento darle toda la salida que puedo, y Greenvile es un gran nicho de negocio, je je -guiñó un ojo mientras tenía la boca llena-. Tú degustabas el brunch con más sutileza, en realidad sintiéndote un poco avergonzado de lo indiscreto y cotilla que era.