Partida Rol por web

Sigo mirandoa mi "rival" sonriendo, girando alrededor de el al ver que ambos no "atacamos" al rival, no quería ser la primera porque no quería que me dejara en evidencia, no era mi estilo y quería ver como me atacaba para intentar tomar eso como ventaja en el combate.

Verte dudar es lo que necesita.

Como no atacas como las veces anteriores, Claire toma la iniciativa.

Da un medio salto seguido de una zancada larga al mismo tiempo que acompaña su movimiento con los brazos y su espada, produciendo un ataque circular.

La espada, al tratarse de una bastarda, es bastante larga y su área de acción es amplio.

Al verlo, y estando preparado, das un paso largo hacia atrás al mismo tiempo que llevas el torso también hacia atrás intentando salir de la horizontalidad de su ataque, aunque ves perfectamente como la punta de la espada se introduce unos milímetros en tu pecho, produciéndote un corte limpio.

- No está mal. - Admite de nuevo. - Has sido capaz de reaccionar a tiempo a mi ataque y nos has recibido una herida letal... Buen trabajo.

Tras esto, hace una pequeña inclinación de cabeza y enfunda su espada.

- Podemos dar por concluida esta prueba. - Te sonríe ligeramente. - Acompáñame. 

Y ves como se dirige a la salida.

El chico te vuelve a mirar, algo decepcionado.

- Es una pena...

Mira un momento a algún punto de la habitación que no sabes identificar.

- Tendrá que ser de la otra forma...

Y sin añadir nada más, ves que alza la mano que tiene libre. En esta empieza a formarse una pequeña esfera de color rojo.

- ¡Piro!

De inmediato, la esfera sale disparada de su mano directamente hacia ti. 

De forma instintiva, agarras tu lanza con determinazión y la haces girar gracias a un movimiento rápido de tu muñeca. En cuanto la bola se acerca a ti, la intentas cortar con el filo de tu alabarda. Al hacerlo, la bola explota en una esfera de fuego y llamas.

Pero te mantienes firme.

Sujetas con fuerza la alabarda y detienes la explosión haciendo que las llamas pasen a tu lado sin hacerte el menor daño.

- ¡Vaya! - Grita el muchacho claramente sorprendido. - De manera que puedes defenderte de una magia, eso es verdaderamente impresionante. ¿Por qué no te has presentado antes?

Pero su pregunta se mantiene en el aire, ya que, mientras el humo aún permanece a tu alrededor, sales de él y te diriges hacie tu enemigo con la alabarda bien sujeta.

Realizas un par de movimiento rápidos haciendola girar y lanzas un ataque de barrido con esta hacia el muchacho. 

El joven, aún con cara de sorpresa, da un salto vertical pasando justo por encima del arma, aunque justo, ya que la hoja de tu arma corta un pedazo de su capa.

- Bien, bien. - Dice al volver a tocar el suelo. - Parece que eres de arranque lento...

Y vuelve a colocarse en guardia.

La verdad es que la emoción por el combate con esta chica le estaba gustando y Hayner siente algo de pena, mezclada con toques de decepción por que la prueba haya concluido. Sin embargo la ligera sonrisa de Claire le dibuja una identica en su propio rostro. El joven recoje los restos de su chaqueta y sigue a su evaluadora. "Eres realmente hábil con esa espada, realmente me costó esquivar esa última embestida" tras una breve risa y el intento de cumplido tan patético, el joven vuelve a retomar en su cabeza las palabras de Claire. "Por cierto ¿Qué querias decir cuando preguntaste "Monstruo o Seed"? Sé que no eres un monstruo, aun que manejes así de bien el arma, pero si tampoco eres Seed... Siento curiosidad por quien me evalua aquí." Una sonrisa maliciosa ilumina su cara a la espera de la respuesta, aun que sabe que lo más probable es que no logre nada.

Espera y veras! - Tras el primer golpe que consigue esquivar vuelvo a ponerme en postura defensiva. Me concentro haciendo que mi arma brille con la extensión de mi poder* haciendo que se ilumine en un tono azul verdoso similar al de mi pelo. Y sigo mirando a mi rival para intentar preveer, contener su nuevo golpe y contrarestarle de nuevo manteniendolo al alcance de mi alabarda.

La chica sonríe timidamente ante tu pregunta, sin prestar atención a tu alago.

- Al principio de nuestro enfrentamiento, comentaste que esperabas o bien un monstruo, o bien enfrentarte a un Seed. De ahí venía mi comentario, a pesar de tener muchas más opciones al respecto.

Ambos seguís avanzando por diferentes caminos y pasillos dentro del jardín, hasta que llegáis a un pasillo con varias puertas en los laterales y algunos asientos. 

Claire se coloca delante de una de las puertas y te indica con la mano que entres.

- Mucha suerte aspirante.

- Bien bien...

Dice el chico al verte colocarte otra vez en guardia.

- Veremos entonces si la suerte te sigue acompañando...

De nuevo vuelve a alzar la palma de la mano hacia ti, pero esta vez aparece una pequeña esfera blaca azulada.

- ¡Hielo!

Y la esfera se transforma en esquirlas largas y afiladas de hielo que, al instante, vuelan a toda velocidad hacia ti.

Mueves rapidamente tu alabarda intentando detenerlas todas, pero su velocidad y su número te impiden bloquearlas todas, y sientes como varias de ellas te atraviesan parte de la carne y la piel por todas partes, dejandote largas heridas por todo el cuerpo.

- Vaya... - Dice algo decepcionado. - Parece que aún te queda bastante por aprender...

Al decir esto ves que guarda su espada. 

- Bien... Acompáñame.

Y se dirige hacia la salida de la sala.

Malherida me muerdo el labio de impotencia aguantando el dolor para no exteriorizarlo mientras agarrando mi alabarda y colocándola en mi espalda camino tras de el hasta salir de la sala. 

Mientras camino, reviso mis heridas y no parecen tan importantes o al menos a simple vista, muevo mis musculos viendo si siento dolor y que gestos puedo hacer sin que sea demasiado notorio el dolor.

El joven aspirante sonrie a la chica y dice -Gracias por acompañarme hasta aquí Claire, espero poder vernos en el futuro. Hayner procede a entrar en la sala, la intuición le dice que esto no ha acabado. Algo le dice que las opciones de la prueba de combate no eran Monstruo o Seed sino Monstruo Y Seed... 

Ante tu comentario, Claire sonríe.

Al entrar en la estancia, cierra la puerta tras de ti.

Te encuentras en una sala de espera, o esa es la imagen que se te viene a la mente al echar un vistazo al lugar al que te ha llevado aquella joven: una estancia amplia, llena de pequeños sillones individuales, un par de mesitas auxiliares y varias revistas. No hay más puertas a parte de por la que has entrado. Por en contrario una de las paredes está forrada por completo de cristal, dejando ver al otro lado la plaza del jardín.

Por suerte o por desgracia, no estás solo en aquella habitación.

En dos de los asientos se encuentra la chica pelirroja de las dos dagas, la cual te sonríe al verte.

Sigue llevando la misma ropa aunque ves que, en algunos puntos, tiene algunos cortes y algunas heridas superficiales, nada importante.

Casi frente a ella, está la mujer rubia de la armadura. 

Sigue teniendo una apariencia fría y distante, aunque lo que te sorprende es que no tiene heridas aparentes en la ropa o el cuerpo.

En otros dos asientos, sentados un al lado del otro, están los dos chicos que viste en el aula.

Ambos están cogidos de la mano y parecen bastante cómplices entre ellos.

Los dos, aunque parecen bastante contentos, puedes ver que están bastante heridos. Nada de gravedad, pero sus heridas son bastante amplias y puedes ver como, a sus pies, están dejando caer pequeñas gotitas de sangre que están manchando el suelo.

Recuerdas que en el aula, antes que llegarais vosotros, a parte de ellos dos, había otra chica, la cual no ves.

Por último, está el arquero.

Se encuentra delante de una de los ventanales, contemplando lo que hay al otro lado. Puedes ver claramente que tiene varios cortes en su ropa y varias heridas que no parecen de gravedad.

Al entrar, se gira a mirarte con una sonrisa.

- ¡Vaya! Nuestro salvador del bosque. - Y se acerca para estrecharte la mano. - Antes ni pude darte las gracias como se merecía. Me llamo Mason, Mason Marcraft, es un placer.

A parte de estos, no hay nadie más en aquel aula. 

Mientras camináis por los pasillos del jardín, con las miradas curiosas de los estudiantes con los que os encontráis, el silencio que dejas lo llena Max.

- Bueno... No ha estado mal... Desde luego el echo de que puedas detener ataques mágicos ya es todo un avance para alguien que no es alumno de un jardín. Desde luego es algo que se aprende con mucho entrenamiento y esfuerzo, y tú parece que eso ya lo traes de casa. - Y suelta una risotada. - Aunque, desde luego, aún hay cosas que mejorar. Que seas capaz de detener magia no quiere decir que lo hagas...

Y echa un vistazo a tus heridas.

- Tal vez me pasé un poco...

En uno de los pasillos, caminando en dirección contraria, os cruzáis con una chica.

- ¡Claire! - Grita al verla. - ¿Ya has dejado al tuyo?

La joven sonríe de forma tímida y asiente.

- Sí, así es. Ya le he dejado en la sala de espera. - En eso se fija en ti. - Vaya, parece que te has aplicado a fondo con ella. 

- Sí... Bueno... - Y empieza a rascarse la cabeza. - Tal vez me emocioné un poco... Pero bueno... También es cierto que Terrens nos dio vía libre.

- Siempre y cuando no matáramos a ninguno. - Añade a ella.

- Ya, bueno, ¡viva está! - Y te señala.

La joven sonríe y te mira.

- Tranquila, ya ha pasado lo peor. - Tras esto mira al chico. - Nos veremos luego Max. 

Y tras esto, sigue caminando alejándose de vosotros.

Le estrecho la mano con una sonrisa y una leve risa por lo de "nuestro salvador" -Encantando de conocerte Manson, yo soy Hayner Einherjar, la verdad es que con lo rápido que ha pasado todo no conozco a nadie realmente. Hayner sonrie esperando a ver si alguien más se presenta.

Era un alago, pero decía que aun me quedaba mucho por aprender, y eso era lo que quería, quería aprender, quería ser más poderosa y así poder ayudar a más gente, no podría hacerlo si no lo era así que asentíi mientras caminábamos, y al ver su preocupación negué con la cabeza - Estoy bien, no es nada, es un rasguño... - Digo intentando esbozar una sonrisa aunque dolía un poco, no quería parecer débil ante él. 

Tras ello apareció otra chica, otra que parecía SeeD al igual que Max y la salude con una reverencia de la cabeza al verla y riendo al ver como decía que se había pasado conmigo - No ha sido casi nada, gracias! - Me río antes de que ella se marchara y no puedo evitar quedarme mirándola al marcharse, parecía también muy poderosa.

- Sí... - Dice sonriendo el arquero. - Desde luego ha sido todo bastante rápido. Aunque siendo las pruebas de acceso a un jardín, no me esperaba nada más fácil.

- Tienes razón. - Añade la chica pelirroja con una melodiosa voz. -No ha sido fácil, aunque creo que...

Pero en ese momento se detiene, ya que la puerta se vuelve a abrir.

Max observa alejarse a la chica y, hasta que no se pierde de vista, este no continúa caminando.

- Bueno... Ya queda poco.

Y se detiene justo delante de una de las puertas.

- Espera dentro. Vendrá luego alguien a por vosotros.

Y, en cuanto entras, cierra la puerta tras de ti.

Te encuentras en una sala de espera, o esa es la imagen que se te viene a la mente al echar un vistazo al lugar al que te ha llevado aquel joven: una estancia amplia, llena de pequeños sillones individuales, un par de mesitas auxiliares y varias revistas. No hay más puertas a parte de por la que has entrado. Por en contrario una de las paredes está forrada por completo de cristal, dejando ver al otro lado la plaza del jardín.

Por suerte o por desgracia, no estás solo en aquella habitación.

En dos de los asientos se encuentra la chica pelirroja de las dos dagas, la que viste entrar en el aula del examen escrito..

Sigue llevando la misma ropa aunque ves que, en algunos puntos, tiene algunos cortes y algunas heridas superficiales, nada importante.

Casi frente a ella, está la mujer rubia de la armadura. 

Sigue teniendo una apariencia fría y distante, aunque lo que te sorprende es que no tiene heridas aparentes en la ropa o el cuerpo.

En otros dos asientos, sentados un al lado del otro, están Kyle y Elli.

Ambos están cogidos de la mano y parecen bastante cómplices entre ellos.

Los dos, aunque parecen bastante contentos, puedes ver que están bastante heridos. Nada de gravedad, pero sus heridas son bastante amplias y puedes ver como, a sus pies, están dejando caer pequeñas gotitas de sangre que están manchando el suelo.

Están charlando entre ellos y parece que aún no se han percatado de tu presencia.

Por último, hay dos chicos de pie, hablando entre ellos.

Uno de ellos es el arquero. Puedes ver claramente que tiene varios cortes en su ropa y varias heridas que no parecen de gravedad.

El otro es el chico pelirrojo y desarmado. Por lo que ves, no parece tener más heridas de las que tenía la primera vez que le viste en el aula.

La puerta se abre y entra la joven de pelo verde y la alabarda. 

Al entrar, la puerta se cierra tras ella.

Por lo que se puede ver, está bastante herida. Tiene cortes largos por todo el cuerpo, aunque bastante finos, como si se los hubieran hecho con un arma muy delgada pero afilada. Desde luego, de todos los presentes, es la que está más herida. 

Aún así, no parece que se encuentre en un estado crítico.

Al verla, los dos jóvenes se levantan de inmediato.

- ¿Lauren? - Pregunta él sorprendido corriendo hacia ella. - ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? 

Ambos miran a la chica del pelo verde buscando respuestas, mientras que el resto de los que hay en la sala parecen guardar un momento silencio.

Dirigiendome a los dos que tengo al lado digo -Creo que mis pruebas fueron más sencillas de lo que parece. con expresión preocupada ante el estado de los 3 heridos. "Me llamo Hayner por cierto" y extiendo la mano hacia la joven pelirroja para presentarme debidamente. "Quizás deberiamos ayudarles" mirando a los heridos, me acerco y les ofrezco la poción que Terks me dió diciendoles. "¿Lauren verdad? Me llamo Hayner, parece que vosotros tres necesitais esto más que yo, solo tengo una, lo siento."

Sonrío alegre al ver a mis amigos y niego con la cabeza acercándome a ellos y tomando asiento a su lado - No es nada importante, unos rasguños - Digo riendo al ver que no soy la única herida - Nada que no pueda aguantar, vosotros también habéis tenido que luchar? Estáis bien? - No pude evitar martillearlos a preguntas pues ellos también se veían heridos y sangrando y al menos así la espera sería menos "pesada" pues aun no sabia que esperábamos.

Gracias - Sonrío ante el chico que se acerca con una poción pero niego con la cabeza - No es nada de verdad... - Digo intentando seguir pareciendo más dura y mirando a mis compañeros que parece que también puedan necesitarla - Soy Lauren, encantada, tambien eres aspirante a entrar a la academia?

-"Si, creo que todos aqui, supongo..." en referencia a su pregunta y prosigo "Respecto a la poción... La verdad es que mi enfrentamiento ha convertido mi chaleco en un poncho por lo que tampoco es que tenga dónde guardarla si tenemos alguna otra prueba." Digo señalando los restos de la chaqueta que llevo en la mano "si nadie se la toma al final no podré llevarla." Mirando el torso que ahora llevo al descubierto y vuelvo a mirar a Lauren "Por favor insisto, no quisiera que se desperdiciara y no pudiera ayudar a nadie, si al menos sirve para que recuperes algo de energía y ayudes con esa energia a alguien más, yo me daré por contento." Y sonrio para intentar convencerte.