Partida Rol por web

Llevado por el oído y el instinto, Deng se hace a un lado para intentar sacar a John de su línea de tiro. Al tiempo que se gira y descarga dos controlados disparos también sobre las cabezas de los ferales. No es el primer baile de este tipo al que le invitan, pero siempre es peligroso esto de danzar con la más fea.

Dando un salto hacia atrás, John descarga una andanada láser sobre el más cercano de los ferales rabiosos, a la par que Susan descarga también otra andanada láser sobre el mismo feral, incendiándolo en el acto. La bestia, en llamas, cae entre violentos estertores antes de quedarse quieta para siempre. Los sistemas antiincendios del lugar empiezan a rociar agua sobre todos ellos.

El otro feral intenta continuar su camino hasta John, pero Deng, en otro despliegue de medios, realiza dos disparos, destrozando la columna y la cabeza de la bestia simultáneamente.

La situación, tras los tres segundos de tensión por rigor, se vuelve silenciosa salvo por los aspersores de agua y las luces rojas parpadeantes que seguramente indiquen que había fuego en el lugar.

Susan retomó su camino hacía el ala de seguridad dispuesta a abrir la puerta del reactor. No era creyente, pero rezaba todo lo que sabía por que no hubieran mas sorpresas en el camino, a este paso iban a llegar tarde.

Inmediatamente detrás de susan me encamino hacia donde ella se dirige. Mientras tanto, logro quitarme a tiempo una cantidad ingente de vísceras que se han desparramado sobre mis ojos con la última muerte a manos de Deng. - Gracias, esa estuvo cerca. - No aparto la vista de los lugares más recónditos o aquellos que pudiesen ocultar algún tipo de trampa que espero detectar antes de que sea demasiado tarde.

Deng prosigue pegado a la técnico: ha estado a punto de ocurrir un desastre, y tal. Como que la necesitan.

- ¿Esto se puede cortar? -pregunta Deng- Estamos en el yermo. Lo más seguro es que sea radiactiva.

Los exploradores registraron la zona de seguridad, a fin de que Susan pudiese parar el aspersor de agua contra incendios. Para sorpresa de Deng, el agua no solo no era radioactiva, sino que juraría que era hasta potable... ¿Tendrían un purificador? John vigilaba la zona para evitar nuevas sorpresas. Tras una serie de apretones de botones y comandos tecleados a gran velocidad, el agua de fuera de la sala de seguridad se detuvo, mientras que las gruesas puertas de contención empezaron a abrirse. Unos pilotos intermitentes rojos, así como una bocina no demasiado estridente daban el aviso de que las enormes puertas de contención efectivamente dejaban paso a la siguiente zona.

Lentamente, los tres exploradores se acercaron hasta el pasillo que daba a las puertas, dentro de la siguiente sala, tras las puertas blindadas, había una habitación rectangular con luces rojas de emergencia como única iluminación. El lugar parecía ser una especie de mezcla entre taller y almacén de repuestos, cosa que Susan podía corroborar. Allí dentro podrían encontrar bastantes piezas interesantes, sin contar el enorme montacargas situado frente a ellos. Suponían que el montacargas sería el que llevaba finalmente al reactor, y que esta habitación servía como contención a la par que era sala de repuestos.

Aquello sin duda era una tienda de juguetes para Susan que se emocionó con la cantidad de cachivaches a la vista. Se estaba ensoñando cuando recordó por lo que estaban ahí. Mas o menos entendía el sistema de almacenaje que tenían allí. Se dirigió hacía donde se suponía que debían estar los útiles de mantenimiento para coger lo que pudiera ser necesario para mediciones y demás.

Tranquilo con la vigilancia de John. Deng recoge un poco de agua en la mano y la bebe mientras Susan hace su cosa.

- No tendremos la suerte de que ese aparato esté aquí dentro, ¿verdad?. Ni tampoco junto al reactor.