Partida Rol por web

Susan bajó el arma. Había mucha gente disparando... quizas ella pudiera hacer otra cosa, lo que fuera. Primeramente asomó la cabeza por encima de la linea de tiro tratando de discernir cuantos ferales venían.

Mordiendose el labio miró tambien a su alrededor buscando algo que pudiera hacer...

Si hubiera un ordenador, un comlog ¡Un maldito enchufe! Un segundo...

Recargo mi rifle y apunto a uno de los feral que siguen en pie, me tomo un poco de tiempo Vamos Mickey tu puedes hacerlo mejor exhaló el aire y aprieto el gatillo logrando acercarle pero de nuevo fuera de la zona objetivo. Maldita sea maldigo mientras preparo mi arma para el siguiente disparo

Mientras los demas tratan de analizar los enemigos restantes yo sigo soltando "plomo" rojo a esas bestias. Me siento bien y estoy disfrutando, prefiero seguir vaciando células antes de hacer recuento. Pongo el fusil en automático y empiezo con la fiesta de colores.

Los supervivientes continuaron descargando fuego contra las amenazas, mientras los gritos de los ferales inundaban el hueco de las escaleras. Deng intentó ver si había más ferales, pero no conseguía ver nada, sus disparos impactaron en uno de los ferales, dejándolo seco, aunque a costa de tener que emplear un cargador casi entero en una de las pistolas, cuyo pasador se había retraído para indicárselo. Nathan, que trataba de discernir si había más ferales, acabó con la vista ocupada por Deng, que también intentaba lo mismo sin resultado; sin embargo, los disparos de Nathan habían tenido éxito, derribando a un par de ferales que intentaban abalanzarse sobre Susan, quien había visto un enchufe en la pared del rellano de las escaleras cerca del recodo al siguiente nivel y había corrido a por él esquivando a los ferales. Connor intentó otear en busca de más ferales, pero no hubo éxito, de hecho, al intentar disparar se dió cuenta de que estaba vacío, y un mal traspiés hizo que su culo diese con los escalones, con su rifle de palanca deslizándose hacia el último feral. Éste, un especimen algo más grande que sus congéneres monstruosos, se lanzó hacia la joven que trasteaba con el enchufe, pese a que Mike realizó en ese momento un disparo que arrancó parte del hombro izquierdo de la criatura. Fue John, quien, abriendo fuego sin parar sobre el objetivo, consiguió que dos haces rojos se incrustasen en la espina y en el cráneo de la criatura, derribándola al lado de la joven, antes de tener que expulsar a toda prisa la batería vacía e incluso soltar el fusíl a su lado por el calor de éste. Parecía que tendría que darle unos segundos de refresco.

La zona se quedaba en silencio por el momento. Y la violencia había acabado tan súbitamente como había empezado.

Había encontrado un enchufe y ya se había puesto a rebuscar sus cachivaches en la mochila cuando pronto quedó todo en silencio. Bueno... parecía que ya no iba a necesitar usarlo para lo que había pensado. Suspiró guardandolo, en otra ocasión sería.

Se cargó nuevamente la mochila a los hombros y mirando con un cierto matíz de repelús a los cadaveres, los pasó por encima y se internó a traves del hueco que habían dejado en la puerta.

Era un lugar para explorar tan bueno como otro cualquiera.

Nathan bajo y guardo las armas bajo su sobretodo, afortunadamente, nisiquiera se habían calentado lo suficiente, pues el resto del grupo habia hecho el grueso del trabajo, lo suyo habia sido lo quirúrgico, se acerco hacia donde estaba la ingeniera, revisando si alguno de los muertos no requería algún tiro de gracia y si era necesario, se lo brindaría, y cuidándose de que no hubiera quedado algún feral oculto por ahí. Su experiencia le habia indicado de revisar las esquinas, los pisos, y por supuesto, los techos.

- ¿Si encontraste un enchufe, quizás puedas encontrar un manifestó, o un mapa de donde encontrar lo que buscamos? ¿Tal vez una clave de acceso?-

Suelto un discreto silvido, me siento eufórico, hace años que no abato nada con mi fusil. Miro orgulloso mi arma en el suelo, la he tenido que soltar porque abrassaba pero es que el modo automático sobrecalienta de manera bárbara. Sabía que ocurriría.

Mientras enfrío el fusil sujetándolo por la correa, miro al resto. - ¿Y esta horda de dónde a salido? ¿Que os parece si después de encontrar lo que andamos buscando... limpiamos el lugar? - Una sonrisa pícara se me escapa ante la idea de arrasar justificadamente el lugar. Hacía años que no podía hacer lo que mejor se me da. Y ésta defensa empieza a saberme a poco.

Nathan escucho al eufórico y fornido anciano, y se lamento por lo que tendría que decir a continuación. Ya al ignorarlo con anterioridad las ordenes que le había indicado, sabía que se iba ganando su anidversion, pero es que no soportaba a los mandones bravucones. Ahora tendría que volverlo a hacer, asi que intento ser lo mas diplomático posible, después de todo, solo estaba mal encaminado.

- Aun en caso de que tengamos abundante municion para llevarlo a cabo, sabemos que incluso si limpiamos por completo el lugar el Yermo se encargara de llenarlo de nuevo a los pocos días, realizar lo que usted plantea nos tomara un tiempo que no disponemos. Estamos aquí para sacar lo que necesitamos y regresar por donde venimos, hay vidas que dependen de la velocidad de nuestras acciones. -

Ante la primera pregunta de Nathaniel Susan simplemente se encogió de hombros. Claro, ella sería capaz de de encontrar esas cosas, del mismo modo que el resto. A ver si se pensaban que los ordenadores eran todo poderosos, que ella solo llevaba unas pocas herramientas. Utiles, pero herramientas al fin y al cabo.

Se giró hacia el pasillo nuevamente y escuchó la conversación entre aquellos dos... la verdad es que podían encontrar cosas la mar de utiles ahi dentro... y bueno... por una hora no creía Susan que se fuera a morir la mujer aquella... Luego solo deberían apretar el acelerador un poco si eso.

Se sonrió, aunque nadie pudo verlo. Era hora de explorar.

Reviso la zona apuntando con mi arma, al no haber nuevas amenaza bajo el arma y me acerco a los cadaveres para examinarlos superficialmente y comprobar si pueden tener cosas utiles para despues ponerme a explorar la zona en busca de lo que hemos venido a buscar.

Vamos por partes, primero cogemos lo que hemos venido a buscar y luego volamos el lugar si quieres. Le comento a John Hablando del paquete, ¿Alguien me puede decir como es? no tengo ni idea de lo que estamos buscando

Con un suspiro de alivio, Deng expulsa un peine vacío de una de sus pistolas y lo reemplaza por otro. No sin antes revisar que esté todo bien con las recámaras, pues le preocupa que su querido y esmeradamente cuidado equipo le haya fallado nada más empezar. Él cuida de sus cosas para que le cuiden a él. Que no lo hagan va en contra de todo lo que cree sobre el valor del hombre. 

- Me gusta la idea de limpiar el lugar. Pero es algo que debe hacerse con más gente y más munición. No tiene sentido despejar algo como esto si no vas a poblarlo y a fortificarlo... o si no hay nada bueno que llevarse. Pero por favor: cuenta conmigo para ese interesante proyecto en un futuro. 

Asiento hacia Gallahad para indicarle que voy totalmente en serio

- Tal como yo lo veo, los sótanos son el único sitio donde hemos encontrado resistencia de momento. Yo barricaría el acceso y terminaría de despejar esta planta. Al fin y al cabo, tenemos que largarnos por aquí... ¡y ya que estamos, habrá que pasarse por la puerta a contarles a nuestros chóferes que estamos bien!

- Joder, segunda vez que acabo con mi culo en el suelo en lo que llevamos de misión - pienso mientras me levanto y recojo el rifle. - Al menos no me han hecho un agujero nuevo - pienso con una media sonrisa mientras contemplo los cadáveres humenates de los ferales que nos rodean.

La discusión sobre qué hacer a continuación se calienta un poco.

- Personalmente, creo que es mejor encontrar lo que hemos venido a buscar y largarnos cuánto antes - doy una patada a uno de los cadáveres - algo me huele a chamusquina y no son estos bichos... no os olvidéis de lo que vimos al entrar... ¿ferales rampando a su aire en un edificio del que huyó un supermutante asustado porque había algo que le quería viviseccionar? Algo no me cuadra. Limpiar este sitio por completo puede que requiera algo más que una mini-nuke. -

- Pero lo que está claro es que en algún sitio hay que empezar a buscar, y como dicen Susan y Deng, este piso es tan bueno como cualquier otro, y así nos aseguramos que tenemos vía libre para salir por piernas si la cosa se complica -

Cruzaron las puertas destrozadas del primer subnivel, pasando sobre los cuerpos de los ferales muertos. A la derecha continuaba el pasillo hasta las puertas dobles del ascensor. A la izquierda, el pasillo se extendía unos casi cuarenta metros, antes de abrirse en una especie de encrucijada. Si tomaban la salida derecha en la encrucijada, parecía extenderse hacia otro pasillo, y hacia la izquierda parecía otro pasillo. Hacia el frente llegaban a un camino sin salida con dos puertas a mano izquierda.

El lugar era un pequeño laberinto, y para encontrar las máquinas de diálisis y demás medicamentos deberían explorar el lugar a fondo. Nathan había descubierto que había repuestos para las máquinas a en el subnivel 2, pero eso no quitaba la posibilidad de que hubiese medicamentos de interés o tecnología en éste subnivel.

Primero, comprobaron el ascensor: Sorprendentemente tenía potencia. Alguien había conectado el generador de fusión, cuanto menos, algo curioso. Decididos a explorar mejor el subnivel antes de meterse siquiera en el ascensor, siguieron caminando en dirección opuesta, con armas preparadas y paso lento. No parecía que hubiesen más criaturas, al menos por los pasillos. Una vez en la encrucijada, se asomaron en todas direcciones.

Si seguían al frente, entraban en un pasillo de unos doce a quince metros, con dos puertas a la izquierda. Si tomaban el camino de la izquierda, les esperaban dos puertas a cada lado en un pasillo de otros doce a quince metros. Si tomaban por el contrario el camino de la derecha, les esperaba un pasillo de unos quizá veinte metros con sendas puertas dobles tanto en la pared izquierda como en la derecha, en ambos lados del pasillo. Qué camino tomar y si dividirse o no, dependería enteramente de ellos.

Mientras vigilo la retaguardia, noto como se detienen en la encrucijada. Me giro hacia el grupo y les hablo con el tono justo para que me escuchen.

- No os detengáis ahora, vamos. De izquieda a derecha, juntos, no dejemos ninguna sala sin registrar. Os cubro desde atrás.

Asintiendo al grupo Bedlam, guardo una de sus armas, mientras bandido iba silencioso a sus pies, empezó a hacerles señales a sus compañeros de que dejaran de hablar, y empezar a utilizar gestos para comunicarse. Examino la puerta de la izquierda, buscando trampas, claymores o alguna clase de cableado que indicara trampas.

El equipo consideró la estrategia durante unos tensos segundos que parecieron durar una eternidad, hasta que acordaron peinar el pasillo izquierdo alternando puertas izquierdas y derechas. La primera puerta izquierda presentaba manchas de sangre ya seca con forma de las grotescas manos de los ferales, dentro, les esperaban unos aseos masculinos algo desvencijados, con las puertas manchadas de sangre seca, y algunos restos de lo que dedujeron, habían sido humanos y supermutantes algún día. Las luces parpadeaban un poco en ocasiones, dando un toque fantasmagórico a la escena.

La primera puerta de la derecha, daba a una sala de descanso de personal. La sala parecía haber sido uno de los puntos fuertes de algún tipo de "resistencia" contra lo que quiera que hubiese invadido este lugar. A juzgar por cómo la segunda puerta (Básicamente la segunda puerta derecha del pasillo) aún conservaba intacta su barricada, quedaba claro que los atacantes habían entrado por esta puerta, destrozando la barricada de la que aún quedaban restos esparcidos por el suelo, y acabando con sus defensores, habida cuenta de los esqueletos vestidos con girones de ropa paramilitar que decoraban el lugar aquí y allá. La estancia era amplia, casi cuadrada, con el tamaño de un salón de piso. Parecía que en otro tiempo, esta sala de descanso habría sido lo más parecido a un hogar para los sanitarios, ya que se subdividía en una sala principal (Donde se encontraban), así como dos salas más cerradas: Una en la pegada a la esquina del fondo izquierda de la sala desde su perspectiva que rezaba como "Vestuario" y otra a unos tres metros desde la esquina derecha que rezaba "Dormitorio". Este "salón" de la sala de descanso aún tenía una máquina de café Dolcetronic v2 (Es una máquina expendedora, básicamente), una máquina de bebidas desde sopas hasta refrescos Nuka Cola, una máquina de "impresión de comida" (Eso dice la etiqueta, aunque no sabéis qué es*) y un terminal en la pared derecha al fondo.

Aquello definitivamente había sido un campo de batalla, la barricada lo demostraba. Las otras habitaciones aun estaban medio bien, destrozadas, pero medio bien. Sin embargo la entrada de esta... Por suerte ahora estaba vacia y eran capaces de registrarla a fondo.

Sus ojos se posaron primeramente sobre la impresora de comida, se acercó a observarla unos segundos cuando rapidamente vió otra maquina mucho mas interesante para ella. ¡Una terminal!

Se acercó a la carrera deseando con todas sus fuerzas que todavía funcionara. Respiró tres segundos con los ojos cerrados y apretó el botón de encendido del terminal.

- Aquí hay algo que no me cuadra -enunció el predicador sin imprimirle ningún tono particular a la expresión- Toda la sangre seca está en el baño. Pero aquí son todo esqueletos, y no veo restos de necrófagos. Es como si lo de esta sala hubiese pasado mucho antes que la masacre de los aseos.

Deng decide ponerse a revisar los esqueletos de la sala de descanso en busca de armas y munición, asumiendo que, si no los encuentra, es que los cadáveres fueron saqueados y por tanto puede que no los matasen los necrófagos. Y en fin: todas las balas ayudarán, visto lo visto.