Partida Rol por web

Euphemia aprieta un poco más su guadaña y recita unas palabras práticamente inaudibles para el resto, y en torno a la guadaña y donde lo había herido, intentó hacer lo mismo que Euphemia y drenar su energía, el tipo parecía más asustado de eso que de tener su arteria cortada y al borde de morir desangrado. 

Tras olfatear Isabeau este trozo del uniforme de Sasha y guardarlo trata por última vez encontrar alguna continuidad del rastro de Sasha o de quién hizo las huellas del tercer grupo en los alrededores con sumo cuidado y atención para no ser tomada por sorpresa y sólo en caso de no encontrar algo mas interesante regresa con el grupo para explicar lo que encontró, no sin haber revisado con atención el contenido de la mochila

Mire por encima del hombro como Euphemia atravesaba la pierna del mago con una herida que fácilmente podría ser mortal si no se trataba. Solo pensé que se lo tenía merecido por ir tan de arrogante y listillo todo el rato.

-Será mejor que nos demos prisa por el bien de tu compañero, supongo... no sé... tal vez este muerto antes de que volvamos -dije al Glaive desatado encogiéndome de hombros- Eladamri te seguimos yo mantendré vigilado a este de aquí. Guíanos hasta los cadáveres de los elfos, en el caso de que tengas razón con tus acusaciones te prometo que ninguno de los implicados dejara este bosque pero si no es el caso te disculparas por lo que has dicho.

En las últimas palabras nuevamente se pudo notar cierta autoridad aunque ahora estaba mezclada con mi habitual falta de sensibilidad y aparente poco interés por lo que me rodeaba.

Mientras Eladamri los conduce hasta donde se encontró los cadáveres, notan dos cosas, la primera de ellas, conforme el mago se va quedando sin magia, su condición empeora rápidamente.

Y la segunda es que Isabeau lleva buen rato desaparecida.

De pronto dos personas surgen entre los arbustos, un Ronso y una mujer quienes llevan el uniforme distintivo de los SeeD.

Resopló.

Aquel último encargo del Director estaba siendo más... tedioso. No solo se habían perdido en varias ocasiones, además no había cobertura, tenía que estar controlando a Ruby más tiempo de lo que podría recordar y por si fuera poco, la última indicación sobre el punto de encuentro con el resto de sus compañeros había sido un tanto imprecisa.

Pero por lo menos había tomado nota de todas aquellas cosas que necesitaba recordar, como por ejemplo: No dejar a Ruby pilotar nada. No dejar a Ruby conducir nada. No dejar a Ruby a solas con Dayka. No dejar a Ruby a solas con nadie. Una batería externa era una idea genial. Un mapa en papel de toda la vida era una idea mejor. Quería una talla más para la parte de arriba del uniforme. Tres días de raciones de viaje no eran suficientes para una misión de larga estancia. No dejar a Ruby disparar antes de preguntar. Y por último y no menos importante: Los caminos están para seguirlos porque atravesar el bosque, no era la mejor opción. Pero a pesar de todas las quejas sobre su compañera, reconocía que le había caido bien. Al menos, mejor que antes.

- Es por aquí. - Le susurró a Ruby, señalando en una dirección. - Y antes de que digas nada... - resopló, reconocer algunas cosas no le hacia demasiada gracia. Como su desarrollado sentido del olfato. - ...reconozco el olor de Aura. - acabó por susurrarle. Y con un gesto de la cabeza, abrió el paso, con la lanza echada al brazo y usando su propio cuerpo para abrirse camino entre los arbustos, con el máximo cuidado posible de no romper ramas.

Así, al salir al camino levantó la lanza en señal de saludo, para después clavar el asta en el suelo y levantar la mano derecha hasta el pecho, con la palma hacia dentro, el típico saludo SeeD. - Me alegro de veros. - comenzó a decir el Ronso, tomando una vez más la lanza con su mano zurda y echándosela al hombro. - Traemos las instrucciones. - afirmó, mirando a Ruby para que les mostrara el sobre.

Clavando una mirada mortalmente peligrosa en el "soldado" que cada vez parecía menos tal cosa, digo a Euphemia:

- Espera, no sigas drenándolo... De momento. -me agacho frente a él, no viendo por tanto la misma llegada de Darius, pero sí ofreciéndole una imagen de mí que ya conoce, la imagen de cuando algo me está crispando en serio- ¿Era esto lo que pretendías lograr con todas esas sonrisas? Di ahora lo que sabes acerca de los elfos muertos, sobre nuestra misión, y de paso sobre por qué te vuelves más feo con cada poco de magia que te drenamos. Si no, seguiremos. -le digo con total seriedad.

Escuchando entonces las palabras de Darius, levanto la cabeza de repente, sorprendida, y mi rostro ensombrecido cruza un rayo de luz.

- ¡Darius, grandullón! -digo entonces, envainando la espada que estaba apoyada en el hombro de uno de los cautivos (precisamente al que amenacé de esa forma), para correr hasta a él como un gamo, dejando notar que había corrido cientos de veces entre árboles y raíces, para terminar dándole un abrazo, aunque a pesar de mis largos brazos, apenas me daban para rodear su tremendo torso.

Entonces me doy cuenta de que debe haberme visto en esa actitud, junto a varias cosas que en condiciones normales yo no toleraría: Kain tenía las pistolas sobre los tobillos del mago* y Euphemia con la guadaña clavada en una femoral del tipo, aunque evitando el desangre sin retirar la hoja.

- Esto... Es complicado. -le digo simplemente mirando la escena, como si me hubiese pedido explicaciones aunque no haya sido así, tras lo que les dedico el saludo SeeD a él y a su compañera mientras Dayka revolotea a mi alrededor ligeramente, a la que saludo rascándole las escamas del pecho en pleno vuelo- ¿Cuáles son esas instrucciones? -pregunto finalmente sin dejar de dar mimos a Dayka, que por más inteligente que sea no deja de ser adorable.

Un poco como Tempi.

Aunque tratara de ocultarlo se notaba que estaba empezando a ponerme nervioso, cada segundo que pasaba mi preocupación por la semi aven no hacía mas que crecer. Y en cuanto escuche movimiento fuera de mi rango visual me puse en guardia con una mano en mi espada y la otra lista para lanzar un hechizo mirando en dirección hacía donde había oído algo. Cuando vi el uniforme Seed me relaje un poco pero aún estaba un poco tenso y ya cuando el mas grande hizo el saludo me relaje por completo. No pude evitar suspirar con la reacción de Aura, habíamos perdido por completo la seriedad con eso que había hecho.

-Aura -dije en cuanto esta abrazo a los nuevos lanzadole una dura mirada como si la reprendiera por su acción, me acerque a ellos con paso firme analizandolos de pies a cabeza, un ¿ronso o mithra? con gran complexión perfecto para la primera línea y una pistolera humana-  ¿Instrucciones? Veamos -alce la mano hacía la chica esperando que me las diera, suponía que las tendría ella por la mirada que le lanzo el otro- De todas formas hemos averiguado algunas cosas y tenemos un problema grave que resolver y un segundo problema menos serio pero que uno de nosotros necesita resolver de inmediato. ¿Aura, tienes esa flecha con mensaje que apareció antes del combate anterior?

El mago, bastante más aliviado, finalmente decide dar su brazo a torcer.

Yo maté a los elfos porque vieron algo que no debían. - dice el mago en voz baja mientras Eladamri lo fulmina con la mirada.

Esos miserables vieron mi verdadero rostro y por eso los mate, no sin antes divertirme con ellos, verán yo sé ciertas cosas, como por ejemplo quién los contrato, pues es el mismo sujeto que me contrato a mi para infiltrar a "La Espada de Insomnia"... - dice el mago hasta el momento en que llega Darius, confiesa el mago ante la atónita mirada de sus compañeros quienes no saben que hacer.

Si quieren saber algo más hablaré con gusto, pero dónde estos no puedan oírme. - añade el mago con sinceridad, al tiempo que sus colegas lo observan con asco.

Habia pasado ya mucho tiempo, y mientras ibamos en busca de respuestas, pues nuevamente las cosas se empezaron a tornar turbias obviamente. Euphemia se regreso para seguir tratando con los demas, mientras yo me quedaba al margen de todo esto, dando un leve bostezo. ¿Cuanto tiempo mas nos ibamos a tardar con estos tipos? Ya me estaba empezando a impacientar, viendo que cosas interesantes habian por el bosque. — Oh, vamos, que tan insufrible puede ser esto... — Comente, en lo que estaba distraido, cuando de la nada aparece cierto Ronso que tenia tiempos de no ver, a lo cual me quede sorprendido. No solo era el, si no que se encontraba la chica, Ruby. — Oh, miren quienes se han unido a la fiesta. Bienvenidos a este sufrimiento, kuku~ — Les dije a lo lejos con la mano levantada como saludo y una sonrisa divertida, quizas con la llegada de ellos esto puede ser mucho mas interesante, mientras todos empezaban a informar sobre las situaciones que cada uno comparte. 

Lo que no me esperaba, era que el mago hablara de esa manera. De hecho, cuando lo hizo, mi rostro tranquilo paso a ser uno mas frio e inexpresivo, con una mirada llena de crueldad en el fondo. — Ooooh... ¿Entonces la misma persona que nos contrato a nosotros, te contrato a ti? Eso si es muy interesante... — Dije acercandome a el con mi baculo. — Mira, te voy a ofrecer un trato. Estar aqui en este lugar no me hace gracia, ni mucho menos los secretos que estas ocultando. ¿Que te parece si cooperamos? — Y lo miro fijamente. — No creo que te lo volvamos a repetir una vez mas, todos nosotros aqui estamos algo aburridos de estar tanto tiempo aqui, y supongo que tu no quieres morir. Dinos todo lo que nos debes de decir, quien te contrato y el porque, y en que clase de jueguito estupido estamos metidos. — Hice una leve pausa, levantando el dedo indice como si hubiera olvidado algo. — Por cierto, si no nos dices lo que queremos escuchar, esta bien. — Mire a Aura fijamente. — No tengo ganas de pelear, Aura. Asi que si este mago no nos dice lo que sabe, dejamelo a mi, yo voy a hacerlo hablar... Al final, no hay porque tenerle lastima a alguien que asesino a esos elfos mientras se divertia... ¿Cierto? — Y espere a que me dijera que no habia problemas, pues, todo depende de el claramente, si no, le voy a hacer pasar un momento muy... Doloroso. 

Quiso crear un buen escenario y le pidieron que frenara, y ahora todo el mundo se creía con derecho de hacerle lo que les diera de la santísima gana.

Se levantó, enfundando sus revólveres y apartándose, al parecer ser seed era un asco... Cumplías órdenes solo hasta que a los embalados de turno les interesaba. Aquello ya no era interesante, eso no era un escenario, era un grupo dividido por ver quien obtenía primero lo que ella buscaba desde el ininio. Simplemente aburrido.

El mago dejavescapar un gran suspiro y reinicia su perorata lejos de sus ex-compañeros.

Verán esos tres idiotas de atrás forman parte de una unidad militar de élite de Lucis, sin embargo no toda la corte está contenta de que el rey tenga su propio grupo armado.

Lord Effio me contrato para infiltrar las filas de "La Espada de Insomnia", él quería que lo mantuviera informado sobre los movimientos de esos palurdos.

Yo soy un doppleganger por lo que el encargo me resultó fácil, al menos hasta que aparecieron ustedes. Sé de buena fuente que Lord Effio planea tomar algo de gran valor hacia Lucis, algo que el rey prefiere dejar enterrado atrás.

Es obvio que la mejor forma de lograr su objetivo es a través de ustedes, limpio y práctico. Después de todo, los SeeD son mercenarios y como tales hacen cualquier cosa por el precio adecuado. - dice el mago con serenidad.

Ahora que ya les dije todo lo que sé, déjenme ir y les prometo un pase libre hasta el cabo. ¿Qué dicen?

Tras un buen rato de búsqueda infructuosa decides volver con tus compañeros.

       - ¿Que ha pasado aquí señores? ¿Donde están mis camaradas? ¿Por qué los ha dejado tan solitos? -    La joven semi-Aven les preguntó a los soldados amarrados mientras que trataba de identificar en el lugar rastros de los demás jóvenes cadetes entonces tras escuchar sus respuestas se acerca al que parezca mas interesado en hablar y le pregunta:

       - ¿Donde esta su base mas cercana? ¿Si hubieran ganado y atrapado a uno de nosotros a donde nos llevarían? - Dependiendo de la respuesta del soldado lo creería o trataría de intimidar lo para interrogar lo

El útimo mes había sido... extraño.

Vale, Darius había resultado ser mucho menos estirado de lo que me pareció al principio y, a final, cuando se soltaba, tenía su punto pero, aún así, estaba obsesionado con tenerlo todo controlado y con la prudencia. Que si Ruby no toques ese botón, Ruby no hagas cabriolas mientras pilotas, Ruby baja los pies del asiento, no le dispares a ese tipo, Ruby...

Afortunadamente, poco a poco había ido ganándomelo y al final... ¡hasta me había enseñado a rascarme detrás de la oreja con la pata! Yo a cambio, por su puesto, le había enseñado un par de canciones de borracho de taberna y a hacer un par de trucos para ganar siempre a las cartas. Esas cosas que solían dárseme bien, vaya.

La cuestión es que ahora estábamos allí los dos, cumpliendo la orden de volver a reunirnos con nuestros compañeros, con aquel sobre que llevaba guardado entre mis cosas desde que nos hicieran entrega de él. Y, aunque yo creía que ibamos un poco desviados, Darius había resultado ser un olfateador supremo, por mucho que se negara a reconocerlo. Tenía que convencerlo para que me enseñara a olisquear así... ¡era la leche!

Así que, cuando dijo que era por alli porque podía oler a Aura, fruncí ligeramente el ceño, con una expresión un tanto extraña- No he dicho nada que conste... - me defendi, dejando escapar un largo suspiro- ¿Ah si? ¿Y al resto no los hueles? - dije, acercandome más a el, sabiendo deliberadamente que la cercania y el contacto fisico le ponian nervioso- Y yo a que huelo, ¿eh? ¿eh? ¿eh? - bromee aunque, de repente, aquel gesto se vio interrumpido por nuestro encuentro con el resto.

-¡Chicos, que bien! - exclame, sonriente, alzando una ceja a ver que la situacion con la que nos habiamos encontrado era, como poco, digna de una explicacion-Eh... ¿Que nos hemos perdido? - dije, al ver que parecian estar... ¿Interrogando a alguien?

Sin embargo, pronto Aura se percató de la presencia de Darius y pasó de parecer querer arrancar los brazos de tipo que tenia delanta a convertirse en un ser amoroso y adorable que repartía amor por doquier, un gesto que me arrancó una sonrisa divertida- ¡Hola Aura! ¡Yo también me alegro de verte! - exclamé, viendo que tambien Kiel nos saludaba, riendo ante su saludo- ¡Qué positivo! -dije, saludando a Renall con la manita, sin saber por qué habia hablado a Aura con ese tono.

La que parecía estar un poco mosca era Kain, que se limitó a irse con cara de pocos amigos, a saber por qué. Sin embargo, antes de que pudiera decir nada mas, Kiel empezó a preguntar cosas al tipo de antes y todos preguntaron por las instrucciones, lo que me hizo recordar que yo las tenía bien guardadas.

-En serio, chicos... ¿Que ha pasado? - pregunté, antes de girarme para rebuscar entre mis cosas aquel sobre que seguramente se me habría arrugado un poco- ¡Oh, si! ¡Las instrucciones! Un momentito... enseguida las saco- dije, al ver que todos parecían ansiosos por conocer el contenido de aquel sobre.

Vienes de una misión, y has visto tus cosas. Has vivido cosillas, has sobrevivido a otras, has vencido y has fracasado. Entonces, después de correrte algunas aventuras de tan joven, te vienes arriba y piensas que lo has visto todo. Hasta que llegas allí, y ves aquel panorama, lo que esta ocurriendo. Y exactamente, no sabes como encajar todo aquello sin ponerle un marco de surrealismo. - Ya hablaremos de eso después. - aconsejó a Ruby, ya que esa explicación sería demasiado larga para este preciso momento. Así que cuando comenzó a repetir eso del "Eh" se limitó a coger aire, y suspirar con resignación.

Analizó la situación pasando la mirada por todos los presentes, pudiendo oler la sangre que flotaba en el mismo aire. Acabó por centrarse en Aura, quien se lanzó a la carrera hacia él como tantas veces había hecho desde que tiene memoria. Usó la lanza como apoyo y retrocedió ligeramente el pie derecho para recibirla. Dejó que le abrazara, y la rodeó con el brazo dereche dándole un pequeño apretón. Se alegraba de verla después de tanto tiempo separados, porque, a decir verdad, desde que tenía uso de memoria no habían estado separados tanto tiempo. - Me alegra ver que estás bien. - añadió esta vez más como un susurro para Aura, que como una afirmación para el público.

El reproche de Renall tuvo su respuesta con un leve gesto de aquella mano que ahora abrazaba a Aura, así como una mirada tranquila. Era una petición de tiempo, solo unos segundos. - Tiene razón. - acabó por reconocerle a Renall, deshaciendo aquel abrazo. - El mando del "Jardín" nos ha re-asignado a esta misión. - anunció esta vez, mientras Dayka se posaba en el hombro del guerrero después de la caricia de Aura, observando su alrededor. - Antes de nada ¿Quién esta al mando? - preguntó, mirando a los presentes. - Las instrucciones no decían nada de prisioneros. - comentó, mirando a los prisioneros en esta ocasión.

- En fin... ¿Informe de situación? - pidió, esperando que alguien, preferiblemente la persona al mando, le pusiera al corriente de que estaba pasando allí. Así mismo, indicó a Ruby que esperara a sacar las intrucciones, con los prisioneros allí, no era plan de ponerse a anunciar cuales serían las nuevas instrucciones.

Esas palabras llegaron a mis oídos, "no sin antes divertirme con ellos" como si eso hubiera hubiera provocado un chispazo en mi cerebro di media vuelta con una clara expresión de odio, tenía ganas de darle una paliza, de hacerle arder, de hacerle sufrir pero si lo hacía haría lo contrario a lo que había aconsejado. Trataba de contenerme pero podía verse como todo mi cuerpo temblaba de ira, apretaba los dientes y los puños con toda la fuerza que tenía y miraba al doppleganger con una mirada asesina de esas que te hacen sentir pena por quien la recibe. Mas o menos consigo aguantar incluso cuando Kiel le propone un trato con el cual estuve de gritar a plena pulmón [pero logre aguantar eso durante al menos unos segundos mas antes de estallar.

-¡¿Con que quieres intimidad?! ¡Tranquilo yo me ocupo-avancé hacía el con una paso que parecía mas bien que daba patadas al suelo y cuando estuve frente a el puse la mano sobre la guadaña de Euphemia haciendo un poco de fuerza para que ella la sacara *y si me hacía caso yo mismo lo arrastraría por las cuerdas hasta llevarlo lejos de sus compañeros y le dejaría junto a Eladamri y todo aquel que quisiera seguirlo.

-Todo tuyo, Lorian -digo antes de volver con las dos nuevas incorporaciones

Por una vez las emociones me dominaron en absoluto e hice lo menos inteligente pero que mas me apetecía. Cuando llegue junto a Ruby y Darius estaba ya algo mas calmado pero aún cabreado. ]

-¿Nos conocemos de algo? -dije al dúo que no reconocía pero ellos a mi si al parecer- Como resumen rápido nos encontramos con este grupo llamado "La Espada de Insomnia" alguna clase de élite en su país, mientras hablamos con ellos alguien lanza una bomba de humo en medio de todos, ante ello esos tipos reaccionan atacándonos, una vez el humo se disipo tanto su líder como la Teniente Sasha Mey, persona al mando de nuestro grupo, y su líder habían desaparecido por completo, tras eso los atamos una vez se rindieron y empezamos a sacarles información. Ante la falta de la persona al mando debemos tomar nuestras propias decisiones, ahora mismo uno de los nuestros esta en su busca aunque esta tardando en volver y eso me preocupa enormemente. De todas formas déjame las instrucciones a mi y yo me haré cargo.

Volví a levantar la mano hacía Ruby había tomado un papel de líder desde el momento de desaparición de Sasha con un único fin de que estas acciones llegaran a oídos del director o el cara de pulpo y entendieran que yo era diferente del resto de novatos.

Cuando el mago empezo a hablar, me habia quedado completamente fascinado por sus palabras. Tanto que habia dado un par de aplausos al aire mientras lanzaba una risa de felicidad, pues no me esperaba de que este tipo fuera tan despreciable. Estar metido en un dilema de un reino ajeno es divertido, pues no hay nada mejor para pasar el aburrimiento que las conspiraciones de la nobleza, pero, es el hecho de que nos hayan deseado utilizar de esta manera que en el fondo me ha molestado, pues al menos yo no me considero una pieza del estupido juego de ese hombre. 

Independientemente de nuestra mision, me desagrada este tipo y lo que se estaba tejiendo sin que nosotros nos percataramos. — Bueno, agradezco tu cooperacion, no solo has sido un iluso, si no que me has demostrado que tambien eres estupido. — Dije ya de manera fria, mientras lo observaba con unos ojos que deseaban verlo gritar. En eso Euphemia se habia lanzado hacia el en busca de acabar con su vida, por lo cual me acercaba y me posaba cerca de ella, para que se concentrara. Si alguien intenta detenerla, cosa que lo dudo, no dejare que intervengan. Este tipo merece morir sin duda alguna, aunque de todas maneras tendremos que seguir con la mision e incluso podria ponerse peor despues con todos estos problemas politicos y ese hombre que nos intento manipular bien. — Bueno, nos han engañado. ¿Que es lo que haremos ahora? Podriamos informar al Reino de Lucis, creo que nos saldria mucho mas lucrativo e interesante. — Comente de manera seria, observando a todos los presentes mientras resguardaba a Euphemia. 

Tras unos momentos, suelto a Darius y me coloco a su lado, en el lateral contrario que Ruby.

Veo que cuando se separaban, Renall vuelve para tratar de arrastrar al mago con Eladamri, si Euphemia le dejaba, y mientras se desarrolla la escena explico:

- La teniente ha desaparecido por ahora... Te explico lo que pasa con este en concreto. -hago un cabeceo hacia el mago atado que parece el ojo del huracán- Al parecer Eladamri encontró unos cadáveres de elfos, y una joven entre ellos presentaba signos de violación, de ahí las... preciosas atenciones que le están prodigando. -comento- Seguro que ni han oído hablar del Dh'oine Vlarr. -menciono a Darius, refiriéndome al Ritual de los Impuros.

Básicamente, el castigo del Fénix para los malvados, se les hacían unas cuantas incisiones y luego se les echaba aceite y prendía en llamas, para que conociesen la furia de este. Todo acompañado de rezos y semejante, pero claro, al parecer todos aquí eran bastante más directos. Si al menos supiese consagrar mi hoja...

[*- Espera, Eladamri, no lo mates. Dame un momento primero. -le pido al elfo, yendo hacia él.]

Escucho el informe de Renall tras eso, sea mientras camino hacia Eladamri o no, y me giro solo lo justo para dedicarle un asentimiento a Darius para secundar las palabras del mago rojo.