Partida Rol por web

Tanto que querían quitárselo, Euphemia no le quitaba los ojos de encima al mago de las risitas, pero parecía perder esa pedantería luego de drenarles la energía, de hecho, se dio cuenta que estaba más asustado de eso que tenerlo clavado al suelo con la guadaña, pero ya se lo querían quitar, y Renall tuvo la osadía de poner su mano en su arma, ahí recibiría sus ojos asesinos inmediatamente, cuando sintió la presión del arma.

 — si quieres conservar tus pelotas, retira tu sucia mano de mi guadaña — la amenaza no eran palabras vacías, era una amenaza real, Renall podría sentir esa aura helada emanando de Euphemia que apretaba con más fuerza la guadaña, no quería dárselos, sabía que ocultaba algo más, lo podía sentir en sus venas además su aroma a sangre la hacía empecinarse aún más en su objetivo, pero ese aroma era extraño, entornó los ojos, ni al elfo lo dejaría llevárselo, ahora que quería mostrarle los cuerpos que había encontrado.

— este gusano no se va a mover a ningún lugar, quiero ver porqué tanto miedo a que le drenen la magia — pasó su lengua por sus labios y siguió drenando su magia, eso no debía matarlo, pero tenía curiosidad de averiguar porque tanto miedo, disfrutaba del miedo y tenía bastante tribuna, ahora con los bulliciosos nuevos que deberían mandarlos a callar, pero ni Aura parecía comportarse como correspondía, no había pasado desapercibido para Euphemia los saltitos que había dado para recibir a sus amigos. Amigos, que pérdida de tiempo, ahora eran muchos más y sería más peligroso moverse. 

Hubo unos segundos entre la advertencia de Euphemia y mi reacción, estuve unos pocos segundos mirando al mago, luego levante la mirada lentamente a la chica y la mire de reojo y por último mire en dirección al arma aunque en realidad miraba los anillos que portaba en la mano con la que había tocado la guadaña.

-Tu arma es importante para ti, comprendo.

Solté el arma, con el ahora adquirido conocimiento de que esa guadaña significaba algo importante para mi compañera. Con lentitud volví la mirada hacía el mago a la vez que suspiraba, no iba a dejarlo ir sin antes descubrir que le pasaba ¿porque tanto miedo hacía nuestras Osmosis? La misma mano que antes había sujetado al guadaña ahora voló hacía la cara del mago, agarre todo su rostro y lo levante un poco forzándolo a estirar el cuello. Y una vez en esa posición hice lo mismo que el resto drenar magia de su cuerpo. Una vez le quite una "pequeña" cantidad, di media vuelta y volví hacía Darius y Ruby.

-¿Nos conocemos de algo? -dije al dúo que no reconocía pero ellos a mi si al parecer- Como resumen rápido nos encontramos con este grupo llamado "La Espada de Insomnia" alguna clase de élite en su país, mientras hablamos con ellos alguien lanza una bomba de humo en medio de todos, ante ello esos tipos reaccionan atacándonos, una vez el humo se disipo tanto su líder como la Teniente Sasha Mey, persona al mando de nuestro grupo, y su líder habían desaparecido por completo, tras eso los atamos una vez se rindieron y empezamos a sacarles información. Ante la falta de la persona al mando debemos tomar nuestras propias decisiones, ahora mismo uno de los nuestros esta en su busca aunque esta tardando en volver y eso me preocupa enormemente. De todas formas déjame las instrucciones a mi y yo me haré cargo.

Volví a levantar la mano hacía Ruby había tomado un papel de líder desde el momento de desaparición de Sasha con un único fin de que estas acciones llegaran a oídos del director o el cara de pulpo y entendieran que yo era diferente del resto de novatos.

La mitad de los allí presentes había ignorado directamente nuestra llegada, lo cual me extrañó, teniendo en cuenta que todos habíamos venido del mismo sitio y que éramos compañeros, o eso se suponía.

En cualquier caso, escuché con atención la explicación de Aura, Kiel y Renall, sin entender del todo cuál era la situación al completo. Pero bueno, en amplio resumen si que parecía que había una cosa clara: aquellos tipos parecían merecerse lo que les estaba sucediendo.

Sin embargo,  hubo algo que destacó por encima de todo y que me hizo girarme hacia Darius con un gesto de alarma- ¿Como? ¿Que se han llevado a May? - dije, claramente contrariada. Pues estábamos jodidos, era ella precisamente nuestra persona de contacto... - ¿Y el artefacto? ¿Lo tenéis al menos? - pregunté entonces, haciendo un gesto con mi mano, como apartando a Renall cuando me volvió a pedir las instrucciones. No iba a dárselas, estaba clarísimo. -Traaanqui con esas manitas. Ahora las leo.. - le dije, dándole a entender que no iba a entregar nada y que para mí, que bastante problemas tenía ya con las figuras de autoridad y las jerarquías, no era a persona al mando. A mi no me mandaba nadie, era un alma libre. Si no que se lo dijeran a...

En fin, que hasta que no supiera si tenian o no el artefacto, no iba a dar más información. Así que esperé, relajada y con una media sonrisa en los labios, a que alguien contestara a mis preguntas.

La confesión del mago disparó una serie de recuerdos dormidos en mi, una súplica lastimera del pasado, algo que deseaba olvidar. 

Junto con los recuerdos llegó la rabia, una rabia creciente y descontrolada, la misma que se iba adueñando de mi corazón de forma vertiginosa.

¿En serio crees que vivirás después de eso? ¡Maldito infeliz! Cuando acabe contigo, vas a rogar por el frío abrazo de la muerte. Ahora eres mio. - pienso mientras mis ojos se vuelven dos fríos tempanos de hielo y mi espada regresa a su funda.

Con paso sosegado avanzo hacia el mago, paso a un lado de Renall y Euphemia con rostro inexpresivo, proyectando una verdadera aura de muerte.

La furia que sentía en aquel momento, es aquella que proviene desde lo más profundo del alma, una que no se puede expresar con palabras, la peor de las rabias, la furia muda, en la cual un simple gesto es capaz de helar el corazón del rival, pues sabe que las próximas acciones van a distar mucho de ser racionales.

Al llegar a donde se encuentra tendido el mago, me detengo y giro hacia Euphemia.

Descuida, no pienso tocar tu arma. - anuncio con una sonrisa amable, una sonrisa que esconde una clara intención asesina.

Sin mediar palabras, me agacho y con un sólo tirón arranco al mago de su presa desgarrándole la pierna con el filo de la guadaña.

Una vez arrancado de su posición, alzó en vilo al miserable ese y lo arrojo co todas mis fuerzas al suelo dejando un rastro de sangre desde su herida, luego desenfundo la espada y me acerco a mi presa.

Antes de que aquel bastardo pudiera incorporarse, mi bota ya está sobre su pecho, acto seguido lo cojo del cuello y lo arrastro lejos de sus compañeros para luego alzarlo del suelo y clavarlo a un árbol con mi espada atravesando sus costillas.

No te preocupes, no necesito que hables, sólo quiero que mueras. - digo con una sonrisa amable mientras me alejo un poco y noto como el sangrado de su pierna ha cesado.

Dado que al final no me desplacé¹, observo la escena al lado de Darius, dando un suspiro y, en efecto, confirmando la versión de Renall con un asentimiento.

- Sí, se han llevado a la Teniente e Isabeau no aparece... Y, ¿quién os dio la carta²? -pregunto un poco extrañada por que las instrucciones fuesen físicas- En cualquier caso, antes que eso te respondo... No hay artefacto, no portábamos ninguno. Teníamos que recoger "un paquete", que supongo es a lo que te refieres sea artefacto o no, pero nos derribaron por el camino, así que no lo hemos recogido aún. -les aclaro a los recién llegados.

Aún mientras estoy hablando, Eladamri da finalmente rienda suelta a su ira, arrancando la pierna de cuajo (bueno, más bien arrancando el resto del cuerpo de cuajo con respecto a la pierna) con el consiguiente gesto de ligero asco por mi parte. Definitivamente, bárbaros, aunque se lo mereciese.

- Creo que voy a hablar con ese tipejo antes de que se desangre. Todavía podría tener información útil. -concluyo, encogiéndome de hombros y acercándome hasta él para hablar en voz baja³.

Aún así, vigilo al grupo de reojo, no quiero que otro estallido de ira absurdo me quite la opción de sacarle la información que aún tuviese.

Claramente me molesta que Ruby no quiero darme las instrucciones, negué ante la pregunta del artefacto y luego asentí ante la explicación de Aura, lo mas seguro era que ese paquete fuera lo que ellos esperaban que tuviéramos. Pude escuchar como a mi espalda Eladmari hacía algo y tras unos segundos le vi arrastrar al mago con una pierna menos, lo mire unos segundos antes de suspirar, bajar la cabeza y volver a mirar a Ruby.

-Entonces lee en voz baja, estamos en una situación complicada y no quiero perder mas el tiempo. Isabeau debería haber vuelto ya así que puede que ahora no tengamos un desaparecido si no dos. Por lo cual -alcé la voz para que todos me escucharan- Nadie y digo nadie debe separarse del grupo mas de lo que están Eladamri y Aura, bajo ningún concepto.

Seguía con la actitud de líder en este tipo de momentos se necesitaba algo de cabeza fría y alguien que tomara el control de la situación, ahora mismo estaba claro que el resto no opinaban lo mismo pero sabía que con el paso del tiempo y mi aumento de fuerza acabarían por dejarme tomar algún tipo de liderazgo en un futuro y esto solo sería el nacimiento de ese momento. O tal vez eso nunca ocurriría pero ganaría práctica como líder para cuando de verdad lo fuera por tener un rango mayor.

Me acerco al mago con gesto tranquilo pero serio, se nota que no me da ninguna pena su situación. Entonces, comienzo a hablar en voz suave y tranquila.

- Quizás todavía incluso podría salvarte, quién sabe. -le digo dando un par de toques en el pomo con un dedo, aunque suaves, por lo que probablemente ni siquiera los note- También podría seguirte drenando energía para hacer que lo pases peor el tiempo que te queda. ¿Qué es lo que tienes para contar? -le digo, claramente no muy dispuesta a ser paciente.

Decir que la situación no se le presentaba un tanto peculiar, habría sido ser muy generoso. Darius resopló, dejando escapar el aire por la nariz con fuerza dejando claro que comenzaba a cansarse de aquel lamentable espectáculo donde todos intentaban demostrar quien estaba más enfadado que quien, y quien quería hacer la salvajada más gorda. Cuando Aura comenzó a hablar, su mirada se desvió al a chica unos segundos, siguiendola con la mirada hasta que tomó posición junto a él.

Después, levantó la vist hasta el hombre que su amiga le mencionaba. En cuanto mencionó el ritual, negó con la cabeza. - No, no creo. - Porque él no solo era de la misma Fe que Aura, también era de la misma linea de pensamiento. En vez de aquel espectáculo, Darius les habría hecho beber aceite hirviendo y después prenderles fuego. Quizás no tan Sacro como la idea que tenía en mente su amiga, pero si mucho más rápido. Así que después de que la chica de la guadaña gruñera al mago rojo, este se acercó hasta los recién llegados.

- Puede que del SeedBook. - Después tendría que revisar el móvil, por si lo tenía agregado. Igualmente, aquello no era lo importante ahora, lo importante era precisamente lo que comenzó a contar después el chaval. Pero cuando dijo lo de que ante la falta de alguien al mando debían tomar sus propias decisiones, dejó de escucharlo. Sabía que lo interesante había llegado hasta allí, y la forma de asentir de Aura se lo confirmó.

Toda la misión se había ido a la mierda, hablando en plata. Y alguien del equipo no aparecía. Y todos allí, midiendose las lanzas a ver quien la tenía más larga. - El Teniente Weejas. - contestó a Aura, y negó un par de veces con la cabeza, entendía el porqué de la pregunta. - Siente debilidad por lo tradicional. - Y después escuchó el resto. No tienen el artefacto, y han perdido el transporte. Ahora solo faltaba que no hubieran rescatado las provisiones, las comunicaciones o balizado el lugar. Pero prefería ahorrarse las preguntas cuyas respuesta sabía que no le gustarían. Observó entonces a Renall y Ruby cuando este quiso las órdenes y ella se negó. Miró entonces más directamente a la pistolera, para acabar observando su alrededor.

La idea de Renall era seguir allí, parados sin hacer nada. Y eso iba tanto contra el credo de Darius como la idea de no quemar vivos aquellos imbéciles. Negó con la cabeza una sola vez. - Preguntadles. Si hablan, que su muerte sea rápida y limpia. Si se niegan a hablar, quemadlos vivos. Pero vamos a movernos, aquí parados no solo somos un blanco fácil, además seremos víctimas de nuestra propia inacción. Iluminar se encuentra hacia el este, por donde sale el sol. - señaló en la dirección hacia donde amanecía. - Lo más probable es que los mismos que tienen a la Teniente Mey estén relacionados con el artefacto. Para encontrar a Isabeau avanzaremos en paralelo para cubrir un terreno mayor. No podemos retrasarnos por si ella está en peligro. - Dedicó entonces una mirada a Ruby, asintiendo con la cabeza.

- Explícales las órdenes, yo voy a ofrecerles dignidad en la derrota. - Entonces se giró en dirección al resto de prisioneros, avanzando a paso lento y firme hacia ellos, acabando por clavar el asta delante de ellos y dedicándoles una larga mirada uno a uno.

- Os ofrezco dignidad y orgullo en la derrota. Hablad, y os prometo que no sufrireis. Callad, y me encargaré personalmente que los últimos minutos de vuestra vida sean la mayor de las agonías que pudierais experimentar. - Les ofreció como trato, sencillo y simple. Los iba a matar, eso lo dejaba claro. De ellos dependía sufrir o no. Sabía que el primero quizás no diría nada, pero después de quemar vivos a un par, el tercero posiblemente hablaría como una niña asustada.

O quizás, la presencía de aquel saco de músculo y pelo armado fuera lo suficiente convincente como para que lo tomaran en serio sin necesidad de avisos previos.

Cuando sales del bosque te encuentras a los prisioneros atados y muy cerca de ellos un ronso, cuyo rostro te suena del SeedBook.

El ronso parecevestar dándole indicaciones a los prisioneros y no muy lejos de allí se encuentra el resto de tus compañeros, quienea aún no se han percatado de tu llegada.

La carta dice lo siguiente:

Esciadron Alfa:

Deben reunirse con el capitán Ozma, quien les entregará el paquete, el mismo que deberán llevar con premura al linde del Cabo Buena Esperanza con Lucis, en donde  el general Shin los estará esperando para tomar control del artefacto.

Bajo ninguna circunstancia deben abrir la caja que contiene el artefacto, la misma que está fabricada con diamantina.

Una vez entregado el paquete deberán retirarse de las zona sin hacer preguntas a nuestro cliente o sus intermediarios.

Tras las palabras de Darius, los soldaos se envalentonan y se ponen de pie.

Con todo gusto moriremos por Lucis, a diferencia de ese bastardo, para nosotros es un verdadero honor ofrendar nuestra vida por la patría. - responde el soldado en voz alta haciéndose oír por todos.

- yo no mataré inocentes, tampoco soldados fervientes - dijo apoyada en el árbol más cercano - al único que le tenía ganas se lo están rifando, después de pedirme que no le hiciera nada, y sin duda no le dejaría vivo ni un tanto, no soy mercenaria. Pese a lo que quieran hacer ver; soy un alma libre, sólo sirvo a mis intereses, esos soldados solo son muñecos de mimbre, utilizados por ese mago varias veces. Nada en contra de Lucis poseo, quizás un día le ayude si llega el momento, sólo espero que no sea un aburrido paseo, una buena obra tiene ratos veloces y fogonazos lentos.

Deja de drenar mi magia zorra, vas a matarme, soy un doppleganger, sólo puedo manipular mi forma física mientras tenga algo de magia.

Voy a hablar, petoanten a ese sujeto lejos de mi. - dice el mago señalando a Eladamri.

Verán esos tres idiotas de atrás forman parte de una unidad militar de élite de Lucis, sin embargo no toda la corte está contenta de que el rey tenga su propio grupo armado.

Lord Effio me contrato para infiltrar las filas de "La Espada de Insomnia", él quería que lo mantuviera informado sobre los movimientos de esos palurdos.

El encargo me resultó fácil, al menos hasta que aparecieron ustedes. Sé de buena fuente que Lord Effio planea tomar algo de gran valor hacia Lucis, algo que el rey prefiere dejar enterrado atrás.

Es obvio que la mejor forma de lograr su objetivo es a través de ustedes, limpio y práctico. Después de todo, los SeeD son mercenarios y como tales hacen cualquier cosa por el precio adecuado. - dice el mago con serenidad.

Ahora que ya les dije todo lo que sé, déjenme ir y les prometo un pase libre hasta el cabo. ¿Qué dicen?

Escucho la respuesta sin inmutarme por su insulto. Arrugo ligeramente la nariz cuando habla de la conspiración que hay, tras lo que toqueteo un poco el móvil y lo pongo en grabación*. Sé que puedo no controlarme en algún punto, así que prefiero tomar la precaución de preparar esto por si las moscas.

- Vale, Doppleganger, entonces varias preguntas más. En primer lugar, has dicho de no poder manipular tu forma física y de matarte si no tienes energía mágica... ¿Llegaría a matarte estar sin energía? -pregunto en primera instancia, dándole espacio para contestar.

- Segundo: has dicho que nos darías paso franco por Lucis, ¿por dónde y cómo? -prosigo cuando tenga la primera respuesta.

- Siguiente: ¿qué es lo que Lord Effio planea traer a Lucis, exactamente? Sé tan específico como puedas. 

La última pregunta quizás no era la última, puesto que solo lo sería en caso de que no se negase a contestar ninguna de ellas. Si en algún momento se niega a contestar, o cuando termine todas las demás preguntas, le digo:

- ¿Cuanta energía mágica dices que te queda? Prefiero no aburrir al informático** con que te lo saque a la fuerza.

- ¿A caso eres Darius? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Te han mandado del colegio? ¿Sabes algo acerca de la teniente y estos rebeldes? - Preguntó con un susurro Isabeau desde uno de los arbustos con cierta paranoia

Cuando escuché al sujeto hablando con claridad, una expresión de sorpresa se dibujó en mi rostro, pues estaba seguro de haberle perforado los pulmones.

Sin embargo, todo cobró sentido segundos después, pues el sujeto señalo ser un doppleganger,  lo que en verdad sólo lo observé mal geniado, mientras cerraba mi puño con fuerza.

Eres un bastardo, me esmeré para hacer que te ahogues con tu propia sangre y ahor resulta que eres un jodido cambia formas. 

Bastardo miserable, quería darte una muerte lenta y agónica, ahora me sales con esta chorrada. - digo bastante furioso, al tiempo que Aura empieza a interrogar al infeliz ese.

La falta de magia no me va a matar, pero esta espada que tengo en el pecho sí que lo hará, pues va a desgarrar mis pulmones cuando vuelvan a su lugar. - responde el mago con seriedad.

No recuerdo haber mencionado a Lucis señorita, dije paso libre hasta el cabo, como espía tengo contactos en todos los bandos y puedo asegurarme que nadie os moleste mientras cumplen su misión. ¿Tenemos un trato? - pregunta el doppleganger tendiéndole la mano a Aura, quien nota que el tono de su piel ha cambiado a gris, señal inequívoca de que las reservas de magia de la criatura están muy bajas.

En cuánto a su tercera pregunta, pues la verdad no lo sé, sólo sé que es algo peligroso y que uno de sus subordinados más leales lo tiene bajo custodia. Un hombre llamado Ozma.

Eso es todo lo que sé. 

Cuando el doppleganger escucha la última pregunta, el alza sus manos frente a su rostro y con resignación agrega. - Me temo que no mucha, ya me resulta difícil mantener mi forma actual.

Acaso me estaba ignorando, me mordí el labio inferior mientras daba media vuelta y retrocedía. Me contuve ante esa humillación ya habría tiempo de que se acabara arrepintiendo. Pero cuando vi sus intenciones con los prisioneros di un largo suspiro.

-El honor en la derrota significa matarlos sin razón alguna... ya veo, mas te vale entonces no perder nunca -no trataba de disimular la molestia que sentía aunque en parte era por como me ignoro antes lo cual aunque nunca admitiría era la peor ofensa que me podían hacer debido a mi subido ego- Da igual, haz lo que te de la gana... tampoco me ibas a escuchar. Tu plan es bueno, solo hay que tener mucho cuidado con no perder a nadie de vista. No sabemos a que nos enfrentamos por lo que hay que extremar precauciones. Y tenemos que empezar a movernos rápido llevamos mucho tiempo parados y aquí quietos no vamos a hacer nada -me giro hacía Eladamri y el magito- Id acabando ya no tenemos que ir.

Sin esperar respuesta, desenfunde mi espada y me prepare para empezar con la búsqueda, escuchando las palabras de Kain.

-Dale un tiro en la cabeza si quieres pero desde mi punto de vista quien mas se merece matarle para saciar su rabia interna es Eladamri. Como le dije a Darius haz lo que quieras igualmente -ya no estaba actuando tan justo, metódico y calmado como antes ahora me daba igual el resultado de los eventos mientras la misión acabara completada con éxito