Partida Rol por web

Vamos a recibir ostias como panes.

¡Hey! ¿Por qué no os identificáis? ¡Coño! Si os escuché hablar hace un rato en nuestro idioma.

¿Quienes sois? ¿Qué queréis? ¡Responded! Grito casi con la mandibula desencajada.

Aunque Phill este mas preocupado por su sombrero que por la bronca, al menos le da una buena leche al capullo que me ha sacudido.
Momento que yo aprovecho para adelantarme y volver a lo mio. A seguir repartiendo.
En ese momento, Rick les grita algo a estos payasos y parece que logra distraerlos.
Y yo, aprovecho la ocasión para intentar alcanzar al tipo que ya se llevo mi patada.
Pero este, atento, me ve venir y logra echarse atrás esquivando mi golpe.
Reniego por lo bajo y me mantengo alerta esperando su contra.

Uno de los soldados entra en la oscura sala. Se oye un grito femenino, parece la madre de Butch.

Por otro lado, el que acaba de recibir la fallida patada de Gunther, propina un nuevo golpe que esta vez envía al chaval unos metros atrás. Su brazo derecho se resiente en gran medida.

El último y tercer de ellos, más disciplinado, hace un paso al frente:

Los Soldados del Enclave no necesitan identificación y tienen vía libre para la exterminación de quienes sea necesario. El amparo del Gobierno nos hace intocables.

Dichas las palabras mantiene un plante recto y estático. Os mira.

Apenas un roce es lo que logra este imbécil. Pues si el ha logrado esquivar mi golpe, yo logro amortiguar el suyo.
Rápidamente me preparo para seguir el baile cuando oigo serie de idioteces que suelta uno de estos tíos.
Frunzo el ceño y acabo diciendo.
Veamos si lo entiendo. Un gobierno, que a mi ni me va ni me viene, os ha dado permiso para hacer lo que os de la gana donde os de la gana.
Os creéis con permiso para entrar aquí y joderle la vida a la gente que trata de tener una existencia pacifica. Ah, muy bien.
En ese momento, todos oímos los gritos de una mujer. Y no hace falta ser muy listo, para deducir de quien se puede tratar.
Mi mirada se pasea por los rostros de mis compañeros para acabar diciendo.
Ya sabéis lo que toca.

No queremos problemas. Digo levantando las manos.

¿Qué demonios son estos tios? ¿Qué demonios quieren? ¿Exterminarnos? ¿Gobierno?

¿De qué estáis hablando? ¿Qué es todo esto que decís? No logro entender nada de lo que decís.

Los hombres parecen haberse relajado un poco ante vuestro obligado retroceso. Aun así, dentro de la habitación, el grito ya se extingió y ahora reina un silencio molesto.

El silencio se adueña de la situación tras el primer intercambio de golpes.
Silencio que no presagia nada bueno pues ya no se escucha nada desde la habitacion.
Por tanto, mirando con cara de muy mala leche al grupo de imbéciles que tenemos delante, digo.
Supongo que esto, es otra de la prerrogativas que os ha otorgado vuestro gobierno.
Acallar a mujeres indefensas por si os molestan mientras las atacáis. Muy bien. Pues ya nos vamos conociendo vosotros y yo. ¿Enclave no?. Lo tendré en cuenta. ¿Esta muy lejos ese enclave vuestro capullos?

Sin más dilación, otro de ellos entra en la oscura sala. Los dos restantes os miran con postura desdeñada. No véis sus ojos pero ellos os ven a vosotros.

El Enclave no necesita dar explicaciones y menos a insignificantes renacuajos como vosotros. Si no habéis sido ejecutados es por la benevolencia que nos queda entre los dedos de los pies, ¿vais a desaprovecharla? Todos los del lugar no tuvieron la ocasión....

En aquel instante se oye un disparo, dentro de la oscura habitación.

...Ella tampoco tuvo oportunidad. añadió entonces.

Rick levanta una mano desde su posición mientras enarca una ceja.

Er... ¿podrías explicar que es eso del enclave? Ten en cuenta que no sabemos mucho del exterior. ¿De donde venis? ¿Conocéis el exterior?

Espero que preguntándo ganemos tiempo y no nos acribillen.

Puesto que Rick intenta sonsacar a estos desgraciados, callo esperando el resultado de lo que tengan que decir.
Y entre tanto, aprovecho para dos cosas.
Examinar en profundidad el armamento que llevan y tratar de encontrar un resquicio en esas armaduras que llevan.